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25/06/2008
En días pasados, el Vicepresidente realizó la presentación de lo que bautizó como ³Modelo
Económico Nacional Productivo´, nuevo paradigma de desarrollo que pretende sustituir al
denominado modelo neoliberal, bajo la premisa central de recuperar el sector productivo de
manos extranjeras para los bolivianos, bajo el liderazgo económico estatal.
Este nuevo modelo supone una serie de premisas en torno a la intervención estatal para
dinamizar la pobre estructura productiva actual, y que puede resumirse en cinco pilares: i)
recuperar (nacionalizar) los sectores productivos estratégicos generadores de rentas para
contar con una base que permita expandir el ³Estado productor´; ii) utilizar dichas rentas
para participar activa y protagónicamente en el sector productivo, industrializando los
recursos naturales existentes en el país y apoyando ³asociadamente´ al sector agrícola; iii)
centrar el apoyo estatal al sector productivo en los nuevos socios del Modelo, las pequeñas
y medianas empresas a través de la modernización y tecnificación de sus procesos
productivos; iv) orientar la producción en la satisfacción ³plena´ del mercado interno, y
exportando los excedentes de producción; y v) distribuir la riqueza generada entre los
bolivianos y no entre extranjeros como en el pasado.
La presentación del modelo constituye un desafío muy importante para el Gobierno, pues
por primera vez explicita el curso de acción que ha venido implementando desde el inicio
de su gestión. Al respecto, las siguientes puntualizaciones:
Primero, la presentación del modelo con una lógica dirigida de apoyo estatal (subsidio) al
sector pequeño y mediano de empresas productivas no es una improvisación, pues apunta al
sector que genera más del 85% del empleo, semanas antes de la realización del referéndum
revocatorio. Consecuentemente, se constituye, con toda la legitimidad del caso (y como lo
hubiese hecho cualquier gobierno de turno), en la punta de lanza de la campaña electoral de
Evo Morales y anuncia con bombos y platillos la transferencia de millones de dólares a
estos sectores a cambio de una sola cosa: apoyo con el voto para dar continuidad a la
gestión de Morales y al ³modelo´ recientemente lanzado. La única duda que queda es si
una vez logrado el objetivo electoral, la promesa se cumple.
Segundo, el modelo se sustenta con hechos políticos reales que generan credibilidad entre
las mayorías nacionales, pues es incuestionable que a través de la nueva Ley de
Hidrocarburos (autoría o no de la presente gestión) los ingresos del Estado se han
incrementado de forma importante y están llegando a la ciudadanía por intermedio de las
prefecturas y municipios con el IDH. A través de la nacionalización, la participación del
Estado en sectores estratégicos (hidrocarburos y telecomunicaciones) supone ³control´
nacional en la generación y administración de la riqueza (rentas). La bonanza de la
economía mundial traducida para el país en incremento histórico de las exportaciones e
ingreso millonario de remesas del extranjero se traducen en un incremento del ahorro
interno y por lo tanto, impacta como efecto multiplicador en sectores de la economía (p.e.
construcción, comercio e importaciones), generando la misma sensación de bonanza en la
ciudadanía y las empresas del país. Estos hechos políticos que se constituyen en evidencias
y percepciones, independientemente sean o no autoría del gobierno de Morales, son
estructurales al momento de vincular el Modelo y sus beneficios con el voto de apoyo al
Gobierno el próximo 10 de agosto.
Tercero, por la magnitud de los desafíos planteados y casi inexistencia de mecanismos que
expliquen la forma de implementación y gestión del Modelo, debe reflexionarse respecto de
la factibilidad del mismo y de los posibles efectos no deseados que se pueden generar, a
partir de un proceso que de iniciarse, como dijo García Linera, puedan ser ³irreversibles´.
