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LA EPISTOLA A LOS HEBREOS

CONTENIDO

Lección Uno .....................................INTRODUCCION A HEBREOS

Lección Dos ..............JESUCRISTO- SUPERIOR A LOS ANGELES

Lección Tres .........JESUCRISTO-SUPERIOR A MOISES Y JOSUE

Lección Cuatro ..............................JESUCRISTO-NUESTRO GRAN

SUMO SACERDOTE

Lección Cinco ........................UNA EXHORTACION INTERPUESTA

Lección Seis ..............................EL MISTERIO DE MELQUISEDEC

Lección Siete .........................JESUCRISTO: SU MEJOR PACTO Y

SU MEJOR SACRIFICIO

Lección Ocho ............................SUMARIO Y CONCLUSION DE LA

COMPARACION

Lección Nueve .......................................LA FE: EL UNICO CAMINO

Lección Diez ...............................................LA FE Y EL CREYENTE

Lección Once .............................................................CONCLUSION

E. L. HOLLEY
Escritor

1
Derechos Reservados

Una Publicación de “OVERSEAS MINISTRIES”


Iglesia Pentecostal Unida Internacional
8855 Dunn Road
Hazelwood, Missouri 63042 EE. UU.

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BOSQUEJO PARA EL ESTUDIO
I. INTRODUCCION AL LIBRO DE HEBREOS

II. JESUCRISTO, LA REVELACION FINAL Y COMPLETA DE DIOS


(1:1-3)
A. El Contraste Entre las Revelaciones (1:1-2)
1. “Dios. ..hablado en otro tiempo.. por los profetas”
2. “Dios ... en estos postreros días ... ha hablado por el Hijo”

B. La Gloria Sobresaliente de Jesucristo (1:2-3)


1. Nombrado Heredero de Todo
2. Creador de Todas las Cosas
3. Sustentador de Todas las Cosas
4. La Manifestación de Dios
5. La Expresión Exacta de Dios
6. El Sacerdote-Rey

IIl. JESUCRISTO, SUPERIOR A LOS ANGELES (1:4-2:18)


A. La Comparación Establecida (1:4-14)
1. Más Excelente Nombre (1:4-5)
2. Los Angeles fueron Mandados a Adorar a Jesús (1:6-7)
3. Jesucristo, el Dios Encarnado (1:8-13)
4. El Papel de los Angeles (1:14)

B. Una Exhortación Interpuesta (2:11-14)

C. Justificación de la Encarnación (2:5-18)


1. El Destino del Hombre y su Caída (2:5-8)
2. La Meta Alcanzada por y a través de Jesucristo (2:9-13)
3. La Encarnación-Su Propósito (2:14-18)

IV. JESUCRISTO-SUPERIOR A MOISES (3:1-19)


A. Jesús es Superior a Moisés (3:1-6)
B. Una Exhortación Interpuesta (3:7-19)

V. JESUCRISTO-SUPERIOR A JOSUE (4:1-13)


A. El Reposo de Jesús es Superior al de Josué (4:1-13)

VI. JESUCRISTO-NUESTRO GRAN SUMO SACERDOTE (4:14 - 5:10)

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A. Una Afirmación y una Conclusión Fundamental (4:14-16)
B. Las Funciones, Requisitos y la Elección del Sumo Sacerdote
(5:1-4)
C. Jesús es Calificado en Todos los Aspectos (5:5-10)

VII. UNA EXHORTACION INTERPUESTA (5:11 - 6:20)


A. La Razón para el Cambio de Tema (5:11-14)
B. La Advertencia Solemne (6:1-8)
C. El Escritor Anima a los Creyentes (6:9-12)
D. La Promesa y Juramento del Pacto de Dios-inmutables (6:12-20)

VIII. EL MISTERIO DE MELQUISEDEC (7:1-18)


A. La Comparación Reanudada-Jesús y el Sacerdocio Aarónico
1. Melquisedec (7:1-10)
2. El Sumario de la Comparación (7:11-28)

IX. JESUCRISTO-SU MEJOR PACTO (8:1-13)


A. El Pacto Nuevo es Mejor que el Antiguo (8:1-7)
B. Las Mejores Promesas del Nuevo Pacto (8:8-13)

X. JESUCRISTO-SU MEJOR SACRIFICIO (9:1-28)


A. Los Sacrificios Levíticos Temporales (9:11-10)
B. El Sacrificio Eterno de Jesucristo (9:11-14)
C. El Nuevo Pacto es Cumplido en la Muerte de Cristo (9:15-28)

XI. SUMARIO Y CONCLUSION DE LA COMPARACION (10:1-39)


A. Sumario del Argumento (10:1-18)
1. Cristo, el sacrificio “Una vez para siempre” (10:1-10)
2. Conclusiones y Enfasis de los Resultados (10:11-18)

B. Exhortación para Mantenerse Firmes (10:19-39)


1. Una Admonición (10:19-25)
2. Fallar en Mantenernos Firmes traerá Juicio (10:26-31)
3. El Galardón Futuro para Aquellos que se han Mantenido
Firmes (10:32-39)

XII. LA FE EL UNICO CAMINO (11:1-40)


A. La Definición e Ilustración de la Fe (11:1-40)
1. La Fe Definida o Descrita (11:1-3)
2. Ejemplos de Fe en Aquellos Antes del Diluvio (11:4-7)

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3. Ejemplos de Fe en las Vidas de los Patriarcas (11:8-22)
4. Ejemplos de la Fe de Moisés (11:23-28)
5. Las Hazañas de Fe (11:29-38)
6. La Perfección por medio de la Promesa (11:39-40)

XIII. LA FE Y EL CREYENTE (121-29)


A. Nuestro Ejemplo, Jesucristo (121-2)
B. La Disciplina Resulta en el Desarrollo Espiritual (12:3-11)
C. Una Exhortación a la Paciencia (12:12-17)
D. Una Advertencia Contra la Apostasía (12:18-29)

XIV. CONCLUSION (131-25)


A. Exhortaciones Prácticas para la Vida Diaria (13:1-6)
B. Obligaciones Cristianas a los Líderes y a las Doctrinas de la
Iglesia (13:7-9)
C. El Privilegio Exclusivo del Cristiano (13:10-15)
D. Exhortaciones Finales y una Petición para la Oración (13:16-19)
E. Oración Final y Referencias Personales (13:20-25)

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Uno
INTRODUCCION A HEBREOS

A. AUTOR E HISTORIA:

La Epístola a los Hebreos es anónima. El autor no revela su iden-


tidad y no hay un medio seguro de determinar quien es él.

Sin embargo, sí el autor fuera otro y no Pablo, entonces, ¿quién


sería? Algunos eruditos han sugerido a cuatro: Lucas, Clemente de
Roma, Bernabé y Apolo. Debe notarse que cada sugerencia es sim-
plemente una conjetura y aunque posible, sin el menor grado de
autoridad o prueba.

Algunos eruditos han determinado que todo el estilo griego de


Hebreos es diferente al usado por Pablo en sus escritos, y por lo
tanto, ellos piensan que no puede ser de él. Pero, ¿no podría un
propósito diferente al escribir producir un cambio en la expresión?
También es posible que Pablo proporcionara los pensamientos de la
Epístola y otro la escribiera en su forma actual, como algunos erudi-
tos ancianos lo señalaron.

En vista de las muchas alternativas insostenibles, me parece que


la posición más aceptable es que el libro es de Pablo por su origen.

La fecha de su escritura puede ser ubicada razonablemente


entre los años 62 y 68 D.C. Los lectores son recordados de “los días
pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvis-
teis gran combate de padecimientos” (10:32); por lo tanto, la epísto-
la fue escrita mucho tiempo después de la persecución, puesto que
ellos tenían que ser recordados de aquello. Esto, junto con otros
datos cronológicos motivó a algunos eruditos a ubicar la fecha más
temprana posible en el año 60 D.C.

Los cristianos hebreos eran aún atraídos al instrumento de acer-


camiento a Dios el cual era simbolizado por el Sacerdocio Aarónico
y la adoración en el templo. Como el contenido de la epístola trataba
con el peligro de volver a las prácticas de la Ley, es evidente que el
servicio en el templo aún estaba funcionando. Dado que el templo
fue destruido en el año 70 D.C., esta sería la fecha más adelantada
posible de su escritura.

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Por tanto, es razonable, como ya se mencionó antes, establecer
la fecha de la epístola entre los años 62 y 68 D.C.

B. CARACTERISTICAS:

Escrito en elocuente estilo literario, la epístola a los Hebreos es


la apología o defensa más antigua de la fe cristiana. El objetivo prin-
cipal de su escritura fue establecer a los cristianos hebreos en la fe,
que había sido entregada, definitivamente, a los santos. Esto fue
cumplido por una serie de comparaciones en las cuales Jesucristo es
probado ser superior en todos los aspectos; superior a los profetas,
ángeles, Moisés, Josué y el Sacerdocio Aarónico. El nuevo pacto de
Cristo es superior al antiguo, Su sacrificio más grande, el Escritor afir-
ma, y Sus promesas mejores. Muchas de las comparaciones hacen
contraste entre lo real, es decir, lo celestial y lo eternal, con lo
aparente, que es terrenal y temporal.

El tema de la epístola deja poco o nada de dudas que, como el


camino nuevo de Cristo sobrepasa a otros caminos, es el único
camino. Faltar o cambiar esto sería una apostasía y el escritor, inspi-
rado por Dios, advirtió repetidamente del peligro, instando a los
creyentes a que progresen en la fe. En Hebreos hay frecuentemente
mezclados severas advertencias, exhortaciones sinceras y
numerosas referencias a las Sagradas Escrituras para autoridad en
estos puntos.

C. JESUCRISTO, LA REVELACION FINAL Y COMPLETA DE DIOS


(1:11-3):

1. Análisis: Dios, quien había hablado a través de los profetas en


tiempos pasados, ahora “nos ha hablado por Su Hijo.” Esta
expresión no está limitada a la palabra hablada o escrita, pero
aquí “el verbo fue hecho carne” y llegó a ser la palabra de vida.
En este, aspecto, nosotros somos privilegiados de ver la palabra
de vida en el laboratorio de la vida, manifestada en toda su per-
fección y belleza intachable! Esto lo tenemos, en Jesucristo, la
revelación final y completa de Dios.

2. Bosquejo: Hebreos 1:1-3

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a. El Contraste entre las Revelaciones (11-2).
(1) “Dios ... hablado en otro tiempo ... por los profetas.”
(2) “Dios. . en estos postreros días ... ha hablado por el
Hijo.”

b. La Gloria Sobresaliente de Jesucristo (12-3).


(1) Nombrado heredero de todo
(2) Creador de todas las cosas
(3) Sustentador de todas las cosas
(4) La manifestación de Dios
(5) La expresión exacta de Dios
(6) El Sacerdote-Rey

c. Conclusión

D. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. El Contraste entre las Revelaciones (11:11-2).

“Dios. . habiendo hablado. . .”: No hay teorías, ni preguntas,


o dudas en estas palabras claras. El sonido definido de una fe
fuerte en la Palabra de Dios divinamente inspirada es oída aquí.
En esta era de rebelión atea contra la autoridad de la Palabra de
Dios, hay necesidad y debe haber, ecos resonantes de este
hecho inalterable: “Dios . . . habiendo hablado. “

El punto clave de las palabras preliminares de Hebreos, sin


embargo, es establecer el contraste entre las antiguas y las últi-
mas “expresiones” o revelaciones de Dios. No es que haya una
diferencia en la esencia de las dos, sino que un contraste amplio
es mostrado en el grado, o alcance y los medios de las revela-
ciones. En la mente del escritor de Hebreos, fue un hecho
establecido que el Dios que habló “en otro tiempo” era el mismo
Dios que “había hablado” otra vez. La última expresión, sin
embargo, fue completa y perfecta mientras que la primera fue
fragmentaria y parcial. Note como se clarifica esto:

a. “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas man-


eras en otro tiempo a los padres por los profetas. . .” (1:1).

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“Muchas veces. . .” lleva el pensamiento que Dios habló
muchas veces. Pero la referencia no es tanto a la diversidad
de ocasiones, sino a la diversidad de las muchas expre-
siones. La revelacion de Dios de Sí mismo ha sido progresi-
va, “aquí un poquito, allá un poquito.” Según la necesidad y
de acuerdo a Su Divina Providencia, Dios dio la revelación
antigua en conexión con las dispensaciones temporales del
tiempo—desde la creación hasta la Ley. El revelaría una
verdad a una era, luego otra verdad a la próxima era. Nunca
contradictoria, pero tampoco llena y completa. Siempre
prometiendo, construyendo, preparando, anticipando.

“De muchas maneras” denota los varios métodos o modos a


través de los cuales Dios habló. Esto se refiere a las diferentes
formas de las expresiones en sí. Hubieron promesas proféticas,
instrucciones inspiradas, tipos en el Tabernáculo y la adoración
en el templo y los sacrificios, etc., por nombrar algunos. Todos
eran diferentes y aun así, todos expresaban la única Mente
Divina.

“Por los profetas. . .” nos recuerda del gran ejército de fieles


de Dios-hombres que no dirían nada más o nada menos de lo
que Dios les había dicho que dijeran; hombres que murieron en
lugar de alterar o comprometer la Palabra de Dios; hombres que
fueron estables como agujas de compás al polo; hombres de
quienes el mundo no era digno. Y aun así, ellos tenían sólo la
revelación parcial que Dios habia otorgado. Pero, “ . . . de El
(Cristo) dieron todos los profetas testimonio.” Sólo en El
podemos ser completos. ¡Ellos anhelaban ver Su día!

b. “Dios. . . en estos postreros días nos ha hablado por el


Hijo. . .” establece en pocas palabras un contraste estupendo.
Las expresiones fragmentarias de Dios ya no más se recostaron
en tipos, sombras, providencias, expresiones angelicales que
fueron ocultadas con misterio, sino que la revelación final, com-
pleta y simple de todo Dios es en Jesucristo!

La palabra hablada creó el mundo, “Porque El dijo, y fue


hecho” (Salmos 33:6-9). La palabra escrita ofreció una mirada a
la justicia, sabiduría, poder, majestad y gloria de Dios. Pero
ahora, que “El verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros. . .”
A través de la PALABRA VIVIENTE, “Dios fue manifestado en la
carne.” En El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.
“Y somos completos en El...” ¡Qué contraste! Esto significa que
tenemos, a través del nuevo nacimiento, a “Cristo (la Palabra) en
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nosotros, la esperanza de gloria.”

2. La Gloria Sobresaliente de Jesucristo (1:2-3).

Aquí, somos privilegiados de ver la unión de dos naturalezas


en Jesucristo-Deidad y humanidad. Sin esta naturaleza dual,
Jesús no podría haber sido nuestro salvador! La ley había sido
dada al hombre y si el gobierno Divino iba a ser vindicado, el
hombre, por necesidad, debía de guardar esa ley. Esto es lo que
el hombre había fallado en hacer; por lo tanto, la pena de la ley
debe ser soportada. El salvador, entonces, debe ser un hombre
para pagar la pena de muerte. Pero, la familia humana entera
había pecado y ningún hombre podía redimir a su hermano.
Todos fueron condenados. El Salvador, entonces, tiene que ser
Dios. La encarnación fue la única respuesta a la necesidad. Dios
se hizo hombre. La unión de la Deidad y humanidad puede ser
vista en los siguientes puntos:
a. Jesucristo fue “nombrado heredero de todas las cosas.”
La encarnación no fue un pensamiento posterior, sino de acuer-
do a un plan preordenado; para ser un heredero, El debe ser
primero un hijo. Esto, en ningún sentido, sugiere que otro “per-
sonaje” en Dios está involucrado. Realmente, no hay tal cosa. El
Eterno simplemente predeterminó los medios a través de los
cuales El podía morir como un hombre, para redimir a los hom-
bres. El papel de “heredero de todas las cosas,” luego, fue
“nombrado” o preordenado. Por lo tanto, Jesús vivió, murió, fue
sepultado y resucitó de acuerdo a ese plan (Lucas 24:46).

b. Jesucristo es declarado aquí el creador de todas las


cosas. “ ... el mundo por El fue hecho.” “En el mundo estaba, y
el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció” (Juan
1:10). Sólo Dios puede crear ó Jesucristo es Jehová-Dios, el
único Dios verdadero, el Creador del cielo y la tierra, o la Biblia
es una farsa. Para nosotros no hay duda, El es el Primero y el
Ultimo, el Todopoderoso. ¡Alabado sea Su nombre!

c. Jesucristo no sólo es declarado aquí el Creador de todas


las cosas, sino también el sustentador de todas las cosas. El
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder”

Las llamadas “Ieyes de la naturaleza” no son leyes existentes

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por sí mismas. Ellas dependen “en la palabra de su poder”
Además, ellas están subordinadas a Su palabra. La higuera se
secó a Su mandato. La tempestad fue calmada cuando la
reprendió. Por lo tanto, los planetas del universo son guardados,
mantenidos, sostenidos, sustentados por Su palabra; ellos
siguen su órbita regular en Su palabra.

