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Journal de la société des

américanistes
2014, 100-2
Articles
Dossier : Río Bec, Kohunlich et Dzibanché : architecture, économie et politique au centre de la
péninsule du Yucatán. In Memoriam Enrique Nalda

El estilo Río Bec visto desde


Dzibanché y Kohunlich
Le style architectural Río Bec à Dzibanché et Kohunlich
The Río Bec style seen from Dzibanché and Kohunlich

ENRIQUE NALDA Y SANDRA BALANZARIO


p. 179-209

Resúmenes
EspañolFrançaisEnglish
Hallazgos recientes (2009) en Dzibanché arrojan nueva luz sobre la relación de este
sitio con su vecino más cercano, Kohunlich, y la región Río Bec. Nuevas hipótesis
permiten explicar la penetración del estilo arquitectónico Río Bec en un sitio tan
distante como Kohunlich, especialmente si se considera la cercanía con Dzibanché, un
sitio qué, por su tamaño, fué el sitio de gran dominio. Así mismo se proponen nuevas
ideas sobre la dinastía Kan durante el Clásico tardío.

Des découvertes récentes (2009) à Dzibanché jettent une lumière nouvelle sur les
relations de ce site avec son voisin le plus proche, Kohunlich, ainsi qu’avec la région Río
Bec. De nouvelles hypothèses permettent d’expliquer l’intrusion du style architectural
Río Bec dans un site éloigné de cette zone comme Kohunlich, et cela en particulier
compte tenu de sa proximité avec Dzibanché, un site qui, d’après sa taille, fut un centre
dominant. Des idées nouvelles sont également formulées concernant la dynastie Kan au
Classique récent.

Recent findings (2009) at Dzibanché throw new light on the relationship of this site
with nearby Kohunlich as well as between the latter and the Río Bec region. A new
hypothesis is advanced to explain the penetration of the Río Bec architectural style in a
site as distant as Kohunlich, especially when considering the nearness of Dzibanché, a
site which by its sheer size should be expected to be the central place of a large
dominion. New ideas on the whereabouts of the Kan dynastic group in the Late Classic
are put forward as well.

Entradas del índice


Palabras claves : Dzibanché, Kohunlich, Río Bec, dynastie Kan
Keywords : Dzibanché, Kohunlich, Río Bec, dynasty Kan
Palabras claves : Dzibanché, Kohunlich, Río Bec, dinastía Kan
Índice geográfico : Mexique
Índice temático : Archéologie

Notas de la redacción
Manuscrit reçu en mars 2014, accepté pour publication en octobre 2014.

Texto completo
1 Uno de los temas discutidos en los estudios de la cultura maya es el de las
relaciones entre los estilos arquitectónicos de Río Bec, Chenes y Puuc. Varios
han sido los investigadores interesados en el tema, especialmente Andrews
(1987, 1994), Gendrop (1983, 1987), Pollock (1970, 1980) y Potter (1977). Más
allá de la cuestión de la definición de los rasgos que caracterizan cada uno de
estos estilos –por demás escurridiza–, los problemas planteados alrededor de
este tema han sido, fundamentalmente, los del origen y la dirección de la
dispersión de esos rasgos. En general, el tema se ha tratado como una cuestión
de difusión de rasgos producto de contactos e intrusiones. La discusión del
tema se ha desarrollado, sin embargo, sin intentar explicar el carácter de esos
contactos, sugiriendo implícitamente que la arquitectura es una expresión con
dinámica propia, derivada de la naturaleza humana de inventar y adoptar
continuamente ideas externas.
2 Uno de los principales obstáculos que han encontrado esas investigaciones es
la ausencia de una cronología confiable y suficiente, consecuencia de que los
procesos involucrados, en especial los que condujeron a la constitución y
adopción de los estilos Río Bec y Chenes, se desarrollaron en un periodo
relativamente breve, y al hecho de que existen traslapes temporales entre
estilos. Otro más es la distribución espacial indefinida de rasgos estilísticos, la
cual no apoya una regionalización clara, pues existe una cantidad importante
de sitios en los que se mezclan rasgos de estilos diferentes, y, también, de
anomalías en la distribución de sitios de un estilo particular: edificios de un
estilo cualquiera en medio de una zona donde predominan construcciones de
otro estilo.
3 La irregularidad de esa dispersión de rasgos es evidente en los esquemas que
presentó Gendrop (1983) para dar cuenta de la cobertura territorial de los
estilos Río Bec y Puuc. En el correspondiente al estilo Río Bec, además de un
agrupamiento alrededor de un centroide (véase abajo), se observa una fuerte
dispersión desde sitios tan meridionales como La Tortuga y El Porvenir en el
Peten norte, cerca ya de las fronteras de México con Bélice y Guatemala, hasta
sitios tan septentrionales como Dzehkabtún y Dzibilnocac, ya dentro de la
región Chenes. Igualmente, las tres fases que Gendrop propone para la
arquitectura Puuc (la temprana, la caracterizada por la decoración de
junquillos, y la terminal, cuyos elemento diagnósticos son el « petatillo », el
« encaje », las grecas y los mascarones de Chac), todas ellas conforman
distribuciones difusas (ibid., pp. 48-49; Figura 1).

FIG. 1 – Mapa regional mostrando la localización de los sitios mencionados en el


texto.

