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La historia del arte es la historia del punto de vista . O mejor dicho el punto de vista
evoluciono a lo largo de la historia del arte.
Pero el punto de vista es el del autor y por lo tanto es un punto de vista teatral, de
autor espectador. Distante, objetiva, centralizada, privilegiada. Absoluta.
El intento de alcanzar el ma ximo nivel de realismo se logra en el 1550 con el
Barroco o Tenebrismo de la mano de Caravaggio y su utilizacio n del claroscuro .
La vocacio n de San Mateo ( 1599 , Caravaggio )
El Claroscuro se basa en el uso de una u nica fuente de luz que sirve para iluminar a
los personajes del lado que incide la fuente de luz pero dejando en obscuridad la
contracara de esta fuente generando un contraste de luces. Apenas hay lugar para
los grises. Si bien el uso de la luz sirve para conducir la mirada del espectador hacia
los puntos de intere s que el autor desea que miremos , el punto de vista sigue
siendo el mismo. Si nos fijamos bien el punto de vista sigue siendo el del autor.
Sigue siendo un punto de vista teatral, distante, objetivo, privilegiado y absoluto.
Estamos fuera de su mundo. La relacio n que tenemos con la imagen es como la de
un museo. Es de otra e poca. La e poca del pintor y de los personajes retratados.
Solo somos observadores. No participamos en ella. Somos espectadores ideales, tan
ideales como el mismo autor de la obra. Esto es as !!! nos gritan pintores como Da
Messina, Rafael y Caravaggio con este tipo de planos y composicio n. Es as y no hay
otra posibilidad de mirar la realidad que no sea esta.
Ante estos puntos de vista tan absolutos el espectador termina creyendo que es el
quien mira , quien produce la mirada que observa la imagen, cuando en verdad es a
la inversa.
La historia del arte fue progresando y aproximadamente en los inicios del siglo xx
algo extran o sucede con el punto de vista y con el arte figurativo.