de alteraciones precoces. Profra: Rosa Ana Rodríguez Morales 22/05/2017 Ref. http://psicopsi.com/Psicopatologica- del-bebe
Psicopatológica del bebé.
Definición: Psicopatología del bebé comprende desde el nacimiento hasta los 3 años. - La unidad de la observación diagnóstica y terapéutica es la diñada madre/hijo. - Se estudian los objetos de interacción diádica. - El rol y el significado del superyó se apoyan en el supuesto de que existe interdependencia del funcionamiento psíquico m/h. - el superyó debe ser tratado por distintas disciplinas ya que es somato psíquico. - la importancia de la incidencia cronológica en los cuadros psicopatológicos del bebé. Modelo etiopatogénico actual. El bebé desde el nacimiento Dispone de competencias sensoriales e interactivas para vincularse y promover conductas maternales, estas conductas son observables en el sistema diádico. Desde la sintonía de la madre, se va creando el yo del bebé, a partir de las experiencias afectivas compartidas, irá desarrollando una personalidad sana. Los estados displacenteros generan incertidumbre, desconfianza y tensión, que conducen a no confirmar el sí mismo emergente y a su vez a una amplia gama de patologías. Procesos de vinculación que consolidan vínculos seguros se relacionan con niños sanos, en vinculaos ansiosos o desorganizados se da una patología temprana. Antecedentes históricos: Spitz: depresión anaclítica y el hospitalismo. Winnicott enfatizó la importancia de la reciprocidad de la experiencia entre la madre y el bebé, un bebé no puede existir solo sino que es parte de una relación. Evaluación psiquiatrita del bebé. Es una observación multidimensional y evolutiva que comprende características del bebé, de la madre y de la interacción de ambos, también se ve el rol del padre y de toda la flia. Trastorno del proceso de vinculación. Por ausencia de la madre o de sustituto maternal. Por discontinuidad de la relación con el objeto de vinculación. Los efectos de la carencia afectiva, dependen de la fase evolutiva de la permanencia de objeto en que se encuentra el niño al producirse la separación, la disponibilidad y las características de una nueva figura de apego. El nivel de interacción debe ser adecuado a las necesidades individuales de cada bebé, el niño regula el exceso de estimulación una madre que no capta o mal interpreta estos signos priva al bebé de un mecanismo de regulación para adaptarse al nivel de comunicación que recibe y este pierde la posibilidad de aprender que puede ejercer cierta influencia sobre el mundo exterior. -La hiperestimulación: produce una saturación sensorial del bebé,, lo priva de vivenciar el valor comunicativo de las señales emitidas, ya sea cerrar los ojos, desviar la cabeza, etc. -La hipo estimulación: se da por fallas en la disponibilidad materna o por baja demanda de solicitud de interacciona por parte del bebé. Ambas competencias infantiles y parentales son la base de comportamientos recíprocos, mutuamente gratificantes y el inicio de la interacción. Desde este modo el bebé se reorganiza de manera cada vez más compleja, lo que le permite conocerse y conocer al medio, crear y recrear por un sistema de retroalimentación de gratificaciones reciprocas de sus propias realizaciones, gracias a esto se conocen los límites de la interdependencia posibilitando la autonomía y permitiendo la individuación. Por trastornos cualitativos de la interacción: Interacción armónica: las conductas maternales ven al encuentro de las necesidades del bebé o responden directamente a las señales del niño. El niño construye una representación interna de la madre como habitualmente disponible, generándose un proceso de vinculación adecuado que avanza hacia un vínculo seguro. Interacción disarmónica: se da un proceso de vinculación inadecuado, que posiblemente llegue a un vínculo ansioso ambivalente, ansioso resistente o desorganizado, esto por la interpretación inadecuada de las señales del niño. El nivel adecuado de estimulación debe ser avaluado de acuerdo al temperamento, a las características de regulación y competencias del bebé. TR. Del tipo vincular. a) Vínculo ansioso ambivalente: el niño duda de la disponibilidad de la madre y presenta angustia de separación por lo cual limita su exploración. b) Vinculo ansioso evitativo: el niño crea expectativas hacia la disponibilidad de los padres, a través de una experiencia análoga de a la experiencia de negligencia emocional. c) Vínculo desorganizado: el niño muestras conductas de desorientación frente a la figura de vinculación.