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Aportes de las tutorías a la convivencia y la participación en la vida escolar

Clase 1: La dimensión vincular en el acompañamiento a las


trayectorias

Las tutorías y el acompañamiento a las trayectorias

https://youtu.be/mW5w1frfK5c?list=PLiq4xowTJZSoiS6pXxXwgU4eR0F28RXLt

Como vimos en el video de presentación, las tutorías tienen mucho para aportar en relación con los
vínculos en las escuelas. Pensamos las tutorías como una estrategia de acompañamiento de las
trayectorias, en tanto consiste en la construcción de apoyos y de andamiajes que posibiliten que
todos los jóvenes ingresen, permanezcan y egresen de la escuela secundaria. ¿Por qué es necesario
este acompañamiento? Porque es una realidad que muchos de los jóvenes no logran continuar sus
estudios hasta el egreso. En este sentido, las tutorías son una estrategia para una escuela inclusiva,
en el marco de la obligatoriedad del nivel que establece la Ley de Educación Nacional.

Es un acompañamiento particularmente necesario en una escuela secundaria cuya organización


institucional y curricular generan condiciones de fragmentación de la experiencia en el nivel. La gran
cantidad de materias que los estudiantes deben abordar en forma simultánea, docentes que sólo
cuentan con tiempo para dar sus clases, la falta de un profesor referente para cada curso, prácticas
de evaluación con múltiples pruebas o exámenes, la estructura curricular como compartimentos
estancos, el horario escolar mosaico, el régimen de evaluación y promoción, son entre otros, algunos

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de estos rasgos. Si definimos fragmentación como la subdivisión de un proceso complejo en una serie
de operaciones simples que hace perder la mirada de conjunto, comprenderemos cómo en la escuela
secundaria estas condiciones institucionales obstaculizan la construcción de una mirada integral, lo
que hace difícil el seguimiento de los procesos de escolaridad y los aprendizajes de todos y cada uno
de los estudiantes. Entonces, las condiciones de fragmentación invisibilizan a los jóvenes y sus
trayectorias y, en especial, los procesos de selección y exclusión que sufren.

Dicho en otros términos, en la escuela secundaria las problemáticas que atraviesan


los jóvenes en relación con su escolaridad pueden pasar inadvertidas para los
docentes.

Este acompañamiento es inherente al rol docente y es responsabilidad de la institución en su


conjunto. Es lo que denominamos función tutorial. Sin embargo, las características de la escuela
secundaria vuelven necesario localizar la función en un rol específico: el tutor. La figura del tutor, a
partir de una mirada focalizada en la escolaridad y los aprendizajes de todos y cada uno de los
estudiantes, hace lugar a que se cumpla una función que de otro modo podría quedar vacante. Sin
embargo, sabrán por su experiencia que no alcanza con tener tutores si actúan de modo individual y
aislado del resto de los docentes. Así, las tutorías encuentran pronto su techo. Por el contrario, su
accionar se potencia cuando se articulan los esfuerzos de la escuela en una red que actúa como
contención y sostén de la escolaridad.

Si partimos de concebir las trayectorias no como construcciones meramente individuales sino como
el resultado de la interacción de variables subjetivas, sociales y, también, institucionales,
comprenderemos que debemos superar un enfoque de las tutorías centrado en el individuo, es decir,
que atribuye las causas del fracaso escolar exclusivamente a los sujetos, para avanzar en la
construcción de un enfoque institucional. Desde este enfoque, la responsabilidad ante las
trayectorias de los jóvenes es, sin lugar a dudas, de la escuela en su conjunto.

Ahora bien, ¿qué dimensiones supone el acompañamiento a los jóvenes en sus trayectorias?
Requiere el trabajo indisociable tanto en relación con las cuestiones de orden académico como con
aquellas ligadas a los vínculos, la convivencia, la participación e integración a la vida institucional y la
atención de problemáticas individuales que afectan las trayectorias. En este curso nos ocuparemos
de esta última: la dimensión vincular.

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La dimensión vincular en el acompañamiento a las trayectorias

Antes de comenzar a tratar este tema, les proponemos un ejercicio: detengámonos


un momento a pensar qué es lo que cada uno de nosotros recuerda de la escuela
secundaria.
Los compañeros, los amigos, los recreos y otros momentos compartidos, algún
docente que nos provocó el interés por una materia que jamás se nos hubiera
ocurrido, otro con el que la relación no fue fácil.

