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TACNA- PERÚ
2017
1
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................... 4
1. HISTORIA ........................................................................................................................ 5
2. CONCEPTO DE FIANZA .............................................................................................. 9
3. DOCTRINA JURÍDICA .................................................................................................... 12
1. OBJETO ......................................................................................................................... 13
2. CARACTERÍSTICAS: .................................................................................................. 13
3. SUJETOS ...................................................................................................................... 14
4. FORMALIDAD ............................................................................................................... 14
7.1 Requisitos De Existencia .............................................................................................. 15
7.2 Requisitos de Validez .................................................................................................... 15
8. CLASES DE FIANZA ................................................................................................... 16
9. OBLIGACIÓN DEL FIADOR ....................................................................................... 17
10. REQUISITOS DEL FIADOR Y SUSTITUCIÓN DE LA GARANTÍA ................. 18
11. POSIBILIDAD DE SUSTITUIR LA GARANTÍA Y EFECTOS DE LA
INSOLVENCIA DEL FIADOR ............................................................................................. 18
12. BENEFICIO DE EXCUSIÓN ................................................................................... 19
13. PLURALIDAD DE FIADORES Y EL BENEFICIO DE LA DIVISIÓN ................ 20
14. SUBROGACIÓN E INDEMNIZACIÓN DEL FIADOR ......................................... 20
15. BENEFICIO DE EXCUSIÓN DEL SUBFIADOR ................................................. 21
16. EXTINCIÓN DE LA FIANZA: .................................................................................. 21
CONCLUSIONES: ................................................................................................................ 23
ANEXOS: ............................................................................................................................... 24
CONTRATO DE FIANZA .................................................................................................... 24
JURISPRUDENCIA .............................................................................................................. 28
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INTRODUCCIÓN.
Las exigencias que nos plantea la realidad económica actual, nos lleva a utilizar ciertas
herramientas legales como los contratos, para poder conseguir objetivos que la propia
dinámica económica y civil exige con fin de desarrollarnos en el entorno, dentro de una
realidad globalizada la necesidad de celeridad y confianza nos lleva a tomar en cuenta
ciertas garantías para la utilización de estas herramientas, éstas garantías las podemos
encontrar en nuestro ordenamiento jurídico que provee, como el contrato fianza que es
muy utilizada actualmente con fin de garantizar la confianza de las relaciones relevantes
para el derecho, el cumplimiento de obligaciones y en última instancia evitar el
menoscabo de quien persigue la obligación en su favor previamente establecida.
Las garantías son aquellos mecanismos que permiten respaldar el cumplimiento de una
obligación asumida por una persona. El sentido de contar con una garantía es que en
caso la obligación no sea cumplida por el deudor, el acreedor pueda obtener el cobro
de su crédito a través de la ejecución de una garantía sobre uno o varios bienes del
propio deudor o de un tercero. La clasificación más tradicional que se aplica a las
garantías es aquella que distingue a las garantías personales de las garantías reales.
Esta clasificación se efectúa en función de la naturaleza de los bienes sobre los que
recae la garantía. En el caso de las garantías personales, estamos frente a aquellas
garantías que recaen sobre la totalidad del patrimonio de la persona que las constituye
(garante), de tal manera que, si se procediera a ejecutar la garantía, el garante deberá
responder con todos sus bienes hasta que se alcance a cubrir la obligación puesta a
cobro. Entre las garantías personales encontramos a la fianza y al aval. El segundo tipo
de garantías, las reales, comprende a aquellas garantías en las cuales se otorga en
garantía uno o varios bienes de manera específica, por lo que, la ejecución de la garantía
únicamente alcanzará al bien o bienes gravados mas no al resto del patrimonio del
garante. Entre las garantías reales encontramos a la prenda y a la hipoteca. En el
presente trabajo, analizaremos una de las garantías de mayor uso en las operaciones
comerciales, la fianza.
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CONTRATO DE FIANZA
1. HISTORIA
Los orígenes de la fianza son remotos, encontrándose en los poemas homéricos y aún
en el antiguo testamento, como sabemos los romanos prestaron mayor importancia las
garantías personas que a las reales, construyendo ingeniosas figuras que garanticen el
cumplimiento de las obligaciones, en esta medio el acreedor podía exigir al deudor tanto
como al fiador, excepto estipulación contraria, Justiniano depone esta facultad,
concediendo al fiador el derecho de exigir al acreedor, recaude en primer lugar al
deudor, también en el derecho romano de Justiniano existía la figura de responsabilidad
solidaria en caso exista pluralidad de fiadores, y como medio de defensa los fiadores
tenían el “beneficium dividisonis”.
