Вы находитесь на странице: 1из 5

CLASE 23/08/2017 – DR. CHOCOBAR.

Los civilistas somos una especie de médicos generalistas. Y el derecho civil han imbuido todas las otras ramas
del derecho; el concepto de capacidad, domicilio, las nulidades, el d’ administrativo, penal, comercial,
financiero… son los que enseñó el d’ civil. Entonces eliminadas las especialidades, el derecho que queda como
residuo fuente, es el d’ civil. Nuestra materia tiene una parte general, que es lo que estudiaron en Civil 1. Todos
aquellos conceptos (que sería muy útil que repasaran) se aplican a las distintas otras materias que componen
el derecho civil: obligaciones, contratos, ahora d’ reales, más adelante familia y sucesiones; y del mismo modo,
nuestra materia tiene también una “parte general residual”, a la que siempre volvemos, cuando queremos
entender por qué el consorcio de la propiedad horizontal es una persona jurídica, tenemos que volver a la
parte general del derecho reales para enterarnos qué son sujetos de los d’ reales, y tenemos que volver a la
parte general de civil para volver a acordarnos qué es una persona jurídica. Por eso todo esto aquí está
intrincado, si ustedes no conocen el concepto claro de TENENCIA por ej, no van a poder entender el instituto,
ni cuándo hay que devolver la cosa por ej. Todo va atado, y todo tiene basamento en esta parte general que
hoy empezamos a ver.

[Crítica al tiempo de cursado para dictar la materia que es muy larga…]

Somos bastante críticos del nuevo código civil y comercial; existe en la literatura en gral obras literarias, no
solamente jurídicas, de gran valor que uno las aprovecha, las disfruta, las goza, las lee y las guarda y las vuelve
a leer, y siempre le va a encontrar un sabor agradable, siempre va a encontrar algo bueno en esa lectura. Usted
abre el Facundo, donde lo abra, a la edad que tenga, y va a encontrar algo valioso, útil, sano, cívico, moral,
bueno… Pero usted abre este código civil y comercial nuevo este y va a encontrar un problema tras otro; un
destacadísimo magistrado de la provincia me dijo una vez en un pasillo, hablando de este código, “usted
donde abría el código civil antes encontraba una solución, ahora donde abre el código civil nuevo encuentra
un problema”. El código nuevo en materia de d’ reales está plagado de problemas, vale decir, la calle inundada
que nosotros los vamos a tratar de hacer cruzar tiene un torrente complicado que los puede arrastrar y tirar Y
AMARGAR!! … antes era más fácil cruzar la calle con el código de Vélez, ahora es difícil.

[Comentario de otro profesor: Partiendo de los conceptos, como ejemplo, antes el concepto de posesión era
“habrá posesión de las cosas, cuando alguna persona, por sí o por otro, tenga una cosa bajo su poder, con
intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad”. Se va a ver el código ahora y la posesión es
un poder de hecho. Se supone que el nuevo código es más sencillo, más fácil, para que la gente entienda
más… qué puede entender una persona que no sea especialista; obviamente que hay una diferencia grande,
sobre todo en d’ reales, se ha creado una alta complejidad, o sea la idea del cursado es tratar de ir transitando
el camino y encontrando respuestas a cada una de las cosas.]

Pero tenemos la ventaja quienes enseñamos d’ reales, que estos así entendidos, sabemos que son un concepto
monolítico y es muy difícil que una norma positiva lo cambie; lo que entendemos por dominio va a ser siempre
dominio, lo que entendemos por usufructo va a ser siempre usufructo… lo que entendemos por posesión,
pasado un poquito el plumero por el concepto, va a ser siempre posesión, siempre es lo mismo, dicho ahora
en el código de otra manera que es lo que induce al problema, si antes estaba claro, ¿por qué ahora está
distinto y difícil? ¿Por qué se ha cambiado la redacción, y dice las cosas de otra manera? Yo una vez llevo mi
auto al taller mecánico para que lo arregle, entonces entre las cosas que le pido le digo “ah ya que está
cámbiele las bujías”, y me dice “¿qué le fallan las bujías?” Y yo le digo “no, no me fallan pero es que el manual
dice que cada 10 mil km hay que cambiarle las bujías…” – “¿pero a usted le andan bien las bujías?” – “sí, me
andan fenómeno” – “bueno entonces no las cambie, ¿para qué va a cambiar algo que le anda bien? Cuando le
empiece a fallar las bujías el auto es tan noble que le va a avisar que fallan”, ¿no es cierto? Los que manejamos
auto sabemos cuándo una bujía está fallando, o cuando pasa algo que el auto nos avisa que hay que cambiar
las bujías, es tan bueno el auto… el código de Vélez era así de bueno, cuando algo fallaba nos avisaba el
código y lo cambiábamos, ¿para qué vamos a cambiar las bujías si el auto anda bien? ¿Para qué hemos
cambiado cosas que andaban bien? No había que cambiarla, cambiemos lo que está mal; o usted se pelea del
novio cuando ha descubierto que es el amor de su vida, usted se pelea cuando descubre que es un chanta,
entonces cuando es chanta lo tiremos y lo cambiemos por otro, rápido. Pero cuando anda fenómeno no hay
por qué cambiarlo.

