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JOEL FLEISCHMAN,

DEL SUJETO
ESENCIAL AL PODER
SER

Laura A. Gallego Cantarero

Módulo: Género e identidad


Máster Literatura Comparada

Tutora: Begonya Sáez

UAB, Febrero 2010

1. Introducción

1.1 Problema que se


plantea…………………………………………………..3

1.2 Metodología……………………………………………………………
…3

1.3 Posibles
conclusiones…………………………………………………...3-4

2. Joel Fleischman llega a


Cicely……………………………………………….4-5

3. Crisis y extrañamiento de sí

3.1. De Nueva York a Cicely: cambio de comunidad y


aislamiento…………..6-9

3.2. De la razón pura hacia la visión indígena como visión


extendida de la realidad. De la ciencia a las creencias
místicas………………………………..9-18

3.3. Religión: del Judaísmo a la cultura indígena y sus


creencias…………...18-23

4. Poder ser y ruptura de la concepción


dicotómica………………………...23-27

5. Apéndice: El retorno místico a Nueva York como


estado mental………27-28

6. Conclusiones…………………………………………………………
……….. 28

2
1. Introducción

1.1 Problema que se plantea

En este trabajo se plantea la problemática de la crisis de identidad


que sufre Joel Fleischman, uno de los personajes protagonistas de la
serie Doctor en Alaska (Northern Exposure, CBS 1989-1995), al tener
que cambiar su lugar de residencia, de Nueva York a un pequeño
pueblo, Cicely, Alaska, puesto que este Estado le ha pagado sus
estudios de medicina a cambio de ejercer como doctor allí durante
cuatro años.

La hipótesis que se formula es que el sujeto entra en crisis debido a


varios aspectos: la religión (judaísmo) versus la cultura indígena;
Cicely, la ciudad cerrada y civilizada (Nueva York) versus la ciudad
abierta o bosque infinito y abismal (Cicely); la ciencia (medicina)
versus la creencia nativa norteamericana (chamanismo, curanderos)
Estas confrontaciones vienen dadas por los prejuicios de polaridad
que encierra el pensamiento metafísico de Joel. Una vez superada
esta polaridad a través de grietas que se abren y con una apertura
mental activa de Joel hacia el estado de Alaska, éste se perfila como
sujeto posmetafísico que va a devenir otra cosa.

1.2. Metodología

Abordaremos las posiciones teóricas desde las que se plantea la


hipótesis del trabajo a través de varios autores: para el planteamiento
3
inicial, el análisis situacional de cuando Joel llega a Alaska,
utilizaremos las claves de la metafísica tradicional expuestas por
Stéphane Ferret en “L’identité”. Cuando abordemos la crisis y el
extrañamiento de Joel causados por el cambio de comunidad y lo que
ello conlleva lo haremos de la mano de Zygmunt Bauman, en especial
de sus obras “Identité” y “Comunité” y también con “La lucha por el
reconocimiento” de Axel Honneth. Apoyaremos estas cuestiones
entorno a la comunidad, la lucha por el reconocimiento y a la
extrañeza de sí con la obra “Uno mismo y los otros” De Josep María
Esquirol, así como abordaremos las cuestiones de mismidad
(mêmeté) con “Le soi-même comme un autre” de Ricoeur. Habrá
algunas pinceladas en torno a su problemática como judío en Alaska
con algunos extractos interpretados de “La Toráh”. En cuanto
Fleischman dé el paso del sujeto metafísico al metafísico utilizaremos
el artículo “Formas de identidad contemporánea” de Begonya Sáez, y
cuando realmente Joel se disponga hacia el devenir, hacia una
reinterpretación de sí mismo se ilustrará con teorías del Dasein
expuestas por Heidegger en “Ser y tiempo”, a las cuales he llegado a
través de “Introducción a Heidegger”, de Vattimo.

1.3 . Posibles conclusiones

La posición dicotómica, llena de prejuicios preestablecidos en la


mente de Joel, le confrontan a Cicely, y le impiden estar en paz
consigo mismo y los demás. Para su bienestar, le hace falta abrirse al
mundo, en este caso, Cicely, Alaska. Son estas brechas que se abren
en la barrera que dibuja esta posición dicotómica, que hacen que
Cicely entren él, las que hacen que Joel sufra un extrañamiento de sí
mismo, entrando en una profunda crisis de identidad. Para superar
esta crisis, es necesario que se abra y se vuelque en Alaska, siendo
más afín, así, a la teoría posmetafísica del devenir del ser, del Dasein.
Una vez que Joel entre en la dinámica del poder ser se abrirá la
frontera de su visión dicotómica del mundo para dar paso a una visión
total y conjunta del universo que supondrán un nuevo estado mental
para el sujeto.

2. Joel Fleischman llega a Cicely

Al llegar a Cicely, Joel tiene muy claro quién es: un médico judío del
barrio de Queens, en Nueva York. No duda ni un instante de que él es
hijo de la Ilustración y que ve la vida a través del ojo de la lógica pura

4
y la razón; de la ciencia. También ve muy claro lo que va a ser su
vida: después de cuatro años en Alaska, volverá a Nueva York, se
casará con Eleine y tendrá una consulta privada de medicina interna
con la que ganará mucho dinero.

Se puede decir que Joel tiene una posición metafísica en dos sentidos:
La primera, siguiendo un esquema planteado por Ferret 1 sobre qué
es la identidad en clave esencialista:

1. Toda cosa es un cierto tipo o especie de cosa. (En este caso, un


hombre medico y judío de Nueva York)
2. El tipo o especie define lo que esta cosa es a lo largo de su existencia.
(Durante toda su existencia, Joel será inevitablemente médico, judío y
de Nueva York)
3. Las condiciones de existencia (individualidad) y de persistencia
(identidad a través del tiempo) de esta cosa dependen crucialmente del tipo
o especie de cosa que ella es. (Joel no puede devenir otra cosa, pues
estará marcado infinitamente por sus condiciones de ser: será,
continuamente, un hombre judío y médico de Nueva York,).

Otra posición metafísica que subyace de la concepción de Joel es la


dualidad, el binarismo, la polaridad con la que piensa y ve el mundo:
éste se divide en lo que es ciencia, lógica y empírica, y lo que no lo
es.

Ambas cuestiones vienen ligadas con una concepción prejuiciosa y


determinista de Joel al llegar a Alaska, que han persistido arraigadas
en él durante casi treinta años de su existencia. Joel tiene una
preconcepción del mundo muy fuerte que le impiden ver las cosas en
sí, debido en su mayor parte a su herencia biológica y cultural, de la
que le es muy difícil desprenderse2. Pero al llegar a Cicely, a Joel se le
van a desmontar sus bien armados esquemas identitarios.

A continuación, podemos ver algunos diálogos donde quedan


patentes esta visión de Joel:

1
Ferret, Stéphane. L’identité. Paris: Corpus. Flammarion, 1998. op. Cit. 12
2
“Ni siquiera se puede pensar que el Dasein sea un sujeto provisto desde el
comienzo (por ejemplo, en virtud de herencia biológica y cultural) de ciertas
hipótesis sobre el mundo y sobre las cosas que puede verificar o rechazar al
encontrarse directamente con las cosas, como querría una teoría del prejuicio de
origen iluminista”, Vattimo, Gianni. Introducción a Heidegger. Barcelona: Gedisa,
1993. Op.cit. P.35

5
Capítulo 1.03 “Soapy Sanderson”, Joel tiene claro cuál va a ser su
futuro determinado.

Ed: Podría ser el Bergman del norte. Alaska está más al norte que
Estocolmo, ¿verdad?

Joel: ¿Y a mí qué más me da? Un día, Elaine y yo estaremos casados y


tendremos tres hijos mimados. El único jefe con el que tendré relación será
el jefe de obstetricia. O tal vez de neurología. Esos tíos están chiflados.
Figuraré como segundo ayudante de director. Algo es algo. Estaremos
ocupados criando a los niños, discutiendo por los suegros, el piso de mármol
de imitación. La única consecuencia de esto será que, cada vez que abra un
buen Burdeos, tendré el recuerdo lejano y desagradable de una loca que
trató de matarme porque le dejé que me besase en la mejilla de modo
fraudulento. Puedo vivir con ello. No creo que contemple la vida del mismo
modo después de esto.

En el capítulo 3.08. “A cazar nos vamos”, critica a los que cazan y


propone una solución empírica, que le sitúa como hombre de ciencia
(experimentación, empirismo) y razón:

Maggie: ¿y usted qué sabe de eso, Fleischman? Usted no sabe nada. Cree
que la vida es una idea abstracta intelectual, un conjunto de creencias
personales y prejuicios que nada tienen que ver con la realidad ni con tal y
lo que conocemos aquí en Alaska como moralmente reprobable.

Joel: No importa. O'Connell tiene razón. ¿Qué sé yo en realidad de la caza?


Soy científico. Es mi trabajo, reunir pruebas empíricas antes de sacar una
conclusión. Tengo que hacer esto. Necesito cazar. (…) Voy a matar algo.
Asumiré esa posición y la aceptaré. Para probarme y probártelo que ya sé
que es verdad. Que cazar es inmoral, cobarde y egoísta, y no tiene valor
personal ni social.

En este episodio, 2.04 “Requiebro Primaveral”, Joel se escandaliza


porque en Cicely no hay policía a quien presentar denuncia por el
robo de su radio:

Maurice: no puedes poner una denuncia porque no hay ningún policía a


quien presentársela… (…) Joel, a parte de esta desviación anual (una vez al
año alguien roba secadores, radios) en Cicely no hay delincuencia. Unos
pocos hurtos no justifican el sueldo.

