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eae Tobe 8 oe) Pow toa y= Wet ATAQUE SUCTRGUS RRA Ne ea COMBATE AEREO Be alee acts ees pracs tee aeasseen ‘rds, aperatos Aa pean eraccs ee neee ny (Viene de Ja Pég, 23) En la noche del 30 de abril las fuerzas argentinas en Jas Malvinas no dudaban de la inminencia de un asalto britinieo, quizés en pocas horas. Las fuerzas en el continente y 1as navales pasaban por los mismos mo- mmentos de tensidn y, a pesar de que no existfa una indicacién clara en Cuanto aen qué forma se desarrolla- rfa ese asalto, las opiniones militares coincidfan en que probablemente habria una serie de ataques de diversién ‘como preludio de un desembarco en gran escala en la isla oriental (Soledad). Los aviones de reconocimiento de la FAA y del ‘CANA habfan realizado todo el esfuerzo posible para mantener la flota briténica bajo vigilancia adistancia, pero sus medios, aun combinados, eran inadecuados ‘para esa tarea, EI CdoFAS se veia resignado entonces a una situacién en la que probablemente tendria que reaccionar ante la primer accién abierta del enemigo ‘més que como una anticipacién de ese hecho. De acuerdo con el entonces comandante de la FAA, brigadier general Basilio Lami Dozo, el CdoFAS con- taba, al 30 de abril, con 82 aviones de combate operati- ‘vos en sus bases en el continente. Solamente unos ppocos aparatos habfan sido mantenidos en reserva, principalmente para tareas de entrenamiento, aunque otros que habian estado en mantenimiento y depésito fran devueltos al servicio activo en la medida de lo posible. Como se podré deducir de las historias de las lunidades consignadas en otra secci6n de esta obra, algunos de estos aviones, especialmente los ‘Skyhawks, volverian a operar con algunos elementos de aviGnica faltantes y, en algunos casos, todavia con componentes cuyo limite de vida itil habfa sido supe- rado. La FAA nunca explic6 con precision cémo estaba integrada su fuerza de 82 aeronaves, pero es razonable ‘suponer que estaba en el orden de seis Canberra B.62 cen Trelew, 14 A-4C Skyhawks en San Julisn, 18 A-4B Skyhawks en Rio Gallegos, 24 Daggers en Rio Grande y Comodoro Rivadavia y ocho Mirage INEA en Rio Gallegos y Comodoro Rivadavia. Este total inclufa los Pucard, que presumiblemente eran unos doce, en Co- modoro Rivadavia y quizés en Santa Cruz. El Cdo- FAS, trabajando sobre Ia presuncién de que la Royal Navy estaba planeando su asalto anfibio en aledn lugar de Ia isla Soledad, haba establecido cuidadosamente Aaron un Mirage ave 2 rteba ent cha forala de una esa por OS amgores de sia ue ‘ion e Oobsn fava 34 tun programa de ataques’aéreos de respuesta. Estos ataques estarian dirigidos contra Jos buques de guerra, los que se encontrarfan cerca de Ta costa y probable- mente en los alrededores de Puerto Argentino. El Co- FAS puso asi a toda su fuerza disponible en alerta plena, lista para un ataque antibuque con méximo esfuerzo. El plan, dado a conocer por la FAA luego de Jaguerra, comprendia 16 salidas de A-4By 12de A-4C Skyhawk, seis de Canberra, doce de Dagger y diez salidas de Mirage IEA. Lo que no fue especificado, pero resulta evidente de otras informaciones, ¢s que los ‘Skyhawks serfan enviados en siete vuelos de cuatro aparatos, 1os Canberra en dos vuelos de tres unidades. ‘con Daggers y Mirage operando en pareja en el papel deescoltas. Sin embargo, como se verd, este plan en su ‘momento no results tal cual se esperaba. Es necesario tener en cuenta que el CdoFAS no tenfa intencién de tratar de lograr la superioridad aérea sobre las islas ‘como tal y que los interceptores de le FAA serfan empleados solamente como escoltas. En las Malvinas, Jos aviones capaces de cumplir tareas ofensivas —los Pucaré, MB-339 y los Mentor- serian utilizados sobre ‘ma base ad hoe contra blancos en la medida que se presentaran los blancos. Slo para los MB-339 se preveia un rol anti-buque. La Ilegada de los Vulcan del 101 Sqdn sobre el ‘aeropuerto de la capital malvinense a las O746Z. en la ‘mafiana del 1 de mayo fue el detonante por tanto tiempo esperado para el contraataque del CdoFAS, pero la incursi6n de un tinico avién sobre Puerto Ar- ‘gentino confundi6 a los argentinos y su respuesta in- mediata fue cautelosa. En