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Arte de Navegar
Ra Sar¿¿a t¿troac¿
DEsDE cHTMBoTE PARA El penú
Juan Ojeda
Arte de Navegar
(1962 - I.974l
Ra Saata peRet¿üartea
cHtMBorE
DEsDE el penú
¡Pora dejar de ser Forastetos' en Nuestra
propia tierra,leamos lo Nuestro!
ProhibidolareproducciÓntotaloparcialsinautorizacion.
Hecho e impreso en el Perú / Printed in Perú
(Jna tierra d.e nadie V para todos / que nos parece limpia g es hediendo,
que nos parece uid.a g es la muerte / qte nos parece gloría g es derrota; ...
unatíerra sin cabello.Ly sin dientes / Es eI hterto Ete se llama absurdo.
XI Prólogo
7 Crónica de Boecio
10 Swedenborg
12 Soliloquio
13 Paracelso
16 La Noche
1B Stultifera Navis
20 Caput Mortum
21 Eleusis
23 De las Condiciones
24 Historia Rústica
26 Cántico para Leopardi
28 Hermes Trismegisto
30 Hommage a Stephane Mallarme
31 Dioscuros
tf
ilt
IV
87 Kerygma
90 Meditación de Meister Eckhart
92 Laquesis
93 Confesión de Menció
96 Mutanabbi
98 Promenade
99 Angelus Silesius
100 Orfeo en el Hades
102 Osario Marftimo.
103 Oratorio para Raymond Roussel
1U Cetrería de Paolo Uccello
107 Mar Órfico
109 Landscape
110 Elogio de la Deshlcción
113 Elogio de la Infancia
PROLOGO
NAVEGANTS rÚtvnnnn
Cuenta Jung, comentando el Lllises, que un iío ancianr¡ lo detuvo un día en la calle
y le
"
pregurúó; " ¿Sabis cómo atormento el Diahlo a los ráprr.sbcts? Y continuó: Lo,s hace esperar" '
"
lieirttiseis años se ha tenido que esperar püra ver publicado, en Jttnna total, el libro Arte de
Ir{avegar, que Juan ajeda dejó estructurado meses antes de morir, el I I de noviembre
de 1974.
"pr'rr) pertinente al evocur ct¿atro elementos que son esenciales en
la cita deiung también es
siglo.s; ntierttras que, como parte del castigo,lta las aco,sa el anhelo incontenible
de pasar a la
otrtt orilll clr¡nde las espera el dolor tanto por los tormerttos qtte r¡llí se in/ligen conto
por dejar
gentidos.
esta vida .sencilla ntientras el barquero lus aporrea t'on el remo para acallar .stts
ii ,o"rto de Juan tiene su escenurio'1t su cenlro en ntedio de esas agLtes impías que llegan
ha,:;ta la entbocadut"a del Hades, a orillas tle cu.vofoso arrihu la bnrca
del cmciano irritado, quien
arraja ct esa sepulÍura las almas de los que algtna t,ez.li:eron vivos. El Aqueronle
es.frontera
Jttan pone en el
infranqueable que dit,icJe la vida terrent dei pctricc:intienl<'¡ sentpiterno. Y con él
niebla donde
tapete'el iuicio, la condena y el pavor postrent; todo ello sumido en wt paisaie de
s ó I o ha.t, ho ri zttntes difu s o s.
Xi
siempre en él y nosotros una
Carottte, en nuestras convel"Saciones cott Juan, eierció
era el nuvegante pr,tr antonomas'ia erL la mitología personal
de Juatt
.fascinación subyttga:nte. Él
aunque 'su de";tino sea-fatal v abominuble' Es
el navegante símbolo, el que une mundos opLtestos,
tle e'sa divinidad descalabrada
el nudo, ))creo que, en elfonclo, J1y1n e1a la encarnación
Es en t",,gr;';í;i;;;á¡tn, ¿triti e inson¿lrblc.c, de diclto río lago enverdacl, por slt
por la pena que en ellas cunde' donde
anchurL; de onrJas parclas y negruzcas, profunclns tambíén
retumbar cle los truenos' sólo interrumpidos
estallan rojizos los relántpagos V se oye el estallicltt l'
su poesía; quizá por
por los acompasado, goipÁ de los remos del barqtte,o rlottde Juan abisma
eso tambiétz tan olvidacla, pues se conoce
al AcTueronle como el Río del olvido, porque quien sc
y se olvidan de él o ella para síempre'
srmerge en stls dgra.s obiáa en ellas quién es todos
íoutgo, es un de"censo a la morada de los muertos'
Siguiendo ¿rto iuta i camino, Ártn dt
una peregrinaciótt por el mundo subterráneo
y cle-los inJiernos, adonde Juan proyecta la realidad
grondezas pero más con SuS ausencias l
comtip.T,corriente, es clecir la virJa cr¡lidiana, Coll StlS
miserias:
" Yo siempre he morado en el Infierno
Y de lavída sólo conozco un roslro destrozado"
".
nl ioiri án Ia niebla más dura que los sueños inútiles
MAR APOCALÍPTICO
ningún mar externo' l'[i el de los
El mar u océatto en la nattegación de Ojeda no es, por eso'
sargazos, que hollaron por primera vez cort la proa
de sus nTves los descubridores del "lluevo
autor dilecto para Jttan' Tampoco
Mundo',, ni elfragoroso indico, tan caro a Luis de Camoens,
se tr.ata del océano Pacffico, ante el que Balboa
dijera, según Juan Gonzalo Rose" "Por esta
que inspiró a Homero y Virgilio
porquería te dejé, Teresiña"; y menos puede ser el Mediterráneo
añorado por ovidio al sufrü' ignominioso exilir¡ en el.Ponto
Euxino' Tampoco'
1t que fuera tan
de Chimbate, ni su espe'ctral Isla Blanca' pese
como se poclría suponer, )s et marfrente a la bahía
de pescadores que enrumbaba
a las amanecidas de Juan bajo el farol titilante de la lancha
saliendo desde ese puerto, lugar de su nacimiento'
determina nuestro destino de pere-
La masa,r":á;;;;;;;7";";; ,t ti liu en gran medicla
del infierno' Su travesía es por et
gr.inos de este mundo: ei rio doliente de. la muerte, antesala
y la quieta laguna Estigia' donde el marinero
)queronte y,sus afluentes; el Cocito, el Flegetonte'
ptutón, er ntás cntel e implacable de los dioses , hii o de
traspas(t ras armas hacia er Hades , y rcina
Cronos, el tiemPo.
xtl
Lavisión de Juan es apocalíptica, situando su oído en la quilla, ora aquietada, ora banibo-
leante, siempre verdosa de la barca de Caronte, poniendo su tacto en el remo pulido
por tanto
castigar a lás almas estremecidas de llanto, y proyectando su gusto a la boca siempre abierta
de
Caronte, porque bajo su lengua se deposita la moneda que pagan los condenados para ser
conducidás y luego echados a la grieta inconmensurable. Juan recurue alfabulario clásico de
la
mitología gr""o-lotina para representar su visión e intuieíones, sl/s conceptos, así como sus
s- -
entimientos Y alucinaciones -
stgntficados de su poesía son todos aquellos que pueden estar presentes en ese trance
Los
que hay ,, i*)o, de una a otra orilla en esa barca macabra atiborrada de almas. Y su actitud es
iólo aquelta que cabe en ésa navegación suprema de la vida hacia la muerte y su eterna expia-
- - ' ion
ción, - sus olvidos y virtudes , sus banderas y traiciones ,.sus elevaciones y derrumbes.
Ahora bien, aí""rt desaparecen las oiillas, también la barca y su timonel; y es como si se
estuviera pasmado en alta mar donde no hay paisaje ni historia, ni personajes, ni sus consecuen-
tes emocí.ones. Tampoco expectación ni sucesos. ¿8ué ocurre? Es
que nos enfrentamos solos
ante el misterio, a la incerüdumbre en la que navegamos,frente al destino desolado, a la ausen-
ciade Dios y alvacío existencial:
Aconte como cuando estamos en alta mar, en donde es muy lejano mi origen e ignoto mi
punto
'desde
tle llegada; estoy solo con el precario mundo que cargo y, con el otro que me compone
dentri, donde soy un desterrado, un expatriado. Y siento que únicamente el agua y el aire
me componen e integran, siendo mi único sustento; no la tierra estéril y empobrecida, tampoco
el ti
arbitrio nuestra
fr"go qrue aaima y apasiona; son el agua y el viento,.que haten o detienen a su
nave. y las demás eiementos contemplan ajenos, con roles supremos y soberanos: son el sol, la
- -'nila noche que se acrecienta.
