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a 1 OD dissin Noble ule HISTORIA DELA Bae SEGUNDA MUNDIAL GUERRA Equipo editorial de !a Historia flustrada CMe CMe Cte mm CO CL El autor de Bombardeo de TC A MC UL CL SR eC ac ie sr Me Semen ee ar ml en el Comando de Bombardeo y fue con- decorado con \o D.F.C. Es co-autor de |2 Pee oC is Pee wu eae aL ees A otros varios trabajos sobre temas mi Pee a ers aC LaLa CR eI ray Se RR RC a diales. Colaborador do la Enciclopaedia Bri- tannica” sobre tomas do guerra navi em ae Ue ae Cicer eT ee ee ee oe CO eh) Ce Lo er ee Le ON meee MS am eC ML CC Ce CL eee a Pe eC CE Se ee llo del poder cereo, las fuerzas acorazadas WAC ea Ceres Cee CMe oe Pee Core crt ae Las de las fuerzas “panzer” alemanas. Aut: més de 30 libros, fue uno de los mejores expertos de Iq || G. M. Prologuista x Presentador: Vicente Talon POU Ce Oe ee a tt blo“, ho visto los mos importantes sucesos Poe eet TS CeCe eee? ee eee eee ed oe Le histérico-militares: “Los rusos en el Me- MCT La Director Editorial: Barrie Pitt. Asesor Militar: Sir Basil Liddell Hart Editor Grifico: Robert Hunt. Director Artistico: Peter Dunbar. iditor Ejecutivo: David Masén. Dibujos: Sarin Kingham. Cartografia: Richard Natkiel Cubierta: Denis Piper. Dibujos especiales: John Batchelor. Ayudante de Investigacion: Yvonne Marsh. Prologuista y Presentador de la Edicién Espafiola: Vicente Talon. Las itera e de este libro fueron especialmente aa de los archivos siguientes: de iz aqucrda 2 derecha, piginn 7. Tenperil War’ Mfusoum: 9. TWN; 10. TWN 13. IWM:_ 14. ‘Keystone/ TWM; 16. IWM: WM: 19 20 IWM,; 22 WM: 24 IWM; 25 IWM: 26 Ullste 27 stein; 29 Tie te Mieco Verlag; 31 “Ullstein; 33 1WM; “34-35 IWM: 3637 ‘WM; 3839 IWM; 42-43 TWM: 44 IWM: 40-47 Ulisteis 48 US Army/IWM; 50-31 US i Forges 3293 WAL, 341M 55 IWM: 56-57 IWM: 58 TWM; 60-61_ Alfred Price. 6465 US Air Fon Ms TWM: 66-67 Ulstein: bes IVA TOWN, 74 WAL 76 Revytone Sado Opera Mung 77 IW. 79 ‘Denisches Museum, 80 TWN Sido Opera Mundi: 87 Gud Vetas, “Shs 93.98 US Army, 94 Sado Opera Mandi: 8697 Us pays 100 Ullstein/Sado era Mundi; 101 Misiene 102-103 Sado Opera Mundi; 104-1 “Tos US amy IWM; 105 IWM: D107 TWM: 113 US Air Forcé: 117 TWM: 118) 1WM: j20-171_Sudd alg. 21D US Air Fores, Ids. Say Opera Mundi. 120127 US Ar Foros 128 WM, 129 105 1G Fores, 130-131 US Air Foreé, 135 IWM: 136-137 US Air Foreé: 138 Sado Oj pera Mundi; 140-141 IWM; 143 [WM, 146 Ullstein; 147 Sudd. ‘Verlang: 150-151 IWM; 154-155 IWM; 156 1WM. Traductor: Tomas Rodriguez Bachiller. 1* Edicion publicada en Estados Unidos por Ballantine. Copyright © 1970, Noble Frankland. Copyright © en Lengua Espajfiola. Liprerfa EDITORIAL SAN MARTIN. Puerta del Sol, 6. Madrid-14. Printed in Spain - Impreso en Espaiia Graficas Lormo. Depédsito Legal: M. 25.543-1971 ‘Indice 8 Antecedentes. 20 EI comienzo de Ia ofensiva: Septiembre de 1939 - Diciembre de 1942. 52 La ofensiva de bombardeo combinada: Enero de 1943 - Marzo de 1944 112 Bombardeo y victoria: Marzo de 1944 - Mayo de 1945. 152 Sumario y veredicto, 160 Bibliografia. Cosechar tempes Introducci6n por Barrie Pin En pleno verano de tres mil intrépidos Gran Bretafia de una invasion y quizas al mundo entero de una pernicidsa tirania Su ejemplo encendié la imaginacién de toda una generacién, y lo que con razon se Hamara lo mejor de la juventud bri ténica se unié para alistarsé en la Royal Air Fores, para encontrarse, la mayor par- te de ellos, con que las necesidades de expansion del Mando de Cazas que alcan- zara puesto tan glorioso en la Batalla de Inglaterra, no eran tantas como habian deseado Daba igual; en cualquier caso, ya era tiempo de pasar de la defensa ai ataque. Churchill habia dicho: "Bombardeare- mos Alemania de dia y de noche en for ma siempre creciente, dejando caer sobre ellos una carga de bombas mas pesada cada vez, hacicndo degustar y tragar al pueblo alemdn todos los meses, una fuerte dosis de las miserias que ellos han espar- cido sobre la humanidad" El Mando de Bombardeo, 1940, poco mas de jovenes libraron a ciertamente, N. DLL 2. — Quien siembre vientos. Atenerse a. las” consecuencias. 6 Ne llevé la guerra a terreno enemigo, y du- rante largos meses ello constituyé la tmica prueba que Gran Bretafia, tenia para de- mostrar al resto del mundo que no se ha- bia rendido ante Hitler como lo hiciera su aliada Francia. Las dotaciones que con- dujeron los Hampdens, Whitleys y We- Ilingtons primero, y después los Stirlings Halifaxes y Lancasters, de noche por los cielos de Europa, levaban consigo, no solo la amenaza al agresor, sino también la dignidad y la creciente confianza de sus propios compatriotas El doctor Noble Frankland es uno de Jor mas distinguidos historiadores actua- les y, lo que es mas, sirvid como nave: ganfe en El Mando de Bombardeo. asimismo co-autor, con Sir Charles Webs- ter, de la narracién oficial “The Strate- gic Air Offensive against Germany 193% 1945", escrita. mientras servia_como_his- toriador oficial del gobierno britinico. Na- die sabe mas que él sobre el desarrollo de la campaiia que ha Megado a conocerse como la Ofensiva de Bombardeo contra Alemania y muy pocos’ historiadores po- seen su habilidad para presentar algo tan controversial e intricando de forma tan liicida_y convincente como él lo hace en este libro. Porque la historia de tal Ofensiva de Bombardeo no es el relato seguido y llano de cémo el creciente poderio aéreo aplas- taba, poco a poco pero en forma conti- nuada, la potencia industrial enemiga o aterraba a su poblacién. En 1941 se Tlegé a la conclusion de que el nivel de pre sién técnica en los procedimientos de bombardeo era sdlo suficiente para ase- gurar que las bombas cayeran dentro. de Un radio de ocho kilometros de sus objeti- vos, ello suponiendo que los métodos de navegacion al uso, tan rudimentarios. situa- ran a los bombarderos sobre la ciudad ele- gida. Antes de que las metas propuestas por los que dirigian la ofensiva tuvieran alguna posibilidad de alcanzarse, habrian de realizarse importantes descubrimientos cientificos, tomarse decisiones valicntes ¢ imaginativas y librarse batallas de agu- deza e ingenio. Pero cuando la Octava Fuerza Aérea de los Estados Unidos se unié al Mando de Bombardeo en Ia batalla, ya se habian con- seguido muchos adelantos. pero también los cientificos y los técnicos aeronduticos avanzado alemanes habiai, para entonce mucho y perfeccionado sus sistemas de defensa “aérea. El doctor Frankland, relatando los vai- venes de la batalla, segiin los adelantos técnicos de un lado’ o del otro iban pro- porcionando a unos u otros ventajas o Tespiros temporales, nos proporciona una de Jas mas valiosas lecciones de las que el libro contiene. Pero con la Ilegada de los americans la batalla se desarrollé enormemente, no solo por su aleance, sino por su precio en vidas humanas. El extraordinario sen- tido del deber de las dotaciones de los bombarderos, lo indica el hecho de que ellos solos acumularon mas premios y con- decoraciones que los componentes de cual- quier otra arma y que lo hicieron a mas alto precio también lo indica el hecho de que, entre todos los aviadores que murie- ron, més de 25.000 no estan enterrados en tumba conocida. Dado que al comenz guerra no habia abundantes arma: chos de los que entonces cayeron, lo hi cieron sin haber podido inflingir grandes dafios al enemigo, pero su expericncia y sus necesidades condujeron finalmente a la capacidad de provisién de materiales de calidad pareja a su valentia eceden La conquista del aire indujo a los altos mandos militares y navales de las grandes potencias, que ibn siendo arrastrados ha- cia el Armageddon * a considerar Ia in- fluencia que pudicra tener la aplicacién de las nuevas méquinas voladoras, aero- planos. hidroplanos y acréstatos on las acciones de guerra terrestres o maritimas La primera y mas evidente consecuencia era que los aviadores podian alcanzar con la vista mayores distancias que la caballe- ria o los oficiales de estado mayor que vigilaron el campo, bien a caballo o bien desde las cimas de alguna colina. Asi que el primer papel asignado a la aviacion fue * N. DEL Four tala entre | nes bites del Fan "de" spines emtte as acon 8 el de reconocimiento. En este sentido se realizaron ensayos tanto en maniobras mi- litares como en alguna de las acciones bélicas que precedieron a la total rotura de hostilidades de agosto de 1914. A par- tir de aqui se produjeron rapidamente tres evelaciones como consecuencia de la idea nal _de reconocimiento aéreo Primeramente si los aeroplanos podian observar las inmediaciones del campo de. “batalla o la posible accién naval, aque- llos de mayor radio de accién podrian también observar lo que estaba sucedien- do detras de las lineas cnemigas o en sus bases navales. Esia actividad se conocié mas tarde como reconocimiento estrate- gico. En segundo lugar, si bien era inte- nte_y yentajoso obtener la informa- cién antedicha, no era menos deseable el tratar de evitar que el enemigo obtuviera parecida informacién y de ahi surgio la idea y la realidad del combate aéreo en el cual los aparatos lucharon al principio con armas de mano, empledndose poste- riormente Jas ametralladoras. En_tercer lugar, si los aviones o acronaves podian eruzar las lineas enemigas y observar sus tropas, fortifieaciones, atrincheramientos y retaguardia, también podian dejar caer ex- plosivos sobre ellos. Asi surgid la practica del bombardeo. Al igual que el reconocimiento, el bom- bardeo tuyo desde su comienzo dos apli- caciones distintas. Una, tactica, en el sen- Un bombardera@vro en 1914. Fue un precursor del famoso Avro 504. tido de que los ataques se realizarian so- bre las fuerzas inmediatas al campo de batalla, que tomarfa parte directa en la lucha Otra, estratégiea, ya que los ata- ques se realizarian sobie las bases de aprovisionamiento 0 zonas de apoyo de las que el enemigo obtenia su potencia militar. Otra forma de expresar la dife- rencia entre ambas, seria decir que asi como el bombardco tactico se ocupa de las acciones de la fuerza armada enemiga, el bombardeo estratégico se ocupa de las fuentes de esas acciones 9 La idea de bombardeo estratégico pre- cisamente porque implicaba la necesidad de efectuar vuelos mas largos que en las otras formas de bombardeo, constituia la manera més avanzada de eimplear el derio areo y empez6 a aplicarse casi de el mismo comienzo de la Primera Gue- rra Mundial. A fines de 1941, la British Royal Naval Air Service realiz6 ataques dirigidos principalmente contra hangares de Tos Zeppelin, a lugares tan distantes como Colonia y Diiseldorf. Igualmente, los alemanes atacaron Dover y Erith. Es- tos modestos comienzos dieron paso a un desarrollo considerable de las técnicas de Zeppelin 11 en 1916. bombardeo por ambos. bandos, especial: mente por el lado aleman. Los alemanes consiguieron una notable ventaja en el desarrollo de aeronaves y. en enero de 1915, la emplearon para comencar la pri- mera ofensiva aérea estratégica sistemati- ca y continuada de la historia. En el cur so de la guerra, esas aeronaves dejaron caer cerca de 200 toneladas de bomba que mataron alrededor de 550 personas, Empezaron sobre Yarmouth durante la no- che del 19 al 20 de enero de 1915 y al- canzaron Londres por primera yez, én la del 31 de mayo al primero de junio. Por su gran novedad, estas operaciones, aunque apenas afectaban al curso de la guerra, producian considerable impresién. Pero también Hevaban consigo el peligro de avivar el instinto defensivo que en- trado ya 1916, revelé que los Zepelines eran blancos faciles para los aviones de caza e, incluso, para las baterfas antiag reas. Eran grandes, lentos y altamente in- flamables. Las pérdidas Iegaron a ser muy considerables para los alemanes y se imponia en pensar en nuevos métodos pa- ra proseguir con los ataques. Estos mé- todos tomaron forma a principios de 1917 cuando los alemanes crearon sus fuerzas de bombardeo de largo aleance equipadas con aparatos Gotha, que fueron, en ver- dad, los primeros bombarderos’ pesados. De esta semilla que los alemanes sembra- ron en forma de bombardcos. nacid la cosecha de huracanes; pues fue precisa- mente como respuesta a los ataques de los Goihas como se desarrollaron en Gran Bretafia tanto la Royal Air Forcé en 1918 como el Mando de Bombardeo en 1936, Los ataques con Gothas, que a veces iban acompafiados de Giants, empezaron on abril, extendiéndose gradualmente has- ta que el 13 de junio de 1917 sucedid algo de la maxima importancia historica. Fue ello el ataque diurno realizado por 14 aparatos Gotha sobre Londres, dejan- do caer 118 bombas y matando 160 per- sonas. Con 100 cazas briténicos trataron de rechazar el ataque, pero no. pudieron hacer ni una sola victima; todos los Go- tha volvieron a sus bases sanos y salvos. Dirfase que Londres estaba ahi_a merced de los bombarderos alemanes. Si tan sélo 14 aviones en pleno dia, sin pérdidas, ob- tenfan tales resultados, gqué depararia el futuro? Esta era la pregunta que se ha- cian tanto la poblacién ultrajada como el alarmado gobierno del sefior Lloyd Geor- . Para contestarla, se Hamé a uno de fos _estadistas del Imperio, al general Sumts. Sumts estimé que el arma aérea, con su capacidad para bombardear a largas dis- tancias, habia dado una dimensidn total- mente nueva al acto de la guerra. Creia incluso posible que esta forma de accién bélica se afirmaria tan poderosamente que los viejos sistemas militares y navales pa- sarian a ser secundarios y subordinados. Con el fin de mejorar los sistemas de defensa aérea contra bombardeos hizo va- Tias recomendaciones, pero. en_ resumen, su opinién era que | defensa real- mente efectiva era el contraataque y pi- did que, rdpidamente, se desarrollara la fuerza britanica de bombardeo para ata car Alemania, Crefa, asimismo, que este tipo de operaciones aéreas requerian es- tudio y direccién especiales, pues no eran prolongacién de los métodos militares. y navales, eran una nueva clase de guerra. Habrian de ser planeados por mandos