4 Más allá de las tendencias inherentes a la condición del ser humano de


producir y reproducir, es posible ver en estas dispersiones otras razones.
Podría, por ejemplo, avanzarse la tesis de que la dispersión del estilo Río Bec,
estilo manifiesto en sitios concentrados en el área de Xpujil, Hormiguero, Río
Bec, Chicanná y Becán, pero que también se observa en sitios muy alejados del
área nuclear y en otros francamente aislados, obedece a formas de organización
social y de conformación territorial que no son sino productos históricos y
adaptativos. El modelo del cuchcabal propuesto por Okoshi (2007) a partir de
su análisis de manuscritos de Calkiní se ajusta a esta distribución de sitios y
rasgos, distribución que cuestiona la supuesta regla de que la cabecera pierde
su capacidad de atracción con la distancia, o, en otros términos, la idea de que
los sujetos próximos a una cabecera están relacionados con esa cabecera y no
con otra, más distante.
5 Habría que preguntarse sobre la razón detrás de la irracionalidad aparente,
preguntarse sobre el hecho de que sitios muy próximos a centros de población
mayor, en ocasiones no tienen relación con esos sitios sino con otros,
significativamente más distantes. ¿Cuál es la razón, en otras palabras, de esta
convivencia de extraños? ¿Qué hizo posible en el despertar del Clásico tardío
qué Kohunlich haya optado por formas de expresión cultural típicas de
regiones muy distantes al tiempo que se alejaba de las que existían en sitios
cercanos como Dzibanché? La respuesta obliga al paso del análisis sincrónico al
diacrónico.
6 No faltan razones que podrían explicar patrones de dispersión de este tipo:
pugnas entre grupos de interés, reposicionamientos alrededor de nuevos
centros de poder, nuevas alianzas políticas y matrimoniales serían algunas de
ellas. Otra posible interpretación al patrón de rasgos arquitectónicos del estilo
Río Bec se deriva del modelo de Sahlins (1967), elaborado a partir de su
análisis de los linajes segmentarios de los Tiv y Nuer. Según este modelo, la
organización de linajes segmentarios responde con eficacia a la necesidad de
incorporar tierras ajenas para una población en crecimiento. En la disputa por
las nuevas tierras, la organización de linajes segmentarios responde
aglomerando segmentos que, en otras circunstancias, operarían de manera
independiente e, incluso, como antagónicos. Los segmentos funcionan, de esta
manera, como pares en oposición complementaria. Lo que estaríamos viendo
en un momento dado sería, según este modelo, una dispersión con
asentamientos a diferentes distancias del centro del territorio tribal, algunos de
ellos ya ubicados en territorio enemigo. Dispersiones similares de rasgos
culturales pueden producirse también por la presencia de comerciantes
intercambiando bienes entre comunidades distantes, o por prácticas de
reciprocidad entre élites aliadas, o simplemente por la transmisión de bienes
de prestigio e ideas en un patrón de dispersión del tipo « múltiples
desplazamiento de distancias ». Con frecuencia, tales dispersiones han sido
interpretadas bajo el esquema general de « esferas de interacción » y, en casos
especiales, bajo el modelo general de « sistema mundo » que no es sino un
derivado, con múltiples ajustes, del modelo de « economía mundo » de
Wallerstein (1997).
7 En este texto quisiéramos proponer una interpretación particular a estas
inusuales dispersiones de rasgos culturales. Tal alternativa está basada en las
diferencias que hemos notado al comparar la arquitectura de Kohunlich con la
de Dzibanché, ambos sitios en el sur de Quintana Roo y, sobre todo, al
comparar sus respectivos desarrollos históricos durante el Clásico medio y
tardío (550-850 d.C.). Durante este periodo Kohunlich evolucionó hacia una
variabilidad de arquitecturas y proliferación de estilos, entre los que la
presencia del estilo Río Bec se exteriorizó en algunos de sus edificios, mientras
que el estilo afloró tímidamente en Dzibanché. De esta manera la comparación
de las dos historias de arquitecturas monumentales, no solamente en edificios
particulares (con sus dimensiones, funciones y asociaciones), sino también en
los detalles estilísticos que muestran, lleva a entender las transformaciones
políticas en el curso final del Clásico en la franja norte de las tierras bajas
centrales, reflejadas en la distribución de estilos arquitectónicos.

La arquitectura de Kohunlich
(Figura 2)
8 La arquitectura de Kohunlich del Clásico tardío está marcada por una notoria
diversidad.

FIG. 2 – Plano del área central de Kohunlich.


9 En un texto previo presentamos nuestras primeras ideas al respecto (Nalda y
Balanzario 2006). La secuencia constructiva de este periodo (600-800 d.C.)
inicia con una arquitectura tipo Río Bec y concluye con una serie de proyectos
arquitectónicos que integran elementos aislados reconocibles en otras regiones
del área maya (Figura 3). Los productos finales retienen, sin embargo, una
originalidad que justifica ser tratados como estilos propios.

FIG. 3 – Secuencia constructiva de Kohunlich durante el Clásico tardío-terminal.

10 El estilo Río Bec de Kohunlich, únicamente se encuentra en la sub-estructura


de la llamada Acrópolis, así como en un pequeño edificio en el extremo
poniente del Juego de Pelota. De la Acrópolis1 se preservan dos torres atípicas
(Andrews 1987), sin templo que las remate; tienen escaleras simuladas,
esquinas redondeadas y molduras de atadura, distribuidas uniformemente a
todo lo alto de las torres. El edificio de la Acrópolis es un conjunto de galerías
formadas por cuartos abovedados que se cierran a cerca de 8 m sobre el nivel
de su piso; la fachada oriente está decorada con molduras horizontales que
prolongan las que adornan la torre asociada; tales molduras se combinan con
elementos verticales que se ajustan al diseño general de las torres. Finalmente,
en la esquina noreste de esta misma fachada se colocó una especie de
contrafuerte que más que elemento que asegure la estabilidad estructural
parece operar como elemento decorativo adicional (Figuras 4 y 5).
FIG. 4 – Kohunlich, fachada oriente de la Acrópolis (fotografía cortesía del
Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).

FIG. 5 – Kohunlich, fachada oriente de la Acrópolis (dibujo del Proyecto Sur de


Quintana Roo 1997).

11 Sobre el nivel de remate de estas torres fueron construidos otros cuartos,


todos ellos alrededor de un patio. Cinco de estos últimos cuartos muestran
rasgos compartidos: moldura basal con grupos de tres tamborcillos
enmarcados, jambas redondeadas y columnas esquineras embebidas (Figuras 6
y 7).

FIG. 6 – Kohunlich, dibujo reconstructivo del Conjunto del Patio Elevado.


Orientación Poniente. Dibujo: Nicolas Latsanopoulos (Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 1999).
FIG. 7 – Kohunlich, Edificio Sureste del Conjunto del Patio Elevado (fotografía
cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).

12 Con base en estos rasgos, típicos de la arquitectura Río Bec según Andrews,
este autor consideró que columnas y cuartos eran partes integrantes de un
mismo proyecto arquitectónico y, por tanto, contemporáneos (Andrews 1987,
p. 28). Debe tomarse en cuenta, sin embargo, que el paño externo de los muros
de estos cuartos (colapsados prácticamente en su totalidad) forzosamente se
habría proyectado verticalmente, más allá del remate de las torres2.
Adicionalmente, hay que considerar que las galerías del edificio y los
paramentos asociados a sus fachadas fueron embutidos para crear un gran
basamento, conformando la plataforma de sustentación, en la que desplantan
los cuartos del Conjunto del Patio Elevado. No puede, por tanto, postularse que
los cuartos en el patio elevado y torres estilo Río Bec sean contemporáneos. La
confusión de Andrews parece ser consecuencia de que nunca vio explorados y
restaurados – como se ven hoy día – los cuartos alrededor del Patio Elevado, ni
los desplomes que se produjeron al retiro del relleno de los cuartos asociados a
las columnas, los cuales permiten ahora ver con claridad la relación entre
cuartos de ambas fases constructivas. La distancia temporal entre ambas fases
puede ser corta o larga, pero no puede soslayarse el que sean términos
independientes de una secuencia.
13 En apoyo a esta tesis debe señalarse que, en un texto posterior, el mismo
Andrews (1994) considera a las columnas esquineras como típicas del estilo
Chenes y anómalas para el Río Bec; igualmente interesante resulta el que ya
en 1985 este autor presenta a los tamborcillos agrupados en las molduras
basales como típicos del estilo Río Bec, pero frecuentes en la arquitectura
Chenes. Es de hacerse notar, también, la presencia de jambas redondeadas, un
rasgo común en Edzná, sitio con el cual Kohunlich comparte muchos rasgos de
su arquitectura (Nalda y Balanzario 2006). Finalmente, debe señalarse que el
elemento quizás más distintivo de la arquitectura de los cuartos en el Patio
Elevado de la Acrópolis de Kohunlich (ver más adelante) – los nichos
decorando sus fachadas – no está incluido en las listas elaboradas por Andrews
para dar cuenta de lo particular a cada uno de los estilos que estudia (Río Bec,
Chenes, Chenes-Puuc, Puuc temprano y tardío), sin duda por tratarse de un
rasgo « atípico » en cualquiera de ellos. Todo esto señala una proximidad
formal entre la arquitectura de Kohunlich y la de la zona Chenes, más clara que
la que pudo haber mantenido con el área de Río Bec; marca también una fuerte
dosis de desarrollo local en la arquitectura de Kohunlich del Clásico tardío.
14 En nuestra opinión, los cuartos alrededor del Patio Elevado de la Acrópolis
de Kohunlich responden a un estilo particular. Lo conocemos como « estilo
Pixa’an » por ser en el complejo habitacional de ese mismo nombre donde se
encuentra su ejemplo más completo. El edificio en cuestión es una estructura
de paramentos lisos revestidos de pequeños sillares – bien cortados y colocados
sin mezcla aparente –, jambas redondeadas en el vano central, molduras
basales enmarcando tamborcillos planos, columnas embebidas en las esquinas
y plataforma del edificio, y nichos en todas las fachadas (Figuras 8 y 9). El
edificio tiene cuatro cuartos, dos de ellos proyectados más allá de la fachada del
bloque central; están equipados con banquetas y amplios nichos en su interior,
lo que da al proyecto arquitectónico carácter residencial.