I. Antecedentes :
La fianza es un contrato de garantía que nace muchos siglos antes de nuestra era en
tal virtud, se analizaran los antecedentes más remotos y trascendentales de la figura
jurídica en cuestión, los cuales sirvieron de base para su perfeccionamiento.
1
FARINA, Juan M. Contratos modernos, Bs, As, 1993.
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del dueño el cual podía matarlos sin recato alguno, lo mismo que entregarlo en garantía
de una deuda.
EN INDIA
Otro antecedente de la fianza se consigna en las Leyes de Manú, expedidas en los años
del 1280 al 800 a. C., formadas por doce libros que reglamentaban tanto al derecho
público como privado. La fianza se regulaba en leyes civiles, tanto en "aspectos
hereditarios (libro IX), como en la conducta de los reyes y de la casta militar (libro VII)".
EN ISRAEL
En este país la fianza fue conocida en el año 922 a.C., prueba de ello se encuentra en
una de las parábolas del rey Salomón; que dice: "cualquiera que se convierta en fiador
de un extraño tendrá que arrepentirse".
La fianza estipulatoria se definía como un contrato mediante el cual una persona (fiador)
se obliga a cumplir en el caso de que otra persona (fiado), sujeto pasivo de una
obligación garantizada por la fianza, no cumpla este concepto de fianza, era muy
avanzado para esa época, pues es muy similar al encontrado en el código civil actual.
Ahora bien, en Roma existieron tres formas de garantizar una obligación, mediante el
intercambio de una pregunta y una contestación, que eran la sponsio, la fideipromissio
y la fideiussio.
i. La Sponsio
Correspondía a una promesa con matices religiosos, celebrada por personas que se
dedicaban exclusivamente al culto religioso, algo que no podía ser utilizado por los
peregrinos (el que va de paso).
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ii. La Fideipromissio
Esta institución surge como una evolución de la anterior, ya que en ésta se permitía
celebrar dicho contrato con extranjeros. Además de esta figura, surgen ciertos
beneficios para el fiador, gracias a diversas leyes.
iii. La Fideiussio
También contrato verbis de garantía, esta institución surge gracias a Justiniano, quien
introdujo otro beneficio en favor de los fiadores, llamado beneficium Excusionis,
consiente en que el fiador podía exigir que el acreedor persiguiera primero al deudor,
antes de dirigirse a él para la exigibilidad de su obligación como garante.
Por otro lado, en la misma Roma, en el catastrófico siglo III d. C., cuando cayó el imperio
Romano de Occidente, se reglamentó el principal de los derechos reales, la propiedad;
así se estableció que todo propietario podía protegerse de los daños que le amenazaban
desde otras propiedades, pidiendo al pretor que obligara a su vecino a otorgar una fianza
que garantizara el pago del posible siniestro. Este tipo de fianza se conocía con el
nombre de cautio damni infecti. Si se verificaba el daño temido, con la evidente culpa o
dolo del vecino, este tenía que responder por el perjuicio ocasionado; en cambio, si el
daño era producido por fuerza mayor, el perjudicado no tenía derecho a formular
reclamación alguna.
Tanto en los tiempos remotos de Roma como hoy día, existen dos tipos de garantías:
reales y personales. Las primeras son la prenda y la hipoteca, derechos reales de
garantía; de lo anterior se desprende que en los tiempos clásicos de Roma eran muy
usuales y más eficaces que la garantía personal, pues para la celebración de un
contrato, el deudor podía garantizar el pago de las prestaciones mediante prenda o
hipoteca y ante el incumplimiento del contrato, el acreedor se allegaba los bienes dados
en garantía, para sí o para venderlos y del producto de esa venta se cobraba la deuda.
Por otra parte las garantías personales servían para garantizar un crédito y eran
preferidas por la práctica jurídica, ya que con este tipo de garantía no existía un
desposeimiento de un derecho real perteneciente al deudor, sino que la garantía era la
solvencia de un tercero que respondía ante el incumplimiento del deudor.
