Caudetanos
dle ayer y de hoy
Por Pedro S. Requena
Un concierto en el Teatro Real, de
Madrid, por la Orquesta de la Radio y
Television Espafoia, me hizo recordar a
un caudetano benemériio, que las
mas generaciones tienen olvidado, por-
que apenas han oido hablar de él
En el programa del indicado concier-
to, entre otras obras, figuraba la Quinta
Sinfonia de Beethoven, y mientras la es-
cuchaba con la emocién y el entusiasmo
que siempre produce en nuestro espiritu
esa pieza magistral del divino sordo, es-
tuve recordando al que fue director de la
Banda Municipal de Caudete, en los afios
de mi juventud, don Francisco Serrano
Sanchez, al que todos en aquella época
llamabamos, con admiracién y respeto,
el Maestro Serrano.
Todavia quedan algunos paisanos
que tuvieron el privilegio de recibir sus
lecciones y actuar bajo su batuta en los
conciertos veraniegos de nuestra Banda
Municipal y ellos recordaran que, en sus
tiempos, nuestra querida Banda interpre-
taba maravillosamente el “Andante” de la
Quinta Sinfonia, que los incipientes afi-
cionados, como yo, llegamos a aprender
de memo:
Siempre que me fue posible he oido
!a famosa Sinfonia a varias orquestas de
superior rango y @ algunas bandas de
las muchas buenas con que contamos en
Espafia, y al llegar al Andante no podia
eludir el recuerdo y establecer compara-
ciones, y, a decir verdad, aunque haya
algo de pasin, en nada desmerecia la
musica que estaba oyendo, con la eje-
cucién por nuestra Banda del expresivo
pasaje beethoviano.
Caudete fue siempre amante de le
musica y, afortunadamente, lo sigue sien-
do; por eso, no es dificil hacer llegar a
las nuevas generaciones lo que supone ¢!
hecho de cue nuestra Banda incluyere
en el programa de sus conciertos y eje-
cutara a la perfeccién esa parte central
de la Quinia Sinfonia.Este detalle es un exponente de la
fecunda labor que, a través de toda su
vida, realizé nuestro admirado Maestro
Serrano, fomentando Ia aficién a la misi-
ca y creando un clima musical en nues-
tro pueblo, que para si quisieran pobla-
ciones mas importantes y de censo mas
elevado.
* Caudete le honré colocando una pla-
ca conmemorativa en la casa en que
nacié, pero convendria renovar su re-
cuerdo, desempolvando del archivo de
nuestra Banda aquella famosa partitura
y ofrecernos, aigiin dia, su ejecucién con
el mismo entusiasmo en que lo hacia bajo
'> batuta de nuestro inolvidable Maestro
Serrano.
Junto a este recuerdo del pasado, la
roidad de hoy, porque realidad, y no
sélo promesa, es nuestro Rafael Reque-
na, virtuoso de la acuarela, que no se ha
estancado en una formula, ni limita su
arte a captar y expresar vivencias per-
sonales en la acuarela, sino que lleva su
inspiracin a otras manifestaciones arti
ticas, hoy muy en boga, como los mu-
rales.
Recientemente ha expuesto algunas
de sus obras en la Sala Eureka, de Ma-
drid, con singular éxito de publico y de
critica y prepara otras exposiciones en
Valencia y Barcelona, que esperamos
constituyan otros tantos triunfos.
Exponer en Madrid es una de las as-
piraciones mas ilusionadas de todos los
artistas, y nuestro Requena lo ha hecho
presentando un conjunto de acuarelas y
dibujos de notable relevancia, que le han
situado entre los primeros acuarelistas
espajioles.
Ya en la exposicién de la Sociedad
de Acuarelistas, celebrada el pasado afio
en el Circulo de Bellas Artes, presenté
un cuadro que destacaba de modo so-
bresaliente entre las numerosac obras
puestas por otros acuarelistas, nor su
encanto y belleza y, sobre todo, la cap-
tacién del campo castellano, con una ex-
quisita y profunda sensibilidad
Un notable critico dijo de él que la
“obra realizada hasta ahora posee ya ca-
lidad suficiente, pero él sigue buscando.
{Dénde llegara? Atencién a su obra fu-
tura”
Madrid, julio de 1970.