Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Comparto de nuevo mi relato, con una tristeza por el dolor de esta familia, y con el
anhelo de que esta guerra se acabe por fin, y para que en Colombia -por las razones
que sean- los jvenes nunca ms sean obligados a "elegir" la guerra, y por el
contrario, tengan las condiciones necesarias para elegir la Vida.
"Casi guerrillera"
Era silenciosa, una virtud poco frecuente en las personas de mi tierra. Despus de
tanto insistirle accedi a salir conmigo.
Me traa loco. No s si era por el acento de su voz, -aquella forma de hablar propia
de las gentes de las montaas de Antioquia-, como si hubiese salido de la casa de
las dos palmas. No s si era por sus ojos claros, o por su piel blanca, que aunque
ya plida an dejaba entrever la nia de cachetes rosados del pueblo fro que un
da fue. No s al fin por qu, pero puse en ella toda mi ilusin.
En aquel primer paseo escuch muy atenta cada una de las aventuras que le
relataba. Era tan poco lo que hablaba que ms que un dilogo, parecamos
ejecutando un monlogo, donde ella era el pblico y yo el nico actor. De repente
entend que estaba hablando demasiado y permit un silencio entre los dos.
Tena muchas preguntas que quera hacerle. Mientras la miraba, ella solamente
segua con su calma natural, no me aguant y le hice todas las preguntas a la vez.
Ella sigui callada. Yo deduje que an no le generaba tanta confianza como para
que me contara ms y por recato no le insist ms. Pero yo segua igual de inquieto.
Adems record que a uno en Colombia lo pueden matar no ms por hablar.
Con una calma infinita y una sonrisa discreta en su rostro, por fin me respondi:
No, que va, nada de poltica, yo de eso no entenda nada, ni en esa poca ni hoy.
Simplemente un da con mi amiga se nos ocurri irnos para la guerrilla, as no ms.
Pero, por qu? Insist. Las obligaron, tenan problemas en la casa, las
amenazaron, las sedujeron, las formaron? No, nada de eso. En ese punto se
sonri ms y prosigui. Nosotras veamos que los guerrilleros vivan muy bueno y
nos dieron ganas de irnos para all. Y entonces qu pas? El da que nos fuimos
a m no me aceptaron porque no tena botas. Mi amiga si las tena y se la llevaron.
A m me dejaron porque estaba con unos zapatos que no eran adecuados y me
dijeron que despus volvan por m pero nunca regresaron.
Volvi a quedarse en silencio, con una placidez genuina que avergonz mi mente
febril.