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Los argumentos que esgrimimos en este sentido se centran sobre todo en el conocimiento
profundo que posee la supervisora, en cuanto que est en contacto directo con la realidad
asistencial, y es realmente ella quien gestiona y administra gran nmero de recursos humanos
y materiales. Esto le permite ser capaz de detectar las necesidades, analizar actividades,
recursos existentes, objetivos marcados, intereses de la empresa, demandas del paciente y del
trabajador, as como protocolizacin de actividades enfermeras, todo ello desde una
perspectiva cercana al usuario y adecuada a la situacin real de demanda sanitaria. (1) De este
modo puede tambin implicar al personal encargado de la atencin directa al paciente,
promoviendo una cultura de optimizacin de recursos, hacindoles partcipes de la gestin de
la unidad y aumentando por otra parte su motivacin e implicacin con los objetivos de la
organizacin.
El ndice de rentabilidad, que valora los beneficios de un programa con relacin a su coste.
Si bien es cierto, para llevar a cabo todo esto se considera bsica la formacin especfica en
gestin como requisito previo al acceso a un puesto de supervisin. Sera interesante
desarrollar un plan de formacin continuada promovido por la Direccin de enfermera,
adecuado a las necesidades formativas de sus supervisores. Una vez establecido es importante
tambin facilitar a los mandos intermedios su acceso mediante la flexibilizacin de horarios y
posibilidad de compatibilizarlo con la jornada laboral. Por supuesto esto no exime de la
responsabilidad personal de cada uno en su propio desarrollo profesional, lo que obliga
tambin a los supervisores a tener iniciativas propias y buscar sus propias vas de formacin.
(2) Guillies D.A. (1994): Gestin de enfermera. Una aproximacin a los sistemas. Barcelona.
Masson-Salvat.