Yendo al tema, los d’ reales tienen contenido patrimonial, a diferencia de otras ramas del d’ donde campea la
idea de lo no patrimonial, como la familia, ramas del d’ público… el d’ real tiene contenido esencialmente
patrimonial, vale decir, nuestro objeto de estudio es lo que circula libremente en el comercio, entendiendo por
comercio no el negocio de ropa o quiosco, sino el comercio jurídico lo que circula libremente por el comercio
jurídico es tema de estudio nuestro. Las cosas, es decir lo que tiene valor económico y es material, los
derechos en tanto tengan valor y contenido económico, y otros “objetos” que empezaremos a ver ahora que el
nuevo código incluye dentro de los d’ reales como objeto del d’ real. El código de Vélez nos solucionaba
enormemente el tema del objeto del d’ real, porque la nota al Libro III, Vélez decía “Al tratar de las cosas y de
la posesión antes que de los derechos reales, seguimos la opinión y el método de Mackeldey, porque las cosas
y la posesión son los elementos de los derechos reales.” Eso estaba en el código, el nuevo no tiene notas, para
enterarnos de las notas hay que ir a la librería jurídica y comprar la obra del que ha hecho el código que es
Lorenzetti, que lo hizo, lo interpretó, nos enseñó cómo estudiarlo y encima es el juez de la CSJN, o sea el va a
juzgar si lo que nosotros entendemos de lo que él escribió está bien o está mal escrito… está bien que a los
jueces se les dé por escribir leyes, pero si ellos son los que tienen que interpretar las leyes, de qué lado del
mostrador se pone. El código nuevo no tiene notas, entonces algunas cuestiones tendríamos que inferirlas lo
cual es peligroso, además le da amplio poder a los jueces para que infieran lo que el código no dice, lo cual es
más peligroso todavía…. así como a ustedes les puede tocar un profesor cretino y arbitrario, el día de mañana
les puede tocar un juez cretino y arbitrario, y ahí está en riesgo el patrimonio del cliente de ustedes. ¿Por qué
digo esto? Porque objeto de d’ reales en el código nuevo son las cosas (como era en Vélez) y dice también, les
da la posibilidad de que haya otros objetos de los d’ reales, dice el art. 1883 (traigan el código a clase):
“Objeto. El derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la cosa que constituye su objeto,
por el todo o por una parte indivisa. El objeto también puede consistir en un bien taxativamente señalado por
la ley.” Antes, siguiendo la nota del Libro III, el primer art. del Libro III, 2311, decía “Se llaman cosas en este
Código, los objetos materiales susceptibles de tener un valor. Las disposiciones referentes a las cosas son
aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de apropiación.” ¿Para qué vamos a cambiar esa
bujía que anduvo fenómeno 140 años? La han cambiado. Si la cosa como objeto material susceptible de tener
valor económico es objeto de la materia que estudiamos, facilita enormemente saber hasta dónde se extiende
la materia, los bienes no eran objeto de los d’ reales, en primer lugar porque eran materialmente inasibles,
usted puede asir este libro, las páginas y tapa con encuadernación, ¿cómo hace para asir un derecho? Bueno,
está en la inteligencia del hombre de derecho cómo lo detectamos, identificamos, es fácil identificar esto:
alcanzame el código que está en mi escritorio le digo a la empleada de mi casa, la empleada no sabe lo que es
un código, “ese librito blanco, tráemelo” le digo; el derecho u otros bienes es de difícil identificación y
produce complejidad en las relaciones jurídicas, como por ej EL TIEMPO en el tiempo compartido, o la
EXPECTATIVA en el d’ de superficie -> el cual consiste en que yo tengo derecho sobre la propiedad inmueble
de otro por lo que planto, siembro o edifico en ese inmueble de otro, y puedo transmitir los d’ a plantar,
sembrar o edificar… ¿complejo no? Bien complejo. Vélez no quería eso, prohibió eso sabiamente; los tiempos
han cambiado, es cierto, pero se nos presenta la dificultad de saber cuál es el objeto de ese d’ real… ¿qué pasa
si siembro y no crece? ¿Qué pasa si edifico y se cae? ¿Qué pasa si no sé sembrar ni edificar, qué tipo de
relación entablo yo con el que sí sabe sembrar y edificar? ¿Estoy transmitiendo un d’ real? ¿Es locación de
servicio? ¿Es del ámbito de los contratos? Riesgoso. Aquí no sabemos cuál es el límite hasta el que tenemos
que llegar.

