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Presidencia de la Nación
28-12-2017
CONFERENCIA DE PRENSA DEL JEFE DE GABINETE DE MINISTROS,
MARCOS PENA, ACOMPAÑADO POR EL MINSTRO DE HACIENDA, NICOLÁS
DUJOVNE, EL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL, FEDERICO
STURZENEGGER, Y EL MINISTRO DE FINANZAS, LUIS CAPUTO
PEÑA.- Muy buenos días, estamos acá para contarles un poquito algunas
cuestiones vinculadas al balance de la política económica y la situación económica
de nuestro país, y también poder plantear algunas iniciativas que van a ir
ocurriendo a partir del próximo año.
En primer lugar queremos decir, pasado ya un año de cuando presentamos con
los Ministro de Hacienda y Finanzas en ese momento, que en general podemos
decir que se han cumplido los objetivos para este año 2017 en materia económica.
Centralmente el dato más importante para nosotros es que la economía argentina
volvió a crecer, tal como hablábamos hace un año y que muchos tenían genuinas
dudas, porque veníamos saliendo de un año de recesión. No solo que la economía
argentina está creciendo sino que está creciendo de forma sustentable, de forma
sana, de forma que nos permite ratificar, como después vamos a ver en las
presentaciones de los que me acompañan hoy, que vamos a tener otro año de
crecimiento el año próximo y que podemos tener un sendero de crecimiento para
los próximos años. Cosa que era central para este gobierno que tenía como
objetivo en el primer año, en materia económica, evitar una gran crisis económica,
entendiendo que todas las variables nos indicaban que podíamos estar frente a
una situación similar a otros de los quiebres fuertes que ha tenido la economía
argentina. Este desafío de salir de un populismo económico, de un populismo
político e institucional, sin traumas y sin crisis, tenía como política central en ese
primer año corregir la economía, sin una gran crisis, protegiendo a los sectores
más vulnerables y un segundo año que empiece a mostrar crecimiento. Eso es lo
que en este año estamos pudiendo confirmar.
En segundo lugar teníamos un gran desafío en materia fiscal que como ustedes
recuerdan hace poquito tiempo el Presidente enmarcó en su presentación sobre
los consensos básicos, justo pasada la elección, que la Argentina necesitaba
encontrar un consenso básico sobre la cuestión fiscal entendiendo que no
podemos vivir permanentemente en déficit, que tenemos que tener equilibrio para
que de esa forma no depender de la deuda, no depender del ahorro de otros
países. Para eso se generó un trabajo de diálogo y de construcción de consensos
con los gobernadores y después con el Congreso que culminó ayer de forma muy
positiva con la sanción de ocho leyes que van a ayudar a consolidar este proceso
de reducción del déficit, de ordenamiento de las cuentas públicas nacionales,
provinciales, municipales, para ir logrando unas cuentas públicas saludables que
permitan también en ese sentido avanzar con el otro gran objetivo que tiene que
ver con la cuestión de la inflación.
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etapa que en estos dos primeros años teníamos que evitar una crisis y empezar a
crecer, y empezar a marcar el sendero de previsibilidad, de este crecimiento de la
Argentina. Podemos recalibrar algunas cuestiones, que no transforman el sentido,
ni la orientación, ni en el foco de los objetivos de nuestra política económica, que
centralmente es como lo ha dicho siempre nuestro Presidente: combatir la
pobreza, reducir la desigualdad, y lograr un país más justo y con un crecimiento
sostenible para todos. De eso vamos a hablar ahora y después obviamente como
siempre contestaremos las preguntas del caso, muchas gracias.
DUJOVNE.- Muy buenos días a todos, en línea con lo que mencionaba Marcos, tal
vez el principal anuncio que tenemos para hacer en esta ocasión es que hemos
decidido recalibrar nuestras metas de inflación vigentes para los años
subsiguientes, donde en definitiva lo que hemos hechos es demorar un año la
llegada a nuestro objetivo último de inflación que es del 5 por ciento desde el año
2019 al año 2020. Como ustedes recordarán hasta ahora nuestras metas de
inflación planteaban una inflación del 5 por ciento en el año 2019 y ese objetivo ha
sido trasladado al año 2020, así como el objetivo del diez ha sido trasladado al
año 2019.
Para el año 2018 que está por comenzar nuestra meta de inflación va a ser del 15
por ciento, quiero recalcar también que ahora vamos a trabajar con un número en
específico y ya no con rangos como veníamos trabajando. Ahora el número es 15
por ciento para el 2018, 10 por ciento para el 2019 y 5 por ciento para el 2020. El
motivo del cambio obedece a que, habiendo transcurrido ya dos años desde el
anuncio de las metas anteriores, recordemos que fueron anunciadas en enero del
2016 en el medio de lanzamiento de un programa económico muy comprensivo,
con mucho cambio de precios relativos, y con mucha incertidumbre y volatilidad
hoy tenemos una visibilidad mucha más clara de en dónde están los precios, cuál
es nuestra política fiscal, cuál es muestra política monetaria. Entonces nos
sentimos mucho más seguros en términos de las metas de inflación a las que
podemos comprometernos. En ese sentido queremos ratificar que el objetivo de la
macroeconómica tiene como un componente fundamental equilibrar las cuentas
públicas y junto con eso derrotar a la inflación, con lo cual el compromiso del 15
por ciento de este año para nosotros es crucial. Pensamos que el combate a la
inflación es imprescindible para seguir bajando la pobreza en la Argentina, para
erradicar el impuesto inflacionario que afecta a los que menos tienen y para que
podamos tener más inversión de más calidad, porque con inflación es muy difícil la
planificación a largo plazo.