El hombre, lo admita o no, es “guardado” por la misma palabra


que él rechaza. Gracia admirable ... insondable amor. Pero, un día
el período de la gracia terminará. Su palabra habrá sido cumplida.
“Temblará la tierra como un ebrio. . .” ¡Señor, ayúdanos a ser
cuidadosos de la Palabra sustentadora de Dios!

d. Jesús es “el resplando (fulgor) de Su gloria. . .” es decir,


El es la manifestación de Dios. Todo lo que Dios es, no sola-
mente Sus atributos o maneras, sino, todo lo que Dios es, lo
encontramos en Jesucristo. ¿Quién podría ver el sol del
mediodía y no ver los rayos resplandecientes? Ver los destellos
de la luz solar es ver el fulgor (resplandor) del sol. Y la “gloria”
aquí se refiere a Ia expresión de los atributos divinos colectiva-
mente.” Esto significa que Jesús es manifestado como el fulgor
(resplandor) en quien y por quien esa gloria es manifestada. Con
razón El dijo a Felipe, “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre.”

e. Jesucristo es declarado la “expresión exacta de Dios” en


la frase Ia imagen misma de su sustancia.” La traducción literal
del griego dice: “Una impresión exacta de la sustancia de El.”
Impresión” viene de la palabra griega “carácter” En primer lugar,
la palabra denota el instrumento usado en el grabado para hacer
una impresión y de esto, la impresión real que es hecha por el
grabador Por lo tanto, tenemos el pensamiento de la “expresión
exacta de la sustancia de Dios” en estas palabras. La sustancia
de Dios, por supuesto, es Espíritu y la “expresión exacta” es el
hombre, Jesucristo.

f. Jesucristo es manifestado en este texto como nuestro


Sacerdote-Rey. “El . . . habiendo efectuado la purificación de
nuestros pecados,” aquí está Jesús, nuestro Sacerdote. “Se
sentó a la diestra de la Majestad en la alturas. . .”, aquí está
Jesús, nuestro Rey.

La ofrenda de sacrificio hecha por Ia “purificación de peca-


dos” fue de Sí mismo-así, “habiendo efectuado la purificación de
nuestros pecados por medio de Sí mismo.” La eficacia del sacri-
ficio es la base de aceptación, y nuestro Sacerdote ofreció la
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más grande de todas, El mismo. Cuando esto fue completado,
Jesús regresó al Espíritu (Padre) de quien El vino y “se sentó a
la diestra de la Majestad en las alturas” y ahora empuña el cetro
del universo. El es nuestro Rey.

3. Conclusión.

Como “Dios ... ha hablado” tenemos la solemne obligación de oír


y obedecer. Es un crimen y un pecado, ya sea rehusarse a oír o
escuchar y fallar en obedecer; en consecuencia el hombre no tiene
excusa. Además, Su palabra es la última autoridad en todas las
cosas pertenecientes a la vida. Oponerse a esto o pervertirlo es pura
locura. Rechazar lo que “Dios. . ha hablado por el Hijo” es rechazar
toda esperanza de oír de Dios, pues Jesucristo es la revelación final
y completa de Dios. ¡El es Dios mismo!

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Dos

JESUCRISTO, SUPERIOR A LOS ANGELES


(Hebreos 1:4-2:18)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: La tesis del argumento en esta lección es, el Hijo es


superior a los ángeles. Comenzando con el hecho de que el Hijo
“heredó más excelente nombre que ellos,” el escritor procede a
comparar a Jesús con los ángeles. Claramente, el Mesías es
mostrado como el Dios encarnado, a quien los ángeles debían
adorar, mientras que los ángeles son mencionados como espíri-
tus ministradores enviados para servicio (Hebreos 1:4-14).

Luego, en base a estos hechos, somos exhortados a tener en


cuenta la revelación dada en el Hijo. Dado que la transgresión de
la Ley, la cual fue dada a través de los ángeles, encontró retribu-
ción tan severa, ¿cuál será la consecuencia de rechazar esto, lo
cual, “habiendo sido anunciada primeramente por el Señor”?
(2:1-4).

El hombre fue hecho un poco menor que los ángeles. Pero,


mientras que los ángeles no están destinados a gobernar “el
mundo venidero” los hombres sí lo están. El hombre no regen-
erado, sin embargo, no puede cumplir el ideal de su destino.
Pero, Jesús, como el Hijo del Hombre, puede y lo hace.
Además, por Su muerte, sepultura y resurrección, El levanta al
hombre de su condición caída. El sufrió estas cosas “para venir
a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote. . .,” el Sumo
Sacerdote compasivo de la humanidad (2:5-18).

2. Bosquejo: (1:4-2:18)

a. La Comparación Establecida (1:4-14)


(1) Más excelente nombre (1:4-5)
(2) Los ángeles fueron mandados a adorar a Jesús (1:6-7).
(3) Jesucristo, el Dios encarnado (1:8-13)
(4) El papel de los ángeles (1:14)

b. Una Exhortación Interpuesta (2:1-14)

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c. Justificación de la Encarnación (2:5-18)
(1) El destino del hombre y su caída (2:5-8)
(2) La meta alcanzada por y a través de Jesucristo (2:9-13)
(3) La Encarnación, su propósito (2:14-18)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. La Comparación Establecida (1:4-14).

Los ángeles siempre han mantenido una posición alta y santa en


el orden divino de Dios. Consecuentemente, Su pueblo también
les tenían respeto. En efecto, es con esto en mente que el
escritor establece una comparación entre Jesús y los ángeles. Al
hacer esta comparación, él no está tratando en ninguna manera
de rebajar a los ángeles. Al contrario, por medio de esta com-
paración, él da énfasis a la grandeza de Jesús sin disminuir el
honor o respeto debido a la Hueste Angelical de Dios. La com-
paración toca los siguientes factores:

(a) Jesús es el Hijo Unigénito; ellos son sirvientes (15, 7,14).


(b) Jesús es adorado por los ángeles (1:6).
(c) Jesús es referido como “Dios.. Elohim” (1:8). No así con los
ángeles.
(d) Jesús es referido como “Señor . Jehová” (1:10 y Salmos
102). No así con los ángeles.
(e) “El mundo venidero, acerca del cual estamos hablando” no
fue puesto a la sujeción de los ángeles, sino de Jesús (25).

a. Más Excelente Nombre (1:4-5)

La frase comparativa un tanto superior lleva el significado de


infinidad. La medida es inmensurable. Note este mismo término
de comparación en 7:22. Obviamente es difícil comparar algo
con lo incomparable.

La palabra traducida “mejor” o “superior” es usada 19 veces en el


Nuevo Testamento, 13 de los cuales aparecen en Hebreos. Esta
palabra comparativa crea una hilera de comparaciones a través
de la Epístola. Empieza con “tanto superior a los ángeles” (1:4) y
continúa “cosas mejores” (6:9); “el mayor (que Abraham)” (7:7);
“mejor esperanza” (7:19); “mejor pacto” (7:22); “mejor pacto ...
mejores promesas” (8:6); “mejores sacrificios” (9:23); mejor. . .
herencia” (10:34); “mejor ciudad” (11:16); “mejor resurrección”
(11:35); “cosa mejor” (11:40 y 12:24). Es una palabra clave en
Hebreos.
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La declaración de que Jesús es “superior a los ángeles” es
respaldada por la última porción del versículo 4, “cuanto heredó
más excelente nombre.” ¿Cómo obtuvo el “más excelente nom-
bre”? ¡Por herencia! Su nombre era el nombre del Padre.

Aunque los ángeles fueron en verdad, llamados “hijos de Dios”


(Job 1:6; 2:1 y 38:7), como son los cristianos (1 Juan 31-2),
Jesús es el “Hijo Unigénito” (Juan 1:14). Esta distinción es
señañada en EI versículo 5: “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo
Dios jamás; Mi Hijo eres tú?” Por tanto, Su nombre, el “más
excelente nombre” fue obtenido por herencia.

Un ángel anunció aquel nombre: “y llamarás su nombre JESUS.


. .” (Mateo 1:21). Este nombre identificó al Hijo como el Señor
encarriado de la gloria-Dios envuelto en carne. Este nombre es
declarado ser “sobre todo nombre” y “para que en el nombre de
Jesús se doble toda rodilla” (Filipenses 2:9-11). “Y en ningún otro
hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Luego,
el nombre que El obtuvo por herencia-el nombre del Padre, el
“más excelente nombre,” es Jesucristo!

b. Los Angeles son Mandados a Adorar a Jesús (1:6-7)

Por inspiración, Jesús es referido como el “Primogénito.”


Sabemos que la pre-existencia del Hijo estaba en la mente y el
plan de Dios. No había realmente un Hijo de Dios hasta que la
virgen María, concibió y dio a luz a su hijo, Jesús. Sin embargo,
Jesús es “el principio de la creación de Dios” (Apocalipsis 3:14),
o sea, “el primogénito” (1:6).

Esto se entiende cuando nos damos cuenta que Dios Ilama las
cosas que no son como si fuesen” (Romanos 4:17). En su pre-
siencia infinita, El “vio” la sustancia de su cuerpo humano, cuan-
do todavia no la había. En la mente divina, el Salvador fue el
“principio de la creación.” (Lea Salmos 139:15-16). Vemos el
mismo principio en la referencia al “Cordero que fue inmolado
desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8). Aunque no fue
realmente enrrolado en el principio, en la mente y el plan de Dios
fue como si ya hubiera ocurrido.

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El Hijo había de venir en una fecha predeterminada. “Cuando
vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de
mujer (Gálatas 4:4). Fue en ese momento que el “Primogénito”
fue introducido “en el mundo” (1:6).

Sólo Dios es digno de adoración, y no hay otro Dios sino uno.


Esto sabían los ángeles. Además, el hombre es hecho en el
orden de Dios, “un poco menor que los ángeles” (2:7). Y, siendo
que Jesús vino como hombre, El “fue hecho un poco menor que
los ángeles” (2:9). Por tanto la necesidad del mandamiento a los
ángeles que adoraran al Hijo es obvio. Fue necesario decirles a
los angeles fallar en adorar a Jesús sería una forma pasiva de
rebelión.

La comparación en el texto señala el hecho que los ángeles son


adoradores, mientras que Jesús es el que debe ser adorado. Los
ángeles son siervos creados (1:7), mientras que Jesús es el
Creador Soberano. Aunque exaltados y santos, se muestra que
los ángeles son inferiores y sujetos a El.

c. Jesucristo, Dios encarnado (1:8-13)

Hay que notar que se alude a la duración y a la naturaleza del


reino de Jesucristo en estos versículos: la duración es eterna,
“por el siglo de los siglos.” La naturaleza de su reino se describe
en la frase simbólica “cetro de equidad.”

Pero, note especialmente el título dado a Jesús aquí: “Tu trono,


oh Dios. . .” Esto quiere decir que Jesús es Elohím. Según el
escritor de Hebreos, el Salmista (45:6-7) se dirigió al Cristo
venidero como si hablara a Dios. La evidencia es abrumadora.
Claramente, Jesús es Elohím.

El Salmo 102 es una oración dirigida a Jehová (Señor). Este


Salmo que habla tanto de Jehová es aplicado a Jesús por el
Apóstol inspirado: “Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra.
. .” El Creador, el Inmutable que existe por Sí mismo, JEHOVA, no
es otro más que Jesús. Además, aunque la creación se enveje-
cerá, El será el mismo (1:12). Un “eco” de esto se escucha más
tarde en el libro (13:8): “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por
los siglos.”

En comparación, ningún ángel jamás fue llamado Elohím o


Jehová. Ahora en la forma de una pregunta, el escritor también
señala que a ningún ángel jamás se le dijo: “Siéntate a mi dies-
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tra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” (1:
13). Sin embargo, esto fue dirigido directamente al Mesías
(Salmos 110) y aquí es aplicado a Jesús.

(Es ridículo interpretar “diestra” como una posición física.


¿Cómo, pues, podría una persona estar a la mano derecha de lo
que está en todas partes (omnipresente)? La frase es un lengua-
je simbólico denotando una posición de poder.)

De la gran cantidad de evidencia, es obvio que el escritor de


Hebreos era un monoteísta estricto que estableció su epístola
entera en el hecho de que Jesús era Jehová Dios, manifestado
en carne.

d. El Papel de los Angeles (1:14)

Como fue señalado antes, los ángeles son enviados para servir,
es decir, que son siervos de Dios. Como servían a Jesús
después de la tentación (Mateo 4:11), también nos sirven a
nosotros los herederos de la salvación.”

Aun el pensar en un ángel es imponente. Así ha sido siempre.


Pero, cuán grande impacto el conocimiento trae a nuestros cora-
zones cuando nos damos cuenta realmente de que Jesús es
“superior a los ángeles” (1:4). ¡Gloria a Dios!

2. Una Exhortación Interpuesta (2:11-4)

El punto principal de esta advertencia solemne es: Si la trans-


gresión de la Ley que vino por medio de los ángeles, quienes
eran criaturas, trajo “justa retribución,” cuanto más cierto es un
castigo de retribución a los que rehusan al Señor mismo, quien
ha venido y hablado.

“Por tanto. . .” (2:1) conecta esta exhortación interpuesta a todo


lo que fue dicho en el capítulo precedente. Hace hincapié a la
exhortación con fuerza. “Las cosas que hemos oído” incluye el
mensaje del Nuevo Testamento, la salvación que fue “anunciada
primeramente por el Señor.” Y, siendo que reconocemos su posi-
ción exaltada e infinita sobre la creación, como señala el capítu-
lo 1, “es necesario que con más diligencia atendamos a las
cosas que hemos oído.” Esto es, si se debe escuchar a los pro-
fetas del Antiguo Testamento, cuanto más al Señor mismo de la
Gloria.

17
“. ..No sea que nos deslicemos” (21) es mejor traducido “no sea
que vayamos arrastrados por la corriente.” La palabra griega
denota flotar, alejándose de una cosa. El peligro era flotar
arrastrado por la corriente (por descuido) de lo que habían oído.
Aunque los hebreos no fueron ignorantes de lo que Jesús había
dicho, estaban en peligro de descuidar Su palabra y por tanto ser
arrastrados por la corriente del mundo.

“Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme. . .”


nos recuerda que aunque los ángeles fueron solo criaturas,
sirvientes, Dios respaldó la palabra dicha por medio de ellos.
Ninguna transgresión o desobediencia escapó del castigo. En
vista de todo esto, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos
una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada
primeramente por el Señor...” Esta pregunta tiene en su expresión
directa una respuesta implicada. Descuide esto y caerá “en manos
del Dios vivo” (10:31) quien ha declarado, “Yo pagaré.” El “descui-
do” incluiría, entre otras cosas:

(a) Fallar en dar atención a las cosas de Dios; oración, estudio


Bíblico, asistir a los cultos (Hebreos 10:25), etc.
(b) Preocupación por ganancia mundana, sean placeres,
riquezas o prestigio en este mundo actual.
(c) Olvidar el “Juicio venidero” y vivir como “bestias que pere-
cen” en la inmoralidad.
(d) Conformar al mundo actual y perder el “amor de Dios.”

Esto no sólo fue “anunciado por el Señor,” sino que “nos fue con-
firmado por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos.
. .” (2:3-4). Hay personas que piensan que no había más confir-
mación del evangelio después que murieron los Apóstoles. Pero
Pablo refutó esto en 1 Corintios 1:7-8: “De tal manera que nada os
falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro señor
Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que
seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.” Como
Dios “testificó juntamente con ellos,” así El hace hoy en día,
“según su voluntad” (2:4).