Sin embargo el procedimiento de cobro era más difícil que en caso de las garantías
reales aludidas. Cuando un deudor incumplía con la obligación garantizada por la fianza,
el acreedor requería en primer término al deudor y ante la persistencia de
incumplimiento, requería al fiador, quien debía cubrir el importe de la deuda. En esta
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hipótesis surgía la figura de la subrogación, ya que el fiador, al dar cumplimiento a la
obligación garantizada se convertía en nuevo acreedor del deudor principal.
La fianza en el Derecho Medieval se caracteriza por que se mantuvo con los rasgos
propios que poseía en el Derecho Romano , sin embargo se le agregaron de formas
más prominente el honor y la buena fe lo que les dio mucha más relevancia. De esta
manera las figuras de la fideiusso, la sponsio y la fideipromissio desaparecieron y fueron
reemplazados por una fianza más elástica, la fideiusso en palabras del doctor Javier
PERALTA ANDIA, quien nos expresa “la fideiusso, sirvió para garantizar toda clase de
deudas civiles o naturales, presentes o futuras, tanto para romanos como para
extranjeros. Aquí el fiador se obligaba a lo mismo que el deudor principal, aun cuando
podía garantizar solo una parte de la obligación principal obligándose solo en leviorem
causa y no obligándose más que el deudor principal.
En esta etapa la fianza se mantiene con sus propias características, posibilitando dentro
de las mismas el desarrollo del crédito de un modo más extenso y eficaz que si nos
limitaremos a aquellas operaciones garantizadas con hipotecas o prendas.
Sin duda las garantías reales mencionadas presuponían que el deudor sea propietario
de los bienes cuyo valor bastara para cubrir el importe de la deuda, lo cual marginaba a
aquellos que carecen de tal patrimonio, pues no era usual que fueron ofrecidas y
constituidas por terceros.
8
El Dr. PERALTA ANDÍA, nos expresa “Posteriormente con la Revolución Francesa se
establece un principio trascendental por el cual todos los bienes del deudor responden
uniformemente del cumplimiento de sus obligaciones y además se elimina la
responsabilidad personal del deudor en todos los países civilizados”2
Por otro lado, también la fianza es de gran envergadura para el acreedor toda vez que
le asegura que puede hacerse cobro dirigiéndose contra el fiador, en el caso que el
deudor no pueda cumplir con las obligaciones y responsabilidades que hubiese
acordado con el deudor. El Dr. PERALTA ANDÍA, nos expresa lo siguiente “Tal vez el
atractivo principal de la fianza es que existe la posibilidad de que el fiador renuncie al
beneficio de excusión, de tal manera que el acreedor pueda optar por dirigirse contra el
fiador directamente, sin necesidad de esperar que el deudor incumpla.
2. CONCEPTO DE FIANZA
2
PERALTA ANDIA, Javier – Fuente de las Obligaciones- pag 647
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El acreedor puede precaverse contra esta eventualidad, mediante las siguientes
garantías
1. REALES: que consisten en gravar un bien del deudor con un derecho real de
hipoteca, prenda, anticresis, warrants, etc.
Según el artículo 1886, habrá fianza cuando una de las partes se hubiere obligado
accesoriamente por un tercero y el acreedor de ese tercero aceptase su obligación
accesoria. De donde resulta que la fianza es un contrato, pues exige un acuerdo de
voluntades entre el fiador y el acreedor, cuyo crédito es garantido.
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por la no ejecución de esta, ya que existe un (fiador) de por medio quien responderá
responsablemente con la ejecución de la fianza, por la omisión de cumplimiento, claro
está previamente constituida una fianza.
El Dr. PERALTA ANDÍA define la fianza como, “la palabra fianza es utilizada como
sinónimo de garantía en general, que involucra a la fianza que nace no solo del acto
unilateral, sino también a la que lleva consigo el concepto de contrato de fianza
propiamente dicho, en ese orden de ideas, no toda fianza proviene de un contrato, ya
que surge de un acto unilateral del fiador y ello antes de su acepción con el acreedor
como las que se presentan para asegurar las respuesta de la administración o para
obtener que se decrete una medida preventiva donde la fianza es convencional, legal o
judicial”3.
Por el contrato de fianza una de las partes (fiador) se obliga a cumplir una obligación en
lugar de un tercero en el caso de que éste no cumpla (BERCOVITZ). Así pues, el fiador
garantiza el cumplimiento de una obligación ajena (MONTÉS PENADÉS).
