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CapfruLo 18 LOS VALORES Y LAS IDEOLOGIAS Valores y sistemas de valores Las actitudes politicas de un sujeto suelen mantener entre si una rela- tiva coherencia (cfr. IV.17). ¢Cémo explicar esta coherencia? ¢Qué elemento «organiza» —por hablar de este modo— las actitudes de un individuo? El concepto de valor nos facilita una explicaci6n. El conjunto de los valores que un sujeto respeta y sostiene estarfa en la raiz de su cuadro general de actitudes y les daria ‘una cierta unidad. As{, cuando un sujeto aprecia de modo preferente el valor «igualdad» cuenta con un sistema de actitudes que le diferencia de quien sittia por encima de todo el valor «orden». + Qué entendemos por valor? Sin entrar en la problematica filos6fica que plantea el interrogante, nos contentaremos con definir un valor como la cualidad atractiva 0 apreciable que asignamos a determinadas situacio- nes, acciones o personas. O, en sentido contrario, hablamos de un desva- lor para referirnos a una cualidad rechazable o repulsiva que vemos en ellas. Atribuimos, pues, valor o desvalor a un objeto o a una situacién cuando declaramos que nos parece bien o, por el contrario, que nos pare- ce mal. Por ejemplo, habré quien atribuya valor a la igualdad entre razas, © entre géneros: aprobard la igualdad sin discriminaciones de color o de sexo. En cambio, habra quien juzgue negativamente esta igualdad, la de- sapruebe y sostenga la conveniencia de mantener tratamientos desigua- les entre colectivos de distinta raza o género, invocando criterios biol6gi cos, religiosos, econémicos, etc. * Los valores han sido presentados como generadores de coherencia en el sistema de actitudes de un sujeto y, en consecuencia, como los tiltimos factores explicativos de sus comportamientos. Un sujeto puede inclinarse por valores de igualdad o de jerarquia, de libertad 0 de seguridad, de competicién o de solidaridad, de cambio o de tradicién, etc. Su respuesta ante determinados estimulos exteriores no sera la misma segtin opte por unos u otros. De la seleccién que haya realizado se desprendera la orien- tacin de sus opiniones, silencios, actos 0 inhibiciones. Es, pues, el siste- ma de valores preferidos de cada individuo o de cada grupo el que orien- ta los fines de su actividad y, con ello, la direccién de su conducta. 274 LA POLITICA COMO PROCESO: (1) EL CONTEXTO CULTURAL ‘+ Segiin la perspectiva filosofica que se adopte se atribuye a los valores un fundamento diferente. Puede residir en el placer o en la utilidad que pro- duce en el propio sujeto, en el acuerdo con la propia conciencia del deber, en el amor divino, en la realizacién de un proyecto personal, etc. Sin en- trar en este debate, en el terreno del comportamiento politico nos intere- san los valores como fenémenos sociales y como fenémenos hist6ricos. Los valores no son construcciones individuales: son resultado de un did- logo colectivo en el seno de un grupo generacional, familiar, religioso, so- cial, etc. Ello explica que podamos referimnos al cuadro de valores predo- minante de la juventud o al de la ancianidad, al cuadro de valores de la aristocracia 0 al de la burguesia, al de los habitantes de las zonas rurales © al de las zonas urbanas, etc. De cada cuadro de valores se desprende también un sistema compartido de actitudes politicas y las conductas que derivan de ellas. La figura IV.18,1 presenta un esquema con las relaciones entre valores, cultura politica y conducta ‘Transformaciones hist6ricas y cambios de valores El uso de la tortura como instrumento procesal aceptado por la ley se mantuvo en muchos pafses europeos hasta principios del siglo xIx: 2por qué ‘empezé a introducirse su prohibicién legal y por qué repugna hoy a la opi- ni6n publica general? Porque de manera gradual se dio un cambio social en el valor atribuido a la integridad fisica de las personas. Al tratarse de crea- ciones sociales, los valores y las normas que los encarnan son también pro- ducto de la historia y evolucionan con ella. La esclavitud, la pena de muer- te, la segregaci6n racial o la denegacién del sufragio a la mujer son también ejemplos de conductas avaladas legalmente porque se sostenian sobre un determinado sistema de valores: cuando este sistema de valores se debilita, aquellas conductas ¢ instituciones empiezan a ser percibidas como recha- zables y pueden llegar a desaparecer del panorama politico de una determi- nada sociedad. Las grandes mutaciones técnicas y econémicas han comportado cam- bios en los sistemas de valores dominantes. En menos de cien afios, hemos asistido a dos grandes evoluciones: el transito de las sociedades agrarias a las sociedades industriales y el transito de estas ultimas a las llamadas so- ciedades postindustriales o de la informacién. + Enlas sociedades agrarias, basadas en economias de subsistencia, predo- mina un cuadro de valores constituido por el respeto a la tradici6n, el or- den, la jerarquia, la deferencia ante la autoridad, la vision religiosa del mundo y de sus estructuras sociales, la solidaridad familiar o la renuncia resignada al bienestar inmediato en espera de una recompensa en un «més alla» intemporal. Es una respuesta fatalista y conservadora de una humanidad insegura ante los limites de su conocimiento sobre el mundo y la sociedad. + El avance de la industrializacién trajo consigo, en cambio, la hegemonta LOS