3. Justificación de la Encarnación (2:5-18)

18
a. El Destino del Hombre y Su Caída (25-8)

Declarando, como una premisa, que “el mundo venidero” (2:5)


no fue sujetado o “en sujeción” a los ángeles, el escritor cita el
Salmo ocho para probar que la supremacía sobre todas las
cosas creadas fue asignada al “hombre” (2:6-8). Aunque,
reconocidamente, el hombre fue hecho “un poco menor que los
ángeles,” el Salmo declara con denuedo y claramente, el hecho
de que Dios Ie puso sobre las obras de sus manos (manos de
Dios)” y todo lo sujetó bajo sus pies.” Tal fue el papel del hombre
en la creación.

Pero, por la desobediencia, el hombre cayó y falló en cumplir su


papel. Como el Apóstol anota: “ ... Pero todavía no vemos que
todas las cosas le sean sujetas” (2:8). El hombre, tal como es, no
cumple el ideal de su destino. Por un hombre, el pecado entró en
el mundo y el hombre erró la meta de su gloria y honor destina-
dos. Incapaz de redimirse a sí mismo, el hombre cayó más y más
lejos de su dignidad destinada.

b. La Meta Alcanzada por y a través de Jesucristo (2:9-13)

Si el hombre iba a alcanzar la meta de su destino, entonces, por


necesidad, ¡tenía que ser cumplído por un hombre! Pero,
¿quién? Todos habían pecado; todos eran culpables. La justicia
divina demandó la ejecución de la pena del pecado, la muerte
(Romanos 6:23). Ningún hombre podía pagar la deuda del peca-
do de otro, cada uno fue obligado más allá de su propia habili-
dad de pagar y, aún si el hombre iba a alcanzar su elevada meta
destinada en el plan de Dios, tenía que ser cumplido por un hom-
bre.

Por tanto, “vemos a Jesús,” el Santo mismo, quien “fue hecho un


poco menor que los ángeles (hombre) ... a causa del padecimien-
to de la muerte (pagando la pena de los pecados del hombre). . .”
12:9). ¡Alabanzas a Su Santo Nombre! El hizo esto “para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.” Jesús, el que no
tenía pecado, pagó nuestra deuda. El alcanzó el ideal del destino
del hombre.

Sólo Dios podía ser nuestro Salvador, porque El solo era sin
pecado. Pero, El era Eterno Espíritu y no podía morir Por lo
tanto El fue hecho hombre para el “padecimiento de la muerte,”
redimiendo así nuestras almas perdidas. Como hombre, El
murió por el hombre. La encarnación fue el medio de Dios de
19
rescatar al hombre de su estado caído. Porque así, Dios, como
hombre, vivió, murió y resucitó, proveyendo el medio de la sal-
vación.

“Pero vemos a Jesús, coronado de gloria y de honra” (2:9).


Como un hombre, El alcanzó el destino del hombre para el hom-
bre. Esto fue hecho por “padecimiento” y con el propósito de
Ilevar muchos hijos a la gloria” (2:10). Y, estamos siendo traídos
a aquel elevado y santo estado por nuestro andar diario con El.
“Si sufrimos (con El), también reinaremos con él” (2 Timoteo
2:12).

Según Hebreos 2:11, el santificador y los santificados son “de


uno,” “por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos.” ¡Que
obra tan perfecta ha sido cumplida! ¡Ser exaltado de tal manera
por Dios mismo! Sobrepasa el entendimiento de la mente mortal.
¡Llegar a ser “uno” con Dios! Y, “cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel
que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro” (1 Juan 32-3). Andaremos con El en ropa blanca.

Haciendo referencia a los Salmos otra vez, el escritor sostiene el


punto en que los hombres son elevados al estado de “hermanos”
“en la iglesia” (2:12). ¡Qué honor!

c. La Encarnación, su Propósito (2:14-18)

Como fue dicho antes, el Eterno Espíritu, para conquistar la


muerte y así destruir al que tenía el imperio de la muerte” (2:14),
tuvo que ser “uno” con el hombre. Esto fue hecho por participar
de la carne y sangre. Haciendo esto, El podía morir y romper el
“imperio” de la muerte que guardaba a los hombres cautivos
(Romanos 5). Así, un propósito de la encarnación es “destruir ...
al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (2:14).

Otro propósito es expresado en 2:15. La liberación del “temor de


la muerte,” que había guardado al hombre en esclavitud, fue
cumplida por la victoria sobre la muerte en el Calvario.

20
El escogió deliberadamente el papel menor del hombre, en
preferencia sobre aquel de los ángeles (2:16), para “ser en todo
semejante a sus hermanos” (2:17). Haciendo esto, El podía
realmente sufrir “tentación,” habilitándose para “socorrer a los
que son tentados” (2:18), y “a ser misericordioso y fiel sumo
sacerdote” (2:17) para toda la humanidad.

Nuestro Dios participó de nuestra naturaleza y anduvo donde


nosotros andamos para poder levantarnos a andar con El. Por
llegar a ser “semejante a Sus hermanos” nosotros podemos ser
“como El.” El participó de nuestra naturaleza para poder impartir
a nosotros la Suya. Es Su voluntad que nosotros seamos “par-
ticipantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).

21
Tres

JESUCRISTO-SUPERIOR A
MOISES Y JOSUE
A. JESUCRISTO-SUPERIOR A MOISES (3:1-19):

1. Análisis: Moisés fue, reconocidamente, sólo un siervo en la


casa de Dios. Sin embargo, él fue estimado altamente por los
hebreos. Y, aunque él fue fiel, “como siervo” (3:5), es señalado,
en comparación, que Jesús es el Hijo sobre la casa, y por tanto,
digno de más gloria y honor (3:1-6).

Será bueno para nosotros considerar la falla de los israelitas,


quienes estuvieron bajo Moisés. Siendo que ellos no fueron per-
mitidos a entrar en el reposo por causa de la incredulidad,
nosotros también, podríamos ser vencidos por un “corazón malo
de incredulidad” (3:12) y fallar al entrar al reposo preparado para
nosotros (3:7-19).

El reposo al cual josué guió a los israelitas fue un tipo de nue-


stro “reposo” en el presente. El escritor señala que Josué no les
dio reposo, en el sentido exacto de la palabra (4:8). Tenían la
posesión, pero tenían que trabajar y luchar para guardarla. Es
un tipo de nuestro reposo en el presente.

Entonces, para clarificar el hecho de que otro aspecto del


“reposo” quedó para el pueblo de Dios (4:9), el escritor razona
que Dios no “hablaría después de otro día” (4:8), todavía en el
futuro, tal como habló siglos más tarde por medio de David de un
reposo (4:7). Esto se refirió al reposo del presente y el tipo aún
es válido, porque “queda un reposo para el pueblo de Dios.”

El “segundo aspecto” de nuestro reposo, el reposo eterno, es


representado aquí como el momento cuando nosotros repose-
mos de nuestras obras, “como Díos de las Suyas” (4:10).

2. Bosquejo: (3:1-19)

a. Jesús es Superior a Moisés (3:1-6)


b. Una exhortación Interpuesta (3:7-19)

22
3. Desarrollo del Texto:

a. Jesús es Superior a Moisés (3:1-6)

“Por tanto, hermanos santos, . . considerad ... Cristo Jesús” (31).


Esto presenta el mismo tema del libro de Hebreos. Cristo sobre
todos los profetas, los ángeles, Moisés, Josué, Aarón sobre
todos. “Por tanto, ... considerad . . .”

Como “Apóstol,” Jesús fue enviado a nosotros; como nuestro


“Sumo Sacerdote,” El hizo expiación, propiciación e intercesión;
El es nuestro mediador, “el hombre, Jesucristo” (I Timoteo 25). El
es nuestro “todo en todo.”

Haciendo referencia a la misión terrenal de Jesús, el escritor


señala que El “es fiel ... como también lo fue Moisés en toda la
casa de Dios” (32). Pero, la superioridad es traída a la atención
mientras el escritor se refiere a Jesús como “este (hombre)”
(3:3). La referencia obvia a la humanidad del Señor es para una
comparación de Su obra en contraste con Moisés. “Porque de
tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto
tiene mayor honra que la casa el que la hizo” (3:3). El próximo
versículo nos recuerda que “el que hizo todas las cosas es Dios.”
Pero, Moisés, aunque “fue fiel en toda la casa de Dios,” fue
“como siervo” (35). En contraste, Cristo es “como hijo sobre su
casa” (4:6). Y, si bien “como hijo,” El era el Constructor, Dios-
”sobre su casa.” (Vea Romanos 9:4-5).

b. Una Exhortación Interpuesta (3:7-19)

El último versículo del párrafo anterior introdujo una advertencia


grave en las palabras la cual casa somos nosotros, si retenemos
firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”
(3:6). Aquí, otra vez, es una fuerte súplica actuar en el
conocimiento que tenemos, y no ser arrastrados por la corriente
por descuido, indiferencia o incredulidad.

Entre las palabras “Por lo cual (3:7) y el versículo “Mirad, her-


manos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de
incredulidad para apartarse del Dios vivo” (3:12), hay una ref-
erencia, entre paréntesis, a la falla de los israelitas de entrar en
el reposo. El punto es fundar la advertencia en el hecho de que
podríamos nosotros seguir el ejemplo trágico de Israel de fallar
en escuchar a Dios, endureciendo nuestros corazones y ten-
tando así a Dios (3:7-8, 10). Como ellos fueron rechazados en
23
el disgusto de Dios, así podría sucedernos. “Por lo cual ....
mirad hermanos. ..” (3:7,12).

El resto del capítulo hace una aplicación definida de estos pun-


tos a nosotros.

“Antes exhortaos los unos a los otros cada día. . .” (3:13) es para
animarnos unos a otros hacia adelante. Esto tiene que ser por
acciones tanto como por palabras. El pecado es señalado, es
engañoso y endurecerá el corazón. Lo más lejos que nos aparta-
mos de Dios, lo menos que estamos enterados de la perversidad
del pecado. Debemos vivir como ejemplos de una vida santa,
consagrada, dedicada y así “exhortaos los unos a los otros cada
día.”

“Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que


retengamos firme” (3:14) no deja duda alguna acerca de la posi-
bilidad de caer y provocar a Dios (3:15), como los israelitas (3:16),
y perder nuestro galardón. Se señala otra vez su ejemplo y una
razón específica por su falla en entrar—”a causa de incredulidad”
(3:19).

En la raíz de la indiferencia, laxitud y flojedad espiritual está el


pecado feo de incredulidad. Recuerde al ateo que dijo: “Si yo
creyera firmemente, como millones dicen que creen, que el
conocimiento y la práctica de la religión en esta vida determina
el destino en otra, la relígíón sería todo para mí. “

“Echaría a un lado los placeres mundanos como escoria, preocu-


paciones terrenales como tonterías, y pensamientos y sentimien-
tos terrenales como vanidades.”

“Haría lo posible para mirar sólo a la eternidad, y a las almas


inmortales a mi alrededor, pronto a ser eternamente felices o
eternamente infelices. Saldría al mundo y predicaría a tiempo y
fuera de tiempo, y mi texto sería, “¿Qué aprovechará al hombre,
si ganare todo el mundo y perdiere su alma?”

¡La única cosa que le impide a esta persona es el pecado de la


incredulidad! “Por tanto ... mirad, hermanos, que no haya en
ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad.

24
B. JESUCRISTO—SUPERIOR A JOSUE:

1. El Reposo de Jesús es Superior al de Josué (4:1-13)

La exhortación sigue con las palabras, “Temamos, pues. . (4:1). No


les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los
que la oyeron” (4:2). El evangelio ha sido predicado a nosotros, pero
nosotros, también podemos fallar en “alcanzarlo.” En otras palabras,
aunque “hemos creído entramos en el reposo” (4:3), hay una posi-
bilidad muy real de no alcanzar el reposo eterno.

La promesa literal de reposo a los israelitas fue hecha primeramente,


a Abraham. Luego, después de sufrir la miseria de la esclavitud, la
esperanza de una tierra propia era brillante. Empezaron a seguir a
Moisés, pero el temor, la duda y la incredulidad pronto destruyeron
su fe y sus esperanzas. La mayoría no logró entrar a Canaán.

Pero, Canaán fue un tipo del reposo de Cristo (Mateo 11:28-30). El


reposo que conocemos ahora es sólo “el primer aspecto” del ver-
dadero reposo eterno. Es Ias arras de nuestra herencia.” Superior al
reposo de Josué, este reposo que Jesús da, algún día se cambiará
en el reposo celestial.

El escritor de Hebreos señala que un reposo verdadero quedó


todavia para “el pueblo de Dios” como Dios había revelado por medio
de David. Esto fue varios siglos después que ellos ocuparon la tierra
prometida, Canaán (4:6-9). El reposo verdadero por el cual debemos
trabajar es un reposo de nuestras “obras, como Dios de las suyas”
(4:10-11).

“Porque. . . “ (4:12) significa una relación que existe entre la conde-


nación terrible de los israelitas que no creyeron la Palabra de Dios y
nosotros, si fuéramos infieles. “La Palabra de Dios es viva (i.e., no es
muerta, es eterna) y eficaz (i.e., activa, enérgica) y más cortante que
una espada de dos filos. . .” Y, siendo que Iodas las cosas están
desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta” (4:13), sería bueno para nosotros no sólo “predicar la
Palabra” sino también temblar al oír la Palabra.”

“La Palabra de Dios es viva” es decir, la fuerza viva de Dios. Imparte


vida, da energía e impulsa a los que creen. Es “eficaz” o efectiva y
operativa. Una vez que penetra el corazón, ó calmará y consolará, ó
molestará y agitará; cualquier cosa que sea necesaria para poner en
orden el alma, la Palabra de Dios lo hace!

25
Escuchémosla “mezclada con fe” en nuestros corazones y “entrar
en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de
desobediencia” (4:11).

26
Cuatro

JESUCRISTO-NUESTRO GRAN
SUMO SACERDOTE
(4:14-5:10)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: Después de afirmar, “ ... teniendo un gran sumo sacer-


dote. . Jesús el Hijo de Dios. . .” (4:14), el escritor procede a con-
firmar el hecho. El analiza los requisitos y funciones del sacerdo-
cio, junto con el medio de elección. En todos los aspectos, él
muestra que Jesús reúne los requisitos.

2. Bosquejo: (4:14-5:10)

a. Jesucristo-Nuestro Gran Sumo Sacerdote (4:14-5:10)


(1) Una afirmación y una conclusión fundamental (4:14-16)
(2) Las Funciones, Requisitos y la Elección del Sumo
Sacerdote (5:1-4)
(3) Jesús es Calificado en todos los Aspectos (5:5-10)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. Jesucristo—Nuestro Gran Sumo Sacerdote (4:14-5:10)

a. Una Afirmación y una Conclusión Fundamental (4:14-16)

Cuando Pablo afirmó, “. . teniendo un gran sumo sacerdote . . . Jesús


el Hijo de Dios” (4:14), estaba exponiendo una proposición para ser
probada. Los hebreos sabían que Dios había dado la Ley a Moisés y
que el Sacerdocio Levítico fue una parte vital de esa Ley. Además,
ninguno de sus términos podían ser abogados, sino todos tenían que
ser cumplidos. Y, el sacerdocio teía que ser de la tribu de Leví.
¿Cómo, entonces, podía Jesús, dentro de los límites de la Santa
Escritura, ser nuestro Sumo Sacerdote? Estos puntos son considera-
dos y tratados.

La afirmación “teniendo un gran sumo sacerdote” es expresada otra


vez en 1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

27
El ascendió, El resucitó corporalmente. Esto quiere decir que la
humanidad de nuestro Señor sirve como mediador entre el Eterno
Espíritu y la familia humana; es decir, Dios mira el estado de la
humanidad por ojos humanos, Sus propios ojos humanos. Por eso,
El es nuestro gran Sumo Sacerdote, tanto como nuestro Rey-el
Rey-Sacerdote.