Joel: ¿Se tolera la delincuencia por presupuesto? ¿Qué hay de los principios,
del complimiento de la ley?

Maurice: Digamos que es más una cuestión de equilibro, la luz contra la


oscuridad, el bien contra el mal. Si haces que vengan policías, te garantizo
que vendrán ladrones.

6
Como hemos podido atisbar en estos diálogos, hay una confrontación
entre la concepción lógica empírica y legal de Joel y los demás
habitantes de Cicely. En el siguiente apartado se desarrollarán estas
oposiciones.

3. Crisis y extrañamiento de sí

La crisis de identidad de Joel viene propiciada por la confrontación


entre los tres puntales básicos de su identidad (medicina/razón,
judaísmo y ser urbano) y los Cicely y sus habitantes (chamanismo,
cultura indígena, pueblo)

3.1. De Nueva York a Cicely: cambio de comunidad y


aislamiento

El cambio de comunidad para Joel supone un hecho traumático, pues


no solo consiste en cambiar su lugar de residencia, de ciudad a
campo, sino que cambia también de “comunidad de ideas”3. Al
mutar de entorno, Joel se plantea su no-pertinencia a él, ya que no
comparte las ideas y creencias que sueldan la comunidad de Cicely
(por muy diversas y variopintas que éstas sean). Joel está obcecado
en que sólo pertenece a Nueva York, como máximo, a Flushing, en el
barrio de Queens, y en Cicely se siente “fuera de lugar”. Todos
estos hechos le procuran malestar y el sentimiento de aislamiento, al
sentirse en un mundo totalmente ajeno a él.

Si tomamos como referente estas dos frases:

“Nuestra identidad se define a partir de este mundo de la vida, el


Lebenswelt”, “el mundo de la vida es para nosotros un horizonte, y un
horizonte de comprensión (…) entiendo las cosas porque forman parte de
mi mundo”4

Ambas extraídas de “Uno mismo y los otros”, de J.M. Esquirol,


entenderemos la primera fase de escasa aceptación de Joel del
mundo Ciceliano, pues no está identificado con su vivir cotidiano, con
su mundo de la vida. Su identidad está en suspensión, porque no
coincide con su “mundo de la vida”, ya que ha sido exiliado a causa
de un contrato con el estado de Alaska. Joel no entiende las cosas
3
Bauman, Zygmunt. Identitat. Converses amb Benedetto Vecchi. Valencia: Publicacions
Universitat València, 2005. Op.cit. .23

4
Esquirol, Josep María. Uno mismo y los otros. De las experiencias existenciales a la
interculturalidad. Barcelona: Herder, 2005.
7
que ocurren en Cicely porque el horizonte en el que le toca vivir no es
el suyo propio, no entiende las prácticas de los cicelianos porque
forman parte de un mundo extraño para él, es por eso que se siente
aislado. Y no se siente sólo aislado porque no entre en consonancia
con Cicely, sino porque nadie a su alrededor comparte su visión del
mundo, no puede hablar con nadie de sus asuntos. Como vemos en el
episodio 5.19 “El regalo de Maggie”:

Maggie: ¿Qué le pasa?

Ed: No es feliz porque no puede hablar con nadie.

Maggie: ¿No? Vive en una ciudad llena de gente.

Ed: Me refiero a hablar de medicina.

Maggie: ¿De medicina?

Ed: Sí. Ha tenido la experiencia más importante de su carrera médica y


nadie sabe de qué se trata.

Maggie: Lo de la úlcera.

Ed: Era el páncreas, ¿no?

Maggie: No lo sé. Están los dos relacionados, creo.

Ed: Pobre Dr. Fleischman. Yo tengo a Leonard y tú a Maurice. Pero si él


habla de trabajo, ¿quién se entera?

En esta soledad, en este aislamiento, en la aparente quietud de


Alaska, Joel, en ocasiones, desespera, pues trata de llenar su vida
con solo con actividad continua, especialmente la medicina. Durante
una semana no tiene ningún paciente y le lleva al borde de la locura,
puesto que está al borde de la nada que en trae el aislamiento. Si no
es médico, Joel queda completamente vacío. Si no ejerce la medicina,
no sabe qué hacer. Capítulo 4.12 “Revelaciones”:

Bernard: Joel, estás al borde de la angustia existencial…

Joel: Repítelo

Bernard: Bueno…esa desesperada necesidad de compañía para que algo


llene tu tiempo. Estás mirando tu propia tumba, mírate al espejo, ¿Qué es lo
que ves? ¿Un extraño? ¿Nada? ¿Por qué? Porque allí no hay nada, eres un
árbol sin sombra, un pozo vacio, un grito silencioso, la mayoría del tiempo
puedes negarlo, pero no cuando estas solo sin distracciones, entonces te
ves forzado a enfrentarte y tratar la cuestión se te lanza a la cara…te lo
tragas.

Joel: ¿Qué cuestión?

8
Bernard: ¿Cuál es el significado de mi existencia? Es decir, deja de huir, no
puedes escapar a la respuesta, tu existencia no tiene significado ninguno. Y
si no eres capaz de asumirlo vas a llevar una vida incompleta, frustrada y
neurótica. No pretendo darte un consejo pero si yo fuera tú…pretendería
quedarme quieto ante el abismo, a abrazarlo, a no hacer nada.

(…)

Joel: Bernard, mira, nada de angustia existencial, me rindo, mi personalidad


está destrozada, se ha disuelto mi identidad, estoy perdido dentro de mi
propia piel…

Pero en ese momento Bernard le dice que tiene un dolor...entonces Joel


revive.

Joel, a priori, no hace ningún esfuerzo por integrarse en Cicely, sino


todo lo contrario: lucha para proteger la identidad que le ha venido
dada: ser judío y de Nueva York, y la que se ha construido: ser un
hombre racional y de ciencias (aunque ésta, como hablaremos más
adelante, viene muy arraigada a la idea de ser judío). Y tanto es así
que a los 30 años se niega a abrirse a otra posibilidad, a otra
alternativa identitaria.

Pero esta posición no podía durar eternamente y, poco a poco, su


inmutabilidad deja de tener sentido en una comunidad tan abierta e
incitadora como Cicely.

Cicely supone, como el título original de la serie indica (Northern


Exposure) una exposición al norte, esto es, hacia lo abismal, lo
infinito, lo místico, lo indígena. El situarse en Alaska, un terreno
virgen, abierto e indomable, supone para el sujeto una cierta
angustia y una carencia de seguridad: todo puede ocurrir.
Encontramos en la siguiente declaración de Bauman sobre la
“modernidad líquida” una referencia a este asunto:

“El anhelo de identidad proviene del deseo de seguridad, que es como tal, un
sentimiento ambiguo (…) aunque pueda ser estimulante a corto plazo (…) la
propuesta de flotar sin soportes en un espacio mal definido (…) provoca a largo
plazo una situación de desconcierto que propicia la angustia” (…) en esta época de
modernidad líquida, estar fijado, estar identificado de manera inflexible y sin
reservas, tiene cada vez más mala prensa”5

El abismo de posibilidades que hay ante él, por el hecho de vivir en


Alaska (curiosamente, representante de una modernidad líquida en
cuanto a que todo es posible en cualquier momento, no hay
estabilidad), le abruma y trata de aferrarse a toda costa a su intacta
identidad de otrora, que le proporciona seguridad y le alivia de la
angustia que le supone habitar ese lugar.
5
Ibíd. 3. p. 47.
9
Joel está expuesto, sin ningún escudo más que el de su propia razón,
a Alaska. Y ésta, pronto empieza a hacer mella en él.

Para Joel, Cicely es lo ajeno, lo otro. Pero, tomemos la propuesta de


Wadenfels:

“La situación cambia si dejamos de definir directamente lo que es ajeno, y en lugar


de eso tomamos lo ajeno como algo a lo cual respondemos e inevitablemente
hemos de responder, es decir, como invitación, desafío, estímulo, llamada, vocación
o cualesquiera que sean los matices. Cuando miramos y escuchamos, miraríamos y
escucharíamos respondiendo; cuando hablamos y actuamos, actuaríamos
respondiendo”6.

Joel acabará respondiendo a lo ajeno, a Cicely, y es algo inevitable,


pues vive ahí, se desempeña ahí. Cicely le invita y le desafía a actuar
de otra forma (le invita, por ejemplo, a correr desnudo, le invita a
abrir una caja que está sellada oficialmente por el correo postal o le
desafía a psicoanalizar los sueños de sus pacientes, disciplina con la
que no está del todo conforme, a bailar tribalmente como terapia,
impulsado por un chamán).

Cicely empieza a infiltrarse en Joel sin que éste pueda a hacer nada,
sin pasar siquiera por el filtro de la razón. Por ejemplo, se ve
irremediablemente afectado por efectos ambientales como la luna
llena, el deshielo, la aurora boreal, la carencia de luz en invierno o la
excesiva exposición a la luz solar en primavera. Estos fenómenos
ocasionan trastornos en el comportamiento de Joel (deseo sexual
extremo en el deshielo, hiperexcitación por exceso de luz solar,
depresión por la falta de ésta o intercambio de sueños entre los
habitantes cuando se produce la aurora boreal).

Cicely seguirá penetrando en Joel a través de otras vías que veremos


a continuación.

3.2. De la razón pura hacia la visión indígena como


visión extendida de la realidad. De la ciencia a las
creencias místicas.