La fianza es un contrato por virtud del cual una de las partes llamada fiador se obligado
ante la otra llamada acreedor al cumplimiento de una prestación determinada para el
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caso que un tercero, deudor de esta última, no cumpla con su obligación. Se celebra
entre el acreedor y un tercero, independientemente de que el deudor este o no de
acuerdo.
3
PERALTA ANDIA, Javier – Fuentes de las Obligaciones – pág. 675
4
ZAMORA VALENCIA, Miguel Angel – Contratos Civiles- pag. 273
11
si ésta no es cumplida por el deudor. La fianza puede constituirse no sólo en favor
del deudor sino de otro fiador.
Entonces podemos decir que en virtud del contrato de fianza se constituye, al lado de
una relación obligatoria entre dos (o más) sujetos (el deudor principal y el acreedor), una
relación jurídica en la que un tercero (fiador) se obliga personalmente frente al acreedor
de esa otra relación con el fin de reforzar el interés del exacto cumplimiento de la
obligación ajena. El fiador, entonces, garantiza el cumplimiento de una obligación ajena.
“A la obligación del deudor principal se agrega la obligación del fiador, que tiene una
prestación igual a aquella del deudor principal, cual instrumento de garantía del derecho
del acreedor frente a este último, con la consecuencia que, una vez cumplida la
obligación del fiador, se extingue, por reflejo, también la obligación del deudor
originario.5
3. DOCTRINA JURÍDICA
a) Naturaleza Jurídica:
a.1) Acto jurídico Unilateral: Esta posición nos explica que la ley nos da opción a que la
fianza surja de un acto unilateral, el mismo que se daría entre el deudor y el acreedor,
esto basado en la promesa que el fiador le hace al deudor entonces por lo tanto la fianza
se cimentaría en la voluntad unilateral que brinda el fiador
a.2) Tesis del Contrato: Es esta la posición más aceptada y la usualmente usada, la
doctrina internacional como la de nuestro ordenamiento señala como la correcta,
diciéndonos que la fianza es un contrato que se da entre el acreedor y el fiador. Esta es
también la teoría adoptada en nuestro sistema.
Así, es que podemos inferir que la fianza no solo surge como un contrato propiamente
dicho, que sería el caso de una fianza convencional que ya mas adelante analizaremos,
sino que también la fianza podría constituirse según el Dr. PERALTA ANDÍA “En virtud
de un acto de cumplimiento de una obligación legal de afianzar o en virtud de un acto
de cumplimiento, mandamiento o providencia judicial. Así pues en los casos antes
5
GIUSTI, Alberto. La fideiussione e il mandato di credito. En: Trattato di Diritto Civile e Commerciale.
Volumen XVIII, tomo 3. Milano: Giuffrè, 1998. p. 1
12
mencionados estaríamos frente a una fianza en sentido estricto, pero no exactamente
frente a un contrato de fianza.
La jurisprudencia en ese sentido nos dice “El contrato de fianza constituye una garantía
personal por excelencia, en el cual a tenor de la definición legal del ARTÍCULO 1868 del
Código Civil, el fiador se obliga frente al acreedor a cumplir determinada prestación en
garantía de una obligación ajena si esta no es cumplida por el deudor”.
1. OBJETO
2. CARACTERÍSTICAS:
a) Nominado, está previsto por ley, desde el art. 1868 hasta el art.1905 CC.
b) Total o parcial, cuando se obliga a cumplir parte de la obligación o el total.
c) Accesorio, ya que no existe por sí mismo, salvo algunas excepciones.
d) Unilateral, si los derechos son para el acreedor y las obligaciones para el
fiador.
e) Bilateral, cuando existe una retribución a cargo del acreedor.
f) Oneroso, cuando el acreedor da una contraprestación al fiador por asumir su
obligación.
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g) Gratuito, cuando el fiador no recibe ninguna contraprestación por la
obligación que contrae de pagar en caso de que el deudor no lo haga.
h) Consensual, pues no está sujeto a formas, excepto en los casos de fianza
legal, judicial o fianza otorgada por póliza.
3. SUJETOS
Max Arias Schiber, clasifica a la relación del deudor y fiador en dos puntos;
4. FORMALIDAD
El contrato debe constar por escrito, bajo sanción de nulidad (ad solemnitaten) Artículo
1871 C.C. Esto es una formalidad expresa que exige el código civil, para comprobar la
existencia del acto y a la vez sustenta la idea de que no exista dudas en la voluntad de
asumir el compromiso particular del fiador que si viene es cierto no incumbe
directamente, siendo este (voluntad contractual) un elemento fundamental para la
formación del contrato. No exige que sea un contrato clausulado y firmado por las partes,
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basta que sean documentos intercursados en donde ambos expresan por escrito su
voluntad.