-lluviay
oltí qué seiecesitará unción del alma para ingresar al rigor de estos versos, debiendo
primero curar y sanar nuestro espíritu, porque ésta es morada de muertos; no poesía pary la ri
complacencia, ni para adornar el mundo y solazar la vida. Quizas sí para recomponer la histo-
1
ria, pero más para meditar y alcanzar una premonitoria y urgente sabiduría que tanto requeri- ,tr
xlll
visto, que sabe,
Juan, en toda esta alegoría, es el ánima viva, el ser consciente que ha
gravemente
comparay ausculta. Y que havuelto. Y que al.final, con su muerte, testimonia lo
que
Divina Comedia, es a lo que más se parece la poesía de este Santo o genio demoníaco'
"*rrlro
trashumante enlos reinos de lo oculto, quefueJuan Ojeda'
RIBAS DIALÉCTICAS
"ri-
otro elemento recurrente en la poesía de Juan ojeda es la continua referencio a las
bas " u orillas, el lugar cJe donde se parte y adonde se llega,
donde termina la tierra y empieza el
que es su poesía
mar, !,viceversa; símbolo de ese desgarramiento y alumbramiento dialéctico
Ellas no son un mero enunciado, ni un recurso retórico y menos un simple
telón de fondo. Las
"ribas " son, inclusiv-e, más que el puct'to atrabiliario '¡t ssngt*tionado' más que el conglomerado
citatJino )t contercial -elemento estridente de la modernidad y del mundo de lo's vivos-.
Las
,,ribas "
son el símbolo del lugar por donde avunzo Ia huntanidad doliente que tiene que traspa'
-- - ttna a ltra orilla.
sar de
etlas el paiisoje es neblinoso, (:omo una realidad difusa que se pierde en las sombras.
in
porque a ese brillo ¡t fulgor q te ,leviene de la luz incierta de las aguas del Aqueronte, a ese sonidr
que'hace el golpeteo del oleaje acompasado del río en losflancos de Ia barca que transporta a las
alntas afiigidas -que dejan la vida fugaz por la otra interminable- se proyecta en las ribas
e.
refleja cle los actos vividos, empañadas como un telón defondo pasmado e inescrutable, en las
orillas del río, se divisa el hambre, las enfermcdudes,los vic:ios, eidolon
Atlí Ia estución siempre es inverñal, y es donde. surge dejando a un lado o superando c
Caronte el personaje esencial de Juan, que es la humanidad doliente. Sean los inspiradores c
referentes a partir de quienes se habla: Mencio, Boecio, Swedenborg, Leopardi, Van Gogh, o
h
coetánea Suely Rolnik, todos ellos son puertas abiertas para sumergirse en el hombre comc
XIV
"Así, para el que despierta' todrt niebla qttieta
-e't
duros cepos "
Que ál t,iento arrastia entre los
oscuro y
El lugar ttel castigtt eterno, en la literatura grie'ga ¡t latina' es el infiemo' lóbrego'
y escarnio en Ia
subterráneo, atloncle tJnían que ir las clmas después de muerÍas; lugar de./ilego
de sentido,
doctri,a cristiuna. Sin emba-rgo, el inliento rJe Juan e,t más trementlo: es la ausencia
el tedio:
laquiebr-a de la racionalidad, eldesquiciamiento y, más aún, elt'acío, launiformidrtdy
que todo.s esconclemo.s por comodidad, ntiedo o impolencia, pnr cuyas respucstas Juun indagó
to-t
XVI
EL DESCEI{SO YIA CAíilA
¿De dóncle tieriva la nocirin, ), hasta el sentimiento de tragedia en Juan? euizá de Ia
convicción de que esü¿vimos hechos ptJra ser dioses v he¡nos rodaclo a une condir:ión
banal y
efimeraI expulsudos dcl parcíso y desptres perdiendo rJíu a tlía inocencia y sabiduría,. hasta
caer
despoiados de todas las'¿irludes, en el pozo t:iego perverso de lafuntilid v, consecuentemente,
s,
en lu condena a! inf erno.
En la pt'oyección del tiempo pasado, ¡iresente y.fi"turo, Oieda encuentra una línea de
descenso, cadi¿cidad e ignominia. He allí ta clave de su desencanto, de su ¿esilusión y con.se-
cuente.[ulalismo.
XVII
en la innoble morada de Ia realidad
nutres un s entido más hc¡ndo,
del que yaha cesado todo vesligio humuno"'
Alguien se burlct de riosotros. Hemos sido engañados. Dios iuega con el Hombre- Hay un
pleno :;ino esbozofraudulento, y todo es mueca ):
frattde qir," ,ro conclu\:e, y ni siquiet'a e.s fi'aude
'Jarsa.
I tto1, quiene.s no se desílusionan de nada, porque nada uvizoran, nada alumbra sus
espíritus, a nada a'sPir.rrt.
EL DIOS,4U.qENTT:
La poesía tle .luan Ojeda es ,tl vucio de Dios, es Ia estructura ausente. Y Ia enajenación de
Dios 1o es porqye iste ,seu di.sto-nle e inasequible sino peor Porqlrc no es habido; porque al
regre.\o cle la anhelantc búsqtteda Iu respuesta de .htan es que el lugar que ocupuba está vacío, es
hueco y;1,ttce ctbandonado. Dio.g ha h.uido dciando su creación desamparada:
L)l muntlo ha fievenido así en un paranto, en un e.spacio inerte ¡' sin sentido. No hay nada
que produzcafelicitlad ni alegría. No hay ninguna razi¡¡t va.ledera, porque nada se mantiene en
pie; todas las efigies han caído corroídat'
XVIII
t
uElogía de la Inf,ancia" es, en el.li:ndo L*;,t){ir:'ino de
-{e, de. pn:mi,sión. v- un ilamatirt t it¿
acción rev¡lvcionaria, a que bttset.rc.lr¡r;-';,'rrs rtír:r::' de! bisy y {unctrr,;t¡.s tsil:t !'titL,t,¡:. lierr:s I ttti(r
titlsvü hi:;tr¡¡'ia: la tierra del anheh, ít inliut::i:t d:t! wit¡nrJt.'. el ,lír¿ i'¡?. {.lLt€ des$.1't¿t'tr:n:r¡,:; !,tr ¡;,,;, i:¿
morads del isien a lu que todos estülnos ,:(ilvccLr.los;
" Oh ínfanc i a de
¡ futu rt J' .r'¿g,o.r', y a,:i c e s c lt c hü
ía hu-muntt muchedurnbre, se insinii,:t¡¡
los tiempos de un orden ¡¡uet'a,!
y.4iN.
poesía, Ia suya, oscura pero de ine¡abte grundeza, en los momentos mas solemne,s de la
cual aparec' u' oí*, o Ia presenciq de un anlmal liiLre ¡' snivaje' o de un tnstrumenla musical
intacto e incorruptú, como si se tratase cit: una aprsrlcir.tn tnística, seü un ciewo, una corza' u¡7
ganto, un e.st.()rnino, un sistro. Se escucha repentino el r:anttt de un tordo o el'nelo asustadizo e
íntimo de un gorrión.
Ilabra"lectores que se afanen por e.xplir:arla o camprutnderla con el sentido de la racionali'
Le
dad. En tal üttento s¡i duda habrá rnucho qwe quetlttr,t oculto; pero no hay que desesperar.
y
poesía es precisamente tal por .-rer incógnita )' trtisterirt, presencia de lo divinrt secreto aunquq
de alguna ntanera, rlesbordante ), Dromisoria: es:t: es ":/ c¿so del liÍ:ro qtte ahora sostefiernos
tmgitlos, que arrüsa y L.astiga pero tanil¡ién ir;t,iste ;, ennt¡blece, si no ¡tor su.fon,io lorluratlo, si
po, to aylenticidad y devocién con que estu pergefrailo 't parqu€. es el testimonio ¡:or el cuaí se
t' ons a gr ó y o frenrió una v ida.
conceptual, het.ética y a la v-ez sa{ru{ia, ccn urx repertorio mu.v grande de imágene's. ulucinanl¿
en sus lamentacíanes; nada mwndana, caliejtru o dest,ergonzstln; que desaparer:e de la s'uperlt'
cie de los días para surnet'girse c:n un espücio y, tiernpo suprurceaÍes, que nos hunde cn su espírittt
en susfantasmas )) obsesiones; a veces ini'úlleble, donde no l¡cv estridencia, vanalid¿'í, ni lug,t'
para la piedud.