El estandarte de la razón pura, científica empírica y lógica se verá


debilitado en Cicely, Alaska, en multitud de ocasiones. Joel tiene que
enfrentarse día a día con la visión mística, espiritual y supersticiosa
(sin connotación negativa) que tienen, ya no solo los nativos
norteamericanos de Cicely, los Tlinglit en su mayoría, sino todos los

6
Wadenfels, B. Respuesta a lo ajeno. Sobre la relación entre la cultura ajena., p. 6
10
habitantes que viven en Cicely, aunque su origen sea otro. En Cicely,
la práctica del chamanismo es muy habitual:

“El sacerdocio nativo americano, conocido tanto como los hombres de la medicina,
como shaman, o magos, era una casta aparte de las tribus, no sólo ejerciendo en
función de sacerdotes, sino también como médico y como profetas. (…) eran
importantes como sanadores. El indio asigna toda enfermedad y molestia corporal a
una entidad sobrenatural. No puede comprender que dicha molestia surja de su
propio sistema y cree que debe necesariamente proceder de una fuente exterior. Le
atormenta algún ser sobrenatural que ha ofendido o el alma de un animal que ha
matado. (…) cuando el indio enferma, acude al hombre de la medicina, a quien
relata sus síntomas, dando a conocer al mismo tiempo cualquier circunstancia que
pudo haber causado dicho estado”7

Joel se reafirma en él mismo, niega en su totalidad las prácticas del


chamanismo, las connota negativamente como supersticiosas e
inútiles médicamente hablando, y vuelve a proclamar la razón como
la única vía de entender el mundo. Nos apoyamos en Esquirol una vez
más:

“Si atendemos al elemento filosófico, podemos poner al descubierto logocentrismos


que no son sino egocentrismos. Desde éstos, todo lo ajeno se entiende como una
variación de lo propio”8

Joel, amparado en el logos, en el conocimiento, se siente superior al


resto, se siente superior a los nativos norteamericanos y en especial,
superior a los chamanes. He ahí su egocentrismo. La razón –y él,
como representante – es el punto de referencia, el centro. Solo él
puede acceder a la verdad a través del puro conocimiento. El
siguiente diálogo del capítulo “El gran beso”, 2.02 Ed, el joven
indio mestizo y huérfano, habla con un espíritu guía, tutor y protector
llamado “El que espera” (One who waits), que le va a ayudar en la
búsqueda de sus padres desconocidos:

Joel: ¿Cuánto tiempo hace que le conoces?

Ed: Hace unos días, esta vez.

Joel: ¿Esta vez?

Ed: Bueno, es que él tiene 256 años, así que puede que hayamos coincidido
alguna vez antes.

Joel: ¿Puedo serte sincero? Ed, ¿Has oído hablar del comportamiento
ilusorio? ¿Amigos imaginarios? ¿Necesidades reprimidas?

Ed: ¿Se refiere a algo que uno desea y no lo quiere reconocer?

7
Spence, Lewis. Indios de Norteamérica. Mitología. Trad. Carolina Black. Madrid: Edimat,
2005. Op.cit. p.130, 131.

8
Ibíd. 4. p.64
11
Joel: No soy de mente estrecha, pero creo que has inventado el que espera,
tú crees que existe, pero no. Pisas terrenos peligroso, la gente que ve cosas
que no existen acaban en un hospital para personas con enfermedades
mentales graves (..) entonces está claro que La mente igual que el cuerpo
puede curarse solo, solo tienes que controlarte un poco.

Ed: Entendido.

El que espera: Oye, Ed., este médico piensa demasiado, ése es su


problema.

Marylin: Adiós, jefe. (M. también lo ve)

Joel: ¡¿Jefe?!

(…)

Joel: Estoy empezando a pensar que lo que ocurre aquí es comportamiento


ilusorio colectivo. Si reúnes a un grupo de personas en una casa tenebrosa y
oscura muy pronto todos empiezan a oír cadenas y ver fantasmas. Los
políticos lo saben, los publicistas lo saben, se nos puede convencer de
prácticamente cualquier cosa.

Ante todos los elementos extraños Joel tratará de dar una explicación
científica. Otro ejemplo es cuando Chris tiene un periodo de tiempo
en el que atrae físicamente a todas las mujeres del pueblo. Lejos de
dejarse llevar por la apariencia “mágica” del asunto, buscará todos
los estudios acerca de la secreción de feromonas y la alta capacidad
de percepción olfativa de algunas mujeres para hallar una explicación
el fenómeno. Se da este caso también en el capítulo 4.16 “el mal
viento”, donde, una vez más, se confronta la ciencia y la
superstición:

Joel: ¿Por qué no está en la consulta?

Marilyn: El cohosh.

Joel: ¿El viento?

Marilyn: El viento es malo.

Joel: ¿Es una creencia india o algo así? Mira, Marilyn, eso es una
superstición, el viento no es bueno ni malo, es caliente o frío, no tiene
componentes éticos ni morales. ¿Qué? ¿Crees que el viento tiene la culpa de
esto? (nariz rota) No, es porque Maggie tiene un odio patológico hacia los
hombres, no por el viento.

Pero, en otras ocasiones, Joel deja la actitud defensiva versus las


creencias indígenas y se rinde ante la evidencia de esta visión nativa,

12
de sus métodos, de esta visión extendida de la realidad y es en esos
momentos donde, poco a poco, Cicely se infiltra por las brechas del
día a día, en el mundo de Joel sin que este pueda hacer nada por
remediarlo. Es, por ejemplo, el caso en el que tiene que tratar la
próstata al tío de Ed, que es chamán, en el capítulo 1.02 no
ingenuamente llamado: “Cerebros, habilidad e inteligencia
nativa”:

Joel: Tienen que extirparle la próstata. No se va a curar sola.

Chamán: Eso dice usted. El espíritu tiene un papel tan grande en la salud y
la enfermedad, como la mente y el cuerpo. ¿Sabe bailar?

Joel: Supongo, un poco. La verdad es que no. ¿Por qué?

Chamán: Siempre he creído que bailar es el mejor de los remedios. Se lo


voy a enseñar. Observe. Inténtelo.

Joel: Gracias, pero tengo dos pies izquierdos y el derecho tampoco tiene
ritmo.

Chamán: No tiene complicación.

Joel: De acuerdo.

Joel se pone a bailar.

Chamán: Doble más las rodillas. Eso es. Muy bien.

Joel: ¿Cómo era el cántico?

Chamán: Siga practicando. Enseguida vuelvo.

Y al final del mismo capítulo, vemos una clara transformación de Joel


ante la visión de la medicina tradicional, así como que empieza a
notar los efectos que produce en su cuerpo y psique el medio
ambiente de Alaska:

Joel: Si enseñaran a bailar en la facultad de medicina...No sé, quizá


seríamos mejores médicos.

Maggie: ¿Está borracho?

Joel: No, es que…No sé. Siento nostalgia. Será el aire puro y las estrellas
brillantes. No puedo dormir sin la contaminación, el tráfico, el barullo de la
gente...

Pese a que esto sucede tempranamente en la serie, durante las


siguientes temporadas seguirá intentando aferrarse a su identidad
científica día tras día. Pero poco a poco se va dando cuenta de que
realmente el vivir en Cicely le está modificando como ser y se siente
13
realmente angustiado por ello. Es en este momento cuando Joel entra
en crisis de verdad, puesto que se pone en peligro su mismidad9,
término acuñado por Ricoeur que supondría la pertenencia a uno
mismo en el tiempo, el perdurar como el ser biológico y social que es.
Bauman lo explica así:

“Pocos de nosotros (en la modernidad líquida) podemos evitar pasar por más de
una “comunidad de ideas”, auténticas o presuntas, bien integradas o efímeras, y es
por eso que la mayoría de nosotros tenemos dificultades a la hora de resolver (por
decirlo como Ricoeur) el problema de la “mêmeté” -mismidad- (la consistencia y la
continuidad de nuestra identidad a lo largo del tiempo)10.

La mismidad entra en crisis en el mismo momento en que notamos


un cambio en nosotros. Algo que, hasta ahora, no habíamos
considerado propio de nosotros mismos en todo el tiempo que
llevamos siendo conscientes de ello: Esto es lo que le ocurre a Joel en
Cicely, después de casi treinta años de vida con una mismidad y su
identidad intacta, sin plantearse una modificación al compararse con
otro, con un ipse. En este momento, Joel se desliga de una sola
“comunidad de ideas y principios” y se extiende a otra. La mismidad
se rompe porque Joel- Joel como sí mismo- cambia a lo largo del
tiempo- y del espacio- cambia de Nueva York a Cicely. Su ipseidad,
lo que es él en ese momento, lo que es él en cuatro al otro, lo ajeno,
Cicely, es lo que mejor se adaptaría a esta nueva etapa de su vida,
pero le ocasiona grandes dolores de cabeza.

Joel, al perder su mismidad al entrar en contacto activamente con lo


ajeno, percibe una ausencia de sí mismo, en palabras de Esquirol:

“podemos hablar también de una especie de ausencia de uno mismo. Hay algo en
nosotros que indica, por así decirlo, una fuga, una ausencia: una extraña dialéctica
entre presencia y fuga. (…) la extrañeza interior puede, incluso, verse como una
especie de presencia no prevista, que pondría en cuestión nuestro proceder
cotidiano y nuestras certezas habituales”11

Esto llevará, asimismo, a que Joel sienta a una extrañeza de sí


mismo, una extrañeza interior (término acuñado por Rigobello), pues
hasta el momento, creía conocerse bien, tenía claro cuáles eran sus
principios, sus horizontes, su ser en el mundo. Pero cuando aterriza
en Cicely todo se le desestructura. Hay algo de sí mismo que se le
escapa, pues no puede llegar a comprenderlo. En este proceso de
extrañamiento de sí mismo, se da la presencia de cosas no previstas
en su vida, como la aplicación de un ungüento que contiene caca de
9
Citado en Bauman, Identitat. Ricoeur, Paul. Le soi-même comme un autre.

