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En el caso debe estarse a las conclusiones del Plenario "Valdez, Estanislao F. c/ El Puente S.A.T. y otro" de la Excma.

Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil del 10 de noviembre de 1994, ya que se trata de acciones personales tendientes a obtener la
reparación de los perjuicios derivados de una colisión producida entre dos automotores en movimiento. La intervención de dos
factores de riesgo opuestos no conduce a su neutralización, por lo que igualmente resultan aplicables las presunciones de
responsabilidad establecidas por aquella norma. Son presunciones concurrentes, por cuanto recaen sobre el dueño o guardián de
cada una de las cosas riesgosas que han causado el daño, debiendo responder del mismo, salvo que se acredite la existencia de
una causal de exoneración, esto es, la culpa de la víctima o la de un tercero por quien no debe responder.

La carga de la prueba de tales extremos pesa fundamentalmente sobre el conductor del patrullero y, en su caso, del Ministerio
del Interior-Policía Federal Argentina, como principal respecto de aquél y titular del vehículo, al igual que el ente provincial de
que depende, si se tratare como aquí de un móvil perteneciente a una Provincia, que no ha sido traída al proceso.

Petta, Susana Isabel c/Liendo, Mauricio Pedro y otro/a s/pretensión indemnizatoria

Cám. Cont. Adm. San NicolásSALA:

FECHA:08/11/2016JURISDICCIÓN:Buenos Aires

Afirma que están reunidos los recaudos que determinan la responsabilidad extracontractual del Estado Provincial con fundamento
en la falta de servicio (ex artículo 1112 del Código Civil), a saber: "...(a) aquél incurrió en una falta de servicio, en tanto (i) las
personas que protagonizaron el accidente se encontraban en ejercicio de funciones policiales, (ii) la camioneta embistente
pertenecía al dominio de la Provincia (iii) el funcionario policial no conducía el vehículo en condiciones adecuadas, ya que éste
circulaba en contramano girando a la postre en sentido inverso; (b) el daño cierto sufrido por la actora a raíz del accidente; y (c)
la relación de causalidad adecuada entre la conducta estatal impugnada y el daño cuya reparación se persigue."

Evoca el iudex que: "...si bien el acogimiento a este régimen no impide al damnificado que reclame al tercero responsable la
reparación de los daños y perjuicios que pudieren corresponderle de acuerdo con las normas del Código Civil, en tal supuesto ‘se
deducirá el valor de las prestaciones que haya percibido o deba recibir de la ART.’ (art. 39 inc. 4 ley citada), ya que, a su vez,
esta última podrá repetir del responsable del daño causado el valor de las prestaciones que hubieran abonado (art. 39 inc. 5 ley
citada). (Conf. C.S.J.N., ‘in re’: “Mosca”, sentencia de fecha 6 de marzo del 2007)."

PARTE/S: Díaz, Francisco Javier y otro/a c/Estado Provincial y otro/a s/pretensión indemnizatoria
TRIBUNAL: Cám. Cont. Adm. San Martín
SALA: -

FECHA: 03/10/2013

JURISDICCIÓN: Buenos Aires


HECHOS: Señaló que de los medios probatorios surge que la menor jugaba en la calle junto a un grupo de cuatro (4) menores;
que dicha menor no se encontraba bajo la vigilancia y/o cuidado de ninguno de sus progenitores y/o mayores a cargo; que el
móvil policial al mando del codemandado Ruiz circulaba a baja velocidad con la señal lumínica y sonora (balizas) en
funcionamiento por encontrarse incurso en un operativo de rastrillaje; que la menor se encontraba de espaldas y que
repentinamente emprendió el desplazamiento hacia la calle cuando el móvil policial pasaba, generando el impacto; que las
veredas de la calle Ocampo por las que circulaba el móvil policial no cuentan con cordones, encontrándose al mismo nivel que la
vía de circulación.