Juan Ojedacont'eptúu el tiempo cúlrlo unü uniriad clut c:<tntrariüs, un mov-imi(tnto dia!écticc
una conjunciórt 1; dispersión. Y que en ei instatite esta corttenido todo, aunque la esencia i' ':
madre es lg eternidad.
Y es clesfle la eternidad que él asunrc st4 cünlo o ';u prédicfl v r"epre,senta aquella en lave-ie:
o Ia senectud, cowto corresponde por ser síntesis cie. vid s". A Ju.an le a¡rajo sietnpre la edad prove:'
ta. En sys gestos, en su talante y en su voz tt *laba de situcrse en esü cctndición, siempre con :,-
tor¿o gravev aciago.
"'Su léngua¡Z es longevo pero colntudct ri¿:sir¿1rdante , que prodiga una sínlesi.l d¿ r'¿;:
1,
Poesía densa, de edad eternu, donde ,se suwtü itbeiir:zu s*lem,ne una recia,sal¡iduría. Dande '-:
a
irnágenes,gonser.soberbias,resultanpo.rpueslasclafiml¡ezadelr.,sjwiciosqueallíseo-|rece-.
solumer:
poesía tie es¡tacios attrylius jt tiempo tl¿ienrclo, don¡le !¿¡5 5¿t1:tüt:ienes son ahnÍidas y
sehacen broncos los ccrnceptos.
XX
"
¿Cómo puedo hablar delfrato
. Yla semilla, si no conozco los orígenes?
kndré que retornar a las raíces,
Buscando lu evidencia, bajo la canfusion;
Llenándome de siglos y piedras,
Como asiendo los significados,
Y sus designios , la verdad perenn e " .
Ert su poesía no hay exaltación sino sapiencta; no hay tantofiguras literarias como refle-
xiones ysentencia.s. No prevalece el ardor o Ia.fruición sino el conocimiento. Su belleza es
intenrtr y slbrehumana, imponente, con el rostrc adusto y Cesencaiado; y con las manos en altoy
cri^spadas o piadosamente recogidas. Gra.fica con imágenes y mctáforas realidades profundas y
verdades supremas. Intuyc hocia dónde va la marcha deluniverso. Es un aviso urgente que nos
dice que el tren en el que vamos corue descarrilado y será inevítable que se precipüe en el abismo.
-
La muerte de Juan - su suicidio es voz de alerta, un llamado de atención urgenle, una
t:larinada de aiarma: comprometerse a cambiar el curso de la historia, poner las manos en el
.fuego para no seguir siendo cómpiices de este descalabro y de este siniestro,
XXI
lavega
en los ámbitos síderales: es su nave y carta de presentación a Ia potestad con
sus alas, su
Ia cual_lucha, se enfrenta, se mezcla, se destruye y con la queal/inal se redime.
La obra que se sitúa al borde del abiimó, en el peligrá pleno, en el
flanco izquierdo del
acantilado clesde donde sólo se cae, ansíoso de escuchar su propio grito de suícida o-desafiando
a las verdades trascendentes a develarse, a,cerc& del origen y el signo que encieta la creación,
dispuesto a arrojarse sin contemplaciones para auscultar el ojo del misterio afin de desgarrar
sus vestiduras, decidido a vengarse de la ballena blanca del destino humano que
le ha a*ebata-
do el priv.ilegio del sueño deleitoso y el despertar complacido.
Sobrecoge la maiestad y hasta Ia vlolencia de- sus versos y estrofa.s, más que en el plano.
formal en el.fondo misterioso e infi,nito de sí mismos. Es inconmensurable en la dimensión de
cInto, que además de ritmos, imagenes, emociones y principios que Io sustentan, mttestra
prodigío y el vabío portentosos que hay en la creación del mundo y en la existencia
humana, y d
desígnio estremecedotr esperanzado ofatal, que debemos cumplir en esta horay
deshora supre
MAS.
En Arte de novegar Juan es demiurgo, pro.feta, gran maestro y loco a la vez. Es esta
una proeza del género humano, donde se contiene todo, hasta la actitud heroica de morir en
sangrar de sus páginas, en las gue nos da unu imagen contrita del mundo
en descalabru¡;
acordes solemnes, acompasados, de misa de difuntos o de responsoftinebre por
sí mismo v pnr e)
hombre.
Poesía supranaturü\, de un mundo único, lejos de las melodías, estilos y temas
consabidos,
donde todo es distinto, inusitado y sorprendente en los componentes y en
el conjunlo, e, Ics
detalles y en la densidad de Ia trama. Con Ia belleza de Io grandioro y
*in
mental.
"Ahara que Ia muertefrota sobre el aire su cadena',.
"De estas ruinas que el mar bate oscuramente con,su mano rota".
El rasgo más ntable de esta obra es la impresionante percepción que se obtiene re.specto
complejo y tormentoso proceso interior de elaboracíón y expresión que caracterizó
a Ojeda
toda su producciótt y, particularmente, en Arte de navegar, en donde se
entremezclan ei g
fusión elementos psícológicos, místicos y meta/ísicos; emociones, razones e intuiciones; il
nes, pesadillas yfurores. Sin embargo. hay un elemento más, cual
es la reminiscencia históri
XXII
que se suma ü lo5 anteriores en el poemario Etogio de los navegantes, libro autónomo dentro de la
-luan entre los I 9 1t-2 I años
- - mayor, y quefuera escrito parcomü
obra
mogí" ht íou Áon'igo*tás, Io expresura'Juan en una entrevista, es el poema introduc'
torio a un antbicioso práyecto de escribir un cunto naciunul como la Eneida o Los Lusíadas,
proyecto que comportimos como producto de nuestras larga.t caminatas en las playas de Luríny
de
Chilca. pensamos hacer juntos el libro y nos pusimcss a trabajar en él totnando vo como punto
purlida un Aclltthuasi incaico derruído, donde mctraban, como sombras laceradas y estremeci-
'das,
algunas Ac!la.t ve.jadus que eran tesligos de los sucesos pasados, presentes y futuros de
nuestro devenír'histórico. El tema con el que inicié e.so.t canfos.fue el de las guerrillas de la década
rlel sesenía, atizorando el aclvenintiento rie unmundo nlreva, corolario de la revolución socialisla.
El resgltado rJe ese trabajo, por parte míu,.fuerort los cantos que después integraron mi
Las Actas. En e! caso de Juan, el libro que escribiera es Elogio de los navegantes,
que
poemaria
'luego
presentó ul toncurr^o de los Cuadernos Trimestt'ales de Poe.sía de Trujillo. A él le atraía
indu¿l{tblemente, por su adhesión al mundo de la navegación, lu época colonial del Descubri-
ntiento y, la Conqui-sta, de ahí que en el p,oenta Elogio de lx navegantes aparezcan imágenes y
evocnciones, muy generica.s, tle ac¡uellos suce.sos histitrícos, pue'\ se. trulaba del prólogo del libro
que,entrentuchosctt'osüspecfosco.sntogónicovtambién.r,e,ocupqlíqdelravesíasybatallas,...
C'on E\ogío cle los iavegantes .litan inuuguro un lé.xico distinto, propio e intransferible,
ntrnca escttchad7 en el proceso de lu pr¡ss{¿ peruena; donde las palabros son marmóreas y
dramtiticus, baja el irnperio de irt trisílaba' honrlrt '1' si¡t t:t¡tttpn'tión'
Se siente, en primer lugar arin antes de poder Denetrar al fondo de esa superficie una
'impresión arrolladora 7, contun.dente, ia de estur an.te una obra grandio.srt, sinJónica, absoluta.
' En sttforma exterior, cle largos versícuk¡s ordenadc¡s en tercetos, todos pareios e implaca-
bles, pareciera qtte la supedicie del papel nadraga tmte la vastedad del mundo
que evoca, de
un
renglones como u,.t tinglado suprewra, de ritmos ásperos, atribulados, inclementes, haciendo
misterios6 de. afroz evidencici 1,t de innegable estupor: versos irrenunciables, de los cuales
^uirJo
no podi:mos huir ni escaPar"
XXIII
-
DESTTNO DE POETA
Rimbcrud, a los I9 años, despreció la poesín ¡ese rayo.fi:lgurante en que la había con
riol despues de ese cantoflagrante y abrasadnr que erigió en su libro Una moruda en el inJier
para trüJ¡ci¿r con armas y marfil en los desierlos de Abisinia y mezquirto y codicioso atesar
una porción de otr¡ que cuidaba desveladrs en las cundentes arenas. Juon Ojeda, en camt,:
desprecia el mundo y Ia existencia y todo lo que ha7, s, ellos de supremo para.salvar lo único c-,
justiJica con su propia.¡ida: la poesía.