efecto, dos de los Daggers de Rio Grande, que debian cumplir una escolta de rutina para un SP-2H Neptune det CANA, fueron dorivados para una misién de ‘‘cobertura en altura’” algo ncbulosa sobre la isla oriental. Resulta indicativo de la confusion general dela FAA enesa mafiana (tanto en Ia isla Soledad como en Comodoro Rivadavia) el hecho de que estos Daggers despegaran bastante antes de los primeros atagues con Harrier sobre Puerto Ar- gentino y Prado del Ganso, y sin una idea clara de que tera lo que habla de esperarse sobre las Malvinas). En realidad, no fue hasta més tarde ese dia que el comando del TOAS finalmente concluy6 que no se habfan reali- ‘zado desembarces briténicos en gran escala. Desefortunadamente, para ese entonces el CdoFAS habia ejecutado su cuidadosamente elaborado plan de respuesta, Alcontrario de el coraje y resolucién deplegados en las etapas posteriores de la guerra y su indudable éxito, ‘el CdoFAS condujo con torpeza sus operaciones del 1 de mayo. Las misiones antibuque despachadas para atacar naves briténicas que estaban fuera del drea de blancos identificados de 100 millas estaban natdral- ‘mente condenadas al fracaso, pero fue la naturaleza de este fracaso lo que més debe haber alarmado alos ‘comandantes de la FAA. De los 56 vuelos planeados, 3610 35 “‘alcanzaron el blanco” y aunque la Argentina nunca especifie esos blancos resulta evidente que ningiin Skyhawk verdaderamente alcanz6 y atac6 el ‘objetivo, y solamente Io hicieron res Dagger. En reali- dad, algunos de los Skyhawk que legaron a la isla Soledad se vieron envueltos en algunos incidentes ca- ppaces de ponerlos pelos de punta" y atin de provocer sonrisas, que bien podrian haber derivado en un desas- ‘re. Los Canberra mostraron ser muy vulnerables y ‘como resultado de I experiencia del 1 de mayo virtuai- ‘mente todas las futuras operaciones serfan relizadas de noche. No obstante, lo que result6 el golpe mis grande para la FAA fue descubrir que los Mirage armados con los nuevos misiles R-530/Magic no esta- bana la altura de los Sea Harri en combate a6reo. Los suces0s de ese dia son descriptos en detalle en otras paginas perb, en resumen, conviene decir que todos los aspectos operativos del Sea Harrier ~su performance y armamento, Ia calidad de sus pilotos y su utilizacién— fueron subestimados por la Fuerza Aérea. Después del 1 de mayo se efectud una revaluacion completa del rol de los Mirage y nunca volvieron a ser atriesgados en. ‘combate aéreo con fos Sea Harrier. También los Dag- ger suftieron contrastes frente a los Sea Harrier el I de ‘mayo y fueron inmediatamente retitados de las misio- ‘nes de escolta sobre las Malvinas. Aunque no se cono- cicron comentarios oficiales, resulta aparente que la FAA hall6 frustrante ta performance de los misiles aireaire Shaftir. El 1 de mayo la FAA perdié en, combate aéreo dos Mirage IIIEA, un Dagger y un Canberra, mientras queen las Malvinas el ataque sobre Prado del Ganso destruy6 tres Puceri. En tanto los caza-bombarderos e interceptores del ‘CdoFAS cumplian su tarea sobre las islas el I de mayo, los aviones y helicdpteros embarcados de la Fuerza de ‘Tarea 79 pasaban un dia de tensién midiendo al enemi- ‘g0. Aunque tenfan instrucciones de buscar y atacara la {lotabriténica, el "25 de Mayo" y sus escoltas mostrar ban una comprensible cautela, sin querer exponerse a un ataque submarino. Segtn trascendidos el vicealmi- rante Lombardo envi6 a las 2307Z un mensaje desde ‘Comodoro Rivadavia al contraalmirante Alara en el 25 de Mayo” para que retirara todos los elementos de la Fuerza de Tareas 79 de sus posiciones y abandonara las operaciones ofensivas. El mensaje fue reiterado a las 04192, del 2 de mayo en una nueva comunicacién fen la que Lombardo explicaba 2 Allara sus razoncs para esa decisién. No obstante, es un hecho que los S-2E Tracker estuvieron en el aire la mayor parte de la noche y, lejos de suspender Ia bésqueda del grupo del portaaviones briténico, Allara instruy6 asus pilotos de anemone min Seis ae nora ies. ‘i canine a peladoioe ais. (in ‘8 Delonsa Baie. 36 ‘Skyhawk entre las 0500Z y tas 07002 para que se prepararan para un ataque al amanecer sobre el “Invin~ ible”. EI ataque nunca fue lanzado pero no fue des- ccartado