10
Ibíd.

11
Ibíd. 4. p.59
14
ñu (Capítulo La gripe rusa) para paliar una gripe que no tiene solución
médica. Joel, al llevar a cabo actos que no son propios de sí mismo,
deja patente que realiza acciones de la nueva comunidad donde
reside, es decir, cambia su “proceder cotidiano”. A veces, los concibe
como pura resignación, otras, en cambio, bajo un “¡qué demonios!”,
liberador. Pero muchas otras, le lleva a preguntarse qué ha sido de
Joel, qué le ha ocurrido. No se conoce (hasta aquí, todo normal, nadie
se conoce plenamente), pero lo que más grave para él, no se
reconoce. Este proceso de extrañamiento de sí mismo es lo que le
llevará, como veremos más adelante, a un proceso de
resignificación.

Podemos explicar la extrañeza interior en otro término algo más


poético, como el señalado por Sócrates como “un huésped
secreto”. Podríamos considerar Cicely (el instinto animal, lo indígena,
la visión extendida de la realidad, el fluir, la disolución de la Razón) el
huésped secreto de Joel que le propulsa el percibir esta extrañeza
interior. Es Cicely el que lleva a Joel a replantearse su propia
identidad desde dentro de sí mismo. Esto encajaría con la visión de la
ipseidad y del “soi-même comme un autre” de Ricoeur, pues Joel se
replantea a sí mismo desde sí mismo y en comparación, en tanto que
Cicely.

Hay un punto clave en la disolución de la identidad de Joel, el


desmoronamiento total de la razón, desde la Ilustración hasta
nuestros días. El capítulo 3.06 “El cuerpo en cuestión”,
encuentran congelado, tras doscientos años, el cadáver de Pierre Le
Moulin junto con su diario en el que relata que Napoleón no estuvo en
la batalla de Waterloo, sino en Alaska:

Maggie: ¿Le deprime pensar que somos idiotas por creer en Pierre?

Joel: No.

Maggie: ¿No?

Joel: Estoy deprimido porque creo en Pierre, tantos años de riguroso saber
académico no han servido de nada. El esmero y el caro desarrollo de una
inteligencia del siglo XX. En un santiamén mi personalidad se ha ido al
garete, se esfumó….

Maggie: Bueno, Fleischman, debo decir que estoy…Bueno, no sé cuál es la


palabra adecuada.

Joel: ¿Qué?

Maggie: Asombrada.

15
Joel: ¿Qué tiene este lugar? ¿Es el agua? ¿El aire? Siento que estoy
cambiando. Estoy mutando de manera horriblemente grotesca. De veras
creo que Napoleón estuvo aquí y no en Waterloo. ¿Qué me pasó? Mis
facultades, mi sentido de mí mismo. Me estoy volviendo loco. Me alegra que
el derrumbe total de mi psique te divierta.

Maggie: Vamos, Fleischman. Es crecimiento vital. Llegaste aquí con una


comprensión limitada del mundo. ¿Qué hay de malo en perder eso?

Joel, al rendirse ante la evidencia de Pierre, que supone un epítome


de la visión nativa norteamericana, de lo que puede suponer Alaska:
la ruptura de cualquier esquema preestablecido y válido acerca del
conocimiento del mundo y de la historia.

Durante todo el capítulo 5.02 “Alter egos”, Joel se plantea esta


cuestión, pues ha llegado el momento cumbre de la disolución de su
identidad y se su integración en Cicely: Su anterior ego era su yo
urbanita, su alter ego recién nacido y que habita dentro de él mismo
es su yo ciceliano.

Joel se deja la cartera en el billar y nadie se la roba.

Joel: ¿Final feliz? No es feliz, es inquietante. Muy inquietante. Me he dejado


la cartera en un bar. Yo, Joel Fleischman, el neoyorquino consumado, le he
dado la espalda a mi dinero en un sitio público. (…) Ed, hace dos años
hubiera sido incapaz de hacer algo así. Hubiera sido inconcebible. He vivido
28 años en una ciudad y nunca he perdido un centavo. Debías ser un animal
para sobrevivir. Yo era una pantera, el sexto sentido siempre alerta. Y
ahora... ¿Qué me está pasando? ¿Dónde está ese instinto? ¿Dónde está la
pantera?

(…)

Joel: Dios...

Walt: ¿Qué?

Joel: Dios mío.

Walt:¿Dr. Fleischman?

Joel: Estoy comiendo semillas y hablando de ropa de invierno.

Walt: Vaya...

Joel: Primero la cartera y ahora esto. ¿Qué está pasando?

(….)

Joel: ¿Has notado algo diferente en mí últimamente?

Maggie: ¿Diferente en qué sentido?

16
Joel: No lo sé. Algo que te parezca raro o inusual.

Maggie: No sé. ¿Te has cambiado la corbata?

Joel: No, me refiero a pautas de conducta. ¿Alguna ruptura discernible con


la tradición, desvíos de la norma, tendencias nuevas…?

Maggie:¿Hablas en serio?

Joel: Totalmente.

Maggie: Ahora que lo mencionas… pareces más relajado. Ayer te reías a


carcajadas con Holling.

Joel: Sí, puede ser. Me contó una historia muy divertida.

Maggie: Veamos... eres más social. El mes pasado fuiste a la reunión del
ayuntamiento. Me extrañó. Aunque saliste a los 15 minutos.

Joel: Tienes razón. Es tan malo como pensaba.

En estos episodios hemos visto como Joel se ha integrado en el


proceder cotidiano de Cicely, tiene los mismos horizontes y las
mismas preocupaciones que el resto, lo que supone. Una vez más, su
extrañeza interior y la disolución de Joel tal y como se concebía hasta
el momento. En el siguiente diálogo del mismo capítulo veremos
cómo describe la situación: está perdiendo a Nueva York, es decir, se
está perdiendo a sí mismo y luchará rabiosamente para
recuperarla/recuperarse:

Joel: Tomate en conserva, dos botes. Café torrefacto. Ternera en conserva y


pastrami, 3 kg de cada. ¿Vale? Pan de molde, de sésamo, de cebolla...
Cogeré algunas películas. A ver... "Tarde de perros", "El padrino",
"Manhattan", "Cowboy de medianoche", "Serpico" y "Taxi Driver". Perfecto.

Maggie: ¿Qué pasa?

Joel: Lo estoy perdiendo. Ya lo he perdido.

Maggie: ¿El qué?

Joel: Nueva York. Antes era capaz de visualizar Broadway desde la 110
hasta Times Square. Ahora cierro los ojos y desaparecen manzanas enteras.
Anoche no pude recordar si la línea F tiene parada en Canal Street o
Washington Square, eso es lo que me pasa. ¿Está todo?

Ruth Anne: Sí. Así que Tienes morriña.

Joel: Es más que morriña. Estoy ante un claro derretimiento de mi


personalidad.

Maggie: Fleischman...

17
Joel: Joel Fleischman, el médico judío de Nueva York. Si me quitas eso,
¿qué queda? ¿Quién soy?

Maggie: Venga ya Fleischman, por olvidarte de unas paradas de metro…

Joel: Eso es solo la punta del iceberg. Es como "La invasión de los
ultracuerpos". Me están reemplazando por un insidioso doble de Joel
Fleischman que habla de la rotación de los cultivos y carburadores. Tengo
que detenerlo antes de que sea tarde.

Joel trata de detenerlo, de volver a ser él poniendo una querella al


técnico de vídeo por no repararle bien el aparato, pero poco más
tarde, volverá a caer. Se sentirá ya inmerso en su concepto de yo
ciceliano y abandonado por su anterior yo, el urbanita estandarte de
la razón y el conocimiento racional, en especial, en el capítulo
“Mamut” 5.24, donde Walt descuartiza un Mamut con muchísimos
siglos de antigüedad, pues éste le provee de carne durante todo un
invierno:

Joel: Al principio pensé que era inconsciencia. El shock. La incapacidad de


creer que un Dios justo permitiría que alguien destruyera una mina de oro
de conocimientos prehistóricos a cambio de la provisión de carne para un
año. Me siento como si flotara. Como si me observara a mí mismo
abandonar mi cuerpo. Pienso en lo que ha ocurrido hoy y solo quiero reírme.

Maggie: Me parece sano.

Joel: Debería estar subiéndome por las paredes. Como cualquier persona
normal. Quizá lo que esté experimentando sea la euforia que se supone que
sientes antes de rendirte. Dejar que los pulmones se llenen de agua. La vida
es un misterio. La experiencia transformadora de la vida de alguien es la
chuleta de otra persona. ¿De qué va todo esto? Ahora soy uno de vosotros.
Un ciceliano.

Aun así, vemos un resquicio de Joel que no termina de creerse esa


transformación, puesto que aún no se ha llevado a cabo el verdadero
proceso de resignificación que veremos más adelante. Volvemos a
constatar, además, que Cicely, Alaska, le da una bofetada a la
historia, incluso a la prehistoria y plantea otros modos de vida, otros
modos de vivir y de experimentar la realidad. En este caso, es una
visión menos mística, totalmente práctica y animal: la carne, la
supervivencia.