4°) Bajo tales parámetros, encuentro conducente recordar que en virtud del principio “Iuria novit curia” corresponde al
Juez, no sólo como facultad sino también como deber, calificar la relación sustancial de la litis y determinar la norma jurídica
que la rige, aunque las partes no la invoquen o lo hagan en forma errónea (conforme arts. 163 inc. 6 y 330 del CPCC y esta
Cámara in re: causa N° 3.103/12, caratulada “Conti, Norberto y otro c/ Dirección General de Cultura y Educación s/ Daños y
Perjuicios”, sentencia de julio de 2.012, entre otras).
En la especie, el señor Juez a-quo – al evaluar la situación fáctica y el acervo probatorio – encuadró la pretensión en el
aludido art. 1.113 del Código Civil. A pesar de que tal encuadre jurídico no ha sido cuestionado por las partes en las piezas
recursivas bajo examen, corresponde aclarar que - en autos - en virtud del material probatorio reseñado, la dilucidación de la
mentada responsabilidad debe enmarcarse dentro del concepto “falta de servicio” en los términos del art. 1.112 del Código
Civil.
Así, el planteo de responsabilidad del Estado por falta de servicio o irregular cumplimiento de un servicio público o esencial
del Estado encuentra fundamento en el artículo 1.112 del Código Civil, resultando de directa aplicación por tratarse de una
norma de derecho público contendida en el Código Civil (en este sentido esta Cámara in re: “Espinoza”, Expte. N° 937/2007,
sentencia del 4 de septiembre de 2.007; N°984/07, “Orlande Gloria E. y Verryt Roberto J. c/ López Murillo Nicolás M. y
Provincia de Buenos Aires (Ministerio de Seguridad) s/Daños y perjuicios”, sentencia del 28 de diciembre de 2.007 y causa N°
3.103/12, caratulada “Conti, Norberto y otro c/ Dirección General de Cultura y Educación s/ Daños y Perjuicios”, sentencia de
julio de 2.012, entre otras).
El mentado artículo - 1.112 del C.C. -, prevé que: “Los hechos y las omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio
de sus funciones, por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales que le están impuestas, son
comprendidos en las disposiciones de este título”.
Se ha resuelto que quien contrae la obligación de prestar un servicio lo debe hacer en condiciones adecuadas para cumplir
el fin en función del cual ha sido establecido y que es responsable de los perjuicios que causare su incumplimiento o su
ejecución irregular (Fallos, 306:2030, 307:821, 312:343).
Los conflictos originados en dicha circunstancia, ponen en juego la responsabilidad extracontractual del Estado, que se
compromete en forma directa, ya que la actividad de sus órganos realizada para el desenvolvimiento de sus fines ha de ser
considerada propia de aquél, que debe responder de modo principal y directo por las consecuencias dañosas que son causadas
por su actividad (cfr. CSJN, “Jorge Fernando Vadell c. Provincia de Buenos Aires”, sentencia del 18 de diciembre de 1.984).
En términos generales, los recaudos de orden genérico que deben concurrir para la procedencia de todo reclamo fundado
en la responsabilidad extracontractual del Estado por su actividad ilícita, son: a) que éste haya incurrido en una falta de
servicio (artículo 1.112 del Código Civil); b) que el actor haya sufrido un daño cierto; c) que exista una relación de causalidad
directa entre la conducta estatal impugnada y el daño cuya reparación se persigue (cfm. Fallos: 328:2546; “Parisi de Frezzini,
Francisca c/ Laboratorios Huillén y otros”, Fallos: 332:2328; “Morrow de Albanesi”, Fallos: 333:1404, “Bea”, Fallos: 333:1623,
y Periopontis S.A. c. Estado Nacional - Ministerio de Economía s. Daños y Perjuicios”, sentencia del 4 de octubre de 2.011).
En este contexto, es dable mencionar que la C.S.J.N. tuvo la posibilidad de precisar que cuando se trata de un servicio
público que el Estado presta a la comunidad, aquél responde directamente por la falta de una regular prestación. Y es que,
aunque la falta sea derivada del hecho de los agentes, existe una imputación directa al titular del servicio. Es decir, la
actividad de los órganos, funcionarios o agentes del Estado realizada para el desenvolvimiento de los fines de las entidades de
