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BIBLIOTECA UNIVERSITARIA GREDOS |. MANUALES VEIKKO VAANANEN INTRODUCCION AL LATIN VULGAR VERSION ESPAROLA DE MANUEL CARRION bs EDITORIAL GREDOS, S. A. MADRID A) LATIN VULGAR Y LENGUA LATINA 1. Fl término latin vulgar, consagrado por un uso cen- tenario para designar los diversos fenémenos latinos que no esti de acuerdo con las normas elésicas, tiene las ventajas ¥ los inconvenientes de todo témino consagrado. De hecho, ha sido atacado més de una vez, sobre todo entre los lati. nistas. Hacen notar éstos que el epiteto “vulgar” se presta 2 equivocos, porque evoca demasiado exclusivamente el habla inculta, y los més intransigentes de ellos condenan la: expre- sién “latin vulgas” como una tosca abstraccién que no corres- onde en modo alguno a la realidad lingiistica. Y querrian reemplezaria por términos més precisos: Jatin popular, laiin familiar 0 latin cotidiano, que estarian més de acuerdo con el punto de vista social o sincrénico; romance comin o roforromance, que situatian los fenémenos 10 clésicos en una erspectiva histérica, como base de las lenguas romances 3 Las “formas del latin Hamado vulgse” han sido debatidas coo ‘vive en el Primer Congreso de Eetdioe Clasicos, teido en Paris fn 1950 (véase Actes du Premier Conaris de la Fédération Internae Honale der Associaons Budes Clastiques, Pacts, C. Klincksicey 1951, pdss. 199-229), Fl debate no se ha cerrado, ni mucho menos. ~~ Una apoctaciéa reciente: Christine Motrmann, Ze latin yulgaire et origin des tangues romanes (Cente de Philologie tt Literature Rov ‘manes, Fase. 6, Estesburgo, 1961, dst. 90-98) CE. tambien R. de Dardel, Le parfait jore en roman’ commun (Sociéts de Publications Romanes et Frangeises, LUD, Ginebra y Paris, 1958, pgs. 1829, Es Por tanto, una acepsién muy restringida del’ latin’ teservarlo. pare, 26 * Inroduccién al latin vulgar Otros, por fis, se resignan a conservar el término consagrado, \hil al fn y al cabo, aun deplorando su impropiedad y su imprecisién, Einar Lotstedt, el llorado latinista y autoridad en Ja materia, tenia razén al decir que, “en realidad, no se egard jamés a definir ol latin vulgar de una manera’ légica, incontestable y adecuada” (Syntactica, Il, pig. 355). 2 Por parte de los romanistas puede constatarse que, desde comienzos de siglo, ya no oponen latin vulgar y latfa clisico como dos idiomas diferentes, tal como hacfan los “neogramiticos” del siglo pasado. El latin, en efecto, no es mis, bajo todos sus aspectos, que una transicién entre dos estados idjothdticos, el indo-europeo y el romance; las dife- Fentes variedades romances represeatan, en cierta manera, los dialectos medievales y modernos del latin; no hay solu. cid de continuidad. Han sido razones de comodidad las que hhan hecho tomar como punto de partida de la prehistoria de Jas lenguas romances un latin, evolucionado ya mis alld de su primera fase, designado de ordinario con el nombre de Jatin arcaico (cl. §§ 16 y 22), Ademds se trata de una lengua “madre” celativamente bien conccida por monumentos eseri= tos: privilegio éste que los germanistas, eslavistas y fino. Ugristas envidian con razén a los romanisias. 3. Por otra parte, la idea que se tione del latin es con Gemasiada frecuencia la de una Jengua no sélo unida, sino también fijada de una vez para siempre y como inmutable. ‘Se explica esta ilusién por el hecho de que el latin literario, establecido em el siglo m a. C., parece haber conservado une ‘misma estructura general durante casi ocho sighos sucesivos, Peto ta estabilidad relativa de Ja lengua escrita no ha sido designer “el latin hablado por el pusblo durante y después de la epoca clsica", con el cual eabalearia cl romance comin ave toma ef tin eat Ia epoca clisien y Ja separncion de Fomances" (pg. 23) El latin vulgar: nociones generates a mas que Ia méscara de mumerosos cambios y hasta transfor maciones capitales realizadas en la lengua hablada, El latin del que son continuacién las lenguas romances se encuentra fen franco desacuerdo con Ja forma literaria y sobre todo cldsica. Quien quiera explicar expresiones romances como “foie”, “téte” o “parler”, no debe acudir a iecur, eapue y Jogui, trausmitidos por 1a literatura romana; slo ia compa: acién de las formas romances con algunas noticias esparci- das, proporcionadas por textos poco literarios, nos permitea referir fr foie, it. fégato, esp. higado, ete., a un téming culi- aario ficatwm “aigado de animal ecbado con higos” (§ 165); fr. téte, prov. it. cesta, a la expresién familiar testa “vaso de terra cocida’ (§ 153); y esp, hablar, port. falar, prov. faular, al verbo familiar fabulavi (3 144), EL carécter particular de estas expresiones exigidas por el romance salta a Ja vista: traen a la mente palebras del francés popular o familiar tales como cervelle por “cerveau”, rognons por “reins”, Boule, can beche, ‘citron, trognon... por “tte”, eauser, bavarder’ por “parler'. En todos estos casos se trata de innovaciones sur. Bidas desde abajo, y el latin, como el francés, hia conocido: ‘muchas otras. Siempre y en todas partes, el hombre sin cul, fura se sitve de construcciones mis simples y, en ocasiohes mas vigorosas que ia lengua literaria, dejandose arrastrar in {reno & modifcaciones dictadas por cl menor esfuerzo y por Ia necesidad de expresividad. Por lo demés, el hablar descar lares (plebeius sermo) y “entreverar en sus cartas paloteas cotidianas”, Por fin, hay que guardarse bien de exagerar la ‘posicién entre la lengua hablada y Ja escrita; pueden sea. mec bis 9 21s 1 “Verumn tamen quid tbi ego videor in epiatlis? ‘Bate plebeio sermone agere tecum? nee enim semper codon nie Fpalas vero cotdians verbistexeresolemus", CE Maroueoae aos, Suction au latin, pags. 100-11 28 <# Iniroduccién al latin vulgar ———_____*f Introducein al tatin vulgar dase mumerosos puntos de contacto entre la lengua popular ¥ el estilo postico >, “4. Pero el habla espontinea, poco atenta a las conven- Giones gramaticales, {no es, como quieren algunos, e1 latin Wo el latin verdedero, el latin a socas? Semejante manera biolégica de ver Jas cosas no ex de ayer. Diseutiend of waive Zelativo de los dos principios directvos del lengua, la gree matica normativa y el uso, se inclinaba ya Quintiles, goo Shiervador, a conceder preponderancia est ditimo, “gus mis seguro que la palabra’, y no encontraba, “en elector ine clegante decir que hablar latin es una cosa y hablar la ara. itica, otra” (Untt. I, 6, 27)4 Lo que no le impedia ajustarse Fbafnnestto Cicerdn, defendiendo el buen uso de Roma, whanitas, en detrimento del habla provincial, rusticies? Aiadamos que In misma denominacién de Tatin vulgar tiene sus cartas de antigiledad: remonta a los términos ciceronia. ros plebelus sermo (cf, més arriba) y vulgaris sermo's Si nos atenemos al término latin vulgar, poco adecua- Go, pero consagrado por la tradicién, es para Hacer resaling werata el lato, esis exestia ha sido aclarada por E. Latsedt, Syrnaetica, pasie (ver Sechinder: Poetinche Sprache und Volkan e che) y em especial TI, pigs. 365-372. min, Boole, mas corvientemente “latin” y “uso popular”, por Siena, Sea. Epi, 39, 1: “rao... quaz nunc wulge ‘brevlerince Attar, ‘ols, cum Latine toqueremur, “summarium vocthere te rismmo 5. Agustin, In Psalm. 138, 20, ects, 6 3, 17 y 1075 ibi.'9, 3, 10; ver Marounzau, Quelques ‘aspects de la formation du tain litéraire, pags. To “GE Ae 1, 2 donde rulgari sermone quiere decit “en términos Gel habla corsiente". Del mismo modo, De orau 1, 12, vulgare trees ser uanis tiene el sentido neutro do “manera corvette de express", el aual lice Cicersn—, como del buen sentido, e8 precise no ale? sre, El latins vulgar: nociones generales 29 derecho de reemplazario por una denominaciéa més precisa Sasa Yer que nos parezca de utilidad. En resumen, pasaremos revista a todas las particularidades y tendencias més 0 menos Wivas, propias de la lengua popular y familiar, y que se subs- ten a Ia norma clésica y, en general, literaria. Trataremos, ga la medida de Jo posible, de captar Ja lengua viva y real Tétminos como “romance comiin” 0 “protorromance” no ser. Wiriaa & nuestro propésito, porque, en principio, se aplican, Por una parte, a una forma de lengua reconstituida y, por otra, exclayen el estudio de los fendmenos que forman parte Gel fondo popular det latia, pero que no han sobrevivido eu romance, El latin vulgar, por el contrario, tal como Io concebimos, comprende los estados sucesivos desde Ja fija. ciéa del latin comin, al terminar el. periodo arcaico, hasta lk vispera de la consignacién por escrito de textos en lengua Tomance; no se excluyea, pues, ni las variaciones sociales ni ‘aun las regionales B) EL LATIN A LA CONQUISTA DEL MUNDO 6 La prodigiosa fortuna de Ja lengua latina va pareja con Ja historia del poder politico y de Ia civilizacién romana Primero, y después con su decadencia, La historia del latin se ha desenvuelto también en dos tiempos: 1, bajo el signo Ge 1a unificacidn (romanizacién), y 2°, bajo el de la disgre- ‘sacidn (caida del Imperio de Occidente y de su civilizacion ¥ su dislocacién lingiifstica), 1. LA EXPANSION ROMANA 7 En el momenta en que toe romanos peneiran en a historia, Talia era un combinado de razas. Los Ligures y los Réticos, as! con, {os Vénetos, se hallabaa confinados al Norte de la Peninsula, micnone El latin vulgar: nociones generates 31 cstaba ocupado por los enigmaticoy primera provincia, Sicilia, seguida de les de Céneosa y Cerdeia, Es fan dsiado wn recuerdo en los nombres de Tena’ y Nerded Ge Anibal parié para Ilia con ef designio de vengasse 7 Pode ae og eit Y te Torheh ds apts ce Ero? gue _maniovo una campata victriows, pero temnind yor Sone? Sere maa ase, qu tye au apogee oe fvamente vencdo ea Arca por Escipén Gegune giern pein ” Ganiscs fron va tenpo dusSos