Otro problema que subyace de esta confrontación de la razón y la


visión nativa de la realidad, es el reconocimiento que Joel necesita
por parte de los demás para estar conforme consigo mismo, con su
identidad. Necesita la aceptación y aprobación externa. Esquirol, de
la mano de Honneth y “La lucha por el reconocimiento” lo explica así:
18
“La vinculación del reconocimiento con la identidad es obvia. (…) Las personas
deben su identidad a una estructura de relación práctica consigo mismas, la cual
depende de la ayuda mutua y de la aprobación aportada por otras personas.
Precisando más: es el proceso de identificación personal, por el que cada uno va
constituyendo su identidad, el que debe de ser reconocido por los demás”12.

Parte de la crisis de identidad de Joel viene nada porque los demás no


reconocen su identidad tal y como él la concibe. Sufre una ruptura en
sus relaciones colectivas, pues no lo idolatran, no lo respetan
sumamente por el hecho de ser médico simplemente lo tratan como
un habitante más de Cicely. Esto sirve para ilustrar la confrontación
de Joel con los habitantes de Cicely, pues éstos, según él, lo
menosprecian y lo ningunean cuando no tienen en cuenta sus
consejos como médico, así como sus tratamientos o su explicación
racional de cualquier hecho físico o psicológico. Joel no deja de luchar,
amparado por la razón y la explicación lógica de los hechos, por tal de
que en Cicely reconozcan su valía. Vemos en el capítulo 4.18
“Acción de gracias”, su hiperbólico enfado porque un paciente no
ha seguido el tratamiento indicado:

“Aquí estoy, secuestrado, obligado a ejercer, un médico encadenado a unos


imbéciles como usted que no me hacen caso, que creen que su nombre
podría estar escrito en el cristal, tanto como el mío”

En el capítulo 5.23, “Lazos de sangre” Joel se siente incapaz de


extraer sangre del brazo de un paciente.

Minnifield: Claro que si no te recuperas pronto, tendré que buscar un


sustituto permanente.

Joel: ¿Sustituto?

Minnifield: Sí, eso me temo.

Joel: ¿Solo soy un cuerpo caliente para ti?

Minnifield: Escucha, Joel, no te lo tomes personalmente. Tengo que cuidar


de la ciudad. Estaba pensando en buscar a un estudiante asiático de Los
Ángeles. Trabajan duro y no se quejan.

Como podemos ver, Joel no es importante ni trascendental en la


comunidad. Es totalmente sustituible por cualquier otro médico y él
se siente indignado por ello, es más, le ocasiona una “herida moral”,
término acuñado por Honneth:

“Las heridas morales tienen su origen en la relación de una persona consigo


misma; y es el reconocimiento o su ausencia lo que incide en esta relación. A partir

12
Ibíd 4. P. 43
19
de aquí, pueden verse los distintos aspectos del reconocimiento: como por ejemplo
las relaciones afectivas (amistad y amor), el de las relaciones legales (derechos) o
el de las relaciones colectivas (respeto, solidaridad)13.

Joel siente una “herida moral” por la ausencia de reconocimiento


colectivo. Aunque también, en ocasiones, siente la ausencia de
reconocimiento en las relaciones legales, en sus derechos, ya que
cree que, como médico, tiene el derecho de disponer de una consulta
médica bien instrumentalizada, que tiene derecho a contar con policía
local (que no existe en Cicely, como hemos visto en apartados
anteriores) o el derecho a contar con un abogado para rebajar su
“condena” (su estancia como doctor en Alaska), cuando ésta se
amplía un año más al aumentar el coste de la vida. Pero los medios
legales en Cicely están devaluados, arreglan sus asuntos con tratos o
a través de la argumentación y debate (respetan la ley, pero ésta es
concebida como flexible), así Joel siente que hay un vacío de poder y
que nadie puede salvaguardarlo delante de una injusticia (como
cuando le robaron la radio del coche, o cuando no quiere abrir la caja
que da la vuelta el mundo por proteger el “secreto postal”). En
cuanto a las relaciones afectivas, sobre todo con Maggie O’connell y
las relaciones colectivas con el resto de la comunidad, la solidaridad y
el respecto a la visión de los nativos americanos y de los curanderos,
serán también una ardua tarea para Joel, difícil de perpetrar todavía
afectado por esta carencia de reconocimiento.

Esta ausencia de reconocimiento está estrechamente ligada al


autoconcepto, que, resumiendo, es la imagen del yo-yo que tiene
cada ser, la construcción mental de cómo se percibe a sí misma, el
concepto de sí misma. Toda esta construcción, que tal y como la
palabra indica, no es innata, se va conformando progresivamente y se
puede ver modificada cuando el individuo reinterpreta su propia
personalidad y también a través de los juicios ajenos (lo que piensan
los demás de ti, de tus actos: sus valoraciones) y a través de la
comparación con el otro (si soy y hago lo mismo que los demás). En
muchas ocasiones, el ser trata de ignorar aquellas tendencias de su
persona que no se ajustan a lo que la mayoría de seres que hay a su
alrededor son o sienten. El autoconcepto está relacionado con la
autoestima, puesto que un autoconcepto bien construido conduce a
una buena autoestima, que el ser esté a gusto consigo mismo y con
los que le rodean. Una vez conseguido, el sujeto está adaptado a su
entorno y es eficaz en sus relaciones y tareas.

Cuando Joel siente esta ausencia de reconocimiento de su persona,


cambia su autoconcepto, aparentemente bien establecido en sus
13
Ibíd 4, p. 43
20
treinta años de vida: un hombre inteligente y de provecho, deseable,
ilustrado médico y respetado por todos sus colegas de Nueva York. En
Cicely, pasa a ser “uno más”, como hemos visto, es solo un habitante
de Cicely que ejerce la medicina, como lo podría hacer un chamán.
Esto, además de la herida moral, le provoca una crisis, ya que se
rompe su autoconcepto, pues los otros no lo ven cómo él mismo se
ve, y Joel necesita para vivir en paz el reconocimiento de los que hay
a su alrededor, es decir, la afirmación externa y se ve obligado a
construir otro, o a reconstruir el anterior:

Se puede ver en una escena del capítulo 2.01 “Adiós a todas esas
cosas”, cuando su amada Eleine le deja por un señor mayor. Joel
entra a una sala de cine y le aparece un Joel niño, con apenas años
que le ruega dejar de depender de la afirmación externa y a la vez
deja patente a través de este elemento psicoanalítico, como es el
cine, lo que cree de sí mismo, su autoconcepto:

Joel pequeño: Creí que habíamos acordado no volver a hacer esto. Esta
dependencia a la afirmación externa. Miedo al rechazo y todo eso. Es una
verdadera vuelta atrás. Intelectualmente estamos en nuestro terreno, pero
emocionalmente…Joel, hemos hablado y hablado de este problema, pero
esta es la tercera vez que nos hemos derrumbado... A los diecisiete años,
cuando no pudimos entrar en Harvard (…) ¿Cuántas veces más vamos a
tener que someternos a esta humillación? Solo necesitamos un par de días
para recuperarnos, porque después de todos somos atractivos, inteligentes
y deseables. Ahora estamos en un cine hablando con nosotros mismos, ¿Es
que no hay crecimiento? ¿No hay catarsis? A la mierda. Sé un cabrón, haz
lo que la gente hace. ¿Qué decides, Joel? Vamos a cumplir 30, ¡30!
Intentamos la terapia. ¿Y sabes qué da más miedo? Que nos sabemos
débiles, si seguimos así vamos directos al declive total, sin nada que lo
impida, la completa desintegración mental, el descalabro nervioso para
cuando tengamos cuarenta”.

3.3. Religión: del Judaísmo a la cultura indígena y sus


creencias

A Joel, el ser judío, le plantea una serie de problemáticas que se


expanden y se ponen en evidencia al cambiar de comunidad. Como
ya hemos hablado en el apartado “De Nueva York a Cicely: cambio de
comunidad y aislamiento” Joel se siente aislado por el hecho de vivir
en un pequeño pueblo y no tener nadie con quien compartir sus
horizontes. Esto se ve agravado cuando se da cuenta de que no hay
judíos en todo el condado de Arrowhead, y apenas cuentan unos
cientos en toda Alaska. Esto supone un gran choque para Joel,
21
acostumbrado a ser parte de una comunidad muy presente en Nueva
York, hasta tal punto de ser casi mayoría. Vemos en este diálogo
cuando se percata de su aislamiento como hebreo. En el 3.13, “Las
cosas se extinguen”, Joel busca en la guía telefónica apellidos
judíos:

Joel: Digo, sólo en Queens debe haber unos 300000 Cohen en la guía.
(…)Estoy mirando la lista de residentes del Condado de Arrowhead. 1613
personas. No hay ni un judío (…) Sí. Fairbanks, población: 77721. Bueno.
"Cohen, Cohen, Co-" ¿Hay un solo Cohen en toda el área de Fairbanks? (…)
Estoy aislado en un condado del tamaño de Wyoming. Soy la única persona
de creencias hebraicas.