Por eso ratificamos nuestro compromiso antinflacionario y cuando estamos
corriendo los objetivos simplemente estamos tomando nota de que hoy tenemos
más información que la que teníamos en enero del 2016, pero redoblamos los
esfuerzos para alcanzar las metas planeadas. Las metas de inflación son una
herramienta imprescindible de todo programa económico y la modificación de las
mismas debe ocurrir muy de vez en cuando, es decir, uno tendría que tener como
objetivo no modificarlas. En este caso tomamos la decisión de hacerlo
simplemente porque en el punto de partida no contábamos con la información que
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tenemos hoy, pero a partir de ahora vamos a trabajar con estas metas y vamos a
trabajar muy duro para alcanzarlas. Vamos a ratificar nuestras metas fiscales para
los años 2018 y 2019, que eran de un déficit primario de 3,2 por ciento y 2,2 por
ciento para el dieciocho y el diecinueve respectivamente, y agregamos también la
meta para el año 2020 que es de un déficit primario de 1,2 por ciento del PBI.
Debo mencionar antes de continuar que junto con la modificación de las metas de
inflación estamos haciendo cambios muy importantes en términos del régimen
monetario de la Argentina, en lo que hace al financiamiento monetario desde el
Banco Central al Tesoro, pero creemos que ese complementa y refuerza nuestro
compromiso en la lucha antinflacionaria.
Hemos cumplido la meta que teníamos establecida para este año de déficit fiscal,
dentro de unos días vamos a estar publicando nuestro resultado para este año,
nuestra meta para este año que era de un déficit primario de 4,2 por ciento va a
haber sido sobrecumplida. Recordemos que a principios de año existía mucha
incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno de cumplir con esta meta, dado
que no contábamos con los recursos extraordinarios del proceso de exteriorización
de activos, recursos que ingresaron casi en su totalidad en diciembre del 2016.
Este año si bien ingresaron recursos del 0.2 del PBI, el grueso de los recursos un
punto del PBI había entrado el año pasado, con lo cual la reducción del déficit de
los niveles del año pasado hasta este sin contar con esos recursos
extraordinarios, nos obligó a una importante contención del gasto público tal como
vamos a ver más adelante.
Déjenme quedar un minuto acá con estos números de déficit primario y con
nuestra proyección de interés vamos a converger en el año 2020 a un nivel de
déficit de 1,2 y a un déficit financiero después de intereses de 3,2 por ciento del
producto que junto con el crecimiento de la economía que esperamos, va a
estabilizar de deuda del PBI a partir de ese año. El esfuerzo fiscal que hemos
hecho este año es importante, ustedes pueden apreciar que el gasto público de la
administración pública nacional en 2017 ha bajado 1.1 punto del producto, hecho
que no se produjo en esta magnitud en la Argentina, excepto en situaciones de
crisis con licuaciones, con inflación, pero no ha había ocurrido en un año donde la
economía creció y bajó la inflación. Si además le agregásemos el consolidado con
provincias la baja en el gasto público con relación al PBI alcanza el 1.8 puntos del
producto como vamos a ver más adelante.
Esta baja en el gasto público en relación al producto nos ha permitido también
bajar la presión tributaria, que en la Argentina se sitúa en 30,4 por ciento,
comparada con 32 por ciento en el año 2015, es decir que hemos bajado
impuestos por 1,6 puntos del producto y a su vez hemos bajado el déficit fiscal. La
clave aquí es que a partir del año 2016 el gasto primario en términos reales está
bajando, ha bajado 1 por ciento en 2016 y ha bajado 3,4 por ciento en 2017, son
cifras que nunca se habían visto en la Argentina, excepto en situaciones de crisis,
y lo hemos hecho comportándonos responsablemente, trabajando con mucha
responsabilidad, aún en un año electoral, cosa que no se veía en la Argentina
también en el pasado. Producto de una mejora en la eficiencia del gasto público,
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ciento y como dije antes para el 2020 va a estar normalizada. Creemos que esto
va a ser de una ayuda importante para el Banco Central y que por supuesto es al
que más le preocupa y lo ocupa el reducir la inflación. Con estos nuevos números
el programa financiero para el 2018 y el 2019 queda de la siguiente manera:
Vamos a estar financiando un déficit del 3,2 de producto que son
aproximadamente 20 mil millones de dólares, unos intereses de 2,1 de producto
que suman otros 13400 millones de dólares, lo que da un déficit financiero de
33900 millones de dólares, que si le metíamos el financiamiento que acabo de
formular del Banco Central, llegamos a una necesidad de financiamiento de 30 mil
millones de dólares.
En la cuenta hay que agregarle otros 3500 millones que ya tenemos considerados
de vencimientos con provincias, que sabemos que no se van a renovar y entonces
la necesidad de financiamiento para el 2018 va a estar en torno a los 30 mil
millones de dólares y para el 2019 será en torno a los 26 mil millones de dólares.