VALORES Y LAS IDEOLOGIAS 275 EsTIMULO aurea conpucTA, Una suai, pour Una opin, ‘unconticg | > unace ‘na persona, Cconpurtedo Una adnosio, oneimbolo ‘ACTITUDES tne nbn ft | exocase t Sictoma de ‘VALORES Fic. 1V.18.1. Valores, ideologtas y actitudes: un esquema simple de relaciones. de valores de progreso y cambio, competitividad socioeconémica, pro- ductivismo, racionalidad y secularidad, solidaridades de clase social, afin de bienestar material inmediato, libertad politica, etc. Este cuadro se corresponde con el optimismo que nace con la Iustracién: el hom- bre se siente capaz de construir el futuro de la sociedad, de hacerla avan- zar hacia un progreso ilimitado basado en la aplicacién de la ciencia y la tecnologia. + Finalmente, la llamada sociedad postindustrial en condiciones de re- lativa seguridad econémica para una gran parte de la poblacién— ha puesto en primer plano valores de realizacion personal, diferenciaci6n individual frente al grupo, autonomia en el trabajo, libertad en las for- mas de relaci6n social y sexual, mayor preocupacién por la calidad de vida y la preservacién del medio, etc. Todo ello puede llevar a un mayor relativismo en los valores —a un pensamiento «débil» o mas fragmen- tado—, provocado por un nuevo tipo de inseguridad. Ya no se trata de la inseguridad por riesgos ignorados o incontrolables. Ahora se trata de los riesgos de futuro que el mismo ser humano genera con su accién: nuclear, quimica, biogenética. La humanidad sabe de qué es capaz, pero duda razonablemente de que sean siempre positivos o controla- bles los resultados que su capacidad transformadora puede acarrear para la propia humanidad. Estos cambios sociales y la modificacién de los cuadros de valores tis nen repercusién en las orientaciones politicas. Por ejemplo, la aceptacién de una jerarquia politica natural —propia de las sociedades agrarias— dio paso al igualitarismo y a la formacién de solidaridades de clase encarnadas 276 LA POLITICA COMO PROCESO: (1) EL CONTEXTO CULTURAL en partidos y organizaciones sociales, protagonistas de la politica en las so- ciedades industriales. Por su parte, la sociedad postindustrial asiste ahora a la revalorizacin del individuo que rehtiye o rechaza el encuadramiento en grupos, organizaciones o partidos, desconfia de las ideologias cerradas y ‘opta por formas flexibles e intermitentes de presencia politica. En cada momento histérico de cambio de valores se han producido cri- sis de legitimidad del poder politico —cfr. 12.— en sus diferentes manifesta- ciones. En el tiltimo tercio del siglo xx se ha subrayado el contraste entre los lamados valores «materialistas» propios de la sociedad de hegemonfa indus- trial y los valores «posmaterialistas» que emergen en las sociedades postin- dustriales o del conocimiento. La figura IV.18.2 describe dicho contraste. * El predominio de los valores «materialistas» corresponde a la experien- cia acuciante de las necesidades basicas del individuo y de los grupos: en especial, seguridad fisica y seguridad econémica. En cambio, cuando es- tas necesidades se hallan razonablemente satisfechas —como ha curt do en las sociedades occidentales a partir de la segunda mitad del glo xx— se despiertan otras exigencias: autorrealizacién personal en lo intelectual y en lo afectivo, tratamiento singularizado de cada individuo, nuevos equilibrios entre trabajo y ocio, calidad del medio natural y cultu- ral, etc. Estas exigencias se encuentran en la base de los conflictos «pos- materialistas» que cuentan en la politica de las sociedades avanzadas a finales del siglo xx: participacion politica personal frente a encuadra- miento organizativo, proteccién del medio ambiente frente a productivi mo industrial, reivindicacién del tiempo libre frente a reivindicacién salarial, etc. Quienes actiian desde este cuadro de valores predominante- mente posmaterialista han ido aumentando en las sociedades occidenta- les y, de modo especial, entre sus generaciones mas jévenes y entre los grupos con mayor nivel de instruccién. LAS GRANDES ENCUESTAS SOBRE VALORES La evolucién de los sistemas de valores ha sido objeto de investigacién empirica, mediante la realizacién de encuestas intemacionales orienta- das a identifcar las tendencias de aquella evolucién. En 1981 se llevo a cabo un primer Estudio Europeo de Valores (EVS, del inglés European Values Study), que fue amplidndose en afios sucesivos hasta convertir- se en un Estudio Mundial de Valores (WVS, del inglés World Values ‘Study) en la década de los noventa. En su tiltima versidn, el andlisis abar- ‘ca a ochenta y un paises que comprenden el 85 % de la poblacién mun- dial. El principal impulsor de estas investigaciones ha sido Ronald Ingle- hart (Universidad de Michigan), autor de varias obras sobre el cambio de valores y su relacién con las transformaciones sociales y polticas (www. wortdvalues-survey.org). LOS VALORES Y LAS IDEOLOGIAS 217 Ccaisadwtbara ycopasae ‘Aoreco pola ieas vaLonEs POSMATERIALISTAS (Nocesidaes sociales oe auorreatzacon) Libertad do exoreion ‘Socseoxa monos impersonal Mas capacidad ono rabajo yenia comunidad taisad de género Ferra armacas potent Seguridad > | tiene conta ia doireuencia VaLonEs Martenmiensgelorsen MATERIALISTAS (Necesiacesliscas) Economia ete ‘Crecmintoecontmico ae Luca conan caestia ‘lava Fie. 1V18.2. Valores «materialistas» y

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