Вы находитесь на странице: 1из 8

8 DE JUNIO VAYAN HOY A TRABAJAR

"El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la


inteligencia." Prov. 9: 10.

A cada alma se le han confiado diversas capacidades. Son talentos que deben
perfeccionarse mediante el servicio fiel, de manera que Cristo, en ocasión de su venida,
pueda recibir lo suyo con usura.

Oímos hablar mucho de educación superior en el sentido en que el mundo considera este
asunto. Pero los que no conocen la educación superior, tal como fue enseñada y
ejemplificada en la vida de Cristo, ignoran lo que es. La educación superior implica
conformidad con el plan de salvación. Implica la experiencia de contemplar diariamente a
Jesús y de colaborar con Cristo para la salvación de los que perecen.

La ociosidad es pecado porque hay un mundo por el cual trabajar. Cristo dio su vida para
elevar a los degradados y pecadores. Aunque era el Príncipe del cielo, vivió, sufrió y murió
bajo el abuso y la burla de los hombres caídos, y todo esto con el fin de preparar
mansiones en las cortes celestiales para la familia humana. Cristo impartió instrucción del
orden más elevado. ¿Podemos imaginarnos una educación superior a la que se puede
obtener en cooperación con él?

Ahora es el momento de trabajar. El fin de todas las cosas se acerca; la noche viene
cuando nadie puede obrar. Esta noche está más próxima de lo que algunos suponen.
Exalten al Hombre del Calvario frente a los que viven en pecado. Mediante la pluma y la
voz trabajen para disipar las falsas ideas que han tomado posesión de las mentes de los
hombres con respecto a la educación superior. A cada obrero Cristo ordena: "Vayan hoy a
trabajar a mi viña para gloria de mi nombre". Presenten ante un mundo cargado de
corrupción la bendición de la verdadera educación superior. Cada creyente debe irradiar
luz. Al cansado, cargado, desanimado y perplejo se le debe señalar a Cristo, la fuente de
toda vida y fortaleza espiritual. . .

Busquen la educación superior que es plena conformidad con la voluntad de Dios, y


seguramente van a recibir la recompensa que produce el aceptarla. Si a cada hora se
ubican ustedes donde pueden recibir las bendiciones de Dios, el nombre del Señor será
magnificado por medio de sus vidas ( Carta 102 , del 8 de junio de 1909, a E. A. Sutherland
y P. T. Magan, ex educadores en Battle Creek y Berrien Springs, pero en ese momento
maestros de la escuela de Madison, Tennessee
1. EL CONOCIMIENTO ESENCIAL

LA EDUCACIÓN superior es un conocimiento experimental del plan de la salvación, y se la


obtiene por el estudio fervoroso y diligente de las Escrituras. Esta educación renovará la
mente y transformará el carácter, restaurando la imagen de Dios en el alma. Fortalecerá la
mente contra las engañosas insinuaciones del adversario, y nos habilitará para
comprender la voz de Dios. Enseñará al alumno a ser colaborador con Jesucristo, a disipar
las tinieblas morales que lo rodean e impartir luz y conocimiento a los hombres. La
sencillez de la verdadera piedad es nuestro pasaporte de la escuela preparatoria de la
tierra a la escuela superior del cielo.

No se puede adquirir una educación superior a la que fue dada a los primeros discípulos,
la cual nos es revelada por la Palabra de Dios. Adquirir la educación superior significa
seguir implícitamente la Palabra, andar en las pisadas de Cristo, practicar sus virtudes.
Significa renunciar al egoísmo y dedicar la vida al servicio de Dios. La educación superior
exige algo mayor, algo más divino que el conocimiento que se puede obtener solamente
de los libros. Significa un conocimiento personal y experimental de Cristo; significa
emancipación de las ideas, de los hábitos y prácticas que se adquirieron en la escuela del
príncipe de las tinieblas, y que se oponen a la lealtad a Dios. Significa vencer la terquedad,
el orgullo, el egoísmo, la ambición mundanal y la incredulidad. Es un mensaje de
liberación del pecado.
La Fuente de la Verdadera Educación y su Propósito

"El conocimiento del santísimo es la inteligencia". "Vuelve ahora en amistad con él"."

NUESTRO concepto de la educación tiene un alcance demasiado estrecho y bajo. Es


necesario que tenga una mayor amplitud y un fin más elevado. La verdadera educación
significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que
una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período de la existencia
accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y
espirituales. Prepara al estudiante para el gozo de servir en este mundo, y para un gozo
superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero.

