Вы находитесь на странице: 1из 3
LAS CORTES 539 dos, no significa que haya de atenerse a lo que se le indique, perdiendo o compartiendo la potestad legislativa. También los monarcas —afiade él— juzgan con un Consejo y no por ello se entiende que el impartir jus- ticia deje de ser una funcién propia del poder regio. Respecto a lo segun- do, la réplica de Pérez Prendes afiade que si s6lo coyunturalmente o por circunstancias politicas las Cortes limitaron e] poder del rey, eso mismo vendrfa a probar que juridicamente carecieron de tales atribuciones. La brillante argumentacién de este autor ha Ilevado quizds las cosas de- masiado lejos. Entre su tesis —“6rgano politico-administrativo dirigido y controlado por el monarca”— y la de la otra corriente doctrinal —*6érgano politico fiscalizador del poder real” (Valdeavellano)— hay todavia sitio para una interpretacién intermedia. Las Cortes castellanas fueron a nues- tro entender algo mas que lo primero y algo menos que lo segundo: una asamblea cuya justificacién radicé a menudo en legitimar con su con- senso las decisiones unilaterales del monarca, pero que por fuerza de las circunstancias politicas y de la necesaria concordia social —acuerdo sobre los impuestos, leyes, etc.— se convirtié de hecho en un drgano que, con mds 0 menos fuerza, segim épocas, limité y moderé el absolutismo regio. B) LAS CORTES EN LOS REINOS: COMPETENCIAS Las Cortes representan al reino. Ello significa que si varios reinos u otras unidades territoriales de distinta naturaleza juridica se integran en las Coronas (26,III,B), cada uno conservara en ellas su propia asam- blea. Tal principio fue estrictamente seguido en la Corona de Aragén, donde Cataluia, Valencia y el propio Aragén tuvieron sus cortes dife- renciadas, y los territorios ultramarinos de Sicilia y Cerdefia sus especffi- cos parlamentos. En la Corona de Castilla hubo hasta mediado el siglo XIV una politica oscilante, reuniéndose las Cortes leonesas y castellanas en una sola 0 en dos cdmaras. Desde entonces existieron unas Cortes tnicas, aun- que los sefiorios vascongados mantuvieron sus propias Juntas. Navarra twvo Cortes del reino durante el periodo medieval y las conservé tras su in- corporacion a Castilla. Las Cortes entendieron de los asuntos de interés general, pero sus competencias concretas no fueron nunca reconocidas de modo explici to. Al margen de atribuciones genéricas y difusas, como aconsejar al monarca, defender la justicia y la paz, 0 reunirse con ocasién del jura- mento del rey y del heredero, su ambito de accién se proyecté en lo fun- damental a tres puntos: concesién del subsidio econédmico extraordinario © servicio, reparacién de agravios e intervencién en la actividad le- gislativa. Conclusion, Concesion subsidio y re paracisn de agrayins Srvvided legislativa a 540 ESPANA MEDIEVAL, El otorgamiento de las ayudas financieras solicitadas por el rey y el acuerdo sobre nuevos tributos, fueron cuestiones de exclusiva compe- tencia de las Cortes, o su funcidn esencial segtin Sanchez Albornoz Ahora bien, asi como en Castilla resulté usual que se aprobara el servi- cio antes de que el monarca contestase a las peticiones de fos procura- dores © reparara los agravios, en Aragén, segtin ha solido afirmarse, el procedimiento fue inverso, lo que debis significar que la concesién de sub- sidios quedara condicionada a la previa reparacion del desafuero regio. Tal diferencia habria de resultar trascendental para el juego politico de unas y otras asambleas. En las aragonesas se da a veces una tan rotunda negativa a otorgar el subsidio, que el rey opta por marcharse sin responder a los agra- vios. La discusién presupuestaria es ademas extremadamente minuciosa, hasta lograr el acuerdo de todos, acaparando asi estos asuntos la mayor parte del tiempo de duracién de las Cortes. En las castellanas, en cam- bio, los reyes obtienen el subsidio con cierta facifidad, y a menudo quedan luego las peticiones sin respuesta satisfactoria, lo que explica que se rei- teren como siiplica insatisfecha de unas reuniones a otras. La wadicional afirmacién de que las Cortes aragonesas no aprobaban ta concesion det servicio hasta que el rey hubiera reparado los agsavios, ha sido calificacta por Gonestez Ant6n, investigador de estas euestiones, como “uno de Jos lugares comunes més repetidos y carentes de realidad’. Este autor reeuerda que en las Cortes se presentan agravios contra Pero también contra otras instituciones del reino: de unos beazos contra attos. ce villas contra ciudades y de vasallos contra seftores, amén de peticiones de mercedes al monarea que éste, discrecionalmente, podia 9 no atender La actividad legisfativa ocupé a las Cortes, pero el peso especifico de ellas en tal quehacer fue asimismo distinto en Castilla y Aragon. Ya hemos sefialado antes Ja probleméatica naturaleza de las Cortes castelfanas, en cuya valoracién desempefia un papel importante el grado de partici- pacion que se les atribuya a la hora de legislar con el rey. En todo ca bien se entienda que rey y Cortes legislaron de comin acuerdo (Piskors- ki-Valdeavellano) o que el rey no compartié la potestad legislativa (Pé- rez-Prendes), cierto es que esa potestad se ejercié en Castilla en las Cortes mismas. En Arag6n resultan algo mas explicitas las facultades legislativas de la asamblea, segtin reconocimiento del Privilegio gene~ rai de 1283. De todas formas, el mismo Gonzalez Anton, se muestra perplejo a la hora de atribuirles una clara funcién legislativa. Sefialemos en fin que la imagen de unas Cortes aragonesas unidas frente al monarca es mas que problematica. El profesor José Manuel Calderén, refi- riéndose a las de Tarazona a fines del siglo XV, ve esa imagen de modo inverso: “Las Cortes de Aragén en Sa Edad Media constituyeron asambleas representativas... pero no fueron los aragoneses quienes controlaron por sistema e! poder de le Manaeyata, sino que LAS CORTES S41 1 su vez. los reyes se sirvieron de las Cortes para sus fines personales o dindsticos... En conclisiGn las propias disensiones entre los aragoneses facilitaron el control de la vealeza de los resortes que manejaron las Cortes, sin presentar,.. apenas oposicién alguna” (Lay Cortes de Tarazona, 16-1),

Вам также может понравиться