Como nuestro mediador, nuestro gran Sumo Sacerdote. El no ofrece


sacrificios diarios, tampoco, en ninguna manera, hace propiciación
por los pecados. Al contrario, El intercede por nuestro caso sobre la
base de la propiciación ya hecha. “Se presentó una vez para siem-
pre por el sacrificio de sí mismo” (9:26) y “ya no queda más sacrificio
por los pecados” (10:26). Aquel Sacrificio Supremo fue todo-sufi-
ciente.

Nuestro acercamiento a Dios depende en reconocer el papel del


Señor como mediador. No sólo tenemos que creer “teniendo un gran
sumo sacerdote” sino que El puede “compadecerse de nuestras
debilidades” (4:15) también. Siendo que El “fue tentado en todo
según nuestra semejanza” (4:15) “es poderoso para socorrer a los
que son tentados” (2:18). Como un Sumo Sacerdote compasivo, El
está atento a nuestras necesidades y capaz de ayudar.

Acerquémonos, pues, confiadamente. . .” (4:16). Y, aquí está la con-


clusión del asunto. Siendo que tenemos tal Sumo Sacerdote, debe-
mos acercarnos a Dios “confiadamente;” no descaradamente o sin
reverencia, sino abiertamente, confiadamente y sin reservas. Venga
confiadamente, manifestando sus debilidades y flaquezas, sabiendo
que El le socorrerá y levantará.

“Acerquémonos, pues, confiadamente . . . para alcanzar misericordia


y hallar gracia para el oportuno socorro.” Tenemos la seguridad que
“alcanzaremos misericordia y hallaremos gracia” si nos acercamos
confiadamente manifestando nuestras necesidades. Pero, el que es
autosuficiente se va sin socorro.

b. Las Funciones, Requisitos y Elección del Sumo Sacerdote


(5:5-10)

Para confirmar la afirmación que “teniendo un gran sumo sacerdote,”


Pablo destaca las funciones, requisitos y el medio de elección de los
sumos sacerdotes con el propósito de probar que Jesús es califica-
do para el papel.

28
(1) Funciones: Los Sumos Sacerdotes deben estar ocupados “en
lo que a Dios se refiere” (5:1). Deben presentar ofrendas y
sacrificios por los pecados” (5:1).

(2) Requisitos: Todo Sumo Sacerdote fue “tomado de entre los


hombres” (5:1). Teniendo su naturaleza, así podía mostrarse
paciente con los ignorantes y extraviados. . .” (5:2).

(3) Elección: El Sumo Sacerdote fue ordenado “a favor de los


hombres” (5:1) “y nadie toma para sí esta honra, sino el que
es llamado por Dios, como lo fue Aarón” (5:4).

c. Jesucristo es Calificado en Todos los Aspectos (5:5-10).

(1) Funciones: “En los días de su carne” El ofreció “ruegos y


súplicas” (5:7) y “aunque era Hijo, por lo que padeció
aprendió la obediencia” (5:8). El se hizo “obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:8). Su Sacrificio fue
el máximo, todos los otros fueron nada más que tipos. El
Suyo fue el supremo “sacrificio por los pecados.”

(2) Requisítos: Como el “Hijo” (5:8), fue “tomado de entre los


hombres.” En cuanto El “fue tentado en todo según nuestra
semejanza” en Su naturaleza, El tiene paciencia “con los
ignorantes. . .” Habiendo andado por donde andamos
nosotros, El conoce nuestro estado desde el punto de vista
humano.

(3) Elección: Jesús fue predestinado para llenar el oficio de


Sumo Sacerdote. Como el Hijo de Dios (5:5), El fue pre-
ordenado un “Sacerdote para siempre, según el orden de
Melquisedec’ (5:6). Otra vez, Pablo nos recuerda, El “fue
declarado por Dios Sumo Sacerdote según el orden de
Melquisedec” (5:10).

Así, en todos los aspectos Jesús cumple los requisitos divinos para
EI oficio del Sumo Sacerdote.

Sin embargo, en las mentes de los Hebreos quedaba una gran pre-
gunta: ¿Cómo podía Jesús, quien no era de la tribu de Leví, ser cal-
ificado como Sumo Sacerdote? Pablo no ignoró este punto. De
hecho él ya había dado la respuesta, pero los hebreos fueron inca-
paces de entenderlo. Por eso, él emprendió una exhortación anima-
da que sigue a través del capítulo seis. Luego, en el capítulo siete,
29
otra vez él sigue con este punto vital, donde es probado que Jesús
es de un sacerdocio mucho mejor que el del orden Levítico-el orden
de Melquisedec.

30
Cinco

UNA EXHORTACION INTERPUESTA


(5:11-6:20)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: En un cambio repentino el autor hace una pausa en su


argumento para reprender a los hebreos por ser 1ardos para oír”
y su falta de conocimiento. Esta dura reprensión sigue por el
resto del capítulo 5 y termina en una nota más alta al final del
capítulo 6.

2. Bosquejo: (5:11-620)

a. La Razón para el Cambio de Tema (5:11-14)


b. La Advertencia Solemne (6:1-8)
c. El Escritor Anima a los Creyentes (6:9-12)
d. La Promesa y Juramento del Pacto de Dios-inmutables
(6:12-20)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. La Razón para el Cambio de Tema (5:11-14)

Lo “mucho que decir, y difícil de explicar, fue reconocidamente, pro-


fundo. Pero, la dificultad verdadera estaba con los oyentes, quienes
eran “tardos para oír” (5:11). Esto habla de una lentitud de la mente,
una actitud que impide el crecimiento espiritual del cristiano. Tal dis-
posición hacia las cosas profundas de Dios no solamente prohibe el
crecimiento; causa divagación.

Como señala Pablo, el “niño” necesita leche, la dieta debe ser


aumentada mientras que el niño va creciendo. Pero, estos habían lle-
gado a ser tales que tenéis necesidad de leche. . .” (5:12). Ellos
habían “regresado” al nivel infantil.

El “alimento sólido” al cual Pablo se estaba refiriendo fue un


conocimiento del “orden de Melquisedec.” El dijo que los de
“madurez” fueron los que por el uso tienen los sentidos ejercitados. .
.” (5:14). En otras palabras, si hubieran usado “sus sentidos” habrían
podido “discernir.” Me pregunto cuál habría sido su evaluación de
nosotros.

31
Algunos tienen la actitud infantil de que esto no importa. ¡Ellos deben
madurar! Algunos dicen que a ellos no les importa la identidad de
Melquisedec. ¿Qué pensaría el inspirado Apóstol Pablo de tal actitud
infantil? Debemos crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo” (11 Pedro 3:18).

2. La Advertencia Solemne (6:1-8)

En su afán de animar a los creyentes que avanzaran en su madurez,


el Apóstol mencionó seis fundamentos que él llamó Ios rudimentos
de la doctrina de Cristo” (6:1). Ellos son:

a. “Arrepentimiento de obras muertas” (6:1). Las “obras de la Ley”


no deben ser confundidas con los hechos de sumisa obediencia
con el Evangelio. Ninguna persona puede alcanzar el premio
eterno por las “obras” de la Ley, o por cualquier otra obra. Como
cualquier otro pecador, el religioso que no ha nacído de nuevo
(Juan 3:5; Hechos 2:38) tiene que arrepentirse. Esto es un rudi-
mento hoy, como lo fue entonces. Todos tienen que arrepentirse,
ya sea de obras muertas, o de cualquier otra cosa, todos tienen
que arrepentirse para ser salvos.

b. “La fe en Dios” (6:1). “Sin fe es imposible agradar a Dios” (11:6)


y Ia fe sin obras es muerta.” Una fe viva, entonces, es un rudi-
mento esencial de Ia doctrina de Cristo.” Profesar fe en Dios, y
no hacer las cosas que El dice, es una contradicción.

c. “La doctrina de bautismos. . .” (6:2). La palabra “bautismos” es


plural y se refiere a (1) el bautismo en agua y (2) el bautismo del
Espíritu Santo (Juan 3:5; Hechos 2:38). Esto todavía es una doc-
trina fundamental para los creyentes de la Biblia. Estos son Ios
rudimentos de la doctrina de Cristo” (6:1).

d. “La imposición de manos. . .” (6:2). Los creyentes fueron man-


dados así, “sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”
(Marcos 16:18); algunos recibieron el Espíritu Santo cuando los
creyentes les impusieron las manos (Hechos 8:17; 19:5); (sin
embargo, el Espíritu Santo no fue dado por ó a través de la
imposición de las manos de hombres. ¡Jesús es el que da el
Espíritu Santo, no el hombre!); un don fue impartido cuando el
presbiterio impuso las manos sobre Timoteo (1 Timoteo 4:14).
Estas prácticas son seguidas por los que creen en la Biblia;
estos son los rudimentos.

32
e. “La resurrección de los muertos. (6:2). Los judiós fueron dividi-
dos con respecto a esta doctrina. Pero, al unísono, los predi-
cadores del Nuevo Testamento proclamaron el hecho.

f. “Juicio eterno. . .” (6:2). Mientras tanto que Dios vive, exacta-


mente en ese tiempo, los pecadores sufrirán los tormentos de
un lago de fuego. Bien vinculado con la resurrección de los
muertos, este rudimento, “doctrina de Cristo,” tiene que ser creí-
do y predicado por su iglesia. Los modernistas lo niegan, pero
este rudimento básico tiene que ser guardado por todos los cris-
tianos verdaderos.

“Por tanto,” dice el Apóstol, “dejando ya los rudimentos de la doc-


trina de Cristo, vamos adelante a la perfección (madurez) ... y
esto haremos, si Dios en verdad lo permite” (6:1, 3). Siendo
que estas cosas son los rudimentos primarios, sería tontería
suponer que Pablo quisiera decir que debemos dejar o ignorar
estas doctrinas. Sus palabras fueron para que siguieran crecien-
do los que ya estaban bien establecidos en estos puntos. El
hecho claro es que cada converso nuevo tiene que aprender
estas doctrinas básicas y ser afirmado en éllas. Pero Pablo,
además de esto, anima a una continuación del crecimiento en el
conocimiento de Dios.

Para dar énfasis al significado de esta exhortación a la madurez,


Pablo señala que si los creyentes nacidos de nuevo (como son
descritos en 6:4-5) “recayeron” (6:6) “es imposible” (6:4) que “sean
otra vez renovados para arrepentimiento; crucificando de nuevo para
sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio” (6:6).

El contexto de esta porción tan importante hace claro que uno


puede “recaer” hasta tal punto que llega a un estado desesperan-
zado. Esto corresponde a las palabras del Señor acerca del “peca-
do imperdonable,” o sea, la “blasfemia contra el Espíritu Sar!to”
(Mateo 12:31; Marcos 3:28-29; Lucas 12:10). Debemos recordar
que esto es dado como una razón (“Porque es. . .” 6:4) por la
exhortación a la madurez. Es claro; ¡crecer o morir! (Por supuesto,
estos son los dos “polos” de la situación, y hay un gran espacio
entre los dos.)

33
Cuando uno enseña este texto, el maestro debe esforzarse para
hacerse entender claramente, porque uno que ha fallado en “crecer”
tal vez pensará que ha “recaído.” Es fácil ver como el desaliento
podría abrumar a tal persona.

Debe haber un buen entendimiento del término “recaer.” Esto se


refiere a un estado de apostasía completa de la fe después de haber
gozado de las gracias del nuevo nacimiento. ¿Quién puede decir
cuando tal punto es logrado? Que seamos cuidadosos.

Pablo introduce una ilustración de las frutas buenas y malas y su fin


(6:7-8). Los que no producen buen fruto reciben Ia lluvia que muchas
veces cae sobre ella,” pero producen “espinos y abrojos.” Considere
su fin (versículo 8).

3. El Escritor Anima a los Creyentes (6:9-12)

Con un cambio de voz notable, Pablo se dirige a sus lectores, “Pero


en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas
mejores, ... aunque hablamos así.” La austera, solemne advertencia,
no es debilitada aquí, sino reforzada. A menudo, una exhortación
fuerte puede dejar la impresión que el que habla está pronunciando
la sentencia de los oidores. Este Apóstol sabio anima nuestros cora-
zones con el hecho de que eso no tiene que ser así. En el próximo
versículo, nos recuerda que Dios está enterado de nuestra “obra y el
trabajo de amor.”

El anhelo para discípulos diligentes y dedicados que “heredan las


promesas” es expresado en 6:11-12. Este es el deseo de cada ministro
verdadero de Dios. Por eso, ellos animan, exhortan, enseñan y predi-
can-”para que de todos modos salve a algunos” (1 Corintios 9:22).
Este es el anhelo de un ministerio interesado.

4. La Promesa y Juramento del Pacto de Dios-inmutables


(6:13-20)

Para más aliento, el Apóstol nos recuerda que la promesa de Dios a


Abraham fue obtenida (6:13-15) “habiendo esperado con paciencia. .
.” Siendo que Dios confirmó esta promesa con un juramento, el
escritor señala el significado de las “dos cosas inmutables” (i.e., la
promesa y el juramento). Haciendo referencia a la costumbre entre
los hombres de jurar por algo mayor a ellos mismos, Pablo recuerda
a sus lectores que una declaración confirmada por juramento signifi-
caba el fin de toda discusión sobre el asunto. Siendo que Dios “no
pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo” (13) que tengamos
34
un fortísimo consuelo” (13). Por tanto, no tenemos duda acerca de
heredar las promesas de Dios. Nosotros ya tenemos Ias arras de
nuestra herencia” (Efesios 1:14) y sobre la base de las promesas con-
firmadas de Dios, tenemos una gran “esperanza.” “La cual tenemos
como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo, (los cielos)” (19).

Aunque Abraham no recibió la promesa en el tiempo de su vida, la


vio “de lejos” (11:13, 39). Y, aunque no “obtuvo la promesa” en su
persona, su simiente sí la recibió. Entonces, por medio de su
simiente todas las naciones de la tierra fueron bendecidas (Gálatas
3:16). Luego, fue en y por Jesucristo que Abraham “obtuvo la prome-
sa.” Así es con nosotros, Ios herederos de la promesa.” Y, “querien-
do Dios mostrar más abundantememte a los herederos de la prome-
sa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que. .
“Tengamos un fortísimo consuelo” y “asirnos de la esperanza puesta
delante de nosotros” (17,18).

Nuestra ancla de esperanza penetra hasta los cielos donde “Jesús


entró por nosotros como precursor” (20). El abrió el camino para que
nosotros le sigamos. El dijo, también “Voy, pues, a preparar lugar
para vosotros. ..para que donde yo estoy, vosotros también estéis”
(Juan 14:2-3). En la obra del sacerdocio Levítico, el Sumo
Sacerdote fue donde la gente no podía ir, él representó a la gente
en la presencia de Dios. Por medio de nuestro “Sumo Sacerdote”
somos llevados, guiados a la plena comunión con Dios. Si continu-
amos siguiendo a nuestro “precursor” estaremos, algún día, donde
El está, en la gloria.

35
Seis

EL MISTERIO DE MELQUISEDEC
A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: La exposición de la comparación del sacerdocio de


Jesucristo con el de Aarón prosigue en Hebreos 7:1 y es desar-
rollada. Se muestra que Melquisedec es mayor que Abraham,
quien es, reconocidamente, mayor que Aarón. Siendo que
Jesús es un Sumo Sacerdote “según el orden de Melquisedec,”
Su sacerdocio es mayor que el de Aarón, el orden Levítico.

2. Bosquejo: (7:1-18)

a. La Comparación Reanudada-Jesús y el Sacerdocio


Aarónico
(1) Melquisedec (7:1-10)
(2) El Sumario de la Comparación (7:11-28)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. La Comparación Reanudada-Jesús y el Sacerdocio


Aarónico (7:1-28)
a. Melquisedec (7:1-10)

Después de aludir al sacerdocio de Jesucristo en la última parte


del capítulo 2, donde nos dice “es poderoso para socorrer a los
que son tentados” (18), el escritor habla más claro sobre el punto
en 4:14: “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote ... Jesús el
Hijo de Dios.” Como fue señalado antes, esto fue difícil de com-
prender para la mente hebrea. Siendo que Jesús no fue de la
tribu de Leví, ¿cómo podía El, dentro de la Ley, cumplir el papel
de sumo sacerdote? Pablo ahora vuelve al tema para clarificar
ese punto.