Vamos a tener menores necesidades dado que vamos a tener un menor déficit de
un punto pero también vamos a tener todavía un menor financiamiento del Banco
Central, y así llegamos entonces a esos 26 mil millones para el 2019. Por
supuesto vamos a tratar de ir aumentando cada vez más el nivel de financiamiento
en lo que es el mercado interno y en lo posible también en moneda nacional para
ir eliminando o reduciendo la dependencia externa de este financiamiento. La
pregunta obligada siempre es que dada este convergencia gradual hacia el
equilibrio fiscal, cómo queda el famoso tema de la sostenibilidad de la deuda.
Cómo ya hemos dicho muchas veces, lo primero que hay que remarcar es que
este endeudamiento, si bien es transitorio es perfectamente sostenible. Hoy
tenemos un nivel de deuda sobre el producto que vamos a terminar en el año
alrededor de 28 puntos y medio de deuda sobre producto, esto es muy bajo, esto
es bajo con respecto a los países emergentes, es bajo con respecto a los países
desarrollados, es bajo con respecto a los países de nuestra región, por lo que esta
es la situación actual, ¿dónde vamos a llegar una vez alcanzado el equilibrio
fiscal? ¿Cuándo se va a estabilizar este ratio de deuda sobre el producto que es
como se mide? Se va estabilizar entre los años 2020 y 2021, va a crecer los
próximos dos años o dos años y medios de los niveles actuales del 28 y medios a
niveles cercanos al 37; se va a estabilizar en esos niveles entre el año 2020 y
2021, y va a ir descendiendo a partir del año 2021.
También me gustaría remarcar la calidad de este financiamiento y del déficit, hoy
estamos pudiendo llevar este camino gradual hacia el equilibrio porque hemos
logrado reducir nuestra tasa de financiamiento, de manera realmente sustancial,
abrupta. Hemos logrado reducir el diferencial de tasas que hoy paga Argentina con
respecto a lo que pagan vecinos nuestros, otros países de la región que han
crecido y han hecho las cosas bien por los últimos diez, quince, veinte años, y
hemos reducido ese diferencial también en un 80 por ciento, hoy nos separan
apenas 200 puntos básicos de diferencial de tasa de países como Perú o
Colombia; diferencial que también para ponerlo en perspectiva supo ser más de
mil puntos básicos en la década pasada.
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inflación núcleo algunos dicen que es la inflación que el Banco Central más
controla, porque excluye el movimiento de los precios regulados, excluye el
movimiento de los precios estacionales, que tienen mucha volatilidad, y entonces
en muchos países del mundo se usa como un mecanismo claro de cómo
evoluciona el proceso de desinflación. Y cuando uno mira este gráfico es bastante
sorprendente porque muestra un proceso de desinflación muy consolidado y muy
sostenido, por supuesto que es un proceso que en algunos momentos opera más
rápido, en algunos momentos opera un poquito más despacio, pero claro, la
dirección es totalmente incuestionable e incontrastable de un proceso muy
consolidado que básicamente nos lleva en noviembre de 2017 a una inflación del
21,2 por ciento interanual. Debo decir que también es un proceso que se ha dado
en un contexto de crecimiento económico bastante significativo, con lo cual me
parece como que tiene un doble mérito ese proceso de desinflación.
En esta placa voy a mirar este mismo número de una manera un poquito diferente,
que es ver a qué ritmo viene evolucionando esa inflación núcleo, porque el primero
es de la inflación interanual. Es decir cómo está la inflación núcleo con respecto a
un año atrás. La otra línea que se presenta acá, que es la azul más clarita, es
básicamente la velocidad de crucero de esa inflación núcleo, a qué velocidad está
avanzando la inflación núcleo en este momento, que en este caso está medido
como el promedio de los últimos tres meses en valores anualizados. Entonces lo
que vemos es que el año pasado tuvimos una fuerte desaceleración, después de
alguna manera se estabilizó y en este año, sobre todo en la segunda mitad del
año, se ha producido una baja muy pronunciada en la velocidad del ritmo al cual
está avanzando esa inflación núcleo, que hoy se ubica en valores cercanos al 18
por ciento. Es decir que claro, todavía no lo vemos en la interanual, porque eso
mira la evolución de todo el año, pero en la punta el proceso de desinflación sigue
no solo consolidado sino de alguna manera muy bien e incluso mejorando.