Entre algunos de ellos se pueden citar: la entrega de créditos a productores con condiciones
de 0% de interés y repago en género (producción) en ausencia de mecanismos para
minimizar el riesgo, impactará negativamente en la institucionalidad del sector financiero
por los efectos de contagio en el probable incremento de la mora (nótese que el sector
financiero, a diferencia del Gobierno, no comparte objetivos electorales). Asimismo, el
acopio de alimentos que pretende el Ejecutivo como contrapartida a los créditos otorgados
generará distorsiones en la construcción de precios de los mismos hasta llegar a situaciones
de ³dumping´ que eliminen de forma desleal a la competencia ³privada´ y generen ³nuevos
monopolios´ insostenibles sin el subsidio estatal.
Cuarto, si bien se plantea al Modelo como un nuevo mecanismo de ³inclusión´, que a
diferencia del neoliberalismo incorporará a las empresas pequeñas y medianas, y tendrá al
Estado ³de los bolivianos como líder del proceso en vez de las empresas extranjeras que se
llevaban la plata fuera del país´; claramente se infiere de los planteamientos vertidos, un
nuevo mecanismo de exclusión ya no por el tamaño o sector de las empresas; sino más
bien, el tipo de exclusión que ya se vive en Bolivia desde hace dos años para quienes son
mestizos, blancos, participantes de las administraciones gubernamentales pasadas
(neoliberales), capitales extranjeros o simplemente quienes no comparten ideología con el
nuevo régimen. Consecuentemente, empresas, negocios o emprendimientos mestizos,
blancos, o con participación de ³indeseables´ del pasado, simplemente no estarán incluidas
en los beneficios de la construcción de un nuevo ³núcleo de poder económico´.
Quinto, nace a partir de una crítica desmedida y sesgada de un modelo que desde 1985
estuvo vigente en el país, y que más allá de su resultados positivos, no logró distribuir la
riqueza homogéneamente y mostró crudamente los excesos de la concentración de los
ingresos en pocas manos y los beneficios de la política sobre la distribución de los mismos.
Esos resultados se desacreditan hoy políticamente a partir de los conflictos de la guerra del
agua del 2000, los conflictos sociales y la guerra del gas del 2003 y se anuncia la muerte
del modelo neoliberal con la victoria de Evo Morales en las elecciones del 2005. Este
comportamiento político no cuenta con posiciones opuestas que sean creíbles o legítimas y,
por lo tanto, ganan terreno en el imaginario social y lo discursivo de la coyuntura, en
especial por las características ³electorales´ de la presente gestión. Sin embargo,
reflexionando sobre las prácticas políticas del pasado y lastimosamente para el país, Evo
Morales sólo copia el comportamiento que cualquiera de sus antecesores hubiese tenido.
Finalmente, debe mencionarse que la ³apuesta electoral´ del Gobierno es muy grande y que
de cumplirse de forma inadecuada puede terminar generando mayores problemas que los
actuales. Por el contrario, de implementarse medianamente bien, podría constituirse en la
respuesta a los problemas del país sobre la base de políticas que generan las posibilidades
para la creación ampliada y continua de empleos, que al constituirse en fuentes de ingreso
para las familias, en el corto plazo incrementen los niveles de calidad de vida de la
población boliviana y reduzcan los actuales niveles de pobreza de forma acelerada. El
desafío es casi infinito, en especial porque sus beneficios no corresponden ni de cerca al
periodo (o periodos) de gestión de Evo Morales y el MAS. Consecuentemente, mayor es la
importancia y responsabilidad nacional de que la oferta electoral del MAS no se quede sólo
en eso.
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El gobierno boliviano puso en marcha un nuevo modelo económico plural basado en la
economía comunitaria, estatal, privada y social cooperativa, que incluye a todos los
sectores productivos, con prioridad en la pequeña y mediana empresa.

