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gilles TR a | CURSO SOBRE deleuze @)0(@).\01D TOMO III Or Tait Serie CLASES ADYERTENCLIA Las clases de Gilles Deloure que se picsentan en dat subjerivacién ~ Curse sebve Fondeiniy Jonea UF en su primera eclicign, castellana cosresponden al curso en La Universidad de Vincennes entre el 22 de abril y el 27 de mayo de 1986, La presente edicidn ha sida preparada en luse a las desgrahaciones ¥ grabaciones existences en el idinma oziginal. La pradueccién, la coreccidin y las notes han sida integramente realizadas por Cactus, Los rleulos de las clases fueron agregadas por los editetes pata facliitar el segulmienca de la ongarviracign del corso. Por‘o ders, sal sc han intreducide los cambios estilisticas necesirios para adecuar cl registso oral al excelea permitiendes ona leceura fhuida del vexto, ‘Toda vee que fue porible, optamos por canservar los rasgos de oraidad propias de las clases. 1a presentackin dela obra.de Foucault se clerea con tna recapitulacién general del curso en laclase del 20 de mayo, No se dispanede grabactones de 10 fragmento de la clase del 27 de mayo, ni tampoco de wna supuesta Case amanciada para el 3 de junio, en La gue se conmestartan dudas de los estuxtiances, Decigimos publican, tie todas mods, el fragmento existente de kr clase del 27 de mayo porque euntiene tun material rice sobre la forma en que Deleuze concibe se propa carea y la escucha comentada de la obra de Pierre Bouler vinculada con Mallarmé que se a taba en las clases anteriores. ‘Agradecernos 4 Jose Luts Eicheveery por st versién atrabalera del geato de Mallarmé yal fino oldie de Marie, que también baila a coda velocidad, Clase | El pliegue del afuera. 22 de abril de 1986 Comenzamas hay la tentaciva cle decerminar lo que necesariamente hos pareedd un tercer je en el pensamicnco de Foucault. Es encores muy armonioso: el primer trimestie lo pasamos en el eje del saber, el segundo en el cje del poder’, » quoda entonces este tercer eje al que de cierla manera na hemos cesado de aproximarnos, pero que sigue siencda muy misterinsa, v que después de todo, es misterinso. ¥ la dileimna vez intentaba decir que este tercer eje habia estado sin duda presence desde el camienza, enredade con los otros dos, Peto es de manera tardia y por celacin con problemas apremiantes desele el punto de vista del pensamienro, problemas apremianies o que mani- festaban para Foucault wna urgencia cada vez mayar, que aparecerd Ja cuestin de en qué condiciones este rercer eje puede presentarse por si misma, puede desenredarse de Los atros, saber, Cwria soln Foncralt Hina #, Cactus, Bs, A. 7 Gilles Deleuze, EY poden, Casa sobre Phas Considero entonces que sobre “saber” y “poder” he dicho en todo caso lo que era capaz de decir, rodo lo que podfa decir. Y por lo tanto, antes de que terminemos ahora, y que ya nos ocupemos solo del tercer ¢je, pregunto si hay cuestiones o puntos... :No? Bueno, podemos ahora hacer © rehacer una recapitulacion desde el punto de vista que nos ocupa. Diria que la primera dimensidn es la de la exterioridad y de las formas de exterioridad, Y esta dimensién de las formas de exteriori- dad consticuye el saber. Hay que intentar precisar lo que quiere decir esto. ;Qué es la exterioridad y las formas de exterioridad? Sin lugar adudas La arqueologia del saber cs el libro que llega mas lejos en el andlisis de las formas de exterioridad. Y si uno es cuidadoso con ¢l empleo del término “exterior” o “exterioridad” en Foucault, se ve bien, que la exterioridad tiene dos sentidos: a veces “exterioridad” significa dispersion, diseminacién; otras veces “exterioridad” significa abertura o disyuncién’, Lo que estd en estado de dispersién remite a una for- ma de exteriaridad, lo que estd en estado de disyuncién remite a una relacién de exterioridad, Ahora bien, de cierta manera Foucault no cesa de recordar o de afirmar el primado de las formas de exterioridad sobre toda forma de intetioridad. Mas atin, las formas de interioridad son finalmente puras y simples apariencias. O —es preciso corregir— a veces aparien- cias, a veces comodidades, a veces medios subordinados. Las formas son fundamentalmente formas de exterioridad. Esto ya implica decir que la exterioridad no es mds que una dimensién. A mi modo de ver, hasta donde conozco, la exterioridad en Foucault se dice siempre por referencia a formas. _ {Qué se dird entonces del lenguaje, por ejemplo? Se dird que es relativamente una forma de interioridad. ;En qué sentido? En el sentido de que el lenguaje contiene, comprende las palabras, las frases. ;Pero qué quiero decir cuando digo que la interioridad es siempre subordinada? Que si bien es cierto que el lenguaje es una forma que * CE Michel Foucault, La argueologéa del saber, Siglo XXI, Méxica, 1999, pp 205-206. 