Debe ser notado que Melquisedec es mencionado aquí y en sólo


dos otros lugares en las Escrituras. Primero, en Génesis 14;
luego, en Salmos 110; y finalmente en Hebreos. (Aún hay bas-
tante revelado acerca de él, como veremos.) Después de su
aparición en Génesis, mil años pasaron. Luego, la breve referen-
cia en los Salmos llegó, y otros mil años pasaron. Y, de estas dos
“simientes” vitales de la Palabra de Dios tenemos una maravillosa
exposición en Hebreos que revela muchas verdades preciosas.
36
Muchas y variadas son las opiniones concernientes a la natu-
raleza e identidad de Melquisedec. Algunos piensan que él era
un rey cananeo de una ciudad local, Salem. Otros dicen que era
descendiente de Sem, y aún otros dicen que era Camita. Muchos
dicen que importa muy poco quien y que era él realmente, sien-
do que el tipo es principal objeto del propósito del escritor al
referirse a él. Mientras algunos dicen que Melquisedec era nada
más que un hombre, otros contienden que él era una Teofanía, o
sea una breve apariencia de Dios, “hecho semejante al Hijo de
Dios.” Este último punto de vista es el que guarda el autor
aunque esto sería contradictorio al concepto trinitario, está en
completa armonía con el monoteísmo. En verdad, parece al
autor que este es el único punto de vista que no lleva a, o
depende de una suposición. Veremos si la Escritura corrobora
este punto de vista.

“Porque este Melquisedec. . .” (7:1) es identificado por su nom-


bre; quiere decir “Rey de Justicia” (7:2). Ya hemos leído que el
“cetro de equidad (justicia) es el cetro de tu reino (de Cristo)”
(1:8). Siendo que el cetro es el bastón de mando llevado por un
gobernador como símbolo de autoridad, ¿quién podía llevarlo
sino el Rey de aquel reino? ¿No sería una persona culpable de
usurpación si llevara el cetro de un reino, mientras otra persona
es realmente El Rey? ¿Podría una persona ser llamada “Rey de
Justicia” quien es menor que lo implicado en el nombre? ¿Podría
haber dos Reyes de Justicia? Si es así, ¿cómo?

“Porque este Melquisedec, rey de Salem. . .” revela que él es


“Rey de Paz” (7:2). En ningún lugar enseña la Escritura que el
reino de Melquisedec es un reino literal y terrenal, que podría ser
localizado geográficamente. Todos los que proponen tales
especulaciones admiten libremente que sus esfuerzos están
basados sobre asunción y suposición.

Al contrario, es claramente obvio que estas son características


del Reino de Dios: Justicia y Paz. Y, Melquisedec es declarado
ser el Soberano Supremo de Justicia y Paz. Otra vez, el autor
dice que sería una usurpación ser menos que Dios y llevar tal
título. “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino jus-
ticia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17). (Gozo
es el resultado de justicia y paz en el reino de Dios.)

37
La frase, “. . hecho semejante al Hijo de Dios” (7:3) es precedida
por varios puntos de semejanza entre esta breve apariencia de
Dios y la encarnación real. Esta Teofanía no fue sólo para ben-
decir a Abraham y recibir diezmos de él; fue una prefiguración
del Hijo de Dios, Jesucristo. El sentido de la frase, entonces, es
que en la Teofanía, el Rey de Justicia, Dios Todopoderoso, pre-
figuraba a Sí mismo en una figura o tipo como Rey-Sacerdote.

Los puntos de semejanza son reconocidos fácilmente por una


persona que tiene la revelación de la Unidad de Dios:

(1) “Sin padre. . .” Jesús, el creador de todas las cosas, era antes
de todas las cosas (Juan 1:10; Colsenses 1:17). Como el
Hijo, no tenía un padre terrenal. Como Dios, ¡no tenía padre!

(2) “Sin madre. . .” Aunque María fue la madre de la humanidad


o del Hijo de Dios, ella no fue la madre de Dios. El Ser que
existe por Sí mismo no tenía madre.

(3) “Sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida.


. .” El, cuyas “salidas son desde el principio, desde los días
de la eternidad” (Miqueas 5:2) es el “primero y el último”
(Apocalipsis 1:17-18).

(4) “Permanece sacerdote para siempre” es una descripción


correcta del Señor Jesucristo (Hebreos 7:23-25).

En estos puntos (7:1-3) vemos que el “orden de Melquisedec” no


depende de la genealogía humana, sino que es un sacerdocio
permanente. Además, siendo que el orden de Melquisedec no
fue de genealogía humana, sobrepasa el orden Aarónico porque
fue antes que él, y veremos, fue superior a él.

Ahora, los puntos siguientes son señalados para establecer que


el orden de Melquisedec es superior al orden Aarónico (7:4-11).

(1) Melquisedec, “cuya genealogía no es contada de entre ellos”


(7:6) recibió diezmos de Abraham “el Patriarca” (7:4). Hay un
contraste entre esto y Ios hijos de Leví . . . que . . . reciben
diezmos . . . de sus hermanos” (7:5). Estos hechos signifi-
cantes siguen a la declaración del Apóstol de “Considerad,
pues, cuán grande era éste...” (7:4).

38
(2) Melquisedec, que no fue del linaje bendito, realmente “bendi-
jo al que tenía las promesas” (7:6). Y, de este punto, Pablo
señala que “el menor (Abraham) es bendecido por el mayor
(Melquisedec)” (7:7). “Considerad, pues, cuán grande...”
Mayor que el patriarca que tenía las promesas. ¿Qué hom-
bre podía ser así?”

(3) Entonces se sugiere que un sacerdote que vive siempre con


derecho a los diezmos, sobrepasa a aquel de reclamos tem-
porales y limitados de una sucesión de hombres moribundos
(7:8).

(4) Luego, se señala que el orden de Melquisedec es superior al


de los Levitas porque Leví mismo, en efecto, pagó diezmos
a Melquisedec, mientras en los lomos de su padre, Abraham
(7:9-10).

Estos puntos establecen la superioridad de nuestro “gran Sumo


Sacerdote, Jesús,” quien es según el “orden de Melquisedec,”
sobre el orden temporal e imperfecto de Aarón.

b. El Sumario de la Comparación (7:11-28)

El orden Aarónico es mostrado ahora ser imperfecto y transitorio,


porque el Apóstol razona de otra manera un sacerdocio de otro
orden no habría sido mencionado en Salmos 110, después de
ser establecido el sacerdocio Levítico (7:11).

Entonces, siendo que toda la dispensación fue basada sobre el


sacerdocio Aarónico, “necesario es que haya también cambio de
ley” (7:12). El razona esto porque “aquel de quien se dice esto,
es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar (según la ley)”
(7:13). Esto es evidente, siendo que Jesús fue de la tribu de Judá
y no fue levita (7:14).

Así, vemos un punto significativo de comparación. El sacerdocio


levítico, que fue inadecuado (11), fue dado por la Ley, que tam-
bién fue inadecuada (19). Por eso, “necesario es que haya tam-
bién cambio de Ley.” Siglos después de ser establecido el orden
Levítico, Dios habló del orden Eterno de Melquisedec, el cual,
siendo adecuado, satisfizo la necesidad. Lea 7:21 y 28.

39
Otra vez, es señalado que el poder del sacerdocio Levítico fue
“constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la
descendencia” (16), mientras el sacerdocio de Cristo fue “según
el poder de una vida indestructible” (16). Además, Ios otros cier-
tamente sin juramento fueron hechos sacerdotes. . .” (21), “pero
éste, (Cristo, según el orden de Melquisedec) con el juramento.
. .” (21).

Ampliando la comparación, Pablo anota, por la muerte, no


podían continuar. . .” (23), “mas éste, por cuanto permanece para
siempre, tiene un sacerdocio inmutable” (24). Finalmente, dice
del orden Levítico, Ia ley constituye sumos sacerdotes a débiles
hombres. . .” (28), mientras “tal sumo sacerdote nos convenía:
(Cristo) santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores,
y hecho más sublime que los cielos” (7:26-27).

La conclusión de la comparación es que tenemos en El, por fin,


un Sumo Sacerdote perfectamente útil, compasivo y misericor-
dioso, quien es muy superior al orden Aarónico.

40
Siete

JESUCRISTO-SU MEJOR PACTO Y


SU MEJOR SACRIFICIO
(8:1-13)

A. JESUCRISTO, SU MEJOR PACTO:

1. Análisis: Como fue sugerido en los últimos versículos del capí-


tulo 7, el sacerdocio de Cristo, que probó ser mejor que el orden
Aarónico, es ahora señalado enteramente como la REALIDAD
que fue prefigurada por el orden Aarónico. Otra vez, el escritor
de Hebreos compara los dos sacerdocios con respecto a (1) su
ALCANCE, (2) sus FUNCIONES, y (3) sus EFECTOS. Esta com-
paración señala los distintos contrastes entre los dos pactos a
los cuales ellos pertenecen respectivamente. Al hacer esto, el
Apóstol enfatiza a sus lectores el hecho que el pacto de Cristo es
el mejor. Este es su propósito principal en esta porción de la
epístola.

2. Bosquejo: (8:1-13)

a. El Nuevo Pacto es Mejor que el Antiguo (8:1-7)


b. Las Prornesas Mejores del Pacto Nuevo (8:8-13)

3. Desarrollo del Texto:

a. El Nuevo Pacto es Mejor que el Antiguo (8:1-7)

El escritor ahora empieza a proyectar el resto de su tema en la


mente del lector, usando como base su argumento precedente,
“ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que
tenemos tal sumo sacerdote. . .” (8:1). Había usado este punto
para probar que “. . cambiado el sacerdocio, necesario es que
haya también cambio de ley” (7:12). Este es el punto clave de su
argumento. Es el punto central donde el escritor cambia a otra
fase de su exposición-una comparación de los Pactos. En esto,
él establece el hecho que un cambio del orden Aarónico es, en
esencia, también un cambio en la ley, pues la Ley de Moisés
estableció el sacerdocio levítico.

El “sumario” (8:1-2) también llegó a ser la base para comparar el


alcance de los dos sacerdocios. El papel sacerdotal de
Jesucristo, MEDIANERO en esencia, está “en los cielos” y es del
41
“tabernáculo verdadero,” mientras que el sacerdocio Levítico fue
meramente una “sombra de las cosas celestiales. . .” (8:5). El
tabernáculo que Moisés hizo fue para prefigurar el tabernáculo
verdadero,” y por lo tanto Moisés fue amonestado a “hacer todas
las cosas conforme al modelo...” (8:5).

Ahora, es mostrado que un Sumo Sacerdote mejor es hecho la


medida de un mejor pacto del cual El es ahora el mediador (8:6).
En otras palabras el nuevo pacto es mucho mejor que el antiguo
así como el sacerdocio de Cristo es mejor que el de Aarón.
Además se declara que el “mejor pacto” es establecido sobre
“mejores promesas.”

La palabra Porque. . .” (8:7) presenta esta oración como una


razón de lo que había sido dicho en el versículo 6, esto es, “ ...
un mejor pacto.” El escritor no quiere decir en este pasaje que la
Ley era imperfecta. Muy al contrario, Pablo insiste que la Ley es
“. . . santo, justo, y bueno” (Romanos 7:12). La Ley fue adecua-
da para su uso propuesto y cumplió todo aquello para lo cual
estaba planeada. Intencional mente fue temporal, con su propio
propósito (Gálatas 3:19), interviniendo entre la promesa a
Abraham y su cumplimiento en Jesucristo. Por lo tanto, com-
prendemos que el escritor no hizo una referencia derogatoria al
primer pacto por referirse al segundo como un “ ... mejor pacto.”
El primer pacto fue adecuado para su propósito, pero no fue
planeado para igualar al nuevo pacto.

b. Las Promesas Mejores del Nuevo Pacto (8:8-13)

“Porque reprendiéndoles dice. . .” (8:8) se refiere a la insuficien-


cia del Antiguo Pacto, y es por esta razón que Pablo afirma, que
Dios prometió por medio de Jeremías (31:31-34), “. . . un nuevo
pacto” (8:8-12). Esta gran promesa de un nuevo pacto, aunque
dirigida a Israel y Judá, no fue hecho para ellos solamente.
Aunque vendría para ellos y por medio de ellos, era universal;
para todas las naciones.

El escritor de Hebreos establece el hecho, de la Escritura, que el


Nuevo Pacto no sería “como el (antiguo) pacto. . .” (8:9), sino que
sería cambiado. El antiguo o primer pacto falló porque ... ellos
(Israel) no permanecieron en mi pacto.”

42
En comparación, el siguiente versículo señala que mientras el
primer pacto era externo (visible) y formal—inscrito en piedra, el
segundo era interno (invisible) y espiritual en naturaleza escrito
en la mente y el corazón (8:10).

Luego, bajo el nuevo pacto, Dios había prometido, porque todos


me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos” (8:11).
Tal conocimiento personal era desconocido bajo el antiguo pacto
Otra promesa sobre la cual el nuevo pacto sería establecido era
la remisión completa y total de los pecados. Esto es, Dios
prometió ser misericordioso a las injusticias del hombre y que El
nunca más se acordaría de sus pecados y de sus iniquidades
(8:12). Tal cosa fue desconocida bajo el antiguo pacto.

El escritor de Hebreos también señala que aun al decir “un


nuevo pacto” el primero fue hecho viejo. ¡Y, ESTO FUE EN EL
TIEMPO DE LA PROFECIA DE JEREMIAS! (8:13). En esto, él
ha establecido firmemente el hecho inalterable que un nuevo
pacto no sólo fue una realidad Bíblica, sino que el nuevo pacto
fue basado en “mejores promesas” y por lo tanto un “mejor
pacto.”

B. JESUCRISTO—SU MEJOR SACRIFICIO:

1. Bosquejo: (9:1-28)

a. Los Sacrificios Levíticos Temporales (91-10)


b. EL Sacrilicio Eterno de Jesucristo (9:11-14)
c. El Nuevo Pacto es Cumplido en la Muerte de Cristo (9:15-28)

2. Desarrollo del Texto:

a. Los Sacrificios Levíticos Temporales (9:1-10)

Pablo describe en detalle, el tabernáculo y su mobiliario (91-5),


sin embargo, profundizarse en los detalles sería perder el punto
del pasaje: por tanto, tenemos la conclusión del Apóstol en el
versículo 5: de las cuales cosas no se puede ahora hablar en
detalle.”

El punto es que fue aquí donde “entran los sacerdotes contínua-


mente para cumplir los oficios del culto” (9:6). En esto, el alcance
del ministerio del sacerdocio Levítico muestra ser decididamente
limitado. El alcance del “ministerio más excelente” de Cristo
como el “mediador de un nuevo pacto” es mostrado ser más
43
grande, no limitado a lo terrenal, está “en los cielos” (8:1) “y es
de aquel verdadero tabernáculo” (8:2).

En Hebreos 9:8-10 encontramos un punto de contraste significa-


tivo: “ ... aún no se había manifestado el camino al Lugar
Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estu-
viese en pie.” Era sólo “un símbolo . . . según el cual se presen-
tan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en
cuanto a la conciencia...” (9:9). “Consiste sólo de comidas y
bebidas de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la
carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas” (9:10).
No significa ser permanente, sino temporal. No significa hacer al
hombre completo, sino como una figura de cosas por venir Y,
mientras que el antiguo pacto y sacerdocio terrenal per-
manecieran en pie, el camino al Lugar Santísimo no sería mani-
festado.

b. El Sacrificio Eterno de Jesucristo (9:11-14)

“Pero. . .” (9:11) hace contraste con “estando ya presente Cristo,


sumo sacerdote. . .” con el sacerdocio Levítico con respecto a la
esfera de servicio. Su sacerdocio es “por el más amplio y más
perfecto tabernáculo, no hecho de manos. . .”

El sacerdocio de Cristo no sólo es más grande en la esfera de


servicio, sino que es más grande en su función. El llegó a ser
el SACRIFICIO. “Por su propia sangre, entró. . .” (9:12); y, por
Su sangre, El obtuvo eterna redención para nosotros.” Este
gran sacrificio es mayor que todos los sacrificios ofrecidos por
el sacerdocio Levítico.

