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Número 5
Sábado, 7 de
agosto de 2010
El perseguidor
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Guillermo Orsi ODYSSEAS ELYTIS
“El escritor es un poco un inspector de Una reflexión en torno al
cloacas” valor lírico de la poesía de
Safo. Traducción y notas de
la entrevista de
EDUARDO GARCÍA ROJAS MARIO DOMÍNGUEZ PARRA

LA FUNDACIÓN
CRISTINO
DE VERA
CELEBRA SU
PRIMER
ANIVERSARIO

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2 El perseguidor Sábado, 7
de agosto de 2010

GUILLERMO ORSI / escritor

Un político ejecutado a la luz del día en un barrio marginal a las afueras de Buenos Aires. Una reina de la belleza que busca la ayuda de
una abogada que ha enviudado a balazos en dos ocasiones. Un crucero de turistas que encalla en el fangoso Río de la Plata.
Secuestradores, turistas, un barón colombiano de la droga, su amante y un puñado de policías corruptos son algunos de los personajes
que forman el cóctel explosivo de Ciudad Santa, novela por la que el escritor argentino Guillermo Orsi (Buenos Aires, 1946) obtuvo el
premio Hammett de la XXIII Semana Negra de Gijón. Considerado por la crítica como un referente del actual género negro, Orsi trabaja
como periodista en una publicación bonaerense, aunque también desempeñó anteriormente tareas como redactor publicitario, entre
otros oficios. Ha publicado El vagón de los locos (Premio Emecé 1978, Emecé), Cuerpo de mujer (1983, Ediciones Poniente), Sueños de
perro (Premio Umbriel de la Semana Negra 2004, Umbriel Editores) y Noches de Pelayo, que fue Finalista del Premio UNED en 2005. Con
Nadie ama a un policía (Almuzara, 2007) se alzó como ganador del II Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona.

“EL ESCRITOR ES UN POCO UN

INSPECTOR DE CLOACAS”