Los contratos de fianza pueden recaer en contratos que están supeditados a un plazo
suspensivo o a condición, estos plazos condicionan la eficacia del contrato principal,
condicionando a la vez la eficacia del contrato de fianza, posiblemente contravenga el
principio accesorio ya que aún no se ha concluido la formación del contrato principal,
pero por un carácter práctico de los contratos de garantía están hechos para promover
la celeridad de créditos y esto aporta al tránsito jurídico económico.
Bajo criterios de determinabilidad, quiere decir evitar de que existan criterios ambiguos
o indefinidos en el proyecto del contrato que posteriormente tornen irrealizable el
contrato, el ordenamiento exige esta característica, la licitud mientras no contravenga
normas imperativas, la posibilidad física y jurídica mientras sea realizable por las partes
(deudor y fiador), finalmente será determinable cunado cuando contenga todos estos
elementos relevantes para su identificación e individualización.
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8. CLASES DE FIANZA
Así Sánchez Medal, Ramón expresa “La fianza convencional es aquella en la que basta
que el fiador tenga la capacidad general para contratar, independientemente de su
probidad, de su solvencia o del domicilio que tenga. La fianza legal o judicial, es
menester no solo que el fiador tenga capacidad para contratar, siento que es
indispensable que sea titular de bienes raíces suficientes para responder por la
obligación que se pretende garantizar”.
EL Dr. PERALTA ANDÍA nos expresa lo siguiente "La fianza convencional nace de un
contrato, es aquella que se celebra entre el acreedor y el fiador y está regida por el
principio de la autonomía de la voluntad, aquí el deudor es un tercero ajeno al contrato”.
De los conceptos antes brindados podemos decir que la fianza convencional va a ser
aquella que va a nacer de la voluntad expresada por el acreedor y el fiador, la fianza
legal va a ser aquella que se va a dar por imposición de la ley y la fianza judicial será
aquella que es exigida por los jueces.
La fianza simple es aquella que implica que el fiador tiene derecho a que el acreedor
deba requerir el pago de la deuda primero al deudor, de tal manera que, si esta tiene
bienes con los que cubrir la deuda, el fiador no estará obligado a pagarla. Cuando
hablamos de bienes del deudor, nos referimos a bienes que se encuentren dentro del
territorio nacional, que sean susceptibles de ser ejecutados y cuyo valor alcance el
monto de la deuda. Si esto no fuera así, entonces el acreedor podrá exigir el pago de la
deuda al fiador.
En palabras del Dr. PERALTA ANDIA, nos expresa que la fianza simple “Es aquella en
la cual el fiador conserva el beneficio de excusión, de tal manera que, si es requerido
para el pago, puede oponerse y constreñir al acreedor a que primero intente el cobro
del deudor principal.
Así lo encontramos en nuestro Código Civil en el artículo 1879 que a la letra dice “El
fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacer antes excusión de los
bienes del deudor”.
La fianza solidaria quiere decir que el acreedor podrá requerir el pago de la deuda al
fiador sin necesidad de recurrir primero al deudor, por lo que el fiador deberá pagar la
deuda sin importar que el deudor posea bienes suficientes para cubrirla.
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La encontramos también en el artículo 1880 de nuestro Código Civil “Para que el fiador
pueda aprovecharse del beneficio de la excusación, debe oponerlo al acreedor luego
que este lo requiera para el pago y acreditar la existencia de bienes del deudor
realizables dentro del territorio de la Republica, que sean suficientes para cubrir el
importe de la obligación”.
Cuando existe un plazo determinado, la fianza podrá ser ejecutada por el acreedor hasta
quince días después del vencimiento del plazo pactado. Para tal efecto, el requerimiento
del acreedor deberá realizarse por la vía notarial o judicial. Si dicho requerimiento no es
efectuado dentro del plazo de quince días referido, el fiador no estará obligado a cumplir
con la garantía.
Artículo 1896 del Código Civil Peruano “El fiador que se obliga por un plazo determinado,
queda libre de responsabilidad del acreedor no exige notarial o judicialmente el
cumplimiento de la obligación dentro de los 15 días siguientes a la expiración del plazo,
o abandona la acción iniciada”.
