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Diario: La Gran Época. 19/06/2015.

ESTADOS UNIDOS, MEDIO AMBIENTE

Sin retorno se va el agua del acuífero Guaraní en Argentina


Se extrae mucho más de lo que se repone y un estudio satelital observa las grandes
pérdidas

El estudio dirigido por la Universidad de California Irvine, en Estados Unidos, que reveló esta semana
el lamentable agotamiento de las cuencas de agua subterránea en el mundo, pone en alerta a la
población dependiente de la gran Acuífero Guaraní que se extiende bajo el suelo de Argentina,
Uruguay, Paraguay y Brasil.

Algunos pensaban que el acuífero guaraní se estaría llenando de agua por las lluvias, tanta para que
su preciado elemento fuera incluso analizado como una solución para algunas transnacionales bajo
el esquema de privatización del agua, según la organización Nodo en un anterior reporte.

(…)Los investigadores de California encontraron que 13 de los 37 acuíferos más grandes del planeta,
estudiados entre 2003 y 2013, se están agotando, y reciben poca o ninguna recarga, entre ellos el
Guarani, que recibe el nombre del gran pueblo que ocupó estas tierras antes de la colonización.

Un reporte del Diario El Pueblo de 2014, destaca que ya se anunciaba el peligro de colapso, un hecho
denunciado por un número indiscriminado de pozos de aguas termales que pierden inútilmente una
importante cantidad de agua a diario, la cual se va a los ríos. Además se denuncia contaminación,
por el método de fractura llamado Fracking, o por los pozos y de petróleo en las cercanías. En el
sector argentino, el agua salada está reemplazando al agua dulce.

(…)

En Argentina, con sus 225 mil kilómetros cuadrados y Uruguay, con 45 mil, además de los pozos de
agua potable, hay numerosas perforaciones de agua termal y otras para la plantación de arroz.

Sobre la situación del acuífero, el reporte explica que el volumen total de agua se estima en unos
30.000 km³. Sin embargo, las reservas explotables son de unos 2.000 km³/año, y la recarga en los
lugares en que aflora es de solo 5 km³/año.

El ecologista salteño, Juan Carlos Palacios, al ser consultado por El Pueblo comentó que Acuífero
Guaraní podría “colapsar” de existir “una extracción indiscriminada”, lo que ya estaría controlado
con la nueva normativa.

Sin embargo debido a la masiva extracción de agua, las cuencas se van rellenando de agua salada, y
esto puede ser irreversible. Con eso los países pueden perder su calidad de agua cristalina que tenía
en el pasado.

“Los pozos del Salto se vienen salinizando. Ese es otro riesgo que estamos corriendo: cuanto más
agua se saque, más probabilidad hay de que las aguas de las áreas subterráneas que tienen un gran
contenido de sales, se trasladen hacia las zonas de donde se está sacando el agua”, dijo Palacios.
Además Palacios citó al geólogo uruguayo, Jorge Montaño, quien señaló que “en cuestión de 10
años el tenor de sal había aumentado en forma significativa” la salinización, “y eso fue hace unos
años, por lo que ahora podría haberse agravado el tema”, advirtió.

Por esta razón el ecólogo ve que el acuífero de agua potable es “un despilfarro” si se usa como
fuente termal, como se permite hoy en día por parte de las autoridades. “Para que las piscinas estén
calientes en la mañana, el pozo tiene que estar abierto toda la noche. El agua hace desbordar las
piscinas y se va al río, lo que es realmente un despilfarro. Si el dueño de cada perforación de uso
termal tuviera que pagar al Estado por cada metro cúbico que consume, gastaría una fortuna. En un
momento se hizo el cálculo y era del orden de los 110.000 dólares por mes. Ese es el valor del agua
que se está tirando mensualmente”.