es pecializados y cjecutados por un cuerpo especial. Asf que Sumts recomendd no sdlo la creacién de fuerzas de bombardeo independeintes, como los alemanes. sino también el consiguiente Estado Mayor del Aire y su personal de combate, ambos se- parados de las otras armas tradicionales. Sus recomendaciones se aceptaron inme- diatamente y se pusieron en practica con toda rapidez, Para octubre de 1917 ya se habia formado, en Ochey, una escuadrilla de bombardeo de largo alcance para ata- car los objetivos alemanes. El uno de abril de 1918 se constituyé la Royal Air Foreé como la primera arma aétea inde- pendiente del mundo. En junio de 1918 y tomando como base el Ala de Ochey, que habia pasado a ser posteriormente la VII Brigada, se ered la Fuerza Indepen- diente que se haria cargo del montaje de la ofensiva estratégica” contra Alemania. Con independencia de las campaiias de tie~ tra y mar que, hasta entonces, habian ab- sorbido casi todo el poderio aéreo brita- nico. Por entonces ya se habian mejorado las defensas aéreas y los ataques de Gothas y Giants sustancialmente conienidos, pues. aunque no tan vulnerables como las aero- naves, estos aparatos cran_relativamente pesados y se les hacfa dificil competir con jos ligeros cazas que acudian a intercep- farles Ast que. cada vez mAs, los ataques se realizaban de noche. aunque eso tam- bién tenia sus inconvenientes, pues de los 60 Gothas y Gianis perdidos durante las operaciones de 1917 y 1918, treinta y seis lo fueron al estrellarse en sus propias ba- ses de Bélgica, cuando yolvian de Ingla- terra. Tampoco el numero de acciones realizadas por el Ala de Ochey, la VIII Brigada o la Fuerza Independiente, fue suficiente para corroborar o no las predicciones de Sumts. Cuando los pro- cedimientos_ guerreros tradicionales_preci- pitaron el final de la guerra, en 1918, el Poribarderoupsscdomcuctang meee’ cance suficiente para llegar a Berlin des- de bases britanicas y con capacidad para 1,500 kgs. de bombas, el V 1500 Handley Page, todavia no habia sido puesto en servicio. Parecia como si tanto la Royal i Air Foreé como la ruerza independiente hubieran perdido el autobiis y como si la roclamacion de la revolucién_ estratégica cha por cl general Sumts fucra a scr pronto olvidada. Pero, sin embargo, no Tue ast. Surgid entonces en Gran Bretafia la co- losal Figura de Trenchard que fue duran- te diez afios jefe del Estado Mayor del Aire y después el genio director de la Royal Air Forcé. Trenchard bas6 su do trina en las afirmaciones de Sumts. Pro- clamé que en la guerra aérea la mayor defensa es el contraataque, Establecié que el efecto moral de los bombardeos demos- fraria ser superior al fisico y que. en el futuro, el camino hacia la victoria en la uerra, no seria otro que el desarrollo je una ofensiva acrea contra los centros yitales enemigos, mayor que la que éstos ejercieran contra los propios. Segiin Tren- chard. no habia defensa directa eficaz con- tra los bombardeos asi que Jas fuerzas aéreas debian dedicarse principalmente a la creacién de las secciones de bombar- deo, Los cazas no servian mas que pa impresionar a politicos y ciudadanos y la verdadera superioridad aérea consistia en la capacidad para transportar, con mayor facilidad que el enemigo, una carga ma- yor de bombas. Trenchard no consiguié crear los cuer- pos adecuados para realizar perfectamente tales ideas en la guerra, ni pudo imbuir en el ejército del aire, del que fue jefe tanto tiempo, un espiritu inquisitivo o la aficin a experimentar. Los problemas ope- rativos del bombardeo, busca de objeti- vos, punteria 0 incluso navegacién nor- mal, quedaron practicamente ignorados e incluso. casi ni siquicra admitidos, Con- uid, sin embargo, perpetuar la Royal Air Foreé y_preservar como fundamental la idea de ofensiva estratégica aérea. Ello fue una hazafia considerable y quizas nin- gun otro hubiera podido realizarla En Alemania, donde se desarroll6 tan rapidamente durante la Primera Guerra Mundial. la idea de bombardeo estratégi- co, declind en forma igualmente precipi- tada durante los atos que transcurrieron entre las dos guerras. La experiencia ad- quitida por la Luftwaffe en la Guerra Ci- vil Espatiola, les hizo Iegar a la conclu- sion de que el uso mas efectivo de la aviacion era como apoyo directo del ejér- cito en el campo de batalla; lo cual no 12 es sorprendente si se consiaera que los alemanes apuntaban hacia una victoria ba- sada cn la fuerza militar, coneretamente en el poderio de su ejército de tierra. Fl General Wever, primer Jefe de Estado Mayor de la nueva Luftwaffe, que abo- gaba por la construccion de bombardeos pesados de largo alcance, murié en Dres de en un accidente de aviacion en 1936, Su muerte, quizas, libro a Gran Bretafia de grandes destrozos y suftimientos. Al estallar la guerra Jos alemanes atin no te- nian plan sistematico alguno para el bom= bardeo estratégico de Gran Bretaila y sus efectivos a tal efecto, tampoco eran im- presionantes, especialmente si se les com- paraba con el grado de desarrollo adqui- tido por otros ramos de las fuersas ar= madas. Aunque Italia carecia de independencia econémica para competir con las grande: potencias en la carrera del poderio aéreo © militar, si tuvo, en cambio, un general, Giulio Douhet, que, con sus escritos, ejer- cio considerable influencia sobre los des- tinos del poderio aéreo. Creia que las gue- tras del futuro vendrian determinadas so- lamente por la potencia aérea. Llegé atin mas Iejos que Sumts cn sus_predicciones pues se creia que las operaciones milita- Tes y navales no solo quedarian relegadas a luchar subordinado y secundario, sino ue pasarian a ser por completo improce- jentes. Apunté que la campaita decisiva seria la ofensiva aérea de largo alcance que, asestando golpes masivos en el mis- mo centro del territorio enemigo, redu- ciria en seguida sus ciudades a ruinas, su pueblo a la desesperacion y a su gobiemo, a la capitulacion. Como instrumento de esta ofensiva Douhet veia un avidn aco- tazado 0 bombardero armado capaz de abrirse. camino por la fuerza hasia el ob- jetivo. Esto es, Douhet, como Trenchard, creia que el punto decisivo de la accién contra el enemigo debia de ser el dirigido contra la poblacién misma y que el arma adecuada para explotar la desmoralizacion del enemigo en beneficio de la propia vic- toria, era el avién de bombardeo. Es discutible que Douhet fuera el unico inspirador de las doctrinas de desarrollo de las fuerzas aéreas en Gran Bretafla y Estados Unidos, pero es indudable que sus ideas alcanzaron tal vigencia que, por su repercusion, contribuyeron a crear un estado de opinion. Hay quien cree que el 000 Trenchard Smuts 4 ‘ tratégico y dio lugar al proyecto y puesta modelo B-17, que Hegé a ser el principal instrumento en la ofensiva aérea ameri- cana contra Alemania, fue un simple r flejo del avién imaginado por Douhet. Lo que es mds, los americanos proyectaban enviar estos aviones a las operaciones en formaciones auto-defensivas, sin protecion de caza: podria, sin embargo, argumen- tarse que el problema, aparentamente in- soluble, de la constriccion de un caza de largo alcance, influyé mas en el dis fio de B-I7 que los ¢seritos de Douhet En todo caso, la influencia principal so- bre las doctrinas de bombardeo ameri- unas, se ejercié como reaccidn, primero. a los canones britanicos, y, una vez em- pezada la guerra. a la forma en que. re- cien creado el Mando de Bombardeo, rea lizaron los britinicos su ofensiva aérea contra Alemania. Esta reaccién fue, por un lado, favorable en el sentido de que se demostré una muy marcada confianza en las teorias ofensivas de bombardeo es- en fabricacién de dos cuatrimotores co- nocidos como Fortaleza Volante B17 y B24 Liberator. Por otro lado fue desfi- vorable pues jos americanos no se mos- traron muy de acuerdo con el concepto de bombardeo nocturno por zonas que te- nian los briténicos. Los americanos eran partidarioso de los bombardeos a la luz del dia pues cran mucho mas precisos y eficaces, Los sistemas britinicos de bombardeo, que dieron forma al curso de la ofensiva lanzada_ por el Mando de Bombardeo. y que influyeron en los grupos equivalent americans, no fueron exactamente los propuestos por Trenchard. En los iltimos aflos de paz, siendo primer ministro Ne- ville Chamberlain y jefe del Estado Ma- yor del Aire britdnico Sir Cyril Newall. Se introdujeron importantes midificaciones en los métodos de Trenchard. Tales cam- bios eran debidos, en cierto modo, a Ia necesidad de hacer frente a la realidad de una cada vez més problemética situacion y. también en parte. a los adelantos cien- iificos y técnicos. El legado que consti tuyeron’ las doctrinas Trenchard y la filo- sofia de Douhet, un miedo exagerado a los efectos morales producidos por los bombardeos, tuvo, también, su papel, im- portante y formative, en esas modificacio- nes. La realidad de la situacion era que, en la guerra que se aproximaba, a pesar de los programas de rearme britinico y del tamafio del ejéreito francés. los alemanes serian los que escogerian cl momento de comenzar las hostilidades y el teatro de sus operaciones: y con una pronunciada superioridad militar, Se tenia la impresion de que esta superioridad se extenderfa tam- bién a la fuerza aérea y como consecuen- cia surgié en Gran Bretafia, no s6lo en la imaginacién popular o en los periddicos. sino también en el Estado Mayor del Aire, el temor fundado de que los bombarderos alemanes pudicran ascstar a Gran Breta- en general y a Londres en particul un golpe tal que, habiendo causado des- truccién, muerte y sufrimiento brutales, hiciera imposible la continuacion de la guerra. La solucién propuesta por las doctri y_ predicaciones de Sumts, Trenchard y Douhet, era el construir una fuerza de bombardeo considerable con capacidad pa- ra contraatacar con mayor energia, y ella fue, al menos en teoria, la solucién es- cogida por el gobierno. Solucién que se introniza como reliquia en 1932, cuando el Primer Ministro Baldwin en la Cama- ra de los Comunes, dijo que como los aparatos de bombardeo eran incontenibles, la Unica posibilidad de defensa era el con- traataque. Sin embargo, cuando en 1936 se formo el Mando de Bombardeo, se hizo cvidente que a Gran Bretafia le so- ria sencillamente imposible dotar a esta solucién al problema con el armamento que realmente se requeria, Un simulacro de movilizacién del Mando de Bombar- deo, hecho durante la crisis de Munich, demostré concluyentemente que todavia no estaban preparados para entrar en at cién. Incluso un aio después, los casi re- cientes Wellingstons, Whitleys y Hamp- dens, atin no estaban adecuadamente per- feccionados 0 equipados, ni su niimero era el suficiente para hacer frente a una ofen- siva de bombardeo seria. Asi que, aunque el Estado Mayor del Aire continuaba con su aparente devocién y descos de recitalizacion de las doctrinas de Trenchard, mientras esperaban la apa ricién de los bombarderos de cuatro mo- tores. encargados en 1936 aparecidos en los afios 1940 y 1941, se vieron obligados a depender completamente de la defensa aérea. Ante cualquier vacilacion en dicha dependencia. el gobierno persistia en ella, hasta el punto que, en realidad, fue Sir Thomas Inskip, ministro civil para la Coor- dinacién de la Defensa, quien en 1937 y 1938 insistié en que se diera prioridad al Mando de Caza y no af de Bombardeo Asi que, contra lo que pudiera parecer aconsejable tedricamente, Gran Bretafia entre 1937 y 1940 desarrollé el sistema de defensa antidrea mas adelantado del mun- do en lugar de crear la mas potente fuer- za de bombardeo. El Mando de Caza fue provisto de aparatos Sydney Cammis Haw- ker Hurricanes y de los, atin mas impre- sionantes, Supermarine Spitfire proyecta- dos por RJ. Mitchell. El problema de situar tan espléndidos aparatos en los pun- tos de intercepeién correcta para que pu- dicran ejereer su accion y su potencia de fuego sobre las fuerzas “aéreas enemigas atacantes, se resolvid con la invencion, disefio y puesta a punto de la primera cadena preventiva de radar, adelanto r volucionario debido principalmente a Sir Robert Watson Watt que desarrollo cl aparato, y a Sir Henry Tizard que especi- fied y guid su aplicacion operativa. La RAF se preparé para lo que pro- b6 ser la tinica importante, completa y decisiva aceién aérea de la historia, la Ba- talla de Inglaterra. El rasgo definitivo de la batalla fue, en verdad. que evitd la de- rrota y la ocupacién de la Gran Bretafia. y el Estado Mayor del Aire nunca cometié el error de esperar de ella nada mas. Sus esperanzas de poder contribuir a la de- rrota de Alemania, estaban puestas en el Mando de Bombardeo y, aunque en 1937 se habia visto obligado & aceptar el retraso en su revision de argumento y expansion, el Estado Mayor del Aire se dedico a de- sarrollar una seric de planes de bombar- deo conocidos por los Planes Aéreos Ov- cidentales con los que, en su momento, esperaban dar expresién a una ofensiva aérea estratégica contra Alemania. Estos planes consideraban la posibilidad de atacar la industria de petrdéleo sintéti- co alemana, sus sistemas de transporte, sus fuentes de energia eléctrica_y de otros tipos, y tenian asimismo la intencién de minar directamente la moral del pueblo. Otros planes consideraban posibles_méto- Hos por los que el Mando de Bombardeo pudiera contribuir a la guerra tanto en el mar como en la tierra, por medio de ata- ques dirigidos contra Ja flota alemana y contra los medios de comunicacién ale- manes con los campos de batalla de Fran- cia 15. - a La linea de ataque del Mando de Bombardeo en 1939. Arriba: Blenheim. Abajo: Hampdens. 