Joel no es consciente de que pertenece realmente a la comunidad


judía hasta que la tribu de los Tlinglit, a la cual Marilyn pertenece, lo
quiere adoptar en señal de agradecimiento. Es decir, es a partir del
contacto con lo ajeno que nos hace replantearnos lo que somos. Joel
debe replantearse a qué tribu o grupo social pertenece. Capítulo
3.12 “Nuestra Tribu”:

Joel: Por favor. Mira, la Sra. Noanuk es tierna, y es un ofrecimiento


generoso. Pero ya pertenezco a una tribu. Soy judío. Somos un pueblo muy
tribal. (…)No tengo nada contra la cultura local, pero no quiero volverme
nativo. No aspiro a eso. Ya de por sí me es difícil mantener mi identidad (…)
Nadie me confundirá con un indio. Soy Joel Fleischman. Soy el judío de
Flushing. Ése soy yo. Aunque no lo creas, soy feliz siéndolo. (…) Nunca
pensé en eso. Digo, en pertenecer a una tribu. Pertenezco a la tribu judía,
pero soy estadounidense también. ¿Qué significa eso? ¿Hay una tribu
estadounidense? Tropecientos grupos con intereses especiales, mejor dicho.
En mi caso, soy neoyorquino. Soy republicano. Fan de los Knicks. Quizá
dejamos atrás a las tribus. Por el asunto de la aldea global. Teléfonos, faxes,
CNN. Digo, en esencia, todos pertenecemos a la misma tribu.

Ed: Cierto. Pero no puedes pasar el rato con 5 mil millones de personas.

Joel: Es un buen argumento.

Más allá del ser consciente de que es judío y de la soledad que eso le
supone, En Cicely se le ponen en evidencia a Joel algunas otras
problemáticas derivadas de su religión: una vez más, la razón y la
legalidad. Sabemos que el judaísmo proclama ser una religión
basada en el argumento y el razonamiento de fuentes literarias como
el Antiguo Testamento. Así vemos también cómo su religión está
estructurada en torno a un código legal, el Halajah (parte del Talmud

22
donde se recogen las leyes y disposiciones de la Toráh y la
Mishnah”14. Vemos como este el Halajah está lleno de “preceptos y
normas” y de ahí así “surge una relación entre la religión y la política
social“15 Y que estos preceptos y normas son –“estructuras jurídicas
destinadas a fundar y a consolidar tanto la moralidad social como la
individual”16.

Como acabamos de ver, la religión judía lleva atada intrínsecamente


a la razón y a la norma escrita, al código legal como base en la cual
vivir y actuar, en la cual existir. Es la razón, en parte, la que le
conecta con Dios. Curiosamente, en el apartado anterior nos hemos
encargado de demostrar cómo Joel vive de acuerdo con estos dos
conceptos, el de la razón/argumentación y el de la
legalidad/penalidad. De ello derivamos, pues, que el ser judío vuelve
a chocar contra la mayoría de creencias de los nativos americanos
que no están ancladas en una visión racional de los hechos, así como
que no tienen ninguna fuente escrita (las fuentes literarias, los
cuentos, las leyendas, son estrictamente orales) así código legal y
penal al cual recurrir en caso de conflicto, sino más bien actúan
sopesando y balanceando los pros y los contras, y en medida el
“bien” y el “mal”. Cabe señalar, empero, que para los nativos
norteamericanos, el concepto de “el bien y el mal no existen tal y
como lo concebimos nosotros (los occidentales). Para ellos el «bien»
representa tan solo todo lo que les resulta ventajoso, el «mal» todo
aquello que los hiere o perjudica”17 Es pertinente decir, también, que
en tienen solo una norma rígida, la totémica, pero que está más bien
relacionada con la matanza de animales sagrados o con no casarse
con una mujer de la misma sangre totémica.

Otra problemática que se le pone de manifiesto en Alaska (lo mismo


ocurre a todos aquellos que pertenecen a una religión basada en el
Antiguo Testamento) es su propio cuerpo y su propia desnudez,
aún influenciados por el Pecado Original. Sin ropa, se encuentran
desprotegidos, desprovistos de armazón, impuros (todo lo contrario
de lo que sucede con las tribus de indígenas o con el politeísmo
griego).
14
Cano, María José. Espinosa, Miguel Ángel. Historia y cultura del pueblo judío. Granada:
Universidad de Granada, 2008.

15
Cohen, Hermann. La religión de la razón desde las fuentes del judaísmo. Barcelona:
Pensamiento crítico. Anthropos. 2004.

16
Ibíd. 15.

17
Spence, Lewis. Indios de Norteamérica. Mitología. Trad. Carolina Black. Madrid: Edimat,
2005. p.100
23
El judaísmo trata de volver a la concepción del alma y el cuerpo
anterior del pecado original, reconciliar ambos términos y que
trabajen en conjunto. Aun así, resulta una tarea muy difícil y los que
han nacido entre tradiciones judeocristianas, se vean afectados por el
avergonzamiento del cuerpo desnudo. Para Joel, la relación con su
propio cuerpo es complicada, a pesar de que los judíos intenten
constantemente alejarse de la dicotomía cuerpo-alma, y para ellos, el
cuerpo sea un instrumento para llegar a la perfección, a sus fines 18.
La primera marca de ello es la misma circuncisión.

Así pues, además de la desnudez de su cuerpo, Joel también tiene


una problemática con su sexualidad (íntimamente ligada con la
primera) a pesar de que La Torah no concibe el sexo como algo
impuro y solo destinado a la procreación, sino que es una necesidad
física que se tiene que resolver, como otra cualquiera. La diferencia
es que el deseo sexual tiene que ser controlado, canalizado,
satisfecho en el lugar, la manera y el momento correcto, así como en
el contexto del matrimonio.19 Así pues, Joel no puede disfrutar de una
sexualidad primaria e impulsiva (la que invitaría a perpetrar Alaska en
primavera) sino que ésta tiene que estar muy controlada y con un
sentido de trasfondo. Aun así, en algunos capítulos vemos como
anhela este impulso primario, pero se ve incapaz de perpetrarlo.

La escena que mejor ilustra, tanto su problemática con el cuerpo


desnudo como con la sexualidad latente, es una del capítulo 3.05
“Jules y Joel”, en la que está con Sigmund Freud en la cárcel y habla
de su hermano gemelo (su döppelganger) Jules:

Joel: Jules es un animal. Un depredador. Un monstruo sexual para quien la


culpa es prácticamente nula. Jules conoce a una chica. Le arranca la ropa y
se retuercen...en un frenesí de puro sexo. Yo me ducharía con los calcetines
puestos si no fuese porque se ponen mohosos. No me siento cómodo
cuando estoy totalmente desnudo. Me siento totalmente…

Freud: ¿Expuesto?

Joel: Pero tengo el hábito de analizar cada movimiento que hago. Y la


espontaneidad premeditada... es tan estimulante como pasar sarampión
dos veces.
18
“El alma y el cuerpo”, Selección extraída del libro "Hacia una Vida Plena de Sentido".
Adaptado por Simon Jacobson de las Enseñanzas del Rebe de Lubavitch, Jabad Lubavitch. En
Toráh Argentina. Proyecto Identidad. [en línea] Grupo Torá 2000-2010. [Ref. 29 enero 2010]
Disponible en web: http://www.tora.org.ar/contenido.asp?idcontenido=37

19
“Jewish Attitudes Towards Sexuality” in Judaism 101. Online Encyclopedia of Judaism. [en
línea] The American-Israeli Cooperative Entreprise. [ref. de 29 enero 2010] disponible en
web: http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Judaism/sex.html

24
El ser un judío en Alaska le acarrea a Joel una serie de paradojas
sobre su identidad. A pesar de las latentes diferencias entre la
religión judía y la cultura nativa americana, podemos encontrar un
punto en común. Ambas han sido comunidades atacadas ferozmente
por otras, hasta el punto de querer aniquilarlas. De ello, Joel extrae
que él “No es blanco”. En el día de acción de gracias (4.08, “Acción
de gracias”) Joel se ve atacado por los indios del lugar, quienes se
exorcizan de su rabia contra los blancos lanzándoles tomates. Joel
explica por qué, a pesar de que su piel sea blanca y viva en
occidente, no es en absoluto blanco:

Joel: ¿Ed me tiró un tomate porque es Acción de Gracias? ¿Qué tiene que
ver este día con ese ataque no provocado?

Marilyn: No lo celebramos como ustedes.

Joel: ¿Quiénes?

Marilyn: Los indios.

Joel: ¿De qué hablas?

Marilyn: Tenemos mucha ira.

Joel: ¿Ira? ¿Así que tiráis tomates? ¿Tiráis fruta a la gente? Un momento.
¿Debo creer que el tomate era como Ed me felicitaba las fiestas? Es una
tontería, una locura. ¿Por qué tomates y no uvas o papayas?

Marilyn: Los tomates parecen sangre y no hacen daño.

Joel: Escúchame, Marilyn. No solo veo esta costumbre atávica, sino que Ed
cometió un error. Eligió un objetivo completamente equivocado. Yo no soy
blanco.

Marilyn: Sí, lo es.

Joel: Tal vez lo parezca, pero soy judío. Un judío. Una persona de color,
víctima de la opresión. Te preguntaré algo. ¿Sabes lo que es shtetl?

Marilyn: ¿Una reserva?

Joel: Justo, ¿cómo lo sabías?

Marilyn: Me lo dijo usted.

Joel: ¿y un pogromo? Para tu información, en Europa Oriental, al principio


de instalarse se encerraba allí a los judíos.

Marilyn: ¿Shtetls?