En la placa siguiente nos da una perspectiva ya yendo hacia un poquito atrás, en
realidad esta es la inflación núcleo desde que hay datos de la inflación núcleo,
porque ustedes saben que en un momento perdimos nuestras estadísticas de
inflación, en el año 2012 la Ciudad de Buenos Aires volvió a generar estimaciones
creíbles de la inflación, y básicamente acá lo que hemos hecho es una serie de
esa inflación núcleo desde por allá septiembre del 2012 -que fue cuando se volvió
a generar este valor- hasta la actualidad. Y lo que vemos es que en este momento
la inflación núcleo está en el valor más bajo de la serie, y en particular lo que nos
permite es distinguir, por ejemplo, dónde está la inflación núcleo en este momento,
por ejemplo con el año 2014-2015, que era un momento en el cual la inflación
tenía de alguna manera, o llevaba digamos la ayuda de acumular desequilibrios,
como el congelamiento de tarifas, básicamente el cepo cambiario, congelamientos
de precios, y que de alguna manera fueron todos elementos que en lo inflacionario
–elementos de la herencia recibida- que hubo que asimilar, resolver y lidiar con
ellos. Y ahí lo que vemos es que en esos momentos la inflación núcleo claramente
estaba en el orden del 2 por ciento mensual y hoy estamos significativamente por
debajo de esos valores. Así que en este sentido creo que es muy importante
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del Ejecutivo que necesita el Banco Central, dicho de una manera muy sencilla, es
que el Ejecutivo no le pida plata. Si uno se retrotrae al 2014-2015 -esto ya lo
anticipó Luis- el Banco Central le estaba transfiriendo al Ejecutivo el equivalente -
ahí lo vemos- del 5,3 y 4,4 puntos de PBI, eran transferencias realmente muy
masivas que hacía el Banco Central al Ejecutivo. Esto fue obviamente lo primero
que nosotros cambiamos, nosotros ya en el año 2016 nos comprometimos a una
transferencia de 160 mil millones, que en primer momento fue recibida con cierto
escepticismo, pero que se cumplió exactamente a rajatabla, y eso ya implicaba
ese primer año bajar ese financiamiento a 2 puntos del PBI, y en este año lo
bajamos a 1,5 puntos del PBI. Por supuesto esto es una coordinación, porque el
Programa de Convergencia Fiscal era gradual, entonces obviamente requería una
convergencia gradual en estas transferencias. Ya habíamos acordado tanto con
Nico como como Luis las transferencias de 140 mil para el año que viene, que es
1.1, esto era lo era sabido.
Entonces lo que se agrega es -en este momento que creo que ellos tienen una
mejor visión sobre lo que es la perspectiva fiscal- cómo siguen estas
transferencias en los años siguientes. Debo confesar que cuando Nico llegó hace
un año charlamos este tema, porque Nico me decía “tenemos que reforzar la
credibilidad del proceso de desinflación reduciendo las transferencias”, lo
discutimos en ese momento, lo trabajamos bastante. Al final Nicolás me dijo:
“vamos a tener que esperar hasta que el sendero fiscal esté bien definido, eso va
a ser a fin de año”, y agradezco mucho que hayamos podido terminar de cerrar
ese debate y ese objetivo común de la manera realmente muy positiva para el
Banco Central, como lo estamos anunciando hoy.
Básicamente lo que se agrega es que en el 2019 ese número pasa de 140 mil a
70 mil, es decir que se baja 0.5 PIB, y a partir del año 2020 -lo anticipaba Luis- es
lo que llamo una “regla de señoreaje”, que básicamente lo que va a transferir el
Banco Central al Ejecutivo, esta ya es una regla permanente, es permanente
porque a partir de ese momento la meta de inflación es permanente y es 5 por
ciento; que es básicamente el crecimiento económico multiplicado por la base-
discúlpenme si por ahí es un poquito más técnico-. Básicamente que lo único que
le podría transferir el Banco Central al Ejecutivo es si hay un aumento real de la
demanda de dinero por crecimiento económico, entonces puede transferir eso.
Esto quiere decir en concreto que a partir del año 2020 la inflación deja de ser una
fuente de financiamiento para el Gobierno en la Argentina, deja de ser la inflación
una fuente de financiamiento. Esto es un cambio institucional profundísimo,
cuando muchos países hacen esto con cambios legislativos, cambiando la Carta
Orgánica del Banco Central, imponiendo reglas muy estrictas de financiamiento.
Nosotros acá estamos usando el auto-disciplinamiento. Es decir que creemos
tanto en esto que sin hacer ese cambio institucional decimos “esto es lo que
queremos y vamos a trabajar de esta manera”, y lo comunicamos en algo que todo
este tema de las transferencias hemos cumplido a rajatabla todo lo que hemos
dicho desde el primer día. O sea que para el Banco Central esto realmente sí
despeja extraordinariamente el horizonte, sí define el nivel de transferencias de
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una manera que es consistente con justamente ese objetivo de inflación del 5 por
ciento que buscamos en el 2020. O sea que del lado nuestro esto es realmente el
punto me parece casi institucional y de organización del esquema económico diría
muy central.
Termino con dos temas muy cortitos sobre crédito y tipo de cambio, si me permite
el Jefe de Gabinete. Yo a la lista de éxitos del 2017, o las cosas positivas que
mencionó Nicolás, agregaría una que es crédito. La verdad que lo que ha ocurrido
con el crédito en la Argentina en el año 2017 es realmente muy extraordinario, yo
creo que es la muestra más visible de los beneficios de bajar la inflación, porque
bajar la inflación es lo que da certidumbre, lo que les da certidumbre a las
entidades financieras para que esos excedentes de liquidez los quieran prestar, y
certidumbre al tomador de crédito para que se anime por ejemplo a tomar un
crédito hipotecario a treinta año. Hoy llegamos a noviembre de este año con todos
los indicadores de crédito con crecimientos muy significativos: hipotecarios
creciendo al 100 por ciento; personales y prendarios creciendo entre el 60 y 70 por
ciento; el crédito a empresas creciendo más del 50 por ciento. Son valores
nominales que hay que contrastar con esa inflación del 22 por ciento que
habíamos dicho. Es un crecimiento integral de la masa crediticia del más de 20 por
ciento con lo que estamos terminando el año, que me parece que es un elemento
realmente para celebrar y creo que es uno de los grandes éxitos que hemos tenido
en el año 2017.