Can su exislencia expuesta Juan sastiene, ,euster¿ta y solventqu pasión y su razón poét!:
Irn¡serkirrito, ,s'in dar ninguna explicación, Iet,anta la arquitecturaáe su obra sin permitirse i^,
digresirin, una debilidad de pristura, ttn ge^eto de cunsancio, de hastío o deflaqueza. y nos ense
u asumirla sin ceder po.siciones, sin seguir las modas de la época y sin reemplazarlo por ning,
empleo. Jitan nunca se empleó en nad.a, salvo su cansagracíón a la poesía,
Conocía la tradir:ión poética de munera crtrilletu .v ocendrodo. Nadie como él p:
dontinur más poesía¡'filosoJía de todus lus época,i, espaci'os y culturas. Para leer agotado.
r\ente en t'aria.s lertguas Y estuCirtr con igual ¡tasión libros de arle camo de ciencias. Ey ¿
bagaie, tlos pcelcs peruanos t'ueron leídos e inr:orporado.s plenamente u su 4liverso: Ce:
I'allejo y Murfín Adán. ¡Cómo no!,.¡recuentahan nuestra charla Eguren y César Moro.
-
entlnrgo, su pttesía se presenta distinta, original y única, sin vínculo alguno
¡en ubsolttto! cor.
moda ca!lejerade la ét¡oca.
Oon una fiterza y decisión inr-encible:; perseguía hacet' grun poesía, de contundenc;:
pienitud- Tbda'r quienes lo conociet^on si.quiera en purte y, más aún, quienes lo leyeron de ur.:
otra münet'6 se €.xpre.rr¿n invarioblemente sobre élcorno: "Gran poeta".
¿Por qué lo dicen'/ _
nncin€ra implicitn creú que por las sigtiientes razones: (l ) por ta esencía[idad de su espíritu.
:-
ttl fonrlo, lrt ctutenticidad y la verdad de su postura.frente al mundo; (2) por su lenguaje úntc .
inconJi:ndittle, ¿:r¿ando un universo genuina e insospechaCo; (3) porqüe abre'ceminos, se pon.
la cabezü de una c¡ru¿nstancia especial de la historia del tlesenvolvimiento artístico v literc
en el Perú
Su poesí':t e's cullc, de vocablos y conceptos ezrudikts, que se engarzan y se tuercen obses.:
nados. Thmbii:n. y en buena medida, es ahusiva con el lector, de ritntos inusualés, con un lár
docto petu a Ia vez con form*s que sólo lu plena lil¡ertad osa emprendni y osu*ir donde
adjetiva r:on térrninos que porecen extraídos de un diccionario venerable de la aflicción,
mundo apesadum.brado y del horrar En gran rnedida porque ése es su signo y su elección irre,
ctble.
XXIV
DESTTNODE POEru
Rimbaud' a los I9 años, despreció la p.oesía
¡ese rayof,:lgurante e-n que la había converti-
do ! después de ese cantoflagranti y abrasi¿o,
i""
para ftartcsr con arm^S y marfil en los desiertos "rls¡7 "o ,u libro rlna morada en el infíerno,
dr1b¡r¡r¡o y mezquino y codicioso atesorar
una porción de oro tlue cuidaba
desvelado en las candentes arenas.
desprecia el mundo y Ia existencia y Juan ojeda, en cambio,
todo Io que hay en d" ,upremo pdra .lot o, ro único que
j ustiJicg co n s u propia vida : la poei "ilo,
ía.
can su existéncia expuesta Juan sostiene,
^eustenta y solventqu pasión y su razón poética.
Impertérrito' sitt dar ninguna explicación,
levanta ta ar{uirccturaáe su obra
digresión' una debilidad depostura, sin permitirse una
un gesto de cansa,riio, de hastío
o deflaqueza. y nosenseña
a asumirla sin ceder posiciones,
sin seguir las modas de ta y ,tn r"L*plororlo po, ningún
empleo' Juan nunca se empreó en nada, .é,nocy
sarvo su ronrogrorrrSn a ra poesía.
conocía la tradición poét:tci de munera
dominar más poesía y
iáfpuio v arendroda. Nadie como él para
filosoJia de t:odas to, apo")r,"írit"r^ y culturas. para
mente en varias lenguas' Y estudiur leer agotadora-
con igual pasión ;ibros de arte como
bagaie' dos poetas peruanos de ciencías. En ese
fueron leídls rnrorp,or'id^s prenamente a su r¿niverso;
L'alleio y Martín Adátt' "
¡cómo no!, ¡recuenraban'nu"r,rio
césar
embargo' su poesía se presenta distinta,
charla Eguren y césar Moro. sin
original y única, sin vínculo alguno
moda cal lej era de I a época. ¡en absoluto! con lu
XXIV
Poemas como Ia vida, que contienen todas las preguntas y, coma la vida, por ser vida,
conliene todas Ias respuestas a todos ios intewogante.s" f]oe¡nas sombríos, espeluznantes, bajo el
designiti rle algo que no nos carresponde arcstionur, ni .riquiera preguntar; pero inevitables en el
sentida que siquiera uno en el mundo tenía que.formularlos 1, ctbtener respuesta.t, aunque sucum-
biera ante e!!as,
Poesía del alma, que ingresa al mundo íntimo.y'esencial de la condición singular que tiene
el Hcmbre, donde hay unpaisaje defondo muy adusÍo ),lato; unas ribas, una arcada, unafuente,
una ediJicar:ión antigtta I el mar insr¡mne" Su lenguuje )t .tt¿ f ülünte son oceánicos, insondables y
e,t l)igll¡ü crsn,stante. Poesía de vocablcs densos, con herruptbre de siglcts, como de arrancadas y
r!¿stt'iidr¿:; loncs de mastiles expuesto-r ul misterio, con el lenguaje del mar ciego y piadoso, que
íie¡rc el rilinr¡ del oleaje golpeando las rocas y nturienCo én pla¡,as igttotas pensandose y amún-
.lr,,rc ¿ .tí ttismo.
Ai leer ios ¡toemas de,Iuan/brrnulémono.:; unu pregunta .senciila; IHa|,, en todo el contexto
de lu poesía perLtana actual, poesía de lu calidad, de lu ntagnitud, de la profundidad y de la
e,sirtturt de la poe-tía de Juan? Entonr:es, ¿por qué el rezagarniento, la marginalidad, el anquilo-
,ia¡rti¿nto en que se íe tuvo y se le tiene?
XXV
{
XXVI
Desc ans o tercenal, hues os hurgados por el Tiempo ;
PQrpgdos sin retorno, ardidos, numerosajoyadá mundo.
¿ Qué a I e grí a ho r ada ins e ns ib le m e n te oj ós d es nudo s ?
en " Confesión de Mencia", y en otro.s poemas, se repiten como en una móquina demente
Y
verso tras verso, como sifuesen los barrotes de una cárcel inicua:
¡Tú, Arthur Rimbaud, no estás eximido de culpa! ¡Tanto habíamos repetido estefragmento
tuyo!:
"El poeta se hacevidente por medio de un largo, inmenso y razonado desorden de todos los
sentidos. Busca todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura; exprime en él todos sus
venenos, para no guardar sino su quintaesencia. Inefoble tortura, en que necesita toda lafe, toda
la/uerza sobrehumana en que se wtelve entre todos el gran doliente, el gran criminal, el gran
XXVII
-t
verrugas ert la cara' Digo que es
maldito... Imagínense un hombre injertánd.ose y cultivándose
precisoserviiente,hacersevidente" ' :t, -,- ^- t^ -. de sentido, es el absurdo y el
EI libro mismo, en.t^tt pfoc€so como escritura, es la quiebra
caos, en donde el lenguaje deia de tener cuerpo
organico y se torna delirio; deja lo que salva y
redime y quizá comoán io mente cle Juan sdó se
vielve conflagración y abismo de las cosas' de
con el mundo cayen-
lo, ,"r"r,y at.final el yacío. En él se eonfronta aI lector con la atroz ntptura,
do en Ia aberración Y la quimera.
con maiestad y tragicis-
Arte de no"riií rli"i'"iil¡¿n, el itinerario de una locura, siempre
ia d" Fí¡"d,"ich Nietzsche, y también con vehemencia y conmíseración,
como Ia de
^o, "'á*-.o
WcentVanGogh.
xxvilt
"Elogio de la Infancia" es, en elfondo, un poema defe, de promisión, y un llamado u la
acción revolucionaria, a que busquemos las raíces del bien y fundemos una ,xueva tieta ¡, urn
nueva historia: la tieta del anhelo, la infancin del mundo, el día en que desayunemos todos, la
morada del hien a Ia que todos estantos convocados:
"
¡Oh infancia defuturos siglos, ya se escucha
Ia humtna mucheduntbre, se insinúan
los tiempos de un orden nuevo !