de'Roma y ot ir de entnees, el poder romano se extndié pur ta 2.20 lesmed.Ia.cona- tire, etablocennors or- ‘a Sitheacetidenal det Medizdaeo, lamada ya-ter ie eee a Pompeys; hacia el Nort, ln iileciin erases Mare Nourun. Nada poded yu dene su empuas He set les ean ince lo largo del siglo 1 y se exdende por Bean rina tefnladss por el esublecinento sueio de sone J PucblosUsmados ics, eate los que hay act vincias: Hispania, 197; Mlyricum, 167; Africa y tchaa tran LeatateCn=OS 108 OscoSamaites ea Campania yee Zatnos, M65 ie (= Asia Menon) 129; Gels Narbonne antigua erg etts So Kura por Sur. Al extemo Sun de 2 peninsula Tioweaza, nombre derivado de provincia: era la “provincia por mek ponent Pot fa, instalndos los Mesapicnos Yerigio: we ‘Apulia ¢ iene te Mel Calta Cixeping 81; Cala Translpina 0 Corman (oc. Homage 1 Uotitt Siem x Cumas, en Tarenio’ ce mae Calabria Faas ands) Sip tas I expedicisa de Julio Céar; egypius Soe emsads 1a Magna Grecia y eo les co 1 Finetia'y Norkum, 18 a. C.; Painoni, 10 d, Gs, Coppedeots, Hah qiannia, 43; Dect, 107. Eras fechas slo indican el tommnia i, $GaospEscien: para teminar in de Cerdesa y Espana so preciares cot duraciés, 1 inmenso Impetio romano, que préicamente se ldentisciba Be Ms lana, Roms aoc inj) om mando eaosne ean antiguos, se mantuvo al precio de Fegats Buetras bajo los Antoninos (96192), que fo eutsachernn Co if Mbles watados y aliznaus, someté a ne postion vesines y doming Sane con J conauista de So Dacia. El siglo siguiente cease’ Ao Sar iogala eposcin eos Etrsos al Novis 7 ac nn Samoitas al reece comiette del oeaso: Ia otecin de Rome conesigh Sur Piro, my de Epir, smado en ayia de go Griegoe de Tee penapeestie Pot Ia anarauta militar, por el aefasioscade de eae oe cit sladon 9 Roma, tid, fsa vos a a Roveaeney Rtasieor y desaaturlizndos,a8f como por las prone expansn vorgeo fet sala el 65 del pines pero Oe clan aetettae Rome ya no era la capita, a pandr dee Sao, ai a Bette toda la youn exrsee a aeee J Majence sa) ,Cossaive, desbuts de haber’ vencdo. ase See) tion wal mime tempo que ateadia a tas pera es peri sede ee ence 31% 3 ad detesor de cistanisno y tease 7 eben Bo de hacer rena a lucas inseas c aticios {it 41 Impatio a Bizancio, que tomé el nombve ie Constantinopia, sa te fale maton el 287 0, con fa adetnn lebe Za srsians se convirisen In relidn de Estado je Teodasi, que pene de eeceaeaties, yw los grawa eteceen a saqueo por Baio passes, tis condenadas en ol conc de Nite pee Fare de los Galos que suftié ta ciudad hacie <1 390. Los habitantes fSsios paganos, en el 350 y 361, A la Suerte de Teodosio 1, que fue See ey MPR Gus rns oir to el pene ee ee Soh at tibt: Ateado (Creat) y Honora (Ocsdeny Ccsideate,incapaz de hacer frente ls oless cave g76, in 10s Godoy, lov Yeadon, nautogars cave fea & Rome La pine 26240 we concays cane nie ie cn el 476, 5 & A P & a rie i z : i i é 32. Introduccién al latin vulgar ——_Aiteduceién al latin vulgar 2. LA ROMANIZACION Sita reiteneas feng lana ee : Inna no ba podide mpaniar Sin embargo, el latin siguig. es i adams el ats sigis send all la leans ote de la separecién det Impetio de Oriente; = uae dee 0% militares latinos rotninas i Hltana Yas Gala. vncon, arena canoy negemeiectns Cértoba, pats de Joe. doas Sekar ah ER F emplacmiensat Sass Teas Lion, sede dela tminscior cml un importante meresdo, ciudad natal de lor eon Bel agi sitio ¥ Carcala; Reims, Burdeon, Toots, Area Cor Le sea ititia smite ox mejores erperafors Be en ments aah POF fn, en las provncaspenfercas fac gent Ge te ease: Abies ose, Cartage, Numidia y Manntuaie ee SSIES tec sie el seforio romano y coaebuye = werial fanto como al patrimonio espirtidl de Rove Sen An eth Jt Combree de Aptiey, de Ameo oe d Rin ok pee WHMIS por perderse para el raindo Inden, Bose op Ene WEI a Mec, ac han quads eee metas nae: lattes yarn oe cca 10, La ten nian ej ‘mpuso a Jos veacion, no por Ia vite: Su too poral retigio dele vendor Ants as Ser 7, Zilia, Zum x 2 Sorel der Weloacien im osrdnishen ‘Re Teas de Helsinki, 1935, pags, 76-80 ¥ 132 ss, at El latin vulgar: nociones generales 3 ‘rumento de comunicacién eatre los autéctonos y 10s romanot, solda- dos, clon, funcionarios, mercaderes, Ademds, se convirti en Ia sfial exterior de Ia comunidad romana y, por fin, en vebiculo de Ja cul tra greco-tomana, como, mis tarde, del crisiaitmer El derecho de siudadsnis, imitado em si origen a las gentes patrcies, fue extendigo ea al $9 4. C, a todos Jos habitantes libres de Ita asta el Po, y nego, en el 212, por el edicto de Caracalla, 2 todas las personas del Imperio, Esta politica asimiladora tavo elects incalculables. Ser ciu adano romano era tanto como gozar de In protecién, al menos relae iva, de les armas y de Tas leyes romanas; era Ta oportunidad para brosperar, y hasta para hacer carrera en In administracién. “AS es la Poltiea de Roma: obra con til destreza que parece ser Ia bienhechor ‘de los