FIG. 8 – Kohunlich, Palacio del Conjunto Pixa’an, fachada sur (fotografía cortesía
del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).

FIG. 9 – Kohunlich, Palacio del Conjunto Pixa’an, fachada lateral poniente


(fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
15 Además del Complejo habitacional Pixa’an y de los edificios en la mitad sur
del Patio Elevado de la Acrópolis, el estilo aparece en la estructura monumental
que bordea el costado poniente de la Plaza de las Estelas; este último es, de
hecho, una réplica exacta del edificio mencionado en el complejo Pixa’an.
Variantes del mismo se encuentran en otros edificios del sitio: en los complejos
habitacionales Nororeste y de los 27 Escalones, así como en el Conjunto Norte.
Son estos últimos ejemplos en los que se advierte la ausencia de uno o varios de
los rasgos presentes en la versión « típica », verdaderas simplificaciones del
proyecto tipo Pixa’an, quizás por ser construcciones más tardías. En efecto, la
arquitectura más tardía de la primera fase del Clásico tardío muestra una
tendencia hacia la austeridad: aplicado a la arquitectura doméstica, el estilo
Pixa’an es remplazado por una propuesta en la que las banquetas ocupan un
área mayor, los elementos decorativos en el exterior se eliminan, y las fachadas
son revestidas con piedras careadas, ajustadas con cuñas y colocadas con
gruesas juntas de acalche y sascab (mortero de cal y arena); la elegancia da
paso a la funcionalidad, un cambio entendible si se considera que hacia esas
fechas Kohunlich alcanzaba su clímax demográfico.
16 En la segunda mitad del Clásico tardío (700-800 d.C.), aparece un nuevo
estilo que hemos interpretado como indicador de un nuevo desplazamiento
poblacional. En ese estilo las columnas embebidas se colocan en la fachada
principal y ya no en las esquinas, como en el estilo Pixa’an. Una variante de
este estilo es el de las fachadas porticadas con columnas achatadas hacia el
espacio interior, pareadas y enmarcadas, y columnas embebidas en los
extremos de la misma fachada; estratigráficamente es posterior al estilo Pixa’an
en el Patio Elevado de la Acrópolis. Se encuentra presente en la Plaza de las
Estelas y, de manera especial, en el costado norte de la Plaza Merwin
(Figura 10).
17 Un estilo más, el de Las Vías, completa el espectro arquitectónico de
Kohunlich en el Clásico terminal. Se trata de un estilo (fechado hacia 900 d.C.)
en el que se combinan plataformas angostas y alargadas que se dispusieron en
tándem y en líneas paralelas, dejando un estrecho callejón entre líneas
adyacentes (de ahí el nombre con que se conoce al estilo), así como estructuras
de dimensiones mayores de planta cuadrangular, equipadas con una o dos
escaleras de « piedras paradas », ubicadas en fachadas opuestas (Figura 11). Se
trata de una propuesta de finales del Clásico que posiblemente se prolongó
hasta el abandono de Kohunlich hacia el año 1000/1050 d.C.
FIG. 10 – Kohunlich, Edificio de las columnas pareadas, Plaza Merwin (fotografía
cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).

FIG. 11 – Plataforma de doble escalera conformada por « piedras paradas ».


Conjunto de Las Vías (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).

18 El Clásico tardío y terminal, fue la época de mayor crecimiento en la


población de Kohunlich, reflejado en su arquitectura y en la construcción de
complejos arquitectónicos habitacionales compuestos por 10 a 20 estructuras
dispuestas alrededor de patios, presididos por edificios de gran tamaño, o
« palacios ». En el área central, existen alrededor de 20 complejos
residenciales, tres de ellos se han excavado en su totalidad, se les conoce con
los nombres de Conjunto Noroeste, Conjunto Pixa’an y Conjunto de los
27 Escalones; en el resto de los conjuntos se han realizado exploraciones
estratigráficas.
19 En este periodo, Kohunlich se transformó en una sociedad obligada a
participar en el intercambio de materias primas esenciales, las cuales se
encuentran relativamente distantes. Productos como la miel, cacao y algodón,
más que maíz y otros alimentos básicos, debieron haber jugado un papel
central en el intercambio que compensaba las deficiencias regionales
señaladas: por un lado, entraban a la red de intercambios la sal y productos
marinos y lacustres –incluidos bienes de prestigio como espinas de manta raya,
conchas y caracoles marinos, quizás en bruto–, y, por otro, alimentos básicos,
cacao, algodón, miel y bienes de prestigio terminados, entre ellos artefactos de
jadeíta, pirita, acerina y hematita.
20 Durante el Posclásico Kohunlich continuó habitado por una población menor
a la registrada en el Clásico terminal3. Continuaron viviendo entre ruinas,
acondicionando cuartos y plataformas ubicadas alrededor de los edificios
principales o en los conjuntos habitacionales; la presencia de ofrendas del tipo
« acumulaciones inusuales », depositadas sobre los pisos y entre derrumbe,
confirman la convivencia en cuartos abandonados y cuartos habitados
mantenidos adecuadamente. A lo largo de este periodo, sobre los edificios
principales los mayas depositaron ofrendas de incensarios y vasijas de los tipos
cerámicos Navula y Rojo Tulum.

La arquitectura de Dzibanché
(Figura 12)
Fig. 12 – Plano del área central de Dzibanché.