EDUARDO GARCÍA ROJAS

- Usted inició su carrera literaria

con el libro de relatos El vagón de
los locos.
- Efectivamente se trata de mi primer
libro publicado. Se trata de un conjunto
de relatos que para mi son muy importan-
tes porque gracias a ellos obtuve más
tarde el premio Emecé. Antes ya había
escrito otras historias aunque sea más
exacto apuntar que fueron intentos por-
que todos ellos se caracterizaban de pri-
merizos y muy pretencioso. Así que al reci-
bir el galardón por El vagón de los locos fue
cuando comencé a tomarme más en serio
esto de la escritura y a tratar de aprender
el oficio. Mi caso, que imagino es similar
al de otros tantos escritores, es que muchí-
simo tiempo antes de que me creyera que
podía ser escritor me recuerdo a mi mismo
escribiendo incluso cuando no sabía escri-
bir. En broma digo que esto nos pasa por-
que se trata de una maldición, aunque
ahora que intento ponerme serio, creo que
una vez que se publicó El vagón de los locos
tuve la certeza de que todavía me que-
daba mucho camino por recorrer antes de
considerarme un verdadero escritor.
- El grueso de su producción sin embargo
se decanta en favor de la novela.
- No es que me moleste pero la verdad es
que más que escritor de novelas me consi-
dero un cuentista, modo de expresión que
quizá sea el más natural para los escrito-
res de mi generación. De hecho, mi
encuentro con la novela se produjo de
manera casi forzosa. Empecé a pensar
seriamente en el género negro cuando en
Argentina se transitaba por una época
muy dura como fue la que marcó la última
dictadura militar. Esos años se caracteri-
zaron porque las formas que tenías para
expresarte resultaban prácticamente
nulas y esa situación me obligó, como
obligó a otros tantos escritores argentinos,
a que me refugiara en mi mismo --litera-
riamente hablando-- y a comenzar a tra-
bajar en una novela que se fue demorando
hasta 1983, año en el que se puso fin al
régimen militar y dio comienzo el período
democrático en mi país. Esta primera
novela se llamó Con cuerpo de mujer, y es
un trabajo que defino como el resultado
de una paciencia que desembocó final-
mente en un ensayo sobre el horror.
- Desde ese entonces, como escritor pri-
mero en la sombra a hoy ¿ha cambiado su
estilo, su voz a la hora de contar sus histo-
rias?
- Creo que tu propia voz la descubres
lentamente y a media que trabajas. De
alguna manera nace con la pulsión que
vuelcas en la palabra escrita. Pero eso hay
que trabajarlo mucho. Yo aprendí a expre-
sarme primero a través de los tebeos, del
cine y más tarde por las novelas de Emilio
Salgari, Edgar Rice Burroughs, el creador
de Tarzán, y también de Jack London,
hasta que un día alguien me hizo ver que
había alcanzado mi propia voz, pero que
esa voz tenía que trabajarla día a día por-
que el estilo aparece según el tema que
abordes en tus creaciones literarias.
- ¿Iniciarse en la literatura a través de esos
autores, la mayoría de ellos de evasión, quizá
Más que escritor de fue lo que le llevó a especializarse en litera-
tura de género?
novelas me considero - No lo creo. No soy una persona que le
dedique mucho tiempo a las etiquetas y a
un cuentista, modo las clasificaciones. En todo caso, creo que
hay buena o mala literatura, independien-
de expresión que temente del género que sea. En mi caso
concreto, el género policial o literatura
quizá sea el más negra me permitió encontrar una vía de
natural para los escape a través del cual contar una serie
de historias en unos momentos donde era
escritores de mi muy difícil publicar en Argentina. Claro
que hay que entender que mi país es muy
generación. Mi grande geográficamente aunque su activi-
dad se concentra prácticamente en Bue-
encuentro con la nos Aires. Yo le debo mucho a la novela
negra en todo caso, pero en especial
novela se produce de cuando se publicó Sueños de perro, por la
que obtuve el premio Umbriel. Ese pre-
manera forzosa, así mio, gracias al género negro, me abrió
puertas en vez de cerrármelas.
que empecé a pensar - En casi todas sus novelas Buenos Aires
comparte protagonismo con sus personajes.
seriamente en el ¿Cuál es su relación con la ciudad?
- Buenos Aires siempre es uno de los pro-
género cuando mis tagonistas de mis historias. Soy porteño si
país transitó bajo la bien ahora ya no vivo ahí, pero este hecho
me ha permitido tomar algo de distancia
dictadura militar con respecto a la gran ciudad porque Bue-
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Sábado, 7
de agosto de 2010
nos Aires es una megalópolis y yo llevo esa
ciudad muy dentro de mí. Además, es per-
fecta como escenario para un escritor por-
que por sus calles desfilan toda clase de
personajes y uno de esos personajes hasta
puedes ser tú mismo. Es un marco donde
las pasiones humanas están en perma-
nente estado de ebullición. Ésta y otras
circunstancias es lo que ha hecho que mi
relación con la megalópolis sea como de
amor y odio. Por un lado, porque la quiero
profundamente, con toda mi alma. Pero
por otro, y esto me pasa cuando me
encuentro mal con el mundo, porque
resulta ser mi primera víctima. Buenos
Aires es una ciudad muy interesante que
ha vivido en estos últimos años procesos
muy lindos pero también muy feos. Proce-
sos de radicales transformaciones cultura-
les que afectan a las relaciones sociales
que el tiempo siempre va modificando.
- Buenos aires forma parte del pai-
saje de Ciudad Santa, novela
por la que ha obte-
nido el Premio Ham-
mett de la XXIII
Semana Negra de
Gijón. ¿Qué le interesa
más de este gigantesco
espacio urbano: sus luces
o sus sombras?
- El escritor es un poco un
inspector de cloacas. Va bus-
cando lugares para remarcar
los contrastes y encontrar per-
sonajes en aquellos sitios que
son menos transitados. Como
ciudadano argentino me interesa
también sus luces aunque como
escritor me llama más la atención
lo que no aparece en su crónica dia-
ria. Preguntarme por qué se produce
ese delito y donde están los culpables que
forman parte de esa especie de gran juego
de la violencia que se desarrolla en la ciu-
dad. Plantear cuestiones, sobre todo la de
¿quién maneja sus hilos? Los famosos titi-
riteros.
- Todos estos elementos forman parte de
lo que se considera una buena novela poli-
ciaca. En especial intentar averiguar que hay
debajo del iceberg que vemos flotando en el
agua.
- El hecho de escribir sobre, desde y
hacia el interior de Buenos Aires a mi me
ha llevado al menos a ese callejón. Creo
que es como si la novela negra fuera el
género más natural para penetrar en los
callejones oscuros de la gran ciudad.
- Otras de las constantes de su producción
literaria es la de rastrear cómo afectó a los
argentinos vivir en un estado militarizado y
policial. La fractura social que significó vivir
bajo el miedo y la represión.
- Efectivamente. El pasado reciente
argentino alude a la dictadura y a la rup-
tura que produjo en las relaciones huma-
nas de mis compatriotas. Cómo fue capaz
de quebrarlas. Ha habido varios procesos
dictatoriales en Argentina y si bien el que
más se conoce es el último, es necesario
recordar que existieron otros procesos que
son los responsables de haber roto los
lazos sociales y de progreso en mi país.
- El escritor Horacio Vázquez
Rial dice que quizá esto explique
el porqué todo argentino lleva
un peronista dentro.
- El peronismo es un
fenómeno muy argentino
y por lo tanto inexplica-
ble e inútil de trasladar
a otro país. Hay que
tener en cuenta que, a
mi juicio, Perón fue
un fascista pero su
ascenso al poder se
produce cuando
esta corriente
ideológica
europea acaba
de ser aplas-
tada en Europa
tras la II Guerra Mundial.
Perón fue un hombre inteligente y
lúcido, que supo acomodarse a la situa-
ción emergente para reproducir un fenó-
meno inédito en mi país, como fue que
permitiese a grandes masas de la pobla-
ción hasta ese entonces ignoradas, a que
se incorporasen al sistema productivo
argentino. Se olvida hoy con facilidad que
mucha de esa gente huía del campo y bus-
caba refugio en los centros urbanos, bási-
camente Buenos Aires, y que este fenó-
meno fue definido por la oposición al
peronismo, la derecha radical, como de
“aluvión zoológico”. Esta era su manera
de definir la gran inmigración interna que
procedía de provincias. Los argentinos no
podemos olvidar que eso a los que la oli-
garquía tachó de “aluvión zoológico” es la
base histórica del peronismo. Corriente
que desde el poder generó también un
sindicalismo adicto que se enfrentó al
poder oligárquico y a la misma iglesia.
Esta digamos que tensión desembocará
más tarde en lo que se conoce como revo-
lución libertadora, que brota para quitar a
Perón del poder y provocó la muerte de
centenares de personas. Esta masacre se
silenció durante muchos años, aunque
poco a poco se está conociendo.
- Resulta paradójico que expulsaran del
poder a Perón los mismos militares que lo
respaldaron.
No soy una persona,
además, que le
dedique mucho
tiempo a las etiquetas
y a las clasificaciones.
En todo caso, creo
que hay buena o
mala literatura,
independientemente
del género que sea. En
mi caso concreto, el
género policial o
literatura negra me
permitió encontrar
una vía de escape a
través del cual contar
una serie de historias
en unos momentos
donde era muy difícil
publicar en Argentina
El perseguidor 3
BUENOS AIRES
Buenos Aires siempre es uno de los
protagonistas de mis historias. Soy porteño si
bien ahora ya no vivo ahí, pero este hecho me
ha permitido tomar algo de distancia con
respecto a la gran ciudad porque Buenos
Aires es una megalópolis y yo llevo esa ciudad
muy dentro de mí. Además, es perfecta como
escenario para un escritor porque por sus
calles desfilan toda clase de personajes y uno
de esos personajes hasta puedes ser tú
mismo. Es un marco donde las pasiones
humanas están en permanente estado de
ebullición. Esta y otras circunstancias es lo
que ha hecho que mi relación con la
megalópolis sea como de amor y odio. Por un
lado, porque la quiero profundamente, con
toda mi alma. Pero por otro, y esto me pasa
cuando me encuentro mal con el planeta, mi
primera víctima propiciatoria es Buenos
Aires
- Sí que es paradójico porque esos mis-
mos militares fueron quienes lo ungieron
y más tarde inaugurarían en Argentina
todos los procesos de golpe contra el
poder civil.
- Estos y otros elementos forman el telón
de fondo de Ciudad Santa, si bien es una
novela contemporánea porque su acción
transcurre en la Argentina democrática.
- Mi intención ha sido un poco la de plas-
mar en esta novela las muchas reacciones
de un poder policial absolutamente
corrupto que apenas ha cambiado de
orientación pese a los vientos democráti-
cos que afortunadamente soplan actual-
mente en mi país. La democracia argen-
tina ha sido valiente con los juicios a los
que está sometiendo a los miembros de las
juntas militares. Paralelamente, se publicó
--algo inédito en el mundo hasta este
momento-- el libro Nunca más, que incluye
entrevistas con algunas de las víctimas de
la dictadura y en donde narran las tortu-
ras a las que fueron sometidos, lo que si
bien es un pequeño muestrario de lo que
fue la represión, te da una idea de lo que
significó ese sistema de terror. No obs-
tante, en estos procesos abiertos con todo
lo discutible que puedan resultar, apenas
se ha tocado a la policía.
- ¿Esta necesidad de continuar buceando
en las entrañas de la historia reciente argen-
tina también se verán reflejadas en sus pró-
ximas novelas?
- Al finalizar Ciudad Santa estaba traji-
nado una nueva novela y tenía otra dán-
dome vueltas por la cabeza. Estas obras,
como las anteriores, giran en torno al
poder y las relaciones que suscita. Tam-
bién sobre la búsqueda de la pequeña y
quebradiza felicidad de los personajes que
se mueven en ese conflicto.
- ¿A los que el poder envilece?
- El poder es necesario en una sociedad
organizada para que los menos favoreci-
dos encuentren un lugar más confortable
bajo el sol, pero desconfío bastante del
poder. No hay personajes indispensables
en la realidad ni en las novelas. La historia
la escriben los pueblos porque los indivi-
duos, con independencia del papel prota-
gonista que asuman, somos pequeños ele-
mentos de la acción. Pienso así que los
líderes carismáticos o con pretensiones
podrían darse un baño de humildad.
- Puede que todo sea al final, como sugirió
usted en cierta ocasión, porque somos pro-
ducto de “lo que inventamos”.
- Todos nos inventamos a nosotros mis-
mos. De alguna manera somos como una
especie de narradores de nuestra propia
realidad. De algún modo nos inventamos
día a día.
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4 El perseguidor Sábado, 7
de agosto de 2010