pueblos a que somete", eseribo el historisdor griego Paliio, ‘que vivid en Roma durante dieistis afios en el sigio ua. C. Hacia Js misma época cantaba Ennio la romanidad de Rudies, su clucad natal, en Calebria: “Nos sumus Romani, gut fuimus ante Rudini” (Aen, 37D. Los nuevos romanos se sentian animados por una especie 4e nacionalizmo “avant la lettre”, del que se hallaban penetradas aun fas provinces més lejanas y que sobrevivié a la cata del Imperio. [A decir de San Agustin, ya no se reconocian en su tempo las dif renies raza, todo ef mundo se habia hecho romano, todos se llama ban Romanos. Un poeta galo del silo v, Rutilio Namaciano, exalia- ta a Roma que “ha dado a pueblos divertor na patria comin” Sobre el sentimiento de unidad romana vendré a asirse el de Ia uni- ad de In fe cristians, 1. EL nombre de Romani, que al principio se oponia al de La tinot mismo, ha terminado, pues, por comprender a todos 10s puee bios del Imperio con relacién a los barbaros y extrenjeros. Con el nombre de Rumania y de rumano (rum. Romtxia, romin) se ha perpe- twado en el extremo oriental del mundo romano, asi como en Suiza coviental y al Noroeste de Itai, en el romancke, lamado también Ia- dino 0 reto-romance, y en el nombre de una provincia italiana, la Romagna, Al lado de Romanus existia también Ia palabra Romautcus (con testimonios desde el siglo ¥), aplicada en épocs tardia a Romania, el mundo romano", en oposicién a Barbaria (0 Gothia); de donde el adverbio romanice, que adquiriria el sentido especifco de “en Jengua vulgar"; de donde a. fr. romans, fs. mod. roman, y esp. romance y roménico, c9n toda una ramificacién ceméatica y de léxico, sarihe vutcan.— 3 34 © tnvoduccite ol lin vulgar * 3, ELABORACION DEL LATIN COMUN Y LITERARIO 12. Con el renoatse polico de Roms, aie, en eoncurescia con el gg, coor an In tepsodnlegin minal, deste Mendy auh porn de major ganiea gue el Blcge mone No ha podio, sia embargo, aletzar etn pandea mds gb despues de un lego gresdiaje 3 precio de tee eafurans waned ‘or lo cere fom. Eun ta uae lias de aan Colre "habit" y “slovt™ “estimas” ee des guracamenes rote oye tepid prin ea Ie "podse"; “og, emer i Saba, ante ogo, "ear"; ser “line de saan ee Sorc"; a ial, Aha, cael auc compart con agtno ie unepe vara el ep, run sh lenge paca consti Dloges aoe, eos en vio conse on lu platcldnd det geo; te posaba oop 2a dervaciéo ala compodny les moc de ance heed 4 exprsaban por crcniogsis: Carer oeins “nein de Cag 8 srbe condi, “dade In fiadacin Roma's Cctone sont "Bajo el conuado de Czas csngatn por tus gor incre fut ins "eo ya nek; musts mond ae iando Io que hay que canbe, Tales nacre at sompeah So dd, con ota babs flas con lt gue tobe ee, teiado 7 gue a0 von coeds por tes pittoon, cone se Yel oxo en Somtion 9 0 b Conyac 13, Lengua de Roma tonto como el francts fo es de Pate e Jatin cs, sin embargo, el resto de una fesia de clement istece ¥ extranjeres con el fondo indigeaa y urbano. Como siempioy pas bras como, hircus lupus, fortes, furea,junus.-? ton de onyen {tdco © dialectal. Del mismo modo, ia pronunciacién de 2 for ae de 6 por au eran fenbinenos “risees, de los que el prose ta ee tminado por geveraliane, mientras que el segundo no he’ penance en Roma més que debilueats (§ 59} El souaclo con a ev {Ver Marontony, Le len langue de poysan, en Mél Yenaryes Pati 123, ples astaean, “© PONS o& Méongr 1 °Y. A: Een, Lor éléments dilecince du vocobulare latin, Pa tis, 2* ed, 1929, y Philologica, pags. 1-20: Le vocabulaire latin, | El lain vulgar: nociones generales 35 zacién helfnica ha sido de una importancia capital tanto para el nivel de vida como para la lengua de los Romanos. Desde el comienzo el periodo republicano, éstos se dejaron seduci, a pesar de Catéa fl Viejo y otros reaccionarios, por el contort, el ino, Jos juegos, las artes y, en fin, por la Mlosotia y las ciencias que cultivaba Grecia, a ‘ual, “conquistada, conquisté a salvaje vencedor y wajo las artes al jnculio Lacio” (Hor. Epist. 2, 1, 159, Como mas tarde Paris para Jos paites det Norte y del Este, Atenas se convirté en la gran eicusia de los patricios romanos, mientras que retores, gramdtices, artists y artenos griegos afluen a Rema. (Ova corriente heléaica ha legado de la Magna Grecia. Los Cal- dios de Cumas y de Sica han transmiido a Tos Romanos el alfabeto sriego, que éxtas ve encargaran de adaptar a Ia fonética de si lengua. Un griego de Tarento, Livio Andrdnico, dene el honor de haber int surado Ia poesia ating, épica y dramdtica, en el siglo mt. Poco tiempo desputs, Nevio y Ennio, mitad Oseos y mitad Gricgos, cantaban en Jatin las gestas romanas, adaptando ellos también Jas formas sricsas, como seauirin haciendo’ todos los demds poetas romanos. “Ninguna literatura depende tan estrechamente de otra como Ja literatura latiaa Ge In griega: es uo hecho unico, excepcional” (Emeut, Philotozica, ig, 15) Sin embargo, la imitaciéa y Jo adaptaciéa no excivian la ‘originalidsd de los autores romanos, que la halaban sobre todo en la ‘manera como tradveisn y tramsmitian el pensamiento grego. “Los Grie- gos han encontrads en Roms intérpretes y divulesdores, y serd bala 1a mascara latina como el pensamiento griege se coavertiné. durante sigjos en el gran animador del peasamiento del mundo occidental” (Marouzeau; ef, Meillt, Esqulste d'une hutoire de ta langue lal, ies. 87 ss, 109 58. y 191 58). 