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1) No se deben hacer demasiados movimientos de peón en la apertura.

2) No se debe exponer la dama al acoso de las piezas rivales en la apertura.

3) No se debe mover repetidamente la misma pieza en la apertura.

4) Las debilidades sólo son relevantes si pueden ser explotadas.

1) El enroque es aconsejable en la mayoría de las partidas.

2) Un rey en el centro se convierte rápidamente en un blanco de ataque.

3) En un ataque de este tipo no hay que dar tregua al rival.

4) La clave en muchos ataques es abrir líneas hacia el rey enemigo.

l) El control del centro es un objetivo importante en la apertura.

2) No es prudente dejar al rival las manos demasiado libres en el centro.

3) Un centro bien apoyado es a menudo la semilla de un ataque contra el rey en un flanco.

4) Un caballo firmemente instalado en la sexta fila suele ejercer un efecto paralizante sobre las
fuerzas enemigas.

1) La formación de un gran centro de peones suele ser de doble filo. Si el centro puede
mantenerse y apoyarse con piezas será fuerte, pero existe el peligro de que se derrumbe.

2) Una vez se ha construido el gran centro de peones, hay que apresurarse con el desarrollo; más
pérdidas de tiempo pueden ser fatales.

3) El cambio de un alfil por un caballo puede dejar debilidades en las casillas que estaban
controladas por ese alfil.

4) A la hora de escoger una jugada las consideraciones generales pueden ser útiles, pero el análisis
concreto siempre tiene preferencia.

1) Los gambitos son parte integrante del juego en la apertura. En esta partida un gambito
demostró ser la mejor respuesta al plan de presión posicional de las blancas.

2) Adelanto en el desarrollo y algunas ventajas posicionales pueden ser compensación suficiente


por un peón.

3) Entorpecer el desarrollo del rival nos suele dar tiempos para construir un poderoso ataque.

4) A veces rematar la faena requiere imaginación y voluntad para sacrificar.

1) Un ataque no debería ser lanzado sin unas ventajas o unas condiciones preestablecidas.

2) La apertura de líneas favorece al que ataca.

3) El bando atacante debería intentar identificar y eliminar las piezas defensivas críticas.

4) Mantener al bando que defiende lejos de una situación de equilibrio y con una tormenta de
amenazas mejora claramente las posibilidades de éxito del ataque.

1) Hay que llevar cuantas piezas sea posible a posiciones agresivas, antes de comprometerse a
fondo en el ataque.

2) En la práctica suele ser más difícil defenderse que atacar.


3) Una clavada sobre otra pieza que no sea el rey no es una clavada absoluta. La pieza "clavada"
puede mover de pronto, causando estragos.

4) La penetración final requiere a menudo un sacrificio.

1) Un buen dominio de las ideas de ataque y sacrificios típicos es esencial para tener éxito como
atacante.

2) Las ideas típicas son una guía útil, pero hay que adaptarlas a los requerimientos concretos de la
posición que se tiene delante.

3) Al conducir un ataque al flanco de rey se debe mantener un ojo abierto a las posibilidades
tácticas que pudieran aparecer en otras partes del tablero.

4) Cuantas más líneas haya abiertas, mejor para el bando que ataca.

1 ) Cuando el rey blanco no ha enrocado aún, f2 es una casilla vulnerable, incluso para un
experimentado gran maestro.

2) Tras el primer sacrificio, el ataque debe proseguir con la máxima energía para no dar al
oponente ningún respiro.

3) Es útil disponer de una red de seguridad, es decir, una posible continuación de reserva (por
ejemplo, que lleve a tablas), por si acaso la línea principal del ataque resulta menos favorable de lo
esperado.

1 ) Los enroques en flancos opuestos agudizan el juego enormemente. En la carrera de ataques


que sigue cada tiempo es vital.

2) El plan de h4-h5 y i.h6 es un método típico de atacar a un fianchetto en el flanco de rey.

