Para este nuevo año establecí una nueva vida puedes ver. Adivinas formas entre ellas, puedes al cielo esperando encontrarlas y, con suerte, resolución en mi lista. Es simple, no imaginar también a las almas que las observan del llegamos a avistar una que otra luz parpadeando. conlleva inversión de dinero ni amerita un otro lado del mundo. En los últimos días he hecho retrospección. Esta gran esfuerzo. Aún así, pienso que es una ¡Es increíble!… Me pongo a pensar que su brillo y columna ha sido uno de los resultados. determinación poderosa, podrá ayudar esencia se han estacionado en eso que conocemos He analizado lo mucho que he luchado por mucho en esta vida del constante “go!, go!, go!”. como cielo, desde hace millones y millones de alcanzar mis logros. Muchos se encontrarán en la Quiero volver a mirar las estrellas. Así de simple. años. Han sido testigos silentes de todo cuanto ha misma situación. Luchas tanto por conseguir lo Buscar, tantas veces me sea posible, la manera, la sucedido en nuestro lastimado planeta Tierra. Han que quieres, te quejas de la situación que vives y forma de verlas parpadear en el cielo. sido testigos de milagros, testigos del surgimiento y le pones 15,000 “peros” a tu día a día. Finalmente Cuando era niña, me encantaba mirarlas, tenía descenso de potencias, han visto nacer a personajes obtienes lo que deseas, lo tienes en tus manos, una fascinación con ellas; así que las pintaba en que han tocado a este mundo con bondad o con lo disfrutas inmensamente, pero por alguna todas partes. Hoy día, cuando toca el turno de maldad. extraña razón (aunque no lo admitas) comienzas a garabatear, son ellas el elemento favorito. Han estado desde siempre y aún con tanta añorar esos días, esas vivencias, las personas y las Aunque frecuentemente ganes la medalla de oro grandeza contenida en sí mismas, prefieren brillar simplezas maravillosas que dejaste atrás. en escepticismo, sucede algo muy extraño cuando con sutiliza y discreción. Vamos perdiendo poco a poco nuestra te quedas absorto mirando al cielo en las noches La ciudad pocas veces nos deja oportunidad humanidad, la capacidad de sorprendernos y de estrelladas. De repente comienzas a entender la para observarlas. Los altos edificios, las luces disfrutar con las pequeñas cosas. Las situaciones grandeza de lo que nos creó, comienzas a sentir artificiales, la rapidez con que vivimos y el egoísmo difíciles e injustas de la vida nos hacen perder la fe que no eres tan grande, o tan importante, o tan que en muchos casos toma fuerza con cada día y la vida se deja comer por la ambición, los días se fabuloso, o tan divino como crees ser. que pasa, nos quitan tiempo para disponernos ven marcados por el deseo constante de subir y de No hay ego lo suficientemente sólido o grande a buscarlas en el cielo. En la antigüedad se tener. Por más que acumulamos siempre queda la para compararse con su brillo, ofrecen uno de los dedicaban a estudiarlas, decían que tenían el inconformidad. espectáculos naturales más impresionantes que en poder de predecir los hechos futuros. Una de ellas Es entonces cuando entiendo que debemos volver sirvió para guiar a tres reyes de Oriente hacia un a abrazar nuestros instintos primarios, volver a Quizás sea el momento de volver humilde pesebre donde nació el Mesías. Siglos tener fe, alimentarla o hacerla entrar en nuestras vidas en el caso de que nunca le hayas dado un a mirar las estrellas. Dejando más tarde, ya establecida la iglesia, muchas vidas espacio. Volver a mirar las estrellas significa que fueron señaladas negativamente porque insistían las preocupaciones de lado, en leerlas. Hoy día algunos tienen la suerte de poco a poco puedes llegar a entender la grandeza entregándonos a su luz. observarlas más de cerca viajando en una nave del universo, dejarte llevar por ella y quitar un especial rumbo al espacio sideral. poco de importancia a la carrera constante que no Los demás mortales a veces subimos la vista te deja vivir a plenitud. Redescubrir la magia, la inocencia, la esperanza que tanto nos hace falta. Mirarlas es volver a soñar, mirarlas es darle poder a la creencia de que podemos habitar un mundo mejor. Hace unos años le regalé una estrella fugaz a mi primita Avril en el día de su cumpleaños. Le dije que a las 8:00 p.m. saliera al patio de la casa y mirara al cielo, por allí pasaría su estrella y ella tendría la oportunidad de pedir su deseo. Así lo hizo y créanlo o no, me dijo que su deseo se hizo realidad dos días después. Llámenlo fe, llámenlo coincidencia, pueden ponerlo el nombre que quieran. Fue mágico y me llevó a entender que todavía tenemos mucho para apreciar y entender de nuestro mundo. Para mirar las estrellas, despójate de dudas y preceptos, deja a un lado tu inflado ego y déjate llevar. Volverás a creer, volverás a ser el niño que eras y añoras otra vez.