16 Arriba: Whitley. Abajo: Les primeres Wellington. Los Planes Aéreos Occidentales repre- sentaban, por parte del Estado Mayor del Aire, actos ala vez de innecesaria fe ciega y de gran sagacidad. Eran sagaces en el sentido de que proveian al Mando de Bombardco con lo que ninguna otra fuer- za aérea del mundo tenia, una guia de con- siderable perspicacia para una ofensiva aérea de importancia. En las ultimas eta- pas de la guerra se descubrié que los Planes Occidentales eran, no solo en for- ma general, sino también en detalle, per- fectamente aplicables a las fuerzas de bom- bardeo en accién. Demostraban poseer buen sentido en la forma en que las es- peranzas, hasta cierto punto exageradas, de Trenchard fueron sustituidas por los puntos de yista més realistas de que el Mando de Bombardeo seria slo una pie- za en la ofensiva, ya que ésta lo seria también naval y militar; en otras pala- bras, que s6lo con bombardeos no se ga- naria la guerra. En cualquier caso demos- traron tener la valiente prevision de man- tener la creencia, atm en la fase de ma- yor debilidad y en_las horas mas oscu- tas, de que Gran Bretaiia hallaria en el momento oportuno medios formidables que compensarian su desventaja_ inicial; ciertamente asi fue, y esos medios fueron los bombardeos estratégicos Pero los Planes Aéreos Occidentales contenian cierto elemento de fe ciega, y es verdaderamente notable, el hecho de que la idea que sobre el efecto de los bombardeos tenia el Estado Mayor del Aire, se basaba en la simple multiplicacién, de factores tomando como unidades los efectos de los bombardeos de los Gotha alemanes sobre Londres, en 1917 y 1918 y de la Luftwaffe en la Guerra Civil Es- paiiola. Todavia es mas extraiia su inea- pacidad para enfocar los problemas de havegacion y de busca de objctivos que se plantearfan en los bombardeos diur- nos, por no hablar de los noctumos, de una ofensiva a gran escala_proyectada para su ejecucién tanto de dia como de noche. También fue una ldstima que el Estado Mayor del Aire fuera ineapaz de comprender la importancia, al menos des- de el punto de vista del Mando de Bom- bardco, de los adelantos realizados en de defensa aérea incluso toman- do como modelos los introducidos por ellos mismos en el Mando de Caza, « ber, cazas monoplanos de alto rendimien- to totalmente metalicos y red defensiva 18 de radar, Esta oposicién al aprovecha: miento del aire por el enemigo, debia hi berse previsto que antes o después afee taria_a los pesados aviones del Man de Bombardeo, Sin embargo, la idea que el bombardeo era cuestién de forma ciones autodefensivas si se_realizaba dia, 0 de facilidad de huida si se reali de noche, quedé como algo técnicam sagrado para el Mando de Bombard| Y ‘por tltimo, esta incapacidad acabo ser el defecto mas serio de las doctri aéreas_britinicas, tan ficlmente reprod| cido en los Estados Unidos que las saron un verdadero desastre. Si embai a Alemania, las consccucncias de desi ciar casi por completo las posibilida que ofrecia el bombardeo estratégico, trajeron. al final, mucho mis serios' sultados. Es, en verdad, interesante el he cho de que, de todas las potencias bel gerantes en la Segunda Guerra Mundial las dos (micas que se prepararon sister ticamente para el uso sostenido de 16% bombardeos estratégicos, fueron Gran Bre: tafia y Estados Unidos n de un Wellington mientra se calientan los motores. EI comienzo de In ofensiva: septiembre de 193 Diciembre de 1942 Al principio de la guerra la estrategia an jo-francesa eta defensiva. Los Aliados Eousideraron que el tiempo iba a su fa- vor. El les permitirfa organizar y mo- dernizar sus fuerzos armadas con el fin de neutralizar la ventaja, adquirida por los alemanes preparandose con mayor efec- tividad para la guerra. A los franceses y a los ingleses les parecia que, en ese pé- tiodo de reorganizacion, seria una locura el provocar la accién militar alemana en el Oeste. Asi que sc alegraron mucho al serles oftecida la posibilidad de aceptar la relativa inactividad de la Hamada “pseu- do-guerra”. El Mando de Bombardeo encajaba exac- tamente dentro de esta concepcién estra- tégica, En septiembre de 1939. aunque ya pudieron ser movilizadas treinta y tres é cuadrillas, diez de ellas estaban equipa- das con Baitles munomotores y seis con bombarderos bimotores ligeros’ Blenheim. Ninguno de ellos tenia el alcance o la capacidad de carga suficientes para hacer algo que valiera la pena en una ofensiva estratégica area contra Alemania y ade- mas los Battles habfan sido especialmen- te escogidos para la proteccion de las tro pas britanicas en los campos de Francia. Asi que, en sus principios, el Mando de Bombardeo. s6lo podia contar con dieci- siete escuadrillas en condiciones suficien- tes para actuar en la ofensiva estratégica. Estaban equipados con bimotores Welling- ton, Whitley y Hampden que eran los bombarderos de la época pero que, segun el Estado Mayor del Aire, distaban de ser los aparatos adecuados para realizar con éxito una ofensiva aérea en gran es cala. Las esperanzas de lograrlo estaban Duestas en nuevos aparatos, especialmen- te en los modelos de cuatro motores que todavia no estaban en condiciones de en- trar en servicio, Ahora se ve claramente que la decision de mantener las dotacio- fs del Mando de Bombardeo hasta que pudieran crecer en numero y ser dotados con mejores aviones. fue una decision muy inteligente La ase slemana de hidroaviones se Hornum en la isla de Sylt. Ademas se pensé que seria una locura provocar a los alemanes hasta obligarles a hacer uso de sus fuerzas aéreas, mucho mayores en numero, para atacar Francia y Gran Bretafia. Fl miedo a recibir desde el aire un golpe decisivo, habia sido una preocupacion fundamental de los gobier- nos de Francia y Gran Bretafia en_los (l- timos afios de paz y, ciertamente, fue ésta una de las razones. que aclararon el por- qué de las dificultades que ambos go- biernos tenfan para hacer frente a Hitler. Cuando, al fin, se decidieron a hacerlo. ho vefan la necesidad de atraerse prema turamente las peores consecuencias, Esta fue otra de las tazones cspecificas para restringir las operaciones del Mando de Bombardeo a objetivos limitados asi co- mo para retrasar su desarrollo Este tipo de razonamientos se unio a aquellas consideraciones sobre la cuestién moral implicada en el bombardeo que, al igual que el bloqueo, comprometia a naciones enteras, no sélo a sus fuerzas armadas. Ingleterra no deseaba ser quien diera el primer paso hacia cualquier ac- cion de guerra, especialmente hacia una. como el Bombardeo.estralggico, que podia provocar la indignacion general y ademas deseaba mantener su prestigio dentro de los Estados Unidos ya que esperaba, en el futuro, que se aliafa a ella. Y, en efec- to, el uno de septiembre de 1939, el pre- sidente Roosevelt apeld a las naciones. po- siblemente beligerantes, en una guerra ya inminente. en el sentido de que se abs- iuvieran de llevar la guerra agrea hasta sus méximas consecuencias. A pesar de estas limitaciones, ain que- daban abiertas al Mando de Bombardeo ciertas lincas de accion que no parecian sobrellevar el riesgo ni de producir ex. cesivo niimero de bajas ni tampoco de provocar su condenacién moral. Eran és- ias, en primer lugar, ataques a escala limitada sobre la Hota alemana ya que nadie podria negar que era un objetivo militar legitimo y que ademas, en ocasio- nes, podia realizarse sin mucho riesgo de causar victimas civiles: en segundo lu- gar vuelos de largo aicanee y profunda enetracion para dejar caer sobre el pue- Blo alemén no bombas sino. panfletos de propaganda, Naturalmente los ataques so- 21 Sir Edgar Ludlow-Hewitt. bre los. buques alemanes. que no hacian necesaria Ia penetracién en territorio ene- migo pero si precisaban de un alto grado de exactitud en los bombardeos, se hacian de dia. Las incuisiones de propaganda que imponian largas horas de vuelos sobre y_cuya efectividad no dependian de la pre- cision en el bombardeo, légicamente, se realizaban de noche. Podria parecer que tales operaciones fueron poca cosa en comparacion con el alcance y sacrificio total del Mando de Bombardeo en la guerra, pero tal impre- sién no seria correcta. De esos primeros movimientos, aim sin tener nada que ver con el bombardeo estratégico, salieron de- cisiones operacionales. que tuvieron gran- de y permanente influencia en el curso de la ofensiva estratégica aérea que se- guiria Los Wellington del Grupo numero 3 no pudieron hacer frente a las defensas aéreas alemanas en sus ataques a la flota germana durante los meses de septiembre y diciem- bre de 1939. En dos ocasiones llegé a perderse. hasta el cincuenta por ciento de jos efectivos enviados y la pérdida de vein- te Wellingtons en sdlo cuatro acciones, las del 4 de septiembre y 3, 14 y 18 de diciembre de 1939, fue suficiente para que el Estado Mayor del Aire britinico viera claramente que los bombarderos pesados no tenian posibilidad alguna frente a los cazas a plena luz del dia 2 Sir Charles Portal. Por el contrario, los Whitleys del Grupc nimero 4 que volaban de noche dejando caer sus hojas de propaganda y adentran= dose a lo largo y ancho de Alemania, des: de El Ruhr a Hamburgo, Berlin y Nuren berg, sufricron tan pocas bajas “que, por boca de su comandante, Megaron a deci) en su informe oficial que "no tenian ma remedio que considerar la oposicion ene: miga sorprendentemente mas débil de qué esperaban" Como las penalidades soportadas por la tripulaciones de los Whitleys, por causa de la falta de oxigeno y del frio intenso eran ficilmente remediables y como los vuelos de propaganda no constituian orien- tacién alguna sobre las dificultades noc= turmas para Iocalizar Jos objetivos. la de cision del Estado Mayor del Aire de Tey ducir las operaciones’ de bombardeo, sus comienzos, a acciones nocturnas prin cipalmente, parecia no sdlo una decision prudente sino segura. Como no parecig necesaria la revisién de los planes de bom: bardeo estratégico que preveian ataques sobre objetivos especificos, tales como bricas de petréleo y zonas de aprovisi namiento y distribucion de material. revision no se hizo Aunque el bombardeo de Polonia por los alemanes se tomé en Gran Bretaii en el sentido de que las resiricciones mi rales que pudieran pesar sobre las accio nes propias debian reducirse. el Mando de Bombardco continué apartado todavia, de sy, operacion. que pudiera ser -conside- rada provocativa para el enemigo y afren- miento del Mando slo podria produei se si se adoptaban las necesarias prioridi des en la produccién, y la ofensiva por zonas solo se podria emprender con pro- babilidades de éxito si esta forma de ata- que era, adoptada con absoluta prioridad jentro de la politica general de bombar- deo. Lo irénico del caso era que la ine- xactitud de los ataques nocturnos, que era cada vez mas evidente y que hacia que la alternativa de los bombardeos por zonas fuera pricticamente inevitable, tam- bien hacia perder confianza en las p bilidades de la ofensiva aérea estrategica en general. Todos estos factores aparentemente con- trapuestos iban ahora a encontrar, al me- nos hasta cierto punto, su propio valor en la relacion entre una cireunstancia es- tratégica que. para muchos. hacia incon- cebible la idea de abandonar la ofensiva aérea estratégica y una investigacion ope- rativa que probaba, con una claridad sin precedentes, que ef nico tipo de ataque en gran escala, posible para el Mando de Bombardeo, era el bombardeo por zonas. EL 22 de junio de 1941 empez6 Ia ine vasion de Rusia por los alemanes, Si Ru- sia podria o no resistir la embestida, pron- to se hizo tema candenje. Gran Bretafia que habiase manteaide sola frente a Ale- mania durante un aito, sélo podia esperar que Rusia sobreviviera y contraatacara. Las nuevas perspectivas no redujeron la importancia del papel que el bombardco estratégico tenia en el conjunto de los planes estratégicos britanicos. Al contra- tio la incrementaron. Gran Bretafla no po- dia aportar ayuda militar ni el suficiente apoyo naval a Rusia. asi que era total- mente imposible, en ‘tales circunstancias, abandonar el bombardeo de Alemania. tni- rs _ = Liibeck, objetivo del bombardeo del 28 de marzo. co medio a su alcance de presionar con fuerza sobre sus enemigos. Los jefes de Estado Mayor britanicos estaban’ comple- tamente de acuerdo en continuar la ofen- siva estratégica y en el papel que veian iba a desempefiar. En un memorandum redactado a fines de julio expresaban su creencia en la nec aid de destruir los cimientos de la maquina de guerra alema- na: "la economia que la alimenta, la mo- ral que la sostiene, los suministros que la nutren y las esperanzas de victoria que la inspiran". Sélo después de ésto seria po- sible volver al Continente y, en su mo- mento. contribuir militarmente a la di rrota final de Alemania. Los je de E: tado Mayor afirmaban; "En el bombardeo realizado a una escala no sofiada en la iltima guerra, esté la nueva arma en que debemos apoyarnos de manera principal para destruir la vida econémica y la mo- ral alemanas" Los que entonces estimaban o los, en mayor némero, que han estimado desde entonces que Gran Bretafia podria haber abandonado ventajosamenie su ofensiva olvidaban, u olvidan ahora, las tremendas condiciones estratégicas de la época. Sin los bombardeos no habria habido en Gran 38 Sle he Bretaita esperanza alguna de victoria eye tual ni hubiera habido siquiera el vestigid del agradecimiento ruso que estimulaba Una simplificacion mayor del_asuntay estaba ahora al alcance de la mano. y Ta creencia en la posibilidad de otra altermae tiva, aunque ésta fuera lo poco que quedd de ias directrices dadas en julio, que no fuera la ofensiva por zonas, estaba a punto de ser totalmente aniquilada En agosto de 1941 Lord Cherwell, con sejero cientifico del primer ministro, envio un investigador civil al Mando de Bom= bardeo para encontrar la respuesta a lay tan traida y llevada cuestion de la preci- sién o impresion de los bombardeos nocs turnos. Aunque a veces el comandante en jefe habia expresado sus dudas al respec= to, la verdad es que no se le habia dedi= cado a tal asunto razonamicnto sistemae_ tico alguno. El enviado de Lord Cher well examind mas de 600 fotogratias tou madas desde los aviones de bombardeo durante las operaciones nocturnas de los. meses de junio y julio de 1941. Tambien” leyé los informes’ documentales de esios ataques. Estas investigaciones probaron luc entre todos los aviones que, de acucr= jo con los informes escritos, crefan has ber bombardeado sus objetivos, solo. un tercio, de acuerdo con la cvidencia fotor grafica, se habia aproximado a ellos a un ) de ocho kilémetros. En ésta fue la conclusién. La evidencia en qu se bas6 variaba segiin la posicién geogrd fica de los objetivos, las condiciones at- mosféricas y las fases de la luna. Los re- sultados sobre los puestos franceses fueron mucho mejores que sobre el Ruhr y se de- mostré que la luz de la luna mejoraba considerablemente 1a capacidad para ha- llar los objetivos. Probablemente la con- secuencia mas triste que se desprendia del informe de Mr. Butt, ese era el nombre de su autor, era que. sobre el Ruhr, de todos los bombarderos que habian recibi- do crédito por haber conseguido tocar sus objetivos sélo una décima parte ha bian logrado llegar a un radio de ocho kilometros de los mismos Aunque basindose en estadisticas que en algunos casos podrian ser cortas de acuerdo con el informe, éste probaba que el area cubierta por los objetivos no era de un radio de 300 metros, ni de 500 ni de 700 metros alrededor del blanco pro- piamente dicho. Eran territorios de ocho kilémetros de radio a su alrededor. O sea gue dos bombas que cayeran a 16 kilé- metros una de la otra podian considerar- se como dentro de la zona de blanco. Todavia peor pues se averigué que muy POCOS ataques entre los de mas éxito, al- canzaban ese grado de precision Al principio el comandante en jefe y otros altos mandos jefes del Mando de Bombardeo optaron por buscarle los de- fectos al informe ‘el sefior Butt, pero no asi lord Chervell. Una vez mas, y no se- ria la Gltima, rehus6 retrasar_ su opinidn mientras expertos y partidistas disputaban sobre el significado de las cifras. "Por im- precisas que parezcan las cifras", dijo el primer ministro, "son lo suficientemente lamativas para hacer resaltar la suprema importancia de mejorar los métodos de na- vegacién", Mr. Churchill tomé el informe con gran ecuanimidad. Esper las pro- puestas de accién que vinieran del jefe del Estado Mayor. El verdadero significado del cambiar los bombardeos diurnos por nocturnos se_hi- zo ahora evidente. Habrian de tomarse medidas drasticas para elevar el nivel de eficacia del Mando de Bombardeo, pues las perspectivas de precision de los ata- ques nocturnos eran evidentemente en ex- tremo remotas € inciertas. Pero tampoco era posible volver a la idea de los bom- bardeos a la luz del dia. Esto ya se de- mostré en el verano de 1941. Cuando los alemanes invadieron Rusia, la necesidad de aligerar a los rusos de algo. de la presion que’ soportaban dese el aire y el hecho de que los alemanes 38 concentraban en el Este una gran can- tidad de fuerzas aéreas, revivieron la idea de los bombardeos diurnos. Se Hevaron a cabo una serie de ata- ques diurnos sobre Francia conocidos co- mo operacion “Circus”. Tenian como ob- jeto hacer actuar a la Luftwaffe. Se es- cogian objetivos que estuvieran dentro del radio de accion de los cazas briténicos. Fueron usados aviones Blenheims y, en ocasiones, apartos mis pesados, incluyen- do ocasionalmente los nuevos cuatrimo- tores Stirling; se trataba de forzar a los cazas alemanes a intervenir y asi dar una oportunidad a los Spitfire que, mas o me- nos ocultos, acompaiiaban a los bombar- deros. El plan produjo resultados deseo- razonadores principalmente porque los Spitfire no tenian alcance suficiente para Hegar a las fronteras alemanas y, por lo tanto, los bombardeos hubieron de ha- cerse sobre territorios de ocupacién a los que los alemanes no daban tanta impor- tancia como a los suyos. De modo que sus cazas sdlo intervenfan cuando la tuacion tactica les favorecia. Empleando los viejos Hampdens y los nuevos cuatrimotores Stirling y Halifax, se puso a prueba también la teoria de los bombardeos diurnos auto suficientes (sin proteccién de caza). Se hicieron ata- ques en pequefia escala sobre Kiel. La I llice y Brest y tuvieron cierto éxito. Por ejemplo en el ataque a La Pallice se con- siguieron al menos cinco impactos sobre el Scharnhorst que, como el capitin Ros- Kill recoge en su libro The war at sea, naveg6 hacia Brest con 3.000 tonela- das de agua a bordo. Sin embargo las bajas habidas continuaron siendo inacep- tablemente altas, En la operacion de La Pallice catorce Halifax alcanzaron el ob- jetivo. Cinco de ellos fueron derribados y los restantes fueron dafiados por la me- iralla y los ataques de los cazas. Esto en un objetivo situado casi en la frontera de Francia. De nuevo se hizo patente que contra objetivos situados en el interior de Alemania los bombarderos pesados, mo- demos © no, no podian ser empleados en la forma de guerra usual Entonces Sir Charles Portal propuesto al primer ministro que el Mando de Bom- bardeo debia de emplearse primordialmen- te en una ofensiva a fondo contra las ciu- dades alemanas. Si se pudiera conseguir 40 que estos ataques fuesen tan efectivos |co- mo el bombardeo de Coventry por 108 alemanes y se pudieran realizar contra uf namero sificiente de ciudades de Alem nia. seguramente el objetivo de minaril fortaleza interior alemana estaria al. a= cance de la mano. Para ello era indispeft sable ampliar considerablamente el Mand de Bombardeo, Sus métodos tacticos a brian de ser revisados cuidadosamente ¥ habria que proporcionarle ayuda cientifie para tratar de resolver sus’ problemas di navegacién y de punteria. Mr. Churchill acepté aunque no sin cier ta desgana causada probablemente por are teriores excesos de optimismo del Esta Mayor del Aire. £1 Mando de Bombat deo tenia en noviembre de 1941 alrededoi de 506 aparatos y su ampliacién no pi dia hacerse repentinamente. No obstant lo verdaderamente necesario era algun fuente de éxitos lo suficientemente Tama tiva para restablecer la confianza en futuro del Mando, pero ésto también. his bria de esperar. La noche del 7 al 8 de noviembre de 1941, treinia y siete bombar= deros, de un total de 400 enviados sobre Berlin, Mannheim, El Ruhr y otros Tue gares, no regresaron a sus bases, Estas pérdidas aunque sustanciales, se conside raron como de relativa importancia, pue el Mando de Bombardeo debia sobrevivir para participar en las luchas que le espe raban y, especialmente. en vista de los refuerzos y mejoras, ya inminentes. pla- neadas para él El 13 de noviembre de 1941 el comandante en jefe recibid una orden del gabinete en la que se le co municaba que debfa mantener la poten cia del Mando "para poder construir uni gran fuerza aérea que estaria disponibl para la primavera del afio. siguiente” Asi el Mando de Bombardeo lego nadir de su destino. Darse cuenta de ello dio lugar a la ofensiva tanto porque es timulé el desarrollo radical de tacticas y técnicas de bombardeo como porque dics t6 el tipo de ofensiva que podia emprens derse. Las alternativas habian sido pues: tas en evidencia y ia idea de los bombar deos por zonas fue casi la Unica supervi- viente. Las tnicas excepeiones fueron al: gunos elementos especialistas del Mandc de Bombardeo y, como veremos después, la doctrina aérea de los Estados Unidos: Durante las iiltimas tres semanas de 19417 y las primeras tres de 1942, el Mando de Bomibardeo dedicd mas de un tercio de sus esfuerzos totales a_atacar los barcos de guerra anclados en Brest. Las esperan- zas de hundir tan formidable flota no eran muchas y ademas no se cumplieron El 12 de febrero Je 1942 el Scharnhorst y el Gneisenau realizaron su épica salida por ef Canal de la Mancha camino de puertos patrios. Este hecho resolvia la cuestion de Brest, al menos en lo que se referia al Mando de Bombardeo, y abria el camino a la reanudacién de und ofen- siva aérea estratégica mas vigorosa contra Alemania. El 14 de febrero de 1942 se expidieron nuevas directrices de bombardeo. Espe- cificaban que las miras de la ofensiva irian dirigidas contra la moral de la po- blacion civil, especialmente, la de los obre- ros industriales. Los primeros objetivos escogidos fueron Essen, Duisberg, Dussel- dort y Colonia. Todas ellas quedaban den- tro del alcance del reciente sistema de ra- dar para ayudar a la navegacion, cono- cido con el nombre de Gee, que estaba siendo instalado en un cierto ntmero de bombarderos, Otros objetivos, Berlin in- cluido, que quedaban fuera del alcance del Gee fueron mencionados para ser ata- ados cuando ello fuera posible y otros objetivos como fébricas de goma sintética y plantas de obtencién de petrdleo y elec- iricidad, que exigian alta precisién por parte dé los atacantes para ser destruidos, se incluyeron en las listas para el caso en que el Gee probara ser tan eficaz y preciso como seria necesario para su des- iruccién. Para evitar confusiones, el jefe del Estado Mayor del Aire puso una nota en las nuevas directrices sefialando que en los alaques sobre ciudades "los blancos habian de ser las zonas edificadas y no las zonas, portuarias o las fabricas de aviones...”. Estas eran las instrucciones que aguar aban al nuevo comandante en jefe pues ir Richard Peirse habia cesado en el puesto el 8 de enero. Su sucesor tomd el mando el 22 de febrero; era el maris- cal del Aire A. T. Harris. El nuevo co- mandante heredé una fuerza aérea que ®8 dos afios de guerra habia fracasado ® su intento de hacer mella en la forta- ‘za alemana y que, en cambio, se habia “isto machacada en muchas ocasiones y era, en ese momento, el centro de una controversia de cuyo resultado dependia su futuro. Rusia habia resistido y ahora les Ile- gaba a los alemanes el turno de sufrir mientras invernaban en las cercanias de Leningrado, Mosct y Stalingrado. En di- ciembre, el ataque japonés a Pearl Harbour, trajo a los Estados Unidos a la gran alian- za combatiente. No s6lo habia ya proce- dimientos potenciales futuros para atacar Alemania distintos de los bombardeo: habia crisis inminentes de todos tipos des- de el Atlantico al Oriente Medio y desde aqui al lejano Oriente, donde los japone- ses arrasdban todo lo que encontraban frente a ellos. ;Podia Gran Bretaila per- mitirse el seguir haciendo inversiones en el Mando de Bombardeo? ,No podian emplearse sus aparatos en asuntos de uso mas inmediato? La fe puesta por el Estado Mayor del Aire en el bombardeo estratégico era cri- ticada por todos, La Marina pedia més y mas escuadrones para sus comandos de costas y deseaba que fueran creados mas de éstos en otras reas. El gobierno pare- cia vacilar y uno de los ministros mis influyentes, Sir Stafford Cripps. quien al- gunos creian iba a suceder a Mr. Chur- chill, el 25 de febrero de 1942 dijo en la Camara de los Comunes que se estaba considerando la posibilidad de hacer cam- bios en lo que se referia a la orientacion dada al Mando de Bombardeo. El 30 de marzo de 1942 lord Cherwell envio una nota al primer ministro en la que afirmaba que el andlisis de los ata- ques alemanes sobre Birminghan, Hull y otras ciudades britanicas probaba que por cada tonelada de bombas, quedaban sin hogar entre 100 y 200 personas. Estima- ba que el promedio de vida operativa de los aparatos del Mando de Bombardeo era de 14 “raids”, en los que podian arrojar un total de cuarenta toncladas de bombas y dejar sin hogar de 4.000 a 8.000 perso- nas, Habia puesto al descubierto que en 1938, 2.000.000 de alemanes vivian en 58 ciudades de poblact superior a_ los 100.00 habitantes. Creia que el Mando de Bombardeo era capaz de localizar y al- canzar esas 58 ciudades. Esperaba que para mediados del afio 1943 el Mando de Bom- bardeo habria recibido un total de 10,000 bombarderos pesados. Con la mitad de la capacidad de bombardeo de estos aviones 41 El Scharhorst (1) y el Gneisenau (2) en el dique seco de Brest en diciembre de 1941. La fotografia muestra también un digue seco sin terminar (3) y un depésito de combustible averiado (4). se podria dejar sin hogar a un tercio de la poblacion total de Alemania. Proba- blemente segin lord Cherwell, eso des- truiria el espfritu del pueblo. Como pronto fue puesto de manifiesto, los datos e incluso los fundamentos de ese razonamiento eran discutibles. Sin em- bargo la nota de lord Cherwell era tan simple, clara y decidida, que hizo resur- gir los debates estratégicos en favor del Mando de Bombardeo y proporcioné al mariscal del Aire, Harris, una oportuni- dad de probar su capacidad. 28 de La noche del marzo de 1942. 