3) Eliminar una pieza clave de la defensa siempre merece la pena.

4) No hay que creerse todo lo que está impreso.

1) Un fianchetto puede convertirse en una seria debilidad si falta el alfil.

2) Alfil y dama enfilados en la gran diagonal constituyen una formidable batería de ataque.

3) Es importante no ser "arrastrado" por el ataque. Una continuación fuerte pero sencilla puede
ser más eficaz que un sacrificio espectacular pero poco claro.

4) El apuro de tiempo provoca errores ¡evítelo !

l ) Al enfrentarse a un ataque contra el rey uno debe mantener la calma. Supongo que el que a uno
le entre el pánico puede tener alguna utilidad, pero no ayuda mucho cuando se está jugando al
ajedrez.

2) Es mejor esperar a que el oponente provoque debilidades que crearlas voluntariamente.

3) En cuanto haya un momento libre, hay que seguir con el contrajuego propio.

4) Después de apoderarse de la iniciativa se debe sacar el máximo partido de ella y ser implacable:
no dar tiempo al rival de reconducir su ataque.

1 ) Los planteos muy agresivos suelen implicar que el bando que ataca debe asumir algún riesgo,
bien sacrificios materiales, bien debilidades estratégicas. El bando defensor debe tener siempre
presente que, si sobrevive al asalto inicial, la suerte de la batalla puede cambiar a su favor.
2) Una peligrosa ofensiva puede a veces ser rechazada mediante un sacrificio que elimine las
piezas clave del ataque.

3) Psicológicamente, es difícil pasar del ataque a la defensa. En el período de reajuste tras esa
transición suelen cometerse errores.

4) No todos los ataques se basan en la fórmula típica de desarrollar las piezas, acercarlas al rey
enemigo, forzar debilidades y dar mate.

Los principios generales son útiles, pero es la posición concreta sobre el tablero la que cuenta.

l ) En varias aperturas las blancas se lanzan un ataque contra un fianchetto negro en el flanco de
rey. Existen muchas ideas comunes a todos estos ataques y es importante conocer los planes
típicos para ambos bandos.

2) Una torre puede resultar un eficaz defensor para la segunda fila sin dejar de lado sus funciones
atacantes por una columna.

3) Hay que evitar la pereza. Aclarar la posición puede ser una buena idea, pero cambiar peones
demasiado pronto puede reducir más adelante nuestras opciones.

4) Aunque las partidas se deciden a menudo por líos tácticos, los principios básicos suelen ser una
guía útil para hallar la jugada correcta.

1) En planteos extremadamente agudos, basta un ligero desliz para hallarse en serios apuros.

2) Los movimientos inesperados pueden tener un gran impacto psicológico en el rival, pero esto
sólo ayuda si además son buenas jugadas.

3) Cuando se tiene ventaja material a cambio de una fuerte presión, hay que considerar la
devolución de material para liberar la posición y apoderarse de la iniciativa.

4) No hay que rendirse nunca.

1) Los peones débiles tienden a ser rasgos permanentes de la posición. Si el rival tiene debilidades
de peones no suele ser necesario apresurarse en explotarlas.

2) Retrasarse en el desarrollo puede ser peligroso, a menos que se esté seguro de que el contrario
no puede aprovecharlo.

3) Si existe la posibilidad de asestar un golpe mortal, hay que hacerlo incluso si ello requiere un
poco de cálculo.

4) La explotación de una única debilidad no es fácil a menos que se disponga de alguna otra
ventaja.

1 ) La superioridad espacial constituye normalmente una ventaja, pero si no hay debilidades que
atacar, esta ventaja se minimiza.

2) Las posiciones "erizo" requieren mucha paciencia por parte de ambos jugadores. Las jugadas
impulsivas pueden ser severamente castigadas.

3) Incluso posiciones bastante restringidas pueden ofrecer recursos defensivos.

4) Varias horas de juego posicional pueden hacer que se pasen por alto golpes tácticos cuando
surjan, aunque Kárpov no cae en ese error.

