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Conflictos de contenido ambiental y ecologismo de los pobres: no siempre pobres, ni

siempre ecologistas.
Mauricio Folchi

El autor se plantea de manera crítica a la lectura de que el modelo económico neoliberal ha


acentuado la presión sobre los recursos naturales y desencadenado procesos de degradación
ambiental, perjudicando a comunidades. El ecologismo de los pobres es la propuesta que
tienen los pobres para defender el medio ambiente cuando su subsistencia, que depende de la
conservación de este, se ve perjudicada. Folchi a lo largo del texto describe una propuesta
distinta de comprender los conflictos ambientales.

La lectura chilena define a los conflictos ambientales como el que se origina a partir de un daño
ambiental que involucra a dos actores cuyo interés respecto a este impacto son contrapuestos.
Los conflictos ambientales serían así, interpretados en Chile, como parte de una ola
ambientalista que interpreta la defensa del medio ambiente como una acción de sectores
ciudadanos cada vez más conscientes del daño ambiental en el ámbito local y global. Ante
esto Folchi plantea que es incorrecto decir que las transformaciones económicas de la
Dictadura son el punto de partida de los conflictos ambientales. Sus ideas aluden a que los
conflictos ambientales no comprometen siempre valores ambientalistas, sino percepciones y
urgencias materiales en las que se funden y confunden problemas sociales, intereses
económicos y disputas de poder, teniendo al medio ambiente como trasfondo.

La tesis del ecologismo de los pobres de Martínez Alier plantea la valoración y defensa del
medio ambiente no se da por un ejercicio intelectual muy complejo, sino que es la respuesta
ante una situación objetiva, el lamentable estado material de la naturaleza. Folchi plantea que
existen más formas de explicar la conflictividad ambiental. Hay casos en lo que lo que se
defiende efectivamente no es el medio ambiente, otros en los que los actores tienen el mismo
nivel de poder y otros que tienen lugar fuera del espacio conceptual del conflicto. Propone así
lo que él llama “un marco interpretativo más abierto”, donde prefiere hablar de tensión
ambiental que de conflicto ambiental ya que el contenido del supuesto conflicto ambiental se
produce cuando se tensiona la estabilidad histórica entre una comunidad y su hábitat. Lo que
se produce no sería entonces un conflicto por el medio ambiente, sino un conflicto de interés de
dos actores en el medio ambiente, reivindicando el bienestar material de cada parte.

La lectura chilena de los conflictos ambientales, para Folchi, es demasiado simplista, ya que las
tensiones sociales catalogadas de conflicto ambiental han existido desde hace mucho tiempo
antes que el neoliberalismo, siendo así las luchas ambientales luchas por la subsistencia, no
necesariamente valóricas ni ideológicas. La condición de ambiental del conflicto estaría dada
por la vinculación ecosistémica que tienen las personas con su medio y el tipo de tensión que
desencadena el conflicto. Pueden existir un gran número de distintos conflictos ecológicos,
como ricos contra ricos, ricos contra el Estado, pobres contra pobres y pobres contra ricos.
Folchi plantea que,por ejemplo, en el sur no solamente hay pobres, sino también ricos, y cada
uno a su manera serían gente de cierto ecosistema, lo que ni los transforma de ninguna
manera en ecologistas de forma automática.

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