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Marcial RUBIO CORREA define al “Estado” como “la forma superior y más
poderosa de organizar el poder dentro de la sociedad”3, asimismo señala que el
poder es “la capacidad que tiene una persona (o un grupo) de lograr que las
conductas de los demás sean realizadas de acuerdo a los términos que ella (o
ellos) fijan”4
1 La versión original de este texto ha sido previamente publicada en: Código Procesal Civil
comentado por los mejores especialistas Tomo I (comentario al artículo I del Título Preliminar),
Editorial ADRUS, Arequipa: Mayo 2010.
2 Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustín, Maestría en
Cuando esto ha ocurrido podremos decir que el Estado como forma organizada
del poder, organizado jurídicamente se ha convertido en un Estado de Derecho.
En contraposición a esta afirmación, toda forma organizada del poder en la que
no medie un conjunto de normas o reglas de conducta, en la que no medien
fines o valores, podrá ser considerado a lo sumo como Estado pero no de
Derecho, es entonces requisito indispensable la existencia del conjunto
normativo para la configuración del Estado de Derecho.
6 GARCÍA TOMA, Víctor. Introducción a las Ciencias Jurídicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007.
p. 159.
7 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
10 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
PUCP, Lima: 1993. p. 47.
11 GARCÍA TOMA, Víctor. Introducción a las Ciencias Jurídicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007.
p. 25.
12 PLÁCIDO V. Alex F. Prólogo a Violencia Familiar, Interés de todos de Carolina Ayvar Roldán.
p. 25.
14 PLÁCIDO V. Alex F. Prólogo a Violencia Familiar, Interés de todos de Carolina Ayvar Roldán.
p. 29.
16 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
Coincidimos con Marcial RUBIO cuando señala que: “La praxis de los derechos
humanos lleva, de esta manera, a la obligación de todos y cada uno de elevar
las condiciones de vida social y de hacerla mas acorde a los grandes principios
respaldados por el imperio del Derecho”19
Señala Marcial RUBIO que la Constitución es “la primera norma positiva dentro
de nuestro sistema legislativo es la Constitución del Estado. Debe entendérsela
como la norma más importante en por lo menos tres sentidos: El primero,
porque la Constitución contiene normas que no pueden ser contradichas ni
desnaturalizadas por ninguna otra norma del sistema legislativo…” 20
17 CFR. ROLLA, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental y Tutela de los
Derechos Fundamentales, en ID EST IUS Año II Nº 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 21.
18 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
p. 274.
Esta supremacía de la que goza la Constitución en el ordenamiento jurídico y
más precisamente en el caso peruano, se encuentra recogida por el artículo 51
de la Carta Constitucional que refiere:
Es preciso anotar que cuando este artículo se refiere a la preferencia del texto
Constitucional sobre una norma legal, previamente debe haberse agotado todas
las formas de interpretación posible 22, puesto que podría ocurrir que uno de los
sentidos interpretativos de la norma sea Constitucional, en este caso, lo que se
habría efectuado es un juicio de constitucionalidad a los sentidos de
interpretación de la norma. Como señala el profesor italiano Giancarlo ROLLA:
“La cuestión de constitucionalidad puede ser utilizada no tanto para abrir un
juicio sobre una disposición, sino contra una interpretación de la misma.” 23
22 Cfr. CAMARGO ACOSTA, Johan S. El Principio de Legalidad y la Irresponsabilidad Civil de los Jueces,
en “REVISTA EL DERECHO Nº 308”. Editorial ADRUS, Arequipa, Diciembre: 2007
23 ROLLA, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental y Tutela de los Derechos
Fundamentales, en ID EST IUS Año II Nº 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 25.
24 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
Así, GARCÍA TOMA sostiene que los Principios Generales del Derecho “son
axiomas, pautas básicas o postulados que, en redacción o inspiración concisa,
fundamentan un determinado ordenamiento jurídico, una pluralidad de ideas
esenciales que, formalizadas legislativamente o no dentro de un ordenamiento,
condicionan y orientan todo el proceso de técnica jurídica”26
Por su parte RUBIO CORREA enseña que los Principios Generales del Derecho:
“son conceptos o proposiciones de naturaleza axiológica o técnica, que
informan la estructura, la forma de operación y el contenido mismo de las
normas, grupos normativos, sub-conjuntos, conjuntos y del propio Derecho
como totalidad. Pueden estar recogidos o no en la legislación, pero el que no lo
estén no es óbice para su existencia y funcionamiento”27
Los Principios Generales del Derecho, como se ha señalado, pueden por un lado
estar constituidos por valores susceptibles de ser definidos tales como: la
justicia, la libertad, la igualdad, la equidad y otros de similar naturaleza; por
otro lado pueden estar constituidos por proposiciones técnicas fundadas en la
razonabilidad tales como: el primer derecho es mejor derecho, la inacción
supone el consentimiento, etc.
25 ROLLA, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental y Tutela de los Derechos
Fundamentales, en ID EST IUS Año II Nº 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 25.
26 GARCÍA TOMA, Víctor. Introducción a las Ciencias Jurídicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007.
p. 499.
27 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
28 DE DIEGO, Clemente F. Prólogo a Los Principios Generales del Derecho de Giorgio Del Vecchio.
Editorial ARA, Lima: Abril 2006, p. 10.
29 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial
Para mejor entender esta definición asumamos que X se presta US$ 1 000.00 de
Y en el mes de Mayo del año 1996, el mismo que se compromete a pagar en el
mes de Mayo de 1997; llegado el vencimiento de la obligación, X simplemente
no paga. Ahora estamos en Junio del 2007, Y contrata un abogado y demanda a
X para que le pague el dinero prestado, X va a su estudio y le plantea el
30 GONZÁLES PÉREZ, Jesús. El derecho a la tutela jurisdiccional. Editorial CIVITAS, Madrid: 1980. p.
27.