14, Fl etemeato griego penetr6 en Ja lengua de todos les medios sociales de Roma. Estos préstamos, abuodantes desde los origense de Jn literatura romana, denuncian Ja diversidad de las vias de acceso. Los mds antigues pertenecen a la Tengua de cada dia y fueron trans mitidos por el pueblo: der, Dalneum, bracchium, camera, core, crdpula, guberndre, machina, cleum, poena, pinlve, y miichos otros sms, En un plano mds elevado, al lado de transcripciones como archi- tectus, biblitheea, historia, philosophie, poke, patie, eaens, scholo, theairum, un procedimlento mde refinado, el ealeo, Ha sido practicado con fortuna por Cicerée, que ha foriado medias sobre wrosmys, wo 36 Introduecién al latin vulgar —_____Introduecién al tatin vulgar providentia de npévove, quilts de rovéons, sin dude de la fortuna Feagrvada a sux atevidos nevlogismes (ver Marouzeau, Quelquer a pects de la focmetion du lain tiéraire, pigs. 128141), © LAS “EDADES" DEL LATIN 15. El desmembrimiento de 1a evolucién det latin en piezas ero ‘oléieas he de ser, por necesidad, ms 0 meaas arbitaria, como 1o 65, Por shemplo, la divisién del Francés en periodo antgue, medio 9 moderoo, La crbaologia que shora proponemos no es més que uns de las muchas divisones posibes. 1. LATIN ARCAICO; ‘DESDE 10S eRfomEs HASTA FINES ORL. StOLO HAC. 36, Fuentes; Incripsiones grabadas,feagmentos de cantosritates Y de férmulns legate, acts oftiales, como el tenatue-consultes relative 4 las Hacanaies del ato 186; comienzos de la poesia, debides 9 Livio Andr6nico y a Nevio, de Ja primera mitad del siglo uh, conservados Tagmentaramente, La ids antigua, ts ioseipcion de la fla de Preveste, de bacis cl so 600, es todavia un documento aislada: sustos MED PHDFRARED seneasiol = Manius me feit Uethoked, forma dialectal de perfecto om reduplicaci) Numera, Entre los monumentos eplarddcos més importustes, conservados a ‘arsc del siglo v, furan tos epitafls de los Escpiones. He aqut ef de L, Comelio Escipidn, eéasul en ef 259 (CHL Th, 9) 1 Comvetio LF, Scmo mms caso, ceson onc nv Lomas cosmerioNr R(oma) Dvonowo orryo Fvise ViR0 LLrcrom Sciptone iio aannart 5. conson censor aris ee FEY a{pud ved) nse cen Consica Aventgve vane DEBET TEMPESTATEAYS AlOE MERETOI) Fl latin vulgar: noctones generates 37 = L. Cornelius Luci) Kia) Scipio aed consul censor | Hue una Dlurimi consentunt Romar | bonorum optimum fuste viru | Lar cium Scipionem. Filius Barbati | contul censor oils hie fuit opud von, | Hic cept Corsicam Aleriamgue urbern, { dedit Tempestubus sedem meriio. — Caracteristcas de a fonéica arcaca; e = i: aides (ero en 5, ail, . fut, 6 hee (pero 5. hie) 7. deder, empestiveius, ever); -0 = fh : 1, Commlios, eatnsal, 2. hone, oiro(n), ce sentiont, 3. duondro(mn, optumeton), vir), Laclons, lige. 5. edt sol: diptonaes ei Salis, adie, 7. aides of = a: 2. o'mo Ploirumé (pero 4. Laciom eon redueciéa del ciptonga; ef. addouit fm ef cpio de L. Cornelio Escipiéa padre, ClL T, 6 7); # de 2 plolumé representa el srada intermedio entre ef « 7, cf. vindel quel de COLT, 6, 7 (Benoat, Recuell de tester lalas archaiaues, arts 1916, las 14 sn). — Para la percida de -, dem y de m delante e 5, cf mids abajo §§ 121 y 127-129, 2, LATIN PRECLASICO: DSSOE FRULES DEL SIGLO H A LA BaTAD DEL stOLO 1A. C. 17. A través de yaclaciones y tanteos, Ix lengua Weraris se lbe- a de areafsmos y se unifea. Pertenece a este periodo: ania, pri mec poets orisial (239-(68); dos eGmicos geulale, pero muy dif renies etre si, Plasto (2512-184) y Terencio (hacia 19-159); dos ero- sistes poligrafos, Catdn al Viejo (234-49), orndor y autor de un Libro sobre los Origenss de Roma (perdido) y e un tratado sobre agrica tora, Llu, “padre de Ja stra romana” (149-103, Varrcn (11827), 4 caballo entre Ios periodos prelisico y clsica, enudito que se ocup6 de flosota, filologla (De fineua fate) y agricultura (cdlogo ‘Res rustica); en fn, dos grandes poeta, Luerecio (997-55) y Catulo (87 ca. $4), Por este tiempo es ya In capital Ia que da al tono, 3. LATIN CLASICO ("EDAD DE ORO”): DESoe 1A MITAD DHL SIGLO T A.C. A LA MUERTE De AUGUSTO (40. Gy 18, Apogeo de Its Ietras romanas, que coincide con el auge de a poltoa romana. La retsriea y la florotia estén personfcadas. por a 38 Introduccién al latin vulgar Cecerén (106-43'a, C.), que depura 1a lengua y crea la prosa artistica, 1 "in clisico”; Ia historia estd represeniada por César (100-44 a. C.), Satustio (8635 a. C) y Tito Livio (59. C17 dC); Ia poesia épica llega a la cima con Virgo (70-19 2. C), la poesia moral con Horacio (65-8 a. Cy Ia elegitea con Tibulo (487-19 a, C)y Propersio (672-15 8. C) y Ovidio (43 a. C-lT d. C). 