1 ) Una pieza permanentemente fuera de juego puede ser suficiente para perder una partida.
2) Cuando se está explotando una ventaja estratégica es importante que al mismo tiempo se
mantenga bajo control el contrajuego del rival.

3) La creación de un puesto avanzado en la sexta fila puede ser decisiva. Su eficacia suele ser
mayor si el ocupante es un caballo, pero una torre también puede resultar letal.

4) Incluso disfrutando de una gran superioridad posicional, una partida no se gana sola. Para
rematar al contrario aún puede hacer falta imaginación.

1 ) La apertura de una columna es una decisión importante. Conviene asegurarse de que es uno
mismo, y no el rival, quien se beneficia de ella.

2) Si solamente hay una columna abierta, su control suele otorgar una gran ventaja.

3) Incluso en posiciones muy poco alentadoras puede haber posibilidades defensivas, si uno las
busca.

4) ¡No hay que olvidarse del rey! No sucede muy a menudo, pero en ocasiones el rey puede
desempeñar un papel activo en el medio juego. Una condición necesaria es que el oponente se
encuentre más o menos paralizado.

1 ) Las casillas que están débiles como consecuencia de la estructura de peones necesitan ser
protegidas por piezas.

2) Si esto no es posible, las debilidades pueden tomarse serias.

3) El bando defensor tiene que estar atento a cualquier imprecisión de su rival.

4) Aprender cuándo se pueden romper las "normas" es parte de la progresión ajedrecística.

1 ) La ventaja de la pareja de alfiles suele ser muy significativa, especialmente en posiciones


abiertas.

2) Esta ventaja es permanente, y su explotación puede requerir grandes dosis de paciencia.

3) Si el contrario ofrece un peón, merece la pena examinar atentamente la captura. No vale con un
simple "parece algo arriesgado".

4) Defender un final inferior durante varias horas es un trabajo muy duro, y en la práctica es muy
fácil que el defensor pierda, debido a la falta de tiempo o al cansancio.

1 ) Un alfil "malo" es un hándicap serio si no hay perspectivas de que se vaya a activar en el futuro.

2) Una ventaja estratégica considerable suele tener más valor que un peón.

3) Normalmente un caballo firmemente instalado en la quinta fila es muy fuerte.

4) Los planteos de doble filo permiten cosechar notables victorias, pero también habrá que
aceptar desastres de vez en cuando.

1 ) Pueden realizarse sacrificios con objetivos a largo plazo al igual que con objetivos inmediatos.

2) A la hora de defenderse contra un sacrificio posicional, es esencial generar contrajuego.

Para lograrlo puede ser necesario un contrasacrificio.

3) Si el monarca enemigo está lo suficientemente expuesto, una dama y un puñado de peones


bien dispuestos pueden bastar para montar un fuerte ataque.
4) Una vez se ha metido uno en una espiral de sacrificios, no suele haber marcha atrás.

Las enseñanzas a extraer de esta partida son:

1 ) Cuidado con las posiciones de "tablas muertas"; sólo hacen falta unos pocos errores para que la
posición sea más "muerta" que "tablas".

2) En el final, un rey activo puede ser por sí mismo una ventaja decisiva.

3) El peligro que representa un rey activo aumenta si hay peones débiles en la posición del rival.

4) Sólo puedo repetir la lección de la partida

22: si el contrario ofrece un peón, merece la pena examinar atentamente la captura (no vale con
un simple "parece algo arriesgado").

1 ) La liquidación para el final no es siempre el mejor modo de explotar una ventaja material.

2) Una torre que se establece en la séptima fila de forma permanente puede compensar
fácilmente un peón extra.

3) Si el contrario se encuentra completamente atado, uno se puede permitir tomarse un tiempo


en anular cualquier contrajuego potencial.

4) No hay que rendirse a menos que se esté totalmente seguro de que la posición no ofrece
esperanzas.

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