Este gráfico que está acá muestra el hipotecario. Acá lo he mostrado desde el
2007 para que veamos un poco dónde estábamos con esto, la verdad que hace
muchísimos años que el mercado hipotecario en la Argentina no despegaba, y
hemos hecho un cambio tan trascendental que en este momento está creciendo al
8 por ciento real mensual, por eso llegamos, repito, a fin de año con un
crecimiento del cien por ciento, y me parece que el proceso de desinflación es lo
que está detrás de esto y por eso para nosotros es tan central. Pero lo quería
agregar como un elemento que me parece importante para el cierre del año. .
Termino con el tipo de cambio que me parece que también es importante. Una
piedra angular del programa económico de este Gobierno es la posibilidad de
tener un tipo de cambio flotante, un tipo de cambio flotante permite a la economía
amortiguar los shocks que le vienen de afuera. Doy un ejemplo muy sencillo: si
pasa algo en Brasil y la moneda brasileña se deprecia, nosotros necesitamos que
el peso argentino se deprecie ¿Para qué? Para proteger a nuestros productores,
para de alguna manera generar una amortiguación sobre ese shock externo que
se produce. Y yo creo que los beneficios del cambio flotante Argentina ya los está
viviendo, porque cuando uno mira el proceso de crecimiento de Argentina durante
el 2017, ha sido bastante parejo, y los shocks externos siguen estando. Entonces
justamente estos movimientos y estas fluctuaciones del tipo de cambio han
permitido amortiguar eso, protegiendo la actividad productiva real de la Argentina,
y permitiendo ese crecimiento sostenible y sustentable del que se hablaba.
Esto es el tipo de cambio real multilateral, este es el tipo de cambio relativo a los
precios locales, en este caso mostrado desde junio del 2016. Quizás lo
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sorprendente de este gráfico es lo plano, es decir, o estable que está. Ustedes ven
–por supuesto- que esto tiene fluctuaciones, hay momentos en que la línea baja,
eso quiere decir que las monedas externas se van moviendo menos que los
precios domésticos. Hay momentos en que sube, el valor de las monedas
externas sube más rápido que los precios domésticos. Pero fíjense que esto está
como en un contexto muy estable, muy controlado, donde va buscando su
equilibrio, ese equilibrio va cambiando en función de las cosas que van ocurriendo,
repito, en término de shocks externos, y también incluso para mantener el balance
interno: si la Argentina puede tener un proceso que se genera un desequilibrio
entre importaciones y exportaciones, ahí inmediatamente empieza a actuar el tipo
de cambio haciendo que esas dos cosas se equilibren. Así que me parece que es
bastante central mostrar que este es un proceso que muestra una estabilidad que
es bastante sorprendente, pero que es real y que la hemos visto durante el último
año.
Y termino simplemente con la última, que es también mostrar esta estabilidad -que
se las mostraba en la placa anterior- respecto de junio del año 2016, acá la
muestro desde el momento de la unificación del mercado cambiario y la salida del
cepo, para ver cómo estamos respecto a ese momento. Siempre estoy hablando
del tipo de cambio relativo a los precios, sería como esa medida que a veces
usamos de competitividad, o que se usa con ese sentido.
Hoy Argentina tiene un tipo de cambio que está un 23 por ciento más competitivo
podríamos decirlo, que previo a la salida del cepo, esa es la línea azul oscura, y la
línea verde es con Brasil puntualmente -que es un socio comercial para nosotros
muy importante- estamos un 42 por ciento más competitivos de lo que estábamos
previo a la salida del cepo. Y esos números se han mantenido relativamente
estables, con esas fluctuaciones que son parte del sistema, a las cuales nos
tenemos que acostumbrar. Creo que con el tiempo la gente se va a dar cuenta que
eso sube, que eso baja, y eso también es un elemento y un incentivo para
finalmente aquello que todos queremos que es la desdolarización de la economía
argentina, que los argentinos se den cuenta que viven en la Argentina, compran
en la Argentina, cobran en Argentina, y que tendrían que pensar en pesos, y eso
se va a lograr a partir de que este tipo de cambio pueda tener este juego, que a su
vez es muy bueno para la macroeconomía.
PEÑA.- Muchas gracias Federico, pasamos a las preguntas.
PERIODISTA.- Buenos días. Preguntarles por qué este cambio de último
momento, teniendo en cuenta que si uno tiene un proyecto, un camino marcado, y
decide modificarlo, es que hubo una piedra que entorpeció ese recorrido.
Preguntar cuál fue la piedra, qué autocrítica se hace desde el Gobierno para
modificar esa meta inflacionaria. Por otra parte saber qué repercusión va a tener
esto en el bolsillo de cualquier trabajador, sabemos que los alquileres, los precios,
las tarifas han aumentado en este último año, no hay que ser economista para
darse cuenta, en el 2018 si eso va a continuar y el bolsillo va a seguir viéndose
afectado.