Luego, se nos muestra que el sacerdocio de Cristo es mayor en


efectos (9:13-14). Si la sangre de los toros y de los machos
cabríos, aunque limitada en su eficacia, hizo aquello para lo cual
estaba destinada por el Señor, “¿Cuánto más,” el escritor pre-
gunta, la sangre de Cristo, . . limpiará vuestras conciencias de
obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”

c. El Nuevo Pacto es Cumplido en la Muerte de Cristo (9:15-28)

44
“Así que, por eso...” (9:15) es un pensamiento conectivo que sig-
nifica que por el sacrificio de Cristo habiendo sido como fue
descrito, El es el “mediador de un nuevo pacto.” La muerte del
testador era necesaria para confirmar el testamento (9:16-17) y
la grandeza del sacrificio implica la grandeza del testamento.
Además, Su sacrificio le calificó a El para el papel de “Mediador
del Nuevo Testamento.”

Un testador es la persona que hace un testamento. El testamen-


to ni es válido hasta la muerte del testador (9:16-17). Aquí vemos
a Jesús como Testador y Mediador del Nuevo Testamento. Si el
Nuevo Testamento cambia el Antiguo, debe admitirse que el tes-
tador del Nuevo Testamento es también el autor del Antiguo
Testamento.

Luego, también esto responde a las preguntas referentes a la


salvación del ladrón en la cruz. El fue salvo bajo la antigua dis-
pensación, el antiguo pacto, porque el nuevo no había sido con-
firmado. Jesús, el testador, aún estaba vivo. El dio al ladrón vida
eterna. Pero, con la muerte del testador, el último testamento era
válido. Ese “testamento” fue leído al mundo por los “ejecutores”
que el testador había escogido, los Apóstoles, en el día de
Pentecostés. Nadie tiene la autoridad de ofrecer salvación a otro
en ningún otro término. ¡Está establecido en los cielos para siem-
pre!

El primer testamento fue instituido con sangre (9:18-22). Dado


que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (9:22),
“fue necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores
sacrificios que estos” (9:23). “Así también Cristo fue ofrecido una
sola vez para llevar los pecados de muchos. . .” (9:28). Este gran
sacrificio es suficiente para todos los hombres de todos los tiem-
pos.

45
Ocho

SUMARIO Y CONCLUSION DE LA
COMPARACION
A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Bosquejo: (10:1-39)

a. Sumario del Argumento (10:1-18)


(1) Cristo, el sacrificio “Una vez para siempre” (10:1-10)
(2) Conclusiones y énfasis de los Resultados (10:11-18)

b. Exhortación para mantenerse firmes (10:19-39)


(1) Una Admonición (10:19-25)
(2) Fallar en mantenernos firmes traerá juicio (10:26-31)
(3) El Galardón Futuro para Aquellos que se han Mantenido
Firmes (10:32-39)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. Sumario del Argumento (10:1-18)

a. Cristo, el “Una vez para siempre” sacrificio (10:1-10)

El Apóstol razona que si pudieran, bajo la Ley, “los mismos sacrifi-


cios que se ofrecen contínuamente cada año, hacer perfectos a los
que se acercan,” (10:1) entonces “cesarían de ofrecerse” (10:2).
Luego, abreviando, señala el hecho que la sangre de los toros y de
los machos cabríos no puede quitar los pecados” (10:4). Sin embar-
go, Jesús vino, según Salmos 40, para cumplir o poner en efecto la
voluntad de Dios, y “en esa voluntad somos santificados mediante
la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”
(10:10). Fue Su voluntad quitar “lo primero, para establecer esto últi-
mo” (10:9). Y, bajo este último o Nuevo Pacto, “somos santificados
mediante la ofrenda. - . una vez para siempre.”

b. Conclusiones y Enfasis de los Resultados (10:11-18)

En estos últimos versículos el argumento es unido con un contraste


que enfatiza los resultados finales de ambos.

46
El Sacerdocio Levítico ofreció sacrificios diarios que no pueden quitar
los pecados (10:11), Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para
siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra
de Dios (10:12). “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados” (10:14) y llevó a cabo el cumplimiento de
las profecías de Jeremías (10:15-17). Luego, según el versículo 18,
“no hay mas ofrenda por el pecado” aparte de este sacrificio “una vez
para siempre.”

El es el único mediador entre Dios y los hombres (I Timoteo 2:5). No


hay necesidad de otro. El no solamente es el mediador, El es el tes-
tador o autor del testamento que El media. El es nuestro “todo en
todo.”

2. Exhortación para Mantenerse Firmes (10:19-39)

a. Una Admonición (10:19-25)

Un “camino nuevo y vivo,” no pisado por hombre hasta que nuestro


gran sumo sacerdote lo abrió y dedicó por nosotros, ahora esta
disponible. Ahora, tenemos 1ibertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo.” Acceso directo a Dios-¡Qué
gran privilegio! Un privilegio comprado por sangre. Nunca hubo un
tiempo en la historia de Israel cuando todos con denuedo podían
acercarse al Santo. En verdad, habían sido refrenados de aproxi-
marse demasiado cerca. (Vea Exodo 19:12-13.)

Pero, debemos recordar que los privilegios tienen deberes y


responsabilidades que van acompañadas. Pablo ahora nos exhor-
ta a reconocer y cumplir las obligaciones del deber. Se señalan los
siguientes:

(1) Nuestro deber hacia Dios. Debemos acercarnos “con


corazón sincerzo en plena certidumbre de fe...” (10:22).
Después que Jesús abrió y proveyó el camino, sería plena
negligencia fallar en acercarnos. Mientras nos acercamos,
debe ser “en plena certidumbre de fe” siendo que tenemos
“un gran sumo sacerdote sobre la casa de Dios” (10:21). El
se compadece de nuestras debilidades y El es poderoso
para socorrer a los que son tentados. Errar en este deber es
perder el privilegio.

(2) Nuestro deber hacia el mundo. “Mantengamos firme sin fluc-


tuar la profesión de nuestra esperanza. . .” (10:23). Ante los
hombres debería ser un testimonio continuo. Algunos
47
habían, sin duda, empezado a “fluctuar” en specto y la ten-
dencia peligrosa tenía que ser impedida. “Así alumbre vues-
tra luz. . .” y eso, entre los hombres de este mundo.

(3) Nuestro deber hacia la Iglesia. Debemos considerar nos


unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”
(10:24). Una actitud de interés y de consideración hacia su
hermano “estimulará,” provocará o incitará amor y buenas
obras por su parte. Una actitud autoritaria, “más santo que
tú,” hará lo contrario.

“No dejando de reunirnos. (10:25) no es sólo una obligación o deber


hacia Dios, sino a nuestros hermanos y a nosotros también. Reunidos
“en Su nombre,” somos honrados por Su presencia en nuestro medio.
Tenemos que tener esta comunión con Dios y nuestros hermanos. ¡Lo
“debemos” uno al otro! Ningún cristiano debe ser dejado a solas en el
mundo. Si no hay una asamblea cristiana a su alcance, debe
trasladarse o empezar a “hacer discípulos.” Ud. necesita a su her-
mano, y él le necesita a Ud.

La admonición aquí es en contra al hecho de abandonar, el cual


empieza con fallar descuidadamente en asistir a las reuniones de la
Iglesia. Y, como veremos, puede llegar a ser apostasía completa,
“dejando de reunirnos.”

b. Fallar en Mantenernos Firmes Traerá Juicio (10:26-31)

“Porque. . .” (10:26) une la advertencia siguiente a los deberes y


responsabilidades mencionados antes. La inferencia de la porción
bíblica es bien clara; negligencia del deber cristiano es un camino
seguro a la apostasía. Cuando sabemos hacer el bien, y no lo hace-
mos, llega a ser pecado a nosotros (Santiago 4:17).

Porque si pecáremos voluntariamente. (10:26) es vinculado a los


versículos anteriores. Abandonar o dejar “de reunirnos” es aban-
donar la fe que el cuerpo propaga. Esto constituye una forma de
apostasía. No hay independientes o solitarios en la Iglesia de Dios.
Pero, el versículo, en su propio derecho, destaca claramente las
posibilidades trágicas de pecar “voluntariamente.”

48
“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el
conocimiento de la verdad. . .” se refiere a un pleno conocimientc de
Jesucristo (verdad). Esto es nada menos que una experiencia de
nacer de nuevo según Hechos 2:38 y Juan 3:5, y un entendimiento
abierto (Lucas 24:45; 11 Timoteo 2:7).

“Porque si pecáremos voluntariamente. . .” ya no queda más sacrifi-


cio por los pecados.” Ya no es disponible el “sacrificio de expiación”
del sistema Levítico. No hay medios por los cuales el creyente puede
acercarse a Dios justificado. Ningún sacrificio que pueda ser ofreci-
do será eficaz; “ya no queda más sacrificio por los pecados.”

¿Quiere decir que si una persona peca después de nacer de nuevo,


no hay esperanza para él? ¡Ciertamente NO! Quiere decir, empero,
que no tiene nada para ofrecer como aplacación a un Dios ofendido
por su pecado. Sin embargo, tenemos un sumo sacercote,” un “abo-
gado” (1 Juan 21), y tenemos que echarnos” sobre Su misericordia
en pleno arrepentimiento y fe.

Pero, si rehusamos hacer esto, estamos pecando voluntariamente y


tal camino lleva a la desesperanza completa, abandono total de la fe,
apostasía. Esto trae juicio, lo cual es esperado con temor (10:27).

Pablo señala que bajo la Ley de Moisés cualquier judío que violaba
la Ley “por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisible-
mente.” Además, esto fue reconocido como justo, tan duro como fue
(Deuteronomio 17:2-7). Pero, ¿no son los que abandonan la cris-
tiandad culpables de un pecado mayor? (10:28-29). ¿No deben ellos
recibir aun mayor castigo? El punto es presentado, y el escritor deja
la conclusión al lector

“Pues conocemos al que dijo. . .” (10:30). Conocer a Dios es recono-


cer que El es justo; es entender que la justicia retributiva pertenece
a Su naturaleza moral. Hay que dar cuenta por cada pecado. ¡La jus-
ticia lo demanda! Y, nuestro Dios es justo.

Este Dios, con quien tratamos, dijo “mía es la venganza, yo daré el


pago” (10:30). ¡El juicio es seguro! Un juez justo dará juicio final.
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (10:31).

49
Así, el Apóstol concluye la gran advertencia central con palabras
pesadas y penetrantes. “¿Cómo escaparemos nosotros, si des-
cuidamos una salvación tan grande?”

c. El Galardón Futuro para Aquellos que se han Mantenido Firmes


(10:32-39)

Después de las palabras penetrantes y severas de advertencia, el


escritor otra vez cambia su voz y recuerda a los lectores de Ios días
pasados.” Su experiencia pasada había incluido “padecimiento,”
“vituperios,” “tribulaciones” y “el despojo de vuestros bienes.” Todas
estas cosas ellos habían soportado porque sabían que tenían “una
mejor y perdurable herencia en los cielos” (10:32-34). Habían sufrido
con Cristo, fueron destinados a reinar con El.

Pero, su pasado glorioso estaba en peligro. Como Jesús había


dicho, “con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” (Lucas
21:19). Por eso, el Apóstol les exhortó “No perdáis, pues, vuestra
confianza (fe). . .” (10:35). Por la falta de paciencia, estaban en peli-
gro de no recibir la promesa, aun después de haber hecho la volun-
tad de Dios en el pasado (10:36). La salvación es un asunto del pre-
sente tanto como del pasado.

Después de referirse al pasado y al presente, Pablo presenta el


galardón futuro para la consideración de aquellos que “viven por fe”
y rehusan “retroceder” Con un fuerte tono tranquilizador, el termina el
pensamiento por abrir otro: “Pero nosotros no somos de los que
retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preser-
vación del alma” (10:39). Aquí, el enfáticamente importuna una con-
fianza de corazón, a una fe que guía adelante y arriba. En verdad,
está presentando el tema que la fe es el principio de la vida espiritu-
al.

50
Nueve

LA FE, EL UNICO CAMINO


(11:1-40)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: Habiendo presentado la fe como el principio de la vida


espiritual con una cita de Habacuc 2, “Mas el justo vivirá por fe”
(10:19-39), el escritor procede a clarificar los puntos que él ha
propuesto. En primer lugar, él define o describe la fe. Luego, pre-
senta una serie de ilustraciones biográficas. Por medio de estos
ejemplos, muestra que la fe fue el elemento esencial en cada
vida, estableciendo así el tema de la división, “La Fe, El Mejor
Camino.”

Ud. notará que estos ejemplos son tomados de varias dispensa-


ciones. Por eso, vemos que la fe ha sido el principio de la vida
espiritual en cada época, y todavía lo es (11:1-40).

2. Bosquejo: (11:1-40)

a. La Definición é Ilustración de la Fe (11:1-40)


(1) La Fe Definida o Descrita (11:1-3)
(2) Ejemplos de Fe en Aquellos Antes del Diluvio (11:4-7)
(3) Ejemplos de Fe en las Vidas de los Patriarcas (11:8-22)
(4) Ejemplos de la Fe de Moisés (11:23-28)
(5) Las Hazañas de Fe (11:29-38)
(6) La Perfección por medio de la Promesa (11:39-40)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. La Definición e Ilustración de la Fe (11:1-40)

a. La Fe Definida ó Descrita (11:1-3)

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción


(11:1). La palabra “certeza” viene de una palabra griega que lleva
el sentido de lo que soporta.” En este sentido la fe es el funda-
mento solido que soporta la esperanza; así, tenemos en la fe “la
certeza de lo que se espera.”

Pero, la fe Bíblica no es una creencia deseada o esperanzas de


fantasía. Nuestras esperanzas son basadas sobre “lo que está
51
escrito” y nuestra fe en la Palabra de Dios “soporta” como un fun-
damento firme de nuestra esperanza. Es, pues, la fe la certeza
de lo que se espera.”

La fe es la “mano del alma” con la cual podemos “asir” o “alcan-


zar” Io que se espera” y Io que no se ve.” Es por la fe que
podemos “ver” y “asir” las “realidades invisibles” de lo siguiente:

(1) Salvación-La fe que salva es una fe activa, una fe que se


expresa en obras. “La fe sin obras es muerta” (Santiago
2:20).

(2) La mano de Dios en nuestra vida diaria. Todas nuestras


pruebas son más soportables cuando “vemos” la mano
invisible de Dios en ellas. Cuando El provee nuestras
necesidades, podemos, por la fe, ver Su mano. Cuando se
necesita Su gracia y Su gracia es suficiente, vemos aquella
santa mano en nuestras vidas.

(3) Nuestro galardón eterno. Aunque estas realidades no son


vistas todavía, son claramente visibles al ojo de la fe.

En un breve pasaje (1:2) Pablo se refiere al poder de la fe en las


vidas de los “antiguos.” Sus vidas fueron controladas por la fe.
Es decir, ellos confiaban en un Salvador, que no se veía todavía.
Ellos esperaban al Salvador sobre la base de la promesa de
Dios. Luego, sus vidas fueron premiadas por medio de la fe. En
vida, ellos tenían una meta, un propósito, una esperanza.
Después que sus vidas terminaron, ellos “alcanzaron buen testi-
monio mediante la fe.”

Esta primera ilustración presentada de la naturaleza de la fe es


diferente de las demás. No es el caso de un individuo mostran-
do fe, sino un objeto de la fe; un hecho registrado, que cono-
ceríamos sólo por la autoridad de las Escrituras. Una larga lista
cronológica de casos está en la mente del Apóstol; y siendo que
la lista llega hasta el principio del tiempo, naturalmente la
creación se presenta como una cosa que podemos conocer sólo
por la fe.

En este versículo, la fe es presentada como un poder u órgano


espiritual-esa facultad perceptiva de la mente por la cual com-
prendemos la verdad dicha. Es verdad, hay base en la natu-
raleza sobre la cual la razón puede inferir que todas las cosas
fueron llechas por un Ser de Sabiduría y Poder; pero el modo de
52
la creación, como está descrito en Génesis, jamás podría haber
sido descubierto por las investigaciones del hombre. La mente
basa su creencia, en este caso, no sobre la investigación, expe-
riencia ó deducción, sino sobre el testimonio de la Santa
Escritura.