21 No cabe duda que ninguno de los estilos mencionados aparece en Dzibanché.


Sólo en uno o dos de los edificios explorados se distinguen rasgos típicos de la
arquitectura Río Bec o Chenes (o, en todo caso, Puuc). No deja de sorprender
esta situación si se considera que entre Kohunlich y Dzibanché hay tan sólo
25 km de distancia en línea recta. Vistos exclusivamente desde la perspectiva
de sus respectivas arquitecturas del Clásico tardío, resulta evidente que se trata
de dos sitios con desarrollos que poco o nada tienen en común (Figura 13).
FIG. 13 – Cuadro comparativo de las secuencias estilísticas de Río Bec,
Dzibanché y Kohunlich.

22 En Dzibanché los estilos dominantes en el Clásico medio y comienzos del


tardío son de carácter local. Entre ellos destaca el de las pilastras pareadas,
caracterizado por la decoración de sus templos a base de paneles limitados por
pilastras en pares, bóvedas muy altas de doble desarrollo, y tensores en los
extremos de las estrechas crujías internas, así como por sus basamentos de
cuerpos con tableros enmarcados y apoyados en taludes basales. De este tipo
de arquitectura sólo tenemos conocimiento de una estructura en Calakmul; en
Dzibanché existen al menos cinco ejemplos, todos ellos de arquitectura
monumental. Tal y como hemos señalado en otros textos, este estilo es del
Clásico medio (450-600 d.C.) y está fuertemente asociado a la dinastía Kan en
Dzibanché (Nalda y Balanzario 2008; Figuras 14 y 15).

FIG. 14 – Dzibanché, Edificio E2, « Templo de los Cormoranes », detalle de la


fachada norte del templo (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2004).

Fig. 15 – Dzibanché, Templo y basamento del Edificio E2, fachada principal


(occidente) (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).
23 En residencias de elite de esta misma época o un poco más tardías, es posible
encontrar una arquitectura a base de molduras remetidas y esquinas
redondeadas que, aunque distantes, recuerdan las molduras delantal y las
combinaciones de moldura basal remetida-doble talud, típicas de la
arquitectura petenera. Ninguno de estos estilos se encuentra en Kohunlich,
ninguno guarda relación formal alguna con los estilos contemporáneos de Río
Bec o Pixa’an.
24 No será sino hasta la segunda mitad del Clásico tardío y el terminal, que
aparecerán en Dzibanché rasgos arquitectónicos aislados que podrían tener
como referente a los estilos Río Bec o Pixa’an. No aparecerán, sin embargo,
estructuras de fachadas con columnas embebidas ni edificios dispuestos en
« vías », como en Kohunlich.
25 Tales diferencias obligan a preguntar, primero cómo es que la onda
expansiva del estilo Río Bec haya alcanzado lugares tan remotos hacia el este,
como Nicolás Bravo y Kohunlich, sin afectar sitios como Dzibanché, y, en
especial, cuáles fueron las situaciones y mecanismos que produjeron ese patrón
que desafía la racionalidad del modelo de gravedad según el cual los sitios de
tamaño menor caen en la órbita de los sitios mayores más próximos. Y,
segundo, ¿cuál es la razón de que la difusión del estilo Río Bec haya sido más
intensa hacia el norte, hacia la zona Chenes, y de que haya tenido poca
penetración en el resto de las direcciones? En especial habría que preguntarse
sobre la razón detrás del hecho de que en Dzibanché el estilo Río Bec haya
pasado inadvertido o, en todo caso, haya sido adoptado parcial y tardíamente.

Los nuevos hallazgos en Dzibanché


26 Cualquier respuesta a estas preguntas tiene que partir, forzosamente, de la
tesis de que la arquitectura la cual, como cualquier otro rasgo cultural
significativo, tiene como referente a la totalidad social y al individuo creativo y
ejecutor de variantes, es un indicador potencial de orígenes y alianzas y,
aunque temporalmente desfasada respecto al cambio social que podría reflejar,
también es un indicador de sometimientos.
27 Es preciso señalar, primero, que a diferencia de la arquitectura propia de las
regiones Chenes y Puuc, la del estilo Río Bec, caracterizada en esencia por sus
torres piramidales con escaleras falsas, rematadas o no por templos igualmente
falsos, se centra en un área relativamente bien definida en la que destacan los
sitios de Xpujil, Hormiguero, Río Bec, Okulhuitz y Payan, entre otros. Es
también importante hacer notar que las fechas que se tienen para ese estilo,
como estilo dominante en pleno desarrollo pertenecen a la primera mitad del
siglo VII, fecha en la que Calakmul vivía su clímax demográfico: es en esa época
cuando se talla la mayor parte de las estelas encontradas en ese sitio (Martin y
Grube 2000). La región nuclear del estilo Río Bec, y Calakmul, podrían, de esta
manera, pensarse como dos grandes focos de desarrollo de inicios del Clásico
tardío, autónomos, con propuestas diferentes en cuanto a organización del
espacio, cultura material y, sobre todo, con capacidad de someter o influenciar
a pueblos vecinos y distantes.
28 Creemos ahora que en esa misma época (600/650-800 d.C.) existía en la
región un tercer foco, el de Dzibanché. La idea está basada en la información
que está siendo generada con los nuevos trabajos arqueológicos que se vienen
realizando en este sitio, información que sin duda requiere de un análisis más
profundo pero que estimamos ser suficiente para la construcción de una
hipótesis alternativa sobre la cuestión de la dispersión del estilo Río Bec a
partir de su área nuclear.
29 Éramos de la opinión que, con la reubicación de la dinastía Kan en Calakmul
hacia el primer cuarto del siglo VII, Dzibanché había entrado en una especie de
letargo social caracterizado, en esencia, por una caída sensible en el ritmo de
construcción en los espacios públicos; por una contracción del área ocupada
por las unidades habitacionales del común de la gente; y, en general, por un
debilitamiento del poder y roles que hasta entonces había ejercido la elite.
Paralelamente se habría producido una declinación paulatina de la importancia
de Dzibanché en la región, declinación que se habría acentuado hasta el
abandono del sitio en el Posclásico tardío.
30 Los nuevos trabajos en Dzibanché (2008-2009) están descalificando estas
ideas que, en gran medida, parecerían tener como origen el haber concedido
demasiada importancia a la dinastía Kan y, en particular, a su aparición tardía
en Calakmul. Las nuevas excavaciones han puesto al descubierto residencias de
elite de evidente monumentalidad, construidas en el Clásico medio e inicios del
tardío (550-650), así como edificios de carácter administrativo, igualmente
masivos y de la misma época, que hacen de Dzibanché un sitio de gran
importancia aun después de la supuesta reubicación de la dinastía Kan en
Calakmul. Cuestionan, de hecho, la idea de una reubicación de esa dinastía en
Calakmul, al menos tal y como hasta ahora la habíamos pensado.
31 Los nuevos trabajos se han centrado en la Pequeña Acrópolis y la Plaza Pom
(Figura 12). La primera es un conjunto de cuatro estructuras de muros lisos y
frisos decorados con figuras de estuco modelado, entre ellas rostros humanos,
monstruos y glifos. Su arquitectura, más bien austera, impresiona por su
monumentalidad. El edificio principal en el conjunto mide 60 metros de punta
a punta. Es el de mayor longitud en Dzibanché; tiene dos galerías sin divisiones
(Figuras 16 y 17) aplanados de estuco de color rojo decorados con cenefas en
color ocre y está flanqueado por dos estructuras que más que construcciones
independientes parecerían ser extensiones del primero. Al frente, cerrando el
paso al edificio principal, se levanta una cuarta estructura de una sola galería.
Llama la atención en este conjunto el que ninguno de los edificios fue equipado
con banquetas; esta característica, por sí sola, sugiere que el conjunto fue
proyectado para satisfacer necesidades distintas de las de habitación.
Igualmente llamativo es el hecho de que sus paredes estén cubiertas de grafiti,
de naturaleza figurativa o abstracta, que tocan temas diversos. No se trata de
dibujos realizados cuando el edificio ya había sido abandonado pues, en
algunas áreas se notan dos capas de estuco sobrepuestas con grafiti en ambas,
lo que significa que el edificio estaba recibiendo mantenimiento mientras sus
paredes se llenaban de grafiti y, por otro lado, que los grafiti no se realizaban
para la posteridad. Esto, más el hecho de que los grafiti fueron hechos por
personas sin habilidad especial para el dibujo, sugiere que fueron realizados al
momento de hacer alguna presentación en el contexto de algún acto oficial de
audiencia, en los espacios cubiertos por los edificios de la Pequeña Acrópolis,
es decir que fueron símbolos que apoyaban o asentaban un argumento o una
petición que se iba a presentar. Todo ello refuerza la idea que los edificios de la
Pequeña Acrópolis tuvieron función administrativa, que el conjunto
arquitectónico operó como espacio abierto en el que se resolvían cuestiones
mundanas y, quizás, donde se ventilaban las relaciones con otros centros de
poder.