Otro problema observado es que la ruta Pepe Núñez, donde están explorando para la extracción de
petróleo, también aflora la arenisca que revela que hay un “ingreso de agua al Acuífero Guaraní”,
por lo que el especialista alerta que si el agua que ingresa a Pepe Núñez “se contamina por efectos
de las actividades de extracción de petróleo”, esa misma agua “estaría llevando los contaminantes al
propio Acuífero”.

El reporte agrega que el titular de la cátedra de Hidrogeología de la Universidad de Buenos Aires,


Miguel Auge, advirtió al diario Clarín que “es urgente frenar la explotación masiva e intensiva del
Acuífero, inclusive para baños curativos”.

También es mencionado que con anterioridad existió un proyecto llamado “Piloto Salto-Concordia”,
que durante ocho años se desarrolló con los países vinculados al Acuífero Guaraní, donde se acordó
realizar un estudio de dicho acuífero financiado por el Banco Mundial, explicó a su vez, Carlos
Cattani, uno de los representantes de la Intendencia de Salto.

Recordando los estudios, Cattani señaló que en el departamento de Rivera se indicaron problemas
de contaminación cloacal y en El Salto, sobreexplotación de pozos termales, lo que de continuar
haría que el acuífero llegará a agotarse, ya que se saca más agua de la que se puede recargar.

“Ese proyecto hizo un estudio de donde se obtuvo importante documentación pero no se pudo
continuar porque hubo compromisos que no se cumplieron, uno de ellos era que se argumentaba
que económicamente no se podía seguir el proyecto, pero se iba a continuar un monitoreo de pozos
que analizaran el tema de la presión y temperatura del agua que implicaba un costo muy bajo, pero
no hubo mayor interés en que continuara. Después que cambió la administración (de Fonticiella por
la de Coutinho), empezó a decaer todo eso. Fuera de eso, los acuerdos a los que se había llegado,
hoy no se cumplen”, dijo Cattani.

Según se desprende de las declaraciones de expertos, además de problemas de salinización y


pérdida de agua, el acuífero está en riesgos de contaminación por la actividad humana, como la
construcción de fosas sépticas; la agricultura, con componentes orgánicos, uso de pesticidas
industriales; uso de pinturas, gasolina y otros productos químicos de labores extractivas.

En un ejemplo citado por el diario, “el 12 de mayo de 2006 el equipo de auditoría realizó una visita al
Área Piloto Concordia-Salto, para verificar los resultados alcanzados en el desarrollo de la
experiencia. El informe dice que se detectó «falta de tratamiento de los efluentes vertidos a los
cuerpos de agua (contaminación por exceso de sales)» y la «posible infiltración del agua reinyectada
por fracturas del lecho basáltico y consecuente contaminación del acuífero superficial Ituzaingó»”.
La circulación subterránea natural tiende a depurar el agua de partículas y microorganismos
contaminantes, obteniendo un agua de excelente calidad, sin embargo “la contaminación de estas
aguas puede permanecer por largos períodos, debido a la baja renovación del agua”.

En las cuencas subterráneas “no se pueden aplicar procesos artificiales de depuración por su difícil
acceso”, concluye Cattani.

El acuífero guaraní que hoy los investigadores de la Universidad de California, ponen en alerta roja
porque pierde más agua de la que recibe, tiene un pronóstico sombrío y no se sabe exactamente
cuánto tiempo exactamente le queda, de seguir los mismos pasos.

RESUMEN DEL PROYECTO SISTEMA ACUÍFERO GUARANÍ

El Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní
permitirá aumentar el conocimiento acerca del recurso y proponer un marco técnico, legal e
institucional para su gestión coordinada entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, apuntando a su
preservación. El objetivo de largo plazo del proceso iniciado a través del Proyecto propuesto es
lograr la gestión y uso sostenible del Sistema Acuífero Guaraní (SAG). El propósito del Proyecto
consiste en apoyar a los cuatro países en la elaboración e implementación conjunta de un marco
común para manejar y preservar el SAG para las generaciones actuales y futuras. Está estructurado
en siete componentes:

