descubierta continentes, los hijos vivirfan
siempre con sus papas, los pajaritos no
aprenderian a volar...
—Me cargan tus comparaciones
~Ay, Marta, qué pesada eres a veces.
s cierto le dije~. Pero jamas hubiera
dejado que alguien te hiciera dano.
~Yo sé eso, Marta —me interrumpié,
—Y te prometo que nunca mas te hubiera
hecho la desconocida en el colegio, Bruno,
jnunca mds!
farca, -yo sé! -se apresuré a calmarme,
Pega eblaneay eed teas
deci oe
~;Entonces, por qué se van? —le dije,
después de un rato.
—Mi mami consideré que
—Ella solo piensa en si misma.
No... Ti sabes lo que paso. Alguien
podria haberla visto, no es seguro. Ytam-
bién sabes por qué lo hizo,
ya ho era seguro.
14
Si: para protegemnos a los dos, Recordé
uelo silencioso,
También con
algo de molestia; no me gustaba deberle
algo a Ia ogresa
Supongo que no nes vamos a volver
las garras metilicas y el
con un estremecimient
aver.
2Por qué dices eso? Es muy probable
que nos volvamos a ver.
—;Cuando?
-En el verano, quizas. Podrias venir a
pasar unos dias con nasotros.
-;De verdad? Y tu ma
fi qué diri
—Mi mam no va a vivir en la misma
casa que mi papd y yo
:Va.a vivir en un pantano?
—No seas infantil. Tiene su propia casa.
—Ya, si cra broma ~sonrei, y después
agregué, antes de que el momento pa-
sara~: Entonces, :de verdad puedo ir a
visitarte?
155,