Así, vemos que la fe es la doctrina fundamental de la Biblia (11:3).


El universo no fue creado por, o a través de la fe, pero nuestro
entendimiento de como fue creado es un asunto de fe. A través
de, y por la fe en el relato bíblico de la creación rechazamos las
suposiciones fantásticas y asunciones sin fin de la evolución. El
hombre que tiene fe en el relato bíblico de la creación es
inteligente porque empieza con un Dios inteligente de la creación.
El escéptico que mantiene que la materia y movimiento son los
únicos elementos eternos tiene una fe que no es inteligente
porque él empieza con material que no es inteligente. Para el cris-
tiano, la fe expresada en este versículo es fundamental. A esto
tenemos que adherirnos, la fe nos capacita a entender “haber
sido constituido el universo por la palabra de Dios. . .” Es decir, El
habló y existió. Su palabra creadora, “ ... el aliento de su boca”
(Salmos 33:6-9) fue el medio por el cual Dios constituyó todo lo
que existe en tiempo y espacio. Este “entendimiento” viene por, y
a través de la fe en la Santa Palabra de Dios.

En la luz de estos hechos, considere la teoría trinitaria que Dios,


una “primera persona” creó el universo por, y a través de una
“segunda persona,” quien fue también Dios, pero separado y dis-
tinto de Dios, la “primera persona.” Esto generalmente se hace
al intentar personificar el “Verbo” en Juan 1:1. Esto es absurdo.
Tal enseñanza es una negación abierta de esta preciosa porción
bíblica, tanto como a muchas otras. La palabra, por la cual Dios
constituyó el universo, no es una segunda persona en Dios, sino
la expresión audible, la pronunciación de Su voluntad Divina o
pensamiento (Logos-Juan 1:1). “El dijo y ue hecho” (Salmos
33:9).

Además, el pasaje (11:2) revela que Dios no hizo el universo de


materiales pre-existentes, sino que ¡El lo creó de la nada! El
habló y existió.

53
b. Ejemplos de Fe en Aquellos Antes del Diluvio (11:4-7)

Mientras que Ud. observa estos tres ejemplos, note como cada
uno lleva una semejanza sobresaliente a un paso en la salvación
del Nuevo Testamento. Es decir, en Abel, vea el ejemplo de fe en
la sangre; en Enoc, vea la fe exhibida en el hecho (obras) de
andar con Dios; en Noé, vea la fe en el juicio venidero, en “cosas
que aún no se veían.”

(1) Abel, El Testigo Muerto (11:4). El gran factor de distin-


ción entre el sacrificio de Abel y el de Caín fue la “fe,” es decir,
fue “por la fe” que Abel ofreció “más excelente sacrificio que
Caín.” ¿Cómo es que él tuvo fe? ¿Por qué no tuvo Caín fe, tam-
bién? Eran hermanos. ¿Por qué la diferencia?

“La fe es por el oir” (Romanos 10:17), y es evidente que ambos


habían oído la voluntad de Dios en el asunto. Sin duda, Adán dio
instrucciones a ambos hijos. Abel escuchó y creyó. Dios había
mostrado a Adán un modelo de un sacrificio de sangre (Génesis
3:21) y la fe de Abel en el sacrificio de sangre fue demostrado por
su hecho de ofrecerlo.

Caín recibió la misma instrucción, pero “por no ir acompañada de


fe” (4:2) él se descuidó en obedecer Indiferente a la voluntad de
Dios en el asunto, él ofreció un sacrificio de su propia elección.
Pero, Dios lo rechazó porque no demostró fe por la obediencia.
Fue un producto de voluntad propia e indiferencia a la voluntad
de Dios, por tanto, inaceptable a El.

Así, “por lo cual (el sacrificio de Abel) Abel, siendo muerto, aún
habla por ella (su fe).” El habla en contra a la voluntad propia e
indiferencia en las cosas que pertenecen a Dios y al servicio cris-
tiano. El nos dice que el Camino de Dios es el único camino. El
declara que la fe es el mejor camino, ¡el único camino!

(2) Enoc-Agradó a Dios (11:5). Siendo que “sin fe es imposi-


ble agradar a Dios,” sabemos que Enoc era un hombre fiel a
Dios, porque dejó el testimonio de haber agradado a Dios, y Dios
lo traspuso. El caminó con Dios. El se movió como el Señor le
movió. El vivió en armonía con la dirección de Dios. El, “por la fe”
dejó un lindo ejemplo de una vida dedicada y disciplinada. La fe
fue el principio de su vida espiritual.

54
(3) Noé, El creyó y obedeció (11:7). Por la fe Noé, cuando
fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían. .
.” icreyó! Aunque él nunca antes había visto algo semejante a un
diluvio, creyó en la advertencia de Dios. Nosotros nunca hemos
visto un Iago de fuego,” pero tenemos la Palabra de Dios sobre
el asunto. Algunos se burlarán; otros rehusarán el pensar en
una cosa tan terrible; pero, los que creen en Dios seguirán el
ejemplo sabio de Noé. El se movió “con temor,” esto es una
señal de sabiduría porque “el temor de Dios es el principio de
sabiduría.” El “preparó el arca” una cosa inútil y fea; es decir,
hasta que las “cosas que aún no se veían” llegaron a ser una
realidad aterradora. Su fe en la Palabra de Dios, expresada en
sus obras, se convirtió en el arca para la salvación de su casa y
por aquella obra de fe “condenó al mundo.”

Hasta ahora, la fe es el principio de la vida espiritual, Vorque


es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay . .”
(11:6), es decir, el hombre no puede acercarse a Dios sin ser
convencido que El existe, aunque sea invisible. Esto requiere fe.

Además, él tiene que creer que “es galardonador, es decir,


no sólo tiene que creer que hay un Dios, tiene que esperar en
recibir Io que se espera.” Así es la fe que agrada a Dios.

Luego, acercándose a Dios con sus peticiones, no debe


“pedir mal, para gastar en vuestros deleites,” (Santiago 4:3) o
va a pedir y no recibirá. Que cada oración siga el ejemplo que
nuestro Señor nos dejó en el huerto. Después de orar “pase de
mí esta copa,” El concluyó la petición con las palabras, “pero
no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39). La volun-
tad humana sujetada a la voluntad Divina.

c. Ejemplos de Fe en las Vidas de los Patriarcas (11:8-22)

La fe de Abraham es vista en su obediencia indiscutible a Dios.


“Llamado” él “obedeció para salir ... y salió sin saber a dónde iba”
(11:8). Esta fe iba a ser manifestada a través de la vida del
patríarca. Desde este primer hecho de fe él siguió la voz de Dios
ciegamente. “Sin saber” a dónde le guiaría, pero sabiendo que
era correcto seguir, él “salió.”

55
El vivió “por la fe” escogiendo perseguir las metas espirituales
(11:9-10). El “esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo
arquitecto y constructor es Dios.” Podía haber sido satisfecho
con herencia mundana y material de la tierra, pero dentro de su
alma había una convicción, basada en la promesa de Dios, que
“cosas mejores” le esperaban. Fue esta fe que le impulsó a
habitar “en tierra ajena” y morar en tiendas como peregrino y
extranjero.

La fe sola puede causarnos rehusar las atracciones de esta


época presente y confesar que somos “extranjeros y peregrinos
sobre la tierra” (11:13). Por la fe, podemos declarar, “Este mundo
no es mi hogar.” ¡Por la fe, nosotros, también, esperamos aque-
lla ciudad!

La familia de Abraham compartió su fe. Sara, siendo estéril, con-


cibió y dio a luz a Isaac “porque creyó que era fiel quien lo había
prometido” (11:11). Y de Isaac vino una multitud innumerable de
descendientes.

Aunque no recibieron las promesas en sus vidas, “mirándolo de


lejos, y creyéndolo, y saludándolo y confesando” (11:13). Esto es
fe verdadera y viva. Denodados por circunstancias externas, con
firme creencia, ellos aceptaron al invisible como si estuviera pre-
sente por causa de lo que Dios había prometido. Ellos “confe-
saron” y así “claramente dan a entender que buscan una patria”
(11:14). Si hubieran deseado, podían haber regresado a su esta-
do anterior (11:15). Pero, creyendo a Dios, “anhelaban una
mejor, esto es celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de lla-
marse Dios de ellos” (11:16). Dios honra a aquellos que le hon-
ran a El. Todo lo que ellos tenían como base de su esperanza y
anhelo era la promesa de Dios, y ésta era suficiente; “Porque les
ha preparado una ciudad.” El dijo, “Voy, pues, a preparar lugar
para vosotros. . para que donde yo estoy, vosotros también
estéis” (Juan 14:2-3). ¡Qué preciosas promesas! Que nos man-
tengamos firmes para que podamos recibirlas.

La fe de Abraham fue probada en muchas maneras, pero la


prueba más severa fue “cuando fue probado” y “ofreció a Isaac”
(11:17-19). Era “en Isaac” que la semilla de promesa habitaba.
Abraham sabía que Dios le había dado a Isaac por un nacimien-
to sobrenatural. Es decir, “de uno, y ése ya casi muerto, salieron
como las estrellas del cielo en multitud” (11:12). Por tanto, él
sabía “que Dios es poderoso para levantar aún de entre los
muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a
56
recibir (11:19). Abraham miraba al nacimiento sobrenatural de
Isaac como Ia convicción de lo que no se ve” y sabía que el
mismo Dios quien le había dado de la “muerte” en una figura, fue
“poderoso para levantar aún de entre los muertos.”

Sus descendientes siguieron el ejemplo de fe. Isaac bendijo a


Jacob y Esaú respecto a cosas venideras, “por la fe.” Jacob, al
morir bendijo a ambos hijos de José (11:20-21). Tal vez merece
notar que ambos, Isaac y Jacob, rindieron sus voluntades a la
intervención divina, pues en ambos casos, el menor fue bende-
cido sobre el mayor. La fe halla su mayor exhibición en nuestras
vidas cuando podemos decir honestamente, respecto a algo muy
importante para nosotros, “no sea como yo quiero, sino como tú.”
Por la fe, podemos rendir nuestras vidas a El.

Ud. notará que cada ejemplo ilustra un aspecto distinto de la fe.


Como una lindisima obra de arte, cada detalle añade profundi-
dad y perspectiva a la comprensión del retrato compuesto. Cada
ilustración amplifica el concepto de la fe. Este es el propósito del
escritor

d. Ejemplos de la Fe de Moisés (11:23-28)

El mismo hecho que Amram y Jocabed confiaron en la


Providencia Divina expresó su fe. “Por la fe” ellos escondieron a
Moisés y “no temieron el decreto del rey” (11:23). Dios honró este
hecho proveyendo una manera por la cual Jocabed pudo criar a
su hijo, por lo menos durante su infancia. ¡Que Dios nos dé más
padres fieles que esconderán a sus hijos de las fuerzas destruc-
toras de esta época actual!

“Por la fe,” Moisés renunció a su posición en la corte de Egipto


(11:24). No fue una acción precipitada, sino “hecho ya grande”
40 años de edad. Había considerado el precio. Había compara-
do el camino de “ser maltratado con el pueblo de Dios” al de
“gozar de los deleites temporales del pecado.” El escogió el
primero, dándose cuenta que si los “deleites” del pecado son
sólo “temporales,” el “maltrato” no podía durar más. “Por la fe ...
tenía puesta la mirada en el galardón.” Su estimación del “vitu-
perio de Cristo” lo puso muy en alto sobre Ios tesoros de los
egipcios” en valor Su preferencia fue basada sobre lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve.” ¡Fue por la fe!

57
Note los siguientes factores involucrados en su hecho de fe:

(1) Su negación en aceptar un papel separado y aparte del pueblo de


Dios, no importa cuan lucrativo parecía. El podía haber razonado
que la posición le habría capacitado para ayudarles, como José
había hecho 400 años antes. Pero, en tal curso de acción su fe
había sido en la posición de poder y no en Dios. Lo rehusó para
tener el poder “invisible” de Dios.

(2) Hizo una elección deliberada, definida, estando completamente


al tanto de todo lo que implicaba. “Ser maltratado con el pueblo
de Dios” fue más atrayente que Ios deleites del pecado.” Lo peor
que Dios tiene es mejor que lo mejor que tiene Satanás.

(3) El escogió, a través de una consideración cuidadosa de todos


los factores, “el vituperio. ..mayor .. que los tesoros de los egip-
cios.” Su estimación no fue basada sobre el presente,sino sobre
el futuro. Tomó en consideración a donde llevaba cada camino.
Consideró el fin de las cosas. Esto, por causa de la fe que tenía
en Dios. Por esta fe, él podía ver cosas que aún no se veían.
Este fue el factor determinante.

(4) Teniendo “puesta la mirada en el galardón ... dejó a Egipto. . .”


(11:27) “como viendo al Invisible.” Aun la salvación milagrosa fue
un hecho de fe. “Por la fe celebró la pascua...” (11:28).

La fe fue el principio de su vida espiritual. La fe debe guiar


nuestros tratos en la vida, nuestras referencias, nuestras esti-
maciones, nuestros juicios, cada paso nuestro. “Sin fe es
imposible agradar a Dios.”

e. Las Hazañas de Fe (11:29-38)

“Por la fe pasaron (los israelitas) el Mar Rojo...” (11:29) pero los


egipcios intentando hacer lo mismo, fueron ahogados. Los
israelitas no podían igualar a los egipcios militarmente, pero “por
la fe” fueron salvados de su enemigo.

58
Los muros de Jericó cayeron ante la fuerza de la fe que fue
expresada por siete días de marcha obediente (11:30). El Dios
de Israel honró la fe de sus corazones con la obra de Su mano.

Aun Rahab, la ramera, teniendo fe en el Dios de Israel, fue sal-


vada de la destrucción que vino a la ciudad. Su fe le había impul-
sado a recibir y esconder a los espías en paz (11:31).

Cuatro jueces, un rey y un profeta, son nombrados como testigos


del poder de la fe (11:32) y sus hechos son enumerados como
evidencia de su fe (11:33-34). Después de esto, muchos grandes
hechos de fe se mencionan estableciendo la fuerza de la fe en
las vidas de los hombres (11:35-38).

f. La Perfección por medio de la Promesa (11:39-40)

Después de estas grandes hazañas de fe, obradas por las vidas


de estos héroes de la fe, ellos aún no recibieron lo prometido”
(11:39). “Lo prometido” mencionado aquí es aquello de Génesis
3:15, Isaías 9:6 y Joel 2:28, para mencionar unas cuantas ref-
erencias Bíblicas.

“Y todos estos ... no recibieron lo prometido” y todavía, su fe en


la promesa les dio “buen testimonio.” Ellos, por la fe, cumplieron
su parte en el plan total de Dios, y ahora: “no fuesen ellos per-
feccionados aparte de nosotros.” (11:40). Los creyentes del
Nuevo Testamento, habiendo recibido la promesa que Dios hizo
a Abraharn, completan el plan del cual los santos del Antiguo
Testamento fueron una parte vital.

59
60
Diez

LA FE Y EL CREYENTE
(12:1-29)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Bosquejo:

a. Nuestro ejemplo, Jesucristo (12:1-2)


b. La Disciplina Resulta en el Desarrollo Espiritual (12:3-11)
c. Una Exhortación a la Paciencia (12:12-17)
d. Una Advertencia contra la Apostasía (12:18-29)

B. DESARROLLO, DEL TEXTO:

1. Nuestro Ejemplo, Jesucristo (112:11-2)

Las palabras conectivas “Por tanto” (12:1) unen la exhortación


que sigue al gran conjunto de testigos del capítulo 11. Usando
palabras figurativas, el escritor representa al creyente cristiano
como un corredor en una carrera en un gran estadio, circunda-
do por espectadores. El nos incita a correr la carrera que ten-
emos por delante.” Todo el recorrido tiene que ser cumplido;
ningún atajo o extra “viaje de turismo” que consumiría tiempo,
sino “corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante.”

Además, él insiste que “despojémonos de todo peso y del peca-


do que nos asedia.” El pecado, una vez reconocido como tal,
generalmente es más fácil ponerlo a un lado que el “peso.” Pero,
estamos en la carrera cristiana para ganar y los pesos impiden
nuestro progreso también, y tienen que ser echados a un lado.
¿Cuál es la diferencia? ¿Cómo puede hacerse distinción entre
un peso y en pecado?