LOS REYES DE ESPAÑA, EN EL ACTO INAUGURAL

La Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias celebró el pasado viernes, 23 de julio, el primer aniversario de inauguración
por sus majestades los Reyes de España, que hace un año estuvieron acompañados en el acto por numerosas personalidades de los ámbitos
cultural, político, social y económico de las Islas, que quisieron acompañar en este acto al pintor canario Cristino de Vera y su esposa,
Aurora Ciriza. Entre las autoridades invitadas se encontraban la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, y el presidente del
Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que contaron como anfitrión con el presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, uno de los impulsores
de este proyecto.

FELIZ
PRIMER ANIVERSARIO
La Fundación Canaria Cristino de Vera encara ahora su
segundo año de vida bajo el espíritu de la filosofía zen
RAFA CEDRÉS expuesta para disfrute y conocimiento de El mismo Cristino de Vera en unas decla- las islas, aunque su presencia en las mis-
todos los canarios, si se caracteriza por raciones a la agencia Efe evocaba este mas siempre se ha caracterizado por la dis-

L
a historia de la Fun- algo en el plano personal es por su enorme
dación Cristino de sentido de la generosidad. En este sentido,
Vera es el resultado encontró en Álvaro Arvelo un alma
de un largo trabajo gemela, así como un hombre muy sensibi-
en el que dos de sus lizado con el arte del maestro. Poco a poco,
protagonistas más entre los dos, se fue madurando un pro-
importantes han yecto que cristalizó en lo que hoy es la Fun-
sido el pintor tiner- dación Cristino de Vera. Espacio Cultural
feño, Cristino de CajaCanarias, un entorno en el que ade-
Vera, y el presidente más de admirar algunos de los mejores tra-
de CajaCanarias, Álvaro Arvelo. El artista, bajos del artista, se ha convertido también
que ya en 1997 cedió gran parte de su pro- en un imprescindible lugar de encuentro
ducción plástica al Gobierno de Canarias ubicado en la lagunera calle de San Agus-
con la única condición de que ésta fuera tín de San Cristóbal de La Laguna.
encuentro: “Surgió porque a veces las
cosas surgen y la vida es una red de azares,
y en esta ocasión me sorprendió la rapidez
de reflejos del presidente de CajaCanarias,
Álvaro Arvelo, quien fue el impulsor del
proyecto con una visión muy clara en la
que él aportó un grano de arena”
El creador plástico tinerfeño, que entre
otros galardones cuenta con el Premio
Canarias de Arte, así como la Medalla de
Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Pre-
mio Nacional de Artes Plásticas en 1998,
pese a que vive en la capital de España
desde 1951, nunca ha roto sus vínculos con
creción.
Según señaló el propio artista, el archi-
piélago canario representa un “mundo de
la nostalgia, del sitio donde germinó todo
y en donde contemplo la belleza dramá-
tica de su zona sur, la árida, sobre la que
sería triste pasar por la vida y no sentirla”.
En cuanto a la Fundación, declaró que
su deseo era que no se asemejase a otros
museos del mundo en los que se buscan
“visitas de vértigo y se contabilizan miles y
miles de visitantes que se limitan a pasar y
mirar, sin contemplar. Quiero ofrecer un
espacio de quietud y de contemplación
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El perseguidor 5
Sábado, 7
de agosto de 2010