6 El pliegue del afisens. contiene las palabras y las frases, como contrapartida es un medio de dispersién para los enunciados. Ahora bien, resulta que de cierta manera —lo vimas, no yuelvo sobre esto- las palabras y las frases son solo la corteza de los enunciados. Entonces, si digo que el lenguaje es una forma de interioridad, es cierto relativamente a las palabras ya las frases, Solo que las palabras y las frases, una vez mds, son la envoltura de los enunciadas, Y respect de las enunciados el lenguaje no es una forma de interioridad, No comprende, no contiene los enunciados, sino que los enunciados se distribuyen, se dispersan en el lenguaje. Es entonces una forma de dispersién y, en ese sentido, una forma de exterioridad. Lo mismo la luz para la de Ia luz que con sibilidad. Lo hemos visto, Puedo decir ne o comprende las cosas, los estados de casas, las cualidades sensibles. Pero las visibilidades, que no se reducen nia las cosas, nia los estados de cosas, nia las cualidades sensibles, no estan contenidas por la luz, sino que se dispersan en la luz. Eso es, entonces, una exterioridad-diseminacién, De la cual puedo decir que, en tanto que forma, siempre es relativa. Lo que es forma de interioridad y forma de exterioridad es finalmente lo mismo. Pero no tiene el mismo valor, Lo que aparece como forma de interioridad respecto de las palabras y las frases es de hecho y mds profundamente forma de exterioridad respecto de los enunciados, a los que conviene desprender de las palabras y de las frases Y digo que el otro sentido del término “exterioridad” es la abertu- tao la disyuncién, Entre qué? Esta vez la abertura o la disyuncion implican la relacidn entre las dos formas de exterioridad. Es decir exterioridad redoblada. puesto que no solamente hay das formas de extetloridad —el lenguaje respecto de los enunciados, la luz respecto de las visibilidades~ sino que hay también exterioridad entre las dos formas, hay exterioridad de una forma a la otra. Esta vez es una ex- terioridad disyuntiva, una disyuncién: yer no es hablar, hablar no es ver. Disyuncidn entre el ver y el hablar. De modo que de cierta manera puedo decir que por mas que haya interioridad, esta siempre, siempre subordinada, es siempre segunda respecto de formas de exterioridad. Y es por eso que se puede consi- 7 a ed derar que Foucault dirige una doble critica: critica de la intetiaridad psicoldégica, de la supuesta interioridad de la conciencia, y critica del encierro fisico, He insistido a menudo sobre este punto, que resumo diciendo que no, que Foucault no es un pensador del encierro. ;Por qué? Porque tanto la interioridad psiquica como el encierro fisico se encuentran estrechamente subardinados a funciones de exterioridad. Hablando de la Historia de da locura, Blanchot tiene una formula excelente: ; Qué es lo que esta encerrada? La que esta encerrada es el afwera‘. Y en el punto en el que estamos todavia no somos capaces de comprender esto, qué quiere decir que lo que esta encerrado ¢s el afuera. Solo podemos presentirlo, Intentaremos volvernos capaces de comprenderlo. Pero lo que podemos presentit por el momento es que en cfecto el encierro fisico, asi como la interioridad psiquiea, es una funcién secundaria respecto de las formas de exterioridad. El encierro esté al servicio de las formas de exterioridad. Ejemplos: el encierra del leproso esta al servicio de una funcidn de exterioridad que es “exiliar”; el encierto de la prisidn, el en de exterioridad que es “cuadricular el campo social”. A tal punto que funciones como “exiliar”, 0 como “cuadricular el campo social”, pueden ‘operar en otras condiciones de manera independiente de todo encierro, E] cuadriculado puede efectuarse