Un pecado, como todos concordamos, nos estropea y nos quita


de la carrera cristiana si es permitido quedarse en nuestras
vidas. Aunque un peso puede ser reconocido como algo menos
que el pecado que impide su correr, también es un elemento que
estropea y puede hurtar su victoria. Querer guardar tales cosas
es tan tonto como querer ponerse un abrigo en la carrera en el
estadio. No hay nada malo con el abrigo, pero un corredor no
tiene ninguna necesidad de usarlo. En verdad, el mejor abrigo
61
viene a ser un peso e impedimento a su progreso. Entonces, es
mejor echarlo a un lado.

El cristiano hará bien en reconocer este principio en


la carrera cristiana. ¡Tenemos que ganar! Nuestras
actividades diarias deben ser gobernadas por la regla
siguiente: ¿Qué ganancia hay en esto para mí como cris-
tiano? ¿Impedirá o ayudará a mi progreso?; y no por
decir: “Si no puede probar que es un pecado, lo
guardaré. Me gusta, y es asunto mío lo que hago.”
“Despojémonos de todo peso. . .” ¡porque tenemos que
ganar!

“Corramos . . . puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador


de la fe. . .” (12:2). Pedro quitó sus ojos de Jesús y empezó a
hundirse. Si fijamos nuestros ojos en cualquier elemento que dis-
trae, el resultado será el mismo. ¡Jesús es nuestro gran ejemp-
lo, El sufrió la cruz, menospreció el oprobio, El venció y se sentó
en victoria sobre la muerte, el infierno y el sepulcro!

2. La Disciplina Resulta en el Desarrollo Espiritual (12:311)

Cuando Ud. está abatido, “Consíderad a aquel. . .” (12:3).


Recuerde, “Aún no habéis resistido hasta la sangre” (12:4) como
El hizo. Además, no olvide que “el Señor al que ama, disciplina”
(12:6). Entonces “no menosprecies la disciplina del Señor, ni
desmayes cuando eres reprendido por él” (12:5). Soportar la dis-
ciplina es permitir a Dios que trate con nosotros como hijos
(12:7). Ser sin disciplina es ser sin padre. Por tanto, debemos
dar gracias a Dios cuando viene la disciplina, pues por ella lleg-
amos a ser participantes de Su santidad (12:10). Aunque nunca
es agradable, siempre “da fruto apacible de justicia a los que en
ella han sido ejercitados” (12:11).

3. Una Exhortación a la Paciencia (12:12-17)

“Por lo cual. . .” (12:12) (por estas razones) dice el Apóstol, sien-


do que Jesús surfrió la muerte para su salvación; siendo que Ud.
nunca ha derramado sangre en su resistencia al pecado; siendo
que aun sus pruebas son expresiones del amor de su Padre
Celestial para Ud.; y siendo que las disciplinas son para ganan-
cia de Ud. en sus resultados, seguramente Ud. nunca aban-
donará la fe cristiana.

62
Otra vez, Pablo nos exhorta a la paciencia a través de cumplir
nuestros deberes con (1) nosotros mismos, (2) nuestros her-
manos creyentes, y (3) nuestro Dios.

a. Nuestro Deber con Nosotros Mismos (12:12, 13, 15). Volviendo


a la metáfora de la carrera, el Apóstol ruega a sus lectores que
permanezcan resolutos y fuertes en la presencia de las pruebas.
Los términos “manos,” “rodillas,” y “pies” representan poderes de
acción, moción y progresión (12:12-13). Esto se refiere a la vida
personal de cada creyente. Cada individuo debe andar en el
“camino de santidad” de tal manera que deje sendas derechas
que aun los cojos no tropezarán.

Ud. puede mirar las fallas de otros y permitir que una raíz de
amargura brote y contamine su corazón. Ud. no puede controlar
a otros; es inútil tratar. Pero, Ud. puede mantener puestos los
ojos en Jesús el autor y consumador de la fe.” Esto le guardará
de contaminación por una raíz de amargura.

b. Nuestro Deber con Nuestros Hermanos Creyentes (12:14-15).


Una actitud vengativa hacia otros no es cristiano. Debemos
seguir la paz con todos y como todo el versículo implica, debe-
mos tener un genuino cuidado fraternal para todos. Una persona
con una raíz de amargura puede dañar todo el cuerpo. Guardar
malicia en el alma no sólo impide el crecimiento de esa alma,
sino que destruye la iglesia. Tenemos un deber con nuestro her-
mano creyente de adherirnos a principios cristianos de conduc-
ta.

c. Nuestro Deber con Dios (12:14, 16, 17). No sólo debemos seguir
la paz con todos, sino en términos no inciertos somos instruidos,
“y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Dios es puro y
santo; como Sus hijos, nosotros también, tenemos que ser san-
tos al Señor La santidad tiene que ser perseguida o buscada.
Para ser santo tenemos que crucificar la carne, renunciar al
mundo y resistir al diablo.

“No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú. La


palabra “profano” aquí se refiere a una persona que es mun-
dana, común y seglar; uno que no tiene nada de aprecio para
las cosas espirituales; uno que piensa de las cosas del presente
y lo que ofrece ganancia o placer inmediato.

63
Tal persona nunca cumplirá su deber con Dios. El seguirá donde
sus deseos carnales y sentidos mundanos le guían. El ignorará
a Dios. ¡Consideremos la advertencia y sigamos nuestro andar
con Dios!

4. Una Advertencia Contra la Apostasía (12:18-29)

La comparación entre Sinaí y Sión exhibe un contraste emocio-


nante entre la dispensación Mosaica y la dispensación cristiana.
Esto es seguido por un ruego final a la constancia (12:25-29).

a. El Antiguo Pacto (12:18-21)

El Monte Sinaí, obscuro y tenebroso, es el escenario. Israel está


reunido alrededor del pie del Monte, prohibido y temeroso de
tocarlo. El Dios de Israel, inaccesible, ni está envuelto en
obscuridad ni revelado en fuego. Moisés extremadamente
temeroso, no es capaz de proveer el acceso a Dios para la gente
por medio de su intercesión. La sangre esparcida sobre el
pueblo, ratifica el Pacto, pero no puede limpiar la conciencia. El
sonido de la trompeta y una voz de palabras se escucha que
inspira temor.

Así fue cuando el Antiguo Pacto fue dado y el escritor de


Hebreos recuerda a sus lectores, “Porque no os habéis acerca-
do al monte. . .” Luego, él presenta el contraste con el Nuevo
Pacto.

b. El Nuevo Pacto (12:22-24)

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion. resplandeciente


con luz y coronado con la Ciudad de Dios. Hay coros de ángeles
reunidos. Ud. está en la iglesia aceptada de los primogénitos.
Tiene acceso a Dios mismo. El es accesible, sin terror, y llevan-
do el papel de nuestro mediador. Su sangre, siempre impiadora
de expiación completa habla paz y perdón para todos los que la
tienen aplicada a su alma.

¡Qué contraste! ¿Quién quisiera volver al antiguo pacto? No


podrían aunque quisieran realmente; ya no existía. . ¡La fe es el
mejor camino! ¡La Fe es el único camino!

64
c. La Advertencia Fuerte contra la Apostasía (12:25-29)

Este pasaje es una exhortación sincera y contiene tres fuentes


de advertencia:

(1) De la Historia Hebrea (12:25) aprendemos que “no


escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la
tierra” por medio de Moisés y los profetas. Como resultado
fueron castigados. ¿Cómo podemos esperar en escapar si igno-
ramos “al que amonesta desde los Cielos”?

(2) De la Profecía Hebrea (12:26-27) vemos que El que con-


movió la tierra ha prometido conmoverla otra vez, y no solamente
la tierra, sino también el cielo. Sólo Ias cosas inconmovibles”
quedarán (12:27).

“Así que. . .” (12:28) (o por tanto que) tenemos “un reino


inconmovible; tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a
Dios agradándole con temor y reverencia.” Es claro que debe-
mos permanecer en el “reino inconmovible,” porque algún día El
conmoverá los cielos y la tierra.

(3) De la Teología Hebrea (12:29) escuchamos a Pablo citar


de Deuteronornio 4:24, “Porque Jehóvá tu Dios es fuego con-
sumidor.” Inmutable, el Gran Dios de los cielos y la tierra todavía
es un fuego consumidor contra el mal, así como lo fue en el
Monte Sinaí. Su naturaleza no ha cambiado, y si descuidamos é
ignoramos Su provisión y voluntad en esta dispensación, el día
del juicio será para nosotros un día terrible.

66
Once

LA CONCLUSION
(13:1-25)

A. PREPARACION DEL ESTUDIO:

1. Análisis: Como es la costumbre de Pablo, la epístola termina


con exhortaciones prácticas. Se ruega a los lectores dar aten-
ción a ciertos aspectos de sus vidas diarias, la adoración y rela-
ciones en la iglesia. Con una oración final seguida por unos
comentarios personales, él cierra la epístola.

2. Bosquejo: (13:1-25)

a. Exhortaciones Prácticas para la Vida Diaria (13:1-6)


b. Obligaciones Cristianas a los Líderes y las Doctrinas de la
Iglesia (13:7-9)
c. El Privilegio Exclusivo del Cristiano (13:10-15)
d. Exhortaciones Finales y una Petición para la Oración
(13:16-19)
e. Oración Final y Referencias Personales (13:20-25)

B. DESARROLLO DEL TEXTO:

1. Exhortaciones Prácticas para la Vida Diaria (13:1-6)

“Permanezca el amor fraternal” (13:1) lleva el pensamiento que


el individuo debe permitir que esto permanezca con él. Esto no
es una actitud pasiva. Para que el amor continúe, tiene que tener
una expresión activa. Deben haber canales por los cuales el
“amor fraternal” pueda expresarse. ¡Más que el simple hecho de
no hacer mal a nuestro hermano, debemos hacer todo lo que
está a nuestro alcance para ayudarle!

El pensamiento se extiende a la espera de la hospitalidad (13:2).


No sólo debemos preocuparnos por la hermandad, sino por los
extranjeros también. Luego, más allá de mostrar hospitalidad a
los que se acercan a nosotros, el apóstol nos exhorta a mostrar
compasión a los que están presos (13:3) como si estuvieramos
presos con ellos. Se puede hacer una aplicación espiritual tanto
como práctica. Hay quienes estan presos en el pecado a quienes
debemos ir, mostrando compasión, como si estuviéramos presos
con ellos.
67
El matrimonio no sólo es declarado honroso en todos y el lecho
sin maricilla (13:4), sino que el temor del pensamiento implica
que hay que guardarlo así, por causa de la última parte del ver-
sículo: “pero a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios.” El
hombre puede contaminar la santidad del matrimonio con prácti-
cas adúlteras, y escapar, “pero ... juzgará Dios.”

“Costumbres” (13:5) incluye toda la conducta del hombre. La


avaricia es opuesta al contentamiento cristiano. Una persona
avara nunca tiene suficiente. El cristiano sólo tiene que pensar
en la grandeza de su posesión para encontrar un contentamien-
to real. “Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré,” “De
manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayu-
dador. . . “ (13:5-6). Que estemos contentos con lo que tenemos.
¡Tengla cuidado con la avaricia!

2. Obligaciones Cristianas a los Líderes y a las Doctrinas de la


Iglesia (1139-9)

“Acordaos de vuestros pastores ... imitad. (13:7). Esto, junta-


mente con el versículo 17, indica que la tendencia a la apostasía
posiblemente fue más por parte de la gente común que no eran
los Pastores o Ancianos del rebaño. Son instados a “acordar . . .
imitar. . . obedecer a vuestros pastores, y sujetaos a ellos;
porque ellos velan por vuestras almas” (13:7,17).

¡Qué gran responsabilidad ponen estas palabras sobre los hom-


bros del pastor! ¡Que reconozcamos siempre lo que está impli-
cado en esta obra! Las almas dependen en oír una nota clara e
imitar el ejemplo de un guía piadoso.

¡No sólo debemos imitar a los pastores en obediencia, pero


siendo que Jesucristo es el mismo de ayer, y hoy, y por los sig-
los (13:8), las doctrinas de Su iglesia son las mismas como
fueron en el principio. Por tanto, el Apóstol nos exhorta “No os
dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas. . .” (13:9).

Si asistimos a reuniones donde se predican doctrinas extrañas,


como la teoría de la trinidad, podemos ser llevados con ellos. Si
somos llevados, algún alma inestable puede seguir nuestro
ejemplo y asistir a reuniones donde se predica doctrinas diversas
y extrañas y ser llevadas ellas mismas. ¡Su sangre estaria en
nuestras manos! Consideremos esto.
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3. El Privilegio Exclusivo deIl Cristiano (13:10-15)

“Tenemos un altar. . .” (13:10), ¡un altar exclusivo! Por tanto,


somos exhortados a sufrir la separación de la sociedad de este
mundo, llevar Su vituperio, y salir con El fuera del campamento,
así como los cristianos hebreos fueron exhortados a dejar el
judaísmo (13:11-13). Como Abraham, no tenemos una ciudad
permanente, pero esperamos Ia por venir” (13:14).

En nuestro altar exclusivo, “ofrezcamos siempre a Dios, por


medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su nombre” (13:15). Que no contaminemos nuestro
sacrificio con la indiferencia, incredulidad o impureza de ninguna
clase.

A los sacerdotes se les designó porciones definidas de los sacri-


ficios (Levítico 16:27) excepto ciertos sacrificios como aquellos
ofrecidos en el gran día de la expiación anual cuando todo tenía
que ser quemado afuera del campamento, con nada designado
a ellos. Esto prefiguró el gran sacrificio del Cordero de Dios, el
cual padeció fuera de la puerta, completamente separado del rito
del Judaísmo y del Sacerdocio Levítico.

De esta manera, ellos (sacerdocio Levítico) “no tienen derecho de


comer. . .” en este altar Si ellos comparten y reciben los benefi-
cios del sacrificio supremo, ellos también tendrán que salir de en
medio de ellos y sufrir fuera de la puerta del Judaísmo y el resto
de la filosofía y religión hechas por hombres.

El tipo, no comprendido antes, se desarrolla ahora ante los ojos


de los Hebreos como un retrato de la muerte ignominiosa de
Cristo.

4. Exhortaciones Finales y una Petición para la Oración


(13:16-19)

Nosotros, también, tenemos que seguir a Cristo fuera del cam-


pamento para gozar de los beneficios ordenados por su muerte.
Adherirse al Judaísmo era rechazar a Cristo.
Consecuentemente, la razón demanda que esto sea verdad en
cualquier sistema religioso que es contradictorio al evangelio.
Volver al Judaísmo es dejar a Cristo. Tenemos que dejar todo
aún al precio del vituperio de este mundo. Todo lo que es con-
69
tradictorio a la verdad y pureza tiene que ser echado a un lado si
vamos a andar con El fuera de la puerta.

“Y de hacer bien . . . no os olvidéis” (13:16) sigue a la referencia


del sacrificio de alabanza y nos recuerda que los hechos
agradan a Dios. Buenas obras son una parte vital de la vida cris-
tiana y no deben ser descuidadas.

El versículo 17 fue tratado en la segunda sección de esta


división. Sin embargo, note el hecho de que su pastor tiene que
dar cuenta por su alma. El punto es enfatizado aquí, que será
desventajoso para Ud. si él tiene que dar cuenta con tristeza.
Mejor es obedecer la exhortación y que él pueda hacerlo con ale-
gría.

El Apóstol humildemente pide las oraciones de sus lectores


(13:18-19). Todos los verdaderos ministros de Dios tienen que
ser humildes en su papel, si van a permanecer en el servicio de
Dios. La petición para la oración es sincera y lleva una afirma-
ción de irtegridad. Esta es una marca de las escrituras de Pablo.

5. Oración Final y Referencias Personales (13:20-25)

Otra vez, vemos una marca de Pablo en la oración final, mien-


tras él hace una oración corta adaptada especialmente a las
necesidades de sus lectores (13:20-21). Es en la forma de una
bendición.

Siguiendo otra admonición a los hermanos de soportar la palabra


de exhortación (13:22), el escritor cierra la gran epístola con un
comentano personal y un saludo a los pastores.

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