Todos estos recuerdos remiten a aspectos vinculares: a la relación con los compañeros, con los
docentes, e incluso con la escuela (que es lo que llamamos pertenencia institucional, es decir, ser y
sentirse parte de ese entramado). Sin lugar a dudas, los vínculos son un aspecto fundamental de la
experiencia escolar y, por lo tanto, ineludible en el acompañamiento a las trayectorias.

En esta primera clase nos preguntaremos:


¿Qué significa, qué aspectos de la vida escolar supone esta dimensión?
¿De qué hablamos cuando hablamos de vínculos?

Para buscar las respuestas a estas preguntas, es necesario que nos acerquemos a una primera
definición de dimensión vincular:

La dimensión vincular incluye todas aquellas tareas relacionadas con el apoyo y


enriquecimiento de las relaciones que tienen lugar en la escuela, haciendo de esta
una experiencia significativa para el aprendizaje de vínculos pluralistas y
democráticos, basados en la solidaridad y el respeto mutuo.

Los vínculos pueden funcionar como facilitadores de los aprendizajes y sostén de la escolaridad,
aunque en ocasiones pueden presentarse como un obstáculo. La pertenencia a un grupo y a la
institución, los vínculos que los jóvenes puedan establecer con sus pares, con los docentes o con
otros actores, el lugar que construyan en el entramado institucional, el modo en que se apropien de
una nueva cultura escolar, la relación de la escuela con las familias, son aspectos que actúan como
sostén de las trayectorias. Por el contrario, cuando un joven no logra ser reconocido por su grupo de
pares, cuando no establece vínculos solidarios y recíprocos, cuando no obtiene reconocimiento por

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parte de los docentes, cuando no se siente parte de la escuela, muy posiblemente su trayectoria
escolar se encuentre en riesgo.

Les proponemos ver las escenas de Caminos de tiza, TV Pública parte 2 Escenas de
la película Stella, de Sylvie Verheyde.

https://www.youtube.com/watch?v=NFhQkmfvbx0

La amistad entre ambas niñas funciona como sostén de los aprendizajes y la escolaridad. Pensemos,
si no, en cómo Stella se va interesando en la lectura a partir de la conversación con su amiga.
Podemos concluir de las escenas, como así también muy posiblemente de los recuerdos de nuestra
propia vida escolar, lo fuerte que es la impronta de los vínculos en las trayectorias escolares.

Ser estudiante supone algo a alcanzar, un ser a construir, y en esa construcción los vínculos ocupan
un lugar central. Frente al desafío subjetivo que significa para los jóvenes encontrar un modo de ser
nombrados, reconocidos y valorados por los otros, resulta fundamental que cada uno encuentre su
lugar, no desde lo homogeneizante sino desde la valoración de lo único e irrepetible. Y mucho pueden
aportar la escuela y las tutorías en relación con este aspecto.

Ejes de la dimensión vincular


La conformación de los grupos, la participación en la vida escolar, las relaciones con los docentes, el
trabajo en equipo.... los temas a trabajar en relación con la dimensión vincular son muchos e
involucran diferentes aspectos de la vida grupal e institucional. ¿Cómo organizarlos en la agenda de
las tutorías? Les hacemos una propuesta de ejes:

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• Atender a la integración y la conformación del grupo de pares como facilitador de
los aprendizajes y como sostén de la escolaridad.
• Promover y acompañar la participación de los jóvenes en la vida institucional,
tanto en los órganos diseñados para tal fin —consejos de convivencia, asambleas de
curso, centros de estudiantes—, como en otros proyectos de la escuela.
• Promover e intervenir frente a situaciones que vulneran los derechos de los
jóvenes y afectan las trayectorias escolares.
• Trabajar con las familias promoviendo el trabajo colaborativo frente al
acompañamiento de los jóvenes en sus trayectorias escolares.

En las siguientes clases desarrollaremos con mayor profundidad cada uno de


estos ejes.

Hacia un enfoque proactivo


El tutor no es depositario de todos los conflictos ni es el responsable de resolver todos los problemas
que se presentan en la institución. Todo aquello que hace a los vínculos, al modo en que los jóvenes
vivencian su experiencia escolar, atañe al equipo docente en su conjunto.

¿Cuál es el aporte diferencial que pueden hacer las tutorías? Además de la atención de problemáticas
individuales, el tutor podrá trabajar con los cursos para promover la conformación del grupo de pares
y la integración a la vida institucional, siempre articulando los puntos de vista y los esfuerzos del
conjunto de la institución.