Biografía los 22 años empieza de cero, y

Cristino de Vera nace en 1931,
en Santa Cruz de Tenerife,
aunque se siente muy
vinculado al sur de esta isla. En
1946 inicia su formación en la
Escuela de Artes y Oficios de
su ciudad natal, donde tiene a
Mariano de Cossío como
maestro, quien le hizo conocer
el postcubismo y la poesía de la
generación del 27. En 1951, a
los 20 años, marcha a Madrid,
donde frecuenta el taller de
Vázquez Díaz. Completa su
educación en la Escuela de
Bellas Artes de San Fernando y
en el Círculo de Bellas Artes. A
se deja llevar por su propia
intuición.
En los 50, debido a su
participación en una muestra
colectiva en la galería Xagra
(1952) y a su primera
individual en la galería Estilo
(1954), su pintura se conoce
dentro del panorama artístico
madrileño.
Realiza otras exposiciones
individuales en la capital de
España: Sala Alfil (1956 y
1957) y Ateneo de Madrid
(1959). En 1960 obtiene una
beca de la Fundación Juan
March por la cual viajó a
Bélgica y Holanda. Al año
siguiente recorre Italia y
Francia.
En los 60 y 70 participa en
exposiciones colectivas en casi
toda España, y también en
exposiciones internacionales,
como la II Bienal de París en
1961, la Bienal de Venecia en
1963 y la Feria de New York en
1964.
En 1974 presenta una
exposición en la Rutland
Gallery de Londres y ese
mismo año visita por primera
vez los Estados Unidos. En
abril de 1976, el Ayuntamiento
de Las Palmas de Gran Canaria
presenta una antológica de su
obra en el Castillo de la Luz,
sala en la que vuelve a exponer
en 1982.
En los 90 participa en tres
ediciones de ARCO (1990,1992
y 1994) y en octubre de este
último año, el Gobierno de
Canarias organiza una
antológica -en el Centro de
Arte la Regenta de Las Palmas
de Gran Canaria-, compuesta
por obras realizadas en los
últimos 40 años.
En 1996, el Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía de
Madrid, dedica una exposición
sobre su obra en papel, a la que
le sigue una muestra sobre sus
dibujos en el Centro Atlántico
de Arte Moderno.
El artista reconoce la práctica,
en sus procesos creativos, de
meditación cercana a la mística
cristiana y oriental. Con
frecuencia ha sido llamado
“místico”, debido a que su
trabajo “nace de la austeridad
y la poesía”, y se sostiene en un
estilo muy personal que
siempre “conduce a una
reflexión espiritual”. La
temática de su producción se
centra en la muerte.
Según él “el arte es una forma
de rezar, de expresar un
sentimiento de religiosidad
indefinido, sin un dios con
nombre declarado. Necesito
pintar como ejercicio
espiritual.” Su obra se
encuentra repartida, entre
otros espacios expositivos en la
Fundación Canaria Cristino de
Vera, en el Museo Provincial de
Tenerife y también en el Museo
Nacional Centro de Arte Reina
Sofía.

LABOR EXPOSITIVA
Las salas de la Fundación Cristino de Vera,
que en octubre acogerá muestra La magia de
Miró y este mismo agosto una exposición de
Bonsáis, ha acercado también al público la
obra de Eduardo Chillida, con el título de
Chillida. Vibración muda, y Luis Fernández,
bajo la denominación de Luis Fernández. La
belleza de lo oculto.Chillida. Vibración muda
constó de dieciséis obras realizadas por el
artista entre los años 1984 y 2000,
mientras la dedicada a Luis Fernández
estuvo integrada por treinta y tres piezas del
maestro asturiano.