Las Sagradas Escrituras, cuando señalan al Ser infinito, presentan en las siguientes
palabras la fuente de semejante educación: En él "están escondidos todos los tesoros de
la sabiduría"."están escondidos todos los tesoros de la sabiduría".Col. 2: 3.* "Suyo es el
consejo y la inteligencia".Job 12: 13.*Job 12: 13.* (Nota: Col. 2: 3.* "Suyo es el consejo y la
inteligencia".)
56. EN COOPERACIÓN CON CRISTO

SE ME ha instruido que diga a los maestros, ministros y médicos, que ocupan posiciones
de responsabilidad en la obra del mensaje del tercer ángel: Tenéis una obra solemne y
santa que hacer. Los que ocupan puestos de confianza en la causa de Dios han de
perfeccionar su vida de acuerdo con la semejanza divina. En el hogar, en la iglesia, delante
del mundo, han de revelar el poder que tienen los principios cristianos para transformar la
vida. Actúen honradamente; procuren revelar el espíritu de Cristo en su trabajo;
esfuércense por alcanzar un nivel superior. Cuando comprendo los tiempos peligrosos que
nos esperan, y las grandes responsabilidades que descansan sobre los maestros, ministros
y médicos, siento una pesada carga, no sea que yo resulte infiel en el cumplimiento de mi
deber.

"Los que amáis a Jehová, aborreced el mal "-exhorta el salmista-;" él guarda las almas de
sus santos; de mano de los impíos los libra. Luz está sembrada para el justo, y alegría para
los rectos de corazón. Alegraos, justos, en Jehová, y alabad la memoria de su santidad"
(Sal. 97: 10-12). Los maestros, los ministros y los médicos hablan del nivel superior que
han de alcanzar en la educación; pero estas palabras del salmista revelan que es sirviendo
a Dios como se alcanzará ese nivel. Debiéramos ahora poner a un lado la maledicencia, los
planes egoístas, todo aquello que perjudicaría la influencia o confundiría el juicio. Debe
despojarse el corazón de toda búsqueda del yo; y debe uno conducirse de tal manera que
no induzca a ningún alma a andar por sendas falsas.
El Señor invita a su pueblo a desechar la indolencia y la indiferencia, y actuar como hombres y
mujeres convertidos. Debe hacerse una obra diligente en la circulación de nuestras publicaciones.
En muchos ramos misioneros se ha de hacer una obra fiel y señalada por la cortesía cristiana. La
obra ha de avanzar como una lámpara que arde para que se comprenda claramente el significado
verdadero de la educación superior.

En nuestras ciudades y pueblos, hay almas que viven en la ignorancia de las verdades de la Palabra
de Dios; muchos están pereciendo en el pecado. Algunos vienen por curiosidad a nuestras casas
de culto. Sea todo discurso predicado una revelación de las grandes verdades aplicables a este
tiempo. Revélense los misterios de la redención a los alumnos de la escuela y a las congregaciones
que se reúnen para oír la Palabra. Este es conocimiento que necesitan los educados y los iletrados.
Se encontrará la educación superior al estudiar el misterio de la piedad. Las grandes verdades de
la Palabra de Dios, si son creídas, recibidas y practicadas en la vida, resultarán en una educación
del orden más elevado.
47. LA EDUCACIÓN CRISTIANA

LA MENTE humana es susceptible del más elevado cultivo. La vida dedicada a Dios no
debería ser una vida de ignorancia. Muchos hablan contra la educación porque Cristo
escogió pescadores incultos para que predicaran su Evangelio. Aseveran que Jesús mostró
preferencia por los incultos. Muchos hombres instruidos y honorables creyeron en su
enseñanza. Si hubiesen obedecido osadamente las convicciones de su conciencia, le
habrían seguido. Sus aptitudes habrían sido aceptadas y empleadas en el servicio de Cristo
si las hubiesen ofrecido. Pero frente a los ceñudos sacerdotes y celosos gobernantes,
carecían de fuerza moral para confesar a Cristo y arriesgar su reputación en relación con el
humilde Galileo.

Aquel que conocía los corazones de todos, comprendió esto. Si los educados y los nobles
no querían hacer la obra para la cual tenían condiciones, Cristo elegiría hombres que
fuesen obedientes y fieles en hacer su voluntad. Eligió hombres humildes, y los puso en
contacto consigo, a fin de educarlos para que llevasen a cabo la gran obra en la tierra
cuando él partiese.

CRISTO, EL GRAN EDUCADOR

Cristo era la luz del mundo. Era la fuente de todo conocimiento. Era capaz de hacer
idóneos a los incultos pescadores para recibir el elevado cometido que quería darles. Las
lecciones de verdad impartidas a estos hombres humildes fueron de poderoso significado.
Habían de conmover al mundo. Parecía cosa sencilla para Jesús relacionar a estas
humildes personas consigo, pero fue un acontecimiento que produjo formidables
resultados. Sus palabras y obras habían de revolucionar al mundo.

