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La Fuerza coopera con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR)prestando asistencia humanitaria a las personas desplazadas en Chipre que lo
necesitan, as como con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en
especial facilitando proyectos que incluyen a ambas comunidades.
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Tanto por parte de la UE como del Parlamento Europeo (PE) pues ambas instituciones no
han ejercido, con energa y conviccin, su influencia en lo que, como recuerda Stavridis, a
todas luces era un caso claro de invasin y ocupacin militar ilegales con arreglo al
Derecho Internacional. La UE no ha ejercido nunca una presin genuina sobre Turqua
como lo prueba, por ejemplo, el hecho de que en las negociaciones entabladas para la
incorporacin de Turqua a la UE, nunca se exigi, como requisitos previos al gobierno de
Ankara, que reconociese a ka Repblica de Chipre y ni tan siquiera se le exigi el poner
fin a la ilegal ocupacin militar del norte de la isla.
La CEE primero y la UE despus han hecho gala de una retrica que no ha ido nunca
respaldada por acciones concretas y firmes para no enemistarse con Turqua. De este
modo, la UE ha eludido el tema escondindose tras la coartada de su apoyo internacional
a la ONU y, de este modo, eludiendo involucrarse en el conflicto de forma directa. Lo
mismo podemos decir del escaso e irrelevante papel del PE pese a que la diplomacia
parlamentaria que enarbola dicho organismo comunitario, pretenda asumir un papel
activo en la escena internacional como promotor de los principios democrticos y de los
derechos humanos en el mundo entero. Y, sin embargo, tampoco el PE emprendi en este
tema ninguna accin concreta, nunca adopt sanciones contra Turqua, pas al que
considera un importante actor geoestratgico de la realpolitik
La solucin es y ser difcil mientras Turqua mantenga una postura rgida alegando que
el problema chipriota fue solucionado en 1974 y que esta ptica inflexible siga
contando, por pragmatismo poltico, con el apoyo de EE.UU. y de Reino Unido.