•Expansión y consolidación de la base actual del conocimiento científico y técnico acerca del SAG;
•Desarrollo e instrumentación conjunta de un marco de gestión para el SAG, basado en un Programa
Estratégico de Acción acordado;
•Fomento a la participación pública y de los actores interesados, a la comunicación social y a la
educación ambiental;
•Evaluación y seguimiento del Proyecto y diseminación de sus resultados;
•Desarrollo de medidas para la gestión de las aguas subterráneas y para la mitigación de daños, de
acuerdo con las características de la región, en áreas críticas (“hot spots”);
•Consideración del potencial para la utilización de la energía geotérmica “limpia” del SAG;
•Coordinación y gestión del Proyecto. Este proyecto se encuentra en fase de ejecución, desde marzo
de 2003. Fue diseñado en la fase de preparación desde enero de 2000 a diciembre de 2001. Durante
el 2002 se llevaron adelante acuerdos para su implementación, entre los cuatro países beneficiarios,
OEA, Banco Mundial y otras agencias cooperantes.

Acuífero Guaraní en la mira de las privatizaciones

El Mercosur firmó un acuerdo parra desarrollar un marco normativo para


la gestión y preservación del Acuífero Guaraní. El reservorio, llamado
también el "Acuífero Gigante del Mercosur", se extiende sobre una
superficie que prácticamente triplica la de Uruguay y Paraguay sumadas
y tiene agua suficiente para abastecer una población de 360 millones de
personas sin ver afectado su volumen de manera significativa.
Odalys Buscarón

Intereses geopolíticos que apuntan al control de la mayor reserva de


agua potable de Sudamérica y posiblemente del planeta, han
movilizado a sectores sociales en defensa de la soberanía sobre la
biodiversidad regional.