Artículo 1899 “Si la fianza se ha otorgado sin plazo determinado, puede el fiador pedir
al acreedor que cuando la deuda sea exigible, haga efectivo su derecho y demande al
deudor. Si el acreedor no ejercita ese derecho en el plazo de 30 días después de
requerido o si abandona el procedimiento, el fiador queda libre de su obligación.
Para agregar que nuestro ordenamiento, la obligación del fiador es diferente a la deudor
incluso puede ser de naturaleza diferente, por ejemplo; el deudor asume la obligación
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de dar suma de dinero y el fiador una garantía real como un bien inmueble, sin embargo
por el carácter supletorio de la ejecución de la fianza que en primera instancia se
constituya para garantizar la obligación del contrato principal, el acreedor por el contrato
de garantía de la fianza no puede especular más de lo que se ha estipulado en la
obligación principal, ya que si esto sucediera el carácter garantista y supletorio de la
fianza quedaría totalmente desvirtuado, ya que el acreedor perseguiría la ejecución de
la fianza en lugar de la obligación principal, y todo el esquema jurídico sería meramente
fachoso, y los derechos posteriores a ale ejecución del fiador frente al deudor serian
también desvirtuados ya que el deudor estaría obligado a subsanar en mayor cantidad
de lo que se ha pactado originariamente. Y solo para agregar que en virtud de la
característica garante el fiador puede obligarse de una manera más eficaz, esto quiere
decir en caso se hayan agotado los medios de ejecución al deudor, el acreedor puede
ejecutar las garantías reales de la fianza o en todo caso la subfianza. En el caso exista
exceso de la fianza se debe efectuar una valorización económica de todos aquellos
deberes que, regulados en ambas relaciones jurídicas como necesarios para procurar
la satisfacción del interés del acreedor.
El ordenamiento estipula que el fiador es alguien capaz de obligarse, quiere decir que
tenga capacidad de goce que no esté impedida de contratar, también nos señala que el
fiador debe ser alguien solvente es requisito fundamental ya que se está obligando a
suplir de deficiencia de una obligación de carácter oneroso, sin esta característica la
figura de fe que nos da el contrato seria contravenida, el fiador en virtud de lo anterior
debe ser propietario y que los bienes, suficientes y realizables deben encontrase en
territorio de la república, el fiador también queda sometido a la jurisdicción del juez del
lugar donde debe cumplirse la obligación del deudor.(art. 1876 C.C.)
18
constitución del contrato principal, hasta la ejecución de la fianza, situación es que
pueden variar, empero de esta situación el código civil otorga como saneamiento que el
deudor puede reemplazar al fiador por uno solvente, si el deudor no puede dar otro
fiador o no ofrece otra garantía idónea (real), el acreedor tiene el derecho de exigir el
cumplimiento inmediato de la obligación, por parte del deudor ya que la fianza sería
ineficaz y esto no perjudica al acreedor, se reestablece su derecho sobre el deudor.
Para Díez Picazo "es la facultad que la ley atribuye al fiador y que tiene por objeto
enervar o paralizar la pretensión ejecutiva del acreedor dirigida contra él. El fundamento
de dicho beneficio o facultad lo constituye el principio de subsidiariedad de la fianza.
El fiador no debe ser compelido a pagar mientras que el crédito pueda hacerse
normalmente efectivo sobre el patrimonio del deudor"8.
6
ENCICLOPEDIA JURIDICA OMEBA. Tomo Xl. Driskill. Buenos Aires. 1981. p. 477.
7
SPOTA. Alberto G "Instituciones de Derecho Civil. Contratos". Volumen VIII. Buenos Aires. p. 225.
8
DIEZPICAZO. Luis. "Fundamentos del Derecho Civil patrimonial". Volumen segundo. Civitas. Madrid.
1996. p. 435.
19
No se tomarán en cuenta para la excusión, los bienes embargados, litigiosos,
hipotecados, dados en anticresis o prendados, por deudas preferentes, en la parte que
fuere necesario para su cumplimiento.
Cuando existen varios fiadores de un mismo deudor y por una misma deuda y todos
ellos se hubiese obligado a prestaciones iguales, cada uno responde con el integro de
su obligación, salvo exista el beneficio de la división, este beneficio contempla que
cuando el acreedor acciona contra el fiador el fiador puede exigir su pedido se reduzca
a la parte que solo a él corresponde.