Mientras que unos sectores, además del gobierno, califican al modelo económico
establecido en el nuevo texto constitucional como incluyente y participativo, otros -de la
derecha- cuestionan su concepto y su aplicación por no enmarcarse en los parámetros de la
economía como ciencia.

Este nuevo paradigma se ejecuta en aplicación de la nueva Constitución Política del Estado
boliviano, que deja al neoliberalismo desplazado y emprende el modelo plurinacional y con
autonomías.

De acuerdo con el analista y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la


Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Abraham Pérez, se debe reconocer que el
modelo económico de la nueva ley del Estado es incluyente.

"Este modelo incluye formas de organización económicas que estaban prácticamente


marginadas y excluidas de la misma estructura de las leyes económicas; por ejemplo, el
código de comercio no reconocía a estas empresas en formas de asociaciones y
corporaciones" , dijo.

Añadió que las asociaciones de productores rurales, pequeños productores urbanos,


microempresas, entre otros, ahora están reconocidas por la nueva Constitución y, por lo
tanto, por las leyes y códigos de comercio que están por debajo de la misma.

Pérez explicó que, al ser reconocidas por ley estas diversas organizaciones económicas, el
Estado se ve obligado a impulsar el desarrollo y fortalecimiento de las mismas, tal como
sucedió con la empresa privada durante periodos neoliberales.

"Es momento, a partir de la nueva Constitución y de este nuevo modelo económico, de dar
oportunidad a aquellas economías subterráneas que incluso llegamos a denominarlas
informales; desde ahora queda obsoleto eso de economía informal, ya que todas están
formalizadas mediante la ley", manifestó el economista.

También dijo que, con el nuevo modelo, la gran empresa privada no queda marginada del
apoyo por parte del gobierno boliviano, puesto que la nueva Carta Magna establece que la
inversión nacional tendrá preferencia en las licitaciones que haga el Estado para la
construcción de caminos, puentes y otras infraestructuras, frente a las entidades extranjeras.

GOBIERNO

Para el viceministro de Producción Industrial a Mediana y Gran Escala, Eduardo Peinado,


la anterior Constitución sólo vigilaba la economía sin participar en ella, pero ahora tomará
un papel activo y participativo, sin dejar de lado a los grandes proyectos del sector privado.

"En el marco del nuevo Estado plurinacional, la misión que tenemos es hacer crecer tanto a
la mediana como a la gran empresa, y hacer ver que el Estado no sólo ve las cosas desde
lejos, sino que es un Estado que se constituye en socio, compañero y regulador", expresó la
autoridad al ser ratificado en su cargo el último viernes.

Asimismo, el viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Ramiro Lizondo, indicó que el


Poder Ejecutivo tiene prevista -en el marco del nuevo modelo económico plural- la
creación de varias agencias de desarrollo productivo que proveerán al sector de la micro y
pequeña empresa servicios financieros, entre otros.

PRINCIPIOS

La nueva Carta Magna, en su artículo 306, menciona que el modelo económico boliviano es
plural, y que está constituido por las formas de organización económica comunitaria,
estatal, privada y social cooperativa.

Define que la economía plural articula las diferentes formas de organización económica
sobre los principios de complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redistribución,
igualdad, seguridad jurídica, sustentabilidad, equilibrio, justicia y transparencia.

En su artículo 307, añade que el Estado reconocerá, respetará, protegerá y promoverá la


organización económica comunitaria, que comprende los sistemas de producción y
reproducción de la vida social, fundados en los principios y visión propios de las naciones y
pueblos indígenas originarios y campesinos.

En su artículo 308, señala que el Estado reconoce, respeta y protege la iniciativa privada,
para que contribuya al desarrollo económico, social y fortalezca la independencia
económica del país.

También garantiza la libertad de empresa y el pleno ejercicio de las actividades


empresariales, que serán reguladas por la ley.