Es importante que tengamos en cuenta que la tutoría no se restringe a la búsqueda de soluciones


para enfrentar problemas o urgencias. Cuando esto sucede, nos posicionamos en un enfoque
reactivo, ya que intervenimos sólo como reacción frente a un hecho ocurrido. Por el contrario, la
acción tutorial supone la planificación de acciones, sistemáticas y sostenidas en el tiempo que
promuevan vínculos solidarios y pluralistas y redunden en mejores condiciones de escolaridad,
mejores modos de estar en la escuela para los jóvenes. Lo denominamos enfoque proactivo.

El difícil equilibrio entre lo grupal y lo individual


La atención de las problemáticas individuales de nuestros alumnos no debería ir en desmedro del
trabajo sobre lo grupal y lo institucional. Con frecuencia, al focalizar la mirada en los estudiantes se
develan problemáticas de sus vidas que hasta el momento se mantenían invisibles y, en

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consecuencia, por fuera de la injerencia de la escuela. Son con frecuencia acuciantes y nos convocan
indefectiblemente desde nuestro rol de adulto. Muchas veces insumen todo el tiempo asignado para
el desempeño de la función de tutoría, en desmedro de otras cuestiones igualmente necesarias para
acompañar a los jóvenes y sostener su escolaridad, como por ejemplo el desarrollo de vínculos que
potencien la escolaridad, el fortalecimiento de la participación en la vida escolar, la apropiación de la
cultura escolar.

Por este motivo es crucial que tengamos en claro que la dimensión vincular no se reduce a la atención
de problemáticas sin lugar a dudas complejas, sino que se trata de generar condiciones para que la
experiencia escolar constituya una oportunidad de aprendizaje de vínculos.

Lo vincular y lo académico no son mutuamente excluyentes


La clasificación entre lo vincular y lo académico no es estricta, ni excluyente, sino que son aspectos
fuertemente interrelacionados, indisociables. Así como no hay aprendizajes sin vínculos, los vínculos
son a su vez un aprendizaje en sí mismo. La clasificación de las tareas de las tutorías en una u otra
dimensión es, en algún sentido, arbitraria. Lo importante no es determinar a qué dimensión
corresponde una u otra tarea sino, más bien, organizar la acción tutorial, vigilando que ambas
dimensiones sean tenidas en cuenta en nuestra planificación.

Actividades

Les proponemos analizar los siguientes casos (actividad no obligatoria, si lo desean


pueden compartir lo producido en el Foro de intercambio)

Damián tuvo una discusión por el grupo de whatsapp que comparte con sus
compañeros de clase. El conflicto fue potenciándose hasta que concluyó con un
abucheo virtual por parte de sus pares. Concurre a las tutorías porque teme a la
reacción del grupo cuando entre al aula al día siguiente.

Juliana falta a algunas materias, nunca le gustaron, pero además, este año, no tiene
buena relación con sus docentes por lo que siente que jamás la van a aprobar.

Mariano se enferma y debe faltar varios días seguidos, sus compañeros hablan con
el tutor, además le pasan la tarea y los apuntes que tomaron en las clases.

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Josefina se inscribió para rendir exámenes sólo en las materias en las que tiene
mejor relación con los docentes. Les pregunta por el programa, por los contenidos
que debe priorizar. Con los docentes de Historia y Química no tiene buena relación,
decide no presentarse porque considera que no la van a ayudar.

Sebastián falta seguido, no tiene ningún motivo de los que en la escuela llamaríamos
justificado sino que se desengancha. Pasados unos días vuelve a la escuela, aunque
continúa asistiendo de modo intermitente.

1) Respondan:
¿Qué tienen en común estas escenas de la vida escolar?
¿Podríamos decir que en todas ellas está presente la dimensión vincular?
¿De qué modo en cada caso?

2) Seleccionen una de las escenas y desarrollen cómo podrían intervenir las tutorías
para acompañar a los jóvenes en sus trayectorias escolares.

Material de lectura
 Campelo, A., Hollmann, J. y Viel, P. (2009). Aportes de la tutoría a la convivencia en la
escuela. Buenos Aires: Ministerio de Educación.
www.me.gov.ar/construccion/pdf_coord/aportes_tut_conviven.pdf

Créditos
Autor/es: Ana Campelo
Cómo citar este texto:
Campelo, Ana (2017). Clase Nro: 1 La dimensión vincular en el acompañamiento a las trayectorias.
Aportes de las tutorías a la convivencia y la participación en la vida escolar. Buenos Aires: Ministerio
de Educación y Deportes de la Nación.

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