Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Todos estamos de acuerdo en que quien delinque debe ser castigado; las
diferencias comienzan cuando se trata de decidir cul debe ser la naturaleza y
la duracin del castigo, porque las respuestas suelen tener un fuerte
componente emocional, como lo evidencia la polmica sobre si las sanciones
previstas en la Jurisdiccin Especial para la Paz son adecuadas o conducen a la
impunidad. Por supuesto que una pena, para que pueda ser considerada como
tal, debe doler; por eso siempre implica la restriccin o eliminacin de un
derecho. Pero una sancin que se agote en la simple causacin de sufrimiento
no difiere mucho de un acto de venganza como el de quien patea al animal que
lo mordi.
Por eso la pena no es un fin en s misma, sino tan solo un medio para conseguir
el restablecimiento de las relaciones sociales alteradas por el delincuente; ese
propsito se consigue a travs de la sancin, porque ella pone de presente
ante todo el conglomerado que alguien actu de manera indebida, descalifica
socialmente esa forma de comportamiento, fortalece la confianza en las
normas como reguladoras de la vida en comunidad y desestimula la reiteracin
de esas conductas; porque luego de cumplida, se entiende saldada la deuda
del infractor con la ciudadana y porque despus de su ejecucin se debe
brindar al condenado la posibilidad de rehacer su vida en sociedad.
La pena debe ser tan dura en cuanto a naturaleza y duracin como haga falta
para que el infractor corrija su conducta y decida retornar a la vida social. Si
eso se consigue a travs de una multa, de trabajos en beneficio de la
colectividad, de una corta pena restrictiva o privativa de la libertad, o de la
imposicin de una de larga duracin, es algo que tanto el legislador como el
juzgador deben evaluar teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos que se
pretenden sancionar y la posibilidad de que estos puedan ser objeto de
reiteracin por parte del condenado.