42 234 aviones del Mando de Bombardeo sa- lieron hace Liibeck, ciudad medieval si- tuada en el Baltico’ y construida parcial mente con madera. Por primera vez. s emplearon al mismo tiempo: el Gee. nue: vas tacticas de bombardeo, nueva canti= dad de bombas y nuevos aviones de bom- bardeo. Aunque Liibeck estaba fuera’ del alcance del Gee, las tripulaciones que lo Hevaban a bordo tenian mayores posibi= lidades de encontrar el objetivo porque les era factible seguir el trayecto adecuado’ durante gran parte del camino reduciendo de esa forma su dependencia en la suerte © la simple estima. Los aparatos equipa= dos con Gee, tripulados por dotaciones especialmente’ elegidas, se colocaron en vanguardia con 6rdenes de iluminar el objetivo con luminarias y, si fuera posible, de incendiarlo con bombas incendiarias. Todo ello con la intencién de hacer saltar cl objetivo ante el grueso de las tuerzas que venian detras. en su mayoria tripulaciones con menos experiencia y sin aparatos Gee. También éstos Ultimos trans- portaban la maxima carga de bombas in- cendiarias. Se puso en practica la idea de extender las ventajas de la experiencia de algunas tripulaciones y de los aparatos Gee al resto de las fuerzas. También se PUSO a prueba la idea de explotar la ca- pacidad autodestructiva de algunos obje- tivos. en este caso su inflamabilidad, ‘en lugar de destruirlos fragmentariamente El resultado de estas pruebas fue un extraordinario éxito. De las 191 tripula- ciones que regresaron proclamaron su éxi- to de aleanzar en sus ataques el area aiel objetivo sefialado y la subsiguiente inves- tigacion de la evidencia suministrada por "fotografia aérea, ya entonces un arte *normemente afinado, confirmé plena- mente tan alentadoras ‘declaraciones. Ade- mas el reconocimiento fotografico reali- zado sobre el drea el 12 de abril, mosiré que casi la mitad de la ciudad, unos 400,000 metros cuadrados habia sido de- vastada, La impresion era que habjan sido destruidas unas 2,000 casas. También fue- ron dafiadas o destruidos la estacién gene- radora de corriente eléctrica, la estacion de ferrogarril y varios almacenes y fabri- cas, asi como el banco nacional, el mer- cado y la catedral. Por primera vez en la guerra, un ataque del Mando de Bom- bardeo sobre una ciudad alemana no slo inquietaba a la ciudad misma sino que lo- graba producir cierta alarma en Berlin, donde los acontecimientos del frente ruso recibian normalmente mucha mayor aten- cién_ que cualquier actividad del Mando de Bombardeo. Ellos fueron los portado- res del aviso del castigo que habria de destruir a los alemanes, quienes empeza- ron entonees a recoger la cosecha pro- 43 Arriba: Fotografia con exposicién tomada durante el ataque a Lubeck. Abajo: Los desperfectos. ducto de su siembra, Gran parte de la concepcidn tactica del ataque a Lilbeck estaba inspirada en los métodos empleados + los alemanes en sus ataques a Inglate- ff durante el invierno precedente Pero Litbeck sdlo tenia una ligera im- porlancia dentro de los planes estralégicos principales del Mando de Bombardeo. No era una ciudad de gran importancia in dustrial y, si fue escogida como objetivo, lo fue mas por lo adecuada para in cx- perimento operativo que por su significa- cién estratégica. Los objetivos mas im- portantes, como especificaban las direc- trices del mes de febrero, estaban en el Ruhr 0 sus alrededores, més al + Ocste, dentro del alcance del Gee, pero también tierra adentro, fuertemente protegidas y, frecuentemente, ocultas por los humos re- siduales de las industrias. De todas ellas era Essen la de atractivo realmente maj nético; alli, en su centro, estaban las {4 bricas Krupp. Por mds que lo intent6, aqui no pudo el Mando de Bombardeo repro- ducir su éxito sobre Litbeck ni siquiera el de menor importancia, aunque considera- ble, de los ataques hechos poco después contra Rostock Los objetivos situados tierra _adentro eran mucho més dificiles de localizar que los costeros, porque por la noche lo més facil de reconocer, si es que habia algo visible en la naturaleza, era la diferencia entre mar y tierra. También habia otro ti- po de dificultades que protegian el Ruhr y los varios objetivos a los que los ale- imanes daban méxima importancia, Sis volaba a menos de 3.000 metros, las tri- pulaciones corrian el riesgo de cegarse con los reflectores y el fuego antiacteo y ademas eran_altamente vulnerables ante este Ultimo. Si se hacia sobre los 3.000 me- tros 0, mejor atin, sobre los 4.500 se re ducian los riesgos anteriores pero en cam- bio desde esa altura no habia posibiladad prdctica de identificar con la vista las dreas correctas escogidas como objetivo Teniendo en cuenta que los bombardeos por zonas, para tencr éxito, dependian de fa capacidad de concentracion de los ata- ques sobre un punto serie de puntos clegidos como blancos, no podian reali- zarse aquellos bombardeando. en forma imprecisa. El Gee no era todavia lo su- ficientemente exacto para permitir cl bom- bardeo sin visibilidad, asi que para acertar &M el blanco era atin necesario poder di- visar el area donde se encontraban los objetivos, primero habia _necesariamente jue ver la zona y luego era suficiente con istinguirla por’ los incendios producidos y las Tuminarias arrojadas. Todo cllo fue posible en el caso de Liibeck. Los ataques Se hicieron volando a altitudes relativa mente escasas, por lo que hubo gran nit- mero de bajas, y la operacion se levo a cabo en una noche de luna con la ayuda que significaba el poder distinguir per- fectamente la linea de la costa. Pero el caso de Essen era de un orden totalmente diferente. Otra dificultad era el efecto cada vez mas grave que producia sobre los bombar- deros la aviacién alemana de caza noc- tuma. Al principio de 1942 los cazas not turnos alemanes producian aproximada- mente el uno por ciento de bajas en los efectivos atacantes del Mando de Bom- bardeo. Para el verano del mismo afio la proporcién habia aumentado hasta el tres y medio por ciento. Durante el periodo de agosto a octubre de 1941 32 por ciento de los efectivos enviados sobre Alemania no regresaron y, de las tripulaciones que Jo hicieron, ef uno cuarenta por ciento informaron haber sido atacadas por cazas nocturnos. Durante el mismo periodo de 1942, la proporcion de pérdidas aumento a 53 por ciento y la de supervivientes atacados por los cazas el 2,9 por ciento. Un cinco por ciento de pérdidas durante un periodo de tres meses completos era lo maximo que el Mando de Bombardeo podia permitirse si habia de sobrevivir como arma bélica cfectiva. Como el asun- to no es en modo alguno evidente y co- mo es, a su vez, de fundamental impor tancia para comprender la ofensiva estra~ tégica de bombardeo, requiere una breve cion. : pérdidas producidas en accién, es decir las tripulaciones que no. regresaban a Inglaterra, habia que afiadir las bajas de aquellas tripulaciones que habian re- cibido heridas y las de aquellas heridas © muertes en accidentes posteriores al re- greso o en simples vuelos de prueba no Operativos e, incluso, las de los enfermos y las de aquellos que flaqueaban. Si por todas estas causas se perdia un sicte por ciento de las tripulaciones enviadas por el Mando de Bombardeo sobre territorio ene- migo y en el periodo de tres meses antes mencionado cada tripulacién hacia_alrede- dor de treinta incursiones, resultaba que, 45 Teniente general H. H. Arnold. de cien tripulaciones que empezaran un turno de cien incursiones, noventa se per- derian. Aparte del efecto moral que tan seasas posibilidades de sobrevivir podrian producir, estaba Ia consideracion mas ine mediata de lo que seria del Mando de Bombardeo cuando se Iegara al punto en que practicamente todas Tas dotaciones de los bombarderos fueran inexpertas. El ver- dadero significado de esto ea que. cuando quiera que la proporcién de bajas del Man- lo de Bombardeo se acercaran 0 supe- raran el cinco por ciento se imponia una cierta. prudencia. Las sefiales de radar, que empezaban a ser de gran ayuda para los bombarderos la oscuridad, eran un arma de dos pues también podian ser de gran ayuda para los cazas nocturnos vy los ca- fiones antiagreos alemanes. El Mando de Bombardeo se veia por tanto enfrentado mas y mas no slo con el problema de manténer diseminadas las defensas ale- manas sino con el de confundirlas y des- truirlas. Un método para conseguir esto diltimo era aumentar el_volumen y la intensidad de los ataques. Como los éazas nocturnos alemanes estaban organizados y dirigidos por zonas y cada caza operaba en un pa- sillo, era 1égico suponer que, independien- temente del numero de bombarderos que pasaron, serian derribados todos los apa- ratos que lo cruzaran y ello servia de base a la esperanza de qué al aumentar la in- fensidad de los ataques se reduciria el por- centaje de bajas. Por razones no muy 48 Jefe de escuadnilla J. D. Nettleton V. C. diferentes estas consideraciones eran. cables a los cafiones antiagreos dirig por radar. También habia otra razén para aumentar la intensidad y frecuencia de los ataques. La posibilidad que se ofieciay era de que ante tales ataques, los ser vicios de rescate y de bomberos alemanes quedaron totalmente sobrepasados dando con ello motivos para que el Mando de Bombardeo creyera que la magnitud de los destrozos producidos por toneladas de: bombas arrojadas, seria ain mayor. Por estas razones, el Mando de Bom: bardeo fij sus miras en los puntos si uientes: utilizar mucho mayor ntimero de uerzas, haciéndolas atravesar Alemania en: grupos mucho més compacios y hacer que los bombardeos se Hevaran a cabo en es— pacios de tiempo mucho més cortos que. por ejemplo, el de Lilbeck, cuyo plan de ataque se hizo para una duracién de hom ra y media. Por la noche los aviones di bombardeo, sin luces de navegacién, erai practicamente invisibles entre si, salvo por destellos instantaneos, y si no fuera poi alguna sacudida de vez en cuando, por i corrientes de aire producidas por los avio: nes, varios cientos de aviones podian per fectamente cruzar Alemania sin darsey cuenta de la existencia de los otros mag que cuando se incendiaban o chocaban’ entre si, Las tacticas de concentracion intensificacion de los bombardeos depen dian, por tanto, de la precision en los métodos de navegacidn, cuestin ésta mada ahora muy en serie por el Mando 4 Bombardeo. En camino veni fuerzo del Gee, nuevos e ingeniosos sis- temas de ayuda a la navegacion. El Mando de Bombardeo suprimié el puesto de gundo piloto. El puesto vacante fue ocu- pado por bombarderos especializados y los especialistas en navegacién sustituyeron a los antiguos observadores. La tripulacion de los cuatrimotores pesados qued6 en: un piloto, un ingeniero de vuelo. un bom- bardero, un navegante, un operador de ra- dio, un ametrallador en la cabina supe- rior y otro en la trasera. Las téenicas de concentracién de los bombardeos dependian también de los mé- todos de muestra de objetivos. Un méto- do podia consistir en que las tripulacio- nes de mas experiencia mostraran el blan- co a las demas dejando cacr antorchas sobre él, como se hizo en Libeck. Otro era el crear un cuerpo especifico, entre- nado solamente para ese propésito. Des: pugs de mucho discutir sobre Tos pros y los contras de crear un “corps d’élite” se cligio el segundo método y en agosto de 1942, nacié la Pathfinder Ford. Se- ria equipada con tripulaciones escogidas y provistas de los mejores y mas mo- demos materiales Pero, en realidad, lo esencial para la in- tensificacién de los bombardeos se redu- cfa solamente a cifras, y, en este sentido, el Mando de Bombarded continud, duran- te todo 1942, siendo muy débil. En no- viembre de 1941 habian estado disponibles un promedio de 506 aparatos, por noche. con sus tripulaciones. En mayo de 1942 el numeor bajo 4 417 y en enero de 1943 todavia era de S15. n estas condiciones puede parecer verdaderamente notable que el 30 de mayo de 1942, cinco minutos después del mediodia, Sir Arthur Harris ordenara el "Plan Mil de Colonia" (Thou- sand Plan Cologne). Esa noche 1.046 bom- barderos despegaron de Inglaterra para bombardear Colonia en la que fue, en su momento, la operacién aérea mas impor- tante en la historia de la guerra, Para ello, el comandante en jefe puso en juego todo el poderio atacante de que disponia e hizo reclutar todos los aparatos y tripulaciones disponibles, algunas de éstis con bastante Poca experiencia y otras con algo. mds. Pero anticuada, de las unidades de entre- namiento del Mando de Bombardeo, Fue algo como Mevar la teoria a la practica antes de que la primera tomara cuerpo. a ser un adelanto sobre lo que se po- dria hacer en adelante con un Mando de Sombardeo mucho mayor. Fue algo de un riesgo increfble pero tuvo un éxito me- morable. A las cinco de la mafana del dia guiente el piloto de un Mosquito que s0- revolaba la_zona, en mision de recono- cimiento, a 7.000 metros, vio un palio de humo que Ilegaba hasta una altura de 4.500 metros en forma de nube cimulo- nimbada, Una extension de 2.400.000 me- tros cuadrados de Colonia habia sido de- vastada. Cuarenta bombarderos no_regre- saron a su base y 116 mas lo hicieron averiados. Por fin el Mando de Bombar- deo se habia apuntado un éxito en el ata- que a un objetivo de maxima importan- cia. Pese al fracaso de dos “Aataques Mil” hechos con posterioridad sobre Pssen y Bremen y pese al otofio e invierno des- corazonadores y a lo costosas que, con frecuencia, eran sus acciones, el Mando de Bombardeo estaba ya verdaderamente bien orientado y se habia centrado den- tro de la gran estrategia bélica aliada El Estado Mayor del Aire americano, a cuyo mando estaba el general H. H. Ar- nold, no qued6 tan bien impresionado por estos logros como sus colegas del Estado Mayor britanico, el comandante en jefe y, particularmente el primer ministro, hu- bieran deseado. Esto era de un interés mas que puramente a¢adémico ya que la Oc- tava Fuerza Aérea de los Estados Unidos estuvo credndose y fortaleciéndose, du- rante el afio 1942,"en bases inglesas p: estar preparada para intervenir en la ofen- siva de bombardeo estratégica contra Ale- mania. Los americanos estaban decididos a montar su ofensiva a la luz del dia y pr tendian que consistiera en atacar con pre- cisién puntos clave de la economia bélica alemana, Su concepto de bombardeo es- tratégico, en realidad, se parecia mucho a aquel ‘con el que jos britanicos entra ron en la guerra. Lo sorprendente era que la experiencia britanica de bombardeo en accién, que les hizo, primero, dejar de llevar a cabo operaciones importantes a la luz del dia, y después, a causa de las condiciones. particulares de las acciones nocturnas, les hizo adoptar tacticas de bombardeo por zonas sobre grandes ex- tensiones, habia, sin embargo, dejado_ in- demnes las teorias de los americanos. Para ello habia razones diversas. No cabe duda de que los americanos estaban decididos a que su contribucién a ta ofensiva tuvier: su propio sello. A pesar de que los Es- 49 tados Unidos ayudaron enormemente al Mando de Bombardeo, por ejemplo pro- porcionando motores Merlin, construidos por Packard para ser instalados en los aviones Lancaster, no hubo forma de agre- gar la Octava Fuerza Aérea al Mando co- mo refuerzo. Lo mismo que el ejército del general Pershing en la Primera Guerra Mundial, hubo de ser un cuerpo de ejér- cito separado, formado y dirigido por am ricanos, dentro de la alianza militar. Ade- mas los americanos habian ideado, desa- rrollado y estaban a punto de introducir operativamente un notable y muy avan- zado en su momento, cuatrimotor de bom- bardeo de gran alcanee, la Fortaleza Vo- lante B-17. Una