El Acuífero Guaraní descansa en el subsuelo de los territorios de


Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, con una extensión de 1,2
millones de kilómetros cúbicos y, según los expertos, puede abastecer
a unos 360 millones de personas de todo el subcontinente.
El hecho de que el agua haya pasado a ser, junto al petróleo, centro de
la discordia en los conflictos globales de las últimas décadas y de que
países ricos tengan en la mira a importantes reservas del preciado
líquido, ha levantado una gran movilización en la batalla 'por la
soberanía del agua' y contra los planes de privatización, alentados por
las grandes corporaciones.
La controversia política en la que están involucradas entidades
ecológicas, parlamentarios, instituciones nacionales, organismos
internacionales y los privados pone como telón de fondo una eventual
estrategia en el manejo de los recursos hídricos a partir de dos
presupuestos antagónicos: un bien común social ligado al derecho a la
vida; versus, recurso 'con valor económico'.
De un lado, están quienes sostienen que el agua es un derecho
humano esencial, cuyo suministro, saneamiento y preservación debe
correr a cargo del Estado; frente a las tendencias que mueven
intereses corporativos proclives a 'la desregulación de los servicios
estatales', con el fin de su comercialización.
Por otro lado, a pesar de la antigüedad de este reservorio hidráulico,
formado 132 millones de años atrás, la explotación del acuífero por los
países que integran el Mercado Común del Sur es aún incipiente y
requiere de esfuerzos mancomunados para una preservación
sostenible.
De hecho, de los cuatro socios del MERCOSUR, Brasil es el que más ha
hecho uso de este recurso natural para llevar agua potable a poco más
de 300 ciudades a lo largo de los 840 mil kilómetros de reserva
subterránea ubicada en el gigante sudamericano.
'Es bueno que nos pongamos de acuerdo para cuidar el acuífero, pero
debemos estar alerta ante un intento privatista', subrayó Vilma Rosas,
de la Federación de Funcionarios de Obras Sanitarias del Estado (OSE),
de Uruguay, en referencia a los convenios firmados con instituciones
internacionales para acometer proyectos de extracción en esta esfera.
Dentro de estos planes, Rosas recordó el proyecto potenciado por el
Banco Mundial y la Organización de Estados Americanos con
participación de la Agencia Internacional de Energía Atómica a fin de
'regular el uso del Acuífero Guaraní y evitar su contaminación'.
La nueva 'geopolítica del agua' El interés alegado de los organismos
internacionales (voceros del primer mundo) para reforzar su presencia
en la zona donde subyace esta imponente reserva de agua dulce,
coincidente con el área que cubre la Amazonía brasileña, hace que
fluya con fuerza la cascada de desconfianza de organizaciones sociales
e instituciones del Cono Sur latinoamericano. La red social brasileña
Grito Das Aguas sostiene que el proyecto de protección ambiental
apuntalado por el Banco Mundial proporcionará información
estratégica para los grandes grupos económicos 'orientando sus
inversiones hacia un mercado del agua, y con ello, el control privado
de nuestros recursos naturales'.
Las naciones del Norte necesitan de los recursos naturales del Sur
para expandir su desarrollo en el proceso de acumulación de riqueza
que caracteriza al modelo neoliberal, de ahí que esté en juego la
soberanía de nuestros pueblos, reitera la organización no
gubernamental. La región del Amazonas, con todo su caudal hídrico, y
la floresta que se extiende sobre una vasta franja verde de bosques
tropicales húmedos constituye el principal pulmón del planeta y
asiento natural de una variedad infinita de especímenes del reino
animal y vegetal.
La Amazonía brasileña aparece registrada en documentos del
Departamento de Estado norteamericano entre los llamados espacios
ingobernados, controlados presuntamente por bandas de
narcotraficantes y contrabandistas, fuera del control de las
autoridades nacionales.
Sin embargo, numerosas organizaciones no gubernamentales han
denunciado la adquisición en esa región de terrenos por parte de
ciudadanos estadounidenses y compañías extranjeras (mayormente,
norteamericanas) para asirse poco a poco del control de los recursos
naturales.
Por otro lado, el círculo de amenaza se cierra también sobre la llamada
'Triple Frontera' compartida por Brasil, Argentina y Paraguay-, que no
por casualidad figura en la anunciada agenda 'antiterrorista' de la
administración estadounidense de George W. Bush, desde los
atentados del 11 de septiembre de 2001.
Varias veces en el año, efectivos del Comando Sur de Estados Unidos
se despliegan con armamentos y equipos de primera tecnología hasta
ese territorio con el pretexto de realizar ejercicios de entrenamiento y
maniobras conjuntas con los ejércitos regionales en la preparación de
tropas élites.
En el libro 'La Guerra Infinita: Hegemonía y Terror Mundial', la
investigadora mexicana Ana Esther Ceceña describe a la Triple
Frontera 'como la llave de acceso político y militar a la región
amazónica'; una especie de límite entre los dos países más
importantes de Sudamérica (Brasil y Argentina).
Lugar rico en biodiversidad, pero donde el agua se erige reina de la
abundancia con el Gran Amazonas -y sus afluentes-, la Cuenca de la
Plata y las portentosas Cataratas de Iguazú que salpican el río Paraná,
en cuyas márgenes opuestas se levantan las hidroeléctricas más
potentes del mundo, Itaipú (Brasil-Paraguay) y Yacyretá (Paraguay-
Argentina).
Pero la batalla por la preservación y defensa de los recursos hídricos
de la región pasó en los últimos meses del protagonismo de
organizaciones no gubernamentales a la agenda de los presidentes
Luiz Ignacio Lula da Silva y Néstor Kirchner, tras la firma de la
Declaración sobre el Agua.
Sin embargo, no significa que cesen las presiones a través de
instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional sobre los gobiernos regionales, bajo el tamiz de
proyectos financiados que esconden verdaderos propósitos
hegemónicos.

Informe extraído de Latinoamérica – online, año 2004.

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