independientemente de la prisién, Ahora bien, cuando ya no se trata de las formas, sino de las fiterzas, es decir de la segunda dimensién, del segundo eje, del eje del poder, digo que la mayorla de las veces -y habria que explicarse sobre “la mayoria de las veces"— Foucault se servird de una palabra distinea a la palabra “exterioridad”. En efecto, les decia que el término “exterioridad” culmina en La arqueologta del saber, Es decir que, en tanto que supone y presupone formas, en tanto que cualifica formas, temite a ese primer sro en la prisién, esté al servicio de una funcidn eje, a esa primera dimensién Hamada “saber”, Pero cuando se trate de las fuerzas, la nueva palabra que va a aparecer es “afuera”, palabra que Foucault toma de Blanchot, y que en Blanchot lleva muy a menudo 4 Ch Maurice Blanchot, La conversacién infinita, Arena libros, Madrid, 2008, “EI gran encierra”, p, 252. 8 El ptegue del afent tina maytiscula: el Afuera. Ahora bien, en el uso particular que Foucault Nace de ella hay ya un punto que es muy extrafio a Blanchot: a saber, ue asi como la exterioridad determinaba y se presentaba coma el elemento de las formas, el afuera se presenta como el elemento de las fuerzas. :Por qué el afuera va a calificar en primer lugar Ia relacién de Ii fuerza con la fuerza? El afuera es el elemento no formal, el elemento informal de las fuerzas. El afuera no tiene forma, De modo que toda fuerza esti en relacién. con otras fuerzas que son siempre por naturaleza fuerzas provenientes del afuera. El afuera es la relacion de la fuerza con la fuerza. Comprendan que no constituird una objecién para nosotros encon- {arnos textos donde, por ejemplo, “exterior” esta puesto en el lugar de “aluera”, Quiero decir que habré un lenguaje amplio, y luego en algunos fasos, cada vez que sea necesario, el afuera serd distinguido de la simple exterioridad. Pero en algunos casos “exterior” y “afueta” valen como sindnimos. En cada caso hay que preguntarse: zse trata de fuerzas 0 se trata cle formas? Si se trata de formas, la palabra correcta ¢s “exterioridad” y “lo exterior”, Si se trata de fuerzas, a palabra correcta es “el afuera”, iPero por qué este equivoco? Por qué sucede que, cuando se habla ripido, no hay necesidad de hacer la distincién? En efecto, la exterioridad y el afuera son a pesar de todo de la misma familia. ;Por qué pueden actuar también como sinénimos? Les pido que piensen eneste tema, E] afuera para Foucault seria la relacién de la fuerza con la fuerza, es decir lo que Hama, al menos una vez, el diagrama. Y en efecto, el diagrama siempre sale del afuera. Pero con solo decir esto uno siente bien que, a este segundo nivel —el afucta como elemento informal de las Fuerzas—, no tengo todayfa mds que un afuera relativo. lodavia tengo solamente un afuera relative. Esto es lo que ya debe hacernos pensar que no es la dltima palabra, que habrd una tercera dimensién. El afucra es relative al diagrama que determina las fuerzas en relacién, El diagrama ha salido del afuera, el diagrama viene del afuera, es decir la relacién de fuerzas en tal momento proviene del afuera, Si, pero viene del afuera relativamente. Es todavia un afuera,., jcémo se dirfa en filosofia? ... se diria que es un afuera mediatizado. O si prefieren, es un afuera indirect. ¥ es por eso que si se habla 9 Clue 1 a El plegue det afer el Afuera y, dado que esa relacién sin relacion es la pasion que na se a # lo encontrardn viajando. Por més lejos, lejos, dominar como paciencia, la tmposibitidad es la pasién del Afuera mism pls que vayan a una isla, a la luna, serd todavia Hay que familiarizarse. No es que un texto asi nos aclare ‘4 i Instancia, si cabalgan sobre fuerzas puras, pero en primer lugar es bello, ¥ ademas nos familiariza con esta i ¢Dénde encontraran entonces ese afuera de una relacién con el afuera que seria el absoluto de la relacion, | que todo afuera, que es mds lejano que toda Vuelvo a Foucaulc. Ven mis tres dimensiones sucesivas. Primera § |, que todo medio de exterioridad? :¥ qué es mensién; las formas de exterioridad y la exterioridad entre las form \ ral Ty por eso que digo: he aqui la necesidad de Era el saber. Segunda dimensidn: el afuera como elemento inforn me las fuerzas, Pero es un afuera todavia relativo puesto que