XXIX
Juan OJeda
Arte de Navegar
(1962 - 19-741
'l¡rett 6'.oió re
eú1.1,9 gúer nol.uóvOe¡roq 6pr¡
6c cliy' cüy4r (o,1 oúq,""a.1 ,1eiá,r,
"^olo-t,
¡oid íxel.or ar¡1urv áni 1póvov averor"
¡ilr¡q
,repnó¡reOc, npbq Oeóv ei6óreg oüte rcrxóv
o:..,ot"o0o!' Kfrzeg 6d ncpeorrlrclo,
[ii,cl,uo,,
n pev elouoo, rél.og 7r¡po,oq opycrl,éou,
i¡ 6'étépq 0cvároro, rriuuui" áj
iir"rrlr;iprlE
ropnd6, 6oov ¡' éni y4v *í0"""á,'rtéilg.
r"¡lrlÍ?iili,llt.
para el cría que nc¡ arnarás, y cuando
no hallas en tu paso sino un camino rnondo.
Oh, es el exilio.
¿Pero dónde contemplaré un Origen
que ordene este universo absurdo?
La vida desciende en medio de las cosas,
vacía y sorda, y un ojo atento
rueda a contemplar el osario del mundo
y se anuda como un viejo vicio a cada objeto improbable.
Pero ya sabemos que todo lo real es precario,
y en qué sentido.
¿De quién es esa torpe mano que bate, angustiada, las sombras?
Oh, es el exilio.
Y sabernos cieftanlente
Que el tiernpo es rnfnos real que los sueños, y chapotearncs
cr-)n nuestras poirres voccls en un tiertrpo
per.iitlo.
10
Nada poseemos fuera de lo enóneo. Mua:
quebradizos presagios,
tan innobles y torpes como la dolorosa hemrmbre
que el inviemo oculta entre las piedras pardas.
Nos refugiamos en lo incomunicable,
y mientras rueda el día inerte
intentamos comprendernos, confundiendo el espíritu
con el olor muerto de unas sobras resecas.
11
soLILoQUIO
'|2
PARACELSO
Durch das schüfternde Geschiebe
Den vom Tod getvie,snen Gang.
STEFAN CEORGE
13
Sino seca memoria en un mundo seco, destitución
Que arde y celebra la carencia,
vértigo del mundo despojado de mundo. Descender al tiempo,
En lo sólido que toda duración opirime,
El borde.de la fuente, la luz inmóvil en la arcada:
Acércate al borde, y verás el oculto origen.
14
l
Es madurada en los sentidos muertos. Y el abúlico tordo
Impidió la floración y colmó los caminos.
Miseria y putrefacción
Entre las rarnas insignes.
Lo temporal y lo intemporal
Vuelven a reconciliarse
En un mundo carente de Realidad.
tr,A Fl()f-'HE
A lvtalcoIn !-¡tvt't',t'
ln memorialn
16
I
En medio de la noche nada se ve y
nada se siente,
_Sólo
puedes hurrar al sueño
La vida es muerre rodeada
*. ó;; ceniza.
dl"";;;;encia
que y¿ce sin fondo en la mémoria.
inútil
17
STULTTFERA NAVIS
des cendres
La Maladíe et la Mort font
f"'*".i lr¡"" qui pour naus Jlamboya'
BAUDELAIRE
la época'.brillo labrado
Sordas ya las segures de
En el más hondo fttt" Át
f"s sombras' Con música muerta
se desmorona
l¡á á. hurtar un tiempo que quebrada
el
Y d*;;;t;delabros bajo agua ut:lu
y ttiut"t muros rotos donde agua 9
R"i;il; sin orilla' Oh hartura desitio ,--
con pnsa'
il;;j;; el mundo pétreo' para huronear
18
Aquí hasta los muros orean
Un poderoso sucño cnroscando sueños y sombras yermas
Pasa el rnundo y la vida horadada por fiestas.
19
.J
CA.PUT MORTUUM
Ytw hallé cosa en qué Poner los oios
Oue no fuese recuerdo de lu tñuerte'
"- rRitlctsco DE QUEVEDo
en el brillo
El fatigado de las nudosas meditaciones'
De la desesperanza
(detenido aire muerto o mundo)
yace
del exilio
Desgarrado por el ruido quieto
Í-#;;u urrt sabiduríá maloliente como la muerte'
abrevarán' no lo sabemos
En qué secreto rencor sus ojos
Ni deseamos Preguntarle'
HaY un seco terror en sus cuencos
pudiera disgregarse
Y una tensión inmóvil, "ótno si el mundo
Y;i';"b á"seo de contenerlo arrastrara su ruina'
Sí. ahora entendemos su pureza
y su-ardor cadavérico'
soportar el universo'
Et un ftontUre hastiado de
notobronJo lo' utt*t y el caso roto de la vida'
Y solloza
su cadena'
Ahora que la muerte tiota sobre el aire
polvo hurga sus ojos'
ó;;t¿; de soledad y neufro y este muro
Ásí el mundo es interior a los objetos'
es inerte trono'
d". t*¿*aba en recogidos signos'
símbolo y ardiera
Oh, caminar al fin le fuera dado en
En una sola costumbre difusa
(ni cuerPo ni mundo)
lámina horrend¿'
Estos ojos inciertos abren pétrea
20
EX-EUStrS
21
Y así indaganros
el verdadero mundo encontraríamos' misrnos'
;i;ñ;r" áe sabernos ajenos. a nosotros y exilio
i-previsto en que morada
no sea sino el i"'tunt' salido'
ruedan hacia fonáo del'que nunca henros
"t
p9r unl muefta Realidad
Pues todo está rodeado
duración
iü" Petico, inmóvil
"t
donde nada encontraremos'
22
DE LAS CONDICIONES
23
HISTORIA RÚSTICA
nercan! teve at¿x omhres devoue
L,n
SAINT.JOHN PERSE
un agua. silenciosa
Ahora sabremos la prudencia
hurgamos m.e$iodí
i""á", .91. ? - *, ^
esta vieja humildad de.escarnto
"*oaviados'
.:"""1 .oiun¿o pav.or'
Jretornar a nosotros, desconocido
ü;l;;t d.J t. uutt'tn quebradat -u-11! ut' duerme
ü*Ui¿n en lo sagrado como la memona'
este caos
Te nutre el terror, oh alma'
zumbante, carencia de sentido'
reino de la desecación' l
24
la vida no posee forma. Son nuestros rostros
que nos acompañan, aún en la temible muerte del amor,
quienes hurtan el caos y hacen ciudades )'familias.
Si pudiéramos ser los ofros, y ellos entraran
desprevenidamente a nuestra casa, pavorosa
es la ausencia humana y sagrado su secreto.
Ahora caminamos sin rnirarnos y hablaremos
sordamente, soporüando materias de sueño.
cÁNrrco PARA LEoPARDI
Ningno aspira más que u nocht'.t'.filego
MARTIN ADAN
26
Una sombra de flores resecas lamió múrices vanos.
¿Qué oro rehuyó sus ribas al cisne de ptata?