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más herramientas para luchar contra la inflación. Entonces todo este cambio que
estamos haciendo es para tener más éxito en la lucha contra la inflación y para
reafirmar nuestra política antinflacionaria, y no lo contrario.
PERIODISTA.- Quería preguntarle al Jefe de Gabinete por qué se presentó el
programa financiero luego de la aprobación del presupuesto 2018, si no cree que
se debería haber presentado antes de la discusión en el Senado. Y al resto de los
ministros: ¿Cómo creen que impactará la escalada del dólar en la inflación?
PEÑA.- Lo que estamos presentando es coherente y consistente con lo que se
votó ayer, y coherente y consistente también con el plan financiero, el plan
monetario, el plan fiscal que hemos presentado al comienzo de nuestro gobierno,
y creo que esto también hay que destacarlo porque es algo que no es lo común en
nuestra historia, poder tener un sendero de previsibilidad de hacia dónde estamos
yendo, y al mismo tiempo una evaluación permanente de los objetivos que nos
estamos trazando. En muchos objetivos que estamos mostrando hoy ya podemos
decir después de dos años de gobierno, como recién lo marcaba Federico en
algunos casos, o lo marcaban Nico o Toto antes, se está mostrando que estos
planes son reales, se están cumpliendo, van en la dirección correcta. Al igual -y
esto también es muy importante de destacar- que el presupuesto 2017 tiene un
grado de cumplimiento sobre los sancionado muy alto, muy alto comparado
históricamente a lo que ha ocurrido en la Argentina, debe ser uno de los años en
el que es prácticamente marginal la diferencia. Con lo cual realmente el
presupuesto hoy es una hoja de ruta sobre qué es la inversión pública, sobre lo
que es el gasto del Estado, sobre lo que es la marcha de la economía. Lo que
estamos haciendo en todo caso ahora es- con la sanción del presupuesto y estas
ocho leyes que componen un conjunto de herramientas en lo fiscal- es poder
ratificar el rumbo y precisar, en este caso en cuanto a las metas, el camino que
vamos a tener los próximos dos años, y esto lo pretenderemos mostrar cómo se
ha venido haciendo tanto en los ministerios económicos como también en el
Banco Central, en permanentes comunicaciones para decir dónde estamos
respecto a esas metas. Déjame destacar también lo que implica -porque son
cosas que parecen naturales cuando se cumplen, pero no es lo habitual en
nuestra historia- cumplir también con las metas fiscales de este año, realmente
esto que decía Nicolás antes es un logro muy importante de cambio de cultura de
los gobiernos, cambio de cultura como planteaba el Presidente respecto a los
consensos básicos, de entender, como es una de las leyes que se sancionó ayer,
que es la de Responsabilidad Fiscal, que la responsabilidad fiscal es una
obligación ética de los gobernantes centralmente respecto a las futuras
generaciones, porque si nosotros vivimos permanentemente financiando el gasto
de hoy con el ahorro futuro, lo que estamos haciendo es tomando decisiones por
las siguientes generaciones, y eso no tiene que existir en lo posible. Y ese es el
objetivo final de encontrar una economía en el 2019-2020 que haya corregido esos
desequilibrios y crezca de una forma más genuina.
STURZENEGGER.- Yo quiero tomar la segunda parte de la pregunta, que tenía
que ver con el dólar: este Banco Central no usa el tipo de cambio como un ancla,
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son de baja conflictividad y, al contrario, son a favor de los trabajadores, tiene que
ver por ejemplo con la posibilidad de avanzar en un blanqueo laboral, para
incorporar a muchos trabajadores informales a los beneficios de la protección de
los derechos laborales que hoy no tienen en la Argentina. La posibilidad de
avanzar en mejorar esquemas de capacitación, por ejemplo, para también formar
y capacitar a los trabajadores en un contexto donde las transformaciones
productivas y tecnológicas están generando enormes desafíos que no nos
permiten quedarnos quietos. Hoy quedarnos quietos es perjudicar la situación del
trabajo y el trabajo futuro. Por ejemplo en materia de licencias, las posibilidades de
incorporar un alargamiento de la licencia de maternidad, la posibilidad de
incorporar la licencia para la mujer o el hombre que trabaja pero que tiene hijos
pequeños, que pueda descontar un par de horas para poder cuidar a sus chicos.
Ese tipo de innovaciones que hacen también a modernizar un esquema laboral
que tiene que entender que si cambió la sociedad tienen que también poder
discutirse las normativas para mejorar siempre la situación del trabajador y de las
posibilidades de acceso a más trabajo.
Esperamos que junto a otras leyes muy importantes, como dije antes, como la de
Financiamiento Productivo, que permite dinamizar el ahorro de los argentinos para
que se invierta más y se genere más trabajo; la cuestión de la Defensa de la
Competencia, para atacar la discusión de la cartelización que muchas veces existe
y que es muy importante para la lucha contra la inflación, generar un esquema de
mayor competencia en la economía argentina, entre muchas otras discusiones.
Esperamos avanzar en febrero con un alto grado de consenso, de vuelta, si hay
consenso se podrá avanzar y seguir discutiendo más temas, si no hay consenso
se trabajará hasta que lo haya.