FIG. 16 – Dzibanché, Pequeña Acrópolis, Edificio Poniente, galería interna


(fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
FIG. 17 – Dzibanché, Pequeña Acrópolis. Edificio Poniente, fachada principal
(fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
32 La Plaza Pom es un conjunto de cinco edificios alrededor de una plaza. Todos
fueron decorados profusamente a base de estucos modelados con
representaciones de deidades y personajes diversos, y registros con glifos, entre
ellos el glifo emblema de la dinastía Kan (Figura 18). A diferencia de los
ubicados en la Pequeña Acrópolis, todos los edificios en la Plaza Pom fueron
equipados con banquetas, circunstancia que obliga a pensar que el conjunto
sirvió de residencia de personas relacionadas entre sí por vía parental o por
afinidad ocupacional. Por las dimensiones del cuarto en el que se encuentra,
por su diseño especial –más elaborado de lo normal– y por la posición
relevante que ocupa en el edificio principal del conjunto, llama la atención la
banqueta tipo « trono » ubicada en el eje mayor del edificio situado en el
costado sur de la plaza (Figura 19). Es de hacerse notar, adicionalmente, que si
acaso en algún momento la Plaza Pom podía accederse con relativa facilidad,
con el tiempo el acceso quedó bloqueado casi en su totalidad.

FIG. 18 – Dzibanché, Plaza Pom, Edificio Sur, estuco en relieve del glifo emblema
de la dinastía Kan (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).

FIG. 19 – Dzibanché, Plaza Pom, vista general del Edificio Sur (fotografía cortesía
del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).

33 Después de mucho trabajo de excavación en este conjunto habitacional, no


hemos encontrado sino un estrecho pasadizo que comunica la Plaza Pom con
edificios en su exterior: todos los vanos que comunicaban esa plaza con los
espacios adyacentes, la Plaza Norte y la Plaza Poniente, fueron tapiados. El
pasadizo que se habilitó cruza, por cierto, un conjunto de cuartos que obliga a
un zigzagueo antes de alcanzar la plaza. Después de ese paseo, quien deseara
llegar al personaje que ocupaba el cuarto central del Edificio Sur ascendería por
una escalera que, en algún tiempo, parece haber sido cortada a fin de obligar el
paso por dos angostas e incómodas escaleras habilitadas a ambos extremos del
edificio. Todo ello evidencia que cuarto y banqueta al centro del edificio
principal de la Plaza Pom corresponden a una posición de mando y control. Y
no sólo sobre quienes ocupaban el resto de los edificios en la Plaza Pom, sino, a
juzgar por su posición respecto a la Pequeña Acrópolis, locus de la burocracia y
del centro ideológico de Dzibanché, es decir la Plaza Xibalba y la Plaza Gann,
sobre todo el sitio y su dominio. La Plaza Pom sería, de esta forma, no
solamente un conjunto residencial de elite sino, muy probablemente, la
residencia del k’uhul ajaw de Dzibanché.
34 La idea está reforzada por el descubrimiento adicional del glifo emblema Kan
en una vasija de cerámica del Clásico tardío, faceta temprana, en el interior del
edificio que ocupa el extremo norte de la Plaza Pom. Una lectura preliminar de
los glifos esgrafiados en la vasija (hecha por Velásquez, com. pers. 2009) da
cuenta de un kalomte y de un hermano mayor del señor de la dinastía Kan. Es
temprano para hacer una propuesta de interpretación del significado de estos
glifos, por ello nos limitamos a señalar que a comienzos del Clásico tardío
existía más de un personaje asociado a la dinastía Kan y que uno de ellos,
quizás el descrito en la vasija como hermano mayor, vivía en Dzibanché. De ser
así, no sería extraño el que en el siglo VII se hubiese dividido la dinastía Kan y
que quienes ostentaban el título de k’uhul ajaw en Calakmul no fueran sino
una rama de esta dinastía, no necesariamente producto de una escisión
violenta si nos atenemos a la forma incluyente en la que se presenta el glifo Kan
en la inscripción de la vasija mencionada. No se llega, sin embargo, a la misma
conclusión si basamos nuestro juicio en la información contenida en los
estucos modelados del Juego de Pelota 2 (véase infra). Al respecto, es de
hacerse notar que la estratigrafía y los materiales contenidos en el Edificio Sur
de la Plaza Pom indican que ese edificio fue construido sobre una estructura del
Clásico temprano y que el cuarto y banqueta que habrían sido residencia del
k’uhul ajaw de Dzibanché fueron construidos en la fase Bejuco de la secuencia
de Becán, es decir, entre 600 y 700 d.C., fecha compatible con el primer
acercamiento que estamos haciendo a la interpretación de estos glifos.