version anterior, probada por el Mando de Bombardeo, no se en- contré adecuada para “el bombardeo noc- turno entre otras razones por las Hama- radas que salian de sus tubos de escape Los nuevos modelos enviados a Inglaterra con armamento mucho més potente que Tos bombarderos pesados britfinicos eran aptos para volar a grandes alturas, por lo que parecian ser a propésito para Vuelos diurnos. Ademas, al principio, las _tripu- laciones de los bombarderos ‘americanos iban muy bien entrenadas en lo referente a yolar en formacién cerrada, pero apenas en lo que se refiere a navegacién. Hay que, deeit tambien que gran parte de ss loctrinas americanas sobre el bombardeo se habian creado a raiz de algunas ex- periencias realizadas en Texas, donde la Visibilidad a gran altura era frecuentemen- te muy buena. Por iltimo, los americanos no quedaron muy bien impresionados por los resultados de los bombardeos noctur- nos hechos por los britanicos sobre Alc- mania en los afios 1940 y 1941, cuando. como nacién neutral, todavia tenian con- tactos diplomaticos y comerciales alli El jefe del Estado Mayor del Aire bri- ténicd, sir Charles Portal, estaba muy preocupado. Preveia, cémo amargos acon- tecimientos pronto demosiraron, con acier- to, que las teorias americanas que enco- mendaban a los bombarderos pesados la tarea de operar en pleno dia, dependiendo para su supervivencia solo de sus propios defensas. iban a terminar cn desastre. Hizo Io que pudo para convencerles de que de- bian dedicarse al bombardeo nocturno, pero se dio cuenta pronto de que los ame- ricanos estaban decididos a llevar a cabo la empresa de realizar sus bombardeos diurnos y de que, si continuaba oponiéndo- se a tal plan, séio conseguiria la retirada 50 americana de la ofensiva de bombardco estratégica contra Alemania. El punto de friceién entre el Mando di Bombardeo y la Octava Fuerza Aérea, ens tre Portal y Amold e incluso en oca: siones entre Churchill y Roosevelt no er el de la precisién o imprecision del bom: bardeo: todos deseaban que los _bombar, deos se hicieran con precision, Tampoco) cra si habian de hacerse bombardeos tipo general o indiferenciado, es deci atacar objetivos ideniificables cualesquier: que ellos fueran, 0 bombardear en forn selectiva, concentrandose sobre _elemen tos particulares vitales de la organizg cién enemiga hasta dislocarla, La diver gencia cra simplemente entre bomb: deo nocturno o bombardeo diurno; tre lo que, desde el punto de vista ténico, se veia como posible © imposibl y lo que, desde la postura americana, pas recia o no valer la pena. Lo irénieo caso es que. a pesar de la prudencia. pre 1 y valor mostrados por ambos. bap dos, ninguno de ellos vio. como los h chos pusieron de manifiesto mas tard cual era en verdad el punto mas impor- tante. La mayor ironia del asunto es que, ain en el caso de que cualquiera de las dos teorias hubiera cedido ante la otra, ni la idea briténica ni la idea americana hubieran tenido completo éxito por si mismas. Estas perpectivas que habrian de irse aclarando al ir pasando de tristes expe- riencias a resultados triunfales quedaban sin embargo, desgeaciadamente para las fuerzas de bombardeo britanicas y ame- ricanas. para un futuro ain Icjano. En #82 la tnica incursion importante hecha sobre Alemania a la luz del dia fue efec- tuada por los britanicos. El 17 de abril de 2; el jefe de escuadrilla J. D. Nettleton condujo una formacion de doce Lancasier pertenecientes al 5.° Grupo en un ataque & “baja altura contra las factorias MAN © Augsburg, donde eran construidos los motores para los submarinos. De las doce ee Oe Fortalezas volantes B17 y su escolta dejan estelas producidas’ por los tubos de escape. tripulaciones que particron solo yolvieron cinco y el jefe de escuadrilla Nettleton se le concedié la Cruz Victoria, aun cuan- do quedé Iejos de crear nuevas tacticas de guerra. En 1942 los bombardeos diur- nos americanos eran de otra naturaleza Los ataques se hacian desde grandes al- turas y en formacion, de forma que los bombarderos podian apoyarse mutuamen- te con fuego defensivo. Estaban, ademés, limitados a los tertitorios ocupados por los alemanes, pero fuera de Alemania por lo que las defensas antiaéreas estableci- das en ellos eran s6lo de relativa impor- tancia. Empezaron el 17 de agosto de 1942, cuando doce bombarderos de la Oc- tava Fuerza Aérea atacaron las zonas de aprovisionamiento y. distribucién de ma- teriales de Rouen sin una sola baja Sl Lo ofensiva de bombardeo combinada: Enero 1943~Marzo 1944 ¢ . en el Norte de Africa, con consejeros militares, para discutir sobre las acciones futuras de la guerra. Los alemanes y los italianos habian sido barridos de Africa: Italia se- ria pronto invadida entrando por Sicilia Y, en SU momento, se emprenderia la inva- sién de Europa a través del Canal de la Mancha para desembocar en el Norte de Francia. Dos problemas habia en relacion con los bombardeos. Estaba, primeramente, Ta cuestion de lo que se esperaba de ellos y por tanto qué orden de prioridades de- beria_establecerse. En segundo lugar, la cuestion de cémo los britanicos y los ame- ricanos habrian de ajustar sus contribu- ciones unos a otros, de forma que se con- siguiera generar una ofensiva de bombar- deo combinada. Mucho se ha escrito sobre la famosa Conferencia de Casablanca y aquellos que tieron a ella debian de creer, natural- mente, que eran participantes o, al menos, observadores de grandes acontecimientos histéricos. Es dudoso, sin embargo, que esto fuera cierto. Los grandes avances estratégicos de la guerra surgieron més de la generacién y- demostracion de ci pacidades operativas que de las discusio- nes entre Churchill y Roosevelt 0 sus jefes de Estado Mayor. Ahora que la in- vasién del continente se veia ya como posible, parece evidente que el objeto de los bombardeos estratégicos deberia ser la preparacién del camino a la invasion debilitando la moral del enemigo, Asi que. en realidad no habia nada notable en la doctrina que surgié de la Conferencia de Casablanca y que establecia que el objeto principal dé Jos bombardeos "habria de ser la progresiva destruccién y dislocacion de los sistemas militar, industrial y eco- némico alemanes, y la debilitacién’ de la moral del pueblo aleman, hasta el punto en que su capacidad de Tesistencia arma- da fuera fatalmente debilitada.” En cualquier caso, ello indicaba cual iba a ser el papel a desempefiar por los bom- bardeos. Dejaba claro que no se esperaba de ellos que por si mismos ganaran la gue- ra, pero si se esperaba que produjeran una situacién tal que pudiera ser aprove- chada por el ejéreito, para obtener la victo- ria, Taf fue la solucién dada en Casablanca, en referencia con el problema de qué rela- cion habria de tener fos bombardeos con el testo. del esfuerzo bélico aliado. Por su- puesto que la esperanza de sir Arthur Ha- ris en su idea, de que los_bombardeos por zona, habrian de ser suficientes por si mismos para producir el colapso ale- man, no quedaba afectada en lo més mi- nimo. Tampoco resolvia la cuestion de cémo habrian de combinarse las opera- ciones de Mando de Bombardeo aque- las de los americanos de la Octava Fuer- za Aérea. En la practica, las directrices dadas en Casablanca, que incluian casi to- dos los fines de los bombardeos, sin fare en si eran posibles 0 no, deiaba al Mando de Bombardeo y a la Octava Lancasters en formacion. Versién en madera del bombardero Mosquito. Derecha: Bombardero ligero Lockheed Ventura. Fuerza Aérea en libertad para seguir sus propios métodos, En 1942 el Mando de Bombardeo ha- bia demostrado ciertamente. no sdlo la habilidad para desarrollar una ofensiva de bombardeo nocturna, sino la inhabilidad para crear calquicr otra cosa. Por esta raz6n, las el Mando de su operativa para ron V mente antes de las conversaciones de Ca- sablanea. Las perspectivas para la ofensiva por zonas en 1943 habian sida radical- lineas de conducta a seguir por Bombardeo i litica 54 mente mejoradas por un cierto niimero de adclantos de gran importancia para Mando de Bombardeo, Tanto la cantidad) como la calidad de las fuerzas de vans) guardia estaban a punto de aumentar ra; dicalmente. El numero de aviones. coi su tripulacién, disponibles para las ope: raciones habia sido inferior a 500 durante” més de quince meses. Empezaba ahora, aly fin, a aumentar significativamente y ha- cia marzo de 1944, a pesar de las enormes) pérdidas, aleanz6 un promedio de 974, En) 1942 Jos aviones mas anticuados peores condiciones del Mando de Bomba deo fueron retirados de las escuadrilla® de operaciones. Asi que tanto los Blem heims, que nunca habian estado a la aby ture de fo quo speraba de ellos, como los Hampdens y los Whitleys, que se ha; bian quedado anticuados y los Manches- ters, que habian fallado, fueron asignados a tareas mis ligeras 0. incluso. al parque de* chatarra. Esto dejé a los Lancasters, Halifax, Sterlings, Mosquitos y Welling- tons a cargo de la situacién junto con nos pocos Venturas, Bostons y Mitchells que habian sido importados de Estados Unidos para cubrir las plazas de los Blen- heims. Aunque los Halifax y Sterlings no estaban dando buen resultado, el Lan- caster no tenia igual como bombardero pesado y el Mosquito, que era un bom- bardeo ligero capaz de llevar una bomba de 1.800 kilos hasta Berlin, era tambi unico en su clase. Ademas la técnica estaba viniendo ré- pida y cfectivamente en ayuda de las tri- pulaciones de estas méquinas. Durante si todo el afio 1942, la (mica ayuda de radar disponible habia sido el Gee, pero el 20 de diciembre de 1942 entrd en ser- vicio un nuevo aparato conocido _ por Oboe. La noche del 16 de enero de 1943 la Pathfinder Foreé arrojaron las_primeras bombas usadas para seftalar objetivos y en la noche del 30 de enero el HS ré- cibié su bautismo bélico. El Oboe hacia posible que los aviones pudieran ser guiados hasta sus objetivos por ondas de radar y. a su vez, pudieran alcanzar considerable precision en su lo- calizacién sin visibilidad, con un alcance aproximado que Ilegaba hasta el Ruhr. El aparato sélo podia ser usado por unos pocos aviones cada vez y su aleance era proporcional a Ia altitud de vuelo, Por 5 tanto el Oboe era una excelente ayuda para la sefializacion de objetivos, tarea a realizar por los Mosquitos de la Pathfin- der Forcé que podian alcanzar altitudes mucho mayores que los pesados Lancas- ters. Pero, ‘de no haber sido por las bom- bas indicadoras de objetivos, tan ingenio- sas y visibles, el valor del Oboe no po- dria haber sido comunicado por unos po- cos Mosquitos al gran mimero de bom- barderos pesados. Estas bombas estaban a siendo suministradas a la Pathfinder Forcé (PFF). El tercer invento, conocido como HS, daba al navegante’ un mapa en radar de todo el terreno sobre el que volaba y era, por consiguiente, una im- portantisima ayuda para la navegacién y ja localizacién de objetivos. Sin embargo, si bien el contraste entre agua y tierra se destacaba con claridad, el mapa que se mostraba en otras circunstancias era, con frecuencia, muy dificil de leer. En la otra cara de la moneda, es cierto, las defensas aéreas alemanas y, especial” mente, los cazas nocturnos dirigidos por radar habfan hecho grandes progresos, pero el Mando de Bombardeo tenia la esperanza de poder contener esta situa- cion con una combinacién que consistiria en la introduecién de contramedidas por ondas de radio, unidas a un incremento en el numero y la capacidad de los bom- barderos que se esperaba pudiera arrasar las defensas alemanas. Tanto los adelantos como los inconve- nientes'mencionados., serian pronto. pues- tos a prueba en la Batalla del Ruht que empezo en marzo. Entretanto, el Mondo de Bombardeo fue Hamado una ver més por la Marina para ayudar en la Batalla del Atlantico y, contra los deseos de sir Arthur Harris, tuvo que realizar no me- nos de 3,170 vuelos contra Lorient y St Nazaire, ciudades francesas en que ‘esta- ban localizadas las bases principales de submarinos. Por desgracia practicamente todo qued6 destruido excepto, como el Mando de Bombardeo habia supuesto, los hangares de los submarinos que_ tenfan pesidas cubiertas de hormigon. Se hizo tambien una pequefia ofensiva contra, ob- jetivos italianos para complacer al Primer finistro que crefa que habia llegado el momento de actuar vigorosamente alli. Por Arriba: Aparatos Boston de la RAF. Derecha: Bombarderos Mitchel hacia punto de despegue. 