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Ha ocurrido algo inaudito,
colosal; algo que, de
divulgarse, amenaza con hacer
perder todo su crédito y
prestigio a la Internacional
Comunista.
En Mosc, durante e1 Segundo
Congreso, el camarada
Lunacharsky ha dicho, en un
discurso a los delegados
ivalianos (un discurso, téngase
en cuenta, pronunciado en
italiano, es més: en un
italiano ‘correctisimo, con lo
que hay que descartar de
entrada cualquier sospecha de
mala interpretacién), que en
Italia hay un intelectual
volucionario, y que ese os
Filippo Tomasso Marinetti.
Los filisteos del movimiento
obrere se han escandalizado de
inmediate. A las injurias de
‘jbergsonianes, voluntaristas,
pragmaticistas,
espiritualistas!" nos van a
afiadir ahora otra ma:
sangrienta: "jfuturistas,
Ya que nos espera ima suerte
asi, tratemos al menos de
elevarnos hasta la
autoconsciencia de esta nuestra
posicién intelectual. Muchos
grupos de obreros han mirado
con simpatfa (antes de la
guerra europea) el futurismo.
Muy @ menudo ha ocurrido (antes
de la guerra) que grupos de
obreros defendieran a los
futuristas de las pataletas de
"literatos" y "artistas" de
oficio.
Fijado este punto, constatado
este hecho histérico, se
presenta esponténeamente una
pregunta: en esa actitud de los
obreres ino habria la intuicion
(ya sale la intuicién’
bergsonianos, bergsonianos!) de
una necesidad insatisfecha en
1 terreno proletario? Debemos
contestar que si, que la clas:
obrera tenia y tiene la
consciencia de deber fundar un
nuevo Estado, de deber elaborar
con su trabajo paciente y tenaz
una nueva estructura econdmica,
de deber fundar una nueva
civalizacién.
Es relativamente fécil trazar,
ya desde hoy, los rasgos que
Configurardn el nuevo Estade y
la nueva estructura econémica.
Estamos convencidos de que en
este terreno, absolutamente
practico, no podra hacerse otra
cosa, durante un cierto tiempo,
que ejercer un férreo poder
sobre la organizacidn
existente, sobre la
organizacién construida por la
burguesia: de esta conviccién
nace el estimulo de lucha por
ja toma del poder y de ella,
también, nace la férmula con la
que Lenin ha caracterizado el
19
Estado obrero: "Durante un
cierto tiempo, ol Estado obrero
no puede ser mis que un Estado
burgués sin la burgues{a” (1).
Pero, por el contrario, el
terreno de la lucha por la
creacién de una nueva
civilizacién es algo
absolutamente misteriose, algo
caracterizado completamente por
lo imprevisto, lo impensado
Una fabrica, pasada del poder
apitalista al poder obrero,
Seguird produciendo los mismos
objetos materiales que hoy
produce. Pero (de qué modo y
con qué formas naceran las
obras de poesia, de teatro, de
novela, de misica, de pintura,
de vestuario, de ienguaje? Lo
que produce estas obras no es
una fabrica material: su
produccién no puede
reorganizarse semin un plan por
un poder obrero, no puede
determinarse por Las
e=.udisticas. En este terreno
sdlo podemos predecir una
hipétesis general: habra una
cultura (una civilizacion)
proletaria, totalmente distinta
de la burguesa; también en este
terreno se destruirdn las
diferencias de clase, se
destruird el carrerismo
burgués; habra una pantura, una
novela, un teatro, un
vestuario, una lengua,
pintura, una misica
caracteristicas de la
civilizacién proletaria,
Giacomo Balla: Caricatura di Maré
florecimiento y ornamento de la
organizacién social proletari
Qué nos queda por hacer?
Solamente destruir ia actuat
forma de civilizacién.
“Destruir", aqui, no significa
io mismo que en el terreno
econdmico! destruir no
significa privar a la humanidad
de los productos materiales
necesarios para su subsistencia
y desarrollo; significa
destruir jerarquias
pirituales, prejuicios,
{doles, tradiciones
rigidizadas; significa no
tenerles miedo a los demonios,
no pensar que el mundo vaya a
venirse abajo si un obrero no
maneja bien la gramética, si
una poesia cojea, si un cuadro
parece una pancarva, si la
juveritud se burla de 1a chocha
¥ académica senilidad. Los
futuristas han desarrollado
esta tarea en ol terreno de la
cultura burguesa: han
destruide, destruido,
destruido, sin preoctiparse por
81 sus nuevas creaciones eran,
en su conjunto, una obra
Superior a la destruida. Han
tenide confianza en si mismos,
on el impulso de las energias
juveniles, han tenido clara v
Reta la idea de que nuestra
Spoca, Ja época de a gran
industria, de ia gran ciudad
gbrera, dela vida intensa y
Eumultusa, necesitaba nuevas
formas de arte, de Filosofia
de_vestuario, de Lenguaje: han
tenido esa idea, claramente
revolucionaria, 'absolutamente
marxista; cuando los
tas no trataban ni
Siguiera de lejos cuestiones
parecidas, cuando a los
socialistas les faltaba una
idea tan concreta en el terreno
de la politica y de la
economfa; cuando los
Socialistas se hubieran
asustado (y lo demuescra e1
actual espanto de muchos de
ellos) ante la idea de que es
hecesario destruir la maquina
del poder burgués en el Estado
y en la fébrica, los
futuristas, en cambio, en su
terreno, on el terreno de la
cultura, han sido
revolucionarios ;
que 1a clase obrera no logre,
fen mucho tiempo, hacer més do
lo que han hecho en este
terreno los futurisvas: cuando
apoyaban a les futuristas, los
grupos de obreros demostraban
que a ellos na les asustaba 1a
dastruccién, Estaban seguros,
de saber hacer
poesia, pintura, teatro como
los futuristas; estaban
historicidad,
es probable
‘como obreros,
apoyando la
posib:lidad de una culcura
proletaria, creada por los
propios trabajadores.
1a,
Antonio Gramsci
Notas
(1) v.r. Lenin, BL Estado y 1a
revolueién
(Pubiicade sin firma on
Blimere del 5 de enero de 1921
de "Lordine Nuovo")