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I.- Freud y la construcción teórico-científica.

.- La noción de ciencia en Freud y su quehacer científico.

.- Funcionalidad de los objetos teóricos freudianos.

.- Metapsicología y ciencia.

.- Los cuatro conceptos y su importancia teórica en psicoanálisis.

II.- Los inicios de la construcción teórica de los cuatro conceptos.

.- Los cuatro conceptos en la correspondencia Fliess-Freud.

.- Las primeras concepciones teóricas en los inicios de la clínica de la histeria. (Estudios sobre la histeria, sobre el mecanismo psíquico de fenómenos histéricos, la
etiología de la histeria).

III. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis y su potencia teórica en la interpretación de los sueños.

.- Desmontaje del trabajo del sueño y su relación con el inconsciente, la pulsión, la repetición y la transferencia.

.- Análisis de los sueños en el caso Dora.

IV. Los cuatro conceptos en la concepción del psiquismo infantil.

.- Inconsciente, pulsión, repetición y transferencia en el Análisis de la fobia de un niño de cinco años.

V. Los cuatro conceptos y su aporte en la concepción de las psicosis.

.- Análisis del caso Schreber.

VI. El aporte de los cuatro conceptos en los Trabajos sobre técnica psicoanalítica.

.- Clínica e interpretación de los sueños.

.- La transferencia en la clínica psicoanalítica.

.- La repetición y su mecanismo psíquico en la clínica psicoanalítica.


VII. Introducción del narcisismo: ¿elaboración de un quinto concepto fundamental?

.- El narcisismo y los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.

VIII. Metapsicología y los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.

.- Análisis de los Trabajos sobre metapsicología.

IX. Movimientos teóricos en los cuatro conceptos a partir del Más allá del principio del placer.

.- Transferencia y reacción terapéutica negativa.

.- La pulsión… de muerte.

.- Compulsión a la repetición.

X.- Los cuatro conceptos fundamentales y El malestar en la cultura.

.- La teoría freudiana y su interpretación de la cultura.

.- La neurosis y el malestar cultural.


INCONSCIENTE
“ELLO” PIENSA…

“¿Cómo puede ser que un pensamiento no sea pensado por alguien, que exista más allá del sujeto pensante, al mismo tiempo, parte del psiquismo?”. Silvia Bleichmar.
(21)

EL INCONSCIENTE Y SU CARÁCTER ALUCINATORIO

“El carácter alucinatorio tiene que ver con eso, con la imposibilidad de diferenciar entre el pensamiento y el acto, ya que todo pensamiento es, en los orígenes del
sujeto psíquico, un acto”. Bleichmar. (34).

¿QUÉ ES UNA REPRESENTACIÓN INCONSCIENTE?

“Se trata una articulación, de una acción ejercida sobre el objeto o recibida del objeto… la representación es el residuo de un encuentro con un objeto privilegiado que
se inscribe no como objeto del mundo sino como producto de una experiencia”. Bleichmar. (50).

El conjunto formado por una huella de la experiencia de satisfacción y el placer de órgano.

LA ALUCINACIÓN INCONSCIENTE ES UNA REALIZACIÓN DEL DESEO

“El inconsciente no anhela nada, realiza el deseo”. Bleichmar. (86).

¿QUÉ ES UN SIGNO DE PERCEPCIÓN?

“… son elementos que, provenientes del campo de lo real, se desprenden de los objetos productores de placer primario y entran a funcionar como autónomamente, y
van marcando las líneas de interés del mundo… el niño pequeño –o el inconsciente- no va a la búsqueda sino que encuentra esos elementos en el mundo y le hacen
signo son que necesariamente tengan significación”. Bleichmar. (310).
LA REALIDAD DEL INCONSCIENTE

“Es compulsión a la repetición pero en el sentido de que es más ley de insistencia en cuanto a fijarse a lo mismo, es repetición de lo mismo y no búsqueda de algo
exterior… Nos hemos acostumbrado a pensar el deseo como anhelo. No, el deseo no es anhelo, no es trascendente. El deseo es en-sí. El sujeto que desea el pecho, tiene
el pecho. En el inconsciente no hay sujeto; el deseo del pecho es estar mamando”. Bleichmar. 297

PULSIÓN

UNA PERSPECTIVA DE LA PULSIÓN ANAL. La ganancia colateral ante la aparición de la demanda del Otro.