El fiador una vez ejecutada la fianza, subroga los derecho que tenía el acreedor contra
el deudor, no puede exigir más de lo que ha pagado, sin embargo también puede exigir
indemnización que consta en el total de lo pagado por el fiador, el interés legal desde
que hubiese hecho saber el pago al deudor, aunque no lo perjudique para el acreedor,
los gastos ocasionados al fiador, después de haberle hecho de conocimiento del deudor
que ha sido requerido para el pago y los daños y perjuicios, cuando precedan.
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De manera adicional podemos afirmar que otro aspecto de la relación existente entre el
garante y fiado está comprendido en el ARTÍCULO 1894 del Código Civil9, mediante el
cual se establece que en caso el fiador paga sin comunicarlo al
deudor, este puede hacer valer contra él todas las excepciones que hubiera
podido oponer al acreedor.
El subfiador goza del beneficio de excusión, tanto respecto del fiador como del deudor.
Para el Dr. PERALTA ANDIA, así como el garante o fiador goza, en principio del
beneficio de solicitar la excusión de los bienes del deudor, así también el subfiador
puede valerse del mismo medio de defensa en relación a los bienes de su fiado.
A. LA NOVACION:
9
LEON BARANDIARAN. José. 'Tratado de Derecho Civil'. Tomo VI, Contratos nominados. Segunda parle.
WG Editor. Lima, p. 334.
21
B. LA COMPENSACION:
22
CONCLUSIONES:
SEGUNDA: Cada situación debe ser analizada con detenimiento a fin de elegir la
garantía que protegerá de manera efectiva nuestros intereses.
La regla establece que, en principio, al primero que debe exigírsele el pago es al deudor
y luego al fiador. Por tanto, podemos precisar que el fiador goza así de un beneficio, el
denominado "beneficio de excusión".
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ANEXOS:
CONTRATO DE FIANZA
ANTECEDENTES:
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la cláusula segunda de este documento, teniendo plena conciencia de la naturaleza y
alcances de las obligaciones asumidas por EL DEUDOR en dicho contrato.
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OBLIGACIONES DE LAS PARTES:
DÉCIMO SEGUNDA. - EL FIADOR está prohibido de sustituir la presente fianza por otra
garantía personal o real, salvo que LA ACREEDORA lo consienta, en cuyo caso se
celebrarán los actos y se suscribirán los documentos que sean necesarios.
En caso que el pago de EL FIADOR se efectúe con anticipación al vencimiento del plazo
de la obligación a cargo de EL DEUDOR, la subrogación a que se refiere la cláusula
precedente operará sólo a partir de dicho vencimiento.
DÉCIMO QUINTA. - Las partes acuerdan que todos los gastos que origine la celebración
y ejecución de este contrato serán asumidos por EL DEUDOR.
COMPETENCIA TERRITORIAL:
DÉCIMO SEXTA. - Para efectos de cualquier controversia que se genere con motivo de
la celebración y ejecución de este contrato, las partes se someten a la competencia
territorial de los jueces y tribunales de Tacna
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DOMICILIO:
Firmado en la ciudad de Tacna, a los 18 días del mes de septiembre del 2002
……………………………….. …………………………….
EL ACREEDOR EL DEUDOR
…………………………….
EL FIADOR
D.N.I. 41008743
27
JURISPRUDENCIA
LIMA
JAVIER FRANCISCO
CILLÓNIZ BENAVIDES
Y OTRA
VISTO
ATENDIENDO A
28
pública del contrato de arrendamiento financiero con prestación de fianza solidaria,
otorgada por ellos a favor del banco indicado.
3. Que del petitorio de la demanda fluye que lo que los recurrentes cuestionan es la
indebida incorporación como fiadores solidarios en un proceso de naturaleza ejecutivo
donde son materia de ejecución títulos valores que sostienen no haber firmado, y que
se ha incorporado a la fianza como título de ejecución un contrato de arrendamiento
financiero.
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7. Que en consecuencia en la medida en que la ejecutoria suprema ha expresado las
razones por las que no procede declarar la nulidad procesal de la resolución que ordena
el pago solidario de la suma adeudada, no puede alegarse que ésta haya violado los
derechos alegados, no evidenciándose así vicio alguno que pueda acarrear la nulidad
de la sentencia casatoria, por lo que la presente demanda debe declararse
improcedente al no estar referida al contenido constitucionalmente protegido del
derecho invocado.
RESUELVE
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI
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