Una posible interpretación de las


diferencias entre secuencias de
Dzibanché y Kohunlich
35 Existen evidencias que sugieren que en Dzibanché, a comienzos del Clásico
tardío (hacia 700 d.C.) se confrontaron grupos de intereses antagónicos. Si uno
se atiene al hecho de que los rostros de los personajes portadores de símbolos
asociados al poder fueron totalmente destruidos en el friso del Juego de
Pelota 2, mientras que el único individuo de estatus menor en ese mismo friso
fue respetado (Figura 20), es posible inclinarse hacia la posibilidad de que el
enfrentamiento no fue entre grupos de poder integrantes de uno o de diferentes
grupos dinásticos, sino entre la elite gobernante y lo que podríamos llamar la
base social. Esta idea está reforzada por el hecho de que ninguno de los
cautivos encontrados en el Edificio de los Cautivos de la Plaza Gann de
Dzibanché, sufrió agresión alguna a pesar de que seguramente estuvieron a la
vista en la época en que se dieron los enfrentamientos de inicio del Clásico
tardío. Una suerte diferente, por cierto, habría tenido el estuco del Clásico
medio del personaje con cuerpo de jaguar reticulado portando antorchas
cruzadas en el Edificio T2 de Tutil: su rostro, y sólo su rostro, fue destruido en
su totalidad como lo fueron los personajes en el friso del Juego de Pelota 2
(Nalda y Balanzario 2007; Figura 21).

FIG. 20 – Dzibanché, detalle del friso de estuco del Juego de Pelota 2 (fotografía
cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2003).

FIG. 21 – Dzibanché, Conjunto Tutil, Edificio T2, mural de estuco localizado en la


crujía interna. Dibujo de Sandra B. Balanzario (Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2007).
36 Es innegable, por tanto, que en el Clásico tardío debió haberse producido en
Dzibanché (y seguramente en toda la región, dada la importancia de Dzibanché
en esa época) una desestabilización política y un consecuente sentido de
inseguridad que habría orillado a algunos de los sitios de la región a buscar
aliados y protección en otros lugares. Kohunlich habría sido uno de esos sitios.
Ese sería el momento de la intrusión de la cultura material asociable a la región
del Río Bec. Se trataría sin embargo de una crisis de corta duración aunque de
fuerte impacto en la región, pero de la cual Dzibanché se recuperaría pronto,
con permanencia o ausencia de la dinastía Kan en el sitio, o, más
probablemente, con una rama de esa dinastía asentada en Dzibanché.
37 En esos tiempos Kohunlich había dejado atrás el sistema político altamente
centralizado, evidente en la arquitectura monumental de años previos (e.g.,
Plaza Yaxná, Templo de los Mascarones) y habría entrado a un sistema cuyo
reflejo material se encuentra en el palacio del Complejo Pixa’an y el edificio que
ocupa el borde poniente de la Plaza de la Estelas (Edificio B2 « El Rey »
Figuras 2 y 22). Este último es transicional y hasta atípico, en el sentido de
consistir de un templo en el estilo Pixa’an –comúnmente hallado en espacios
habitacionales– rematando un alto basamento piramidal, arreglo común en el
Clásico temprano. La aparición en Kohunlich de los estilos Río Bec y Pixa’an
corre, entonces, paralela a la desestabilización política en Dzibanché; según
nuestra tesis consecuencia de ella.

FIG. 22 – Kohunlich, Plaza de las Estelas, Edificio B2 « El Rey », fachada principal


(fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
38 Lo que sucede en Kohunlich inmediatamente después de la aparición del
estilo Pixa’an es una restructuración del sistema social hacia una fuerte
fragmentación del poder. Los entierros de personajes notables se hicieron en
unidades habitacionales presididas por palacios. Uno de esos entierros fue
practicado en el relleno de un edificio post-estilo Chenes: es un gobernante del
momento, depositado con un par de platos de bordes encontrados labio contra
labio, uno de ellos con un glifo que ha sido leído hiin kajaw, « este es nuestro
señor » (Velásquez 2002). La posición de la tumba en el edificio principal del
Conjunto de los 27 Escalones, lo elaborado de su cámara mortuoria y la
relativamente rica ofrenda que lo acompañó fueron suficiente prueba del
estatuto del personaje enterrado. Comparado con los enterramientos del
Clásico temprano realizados en grandes basamentos piramidales acompañados
con ofrendas suntuosas, entierros en palacios como éste distaban mucho de
obviar la importancia del individuo inhumado.
39 En Dzibanché, la intensidad de la actividad constructiva de principios del
Clásico tardío (600-700 d.C.) demuestra que la desestabilización mencionada
tuvo que haber sido de corta duración. Pronto se habría recompuesto el poder
político y pronto se habrían sometido las relaciones sociales a una fuerte
centralización. La nueva recomposición se habría llevado por la ruta de la vieja
tradición arquitectónica petenera. Aparentemente se trataba de distanciarse
del proceso político que comenzaba a desarrollarse en el poniente y norte de la
península de Yucatán, desarrollo que culminaría con la aparición de nuevos
centros de poder y de renovación cultural (Becán, Río Bec, Kohunlich) que
opacaría lo que hasta el Clásico medio había tenido como protagonista a las
tierras bajas del sur. Desde la perspectiva de la arquitectura de Dzibanché
habría sido, por llamarlo de alguna manera, un « renacimiento » estratégico.
40 En nuestra opinión, la presencia Río Bec en Kohunlich es un fenómeno de
corta duración, es un estilo incipiciente y parece responder a la necesidad de
crear condiciones de estabilidad en un momento en que el panorama regional
se mostraba confuso y que el tercer polo de desarrollo, el de Dzibanché, había
desaparecido momentáneamente. En efecto, con la aparente estabilización de
la dinastía Kan en Dzibanché, los problemas de seguridad de Kohunlich se
habrían agudizado, estando este último centro demasiado cerca del viejo centro
de poder y demasiado lejos del aliado o aliados al que habían recurrido en
busca de protección. Lo que interpretamos como fragmentación, o sea la
reconversión arquitectónica hacia formas compatibles con lo que se estaba
desarrollando en ese momento en Dzibanché, parece haber sido el recurso
formal al que se apeló como muestra de al menos una neutralidad sin pérdida
de la relativa autonomía ganada por Kohunlich en el momento de la
declinación momentánea de Dzibanché.
41 Se trataría de una autonomía política, que no habría que confundir con la
que Kohunlich siempre tuvo respecto al desarrollo de su cultura y, en concreto,
a la adopción de proyectos arquitectónicos. A todo lo largo de su historia,
Kohunlich mostró una relativa autonomía en proyecto arquitectónico: en la
época en que el estilo Petén estaba generalizado en toda el área maya,
Kohunlich posiblemente estuvo bajo la influencia y dominio de un sitio tan
importante como Dzibanché y durante este periodo compartieron el estilo, pero
las diferencias de sus variantes particulares son notorias: el Edificio de Los
Mascarones en Kohunlich responde con precisión al estilo petenero « típico »
del Clásico temprano, tal y como lo hacen, por ejemplo, los Edificios E-11sub2 y
E-16sub4 de la Plaza Gann en Dzibanché; ahora bien, las diferencias entre, por
ejemplo, estos edificios y los encontrados en Kohunlich alrededor de la Plaza
Yaxná son sorprendentes. En Dzibanché no hemos encontrado basamentos de
planta elíptica, ni entierros en cámaras rematando basamentos, que sí se
construyeron en Kohunlich.
42 El « momento Pixa’an », igualmente de corta duración, habría quedado atrás
y en su lugar habrían aparecido proyectos arquitectónicos donde predominan
la austeridad, la simplicidad y la racionalidad en el gasto de la construcción de
estructuras habitacionales y de espacios públicos y, sobre todo, una
variabilidad que sugiere una preocupación por mostrar una posición de
neutralidad en relación con Dzibanché. Durante el Clásico tardío y el terminal,
aparece en Kohunlich una fuerte variabilidad cultural que sugiere tolerancia,
una falta de compromiso con una línea cultural precisa y, por tanto, con un
punto geográfico en particular.
43 En esa época Kohunlich abrió sus puertas a la migración, y al sitio
confluyeron grupos humanos con bagajes culturales sensiblemente diferentes:
hacen su aparición las columnas embebidas en muros (Los 27 Escalones,
La Gradería, Plaza Merwin), las fachadas porticadas con columnas pareadas
(Conjunto del Patio Elevado de la Acrópolis), los edificios de escalera doble
(Conjunto de las Vías), las plataformas con escaleras de piedras paradas (Plaza
Merwin) (véase Figura 3). Son estilos que se traslapan y convergieron con los
existentes, estilos representantes de costumbres y tradiciones de grupos
geográficamente distantes entre sí o provenientes de una misma región.
Análisis recientes de isotopos estables de estroncio, aplicados en una muestra
de 28 osamentas de estatus alto y medio provenientes del Conjunto de los
27 Escalones, permitieron confirmar que la mayoría de los individuos (21) son
locales, pertenecen a la formación geológica Estero Franco, zona de
emplazamiento de Kohunlich, relacionándose el resto de los individuos (7) a la
Formación Icaiché, área situada al poniente y centro de la península de
Yucatán (Balanzario 2013).
44 Los resultados obtenidos en el análisis de isotopos estables, la variabilidad de
estilos arquitectónicos y el sistema funerario permiten confirmar que en
Kohunlich existió la convivencia de varios linajes, producto de alianzas
matrimoniales y políticas, los que quizá tuvieron antepasados comunes. En ese
sentido, el recurso a la etnografía y las prácticas rituales reseñadas por varios
autores de la Colonia sustentan la tesis de la secuencia propuesta que, en
términos generales, señala un cambio hacia un poder político compartido,
similar al encontrado por los españoles en la región del Petén Itzá, reducto que
permaneció insumiso durante la mayor parte de la colonia, hasta 1697; se
diferenciaría de ese modelo por el hecho que la rotación del poder se habría
dado en Kohunlich entre representantes de los diferentes grupos del mismo
origen (quizás étnico si definimos a los grupos étnicos por la identificación que
expresan sus integrantes y no necesariamente por compartir una misma
lengua) y no por ser miembros de pueblos vecinos, al estilo del cuchcabal
(Okoshi 2007). Así, el asentamiento de Kohunlich se conformó de entidades
políticas cuyo espacio territorial se definió por un conjunto de complejos
residenciales, cuyos gobernantes estuvieron enlazados por relaciones de índole
política, económica y religiosa.
45 A finales del Clásico terminal y principios del Posclásico, existió un ambiente
de inestabilidad política, consecuencia de la ausencia de un proyecto
comunitario que suscribiera los intereses de todos los grupos de origen diverso
que integraban a Kohunlich. La presencia de ofrendas, denominadas
« acumulaciones inusuales », dispuestas al interior de los conjuntos
habitacionales sobre los pisos y en derrumbe (Balanzario 2011), conteniendo
restos de figurillas, concha, lítica tallada y pulida, metates miniatura, cerámica,
restos óseos humanos4 y de animales, demuestra la realización de ceremonias
de carácter ritual. Uno de estos metates miniatura fue roto en tres pedazos, en
el dorso fue grabado el glifo 3 Ahau, relacionado con el fin de un katún, inscrito
en 869 d.C., fecha relacionada con un momento de indudable crisis social
(Figura 23; Balanzario 2004, 2011).