contenidos relativos a la selección y distri-

porque el arte necesita una vía de com-
prensión y de tiempo que otros ocupan por
la vía del engaño.
La Fundación nace así con la férrea
voluntad de no convertirse en un espacio
muerto, sino en obra viva.
Estos objetivos, para la actual directora
de la Fundación, Clara Armas tras dejar
Celestino Hernández su dirección, se han
cumplido en este primer año de vida, doce
intensos meses en los que la institución ha
desplegado un abanico de actividades que
ha contado con la respuesta del público.
HOJA DE RUTA
Las hoja de ruta de la Fundación desde que
abrió sus puertas ha sido así la de organi-
zar exposiciones temporales, visitas guia-
das, un ciclo de cine, la presentación de
publicaciones y la organización de varios
cursos especializados de diferentes temá-
ticas, en los que han participado más de
17.000 personas.
A este respaldo de espectadores debe
sumarse también el intenso trabajo que
desde dentro se desarrolla en la Funda-
ción Cristino de Vera, como es recibir,
inventariar, catalogar y conservar los fon-
dos artísticos y bibliográficos, así como los
objetos personales que han sido donados
por el propio artista tinerfeño.
“Es precisamente esta labor la que ocupa
una gran parte de las instalaciones y recur-
sos de la Fundación, cuyo resultado ha
podido verse reflejado durante este año en
la instalación de una colección perma-
nente de muchas de las obras que integran
estos fondos”, explica Clara Armas, quien
recuerda que además la exposición per-
manente, la sede de la Fundación también
ha albergado a lo largo del año una mues-
tra itinerante compuesta por obras del
mismo autor titulada Cristino de Vera en
las colecciones canarias 1954-1984, que
reunió veintiuna obras del pintor, pertene-
cientes a coleccionistas canarios y cuyo
período de realización se situaba entre
1954 y los años ochenta.
Con esta exposición, que registró una
cifra superior a los cuatro mil visitantes, la
Fundación pretendió, por una parte com-
pletar el fondo permanente de la Funda-
ción y, al mismo tiempo, ofrecer al público
una oportunidad para realizar un reco-
rrido por la amplia trayectoria de Cristino
de Vera, que supera ya los cincuenta años
de creación plástica.
Con el objeto de dar a conocer el estudio
de la colección permanente sobre Cristino
de Vera, así como el resto de actividades
promovidas por la Fundación, la institu-
ción ha puesto en marcha una página web
en internet, y ha realizado la edición de
varias publicaciones y trípticos publicita-
rios.
En www.fundacioncristinodevera.com se
recogen todos los datos de la Fundación
Cristino de Vera, la historia y característi-
bución de las obras que constituyen la
colección permanente.
Así, de manera didáctica e interactiva se
muestran los cinco ámbitos en los que se
encuentra dividida la colección: Figura,
Bodegón, Paisaje, Vanitas y Dibujos. Ade-
más, se ha creado un apartado de activida-
des y noticias que se mantienen siempre
actualizados para dar a conocer a todos los
visitantes las últimas novedades.
Entre los objetivos de la Fundación Cris-
cas del edificio que acoge su sede, el patro- tino de Vera se encuentra la edición y pro-
nato y su organigrama. ducción de obras audiovisuales o materia-
De igual modo, en este espacio virtual, les, en cualquier formato o soporte, a tra-
los visitantes pueden acceder a la biogra- vés de los que se facilite la promoción y
fía visual y cronológica del autor y otros difusión de la obra de Cristino de Vera, así
como el intercambio de obras, ideas y estu-
dios sobre cualquier manifestación cultu-
ral contemporánea. En este sentido, hasta
Según el momento se han publicado las siguien-
tes obras: Catálogo de la Fundación Cris-
manifestaciones del tino de Vera, Cristino de Vera en las coleccio-
nes canarias 1954-1984, y Chillida. Vibra-
propio artista, el ción Muda.
También se han editado trípticos publi-
archipiélago canario citarios, en castellano e inglés, con infor-
mación relativa al museo, su entorno y
representa para él un actividades del trimestre correspondiente
con el fin de divulgar y difundir, en benefi-
“mundo de la cio de la sociedad canaria, la situación y
actividades de la Fundación.
nostalgia, del sitio Dentro del espíritu que caracteriza a este
donde germinó todo y espacio cultural y a la figura de Cristino de
Vera, la Fundación acogió durante estos
en donde contemplo últimos meses varias actividades relacio-
nadas con la cultura oriental. Espíritu zen
la belleza dramática que marcará su segundo año de singladura
con nuevos proyectos, entre los que se
de su zona sur, la encuentran una exposición de Bonsáis,
que ocupará las instalaciones de la institu-
árida, sobre la que ción durante la tercera semana de agosto,
y la exposición La magia de Miró, que per-
sería triste pasar por manecerá en este espacio cultural durante
los meses de octubre, noviembre y diciem-
la vida y no sentirla” bre próximos.
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6 El perseguidor
EL VUELO DE ÍCARO /
ODYSSEAS ELYTIS. 'SAFO' (I)
TRADUCCIÓN Y NOTAS DE MARIO
DOMÍNGUEZ PARRA
L
a naturaleza crea sus propios
parentescos, en otro tiempo
mucho más potentes que los que la
sangre forja para nosotros.
Dos mil quinientos años atrás, en Mytilini,
todavía veo a Safo como una prima lejana
con la que jugaba en los mismos jardines,
alrededor de los mismos rosales, sobre los
mismos aljibes. Un poquito mayor que yo,
morena, con flores en el pelo, y un álbum
escondido repleto de versos, que nunca me
dejó tocar.
Por supuesto, es porque vivimos en la
misma isla. Porque teníamos la misma
impresión característica del mundo natural,
que persiste inmutable desde aquellos años
hasta hoy para observar a los hijos de Eolia.
Pero sobre todo, porque trabajamos -cada
uno en sus estrofas- con las mismas esencias,
por no decir con las mismas palabras más o
menos: con el cielo y el mar, el sol y la luna,
las plantas y las muchachas (2), la pasión.
Una unión, una mitad en el cielo y la otra en
la tierra, una mitad en la duda y la otra en la
inmortalidad -perceptible, si no algo más.
Discúlpenme, entonces, que hable de Safo
como mi contemporánea. En la poesía, como
en los sueños, nadie envejece. La primera
cosa que causa impresión en Safo es la fe que
muestra en la idea poética, su percepción de
que al escribir se convierte en parte de la
inmortalidad. Te aseguro que alguien se acor-
dará de nosotras (3), declara, y esto es algo
que Homero, quizás, no había pensado
nunca. Como si la poeta lo supiera desde
entonces, que incluso si el tiempo hace des-
aparecer el noventa por ciento de su obra,
ella, como impresión de vida, sobrevivirá.
Como de hecho ocurrió. No hay mejor ejem-
plo de la potencia que la palabra poética
puede tener. Estrofas mutiladas, versos a la
mitad, palabras rotas, nada; y de esta nada,
un milagro: una personalidad completa, con
sus características particulares, su mito per-
sonal, y toda la decoración natural y humana
del espacio cultural en el que se desarrolló.
Tan grande, dirías, es el magnetismo que
profieren las palabras, que basta para que se
rompan por el eje de su sometimiento prag-
mático.
En la ocasión que nos ocupa, incluso su
disposición aquí o allá en la totalidad mental
que presuponen nos permite recordar una
nueva forma de poesía que nació en aquella
época, con sus sistemas métricos, su dicción,
sus diversos secretos. Y esto es un segundo
milagro.
En un momento en el que las bases religio-
sas de la sociedad son todavía rígidas; en el
que la palabra épica ejerce el dominio en la
expresión; en el que el elemento heroico es
el principio constante y reconocido, un
Arquíloco en Paros y una Safo en Lesbos -por
referirnos a los más importantes- lo invier-
ten todo, llevan los sentimientos y los sueños
al primer plano, se atreven a hablar de su
vida personal, a contar sus penas, a cantar, a
bailar. Los primeros en el Egeo y los prime-
ros en todo el mundo conocido, quiero decir
en la civilización que todavía hoy en día con-
tinuamos.
Si ya en los fragmentos que nos quedaron
Sábado, 7
de agosto de 2010
NÚMERO: XCIII
Coordinación: Coriolano González Montañez
rescatamos expresiones diamantinas, ten-
dremos que suponer, de acuerdo con la ley
de las posibilidades, que en los nueve libros
poéticos que escribió Safo un verdadero
tesoro de palabras con fuerza reflexiva, de
audaces comparaciones y de originales imá-
genes había sido creado allí, en el espacio del
Egeo oriental, antes incluso de que comen-
zara a encumbrarse aquello que, general-
mente, consideramos el milagro griego -y
me refiero, por supuesto, a la Democracia
Ateniense.
Los historiadores han hablado del modo
de vida extraordinariamente refinado y a la
par rico que había desarrollado Lesbos en los
siglos VII y VI a.C. -una amalgama de com-
portamientos libres e instituciones basadas
en modelos de adoración en los que la natu-
raleza y la pasión tenían una posición predo-
minante. Si a esto se añade que en la penín-
sula asiática de enfrente, no tan lejana, exis-
tía Lidia, con la famosa Sardis de los afeites y
los atuendos femeninos, se entenderá que
las mujeres de Mytilini, cerca del París de la
época, podían hablar como habla Safo. Su
casa seguramente tenía alguna analogía con
los «salones literarios» de la Europa de pre-
guerras. Un centro de formación de las
muchachas de la buena sociedad, un tipo de
escuela superior o de conservatorio, en el
que las jóvenes más brillantes de la isla
encontraban la ocasión de perfeccionar el
baile, la canción, la poesía, los buenos moda-
les. Estaba escrito que algunas de ellas, Atzís
(4), Anaktoría, Goguila, Yirino, Mnasidika,
llegarían hasta nosotros envueltas en una
nube dorada de esplendor y belleza.
En el famoso fragmento preservado (hasta
antes de ayer creíamos que se trataba de
alguna Célebre (5) sobre Anaktoría, uno de
los fragmentos más hermosos, por no decir