hasta alrededor de las 0900Z después de que un Tracker (que habia despegado del "25 de Mayo” a las (08287) fllara en roubicara los buques briténicosen un, rea en la que habfan sido encontrados algunas horas, antes. Bl Tracker retorné al portaaviones a eso de las 12002. después de tna extensa bisqueda maritima ye] "25 de Mayo" no abandoné el rea hasta que se le informs de 1a pérdida del “General Belgrano”. El cerucero fue torpedeado a las 18582 y, sewan se deduce de la actividad operstiva del “25 de Mayo” en la mafana del 2 de mayo, la retirada de los elementos det sector norte de la Fuerza de Tareas 79 hacia aguas seguras fue una eaccisn a ese trigico hecho antes que una consecuencia de una orden directa recibida unas 20 horas antes. Los sucesos de principios de mayo fueron dramsti- ‘cos y prabablemente el CdoFAS necesité varios dias para evaluar a fondo la situacién. La pérdida del “Ge~ neral Belgrano” fue rpidamente seguida por la espec- ‘acular destruccién del destructor “Sheffield” por los Super Etendard del CANA desde Rio Grande y enton- ‘ces ambos bandos se miraron con mutuo respeto. Gra ualmente Ia situacién se fue aclarando. Se advirtié ue los briténicos estaban esperando refuerzos antes de tun desembarco anfibio y mientras tanto la Task Force cemprendia diversas tareas de “ablandamiento”’, las que frecuentemente tomaban la forma de bombardeos rnocturnos de las concentraciones de tropa y las instala- iones de Ios aeropuertos, Los bugues costeros eran atacados cuantas veces eran detectados y el dominio aéreo de los Sea Harrier sobre las Malvinas restringié los movimientos de los Pucard y de los helicépteros @ tun bajo nivel, a menudo con visibilidad reducida, ‘Afortunadamente para las fuerzas argentinas, el CIC en Puerto Argentino, muy bien servido porel radar del G2VYCA, podia proveer una adecuada alert tempra- na de la aproximacién de las Patrllas Aéreas de Com- bate de Sea Harrier y las pétdidas locales a principios de mayo fueron pocas La FAA publicé estadisticas que indicaban que se habian planeado 19 salidas de ataque desde el conti- nente para el 2 de mayo, todas las cuales fueron cance- tadas debido a las malas condiciones del tiempo, y que ‘otras 85 habjan sido previstas para el perfodo que va desde el 3 hasta el 20 de mayo, De estas 85 solamente 16 alcanzaron realmente sus objetivos y el resto fueron canceladas 0 abortadas por malas condiciones meteo- rologicas y dificultades téenicas. Los vuelos cancela- dos de! 2 de mayo probablemente fueron consecuencia de que no se haan realizado desembarcos de enverga- dura el dia previo, pero el gran nimero de misiones caanceladas en las tres semanas siguicntes resulta inti- gante. Argentina publicé datos detallados sobre la si- ‘twacién del tiompo en la zona para todo el periodo de la ‘guerra, los que resultan interesantes de leer. Para los 44 dias hasta el 13 de junio, 17 fueron oficialmente definides como bajo condiciones meteorolégicas lo suficientemente malas como para impedir vuelos tanto en el continente como sobre las Malvinas. Otros seis permiticron vuelos limitados (aunque no se defini el alcance de ““limitados") pero el resto fue considerado como bastante bueno, Esto aparentemente signifi que Argentina considers cl tiempo continental apto para operar en 41 dias pero s6lo 30 dias en las Malvi- ‘nas. Solamente en dos ocasiones el tiempo impidi6 que ‘yuelos ya encaminados alcanzaran las Malvinas. De ‘manera que perder 69 de 85 salidas por razones meteo- rol6gicas y “técnicas" parece bastante extrafio. Por supuesto que sin tener acceso a los detalles de los planes del CdoFAS resulta imposible hacer otra cosa {que adivinar la estrategia que aplicé en esos dias ‘Sin embargo, los hechos de dos dias, €19y el 21 de ‘mayo, son significatives. El 9 de mayo el CdoFAS realiz6 un esfuerzo definido para alcanzar alos buques briténicos en Ia zona de Puerto Argentino empleando los A-4C Skyhawk pero, bajo condiciones climéticas ripidamente deterioradas, dos perdieron el rumbo y no se pudo coneretar el ataque. El 12 de mayo ocho A-4B Skyhawk alacaron dos naves inglesas en las cercanfas de Puerto Argentino y lograron averiar al destructor “

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