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Soria
Vení México, ¿De dónde Vení?
Volveré la vista, sólo para recordarte y entender de dónde has venido, de dónde
tú rabia, de dónde tú orgullo, ese grande que dices tener; te buscaré, en tus
mitos, tus leyendas, hasta en tus caprichos como patria. Si es sensato me volveré
tu enemigo, peleare contigo, hasta que me hagas sentir mexicano, antes que
humano, o me dejare ganar, por que más vale tener orgullo por ti, que no ser
México, ¿Vení del sol?, como aquel mito ya tan olvidado o de ese infierno labrado
en plata. Vení acaso de más historias que vivencias, basta decir que no eres más
conoce”.
No basta decir que fuiste y eres el sueño de bárbaros, que éstas herido casi al
borde de la muerte; pero esa frente amplia, grieta como el campo, curtida como
piel de campesino, te hace ser, orgullo y esperanza, para aquel hijo pródigo que
pasado son más poderosos que los hombres; quien soy yo para negar, el legado
dejado por todo hombre, nos dice que podemos ayudarnos de ellos, a pie de
el nido como águila o seguir siendo pichón sin plumas, ¿valentía o rebeldía?; ser
valiente, es tener un valor universal, “la valentía significa afrontar, las injusticias,
las consecuencias de nuestros actos, los productos de nuestros errores”, esos que
se vuelven miedos, los seres humanos solemos dejarnos llevar por la comodidad,
desgraciadamente por esos fantasmas, que sólo te dejan sin esperanza. “Quien es
gobernar, difícil de dominar; sería sensato decir que todo joven vive sin miedos,
más que el miedo a no tener libertad, como una reivindicación de sus libertades,
cobardía nunca ha hecho algo que valga la pena. La valentía a veces falla, en lo
inmediato, pero siempre a la larga genera un resultado positivo y esa rebeldía nos
Vení México, de la música, el arte, el baile, que inspiran tus paisajes, o venir de
ese deseo de mexicano, ese deseo por cantar tu historia, tus mitos, tus heridas
Rivera, Orozco, Siqueiros, para verte patria, pueblo y ciudad; mientras Posadas
busca al mexicano, no hay peor mexicano que aquel que no se baila y se festeja:
mexicano que no tenga fetiches religiosos o que no tenga un tabú más grande
y libertad. Tu pueblo se festeja cada vez que se puede, es más, se crean mártires
y héroes para festejarse. Pero qué pasa con esos héroes que no salen en libros,
acaso no se les recuerda, ni se les festeja, o los llevas tú, incrustados como
espinas en tu alma.
Porque se sabe bien que eres joya entre norte y sur, tienes todo y te falta... todo;
pobreza y riqueza en no más de una cuadra, basta con pasear un momento por
abandonado.
ciénaga, laguna, selva, llanura, desierto, bosque o eres tan sólo luna de octubre,
Basta con escuchar un grito de sociedad enfurecida, para conocerte; basta sangre
Recordarte que estás vivo, y que lates reprochosamente como corazón de viejo,
pidiendo ¡Ayuda!, más no limosna, porque sólo eres un niño que se le acusa como
mala planeación de los colonizadores, que sufrimos aún hasta nuestros días; a
caso vení de este tesoro de conocimientos, de esa lectura de astros y esa obra
monumental de arquitectura.
Porque México no se puede contar sin España, pero España se cuenta sin México,
hay que tener esto claro, tenemos el miedo de los españoles, como ese respeto a
la muerte, porque le tiene miedo por eso la respetan; pero nosotros tenemos ese
afín por ella, que se duerma y despierte con nosotros, bailamos con ella, le
olvido de pachuco, de ése que le importa y no voltea, de ése que llora y se olvida,
de ése que sufre y se abandona, de ése que se enriquece y no paga; vení acaso
quiere recordar, porque todavía sangra, porque todavía se vive, porque aún
camino y su lugar”, en ése México, pueblo antes que ciudad o esa ciudad con
alma de pueblo.
Ya se dice “Que pueblo chico infierno grande”, o basta creer que estamos en el
mejor de los “agüeros”, creyendo ingenuamente, pero con las garras de jaguar
duele en mi alma, porque soy poro de esa piel curtida por tu candidez y
suspicacia; ahora quiero gritar, sentir que existes, si se pudiese dar clarines a
todos, para entonar fuerte, y que los ecos sonoros resuenen, con las voces de
¡Unión! ¡Libertad!. Si ese clarín con su bélico acento, nos convocase a lidiar con
valor, dime cuantos crees que asistirían a tu encuentro, quien dejaría que te
derrumbes con hórrido estruendo, dime quien, por que se dice que no se espera
Porque te vi en mi niñez, porque no fui pobre, pero no fui rico, más bien humilde,
sí, humilde ante tu historia, ante tus ruinas, que aun existen diciendo: De mil
héroes la patria aquí fue. No basta con decir que eres mundo de mil pueblos o si
“mereces tener a tus pies aquellos magueyes que daban bebida a dioses”, menos
que si nos merecemos ésos recuerdos de gloria, que es tuya y tal vez nuestra o
fue nuestra.
México sé de donde vení, y no buscare pensar a dónde vas, sino recordad qué
eres y en donde estamos, que sí, te mereces más que la gloria y los cielos, te
tenía mi México,
un no sé que...
Hoy, me sentí mexicano, antes que humano, basta afinar la vista y ver que
todo barrio, en todo pueblo, en todos lados se ve México, basta dejarlo pasar
Sí vení, de done vení México, ir a donde quisieses ir, eres libre cundo quieras serlo