En sus ojos el universo acostumbró lo etemo
27
HERMES TRISMEGISTO
A Danilo Sánchez Lihón
Como sí
La Desesperación
aun
En rnedio de olas de oro
por su incomparable luz de heliotropo
por su inconquistable sombra
acude
A las orillas del sueño
a los amores funestos
Jarcias envejecidas sobre el espíriru
Las barcas ausentes
Como navegar en el
Universo Destruido
estrellas unánimes
galaxias
constelaciones inútiles
Barcas
De pronto una música de laureles
acude el día el solsticio
rotas las velas o la esPuma
noches intensas
apretujados sueños
El vagar de caminos
se hace tremar trópicos
las manos olvidadas
el espectro de la Nada
ei rostro de Oro
28
I
Cumplen así las ribas el noctumo embalaje
el Rosko
Ias singladuras del aire
los momentos indecibles al borde del cadalso
la lluvia inicia el día
los campos se inclinan
abrevaderos del sol
Llaves de pronto am¡inadas por una sombra humillante
29
HOMMAGE A STEPHANE MALLAR'ME
tJn peu pro¡ond ruisseau calontnié la mort
MALLARME
30
DIOSCUROS
32
II
ELOGIO DE LOS NAVEGANTES
At vos incerlanr morlale.s, funeris horam
Quaeritis, et quu sil mor.¡ aditura via.
PROPERCIO (Elegiae, Lib.Il,27)
LA LLAVE
E tu che se' costí, anima viva,
Pártiti da cote,sti che son morti.
DANTE (Inferno, III, 88)
35
Si Ia oscura h¡rrnit,{^¡ r ,
Nuesrros o.l1-Ylil¿ud.de la ind
üilfirTlT;In'#;fir;liü::;:jr
olallca de las piedras
En profusiót
c,;;;;;1.::l'ii"a, ra mano
",.,rt--^¡¡*r¡.,
j:Xf
'';"ái"ü"','nln r1;f |T11"1.,,11',H,;:,
*'"* noche acumulando
unas parabfsS lrcnrro^
^,'*
ff lfi #;i*ilT5:,Afi {1li:,,,1,:f
ltnas rÍ":*.ri,r'gacion
y osa¡nentas'
No poclrás ant'
l*'.. ;:,,f, : ?
"a..se ampare ":: Til,T,jl, "
Mientras
agrietada esta
csencia hólrida
En ros días. ,,La
,.",'^"-^,*:'""to
-ar" pu-¿l"o"irl 31tln"i3, ta apar'
r-u,"ruo;-:",","r#:'Jjft' jfitr,o;x,,ffi jf5r.;*x'r'-""
$i - -v¡ r¡UlrlDre' sus
De tabaco malol hojas
- A IIí n.s d eru v i m<,s
* ;ui: *i;i "d:il:xifi "
\&mos diciendo
t,,,:H ljt'
infa.r^o A^ -
l:; -;k*i::tj$i {.'*d#ir'.u;;¡i'
cami na
",
.
", ",
ras tidia do
oscuros o. u,*o,r', o;;:'*''
,orj :1 ?y"s ?.
..
sii,f ":ff :'#:;l*i-I;:Tn"lF:,i'iü,'Iff
tr :Tü frü*n**ffif#ffi''r*?::'. v rtud
/e enhe las
dársenas.
üo
.l-u
llrcrtrll:li.l 'r ilr;i .i:,;1r .itr.::,i.q:lIrj, ir!f tl-rIi;{ii)
t-¡il,l,,i¿::i ,::! i)i 1;:..:i; .il ,Lt¡,ti lriil,-l \,,Lrrilii;_t ;i lr,:, tlflnüiilii)s
(!1.,.i,,,t., ,.;ri ii,-:ili:.t{, :i li.: {i-.í}\¡::it. }tlirl.i riii:cs
| ,",.'
\j..¡rr' i¡!1;r ¡i{ , ¡rr) ,
ir. :lirt;',
{ ,\:{i ,,.ai))illirs ,,ri.¡iiii-
ii [:..,:r i,¡:;rl ].!,r;: lli ilt,rll¡,,ti i)Ijii.l, lrt¿l:.:.rts
38
Y esto nos venía, y tuimos, por pura descendencia
Del sentido al material, juntandá las
caídas
Flasta tocar solemnes la altura y
el designio: en vcrdad
A otras dulzuras
A ofros animales
A todos los aires
A nunca nosotros
pero sí lo de ellos,
^
Oue dejaron el camino y el pueníe.
39
A los que apagaron el sol y las cosechas
Transitar funesto en las mismas aberturas,
Mirando, diciendo.
40
Es eterno el día acudiendo a redimirlo-
¡Ahi la ausencia, acopia signos olvidados,
Derran¡ada estela, el indolente paso
Que alisa advenimiento
Así impasibles transitan
Las horas, desdc el fondo que asciende plenitud,
41
Pero la historia que impulsa nuestros mares.
La Historia
cuya inmanencia purifica las sornbras que infestan nuestros ojos:
42
trrrcal materi¿r nos ascienrle. Itl pensar ¿lcsiiz_a
Oscuras causas como significaclos: esta ropa.
Ilurneclecida por las liu"'ias inarinits, las
¡;.lqu'rras rrrr.ias ,.ii:i s;rui::,
Y dulccs cogoil.rs e' los mortcs. ¿,puedu entonces rrspcrar cn ia ¡rochc
La illr,'ocación del cacicirie er, r,.r-n() a ia hogrie-rt,l
He mrrarlo
"44
Desde naves inmensas auscuttaban la gente con sus armas
El curaca vencido sollozaba rígido cerca al timonel.
É.stas son las regiones de sequía y abunctante pesca.
¿Somos herederos
De estas ruinas que me traen un olor del pasado?
El hechicero habló con el fuego y comprendió designios.
44
tir.ricn v'Llr-1,"'e el ciia l'rai{l c!,1i¡
liuvra (ia n':cri.loll¡: ilcariíiiias.
¿,Exrcndere los o-1os nt:is ¿rii¿t cic ias irr-r.¡rrs qirrr Iritlpitiut
t)r¡nrjc !e ag()tir cl vicl-iio. ciorlr-jc gol¡-r¡¡¡r.r l.r: srlllihl";¡5 r)stlts hiieliar
45
los ríos' y pregullto
Así, diariamente busco las estancias'
pregyntg por el sol que desolla: y siempre
Por mis manos' tu cuerpo:
de sombras y ciudades dem¡idas'
Encuentro huesos, t;i;'b;t u"itt"
conduce vehemente
(¡Oh! Ese anciano de lanoso rostro
configura falaz toda esperanza')
Tanta acritud, que l;otra riba
e"i*i"-rl"ti" not algo: ella sabía de las piedras'
"*iuua
que morían' que nacían tarnbién
Nuestro musgo' de las paredes bebíamlt..^=.
;;t; del alta. Por las calles esperábamos'
Laluzy sus mem"ti*'i;;i;# hambre y sed' pero soñábarnos:
Lavozsalía como temerosa o
frágil' cubriéndonos la boca
d.eicielo v sus árboles vacíos'
De sílabas
",,'u.gu''"v';;;;"t La lluvia nos amaba y destejí
Nos íbamos ¡ugarráo "r, ü, vertientes.
cantos'
Su pradera suave en nuestros pero yo sigo, con sueño
AlgonuestroencadaSangre,guarnecienrjolatiescendenciatonlada.
que hace llama entre las tuutilrr,
Radic¿rles frutas son las naves'
46
Abdicados cauces, creencias, asunto
entre osamentas, fríos resoles
Para esta invitación contada,
estor iug"r., integra.dos'sin espacio,
Furos intentos de mover l. qu.u.ua"rá,
f;;;;;"guraoo
"o*
En naves, dudas y aires de mis ojos
crausurados a ro etemo,
A la convicción de ser sin tiempá
Porque ya no conocemos
47
tu abernrra' lnvicadas* potenctas
Del que acrecienta su lucidez en
de razones en pie cuando
De etemida¿ u.u"nto Jt mimrcias'
el mar insigne entre sus algas
Los miembro. l.go""t'tu ti"t'u'
Demuerteunidaatusemblanza'Brertasiluminadascuandodelmonte
alturas; preferente' acoso
S. A.r*y. lo compretldido a las
el turno de embalaje
En abandonu, u tnu'tto disimulo
Lacantidartrdeherenciaqueposeeelfuego'Calles
tu sed reposa'
óu. ptoui.nen del fin en que
6Qué es la obra
tenidas en ti' el camlnar
En el rnundo, las diarias conjehtras
urgido para celebrar tus pasos '
Notando la pregunta en cada rostro' y
después el polvo que anuncra'
;; de encuentros?
iruJ"auá
";1"
trabajos, con sólo remover
El sudor reciente compilado en los
cualquier objeto'
Entre frondas y ríos cantabas:
48
"Hoja tras hoja fueron juntando los dias atavío perenne.