el más hermoso, el semblante de la heroína-
está en posición de someter una rosa, de después en griego antiguo, he decidido dejar el
que se encuentra lejos, en Sardis-emerge,
interpretar una ola y una golondrina, y de original antiguo (transcrito según la pronun-
gracias a una original técnica, a partir del
decir te quiero, para que se conmueva la faz ciación del griego moderno) sin traducir. Esta
estilo único que utiliza la poeta para descri-
de la tierra.
bírselo a su amiga más querida. Mientras expresión se incluye en el poema de Safo que
avanzamos, sentimos que el poema se llena comienza de esta manera: «Yes, Atthis, you
del misterio de una forma femenina, que ni NOTAS: may be sure / Even in Sardis Anactoria will
escuchamos ni vemos sino que sólo adivina- (1). Este texto, publicado también en su libro think often of us»; y concluye así (las cursivas
mos en una refracción de sentimientos EN LEVKÓ, es la introducción que Odysseas en las dos siguientes citas son mías): «thou-
extraordinariamente tiernos, inspirados por Elytis escribió para Safo: recomposición y ver- sand-eared night repeats that cry / across the
la luna en la costa contraria y evocados de sión (Atenas, Íkaros, 1985, segunda edición), sea shining between us» (vid. Sappho, tr. Mary
nuevo junto con la voz de la ausente, que la
la reconstrucción de los poemas originales de Barnard, University of California Press, Berke-
noche, con sus mil oídos, una nix políos (6),
Safo y la versión en griego moderno de Elytis. ley, 1999, Part Three, 40). La expresión men-
lucha por asir sobre las olas.
(2) De hecho, «Las muchachas» es el título de cionada al principio también está traducida
Es en un momento semejante donde
podemos estimar todo el valor lírico de Safo, un texto en prosa de Elytis que forma parte de en Lyra Graeca, v.I., fragment 86, p. 247: «for
y no en Inmortal Afrodita de polícromo tron ANIJTÁ JARTIÁ. En español: Las muchachas, flower-tressèd night that hath the many ears
(7), ni, mucho menos, en los epítetos orna- traducido por Francisco Torres Córdova, El calls it to us along all that lies between». Sin
mentales raídos por el uso posterior, los Tucán de Virginia, Consejo Nacional para la embargo, el principio y el final del poema
dedos rosados y las sandalias doradas (8). Cultura y las Artes, México, 1998. citado no están traducidos ni en la edición de
Ni en éstos, ni en algunas expresiones sen- (3) Safo, Poemas y testimonios, ed. Aurora Aurora Luque (fragmento 46, pp. 59 y 61) ni
tenciosas que hasta hoy no han perdido su Luque, El acantilado, 2004, p. 93. en Lírica griega arcaica: Poemas corales y
visión en la vida y que, quizás, no las espera- (4) Para la transcripción de los nombres, se monódicos, 700-300 a.C. (tr. Francisco Rodrí-
ría nadie de una mujer: tiene en cuenta la pronunciación del griego guez Adrados, fragmento 66, pp. 371-372), ni
moderno. «Atzís» es «Atis» en las traducciones en el mencionado Líricos griegos arcaicos (fr.
Me gustaría, de los poemas y fragmentos de Safo al español. 7, p. 247).
pero bien sé que no le es posible (5) Elytis escribe el epíteto «Arígnota» que Safo (7) Safo (ed. Aurora Luque), p. 15.
al hombre poseer el máximo bien, sino utiliza en uno de sus fragmentos para referirse (8) Safo (ed. Aurora Luque), fragmento 46:
desear a una diosa (vid. Juan Ferraté, Líricos griegos «El mar por medio».
participar de él. (9)
arcaicos, Barcelona, Sirmio, 1991: «diosa reve- (9) Safo, Antología, Introducción, selección,
lada»; vid. Lyra Graeca, v.I., tr. J.M. Edmonds, versión y notas de Manuel Rabanal Álvarez,
La vida no nos presenta con frecuencia a
una criatura semejante, sensible y atrevida a London, William Heinemann LTD, MCMLVIII: Madrid, Aguilar, 1968; vid. p. 70, XXV (27),
la vez. Una muchacha menuda, muy «glorious Goddess»). «Lo más bello».
morena, una «olla renegrida» (10), como (6) Puesto que Elytis repite la expresión «noche (10) Elytis utiliza aquí una expresión popular
diríamos hoy, que sin embargo mostró que de mil oídos», primero en griego moderno y griega: «mavrotsúkalo».
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Sábado, 7
de agosto de 2010
TEXTOS INÉDITOS
LLA
MA
DA
EZEQUIEL PÉREZ PLASENCIA
C
uando la fatiga y la soledad
son intratables, la llamo
para verificar mi condición
perversa y oír su retahíla de
reproches e ironías, con la
certeza de que su enojo dilata el amor.
Casi no necesito descolgar el teléfono
para saber que eres tú, me anticipa. Ésta
es una fecha propicia para tus desvaríos
y nostalgias. Cuánto me divertí la
última vez que me enviaste una de esas
entrevistas en te exhibes como escritor-
zuelo de moda; ah, so tonto, has olvi-
dado que no pasa de moda quien nunca
ha estado de moda. Ojalá tuviera yo
ocasión de explicarles tu verdadera
calaña a todos esos juntaletras, me
espeta.
Sólo tengo cincuenta céntimos, le
advierto.
Lo deseo con mucha gana sólo para
contarles mi opinión de ti, de la vida, la
miseria moral y el amor, para soltarles
algo parecido a lo que hablé cuando
preguntaste qué pensaba de todo ello,
para responder yo a esas preguntas
estúpidas de periodistas que se creen
importantes, me suelta mientras per-
cibo su risita de indignación a través del
auricular.
Y entonces yo dije nada, no pienso en
nada, y quería decir en los adioses y en
todo, en frases memorizadas en el cole-
gio de monjas cuando ignoraba lo esen-
cial. Fue como una plegaria, y también
como la primera alcancía, casi intu-
yendo esta desdicha de marido celoso y
adúltero, me dice.
¿Recuerdas al de la rayuela, su maes-
tría al describir escenas patéticas unta-
das de lágrimas y adjetivos y recuentos
que eran chantaje o cariño? La memo-
ria y el hastío de quienes se fulminan
mirándose a los ojos, me recita. Me gus-
taría ver dónde y en qué condiciones
estás, añade.
EL AUTOR Y SU OBRA
Ezequiel Pérez Plasencia (Tenerife,1957) es autor, entre otros, de los
libros de relatos El teléfono y otros cuentos (1989) y La ilusión de los
vencidos (1998). El regreso de Carlver Casey; Decena de un cronopio
(galardonado en el Concurso Internacional de Cuentos Juan Rulfo), la
novela El orden de día (2008) y La voz del vacío (2009).
Todavía veo con nitidez
la manera en que rehuí tu
rostro para no ofrecerte
una daga de culpa o
espanto, y para no sen-
tirme personaje de tus ficciones. Lo
has prostituido todo con tu presunta
literatura, me dice, y pincho unas
monedas para alargar esta mañana de
carnaval y resaca. Estoy en una cabina
telefónica, en el centro de la ciudad;
la luz del día y su fervorosa palabra
adensan los efectos de una noche dis-
paratada.
No olvido los inicios, y al remon-
tarme descubro tu inimaginada condi-
ción de homúnculo de mujer com-
pleta, dulce y sensual, lo digo sin
empacho. Acaso fuiste mendigo de
una dama imposible, con reminiscen-
cias de La dama de blanco de Wilkie
Collins, tal como tú sugeriste, me
recuerda, y siento escalofríos ante la
diatriba de esta mujer que se me
antoja tan íntegra y sufriente que casi
nadie la merece. Por momentos temo
que interprete mi silencio como signo
de indiferencia, me contengo mien-
tras aflora una lágrima en mi rostro
desencajado.
No quiero jugar el papel de mártir,
no tengo tiempo para boberías, sólo
soy yo misma. Es posible que yo haya
demandado un arrullo inhumano,
localizado quizá en el fondo de la
noche o el mar, me dice.
Ah, qué lindo y cómodo el amor
escrito o leído y qué horrible el amor
vivido, cuánto engaño en la alegría de
letra impresa. Casi todos los hombres
son trapaceros, pero no todas las
mujeres son tan cuentistas como tú.
Te hablo sin esperanza y sin urgencia,
te conozco demasiado bien y sé que
pronto estarás durmiendo la tunda, y
cuando despiertes sólo recordarás lo
que te conviene. Yo me quedaré con la
puerta definitivamente cerrada, me
El perseguidor 7
Todavía veo con anticipa.
No hay tiempo para forzar la dulzura.
nitidez la manera en No me arrepiento de nada, fuiste
grande, me sedujeron tu delicadeza y
que rehuí tu rostro sensibilidad, tu ternura. Tengo la con-
ciencia sosegada, pero qué caro pagué
para no ofrecerte una el salto al vacío, amarte sin reservas,
incluso cuando, huidizo y abatido, aga-
daga de culpa o chaste la cabeza tras la traición infame,
continúa ella este martirio moral. Y la
espanto, y para no precisa verdad es que ya sentí el dolor
sentirme personaje de del ocultamiento, nunca de su infideli-
dad.
tus ficciones. Lo has ¿No tienes nada que decir? ¿Quieres
algunos antónimos de entregar? Pues
prostituido todo con aquí los tienes, son tus hábitos: servirse,
aprovechar, explotar, abusar, manipu-
tu presunta lar, manejar.
Para, para, la intento frenar.
literatura, me dice, y Ah, pobre hombre. ¿Te conmuevo?
Ha sido todo muy espontáneo, lejos de
pincho unas monedas mi intención el desenterrar viejos
resentimientos. Y no vuelvas a llamar
para alargar esta nunca más, sufre y calla. Tú también
acabarás solo y desencontrado. El amor
mañana de carnaval huye de la esterilidad emocional, por
fraudulento que pueda parecer. La
y resaca. Estoy en entrega apasionada se convierte en
una cabina seña de honestidad que luego nos
acompaña en la hora de arreglárnoslas
telefónica, en el con el sufrimiento intenso, cuando
tocamos fondo y sólo nos queda la
centro de la ciudad; noche, el corazón quebrantado. Que-
rrás cuando ya no te quieran o cuando
la luz del día y su sea tarde, y comprobarás que el verda-
dero cariño de abraza cuando se des-
fervorosa palabra pide. Oh, esta mujer consigue su propó-
sito: abatirme. Ahora un pitido telefó-
adensan los efectos de nico anuncia que pronto cesará su voz.
Perdóname, le digo.
una noche ¿Qué hubiera sido de ti, qué hubiera
sido de mí si me hubieses amado como
disparatada yo quería?, responde preguntando.
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8 El perseguidor Sábado, 7
de agosto de 2010
TITULO: CRÓNICAS DEL MULTIVERSO.
EDITORIAL: VÍCTOR CONDE.
AUTOR: MINOTAURO
(EDITORIAL PLANETA).