Joel: Sí, exacto. Fuimos ignorados, segregados. Los cosacos hacían razias
violando, robando y asesinando. Así que, ya ves. Puedo ser muchas cosas,
pero no soy blanco. Definitivamente, no.
25
Otra paradoja que resulta de su condición de ser judío, de ser la suma
de todos los judíos que han habitado la tierra es que, mientras que
durante dos mil años de historia esta comunidad ha sido expulsada
de todos los lugares donde ha intentado instalarse, Joel se ve preso y
obligado, “condenado”, a estar en Alaska. Es el único lugar del mundo
de donde desea ser expulsado. Otra lectura que se puede deducir es
que Joel se siente identificado como judío como si Cicely, Alaska,
fuese para él un campo de concentración donde le obligan a ejercer
forzadamente su trabajo (siempre parece olvidar de que el estado de
Alaska le ha pagado sus estudios de medicina y que ha firmado un
contrato perfectamente legal). Su posición de víctima incomprendida,
esclavizada y explotada la saca a relucir en cualquier momento. Un
diálogo que ilustra bien este fenómeno lo encontramos en el episodio
4.09, “Haz lo correcto”, donde un espía ruso desempleado le
vende a Joel un expediente de un tal Fleischman, también judío, que
corrió peor suerte que Joel:

Joel: es que lo echaron del Komsomol solo por su orgullo de ser judío. Es la
historia que se repite en todas partes a través de la historia. Mira lo que le
hicieron a Dreyfus.

Ed : ¿A Richard Dreyfus?

Joel: No. A Jacques, André, no lo sé, pero lo empapelaron. Lo llevaron


encadenado a la isla del Diablo. ¿Por qué?

Ed: ¿Por qué?

Joel: Porque era judío. Un judío, Ed. Es lo que soy. Esta podría haber sido mi
vida.

Ed: ¿La suya?

Joel: Sí. Si mi abuelo no hubiera sobornado a un mujik con 50 rublos para


sacarlo de Rusia en un carro de heno, yo podría haber sido Yevgeny
Fleischman. Habría sido Yevgeny Fleischman. Tranquilo, no es el fin de la
historia. ¿Sabes dónde está ahora? En Israel. Lo logró. ¿Entiendes lo que
significa para un judío tener su propio país? Tras errar durante 2.000 años,
por fin tiene un hogar. Siempre podrá ir a Israel. ¿Qué?

Ed: Pues... que usted no puede ir a ningún sitio. Está atrapado aquí. Buenas
noches, Dr. Feischman.

26
Después de haber analizado todos los puntos por los cuales Joel ha
entrado en crisis al sentirse confrontado con Cicely, damos paso en el
siguiente apartado a cómo Joel inicia un proceso de resignificación.

4. Poder ser y ruptura de la concepción dicotómica

Como hemos visto, Joel siente una ausencia de sí mismo, un extraño


en su interior, un yo ciceliano que le ha invadido, incluso sugiere que
suplantado y que le ha llevado a una pérdida total de su identidad.
Por lo tanto, necesita un proceso de reidentificación y resignificación
de sí mismo, un proceso activo, que le permita dejar de considerarse
un sujeto pasivo y víctima de sus circunstancias y de lo que le rodea
para dar paso a otra etapa de su vida. Es decir, una nueva búsqueda
de sentido. En palabras de Sáez, siguiendo la estela de Ricoeur y
Focault:

“el sinsentido o vacío de sentido como experiencia del extrañamiento de sí,


experiencia negativa que, sin embargo, lejos de socavar la identidad, supone un
empuje hacia la nueva búsqueda de sentido. En ese proceso en el que se dan a la
par mismidad y alteridad es en el que la identidad se resiste a cualquier tipo de
fijación y/o esencialismo20”

Abordamos esta cuestión, en un primer momento, hablando del paso


de la identidad en la metafísica a la posmetafísica, también con
un texto de Sáez:

“habiendo constatado que la identidad moderna no excede de la primera persona d


gramatical, que es y que permanece ligada al yo, y, con él, a sí misma, excluyendo
al otro, a la diferencia, cabe analizar en qué sentido el “yo” se impone en tanto que
esencia. Designa cuanto de permanente hay en el ser sin considerar cambios ni
accidentes; designa lo dado idealmente al ser. (…) en cambio, en el contexto del
pensamiento posmetafísico, la pregunta acerca de la identidad remite a una
concepción no esencialista del ser, remite al ser en tanto que devenir o deber ser. Y
esto quiere decir que la identidad no es, sino que sucede. Con Nietzsche –y antes
con Kierkegaard– somos en tanto que llegamos a ser lo que somos. (…) el ser es un
proceso (…) la identidad ya no es a priori, sino porvenir21.

Joel dará el gran salto de ser un sujeto metafísico, que cree en su


esencia y en la pertenencia eterna a ella, a un sujeto posmetafísico,
que abre paso al devenir de su ser, abre paso al proceso de
construcción de un nuevo Joel. Para ello, en el episodio 6.08, “Rio
Arriba”, se ve empujado a abandonar Cicely e irse al poblado
primitivo de Manonash cuando su relación con Maggie fracasa: una
20
Sáez, Begonya. “Formas de la identidad contemporánea” en Merri Torras (ed.) Cuerpo e
identidad. Barcelona: Edicions UAB, 2007. Op.cit. 45

21
Ibíd. 16. p. 45
27
serie de rifles se disparan automáticamente cada vez que Joel intenta
mantener relaciones íntimas con ella. Como el nombre del capítulo
indica, Joel se inmiscuye en un río, figura tan utilizada tanto por
esencialistas como para los que no lo son, es decir, forma parte del
fluir de un río, que es la vida, pero lo hace hacia arriba, con una firme
decisión, decidiendo su porvenir.

A través de un viaje de Ed al poblado, este diálogo ilustra la actividad


de Joel y la nueva disposición que tiene hacia su existencia:

Ed: Ud. está aquí, un tío de Nueva York, Ablandando pieles, pescando con
arpón, secando salmones. Yo que he nacido aquí, ¿qué sé hacer?

Joel: Aquella noche ella me dio algo más que un chaleco. Me dio todo esto.
Nada, no me dio nada. Es lo que necesito. Ni guías telefónicas, ni
videojuegos ni máquina para hacer pasta ni radio. Sin sitio adonde ir. Nada
que hacer. ¿Eso necesitas? Ni cámara de video, ni radiocasete, ni festivales
de cine. Solo tiempo para estar.

Joel decide estar en el mundo, aunque sea no haciendo nada,


aparentemente. Abandona su tan obcecada idea de su inexorable
destino para concebir un futuro abierto. Aquí nos gustaría hacer
mención al concepto de existencia de Heidegger:

“El «poder ser» es, en efecto, el sentido mismo del concepto de existencia.
Descubrir que el hombre es ente, que es en cuanto está referido a su propio ser
como a su posibilidad propia, a saber, que es sólo en cuanto puede ser,
significa descubrir que el carácter más general y específico del hombre, su
“naturaleza” o “esencia” es el existir. La esencia del hombre es la existencia.
(…) Pero decir que la naturaleza del hombre es poder ser equivale a decir que su
naturaleza consiste en no tener naturaleza o esencia”22.

Joel no existe hasta que no decide mudarse a Manonash. Rehúye de


su teórica esencia, naturaleza y deber ser para dar paso a su posible
existencia en el mundo, a su poder ser. En este nuevo paso
constatamos la disponibilidad de Joel hacia su nueva identidad y su
nuevo estado en el mundo:

“La disposicionalidad del Dasein: “la predisposicionalidad “abre al Dasein a su


estado-de-yecto”. (…) el encuentro mismo con las cosas en el plano de la
sensibilidad es posible solo sobre la base del hecho de que el Dasein está siempre
originariamente en una situación afectiva. Por lo tanto, toda relación específica con
las cosas individuales (aún la comprensión y su articulación interpretativa) es
posible en virtud de la apertura al mundo garantizada por la disposicionalidad. (…)
la disposicionalidad esto es, el modo originario de encontrarse y sentirse en el

22
Vattimo, Gianni. Introducción a Heidegger. Barcelona: Gedisa, 1993. p. 25, 26.
28
mundo, es una especie de primera prensión global del mundo que de alguna
manera funda la comprensión misma.”23

Es esta disposicionalidad la que le permite a Joel la apertura hacia un


nuevo mundo, el mismo mundo en el que vivía desde hace cinco
años, pero que no había habitado en estado-de-yecto, como un ser
arrojado y eyectado hacia Alaska. Esta apertura permite a Joel entrar
en contacto con Alaska de una manera afectiva, lo cual todavía no
había hecho, y entonces, da paso hacia una compresión e
interpretación del estado (mental) de Alaska, de la inteligencia nativa,
y esto es lo que le hace sentar las bases de su nueva comprensión del
mundo. En el momento en que comprende-interpreta-hace discurso y
está abierto a las posibilidades que se le son abiertas, de los nuevos
proyectos, y entonces, es posible su ser-ahí, que hasta entonces no
se había producido, pues Joel no estaba ahí-en el mundo abierto de
Alaska- sino en su esencial Nueva York.