Mientras debajo de la luz crecía un racimo de sombra:
Cuánto humo inauguraba ausentos* frutos en el alma:
lmpostergable carta.
¡Ciaridades envejecidas en brazos v lenguas,
Profundas concavidades apareci<ias al fin y al inicio
49
-
Dem¡idas estancias.
¡Oficios, surcos, cauces Por donde
Acude la sangre! Y aún silencio, raíces hacia los celestes cantos.
50
Yo no enfi¡rbio:
R-efiero estos profundos costos, tal la esencia bajo sí, humana,
contenido en tiempo que pronto acallará. Antes haré, tendré los mare
El ojo limpio en que limpiar mis ojos.
Soy voluntad estncta,
Dentro dc cada aire que golpean las tonnentas; surjo hasta enterrar
EI aroma de las cosas perdidas, llameando como sol
o luces descubiertas, como tronco encendido; y desde alli mi sangre:
c-'avenrasy ¡rolvo, vacias agLlas de días surnergidc,s entre muertes_
Nazco y canto la evidencia de una estación imperturbable,
Porc¡ue soy, y amo el cspacio que nutren las pifdras en los ríos,
51
me pefienecen ios aires
Que los árboles alz,an en las noches crcciclas,
i lo, l,,o."s detrás de los montes, y estas manos dicen de rni fuerz.a
En los días oscuros.
52
Monumento y hierba, junto a la tormenta que nos comc.
Pero asi, en la ciudad y sus muertos, sus alimentos devastados,
(Oh tiernoo en mordedura) su arrCiente esperanza
53
Al paso, de.la ocasión, nos cornen, lo sabemos; si ya por ropp,
Andar, nos piden algo, alegran de nuestra sangl'e, ''
se van riendo: ¿acaso es por nosotr¡:s? r)e aquí nos han desarraigado;
54
Estos son los meses razonables'
El fecundo elemento que la extraña sapiencia no logrará arrebatarnos'
Aqui están los armarios, el escaparate cariado y los oscuros aposentos;
Más allá, sobre las piedras pardas, el río con sus dedos terrosos.
sin ernbargo, no hay agua, sólo ese anciano longevo; las cosechas
Fueron anásadas por funestos ventarrones. Aquí la tierra eS seca.
56
Recubre con unas algas neuas.
Reino de la prevaricación
Y el desmedro: escucha, escucha el trote de las ratas
rin la tierra estéril; mira la nave y laméntate,
obcécate en obhgaciones
Groseramente sostenidas. Reino de la acritud, desfallece
Y te mostraré las ganancias y las pérdidas. Luego prosigarnos
Conversando con ambigüedad: "No deseaba hacer esto. Mire Ud. mis rnanos,
La sangre está seca". Alimenta tus responsabilidades, arruga el universo
Y laméntate apacible hasta que haya tiempo para matar y tlempo
Para regocijarse.
¿Qué dicen los aedas en laudables rnurmurios,
de esta humana nlateria vinculada a la promiscuidad y el clolor?
57
Buscando la llave: apártate,de
estos que son muertos.
¡Reino de la maceración y er vestigioi v"o
El viento podrido, la nave podrida tu,
"n".
ol dia podrido,
r nosotros esperando.
1963 - 1965
58
III
VAN GOGII EN ARLES
{Jnd er schliesst das Weltall ein.
Diese ganze Welt voll Habeit
Und Verzweiflung, voll von Grcibern
HUGO VON HOFMANNSTHAL
61
-
Y es dificil percibir si estarnos despiertos o dormidos,
Otras olas inmóviles rasgan r;l irnpalpable rostro
Que nos redime, venciéndonor;, en rnertes ojos
Sobrevivientes de nosotros rni¡lrnos.
a¿
Y a cada manotazo del espíritu
Atrevernos a sepultar las sabias palabras.
63
-l
MONÓLOGO INTBRIOR
64
Tiernpo presente instantáneo perpetuo
Tiempo que es mundo de imnóvilpolvo
Mundo muerto ardiendo en tiempo pétreo
Tiempo presente instantáneo perpetuo.
65
EL SUBÑO DE ELSINOR
Enshaded ín forgetfu tness divine
JOHN KEATS
año pasado
Las campánulas florecieron el
óurr.rn á"ttto olor de luz quieta'
66
Prisión es toda serenidad,
Y la voz pura del sonámbulo
Seguirá acompañándonos como una música inasible.
6V
-
LA NocHE MAnÍrrvrn
68
¡ La mirada es país
Frondas de cobre del sol
Celdas de alabastro
Plumas resecas de aves muertas
; Huesos erizados en la arena
'1 Laraya del
agua brilla
I Miríadas de nroradas
Pelos del cangrejo hirsuto
, Piedras y estrellas marinas
Ojo de oro
!9l"ules mirada que yace en su propia música
Cielo de sepia en la noche perp.tua. '
69
HOMESICKNESS
Sont autant de chemins a ma tristesse oferts
Pour sortir de la vie et desc'endre aux Enfers
SAINT-,AMANT
El etcrno es el inmóvil
CÉSAR MoRo
70
\"ic. il' tr."ii rrir il- i rrli.a iid
[:,:..1 iios dt: l.'lr¡si:r,,1,
i;:óiago. iilei i¡rt ir',;!,r,:ii.i i tr.- ,,',1., ,i,r,
.:i,lirts i')$:,1 , :{:iu:4
i:l.li¡,,,.- ')r;,'.,i:r,l.i.l.r r . .ii:1j-...r: |.lr l',,:it:i
ln ar:oy{i ..ie lLi;., ¡-'iitr,: r:rl rii,,ti-;,, r:,;: i"1,, i:,;1i,..i ,.¡,1.. ¿.ll.it.r
f.
1 i¿S ai,Iu¿iS iri(.rjr-i:;:, l'':hi'iil,tr) r.:i! lt;) rt,i.j ,,,. ;,i : ,_,,
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RAPSODIA PAR{ SUELT ROLNIK
73
I
74
PORTRAIT OF A BLIND POET
A Lltilliam S. Bunoughs
75
HOMMAGE AL DESTERRADO
(Imitación de César Vallejo)
A Cesáre"o Marlínez
cortejos i¡rútilus'
Respondiendo de piedras, tal mis
sobre las quijadas
L-"."f"*"as de innúmeros tiempos goterones'
Se encaUritan los ojos por su
regios
acotadas
óamUiun en doloroso metal las aguas
a su función ovípara'
Y', en fin, se acostumbra el hueso
partes tristes
Estos días de aire a fonclo, estas
la muralla'
é;;;;"to munclo desflecado en o más bien nos etnociona
Da tretnar de pasos en el cliente
el fuego sincerísir¡o'
óon ruu tintes sin sombra, abierto
acunan bestia y niebla'
Así tus S¡sves chapoteos fisicos
Y;;;"; en mi ,oitto un traje vicioso de brillos'
Permanecer en dobles trenos de
furiosa muerte'
los mares fregan espurnas
Y en cuanto ios muros' y en cuanto^
frente tuyo
l'e verías contento de tus hojas' al
Con quien la suerte se codeá
y de frlosa gtacia inclina'
en piedras canijas
Hoy he visto el diploma del agua
oscuro'
V átoy caviloso, tuerto y peligrosatnente
76
I
ANTÍFONA PARA JOHN CAGE
Venu au monde san naitre, san vivre Y
demeurant, n'esperant pas mouri4 epi-
centre des ioies, des peines, du calnte'
SAMUEL BECKETT
77
LE SOLEIL EST DEVENU NOIR
78
*-
-----l>-"
7q
oRAcIó¡v p¡,n t scARrlANELLr
Breve combute de importuna tierra,
en mi defensa soy peligro sumo:
y mientras con mis annas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo que me entierra.
FRANCISCO DE QUEVEDO
\
Y los ojos durces rJe la rnúsica brillaban
en su cetro triste,
Y esos ojos eran como un rostro ,r.ioo.
84
BO}VELS
Así va el cuerpo
Atado a la mue¡te
Como sangriento espejo.
Grotesca beatitud.
82
DBL CAUTIVERIO
What shadow'hidden or
Unseen hand ín our mirtst
C eas e les s ly touches our fac es ?
ARCHIBALD MACLEISH
de ser Tiempo?
¿Qué día del tiempo relumbrará
V"-o t itut la riba junhrras de camino áspero,
Y el aire es un bosque de rostro* quebrados
Donde effamos halando el aterido Infierno.