represent saben que cuando se lee a un gran filésafo uno en un diagrama y mediatizado por las fuerzas en relacién. Y lu ( . Uno siempre puede detenerse y tener una afuera, esa relacién que es no-relacién, que es lo imposible mismo, Py Hel derecho del lector decir: “No, yo lo sigo solo es preciso llegar hasta alli. ;Por qué es preciso? No tenemos eleccidn ite” (Que quiere decir “lo sigo solo hasta cierto punto”? hay que llegar hasta alli, hasta esa imposibilidad misma. Esta t wi, lo vemos... Es incluso la actividad preferida de dimensién ¢s la linea del afuera. “Hust ahi va bien, jgpero qué hizo después?! j:Se LY qué es lo que nos prepara para esta tercera dimensién? Vil cabeea?l”. Hay dos maneras de leer, Y lo que digo sabre esto, lo vimes la ultima vez, Digo que en Foucault algo nos: vale pura ta literatura tanto como para la filosofia. Si paraba para la necesidad de sobrepasar el segundo eje, el eje del A personal... en fin, por “personal” entiendo una y las relaciones de fuerzas. ;Qué era? Vimos que en el diagrama Sisienten que un autor les cancierne, literalmente puntos de resistencia, ¥ vimos la dificultad que esto planteaba dem Wi posleidn de leer el detalle, lo siguen. Lo cual no la perspectiva misma de Foucault. ;De dénde venian estos puntos ¢ eo no les impedird hacer sus propias cosas, yno? resistencia? ¥ vimos que en La voluntad de saber Foucault se aferrab yrenden, decir de Victor Hugo que tal periado es todavia al segundo eje, diciendo que esos puntos de resistencia son | fo, es la perpetua contaminacién de toda la critica simple contracara de las relaciones de fuerzas, pero que esto plante: pre we confundi con la gastronomia y las recetas para nosotros muchos problemas. ;Cémo podia decir que eran sim | Vorque finalmente hablan de eso... “{Oh, Victor contracaras, cuando la contracara de la fuerza afectante es la fuer npiitos estupendos! Pero el teatro... no, el teatra no”. afectada, no la resistencia? ;De dénde podian venir esas resistencias eereanas a nosotros en las criticas a propésito de sino del afuera? Y si bien es verdad que las fuerzas en cl diagrama sal titi el 68 estaba bien, pero despues... jufl” [risas]. remiten al afuera por intermedio de otro diagrama, del diagram sprnden, los malos criticos nunca se preguntan si algo es precedente, afuera mediatizado, afuera indirecto, no dan testimoni jutor, si le hacfa falta pasar por ahi o si pudo elegir. Jos puntos de resistencia de un afuera directo, de un afuera inmediate ulen se lanza en una empresa de la cual los criticos El tercer eje es la linea del afuera, es el eje de nuestra confrontacié , h idea alguna, hay que tomar todo, no tienen con el afuera absoluto, Y de ese afuera podemos tnicamente deci onat, hay que ir, hay que seguirlo hasta el final, Para que es mas lejano que toda forma o que todo medio de exterioriday ‘fo fuera para ver. que es posible, que puedo concebir, que suponga- fo contrario de lo que acabo de decir— que dice: “De a ® Idem. 12 13 Clase F Foucault entiendo bien todo lo que me dice del saber”, Dird: “Hasta La arqueologia det saber va bien, pero después... esas historias del poder...”. En un sentido tal lector no se equivocaria. Se equivacaria porque suprimirfa un aspecto importante y pleno de novedad, No se equivocaria porque podria incluso invocar a Foucault, que al final de esos estudios sobre el poder se dice: “\Por Dios, en qué callején salida estoy corriendo, en qué callején sin salida me he metido! ;Cémo franquear esta linea?”. En fin, no se la franquea mejor quedindose mais acd. Entonces hay otros que pueden decir: “Hasta el poder —e] poder incluido- va bien. Pero después, en sus tiltimos libros, hace un retorno al sujeto. Después de habernos dicho que el sujeto no era nada, era menos que nada, redescubre el sujeto”. Es extremacamente Penoso escuchar cosas como estas, porque uno se pregunta de qué sirve escribir, Es curioso, es como si fuerzas malignas nos impidieran participar del conjunto de una experiencia dada, Lo que vimos la tiltima vez, lo que intenté decir —por otra. parte, No estoy seguro de tener razén— ¢s que al final de su periodo de re- Hexién sobre el poder, Foucault se encuentra en un impasse, que no ss su impasse, sino

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