Para entrar tenemos que saber cómo vamos a salir… ¿por qué el derecho pasa a ser objeto de los d’ reales?
¿Cómo salimos de esa? El código en algunos casos dice… y DICE MAL TAMBIÉN y en otros comete lo peor que
puede cometer la ley, que es hacerse el distraído, como por ej en el tiempo compartido, en los barrios
cerrados… en el tiempo compartido dice, después que da una serie de normas, dice “en todo caso se aplican
las normas de la relación de consumo” BAH para eso nos estudiamos los contratos… en los barrios cerrados
dice “en todo caso se aplican las reglas de la propiedad horizontal” BAH para eso lo pongamos en prop
horizontal y es más prolijo, además comienza a remitir a otros ordenamientos… ¿se entiende por qué más que
soluciones trae problemas? .

Bueno, para no irnos por las ramas, el objeto de los derechos reales, en el nuevo código, son las cosas como
en el código de vélez, los derechos y otros bienes que estén taxativamente enumerados por la ley que ya van a
ver más adelante y lo van a sufrir para ver cómo entender eso. Pero decimos que el objeto tiene que ser
esencialmente patrimonial, es decir si se transmite el d’ real sobre un fondo de comercio, algo que es un
derecho y que algo inasible como el prestigio también se transmite… no es lo mismo adquirir el fondo de
comercio del quiosquito de sándwich de milanesa del barrio, con todo respeto, que adquirir el fondo de
comercio de Il Postino… porque este tiene un nombre, reconocido. Hay un derecho inasible pero que tiene
contenido patrimonial… ¿en qué comisión me inscribo? En la del Dr. Chocobar, ¿por qué? Porque tiene
prestigio de ser bueno, bueno eso yo no lo puedo vender… tiene que tener contenido patrimonial, ¿se
entiende? Cosas que estén en el comercio, en el tráfico jurídico. Y ese objeto tiene una suerte de “relación” con
la persona, pero no me gusta hablar de relación de persona con objeto. Las personas no se relacionan con
objetos, las personas se relacionan con personas; la definición de Cossio del derecho es “conducta en
interferencia intersubjetiva”, es decir cómo nosotros nos relacionamos con otras personas en estado de
derecho civilizado… las personas no se relacionan con las cosas.

Tal vez con el ánimo de hacer entender d’ reales a las nuevas generaciones, el código nuevo habla de
“relaciones de poder” y enumera DOS relaciones de poder: LA POSESIÓN Y LA TENENCIA; que no son derechos
reales, son hasta aquí, relaciones de poder, y así lo dice el código que habla en el art. 1908: “las relaciones de
poder del sujeto con una cosa son la posesión y la tenencia.” El término “relaciones de poder” se lo va a
explicar la Prof. Gutiérrez en la próxima clase, yo les voy a explicar qué son posesión y tenencia. Explicarlo con
el código de Vélez era mucho más sencillo, explicarlo con el código nuevo es más complicado. Y nosotros
seguimos ganando las mismas miserias explicando ahora que es más difícil… y bue qué va a ser.

Dice el art. 1909: “Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no.” Lo he leído para no distraer
ninguna palabra del orden en que va, los abogados, y los escribanos más todavía, trabajamos con las palabras,
esos son nuestras tornillos, tuercas, válvulas como mecánico, entonces la palabra tiene que ser la palabra
precisa puesta en el lugar adecuado, preciso, para hacer entender lo que queremos hacer entender. [Repite el
artículo 1909]  el término poder es central acá, ¿qué es poder? Desde el punto de vista jurídico… PODER ES
FACULTAD. Poder es POTESTAD. Poder es POTENCIALIDAD. Yo tengo una cosa bajo mi poder, ¿qué puedo
hacer? Usarla saludablemente para servirme agua, destruirla, prestarla, enajenarla, modificarla, poder de hecho,
DE HECHO DICE, en ESO, al decir el código nuevo poder de hecho “lava”, podemos decir, el 0,01% de los
pecados cometidos hasta ahora, porque hasta aquí la discusión era si el poder era de hecho o de derecho; el
código dice que ES DE HECHO, estamos ante una situación fáctica, de hecho, no estamos frente a una
situación jurídica. “Llueve” es una situación fáctica, llueve y junto el agua y me hago dueño de esa agua por
una situación fáctica, no por una situación jurídica, porque San Pedro no me manda la factura que me ha
enajenado el agua; la madre tierra no nos da un recibo por las cosechas, no nos da, es fáctico, no es jurídico,
que tenga consecuencias jurídicas es otra cosa, pero el poder es fáctico, tanto que puedo ir con mi mano a
hacerlo pomada al vasito y destruirlo. Poder de HECHO. El código chino de 1930 dice “la posesión es el poder
de hecho que una persona ejerce sobre una cosa”, y López de Zavalía, gran maestro, para edificar su teoría
sobre el señorío fáctico, se basó en esa disposición china; PODER DE HECHO, es decir, FACULTAD POR VÍA DE
HECHO, no necesariamente por vía de derecho.