83
KERYGMA
Alldead,
All.flesh ihey sung
Is rc¡tten
Sing of it no longer
WILLIAM CARLOS WILLIAMS
87
Desocul.tas el sentido, condenarte a huir
Dedos trizados, huruanas ruinas, ente de mente
Tiempo tedio deforme que aitn soportanros
Desde dentro estás afuera y guarnecido de muerte
Caminas desecándote, sólo el cuerpo tiene sueño.
Secreto es, aterrados, descender sin nosotros
Aquí abajo es incómodo. Respirar es irreparable
Las palabras desecan el alma, arde niebla pétrea
¿Escuchas? ¿Quién es el irreal que siempre te acompaña?
Aquí no hay tiempo, baba sólida de la Realidad
Sólo cenestesia del cuerpo dentro del cuerpo.
I-as palabras abren el vértigo. Henos, pues,
Recogiendo niebla blanquísima en céreas cavas
Desmembrados gemidos de un tiempo llagado
Remover de párpados rotos en un espe.'o trizado
Soportar cllerpos ríspidos, carne podre brlllando
En cristalinas urnas - irreales - malvas criLres
l)el mediodía celebrada herrumbre. Rostros
Ntisterios comidos uor la locura, negra luz lnciefta
Depositando en tus ojos un at'dor hueco. csc¿llllas
De espacicr abren su funda de vrvir de nrebla.
Reino inútil. Tiempo sordo y cascos de este cielo '
Desportillado. Sorbes polvo de sueti'.r 1'eb!cs*
Cesación del sentido en un mun<lo muerto
Vivir sueños bajo una fiebre quebraCa
La coirciencia se pudrc, baba de la Realidad.
Aquí lo oscuro, deslurnbrante iuz seca
Sin salida improbable ascender. Retomar
Donde nunca henros estado. Ni espacio ni tiempo
Sólo aleteo de polvo tristísimo. Negra caveffta de luz
El mediodia sus labrados de oro desierto
Caminar a ciegas -inrnóviles- casas sin puertas
Ovas del ruido del pánico, hieden objetos
NO HAY SALIDA. Ni ascenso ni descenso' Compacto
Humo clue chilla, ardidas rocas de sueño
Disgregación estóril de! tiempo, ruinas de vida
88
I
i:l'üfr *f "J1ffi r:"T":i;#rji:ffJ,h,
89
,
MEDITACION DE MEISTER ECKHART
Und ist das Tiefensehen so gefahrliclt
HERMANN HESSE
Reconciliación y pennanencia
Para el tedio del mundo.
t 90
Para el tedio del mundo. Tiernpo quemado y solvente
Sólo un n¡mor de cenizas demasiado gozosas,
Y el agua de sombras que agrieta lo real
Y despojados descendemos a los pozos inertes'
91
LAQUESIS
92
CONFESIÓN DE MENCIO
fin de todo ¿slttdi,¡ t1o es otro
L)l
que el de cncontrtr el torctzón perdido.
I-IBRO DE N,IENCIO (Gao Zr. 64.l 1)
93
-
94
Obcecación del espíritu pudriéndose hacia
adentro
Lamentaciones que ahori escuchas, disipándose
Lamentaciones en medio de un
cerrado
Gritos pétreos retumbando en una "uurto
mente sellada.
Ya sin nadie que rémueva un rastro en
Ia vida
La repercusión de sonidos emitidos por
nadie
El carnino de las palabras que nada no-U.un
Y se asemejan al parloteo de un enajenado.
La vida es como un secreto que al niura.a,
Fluye indistinto en ruidos o silpnc¡os-
Obcecación del espíritu muriéndose
hacia adentro
rensarnlentos en medio de un cuarto
cerrado
Gritos rnuertos refumbando en una mente
estropeada.
La vida es como el parloteo de un .nuilou¿o
El camino de las palabras que nada ná,rrUrun
Pensarnientos en medio deLna mente
estropeada
95
l MUTANABBI
E r ra ado nuj o d e,
tig jn:' f ".'
1 Í." ff ,! ilfi
",'l",,lllilll
Del mandril insensato, raspando el"laire con
uñas de oro?
Hasta las ar.,es de plumaje nativo que custodian
Las orillas calumniadas por el *rn"r. del siglo
Han despreciado los cuerpos morados que yacen
a la deriva.
96
Se siente como una hondonada de aire infecto
En todos los caminos de Ia tierra.
Los niños ejercitan
Sus pequeñas porciones de pureza blandiendo ojos quebrados,
Y hastiados los animales se refugian en un idioma roto.
Montes encorvados por la lluvia reseca de la canícula
Muerden sus cetros de polvo sobre los santuarios,
Y esas caravanas de moribundos
Hinchan la soledad del reino con tristezas de piedra.
97
PROMENADE
el ignoto país de cu),o borde
Nütgún v'iajero torna-
CALDERON DE LA BARCA
98
Ai\Gtt,US SILFTSIUS
uj?u n*rÁ,..;,,,,
!v
ORFEO EN EL HADES
Ohne ,4ngl Leben.
T.W. ADORNO
101
OSARIO MARÍTIMO
102
ORATORIA PARA R.AYMOND ROUSSEL
Paroi parée de ¡taresse tle paroseis.
MARCEL DLICHAMP
103
cETREnÍn DE PAOLO UCCELLO
L
i i
El que sueña acostumbra sus labios al goce
Y desciende al bosque de higos y mundo.
Este cielo riela opacas murallas o usinas
105
Cetros de carcomi luz o polvo
S de mariposas
Maceradas hebras de resplándor. p;ota,
106
_¡,
MAR ónrrco
Thought.flies ottt.fr-om fhescars oJ' the .rect
as d to land. Flocki thar are longing.t
"'{¿g;!íf d e ep w a t e r
'"
Ji,"¿ í'Ñ
107
Vida de la muerte.
Desde las piedras enfermas de la orilla contener el mundo
Y soportar, cóncavos, la inmovilidad de lo real'
t 108
LANDSCAPE
Tlte u,orld is too mut'lt x,itlt lt.1
WORDSWORTH
109
ELOGIO DE LA DESTRT-ICCION
.lber stille biutt'! tn tlunkl¿r Hóhle sturnntere Menschheit
/iigt atts ha¡'ten 14e¡uilett Ja's ar'!ósettcle IIaitp
CL,ORC TI{AKi,
110
c soñabas soportando u.n tiempo
absurdo. ¿Vivías o soñabas?
Objetos húndense y es incrte ,odo
lr,.,n,,ono obrar.
111
¿Quiéne s laboran la deleznable
propiedad humana?
Destruye, destruye que es tiempo de abandonar
1o tenaz rie unas pobres virtudes, la. astucia
cle lo oculto, que sin cesar trunca lo vivido,
trastos de una extinguida Realidad.
112
ET,OGÍÜ DE LA TNFANCIA
A .lulír¡ .^,/el.son
1'13
"Por aquí peffnanecemos durante el verano, de día
comemos langostas y en la tarde hacemos el amor.
Estas son las luinas, hüo mío; no andes con prevaricadores,
recibe consejo y prudencia que serán carninos en la noche.
Mira estas manos, bésalas
y participa en el reino de tra muerte, hijo mío.
No bebas agua impura; nuestros antepasaclos
bebían en vajilla de plata, nosotros elramos
con el candelabro quebrado, las manos quebradas,
la impostura útil. ¿Ves estos vestidos? La orta
esti{ gastada, e[ resplandor de otros tiempos
gastado y rtuesh'os cráneos vacíos".
114
La Edición popular de ,,Arte de Naveoar,,
se terminó de imprimir el6 de Octubre OétZOOO,
en los talleres de EditorialGráfica A & G,
la publicación se hizo en
papel periódico importado a color
lt,
fllt
,,iili':
fr^ Ojeda nació el 27 de matzode 1944en Chimbote, A la edad de 18 años
viajÓ a Lima para postular a la universidad de San Marcos e ingresa a la Escuela
de Filosofía. Allíconoce a los poetas con los cuales formaría "piélago".
En vida publicó "Ardiente Sombra" (1903) una elegía dedicada al poeta Javier
Heraud; "Elogio de los Navegantes" (1900), que obtuvo una mención honrosa en
el concurso "Poeta Joven del Perú" y "Eleusis" (1972). Visitó Brasil y panamá,
luego, a su regreso (1973) ingresa a la Escuela de Bibliotecarios en la Biblioteca
Nacional.
1
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