4, LATIN POSTCLASICO (‘EDAD DE PLATA"): [DESOE LA MUERTE DE AUGUSTO HASTA ET. ARO 200 cA, 19, Fs el barroca de In literatura tating, caracterizado por la afectaciin del eso ¥ la acepiacidn de elementos populates y areaicas: ‘Técito (ca, 55-ca. 120), historiador y autor de anales com ua estilo personal, forzido y asimético; Séneea el Filstofo (muerto en el 65), ‘moralsia sentencioso; Plinio el Joven (62-113), refinado autor de epistlas, creador de un género nuevo; son también innovadores Pe tronio (bajo Nerén), con so Satiicdn, tabrota novela de bajos fondos, ¥ Apuleyo (bajo los Antonicos), con su aarracidn fantistica Mrtamor fotis 0 EL Amo de oro; ea In poesia domina la sitira de Juvenal (bajo Trajano y Adriano) y ef motdaz epigrama de Marea! (hacia el 4o-hacia el 10, Quintliano (muerto hacia el 95), un reaccionario, trata, en sus Fusttutiones orotoriae, de hacet volver ta orstoria a la areca clisica. 5. LATIN TARD{O (BAJO LATIN) [DrSbe ALREDRDOR DEL. 200 HASTA LA ELEOADA DE LAS ENOUAS ROMANCES 5 20, Este periodo nos leva hasta el finel de Ia latinidad propia- mente dicha; pero el proceso de disgregacién no se ha efeetuado sin Teaccién y hasia retomo a los modelor cldsicos; tal es el caso de io (que eterbla a comienzos del siglo) el “Cioeréa cn ¥ del fbsofo Boccio (primera mitad det siglo vy, en claro y extrafo contraste ambos con la barbetie de la Antigtedad agonizante Mas tenaz es la Inflencia de Ia retérica lovada al manietismo, sasi- EL latin vulgar: nociones generales 39 ble sobre todo en Africa y en la Galia: dentro de esta tradiidn se cdsinguen el historiador Amiano Marcelino (Guales del siglo w) y el poeta Claudiano (hacia cl 400), mientras que Ausonio de Burdeos (querto hacia el 395) cusnta ea ficiles verson realidaces vividss. Los autores eclesiiscos, por otra parte, desaprusban las norma cldscas y “paganas” (§ 30). De Ja larga serie de escritores crstanos, hemos de recordar a los grandes doctores de la Iglesia: el africano Tertuliano, que escribia hacia et 200, su compatriota San Agustin (354-430), y al ms sablo de los Padres, S, JerGnimo (hacia 340-420), a quien se debe Ta traducciéa latina de fa Biblia, Uaniada Vulgasa, La poesia sristiane hace su apacicién en el siglo 1¥ con 8, Ambrosi, obispo de MildD, y S. Hilario, obispe de Poitiers, cuyo ejemplo fue seguids por ¢l espaol Prudescio (hacia el 400), por S, Paulino de Burdeos, obispo de Nola (misma época), por Sidonio Apolinar (Siglo v), obispa de Clermont, por Venancio Fortunato, obispo de Poitiers (fn del silo vn). Ea general, el nival lierasio y grammatical de todo cuanto se escribe fn bajo latin va descendiendo continuamente desde el siglo vt hasta Ja reforma carotingia en el sislo vit: obras edificantes, historias © instrctvas, textos de leyes, de ordenanzas y de actas son redaciacos fn un latin mas 0 menos bécbaro, La reforma del latin, patrimonio vy de la Iplesia y de tos eultos, comenzada por Pepina el Breve, cone ‘ide aproximadamente con la génesis de un auevo idioma, e) romance, fs cevir, In toma de conciencia de una lengua hablada, difereate del latin Titdtgico © de tos documentos. El Concilio de Tours del ao 813 conficma la existencla de una rustica Romiana lingua, a la eval, e sbora en adelante, habrén de traducir las homilias los obispos, y sue, bajo este punta de vist, serd eolocada en et mismo plano que Ja Theottea fingua, Ik lengua alemana. La primera muestra de estas os lenguas seri ofrecida, unos afios mis tarde, por los, Juramentos 6 Estrasburgo (842), D) FUENTES DEL LATIN VULGAR 21, La literatura romana utilizaba un “atin de Iujo, que debe mucho al aparato exterior del foro y del senado” (Meil= "9 Para las ediciones de Tox textos mencionados en este capitulo, remitimos a la Bibiografia, Introduccién al latin vulgar Jet); se trataba de una lengua con gran refuerzo de figuras oratorias, de periodos sabiamente combinados y de cléusulas métricas destinadas a contribuir a la armonfa. Memos cons- tatado ya Ia vitalidad extraordinaria de la tradicién literaria ¥ totérica, Pero hemos de afladir que, en estas obras, el hombre de ls calle, el Romano como tal, 00 apereefa ‘por ninguna parte: asoma apenas en [as garruleries del Satiricdn de Petronio, o en algunas escenas de Horacio o de Marcial tomadas de la vida. Para colmo de desgracias, hemos per- ido todo el teatro nacional de Jos Romanos y una buena parte de la siti, Unico género que los Romanos reivindican como propip (Cf. Marouzeau, Introduction au latin, V. La vie révélée par les auyres). 