Para Joel, es difícil este proceso, pues, resiguiendo las ideas de


Heidegger, el sujeto, incluso el Dasein, está provisto, a causa de su
herencia biológica y cultural , por el círculo hermenéutico, de ciertas
hipótesis y cierta precomprensión sobre el mundo y sobre las cosas, y
esto supone que es posible que cotejemos las cosas “en sí” y con
prejuicios sobre ellas. Pero creemos que esta fase es posible
superarla en buena medida, aunque siempre quede algún punto de
referencia. La idea es que al pasar de ser a ser-ahí, abandonemos
esos prejuicios para encontrar las cosas tal y como son “en sí”, como
simples presencias y objetos. Joel, cuando supera la fase de los
prejuicios y conocimientos preconcebidos acerca del mundo y sale de
la centralidad de sujeto y de su comparación con el objeto (Tanto
Cicely, como Alaska, como los demás sujetos que allí habitan) pues
Joel está anclado en la concepción de la Ilustración y la Modernidad
donde sin el sujeto y sin partir del sujeto, no es posible el objeto, el
mundo exterior, Joel descubre que este mundo exterior, Alaska,
existe y está descubierto sin pasar por el filtro del sujeto-Joel, éste, lo
único que hace es interpretarlo de cero y arrojarse a él, estar abierto
a él.

Un ejemplo de este gran paso, de esta nueva comprensión del


mundo, de esta reinterpretación del mundo, muy lejos de lo que podía
pensar el Joel del inicio, la podemos ver en la comparación de dos
diálogos: el primero, en el que Joel niega a aceptar que un habitante
de Cicely, Mike, “hombre burbuja” sufra de Sensibilidad Química
múltiple, 4.06, “Por ti mismo” y el segundo, el capítulo 6.10,

23
Ibíd. 20. p.37
29
“Realpolitik”, donde el Dr.Capra, su sustituto, visita a Joel para
jugar al golf en plena naturaleza y allí Joel le explica sus nuevas
comprensiones y sus nuevas prácticas en medicina, su ruptura con la
medicina tradicional:

4.06:

Maggie: ¿sabe, Fleischman? ¡Nunca deja de sorprenderme que una persona


pueda ser tan estrecha de ideas y predecible y tener una visión tan
inmutable del mundo! (…)

Joel: y aunque reconozco que puedes estar sufriendo de verdad, la


respuesta es psicológica, no metabólica.

Mike: Una respuesta totalmente racional.

Joel: ¿Por qué me parecerá que acaban de insultarme?

Mike: Históricamente, la ciencia solo mira lo que la sociedad está dispuesta


a aceptar.

6.10:

Joel: Ahora me siento bien aquí, es como si nuestro saber sobre el cuerpo físico en
su conjunto formara parte del paisaje.

Doctor Capra: ¿Es así?

Joel: Existe un cuerpo oculto, un cuerpo mental. Estudiamos la fisiología


incompleta. Nuestra formación en medicina tradicional es limitada.

Dr. Capra: Puede hacerse una distinción entre un hombre de medicina y un


curandero.

Joel: En el pueblo he tratado a una mujer de migrañas crónicas, auras visuales.


Hace un año hubiera recetado Sumatriptán o codeína, en cambio, ahora le propuse
una Tui Na, una terapia china que existe hace 200 años. Una técnica de acupuntura,
basada en puntos de energía. Resulta, indudablemente, una profilaxis mucho más
efectiva.

Joel, al encontrarse eyectado en Alaska, comienza a ser consciente de


sus posibilidades, de lo que su ser puede devenir, y le da las gracias a
Maggie por ello en el capítulo 6.11, “El gran hongo”. Cabe
mencionar, empero, que concibe Cicely aún como prisión, pero no era
el pueblo su prisión, sino su mente encerrada. Concibe su nueva vida
como un renacer donde se despoja de su antigua naturaleza, concibe
Manonash como un lugar de pura vida creciente:

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Maggie: ¿De verdad que no quieres que me sienta mal por arrastrarte a
esto?

Joel: Escúchame. Te estoy agradecido. De no ser por ti, estaría en Cicely


con todo el jaleo, prisionero de esa comunidad, totalmente estresado e
ignorante de lo que mi vida podría ser. Lo cierto es que me siento más feliz
que nunca en mi vida.

Maggie: Más que nunca. ¿En serio?

(…)

Maggie: ¿Crees que soy así de vana y egoísta, que si eres feliz sin mí deseo
que mueras?

Joel: No, pienso que te lo tomas negativamente. Mira todo lo que crece
aquí. Todos tus novios murieron. Yo, con suerte, he escapado con solo una
muñeca rota.

Maggie: Gracias, haces que me sienta mejor.

En esta nueva etapa, no es que Joel se construya una nueva


identidad, sino que ni siquiera lo intenta, se contenta con ser y existir,
es decir, con buscar y encontrar o no un sentido a su existencia y
estancia en el mundo. En el capítulo bien llamado 6.15 “La
búsqueda”, Joel expone esta visión a Maggie mientras busca una
ciudad mítica llamada Keewaa Aani, la ciudad esmeralda del norte:

Joel: Recuerdo pensar que la vida era como una película, que si te girabas o
bastante deprisa, pillarías a Dios o a algo cambiando el escenario. Sé lo que
quieres decir. Aún tengo esa sensación, la sensación de que existe toda otra
realidad, que existe otra realidad auténtica, pero no podemos verla. Ahora
que lo pienso, supongo que por eso me hice médico. Para obtener
respuestas. En la sangre, en los huesos o en el corazón. Pero no ocurrió así.
Aún no sé qué es la realidad. Por eso, ¿cómo sabemos lo que es posible y lo
que no? Puede que...el sentido de mi vida solo sea estar aquí. Tal vez
consiga ver qué hay detrás del telón. O lo consigamos.

Para finalizar este proceso de resignificación y búsqueda de sentido,


encontramos como colofón la ruptura de su otrora concepción dual,
polarizada, dicotómica del mundo: pasar a pensar que todo forma
parte de un todo, donde no hay barreras ni fronteras, más afín a la
teoría del superoganismo y de la hipótesis Gaia:

A Maggie

Joel: El hecho es que, en el fondo, las locuras y tensiones que ha habido


entre nosotros se basaban en una fantasía. Debes entenderlo. Hay un

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espejismo de separación y un espejismo de que existes tú y existo yo,
porque no es así. ¿Entiendes? Somos como estas setas, estas floraciones
supuestamente individuales que forman parte de un todo. Aquí no hay
separación, no hay nada más. Y lo mismo pasa con los humanos y con
nosotros. ¿Sabes a qué me refiero? Lo cierto es que, en el fondo, somos solo
uno, parte de una seta inmensa, de un todo enorme. Lo que intento decirte
es que nunca te he dejado. Yo sigo ahí.

5. Apéndice: el retorno místico a Nueva York como estado


mental

En el episodio 6.15, “La búsqueda”, Joel pide a Maggie que le


acompañe a la isla de Bogoslof para encontrar el emplazamiento de
Keewaa Aani, la ciudad de esmeralda, un lugar mítico cuya existencia
es dudosa, pero que Joel ha encontrado en un mapa congelado. Tras
pasar por pruebas y acertijos, llegan al lugar. Se vislumbra, a lo lejos,
entre la bruma, la ciudad de esmeralda, cuyas luces difuminadas
dibujan el contorno de Nueva York. Joel, camina hacia allí. Poco
después, Maggie recibe una postal de Joel: New York is a State of
Mind (“Nueva York es un estado mental” o “un estado de ánimo”,
parafraseando a Soapy Sanderson “Alaska es un estado mental”).
Este retorno a Nueva York es un punto más en el círculo
hermenéutico, que no se cierra, puesto que no tiene ni principio ni fin,
tan solo es un punto más de los infinitos en una circunferencia.
Vuelve a Nueva York, pero ya no es el mismo, pues Joel reside en un
estado mental, no físico, gracias a su desarrollo personal en Alaska.
Esto tampoco quiere decir que Nueva York sea su destino final, tan
solo es un estadio más en el transcurso de la vida de Joel que ni
siquiera sabemos al cien por cien si realmente es el deseado (en el
episodio 6.01, Joel tuvo una visión provocada por un jugo de raíz

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donde el ser se abandonaba, se transportó a su vida teóricamente
deseada de médico en Nueva York. Llegó a la conclusión de que la
detestaba: “Sí, no lo quiero (un buen puesto en una consulta). No
quiero esta vida. Preferiría practicar la medicina en cualquier
pueblucho rural que quedarme aquí ni un minuto más”). Cualquier
cosa sigue siendo posible, la vida de Joel siempre estará abierta, pues
su mente está dispuesta y abierta.

6. Conclusiones

“Alaska no es un estado, es un estado mental” es la máxima de todos


aquellos que han conocido Cicely, Alaska. A través de Joel hemos
podido ver cómo el state of mind, el estado mental, el estado de
ánimo, no está en un lugar, sino en nosotros mismos, y que
dondequiera que habitemos, en nuestra mente y en nuestra
construcción personal reside lo que puede ser de nosotros, reside lo
que podemos llegar a ser. Residimos en nuestro poder ser. Esta
apertura es posible al abandonar la concepción binaria del mundo, al
despojarnos en buena medida de los presupuestos de la cultura
donde hemos crecido y donde creemos que pertenecemos, donde
creemos que reside nuestro yo-mismo, despojarnos del esencialismo.
El contacto con otro, con un ajeno, propicia el preguntarse sobre uno
mismo, a partir de la alteridad, y así reformularnos, evolucionar y
proponernos llegar a ser otra cosa que no habíamos previsto.
Podemos llegar a una concepción global, sin fronteras y estar
arrojados en este universo total tan sólo si estamos en disposición
hacia ello, proyectados hacia ello.

Y no hay un fin, ni siquiera el regreso, ni siquiera la muerte, porque,


recordemos, tanto en Joel, como en Cicely, como en el estado mental
de Alaska o de Nueva York, las cosas no tienen una totalidad ni un fin,
simplemente son, pueden ser o no son.

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