Una novela conseguir que la ciencia

del espacio
E. G. R.
Víctor Conde obtuvo con sus
Crónicas del multiverso el
premio Minotauro 2010. Con
este galardón, el escritor
tinerfeño rompió lo que
podría considerarse como
una maldición en estos
galardones literarios, al
ficción española ocupara el
espacio que se merece dentro
del amplio espectro de la
literatura del género
fantástico. Lo que primero
sorprende de Crónicas del
multiverso es la ambición de
su propuesta, desarrollada en
algo más de cuatrocientas
páginas apretadas donde el
autor da credibilidad a un
mundo inexistente. Poblado
de especies inteligentes (un
total de quince) y naturalezas
impredecibles que su autor
describe con notable sentido
de la acción y la aventura.
Novela coral, Víctor Conde
plantea con brío lo que los
anglosajones conocen dentro
de la ciencia ficción como una
space opera. Space opera con
sabor a La guerra de las
galaxias que no mengua el
pilar científico con el que
recrea su universo. Conocido
en esta novela como La
Variedad, una isla de soles
rodeada por un inmenso vacío
cósmico que está muriendo.
Estas Crónicas del multiverso
sugieren muchas lecturas, y
un concepto diríamos que
clásico de la aventura. En este
caso, con claras referencias al
éxodo del pueblo judío de
Egipto en busca de la Tierra
Prometida. En la novela de
Conde no se trata,
naturalmente, de Israel, pero
sí de un lugar en la
inmensidad del espacio
donde sus protagonistas
puedan vivir en paz.
Víctor Conde (Tenerife, 1973)
es autor también de las
novelas Mystes (2004) y El
teatro secreto (2005), así
como de El tercer nombre del
emperador, El dragón estelar y
Naturaleza muerta.

ESA LITERATURA DE GÉNERO / Eduardo García Rojas

ROBIN HOOD
Edhasa publica ahora en español el primer
volumen de la serie, libros independientes
en los que sus protagonistas correrán mil
aventuras. Con su primera novela, pode-
mos garantizarles que el escritor ha sabido
construir un relato poblado de personajes

¿NUNCA MUERE? planos que se mueven, sin embargo, con

notable pulso narrativo para ofrecer un
retrato renovado del arquero de Sherwood
a través de los ojos de su joven protagonista,
un ladronzuelo de nombre Alan Dale.