FIG. 23 – Kohunlich, Conjunto Pixa’an, metate miniatura con glifo. Dibujo: Nicolas
Latsanopoulos (Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 1999).

46 Una proliferación similar de estilos en el Clásico tardío no se manifiesta en


Dzibanché sino muy tímidamente. Dzibanché parece pasar rápidamente de un
renacimiento vinculado a la dinastía Kan que pudo haberse prolongado todo el
siglo VII y quizás parte del VIII, a una pérdida paulatina de importancia en la
región y la conversión del gran centro de población en un pequeño
asentamiento que termina por extinguirse en el Posclásico tardío, en la fase que
Harrison (1981) bautizó con el nombre de Lobil (Nalda y Balanzario 2010).
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Notas
1 El complejo arquitectónico de la Acrópolis, denominado originalmente por Merwin
(1913), corresponde al producto de una larga actividad constructiva desarrollada
durante el Clásico tardío y terminal. No corresponde al tipo de edificio al que se le aplica
una denominación dentro de la arquitectura maya, pues no se trata de la superposición
de estructuras dentro de una composición tríadica. La mayor parte del complejo fue
explorado por Víctor Segovia y Aracely Pérez a mediados de los años 1970; no existe
ningún informe; la única información fue recuperada con los trabajadores del poblado
de Francisco Villa. En 1993-1994, se realizaron exploraciones en la mitad oriente del
Conjunto Patio Elevado, que junto con la realización de pozos estratigráficos
permitieron conocer la secuencia estratigráfica del basamento de la Acrópolis y de los
edificios que la rematan (Nalda et al. 1997, vol. I-A).
2 Durante el Clásico tardío (650-700 d.C.), las galerías de la Acrópolis fueron
rellenadas, sus fachadas fueron cubiertas con nuevos paramentos lisos en talud,
cubiertos con gruesos aplanados de estuco de color rojo. Sobre este gran basamento,
fueron construidos los edificios del Conjunto del Patio Elevado. Para acceder a este
conjunto hay que ascender por una amplia escalera, ubicada en la fachada poniente,
accediendo a través de un pasillo abovedado. Los once edificios que componen este
conjunto, están localizados alrededor de un patio central.
3 Enrique Nalda considera una población de « entre 5,000 y 10,000 habitantes para el
clímax demográfico del sitio, cantidad calculada por estimación del número de personas
que pueden ocupar cómodamente los espacios interiores de las estructuras de función
doméstica, durmiendo sobre las banquetas o directamente sobre bastidores o esteras
colocadas en el piso de los cuartos. El rango relativamente amplio en el estimado se
debe a que, aunque en Kohunlich se ha explorado un área habitacional inusualmente
grande y se ha sondeado extensivamente el área, no todas las estructuras están fechadas
con exactitud » (Nalda 2004, pp. 36-37). Para el clímax del Clásico tardío-terminal, la
estimación está basada en el análisis de espacios contenidos en los complejos
habitacionales de Los 27 Escalones y los Conjuntos Noroeste y Pixa'an, todos de esa
misma época, y la extrapolación de estos datos, considerando que en Kohunlich existen
al menos 20 de estos complejos. Habiendo contabilizado una población de alrededor de
250 personas en cada uno de estos conjuntos y tomando en cuenta que una parte de la
población vivía en zonas fuera de complejos habitacionales del tipo referido, la cifra
mínima asciende a 5,000 personas para el área central de Kohunlich (Nalda, com. pers.
2004).
4 A este periodo pertenecen los entierros depositados debajo de los pisos de estuco,
pertenecientes a la última época constructiva del edificio. Este tipo de entierros se
caracteriza por la ausencia de determinados huesos. En uno de los entierros
encontrados en Kohunlich (Entierro no. 2), se observó la ausencia de fémures, tibias y
peronés, en tanto que los huesos de los pies se encontraron completos y en relación
anatómica. La disposición de los restos óseos permite pensar que se trata de una
intrusión, con el retiro cuidadoso de los huesos faltantes, y no de una simple
vandalización de la tumba y su contenido. Al respecto, en las acumulaciones inusuales
se encontraron restos óseos desmembrados pertenecientes a varios individuos con
huellas post mortem. El tipo de manipulación del entierro representa un ceremonial que
trataría de la recuperación del poder depositado en los huesos, del reconocimiento de la
importancia del personaje enterrado y de su potencial en la realización de una
ceremonia propiciatoria (Balanzario 2004).