“… un lactante se rehúsa obstinadamente a vaciar el intestino cuando lo ponen en la bacinilla, vale decir, cuando la persona encargada de su crianza lo desea,
reservándose esta función para cuando lo desea él mismo. Lo que le interesa, desde luego, no es ensuciar su cuna; solo procura que no se le escape la ganancia
colateral de placer que puede conseguir con la defecación”. Tres ensayo de teoría sexual. Pág. 169.

¿QUÉ ES UNA ORGANIZACIÓN PREGENITAL?

Organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales todavía no han alcanzado su papel hegemónico.

LA PULSIÓN EN “PULSIONES Y DESTINOS DE PULSIÓN”

“La pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre los anímico y lo somático, como un representante (Representant) psíquico de estímulos que provienen del
cuerpo y alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo a consecuencia de su trabazón con lo corporal”. (116).

“Toda pulsión es un fragmento de actividad”. (118)

EL DESARROLLO DE LA PULSIÓN
“Podemos descomponer toda vida pulsional en oleadas singulares, separadas en el tiempo, y homogéneas dentro de la unidad de tiempo (cualquiera que sea esta), las
cuales se comportan entre sí como erupciones sucesivas de lava. Entonces podemos imaginar que la primera erupción de lava, la más originaria, prosigue inmutable y
no presenta desarrollo alguno. La oleada siguiente está expuesta desde el principio a una alteración, por ejemplo la vuelta a la pasividad, y se agrega con este nuevo
carácter a la anterior, etc. Y si después se abarca con la mirada la moción pulsional desde su comienzo hasta un cierto punto de detención, la sucesión descrita de las
oleadas proporcionará la imagen de un determinado desarrollo de la pulsión”. (126).

EL OBJETO DE LA PULSIÓN

“El objeto de la pulsión no va a la búsqueda del objeto exterior sino al reencuentro de lo existente, por eso no forma parte del conocer sino del recrear”. Bleichmar.
(160).

.- Recreación de algo con los restos de lo que estuvo.

.- El Icc no busca, encuentra.. ¿Cómo encuentra? A partir de lo indiciario..

¿QUÉ PRETENDE LA PULSIÓN?

Una identidad de percepción. El psiquismo estaría condenado siempre a los mismos objetos pulsionales.

LA PULSIÓN DE SABER COMO UNA CLASE ESPECIAL DE PULSIÓN

“… no es en sentido estricto una verdadera pulsión: no tiene fuente, ni zona erógena, ni remite al placer de órgano, pero sí conserva –y esto es lo que Freud pone en el
centro- esa tensión desplaciente que pone al psiquismo en marcha hacia un reequilibramiento que no se somete al reino de la necesidad”.(213-214).

CUATRO TIEMPOS EN LA RELACIÓN CON EL OBJETO PECHO.

1.- El pecho es una parte de mí.

2.- Pierdo el pecho.

3.- Soy el pecho que pierdo.

4.- Tengo o no tengo el pecho, es decir, ya no lo soy.

FREUD EXPLICA A EINSTEIN SU TEORÍA DE LAS PULSIONES EN EL DIÁLOGO “SOBRE GUERRA Y MUERTE”, UNA SÍNTESIS DE SU NOCIÓN DE LA DUALIDAD PULSIONAL
BÁSICA:
“Suponemos que las pulsiones del ser humano son sólo de dos clases: aquellas que quieren conservar y reunir –las llamamos eróticas, exactamente en el sentido de Eros en el
banquete de Platón, o sexuales, con una consiente ampliación del concepto popular de sexualidad - , y otras que quieren destruir y matar; a estas últimas las reunimos bajo el título de
pulsión de agresión o de destrucción. Como usted ve no es más que la transfiguración teórica de la universalmente conocida oposición entre amor y odio; esta quizá mantenga un nexo
primordial con la polaridad entre atracción y repulsión, que desempeña un papel en la disciplina de usted. Ahora permítame que no introduzca demasiado rápido las valoraciones del
bien y del mal. Cada una de estas pulsiones es tan indispensable como la otra; de las acciones conjugadas y contrarias de ambas surgen los fenómenos de la vida. Parece que nunca
una pulsión perteneciente a una de esas clases puede actuar de aislada; siempre está conectada –decimos aleada: aleada- con cierto monto de la otra parte, que modifica su meta o en
ciertas circunstancias es condición indispensable para alcanzarla. Así la pulsión de autoconservación es sin duda de naturaleza erótica, pero justamente ella necesita disponer de la
agresión si es que ha de conseguir su propósito. De igual modo, la pulsión de amor dirigida a objetos requiere un complemento de pulsión de apoderamiento si es que ha de tomar su
objeto. La dificultad de aislar ambas variedades de pulsión en sus exteriorizaciones es lo que por tanto tiempo nos estorbó de discernirlas”.