El Estado administrará los servicios básicos de agua potable y alcantarillado por medio de
empresas públicas, comunitarias, cooperativas o mixtas, garantizando la participación y el
control social sobre su organización y gestión, así como la de los trabajadores en la toma de
decisiones y en los beneficios, además de intervenir en toda la cadena productiva.(Xinhua)
17/02/2009

   

     
5 de Diciembre de 2009
Juan Carlos Urenda Díaz
La Constitución establece que ³El modelo económico boliviano es
plural y está orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de
todas las bolivianas y bolivianos´. Este precepto y otros indican con
claridad que el objeto fundamental del modelo económico boliviano,
como está constitucionalmente definido, es el ³vivir bien´. Pero ¿qué
entiende la Constitución por ³vivir bien´? El concepto ³vivir bien´
está tomado del vocablo aymara suma qamaña, convertido en
principio constitucional ético-moral, que expresa la visión indianista
aymara-quechua del desarrollo basada en el continuo biosférico, en contraposición a la
visión occidental de la buena vida basada en la separación del sujeto con los objetos,
diferenciación que es clave para entender muchos de los interrogantes que la Constitución
presenta en materia económica. La pregunta que salta entonces a la vista es ¿´viven bien´ o
han vivido bien los indígenas campesinos en Bolivia que practican o que han practicado
una economía basada en el ³vivir bien´?. Habrá valido la pena constitucionalizar el
principio/concepto del ³vivir bien´ o suma qamaña, como objeto fundamental del modelo
económico boliviano?.
El modelo económico boliviano es ³plural´ y está constituido por las formas de
organización económica comunitaria, estatal, privada, y social cooperativa. La Constitución
establece que el Estado reconoce, respeta y otorga derechos propietarios individuales y
colectivos sobre la tierra, así como derechos de uso y aprovechamiento sobre otros recursos
naturales. Sin embargo, sostengo la tesis de que la Constitución introduce elementos de un
estatismo exacerbado y privilegios en atención a consideraciones étnicas que impedirá un
desarrollo económico que beneficie a todos los bolivianos. Veamos algunos de estos
elementos:
Aspectos generales
Para el logro del ³vivir bien´, y para asegurar el desarrollo, la organización económica
boliviana tiene como uno de sus principales propósitos la producción, distribución y
redistribución ³justa´ de la riqueza y de los excedentes económicos sin hacer distinción si
es de los excedentes económicos públicos o privados. Asimismo, todas las formas de
organización económica tienen la obligación de contribuir a la reducción de las
desigualdades y a la erradicación de la pobreza, tarea que corresponde al Estado y no a los
privados.
La libertad de empresa está garantizada, no obstante que será regulada por ley, lo que
genera incertidumbre con relación a la garantía.
El Estado Formula periódicamente, con participación y consulta ciudadana, el plan general
de desarrollo, cuya ejecución es obligatoria para todas las formas de organización
económica, por lo que quedan sujetas a esta planificación centralizada de la economía las
organizaciones comunitarias, estatales, privadas y cooperativas. Este esquema podría llegar
a determinar que producen las unidades privadas, cómo lo hacen y otros aspectos que
vulneran la libertad económica que es crítica para estimular el desarrollo privado. La
planificación centralizada está bien para el sector público pero no para el privado.
El Estado dirige la economía y regula los procesos de producción, distribución y
comercialización de bienes y servicios, lo que implica que el Estado participa no sólo en la
regulación de la cadena de producción de los recursos naturales sino de la generalidad de
los bienes y servicios. Este es un elemento central del modelo.
El Estado producirá directamente bienes y servicios en general en cualquier rubro, no sólo
en áreas estratégicas. En las empresas que efectúen la producción se garantiza el ³control
social´ sobre su organización y gestión así como la participación de los trabajadores en la
toma de decisiones y beneficios.
Toda inversión extranjera debe estar sometida a los jueces y leyes de la República de