PERIODISTA.- La primera pregunta es para el Presidente del Banco Central y es
qué pasó, porque le preguntamos siempre en las conferencias de los informes del
Banco Central si iban a cambiar las metas y su respuesta eran “las metas no se
cambian”, y hoy el ministro Dujovne nos dio las metas nuevas. La pregunta es si
hay alguna autocrítica, si hubo un cambio, algo que no vieron, algo que hicieron
mal. La segunda es si van a cambiar las tasas de interés hacia la baja, y alguna
palabra para los que están tomando créditos hipotecarios atados a la inflación, si
hay algún tipo de preocupación que deban tener, ya que la inflación que se ve
hacia adelante es un poquito más alta.
STURZENEGGER.- La posición del Banco Central es siempre trabajar en pos de
las metas que tiene, por eso cada vez que nosotros nos hemos juntado, en los
informes de política monetaria en las presentaciones del Banco Central nos han
encontrado a nosotros trabajando incólumemente atrás de las metas que teníamos
puestas como objetivo, que las que teníamos las había puesto el Ejecutivo allá por
enero del año 2016 como dijo Nicolás. Esto nos había encontrado sobre el fin de
este año con una inflación que estaba por encima del 20 por ciento y con una
política monetaria orientada a generar una inflación del 10 por ciento a fin del año
pasado. Y esto fue un poco, entiendo yo, lo que el Ejecutivo evaluó para plantar un
sendero alternativo que, repito, lo único que hace es correr el 5 por ciento -que es
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Con respecto a la tasa de las Lebacs, como mencionaba recién Federico, las
Lebacs se han emitido para algo y es imposible escindir lo que ha pasado, en
términos de créditos hipotecarios, de baja en el récords país, de boom de créditos
que hemos tenido a lo largo de la economía, sino hubiéramos tenido un Banco
Central vigilante de la inflación, como lo tuvimos y como lo vamos a seguir
teniendo, lo único que estamos haciendo es recalcular el sendero de convergencia
a la meta final, del 5 por ciento, adaptando – simplemente - la meta de este año
para que el Banco Central mantenga la credibilidad y la reputación, que
necesitamos del Banco Central independiente, que tenemos en la Argentina.
Quiero, finalmente, decir que la Argentina este año está experimentando el mayor
aumento de inversión en muchísimo tiempo y hay que remontarse a muchísimos
años atrás para registrar el incremento en la inversión que está teniendo la
Argentina, este año. La inversión, en el tercer trimestre ha crecido cerca del 14 por
ciento y va a terminar el año creciendo por encima del 12 por ciento y pensamos
que es sólo el inicio de un proceso de inversión enorme en capital físico, que
sumado a la inversión en capital humano, a la mejora en la educación es lo que
lleva a la prosperidad de un país y a la mejora en los salarios reales.
También estamos con una importante mejora en la inversión directa externa, si
uno mira la contabilidad nacional – publicada por el INDEC – vamos a terminar el
año seguramente con cifras de inversión directa externa, medida por la
contabilidad nacional, superior a los 9.000 millones de dólares, es 1 punto y medio
del PBI, también cifras que no se veían en la Argentina desde hace muchísimos
años. En la época del cepo teníamos cifras que eran un poco más bajas, pero
además con las empresas obligadas a reinvertir sus utilidades en la Argentina,
porque no podían girarlas y eso se computaba como inversión directa externa,
pero si investigamos ese efecto estamos realmente con un salto en la inversión,
en la Argentina, y en la inversión directa externa muy grande y entonces creemos
que la política que estamos llevando adelante en conjunto: Banco Central,
ministerio de Hacienda, ministerio de Finanzas en un trabajo conjunto con la
Jefatura de Gabinete, con quienes actuamos permanentemente y elaboramos
juntos el Presupuesto, es lo que está posibilitando que la Argentina haya entrado
en un ciclo de crecimiento, que pensamos que esta vez va a ser sostenido por
mucho tiempo.
STURZENEGGER.- Vuelvo a repetir lo que dije antes, con respecto a las tasas de
Lebacs y la inversión, no es cierto eso. Ahora estamos haciendo una licitación de
corredores viales por 6.000 millones de dólares, vamos a estar haciendo en el
cortísimo plazo transmisiones en energía por más de 4.000 millones de dólares y
los inversores en estos financiamientos están mirando diez o quince años,
entonces sí es cierto que hoy haya mucha gente que pueda estar más seducida
por la tasa de corto plazo de las Lebacs y también es cierto que hay muchísima
inversión que va a venir y que está mirando las tasas de los próximos cinco, diez,
quince o veinte años. Entonces, este es un proceso gradual, donde alguna gente –
hoy - invierte en el corto plazo, pero muchísima otra gente está invirtiendo y está
apostando ya en el mediano y largo plazo y solamente el año que viene, y
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solamente en las licitaciones del PPP vamos a tener inversiones por algo así como
15.000 millones de dólares, entonces esto no es que digamos que depende de la
tasa de las Lebacs, al contrario para mucha gente ver a un Banco Central ocupado
y preocupado por controlar la inflación es lo que los hace también justamente ir a
estos proyectos de mediano y largo plazo.
Por primera vez, en la Argentina, probablemente en más de 20 años, estamos
viendo financiamiento de proyectos, algo que no pasaba – de vuelta – por algo así
como 20 años y esto es toda la combinación de esta política que estamos
describiendo aquí.