56 lo demas, Alemania tuvo ocasién de ver el primer acto de lo que estaba por Ilegar. incluyendo un ataque sobre Berlin que era el primero desde noviembre de 1941 Los americanos, cuyas ideas sobre el bombardeo selectivo diurno habian reci- bido tanta atencidn, no estaban todavia en disposicién de hacer gran cosa. En enero de 1943 atin no estaban capacitados para rcunir siquicra cien avioncs cn un s6lo alaque. Como en sus vuelos sobre Alemania iban a verse obligados a depen- der, para su defensa. de la posibilidad de apoyo mutuo de sus formaciones tac- ticas, admitian que tal fuerza no era lo suficientemente grande para _emprender El Avro Manchester. nada que fuera muy ambicioso. Por esta razon, fue una suerte que las directrices dadas en Casablanca dieran énfasis a 1a posibilidad que ofrecian los submarinds como blaneos, ya que por lo menos sts bases estaban en la costa y su ataqiie no implicaba penetracién en_ territorid enemigo. A pesar de que el esfuerzo ame= ricano en la primera mitad de 1943 pO! dia describirse en forma muy optimisia. como poco mas que tentativo y_ expert mental, cl 27 de enero de 1943’ fue. m= pero, una fecha histérica. Fue la fecha del primer ataque realizado por la Octava Fuerza Aérea sobre Alemania. Su coman= dante, el General Ira Eaker, envid 91 bom= barderos a atacar las bases submarinas de Wilhelmshaven, De ellos 53 cumplie- ron las 6rdenes, dos atacaron bases sub- marinas en Emden y tres no regresaron a la base. Asi es como las Fortalezas Vo- lantes B-17 y los Liberators B-24 recibie- ron su bautismo de fuego sobre Alemania més allé del alcance de los aparatos de caza de escolta. Asi fue también como los alemanes vieron el principio de otro acon- tecimiento de la guerra en el aire que después de muchas amargas y aparatosas crisis, iba a Ilevarles a la ruina Prosiguiendo con la ofensiva de bom- badeo contra el niicleo de la industria de guerra alemana y la moral de sus obre- Tos, industriales, las directrices dadas en febrero de 1942 apuntaban hacia el Ruhr y dentro de esta zona, especificamenie a Essen, como principal objetivo para el Mando de Bombardeo. Durante todo el afio 1942 el Ruhr en general y Essen en particular, protegidos por potentes reflec- tores, defensas anti-aéreas y una constan- ie neblina producida por 16s humos de 1a industria, demostraron quedar més alla de la capacidad destructiva del Mando de Bombardeo. Todo esto cambiard con la Batalla del Ruhr que empez6 la noche del 5 de marzo de 1943 cuando Harris, envi un contingente de 442 bombarderos contra Essen. Como siempre, los objetivos estaban envueltos en una espesa _niebla de humo y es probable que si no hubiera sido por ‘un nuevo factor en particular hubieran_escapado a lo mas fuerte del ataque. Ese nuevo factor consistié en acho Mosquitos equipados con aparatos Oboe, todos de la Escuadrilla numero 106. Operando enteramente segtin__indicacio- nes de los sistemas Oboe, las tripulaciones de estos ocho Mosquitos habfan de, segin las Ordenes, arrojat bombas indicadoras de color rojo sobre el objetivo, que era la factorfa Krupp, a intervalos desde la hora cero, que fue clegida para la 21.00, hasia treinta y tres minutos después tas sefiales serian vistas por las tripulacio- nes de otros veintidés bombarderos pes dos de la PEF, a quienes se ordend re- forzarlas arrojando sobre ellas bombas in- dicadoras de color verde. El grueso de las fuerzas de bombardeo atacaria entonces 'tomando como punto de mira las refe- rencias rojas y verdes y reduciendo el golpe a los cuarenta minutos inmediatos siguientes a la hora cero. La carga de bombas habria de estar constituida por dos tercios de bombas incendiarias y un tercio de bombas de explosivos de alta eficacia. El éxito del ataque iba a depen- der del acierto que los Mosquitos equi- pados con Oboe tuvieran al sefialar_ los Objetivos, de la visibilidad que permitiera la observacion clara de los indicadores de objetivos a través de la nicbla y las nubes y del grado necesario de precision en la navegacion que hiciera posible que el numero suficiente de indicadores y bombarderos Ilegara al lugar exacto en el momento exacto. Asi se planed. La batalla comenz6 con dos minutos de adelanto sobre el horario previsto cuan- do el primer indicador rojo cay sobre Essen, dirigido por el sistema Oboe, In- mediatamente atrajo una Iluvia de bombas lanzadas por el grueso de las fuerzas de bombardeo. que llegaron también alrede- dor de un minuto antes de lo previsto. Cinco minutos después, los sefializadores verdes de refuerzo empezaron a caer alre- dedor del primero rojo. Como se hizo pa- tente posteriormenie, se escogid y se man- tuvo un punto de referencia claro y pre- ciso sobre el centro de Essen, hasta que’ a las 21,38 cayo el ultimo de los sefiali- zadores de réfuerzo verdes. ‘Tres M quitos no se presentaron a la batalla de- bido a problemas técnicos y uno arrojd sus sefializadores a una distancia de cua- tro kilémetros del punto de referencia, escogido a causa de un fallo en su equipo Oboe. Afortunadamente para el éxito de la operacién. este error no. sucedié al prin- cipio de la operacion y la mayoria de las tripulaciones lo detectaron correctamen- te. Afortunadamente también, algunos de los bombarderos aparecieron con un_ par de minutos de anticipacién, si no el se- falizador rojo lanzado primero no habria podido enfocar el ataque con la efectivi- dad que lo hizo. Cuando los aparatos a su vuelta entre- garon sus fotografias y éstas fueron ana- fizadas por la Seccién de Investigacion Operativa del Mando de Bombardeo, apa- reti6 como probable el hecho de que 153 de los aviones habian arrojado sus bombas en un espacio de cinco kilémetros alre- dedor de las fabricas Krupp. Teniendo en cuenta las dificultades que presentaba un objetivo como Essen, esto fue un éxi- to sin precedentes. Los vuelos de reco- nocimiento diurno realizados el 7 y 8 de marzo lo confirmaron rotundamente. Las fotografias mostraban los dafios excepcio- nalmente importantes que habia causado el ataque. Todo el centro de la ciudad habian sido devastado. Habian sido total- 5o mente arrasados 320,000 metros cuadrados p en olfas zonas. en total 900000 metros cuadrados, las tres cuartas partes de sus edificios habfan sido destruidos 0 dafiados por el fuego o las explosiones. Las fabri cas Krupp habian sido también dajiadas enormemente. Este fue el primero de cinco grandes alaques contra Essen, ciudad so- re la que, durante la Batalla del Ruhr. se lanzaron alrededor de 2.070 vuelos. Se dirigieron también fuertes ataques contra Las sefiales de] HS, transmitidas desde el avién, se vuelven a recibir con diversas intensidades, dependiendo de la naturaleza del terreno sobre el que vuela el avién. El resultado es indicado (derecha) por la fotografia de una pantalla de H2S. El mapa real de la misma (izquierda). Duisburg. Dusseldorf. Dortmund y Be chum, todas ellas en el Ruhr. En today estas operaciones se empleo la técnica d& sefializacion por los sistemas Oboe y @ muchas de ellas se produjeron grandes tragos: Tanto Goebbels, cuya funcion mantener a buen tono el espiritu del pi blo, como Speer, que era responsable dé la produccién bélica, empezaron a mi festar serios temores, en vista de los cual varios batallones de trabajadores fueron} transferidos de las obras de construcciot de defensas en el Atlantico, a las dem paraciones en el Ruhr La Batalla del Ruhr no se redujo en absoluto a las ciudades situadas en Ruhr. El Mando de Bombardeo tenia que mantener diseminadas las defensas alema® nas, para lo que habia gran némero dé areas en toda Alemania con objetivos. ime jue bombardear. ee a ee a aes ane cl RuWante a campafia que duré de ce acigRg7o hasta julio y que se = d° ramola Batdlla dél Ruhr. también se Rjgigron ataques contra objetivos tan, S& atvados unos de otros como Berlin. Stet- tin, Pilfen: Munich, Stuttgart _y Nurem- » "ET calibre de estas operaciones fue PAT extremo variado y fue, en realidad, desde el pequefio esfuerzo hecho por un -610 Mosquito, enviado Ja noche del 21 de unio 2 bombardear Hamborn, hasta la felisién de una fuerza de 826 bombar- deros, enviados la noche de 23 de mayo sobre Dortmund. Los pequefios ataquies de los Mosquitos, llevados a cabo por fuerzas que iban de uno a trece apara- tos estaban destinados a molestar a. los alemanes y a despisiarles respecto a donde se realizatian los ataques principales, En Asi que aun- la Batalla del Ruhr hubo alrededor de 43 de esos grandes ataques. Requirieron un total de 18506 vuelos. 872 aparatos no regresaron y 2.126 fueron dafiados o tuvieron probiemas después de regresar a la costa de Inglaterra. Asi que el dic- ciséis por ciento de los aviones enviados a efectuar jas grandes operaciones de la Batalla del Ruhr, fueron bajas de un tipo U otro, Y el 47 por ciento desaparecté. El Mando de Bombardeo supero estas érdidas_en dos aspectos. La moral de jas fuerzas era alta y el promedio de aviones, con su ttipulacion, disponibles al principio de la Batalla que era de 593 subi. al terminar aquella, a 787. Si bien los Mosquitos, que volaban a veces sobre los 9.000 metros, resultaban ser virtual- mente inmunes a las defensas_antiaéreas alemanas, habia en cambio la inquietante WANGE arr evidencia de los adelantos realizados por Jos alemanes, en lo que se refiere a las tacticas de caza nocturna, pues las emi- siones de radar del Mando de Bombardeo, objetivos y rutas, también eran de prove- cho para ellos. El premio a los grandes crificios del Mando de Bombardeo no fue siempre, ni mucho menos. tan importante como el recogido sobre el Ruhr, atin cuando los ataques se hicieron sobre objetivos que juedaban dentro del radio de accion del hoe. En los ataques realizados sobre te- Trenos mas alejados, como por ejemplo el de Nuremberg, en la noche de 8 de marzo de 1943, hubo que emplear dife- rente tipo de tdcticas de sefializacion. En estas ocasiones el HS fue, ciertamente, s0- metido a pruebas mds duras de las que estaba preparado a resistir. En la opera cion de Nuremberg, en la que participaron 335 aviones. el plan era que cinco bom- barderos de avanzadilla, equipados con HS, dejarian caer luminarias sobre el area clegida. tres minutos antes de la hora cero valiéndose total y tinicamente de las indi- caciones dadas por sus H®S, Las tripula- ciones que siguieran, asi se esperaba, iden- tificarian y verfan ¢laramente los blancos iluminados y arrojarian sobre ellos nuevos indicadores verdes. Dos minutos despu el proceso anterior habria de ser repetido por otros nueve bombarderos, también equipados con H*S y. como todos, tam- bién pertenecientes a la PFF. De esa for- ma se esperaba producir un blanco claro como centro del gran ataque. Todas las tripulaciones de la PEF, recibieron drde- nes de que. si las luminarias no conse- guian hacer visibles los blancos, los se- nalizadores de objetivos habrian de ser lanzados a. ciegas, fiéndose solamente de las indicaciones del HS. De los primeros catorce aviones desti- nados a sefialar las marcas seis llegaron a los objetivos con el sistema H®S estro- peado, algunos identificaron. o. pensaron que 16 hacian, los objetivos dlegidos, otros apuntaron a los objetivos para lanzar sus sefializadores con la ayuda del H°S y dos fueron derribados. El resultado de’ todo esto fue la diseminacion de las marcas y, por lo tanto, la ausencia de un punto cen- tral claro como blanco. Aunque, a pesar de todo, Nuremberg suftié grandes da- jos, el bombardeo carecié de la_intensi- dad y concentracién que se habia logr: do en Essen. Aunque el HS tenia la ven- 62 taja de su alcance ilimitado, acerecia de la precision del Oboe, y aunque las tée nicas sefializadoras con sistema, ¢s cierto, eran a veces muy eficaces, también es cierto que solo ocasionalmente el uso del sistema Oboe cra ineficaz. Las miras de estos ataques por zonas eran de conseguir la mayor concentracion de bombas posible, en un Area no mayor de cinco kilometros alrededor del ceritro del objetivo. De esta forma, sc procuraba producir incendios incontrolables y da ios itreparables en el centro de Ids ciu- dades. Mucho de ello, dependia tanto de la precision horaria, como de la precision en el lanzamiento de las primeras sefiales luminosas. A pesar de las dificultades que siempre entrafaba, aun cuando se estuvie- ta dentro del alcance del Oboe, podia realizarse. y con frecuencia se realizo en un grado suficientemente preciso para cumplir con sus propésitos. De todas for- mas. el Mando de Bombardeo nunca re- nuncié a la esperanza de poder obtener resultados mucho mas precisos que éstos. Al mismo. tiempo que sir Arthur Harris continuaba Hevando a la practica la ofen- siva general por zonas, que se le habia ordenado emprender, proliferaban toda clase de expertos en el Ministerio de Asun- tos Econémicos para Ia guerra, y otros organismos burocrfticos de los que sur gen como hongos en tiempo de hostilida- des. Ellos fueron los responsables de crear la sospecha tacita de que los bombardeos por zonas eran un método tosco e indi- recto de Ilevar adelante la guerra y que en algin lugar debia de haber un. atajo inteligente que haria mas facil el proble- ma de derrotar a Alemania. A veces el Estado Mayor del Aire no solo se dejaba seducir por tales teorias sino que pees en la falta de hacerles propaganda. Por ejemplo, habia una escuela de pensa- miento que sugeria que la caida de Ale- mania se produciria cuando destruyeran dos fabricas de rodamientos a bolas en Schweinfurt. Asi, también habia quien creia que la destruccién de las presas del Ruhr produciria resultados decisivos: De esta ultima teoria salié lo que habria de constituir la hazatia mas animosa y celebrada del Mando de Bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, la rotura de las presas de Méhne, y Eder, y otros re- sultados que, no por imprevistas, dejaban de tener mucha importancia. La fotura @Hostock @Borlin Frankturt ¥ CZECHO- “SLOVAKIA e Pilsen Mannheim @ Nuremberg “Dat . - ip @Munieh sustain : ‘ sone ea em Resin, San - o = SWITZERLAND FS Sen Vuelos realizados contra objetivos. (Principales De 1.000 2 2000 0 De 500 a 1.000 » Menos de 500 operaciones) Batalla del Ruhr. del 5 de marzo al 14 de julio de 1943. de las presas fue un desastre del que Ale- mania se recobré casi_ inmediatamente. Pero para el Mando de Bombardeo fue el origen de una nueva téenica de bombar- deo que. aplicada a la técnica de_seffali- zacion de objetivos, iba a revolucionar la capacidad de la fuerza Ya antes de la guerra se habian pen- sado diferentes procedimientos para la des truccion de las presas del Ruhr. Ahora, 1943, la posibilidad de tal hazafia_parecia ser real. El doctor Barnes Wallis habia disenado una formidable bomba rotativa, que. si era arrojada correctamente, sal- aria sobre el agua en una serie de botes en disminucién al igual que lo haria una piedra plana arrojada oblicuamente sobre una superficie de agua en calma, y en- tonces, perdida su inercia, al Iegar a la pared de la presa, se hundiria por su pro- 64 pio peso hasta er fondo y alli explotaria batiendo de esa manera la estructura en su base. Este disefio que podia ser em- pleado lo mismo contra una presa como contra un barco, el Tirpitz cn este caso. habia hecho surgir a mediados de febrero de 1943, lo que Harris deseribid como "toda clase de entusiastas y pregoneros de utopias" que iban y venian a los 1m nisterios con sistemas ‘para modificar un numero conveniente de Laneasters, con el fin de hacerles capaces para trasnportar la bomba. Harris era totalmente opuesto a ello. No creia que la bomba pudiera funcion: y pensaba que las operaciones a poca al- tura. con