Bolivia, y las empresas extranjeras que operan en el rubro hidrocarburífero, en nombre y en
representación del Estado, en ningún caso pueden invocar situación excepcional alguna de
arbitraje internacional ni recurrir a reclamaciones diplomáticas. Esta disposición contradice
los 23 acuerdos para la protección recíproca de inversiones (APRIs) suscritos por el Estado
boliviano y ratificados mediante ley y, rompe con los principios internacionales de no
discriminación por el origen de la inversión y el arbitraje imparcial.
Recursos naturales
Todos los recursos naturales, cualquiera sea su naturaleza (hidrocarburos, agua, aire, suelo
y subsuelo, bosques, biodiversidad, espectro electromagnético y todos los elementos y
fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento) son de carácter estratégico por lo que el
Estado asume el control y dirección exclusiva sobre la exploración, explotación,
industrialización, transporte y comercialización de los mismos a través de empresas
públicas, comunitarias o cooperativas, las que podrán a su vez contratar a empresas
privadas y constituir empresas mixtas.
Las empresas bolivianas o extranjeras que operan en el rubro de recursos naturales deben
reinvertir sus utilidades en Bolivia. Así las extranjeras no pueden remitir utilidades al
exterior y las locales pudieran ser obligadas a reinvertir utilidades antes de distribuirse.
Con relación a los recursos naturales renovables, los pueblos indígena originario campesino
(³PIOC´) tienen el privilegio de la gestión de los mismos, de administrarlos, hacer uso y
aprovechar de ellos en forma exclusiva y participan en los beneficios de su explotación. Ni
la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas de 7 de
septiembre de 2007, ni el Convenio 169 de la OIT Sobre Pueblos Indígenas y Tribales,
establecen el privilegio de aprovechar de los recursos naturales en forma exclusiva y de
participar en los beneficios de su explotación.
Con relación a los recursos naturales no renovables, los PIOC tienen el derecho exclusivo a
ser consultados antes de explotarlos respetando ³sus´ normas y procedimientos propios, y
de participar en los beneficios de su explotación.
YPFB es la única autorizada para realizar actividades de la cadena productiva de
hidrocarburos y su comercialización. La totalidad de los ingresos percibidos por la
comercialización de hidrocarburos es propiedad del Estado (vale decir que el dinero va al
TGN y no a YPFB), e YPFB es inembargable o sea que no es sujeta de crédito.
En todas las empresas mixtas que conforme YPFB, ésta debe tener no menos del 51%.
Vaya incentivo, tener a YPFB de socio controlador.
En materia minera, el Estado es mucho más benévolo que con los hidrocarburos. Otorga
derechos mineros en toda la cadena productiva suscribiendo contratos con personas
individuales y colectivas, pero los obliga a que los beneficiarios desarrollen la actividad
minera ³para satisfacer el interés económico social´ so pena de resolución inmediata del
contrato.
Las áreas de explotación minera otorgadas por contrato son intransferibles, inembargables e
intransmisibles por sucesión hereditaria, lo que impide a los concesionarios acceder al
financiamiento crediticio y a la sucesión del derecho de explotación, lo que desincentiva las
inversiones en este rubro que son de alto nivel de inversión y rentables solo a largo plazo.
El que incurra en una violación del régimen constitucional de recursos naturales (todas las
disposiciones arriba analizadas) comete el delito de traición a la patria (30 años de cárcel
sin derecho a indulto).
A manera de conclusión, el modelo económico boliviano prescrito por la Constitución,
marcado por el concepto de desarrollo de suma qamaña o ³vivir bien´, sin bien es ³plural´,
se basa fundamentalmente en la extracción de los recursos naturales, de clara orientación
rentista y prebendal. Asimismo, de manera contradictoria, plantea enormes restricciones a
la inversión en materia de recursos naturales y se propone regular y producir bienes y
servicios invadiendo la producción privada, volviendo al capitalismo de estado, aspectos
que inviabilizarán el desarrollo económico del Estado Boliviano.
Exposición presentada en el Foro Internacional de Derecho Comercial de la Cainco el
jueves 12 de noviembre de 2009.

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