DUJOVNE.- Yo el tipo de cambio en niveles cercanos a los 18, con respecto al
cierre del año pasado se ha movido al 15 por ciento, digamos si vemos las
monedas que flotan en el mundo, probablemente se ha movido menos que el euro
contra el dólar y probablemente ha tenido menos volatilidad que muchas otras
monedas en el mundo. Entonces tenemos que acostumbrarnos a que tenemos
tipo de cambio flotando y dejar de llamar corrida cuando se mueve el 10 por ciento
y mega-apreciación cuando se mueve 10 por ciento para el otro lado, porque
tenemos un tipo de cambio flotante y a veces está un poquito más depreciado, a
veces un poco más apreciado, pero justamente – como decía Federico – ese es el
mecanismo que estamos generando para poder absorber shock externos. Va a
llevar un tiempo a que los argentinos dejemos de mirarlo, de preocuparnos, pero
en la medida en que se consolide este proceso, en el cual el traspaso a precios de
los movimientos del tipo de cambio es cada vez menor va a dejar de ser un tema
para los argentinos.
STURZENEGGER.- Yo quiero abordar la pregunta de Gonzalo, porque me parece
que es relevante, porque hay una cosa como paradojal en la pregunta, porque
llegamos a fin de año con un proceso de recuperación que está liderado por la
inversión, que acabo de demostrar que el crecimiento del crédito es uno de los
más rápidos de hace muchísimos años, que la construcción que es un sector que
está muy sensible en la tasa de intereses está también con crecimientos altísimos,
entonces todo aquellos sectores que supuestamente debieran verse afectados por
la tasa parece que son los que mejor andan, entonces cómo es esto y la respuesta
la dio Luís, que es que justamente nosotros controlamos una tasa de corto plazo,
tenemos un foco en la inflación, generamos una estabilidad y una perspectiva a
largo plazo y eso es lo que estimula a la gente a construir. Estimula a la gente a
invertir, estimula a la gente a tomar el crédito.
Entonces hay un compromiso del Banco Central con ese objetivo de
estabilización, independientemente que después tenga que usar un instrumento,
donde la tasa en 30 ó 60 días, tenga cierto valor, pero claramente no está
afectando el crédito, claramente no está afectando la inversión, claramente no
está afectando la construcción. Es decir tenemos que aprender el valor de la
estabilidad y meternos en la ecuación, más allá del valor puntual de la tasa de
cortísimo plazo y eso es lo que me parece que se está construyendo, pero no
estamos hablando de proyecciones o lo que pensamos teóricamente. Estamos
hablando de las realidades de este año y me parece que así terminamos el año y
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a la desinflación, que podemos tener tasas de inflación más vastas este año que
las que hubiéramos tenido teniendo metas que sean creíbles y teniendo un Banco
que se enfoque con mucha fuerza en el cumplimiento de esa meta. Entonces
tenemos que recalcar que acá lo que hacemos es para tener menos inflación, no
más inflación y que el recalculo de la meta es para tener menos inflación que la
que podríamos haber tenido, dotando al Banco Central de más herramientas para
alcanzarlo.
STURZENEGGER.- Yo quiero volver sobre el tema de la credibilidad porque me
parece que quizás no se enfatizó o no se está viendo un tema absolutamente
central para nosotros que es que básicamente se ha definido el marco del
relacionamiento entre el Tesoro y el Banco Central para siempre, entonces
nosotros estamos diciendo que a partir del año 2020 el Tesoro lo que va recibir del
Banco Central es el crecimiento de la economía real por la base monetaria.
Para dar una idea, si eso fuera hoy, eso sería 30.000 millones de pesos, un tres
por ciento de crecimiento por una base que es un billón de pesos, son 30.000
millones de pesos, cuando hoy el Banco Central en el año 2007 le transfirió al
Ejecutivo 150.000 millones de pesos, entonces eso básicamente desde la
perspectiva del Banco Central, desde la perspectiva de la credibilidad de las
metas, desde la perspectiva de ese 5 por ciento es absolutamente trascendental.
Repito, estas son las cosas que los países hacen institucionalmente y que
nosotros lo estamos haciendo diciendo: “creemos en esto” y entonces ellos – el
Ejecutivo – se compromete a esta trayectoria que como dijimos, es una trayectoria
que la hemos venido cumpliendo a pie juntillas hasta este momento. Entonces
institucionalmente eso para el Banco Central es quizás la herramienta más
importante que ha recibido en muchísimo tiempo para generar credibilidad
respecto de sus políticas y para nosotros la cosa más importante que hoy está
sobre la mesa y me parece que eso es lo que nos consolidad muchísimo, en
términos de credibilidad, más allá que después se cambie la meta intermedia del
2018-19 unos puntos.
PEÑA.- Aprovecho para desearles muy feliz año, agradecerles a todos los
periodistas el trabajo de este año, que ha sido intenso, un año con mucho trabajo,
pero un año muy positivo creemos para la Argentina y también para el trabajo de
la libertad de prensa, de la libertad de expresión y del trabajo que vamos
compartiendo en estos ámbitos y desearles un muy feliz año nuevo, que
arranquen bien con sus familias y confiar en que vamos a tener un gran 2018
todos juntos por delante, muchísimas gracias. Hasta luego.
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