bombarderos pesados compro- metidos en ellas. serian “iracasos muy cos- tosos.” Y ahi estaba la dificultad. La bom- ba de Wallis. una vez fabricada, mostrd una obstinada tendencia, no a botar, sino a romperse en cuanto daba en el agua Finalmente dio la impresion de que todo iria bien mientras pudiera ser arrojada desde una altura no mayor de treinta me- tros, contando con que esto fuera hecho tan precisamente, que la bomba botara cl numero exacto de veces antes de tocar la pared de la presa. Si se soltaba dema- siado pronto se hundiria sin hacer contac- to con la pared y se desperdiciaria; si se hacia demasiado tarde. golpearia la ‘estruc- iura con_demasiada fuerza, explotarfa en la superficie y volaria, no la presa, sino el avion. A pesar de perspectivas tan deseo- razonadoras, (por ejemplo, nadie sabia co- mo habia que hacer para pilotar un Lan- caster a treinta metros pues ciertamente no se podia hacer ni a ojo ni_ con altime- fo). Portal opind que sé debia de llevar a cabo el experimento. Se escogieron tres Izquierda: Fortalezas volantes B17. Arriba: El general Ira Eaker. Abajo: El comandante de ala Guy jibson VC. Lancaster para ser modificados. Se decidid entonces el ataque contra las. pres pecialmente contra las de Méhne, ¥ Sorpe. Se cligicron 21 tripulacione: par- ticularmente expertas para formar la e cuadrilla 617 en el grupo 5 y se pusieron bajo las drdenes de un jefé que ya cra famoso en el Mando de Bombardeo y que Hegaria a ser un héroe, el Wing Comman- der Guy Gibson. En condiciones de ma- ximo secreto este grupo de hombres va- lentes y esforzados practicaban intensa~ mente las tacticas que se iban a emplear para la demolicion de las presas y que muy pronto iban a dar fama imperece- dera a sus escuadrillas. Paso a paso se fueron superando los obstéculos y el 15 de mayo Gibson aleccioné a sus hom- bres para la empresa. El camino hacia el Ruhr habia de emprenderse en noche de luna, a poca altura, a ser posible nunca ss mayor de 450 metros, con la esperanza de evitar el radar aleman. Una primera Sleada de nieve Lancasters, bajo ef mando directo de Gibson, atacaria primero ta pre- sa de Méhne, y luego a la de Eder y. jnalmente, Si quedaban bombas, a la de Exipe ‘La Segunda oleada de cinco aviones atacaria a Sorpe y la tercera, también de cinco aparatos, actuarfa como reserva mé- vil y recibiria drdenes del cuartel general del Grupo 5, durante la accién. La comu- Izquierda: El sistema Window. Abajo: Devastacién en el Ruhr. nicacion entre los aparatos y el cuartel cneral del Grupo 5 se haria por cédigo jorse, en telegrafia sin hilos (W/T). La comunicacion de los aparatos entre sf y, por supuesto el medio para que Gibson mandara sus fuerzas, seria simplemente en inglés por medio de radio teléfono de muy alta frecuencia (VHF R/T). Un poco antes de las nueve y media del dia 26 de mayo de 1943, la escuadrilla 617 empezs a despegar de su base de Scampton. De los nueve primeros aviones de la primera oleada, uno fue derribato por el camino. Gibson condujo con éxito a los otros ocho sobre el lago Méhne. Entonees colocé su Lancaster a treinta metros de altura, para lo cual tomé como para medir la altura, la luz de s teflectores enfocadds sobre el agua, y se dirigid en linea recta aacia la presa a través del fuego antiagreo. Su bomba cayo y parecid botar correctamen- te, pero la presa no suftid dafios. El se- gundo Lancaster, pilotado por el teniente J. V. Hopgood, entro, fue alcanzado y se incendid; dejd caer la bomba demasiado tarde y vol6 en pedazos. Entonces entrd, en accion el tercer Lancaster del teniente H. B. Martin, A pesar de que Gibson vino en su ayuda atrayéndose fos disparos el Lancaster de Martin, fue alcanzado_y seriamente daftado. Su bomba se quedo corta por unos veinte metros. Vino des- pués el cuarto Lancaster, pilotado por el jefe de escuadrilla J. M. Young, quien fue ayudado por Martin que. a pesar de los dafios producidos en su avién, volvié. para atraerse la atencion del fuego antiacreo. El ataque de Young parecié haber sido erfecto, a pesar de lo cual, tampoco su- frié dafios la presa. E] quinto aparato_pi- lotado por el teniente D. J. H. Maliby fue Hamado al ataque y, una vez mas, este parecid perfecto. Pero cuando la espuma se deshizo, la presa continuaba alli. Ya estaba Gibson Ilamando al sexto aparato cuando, de repente, la presa se hundié y empezé a desbordarse. Gibson condujo ahora los tres Lancasters que todavia te- nian bombas y el de Young, ya que éste era el segundo en el mando, a la presa de Eder. Aqui no habia problemas de metralla, pero en cambio, las colinas de los alrededores hacian muy dificil la ma- niobra. El teniente D, J. Shannon hizo varios intentos de colocarse a la altitud correcta y en la direccién adecuada para el ataqué, pero sin éxito, asi que Gil Jlam6 al jefe de escuadrilla H, EF. Mauds- ley, on SU aparato. Sus bombas cayeron und fraccion de segundo demasiado ‘tarde y volaron el aparato. Entonces Shannon probo otra vez y realizo un ataque per- fecto. Sin embargo, la presa no se derrum- b6 y entonces el oficial piloto L. G. night Ilego con la ultima bomba, Cayo oto, golped contra el muro y se hundi La presa se abrio y se produjo el segundo desbordamiento. Las noticias fueron trans- mitidas en un abrir y cerrar de ojos al cuartel general del Grupo 5 y desde alli a Washington, donde en aquel momento se celebraba una conferencia entre los alia- dos. Se habia realizado una gloriosa y pectacular hazafia bélica. Quiza nada de tanto atrevimiento ni de tanta pericia ha- bia sido realizado antes, ni probablemente después desde el aire. Gibson sobrevivio lo suficiente para recibir la Cruz Victoria, volver a la lucha y morir posteriormente Los ataques sobre las otras presas fa- llaron, y los dafios producidos a las de Méhne Y Eder fueron rapidamente repe- rados por los alemanes. El precio que pago la escuadrilla 617 fue terrible. Ocho. Lan- casters no regresaron y dos mds, fueron tan seriamente dafiados, que tuvicron que abandonar la operacién. Es decir, que en una sola operacién se habia perdido me- dia escuadrilla. El escepticismo de Harris demostré ser justificado por los hechos en todos sus aspectos, salvo en lo referente al funciona- miento de la bomba, y si en ese momento, hubiera decidido deshacer la escuadrilla, su decisién no hubiera causado sorpresa ni, por supuesto, criticas. Pero, quiza por inspiracion, el comandante en jefe no to- mé en cuenta las dificultades para reclu- tar tripulaciones de calibre suficiente para sustituir a las pérdidas. Determind con- servar la escuadrilla 617 y lo hizo a pesar de las tremendas pérdidas sufridas poste- riormente en septiembre de 1943, cuando se realizo el ataque sin éxito, con el que se intentaba romper los diques del canal de Dortmund a Ems y que termind con el regreso de sdlo tres de los ocho Lan- casters enviados. Con el tiempo, la preci- sion de sus meétodos de destruccion de presas permitid, no solo destruir objetivos de especial importancia y dificultad, sino, todavia mas importante, colocar sefiales que sirvieran de guia para el poder des- tructivo en masa del Mando de Bombar- deo. 68 Asi que, de las incursiones contra las presas, surgieron los medios que volvieron a hacer creer en la posibilidad de la pre= cisién en el bombardeo nocturno, y nu, solo para unas pocas tripulaciones ‘espe cializadas, sino para todo el conjunto del Mando de Bombardeo. Esta perspectiva sin embargo, quedaba todavia para un fu turoIgjano, Por el momento, el Mand de Bombardeo tendria que seguir luchan do con las dificultades més inmediatas, de hacer del bombardeo por zonas algo de mayor precision, Después de los importantes y destruc tivos “raids” que caracterizaron la Batic lla del Ruhr y de la proeza extraordinariay realizada por la escuadrilla 617 al des- truir las presas de Mohne y Eder, el press tigio del Mando de Bombardeo y de sus comandante en jefe subié de nucvo a alto nivel. Ahora con fuerzas en pleno aumento de su poderio y con crecient versatilidad, la campafia de bombardeo por zonas iba a desarrollarse hasta su punto culminante. Después de la tremenda des= truccién causada en muchas ciudades ale manas, mas la que se pensaba product todavia, Harris creia que Alemania vacila ria y se hundirfa. Portal no compant esta esperanza. Pensaba que la inyasi de Europa por fuetzas anglo-american no tendria mas remedio que Ilevarse cabo y que, desde luego, no iba a una gira campestre sino una durisima lus cha, Sin embargo, creia que los bombar deos harian un papel de vital importan cia minando el poderfo aleman y hacien que la invasién fuera, por lo menos. sible y, quiza, con mayor garantia de 6x to, al menos en relacién con lo que hi biera sido sin los bombardeos. Si_ los 4 rigentes alemanes, especialmente Goebl y Speer que eran los que tenian ma: teres en defender el frente nacional _y contribucién al esfuerzo_bélico hubieran tenido que escoger entre dos perspectivas, se hubieran visto en aprieto para decidir. Después de com zada la primera fase de la Batalla de Hi burgo, se hubieran inclinado decidi mente por la tesis de Haris. A fines de julio y primeros de agostd de 1943, las noches del 24, 27, 29 de jj lio y del 2 de agosto para scr exact Harris despaché 3.095 aviones, en cual grandes ataques, sobre Hamburgo. En. ¢s tos ataques se arrojaron alrededor de nues ve mil toneladas de bombas, la mitad las cuales, aproximadamente, eran incen- dia él resultado fue la mas extensa y catastrofica destruccién y matanza que Se haya impartido desde el aire. Ham- burgo sufrié en cuatro noches lo que Gran Breiaila habfa sufrido con las incursiones alemanas en toda la guerra. Murieron cer- ca de 50,000 alemanes y casi otros 40.000 fueron heridos. Mas de ‘un millén huyeron de la devastada ciudad. Mas de la mitad de las casas o apartamentos de Hamburgo y alrededor de la mitad de sus fibricas fue- ron destruidas, Cuando Speer se dio cuen- ta de lo que habia sucedido, exclamé que seis ataques mas como aquellos harian acabar la guerra, Y, sin embargo, para conseguir estos colosales resultados, el Mando de Bombardeo habia sufrido pér- didas mucho mas ligeras de lo usual. De los 3.095 apartos, las defensas antiaéreas alemanas solamente reclamaron 86 victo- ias, es decir, el 2.8 por ciento. A pesar de que a las bajas anteriores habia que afiadit los dafios producidos en otros 174 bombarderos, la proporcidn total de bajas alcanzé solamente 8,4 por ciento, en con- traste, por ejempio, con el 19,9 por ciento ue habian tenido los 2.070 vuelos envia- a Essen, en los cinco ataques gue se hicieron a aquella ciudad, durante fa Ba- alla del Ruhr. Pero esos seis ataques tan temidos por Speer, no se hicieron y, en realidad, has- ta que el Mando de Bombardeo ‘atacé Dresden en febrero de 1945 Alemania no yolvié a sufrir ningtin desastre compara- ble. Hamburgo se recobré, aunque no com- pletamente. Speer recuperd su confianza Fl esfuerzo belico aleman aguanto el tem- poral sin considerables bajas en su pro- duccién 0. por sorprendente que parezca, en su moral. Las razones del éxito de los ataques del Mando de Bombardeo sobre Hamburgo eran muy particulares y no podian repetirse en la campaiia contra erlin que siguio, ni, como amargos acon- tecimientos iban a demostrar, en la mis- ma Batalla de Berlin. La taz6n principal de tan alto grado @e destruccion producido en Hamburgo, © Ja gran concentracion sin preceden- tes, tanfo en el tiempo como en el espa- cio, de los bombardeos y ésta, a su vez, Me posible gracias a la precision en la Sefializacién de los objetivos y en los pro- sedimientos de navegacion del grueso de fuerzas, lo que dio como resultado que @ oran mayoria de los aviones Ilegaran a su destino previsto en el tiempo fijado Sélo se produjo una excepcion en una noche de mal tiempo. Y, a su vez, cl éxi- to se hizo posibie gracias a las indicacio- nes excepcionalmente claras dadas por las pantallas de radar del H’S que llevaban todos los aviones destinados a sefialar los objetivos y muchos de los bombarderos. y también en parte, por supuesto, a la forma ineficaz poco usual en que actua- ron los cazas nocturnos, los reflectores y los antiaéreos alemanes. El rendimiento especialmente bueno del HPS se debia a la especial posicion y ca- racteristicas de Hamburgo. Los contiastes entre tierra y mar y entre las zonas edi- ficadas y las zonas abiertas, por las razo- nes que fueran, se manifestaron con gran claridad. Probablemente ninguna otra ciu- dad de Alemania habria dado una imagen tan clara en unos aparatos H’S como los que poseia cl Mando de Bombardeo, tan rudimentarios, especialmente si los midié- ramos con patrones posteriores. El que las defensas aéreas alemanas no pudieran ni hostigar ni imponerse a los bombar- deros en sus pasadas. se debia a la confu- sion que produjo en el sistema de radar aleman la introduccién por el Mando de Bombardeo, del método Window. El sistema Window consistia en unas tiras de papel metalizado. cuyo tamaito dependia de las distintas’ longitudes de onda empleadas que se dejaban caer a intervalos en grandes cantidades desde los bombarderos, produciendo enormes _can- tidades de sefales de radar, Las sefiales en las pantallas de radar alemanas, que representaban a los bombarderos_briténi- cos, y por las cuales los encargados de su control se guiaban para dirigir las ope- raciones de sus cazas nocturnos y apun- tar adecuadamente sus cafiones antiaéreos, se perdian entre el gran nimero de 1 puestas producidas por las tiras metdlicas. Esta medida cogié por sorpresa a los ale: manes que, aunque adaptaron sus técti» cas para superar por lo menos una_ parte de la proteccién que el sistema MWindow daba a los bombarderos, no. lograron ha- cerlo a tiempo para impedir la destruc- cién de Hamburgo La fase de la campaiia del Mando de Bombardeo convenientemente descrita co- mo Batalla de Hamburgo y marcha hacia Berlin, que comenzd la noche del 24 de julio de 1943 con el primero de los cua-

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