Sobre guerra y muerte. 193


Pulsiones que quieren conservar y reunir
Eróticas en el sentido de Eros del banquete de Platón.
Sexuales siempre y cuando se contemple una concepción
amplia del término sexual.

Pulsiones que quieren destruir y matar


Pulsión de gresión o destrucción

Fenómenos de la vida
Acciones conjugadas y contrarias
Nunca actúan aisladas
Pulsiones aleadas y conectadas
En esta conjugación hay cantidades de monto
Pulsión de autoconservación:
su objetivo erótico (auprotección) requiere de la agresión para lograrlo.
Pulsión de amor:
dirigida hacia los objetos requiere de un complemento de apoderamiento
transfiguración teórica de la oposición amor y odio.
Física: nexo primordial de la polaridad entre atracción y repulsión.
REPETICIÓN
COMPULSIÓN A LA REPETICIÓN.

“Porque en el momento en que el sujeto habla de la compulsión no es un sujeto deseante, es un sujeto de compulsión atravesado por algo que lo lleva a operar en el
mundo de un modo del cual él no es el dueño”. Bleichmar. (36).

PASAJE AL ACTO COMO EJEMPLO DE COMPULSIÓN A LA REPETICIÓN

“El pasaje al acto debe ser definido como una compulsión a actuar ante la cual el sujeto no puede dar cuenta de por qué se produjo, sintiendo al mismo tiempo que
puede ser dañado, o que fue dañado por algo que realizó”. Bleichmar. (37-38)

TRANSFERENCIA

“¿A qué se refieren las fórmulas en psicoanálisis? ¿Qué motiva y modula ese deslizamiento del objeto? ¿Hay conceptos analíticos formados de una vez por todas? El
mantenimiento casi religioso de los términos empleados por Freud para estructurar la experiencia analítica ¿a qué se debe? ¿Se trata de un hecho muy sorprendente
en la historia de las ciencias, del hecho de que Freud sería el primero, y seguiría siendo el único, en esta supuesta ciencia, en haber introducido los conceptos
fundamentales? Sin este tronco, sin este mástil, esta estaca, ¿dónde anclar nuestra práctica? ¿Podemos decir que se trata propiamente de conceptos? ¿Son conceptos
en formación? ¿Con conceptos en evolución, en movimiento, por revisar?”.

LACAN. Los cuatro conceptos. Excomunión. 18-19

“Fíjense de dónde parte él –de la etiología de las neurosis- y ¿qué encuentra en el hueco, en la ranura, en la hiancia característica de la causa? Algo que pertenece al
orden de lo no realizado”.

LACAN. Los cuatro conceptos. El inconsciente freudiano y el nuestro. 30

“El inconsciente se manifiesta primero como algo que está a la espera, en el círculo, diría yo, de lo no nacido. No es extraño que la represión eche cosas ahí”.

LACAN. El inconsciente freudiano y el nuestro. 30.

“¿Qué es lo que impresiona, de entrada, en el sueño, en el acto fallido, en la agudeza? El aspecto de tropiezo bajo el cual se presentan. Tropiezo, falla, fisura. En una
frase pronunciada, escrita, algo viene a tropezar. Estos fenómenos operan como un imán para Freud, y allí va a buscar el inconsciente. Allí, una cosa distinta exige su
realización, una cosa que aparece como intencional, ciertamente, pero con una extraña temporalidad. Lo que se produce en esta hiancia, en el sentido pleno del
término producirse, se presenta como el hallazgo. Así es como la exploración freudiana encuentra primero lo que sucede en el inconsciente”.

LACAN. El inconsciente freudiano y el nuestro. 32-33.

Hiancia Tropiezo (falla, fisura) Hallazgo sorpresa

LA CENSURA PARA LACAN

“¿Qué borra? El significante como tal. Aquí volvemos a encontrar la estructura basal que hace posible, de manera operativa, que algo se encargue de la función de
tachar, de rayar, otra cosa. Nivel este más primordial, estructuralmente, que la represión de la que hablaremos más tarde. Pues bien a este elemento operatorio del
borramiento, Freud, desde el comienzo. Lo designa con la función de la censura”. El inconsciente freudiano y el nuestro. 34
El inconsciente no es ni ser ni no-ser, es no-realizado.

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