las que dependen, ha de ser considerada propia de éste, el que debe responder de modo principal y directo por sus
consecuencias dañosas. Esa responsabilidad directa basada en la falta de servicio y definida por la Corte como una violación o
anormalidad frente a las obligaciones del servicio regular, entraña una apreciación en concreto que toma en cuenta la
naturaleza de la actividad, los medios de que dispone el servicio, el lazo que une a la víctima con el servicio y el grado de
previsibilidad del daño. Dicho con otras palabras, no se trata de un juicio sobre la conducta de los agentes sino sobre la
prestación del servicio (cfm. CSJN, M. 802. XXXV, Mosca, Hugo Arnaldo c/ Buenos Aires, Provincia de (Policía Bonaerense) y
otros s/ daños y perjuicios, del 6 de marzo de 2.007; P. De F. v. Laboratorios Huilen y otros, sentencia del 20 de octubre de
2.009).
En definitiva, el factor de atribución genérico debe ser aplicado en función de los mencionados elementos para hacer
concreta la regla general.
Por último, que este Tribunal ha dicho que “el automovilista debe conservar en todo momento el más absoluto dominio de
su máquina, reduciendo la velocidad, conformándola a la que la ley y las circunstancias lo exigen, extremando las
precauciones hasta detener el vehículo, debiendo observar en tiempo oportuno cualquier obstáculo que se interponga en su
camino” (cfr. CC0100 SN 830597 RSD-372-83 S 22-11-1983, Juez Rojas Daneri (SD) “Barragán, José Ramón c/ Romano
Rubén Francisco s/ daños y perjuicios y conf. arg. Cam. Nac. de Apelaciones en lo Civil, sala I, 15/06/1999 Rizzo de Musto,
Amelia F. c. Veira, Corina R.; CC0000 TL 9434 RSD-19-07 S 22-2-1990, Juez Casarini (SD) “Pacho, Rosalía y otro c/ Ruíz,
Aníbal Ángel y otro s/ Daños y perjuicios; y CC0001 SI 92857 RSD-472-3 S 3-7-2003, Juez Medina (SD) “Konig, Ángel c/
Compañía Noroeste S.A. de Transporte s/ Daños y perjuicios”, entre otros y esta Cámara in re: causa N° 1.779/09, caratulada
"Mangiarotti Hugo Alberto y otra c/ Municipalidad de San Isidro s/ daños y perjuicios”, sentencia del 23 de marzo de 2.010;
causa N° 3.559, caratulada "Vallejos, Rosa Carmen c/ Díaz, Raúl y otro s/ Pretensión Resarcitoria de Daños y Perjuicios”,
sentencia del 6 de junio de 2.013 y causa N° 3.592/13, caratulada "Junco, Carolina Soledad y Junco, Mariela F. c/ Trench,
René Oscar y otros s/ Pretensión Indemnizatoria”, sentencia del 13 agosto de 2.013, entre otras). El subrayado es propio.
En ese marco, entiendo que es en la omisión de la diligencia que debe existir en todo aquel que conduce un vehículo (en
este caso atribuible al agente policial en ocasión de rastrillar la zona), donde se genera la responsabilidad de la Provincia de
Buenos Aires. Efectivamente, la Provincia tiene la obligación de responder por el perjuicio ocasionado en el marco del art.
1.112 del Código Civil, ya que quien contrae la obligación de prestar un servicio lo debe hacer en las condiciones adecuadas
para cumplir el fin en función del cual ha sido establecido, siendo responsable de los perjuicios que causare su incumplimiento
o su ejecución irregular (Fallos 306:2030, 307:821 y 312:343).
En autos, el agente policial debió - al observar 80 mts. antes al grupo de menores jugando en la calle (ver fs. 8 de la IPP) -
reducir la velocidad y extremar las precauciones hasta detener el vehículo. Máxime, cuando ambas partes acuerdan que en el
lugar del hecho las arterias son angostas y de tierra (ver fs. 186/187, 188/180 y fs. 1 de las actuaciones prevencionales de la
IPP) y, además, ya que de la pericia mecánica surge que las veredas no cuentan con cordones, encontrándose al mismo nivel
que las vías de circulación (ver fs. 289/292).

Con relación a la responsabilidad del Estado Provincial, resalta que -siendo el Sr. Acosta un agente policial dependiente del
mismo y habiéndose producido el hecho objeto de la presente demanda en ejercicio de sus funciones- se vería configurada la
responsabilidad de la Provincia por aplicación del artículo 1113 del CC.

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