22, Al esforzamos por descubrir el Iatfa hablado, nos Yemos perjudicados por Is literatura propiamente dicha. Fuerza es que localicemos el filén de donde, de tanto en tanto, affora este latin, excavando hasta en el margen de la Titeratura, en los autores y textos secundarios 0 xo literatios. De toda Ja evolucién de Ia literatura Istina nos interesan, ante todo, los periodos preclisico y postelésico, sobre todo ef periodo tardio; el perfodo areaic no puede ser tenido en cuenta, Ya que la lengua hablada ba sido la primera en desembarazarse de las particularidades propias de esta etapa. Es ocioso decir que no existe texto alguno en latia vul- gar; hay “vulgarismos” que se transparentan a través de la lengua literaria de los momumentos escritos. Esto es verdad también, y mAs que munca, cuando se wata de textos brota- dos de persoaas poco cultivadas; éstas ponen todo su interés mm “escribir bien” desde que echan mano de la pluma. Son, ues, las faltas que cometen, por un lado, y, por otro, los 2xces0s de correcciéa o hipercorrecciones, en una palabra, las ransgresiones de las normas literarias, las que nos informan obre el latin vulgar. Otra piedra de toque es Ja supervi- ‘encia de estos fendmenos en el romance: las lenguas romd- EL latin vulgar: nociones generales 41 niicas y, a veces, otras Ienguas modernas constituyen Ia. fuente indirecta del latin vulgar, 23, 9) Gramiticos latinos.—La serie de puristes que Sefialan [as pronunciaciones o formas deficientes, o tenidas or tales, es muy larga; va desde Apio Claudio (hacia el 300 a. C) a Virgilio Marén de Tolosa (siglo vu) y a Pablo Didcono, historiador lombardo (740-801). Sus observaciones, de desigual valor, hay que usarles con precaucién, ya que las reglas por ellos establecidas son a veces arbitrarias, si no fantisticas, Cicerén ha proferido una frase juiciosa a props sito de una construecién censurada: “Consule verizatem (=las reglas), repreliendent’ refer ad aures, probabunt” (Oras. 48, 159). Sumamente interesante ¢5 el Appendix Probi (sin duda, de los siglos eristianos, bajo los Lombardos"!, llamado asi porque se conserva en el mismo manuscrito que un tratado del gramético Probo); es un sflabo del género “Bien dicho... mal dicho...”, que cataloga y corrige 227 palabras y férmulas tenidas por incorrectas (una parte de ellas no Io son cierta- mente), p. ej. “vetulus, non veclus", “calida, non calda’, “auris, non oricla", “vinea, non vinia”...; todas estas formas son protorromances. 24, b) Glosarios latinos. — Se trata de vocabularios rue Gimentarios, generalmente monolingies, que traducen pala. bras y gitos considerados como ajenos al uso de la época (logsze 0 lemmata) por expresiones mds comrieates (interpre- ‘aniéria). El més antiguo de ellos es el glosario do Verrius Flaceus, De verborum significatione, del tiempo de Tiberio, ero que no es conocido més que por un resumen debido « Pompeius Festus, del siglo 1m (2). El més oflebre de 10s Jexicdgrafos latinos es Isidoro de Sevilla (hacia 570+ 636), UV. G. A. Robson, L'Appendic Probi et.ta philologic latine, en Le Moyen Age, 1983, pigs. 37-54, 2 Introduccién al latin vulgar Quien en sus Origines sive etymologiae. proporciona muchas noticias sobre el latia tardio y popular, y hasta regional, de Espafia. Las Gloses de Reichenau (por la abadia de ext vembre donde se encontraba antes el manuscrito, que es del siglo 1), redactadas probablemente en cl Norte de Francia hacia finales del siglo vat, som de un interés especial para l romanismo. Una primera parte explica, valiéndose de tir, sminos o de perifrasis tenidas por familiares a los usuatios, expresiones sacadas de la Biblia; la segunda parte es un losario alfabético. El aspecto “romance” de las traducciones salia a la vista: puicra: bella, arena : sabulo, isser : am bulasset (et. fr. aller’? y ambler), transgredere : ultra lore (aller ofure), minatur : manatiat (Gz. menacer), pipnuss dwadius (Ee. gage), concidt :taiavit (i. tale), iccore sficato (tr. oie, Gallia : Frantia, in ore : in bucca (fe. bouche, vesperiiliones : calves sorices (ft. chauve-souris), ete. Las Glee ses de Kassel (del siglo x12), especie de diccionario tui: {ico romance-alemén (bévaro), reviste una forma semilatina ¥ semiromance: indica miki : sage mir, Romo iste » deser man, tundi meo capilli: skir min faks,’ radi meo barba shir minan part; palabras aisladas: homo : man, jewels + chniw (hr. genou), figido + lepara (ft. fole, cf. ficato de las Gloses de Reichenau), mantun : chinni (fr. menton), ete. Son jBualmente de ta época romdnica las Glosas Emilianenses (de San Millia, provincia de Logrofio, Espafia; mitad del si. slo x2) y las Glosas de Silos (Castilla, siglo x), donde so encuentra, por ejemplo, repente : laeco (esp. luego), divergis ‘muitas (forma aragonesa y portuguesa = esp. muchas), sen. tial: sepat (esp. sepa, subj. de saber), abluantur : labaru sie. at (esp. sea lavade), 25, ¢) Inscripeiones latinas. —Se distinguen muchos tic pos de inscripciones: «) inseripciones grabadas, que son, en buena parte, férmulas més 0 menos estereotipadas: textos Honorifcos, dedicatorias a divinidades, epitaos, actas