Índice de ilustraciones
Fig. 1 – Mapa regional mostrando la localización de los sitios
Título mencionados en el texto.
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-1.jpg
Ficheros image/jpeg, 228k
Título Fig. 2 – Plano del área central de Kohunlich.
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-2.jpg
Ficheros image/jpeg, 492k
Fig. 3 – Secuencia constructiva de Kohunlich durante el
Título Clásico tardío-terminal.
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-3.jpg
Ficheros image/jpeg, 256k
Fig. 4 – Kohunlich, fachada oriente de la Acrópolis (fotografía
Título cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-4.jpg
Ficheros image/jpeg, 468k
Fig. 5 – Kohunlich, fachada oriente de la Acrópolis (dibujo del
Título Proyecto Sur de Quintana Roo 1997).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-5.jpg
Ficheros image/jpeg, 116k
Fig. 6 – Kohunlich, dibujo reconstructivo del Conjunto del
Patio Elevado. Orientación Poniente. Dibujo: Nicolas
Título Latsanopoulos (Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 1999).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-6.jpg
Ficheros image/jpeg, 188k
Fig. 7 – Kohunlich, Edificio Sureste del Conjunto del Patio
Título Elevado (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2009).
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Ficheros image/jpeg, 200k
Fig. 8 – Kohunlich, Palacio del Conjunto Pixa’an, fachada sur
Título (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-8.jpg
Ficheros image/jpeg, 252k
Fig. 9 – Kohunlich, Palacio del Conjunto Pixa’an, fachada
Título lateral poniente (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-9.jpg
Ficheros image/jpeg, 196k
Fig. 10 – Kohunlich, Edificio de las columnas pareadas, Plaza
Título Merwin (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-10.jpg
Ficheros image/jpeg, 440k
Título Fig. 11 – Plataforma de doble escalera conformada por
« piedras paradas ». Conjunto de Las Vías (fotografía cortesía
del Proyecto Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-11.jpg
Ficheros image/jpeg, 420k
Título Fig. 12 – Plano del área central de Dzibanché.
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-12.jpg
Ficheros image/jpeg, 632k
Fig. 13 – Cuadro comparativo de las secuencias estilísticas de
Título Río Bec, Dzibanché y Kohunlich.
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-13.jpg
Ficheros image/jpeg, 504k
Fig. 14 – Dzibanché, Edificio E2, « Templo de los
Cormoranes », detalle de la fachada norte del templo
Título (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2004).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-14.jpg
Ficheros image/jpeg, 248k
Fig. 15 – Dzibanché, Templo y basamento del Edificio E2,
Título fachada principal (occidente) (fotografía cortesía del Proyecto
Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-15.jpg
Ficheros image/jpeg, 652k
Fig. 16 – Dzibanché, Pequeña Acrópolis, Edificio Poniente,
Título galería interna (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-16.jpg
Ficheros image/jpeg, 388k
Fig. 17 – Dzibanché, Pequeña Acrópolis. Edificio Poniente,
Título fachada principal (fotografía cortesía del Proyecto
Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-17.jpg
Ficheros image/jpeg, 340k
Fig. 18 – Dzibanché, Plaza Pom, Edificio Sur, estuco en
relieve del glifo emblema de la dinastía Kan (fotografía
Título cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-18.jpg
Ficheros image/jpeg, 84k
Fig. 19 – Dzibanché, Plaza Pom, vista general del Edificio Sur
Título (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-19.jpg
Ficheros image/jpeg, 136k
Fig. 20 – Dzibanché, detalle del friso de estuco del Juego de
Título Pelota 2 (fotografía cortesía del Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 2003).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-20.jpg
Ficheros image/jpeg, 484k
Fig. 21 – Dzibanché, Conjunto Tutil, Edificio T2, mural de
estuco localizado en la crujía interna. Dibujo de Sandra B.
Título Balanzario (Proyecto Arqueológico Dzibanché-
Kohunlich 2007).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-21.jpg
Ficheros image/jpeg, 156k
Título Fig. 22 – Kohunlich, Plaza de las Estelas, Edificio B2 « El
Rey », fachada principal (fotografía cortesía del Proyecto
Arqueológico Dzibanché-Kohunlich 2009).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-22.jpg
Ficheros image/jpeg, 320k
Fig. 23 – Kohunlich, Conjunto Pixa’an, metate miniatura con
Título glifo. Dibujo: Nicolas Latsanopoulos (Proyecto Arqueológico
Dzibanché-Kohunlich 1999).
URL http://jsa.revues.org/docannexe/image/14072/img-23.jpg
Ficheros image/jpeg, 78k

Para citar este artículo


Referencia en papel
Enrique Nalda y Sandra Balanzario, « El estilo Río Bec visto desde Dzibanché y
Kohunlich », Journal de la société des américanistes, 100-2 | 2014, 179-209.

Referencia electrónica
Enrique Nalda y Sandra Balanzario, « El estilo Río Bec visto desde Dzibanché y
Kohunlich », Journal de la société des américanistes [En línea], 100-2 | 2014, Publicado
el 01 enero 2016, consultado el 05 septiembre 2017. URL : http://jsa.revues.org/14072 ;
DOI : 10.4000/jsa.14072

Este artículo es citado por


• Straulino Mainou, Luisa. Sedov, Sergey. Soler Arechalde, Ana. Pi Puig,
Teresa. Villa, Gerardo. Balanzario Granados, Sandra. Doménech-Carbó,
María-Teresa. Osete-Cortina, Laura. Leonard, Daniel. (2016) Maya Lime
Mortars—Relationship between Archaeomagnetic Dating,
Manufacturing Technique, and Architectural Function—The Dzibanché
Case. Geosciences, 6. DOI: 10.3390/geosciences6040049

Autores
Enrique Nalda
Dirección de Estudios Arqueológicos (INAH), obra póstuma 2010†

Sandra Balanzario
Centro INAH Quintana Roo [sbalanzario@yahoo.com]

Derechos de autor
© Société des Américanistes

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