A
hora resulta que Robin Hood
tampoco fue bueno. Llega un
escritor británico para más
señas y se atreve a aplastar el
mito con el objetivo de demos-
trar en este siglo de descreídos en el que se
ha convertido el XXI, que los héroes si bien
nunca mueren son bastante diferentes a
cómo nos lo describieron en el pasado.
Vayan preparándose, porque con su pri-
mera novela, Robin Hood, el proscrito, su
autor, Angus Donald, quiere poner de
manifiesto que todo lo que nos contaron
sobre el arquero de Sherwood fue mentira.
O al menos una facilona interpretación de
este personaje legendario del folklore
inglés medieval.
El autor de esta violación en toda regla es
un escritor debutante. Un tipo con suerte,
vamos. Porque hasta ayer, Donald, Angus
Donald, era conocido sólo en su casa.
Con esta obra que, ojo avisamos, es el pri-
mer volumen de lo que se espera sea un
ciclo de cinco novelas, el escritor se ha
empeñado en poner patas arriba todo lo
relacionado con esta especie de icono del
buen ladrón que encarnaba hasta ahora
Robin de los bosques. Su perversa inten-
ción: bajarlo por la fuerza del pedestal y
enfrentarlo a la dura realidad de su época y
de la nuestra.
Quizá sea por ello que invitar a leer el pri-
mer libro de lo que es un serial pueda sonar
a incómodo a esa pandilla de lectores de
sólo presume de devorar literatura de caza
mayor, pero se lo pierden porque el Robin
de Angus Donald es como una versión de El
padrino donde Hood, obviamente, hace de
don Corleone.
Cuentan que a Angus Donald le molesta
que se le compare con otro gran autor de
novela histórica, su compatriota Bernard
Cornwell, escritor entre otras historias de
las aventuras de Richard Sharpe, soldado
británico a las órdenes de lord Wellington
que hace carrera en plenas guerras napole-
ónicas en la sufrida península Ibérica. Los
aficionados a Cornwell no entenderán el
por qué de esta comparación. Quizá suge-
rida por un afilado y aburrido crítico litera-
rio. Por buscar parecidos, sólo puedo ase-
gurar que la prosa de Donald resulta seme-
jante a la de Cornwell en sus descripciones
de batallas. Y dicho esto, esta coincidencia
debería de entenderse como un punto a
favor del debutante, ya que si por algo se
caracteriza la irregular producción literaria
de Cornwell es precisamente por describir
con pelos y señales cómo podría haber sido
aquellos violentísimos combates cuerpo a
cuerpo.
Hasta aquí las improbables semejanzas,
porque la narrativa de Angus Donald afor-
tunadamente no está salpicada de ese ran-
cio nacionalismo británico que sí caracte-
riza a la producción de quien ahora quieren
considerar su padre literario. Y nada más
lejos de la realidad. En Robin Hood, el pros-
crito, lo que interesa es además de desmiti-
ficar al célebre arquero y sus huestes, la de
demostrar el cómo se fue forjando una
nación. O la de sugerir la idea que todas
ellas nacen desde abajo, desde eso que se
conoce como pueblo. Carne de cañón que
hicieron posibles siglos más tarde los famo-
sos imperios.
Que todos aquellos que anden buscando
buena literatura se alejen como de la peste
de esta y otras tantas novelas históricas,
porque seamos sinceros, probablemente la
mayoría de estos títulos no supere la prueba
del tiempo. Sin embargo, sí que son reco-
mendables como productos de rápida
caducidad para lectores que sin prejuicios
intelectuales esperan encontrar en un libro
de estas características una buena excusa
para evadirse. Y el verano es una buena
época para viajar a otros mundos proba-
bles. Y Robin Hood, el proscrito es un exce-
lente relato para olvidarnos hasta de nos-
otros mismos.
Dicho esto, decir que a nadie se le escapa
hoy que la novela histórica está viviendo
uno de sus mejores momentos como
género literario. Cuenta con excelentes
autores y también con una amplia legión
de seguidores, lo que ha conseguido que
ocupe estanterías diferenciadas en la mayo-
ría de las librerías de nuestro país. El fenó-
meno, que se inició con empuje en Gran
Bretaña, también ha llegado a España aun-
que los británicos continúen siendo, a jui-
cio de quien ahora les escribe, los autores
que mejor conocen las claves de un género
que prácticamente cubre ya cualquier perí-
odo de la humanidad.
En esta división, el escritor británico
Angus Donald puede ser considerado como
una rareza ya que con esta su primera
novela ha irrumpido por la puerta grande
de la novela histórica sin un testimonio
curricular que respaldara su ingreso en el
club de los galácticos.
Según cuenta el propio autor, la idea de
escribir sobre el legendario Robin Hood,
príncipe de los ladrones, nació de varias
conversaciones con amigos en un pub.
Donald se animó a ir tomando cuerpo a su
reinterpretación del mito cuando tuvo los
primeros capítulos, que envío sin sonrojo
alguno a una editorial que, enseguida, con-
fió en su trabajo.
La colección de Narrativas históricas de
El Robin de los bosques que sugiere
Angus Donald carece de la generosidad que
supo imprimirle Errol Flynn en la ya mítica
película de Michael Curtis de1938. O del
cansancio existencial que derramó Sean
Connery en Robin y Marian (1976) de
Richard Lester. Su Robin es un adulto retor-
cido, una especie de antihéroe oscuro que
se inspira, hemos dicho, en el don Corleone
de la saga El padrino. No pestañea en tortu-
rar a quienes lo traicionan.
Como señala el propio Donald esta rein-
terpretación del mito surgió ante la necesi-
dad de escribir "sobre una leyenda de la
Edad Media a la que poder darle vuelta". Y
esa leyenda tenía nombre: Robin Hood.
"El personaje debía ser un héroe pero con
matices, no el típico benefactor vestido con
mallas verdes", recuerda en una conversa-
ciones que mantuvimos en Gijón. "Me lo
imaginé como a un gángster que se mueve
en el medievo. Un hombre que controla con
puño de hierro y el miedo amplias zonas
del centro de Inglaterra".
El personaje protagonista de Robin Hood.
El proscrito no es, sin embargo, Robin
Hood, sino Alan Dale, ese ladronzuelo que
termina por formar parte de la banda que
lidera el arquero y que se transformar en su
juglar. Al final del primer volumen, ya casi
se ha hecho "una especie de poeta gue-
rrero".
La próxima novela de la serie se desarro-
llará durante la III Cruzada, en la que Robin
Hood, Alan Dale y otros miembros de la
banda acompañarán al rey Ricardo Cora-
zón de León por aquellas tierras.
El escritor nació en China en 1965 y se
formó en el Marlborough College y en la
Universidad de Edimburgo. Antes de
pasarse a la literatura, trabajó como reco-
lector de fruta en Grecia y de camarero en
Nueva York. También de antropólogo en
Indonesia, donde estudió la magia y la bru-
jería indígenas. En los últimos quince años
fue periodista en destinos como Hong
Kong, la India, Afganistán y Londres.