Jesús no despreciaba la educación. La cultura superior de la mente, si está santificada por


el amor y el temor de Dios, recibe su completa aprobación. Los hombres humildes
escogidos por Cristo estuvieron tres años con él, sujetos a la refinadora influencia de la
majestad del cielo. Cristo fue el mayor educador que jamás haya conocido el mundo.

Dios aceptará a los jóvenes con sus talentos y su caudal de afecto si quieren consagrarse a
él. Pueden alcanzar el más elevado punto de grandeza intelectual, y si están equilibrados
por el principio religioso, pueden llevar a cabo la obra que Cristo vino del cielo a realizar, y
ser así colaboradores con el Maestro.

Los estudiantes de nuestros colegios tienen valiosos privilegios, no sólo para obtener el
conocimiento de las ciencias, sino también para aprender a cultivar y practicar virtudes
que les darán caracteres simétricos. Son los responsables agentes morales de Dios. Dios
confía al hombre los talentos de la riqueza, la posición social y el intelecto, para que los
aproveche sabiamente. Ha distribuido estos diversos dones proporcionalmente a la
capacidad y las facultades conocidas de sus siervos, encomendando a cada uno su obra (
Review and Herald , junio 21, 1887
38. Equilibrio en la educación

La educación tiene implicaciones eternas.

La educación es una obra cuyos efectos se verán durante los siglos sin fin de la eternidad.-
2JT 427 (1900).

Restaurar la armonía en el ser.

El verdadero propósito de la educación es restaurar la imagen de Dios en el alma. En el


principio, Dios creó al hombre a su propia semejanza. Le dotó de cualidades nobles. Su
mente era equilibrada, y todas las facultades de su ser eran armoniosas. Pero la caída y
sus resultados pervirtieron estos dones. El pecado echó a perder y casi hizo desaparecer la
imagen de Dios en el hombre. Restaurar ésta fue el objeto con que se concibió el plan de
la salvación y se le concedió un tiempo de gracia al hombre. Hacerle volver a la perfección
original en la que fue creado, es el gran objeto de la vida, el objeto en que estriba todo lo
demás. Es obra de los padres y maestros, en la educación de la juventud, cooperar con el
propósito divino; y al hacerlo son "coadjutores... de Dios" (1 Corintios 3: 9).- PP 645, 646
(1890).

Desarrollar todas las capacidades.

Todas las distintas capacidades que el hombre posee -de la mente, del alma y del cuerpo-
le fueron dadas por Dios para que las dedique a alcanzar el más alto grado de excelencia
posible. Pero esta cultura no puede ser egoísta ni exclusiva; porque el carácter de Dios,
cuya semejanza hemos de recibir, es benevolencia y amor. Toda facultad y todo atributo
con que el Creador nos haya dotado deben emplearse para su gloria y para el
ennoblecimiento de nuestros semejantes. Y en este empleo se halla la ocupación más
pura, más noble y más feliz.- PP 646 (1890).

La verdadera educación es abarcante.

La verdadera educación significa más que seguir cierto curso de estudios. Es amplia.
Incluye el desarrollo armonioso de todas las facultades físicas y mentales. Enseña a amar y
temer a Dios, y es una preparación para el fiel cumplimiento de los deberes de la vida.-
CM 63 (ed PP); 53, (ed ACES) (1913).

El desarrollo simétrico para todos los deberes.

Y todos los que quieran ser obreros juntamente con Dios, deben esforzarse por alcanzar la
perfección de cada órgano del cuerpo y cada cualidad de la mente. La verdadera
educación es la preparación de las facultades físicas, mentales y morales para la ejecución
de todo deber; es el adiestramiento del cuerpo, la mente y el alma para el servicio divino.
Esta es la educación que perdurará en la vida eterna.- PVGM 265 (ed PP); 231 (ed ACES)
(1900).

Todas las facultades han de alcanzar su máximo potencial.

Dios quiere que el colegio en Battle Creek llegue a una más elevada norma de cultura
intelectual y moral que cualquier otra institución de su tipo en nuestro país. Debería
enseñarse a los jóvenes la importancia de cultivar las facultades físicas, mentales y
morales para que puedan alcanzar no sólo los más elevados logros en las ciencias, sino
que, por medio del conocimiento de Dios, puedan ser educados para glorificarlo; que
puedan desarrollar caracteres simétricos y así estar preparados para ser útiles en este
mundo y obtener la idoneidad moral para la vida inmortal. - 4T 425 (1880).

Вам также может понравиться