31 CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental, 15º Edición. Editorial
procesal pues se trata de un mecanismo cuyo fin es lograr la conclusión del proceso sin
constituir un mecanismo de defensa de fondo en sí.
problema; usted conocedor del Derecho advierte que el Código Civil regula una
institución procesal llamada prescripción, la misma que dice que si Y no le
cobró a X su deuda en 10 años luego del vencimiento de la obligación, X se
encuentra facultado a invocarla, según su libre albedrío, y así lograr que Y –
cuando menos con el apoyo del Estado- no pueda hacer efectiva su acreencia.
En tal sentido, puede concluirse que “justicia” es si bien, ideal supremo, pero
que consiste en darle a cada quien lo que se merece.
33 En sentido similar a lo expresado, CARRIÓN LUGO refiere que: “El ejercicio de la función
jurisdiccional por el Estado constituye un deber; que éste, por ser titular exclusivo de su
ejercicio, no puede rehusar ejercer dentro de un Estado de derecho” (CARRIÓN LUGO, Jorge.
Tratado de Derecho Procesal Civil, Volumen. III. Editorial GRIJLEY, Lima: Marzo 2004. p. 5.)
34 En este sentido, la profesora Maria José CABEZUDO BAJO, señala que: “Con el fin de lograr la
28.
Este derecho supone que para el sometimiento de los “legítimos intereses” se
abra y sustancie un proceso36 con observancia y cumplimiento de unas
garantías mínimas37, el mismo que se establecerá con el fin de alegar los hechos
y las argumentaciones jurídicas pertinentes para obtener una decisión judicial
fundada en derecho, que sea perfectamente ejecutable y que de respuesta a las
pretensiones deducidas ante los Jueces o Tribunales, siempre que se utilicen las
vías procesales adecuadas38, sin suponer en modo alguno la obtención de una
sentencia favorable; es decir, que el proceso no necesariamente ha de obtener el
resultado esperado por el litigante.
tutela jurisdiccional, de otro lado, constituye una contrapartida de ese deber del Estado de
ejercer la jurisdicción. En tanto el sujeto titular de algún derecho en materia civil no acuda al
organismo judicial reclamando su protección, la facultad jurisdiccional del Estado se concibe, si
se quiere, como algo estático, en donde naturalmente hay organismos judiciales preestablecido
y un proceso, con reglas de procedimiento también preestablecidas, destinados a resolver
conflictos de derecho o a dirimir incertidumbres de naturaleza jurídica. (CARRIÓN LUGO, Jorge.
Tratado de Derecho Procesal Civil, Volumen. III. Editorial GRIJLEY, Lima: Marzo 2004. p. 5.)
39 Como los establecidos para la viabilidad de las acciones judiciales y recursos.
El ordenamiento jurídico reconoce la titularidad del derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva a cualquier persona40 que requiera de atención
jurisdiccional para la resolución de su conflicto de intereses o incertidumbre
jurídica, es decir que se reconoce este derecho a todo tipo de personas, físicas y
jurídicas, públicas y privadas. Podemos decir entonces que “todos tenemos
derecho a la jurisdicción”.
40 El artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil, mediante una expresión plural
refiere que: Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o
defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido proceso.
41 Debe tenerse en cuenta que si bien el pronunciamiento del órgano jurisdiccional debe ser
fundado en derecho, ello no implica que el pronunciamiento se realice sobre el fondo mismo del
asunto controvertido pues perfectamente puede declararse la inadmisibilidad o improcedencia
de las pretensiones planteadas y con ello dar respuesta a los pedimentos efectuados por quien
acude al órgano jurisdiccional.
42 CAMARGO ACOSTA, Johan y RAA ORTIZ, Daniel. Y ahora… ¿Quién podrá defenderme?… algunos
aportes adicionales respecto a la protección procesal de los intereses difusos en el Perú, en ID EST IUS año
II Nº 2, Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. pp. 62-63.
43 QUIROGA LEÓN, Aníbal. El debido proceso legal y el sistema interamericano de protección de derechos
Lo expuesto enseña que se hará justicia o se dará a cada uno lo que se merece
cuando, en principio se permita al ciudadano, con un conflicto de intereses
jurídicamente relevante (fundado o no), el acceso a los tribunales para que sean
éstos quienes decidan sobre la fundabilidad del derecho reclamado; para lo cual
se deberán cumplir las etapas descritas47 y concluir con la emisión de un
pronunciamiento fundado en Derecho, no necesariamente favorable al actor,
que sea eficiente.
44 Para CHAMORRO BERNAL, “el derecho de tutela se produce en cuatro etapas distintas –bajo la
denominación de derechos básicos que componen el derecho a la tutela judicial efectiva-, pero
que en su conjunto representan las tres etapas que describimos. Dichos derechos son: El derecho
al libre acceso a la jurisdicción y al proceso en las instancias reconocidas; el derecho de defensa
o la prohibición constitucional de indefensión; el derecho a obtener una resolución fundada en
Derecho que ponga fin al proceso y el derecho constitucional a la efectividad de la tutela
judicial” (CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Editorial BOSCH, Barcelona.
pp. 12-13.).
45 Como señala QUIROGA LEÓN, “la primera evidencia de ello se obtiene a través de la
brindarse tutela tardía, ésta puede considerarse como equivalente a la falta de tutela
jurisdiccional.
47 En el supuesto que se trate de una demanda manifiestamente improcedente, bastará con la