puibi- El latin vulgar: nociones generales 43 cas o privadas; las de baja época presentan el mayor interés para el latin vulgar; 5) inscripciones pintadas, muy raras: proclamas puiblicas, anuncios privados, sobre todo en Pom oye: ¢) inscripeiones trazadas con punz6n, més raramente con carbén, llamadas grafitos, numerosos sobre todo en Pom peya y Herculano; wna clase particular: tablillas de execra- ign (defixionum’ tabeliae), frmulas cabalisticas grabadas en Mminas de plomo, destinadas a lever mala suerte a un enemigo o a un rival, 26. ) Autores Iatinos antiguos, elasicos y de Ia “edad de plata”. — Tal clima espiritual se acomoda a un estilo descuidado que se aproxima al habla ordinaria. Caso aparie constituye el epistolario de Cicerén, que esmaita sus cartas familiares con expresiones conversacionales tales como belle GB veces, p. cj. Att. 5, 17, 6 sed hoe Bruto nostro velim dices, illum fecisse non belle, qui adventu meo... discesserit “..que no habia sido una manera fina de comportarse...”) ‘mi verule “mi viejo", barbatuli iuvenes “pollos pera”, ele, La palabra o el giro popular saltan tambiéa a la pluma de todo sl que quiere offeceraos un didlogo entre gente de pueblo; 5 el caso de Ja comedia antigua, sobre todo de Plauto, que, sin embargo, coloca en escena personajes gricgos ‘mis bien que romanos. Pasa lo mismo cuando nos cuentan us hecho curioso o una anéodota Horacio (p. ej. Sat. 1, 9), Jwvenal, Persio © Marcial. Entre las obras literarias ocupa ugar aparte Ja célebre novela “picaresca"” de Petronio, sobre todo su episodio del festin de Trimaleién. Con fino arte y agudo sentido de la realidad, cuenta “las peripecias de una banda de rateros y gorrones, cuyo episodio principal es Ja famosa comilona de unos libertos nuevos ricos con la lengua arto ligera y que presentan toda una jerarquia de charla- tanes vulgares (Cf. Perrochat, Péirone, pig. XV). 27, @) Tratados técnicos.—M. Vitrubio Polién, que es- 44 Introduccién al latin vulgar ——______Introduéein al latin vulgar evibié un tratado de arquitectura en tiempos de Augusto, Bde excusas de su poca correccidn lingifstica: “Non archi. ects potest esse grammaticus”. Del mismo modo, los auto- res de tratados de agriculture, coma Catén el Viejo, Varrén y Columela (bajo Tiberio y Claudio), cuya lengua tiene sabor & terrufo, tienen en general pocos conocimientos gramaticales, cosa que hace interesantes sus escritos desde nuestro punto de vista. Especialmente preciosas, a causa de st lengua intens samente tefida de elementos populares, son las obras técnicas Ge baja ép0ca, tales como la Mulomedicina Chironis, tratado de veterinaria de Ia segunda mitad del siglo wy, utilizado poco mas tarde por otro veterinario, Vegecio, que, sin embargo, se ha permitido retocar ciertos vulgarismos; Apicius, De re coguinaria, libro de cocina (por lo demés, todavia utilizable), de la misma época; Marcellus Iamado Empiricus (de Bur eos), De medicamentis liber, caleccién de tecetas de elec- twaro, de principios del siglo v; Anthimus, De observatione ciborum, dietética para uso del rey franco Thierry (511-534); ‘asi como numerosos tratados, waducidos genersimente del aricgo, de medicina, farmacologia, agricultura, agrimensura, mineralogia, ete. 28. {) Historias y erénicas a partir del siglo V—Se trata de obras toseas y sin pretensiones literarias, redactadas a un Tatin entreverado de vulgarismos y reminiscencias elf sicas": Historia Francorum, de Gregorio, obispo de Tours (638-594); Chronicarwm libri IV, de Fredegarius (obra es- crita, en realidad, por varios autores anénimos ; se trata de ‘tra historia de los Francos, del siglo vu), y el Liber histo- rige Francorum, an6nimo, compuesto posiblemente por un ‘monje de Saint-Denis en el 727; por fin, Iss compilaciones de historia gétiea y universal por Alain Jordanés (s. vi). "2 Sobre lon estucios de textos trios, en general, y, em particular, Sobre el valor @ fnterpretscién de las gratiss propias ‘Je estos texton, YB. Letsedt, péen. 10:20 y 24, 45 EL latin vulgar: nociones generales 29. g) Leyes, diplomas, cartas y formularios.—La lea- gua de estos textos es un injerto extraio, mezcla de elemen- tos populares y reminisceneias literarias o pasadas de moda, Sin embargo, las cartas y diplomas originales tienen el mérito de estar desprovistos de las correcciones y rejuvenceimientos gue alteran los manuscritos de los textos literarios. En Galia Se trata de documentos relatives a la corte de los reyes mero~ Vingios 0 a otros argumentos; ea Italia son edictos y actas redactados bajo los reyes lombardes, en los siglos Vi-vt; en Espatia tales textos provienea de los reyes visigodos (siglos vr tt) ¥ de 08 siglos siguientes. 30, b) Alntores cristianos. — Segin ta pelabra de Cristo, “Ios que ctean hablarén en lenguas extrafias” (Me. 16, 17). Los etistianos de los primeros tiempos también “rechazaron

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