Por eso el código de Vélez decía en el art 2351: “habrá posesión de las cosas, cuando alguna persona, por sí o
por otro, tenga una cosa bajo su poder, con intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad.”
Eso decía la bujía que no debimos haber cambiado.

Hay una persona que tiene una cosa, el código nuevo dice que ejerce sobre esa cosa un poder de hecho, y
dice comportándose sobre ella como si fuese titular de un derecho real, lo sea o no, y el código de Vélez decía
“con intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad”… esta idea es equivalente a aquella otra
idea, solo que está dicha de otra manera. Se puede ser poseedor sin ser propietario, el código dice
“comportándose COMO SI…” ¿eh?, dice “comportándose como TITULAR DE UN DERECHO REAL, LO SEA O
NO”. LO SEA O NO, se puede ser poseedor sin ser titular del d’ real, por ejemplo: el ladrón que va corriendo
con la cartera que acaba de robar, es poseedor de la cartera pero no es propietario de la cartera, ejerce
posesión sobre la cartera sin ser titula de d’ real.

El código de Vélez contenía esa disposición que era de la intención, eso ha sido antes del código motivo de
discusión en la doctrina, y después también; ¿qué es la intención? La intención, decía Ihering, es algo difícil de
comprobar; no sabemos si el chico que viene a visitar a la chica en calidad de qué viene, ¿qué hace usted,
chico, acá? ¿En qué está pensando?; ¿cuál es la intención de someter la cosa a un ejercicio de derecho de
propiedad? ¿Qué es esto de que me “comporte como titular de un derecho real, lo sea o no”? Ah, y ¿cómo
sabemos que se comporta usted respecto de la cosa? La intención.

Para entenderlo mejor veamos la definición de TENENCIA en el art. siguiente (el código de Vélez también tenía
el mismo método, definía la posesión en el 2351 y en el 2352 definía al TENEDOR, no a la tenencia, AL
TENEDOR, para que quede más claro el concepto del art. anterior). El 1910 dice: “Hay tenencia cuando una
persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre una cosa, y se comporta como
representante del poseedor” AHÍ cambia, acá no se comporta como titular de un derecho real, lo sea o no, acá
se comporta como representante de OTRO y ese OTRO es el poseedor, está mal el código, porque puede
haber tenencia sobre cosas que NO sean objeto de la posesión, como cosas que están en el dominio público
del Estado… el concesionario del bar ese que está en el Parque 9 de Julio, “Juana” tiene una cosa que no es
‘poseíble’ porque está en el dominio público… oiga, don 1910, refórmese porque está mal explicado así.

Pero la idea, al menos para la clase de hoy, es la diferencia entre posesión y tenencia. ¿Cómo se comporta el
sujeto en el 1909? Como si fuera titular de un derecho real, lo sea o no. Y en el 1910, ¿cómo se comporta el
sujeto? Como representante de aquel otro, el que posee, yo solamente la tengo a la cosa. En el código de
Vélez, la definición de posesión es la que está en el 2351, y hablaba de tenencia en el 2452, cuando decía
“reconociendo en otro un derecho de propiedad” ahí esa la diferencia de comportamiento; si ustedes ven que
yo utilizo este vaso, le pongo mi nombre, lo uso, lo destruyo, lo regalo destruido, inferirán que yo soy el
poseedor de la cosa, que yo tengo derecho sobre el vaso y ningún otro tiene el mismo d’ que yo, por lo menos
soy poseedor; pero si cuando me voy le digo a Yani “muchas gracias, Yani” le doy el vaso y me voy, y el vaso
queda en poder de ella, he sido representante de la posesión de ella, y reconozco en ella un mejor derecho a
llevárselo ella y no yo… cosa que el tenedor hace cuando el inquilino deja el departamento que alquila y no
hace el poseedor cuando recoge la cosecha de lo que sembró y la vende él. Posesión y tenencia… eso, en el
código de Vélez, era la intención de someter la cosa a un ejercicio de propiedad; vale decir, que la posesión es
concebida como algo que tiene dos elementos: un elemento material que es la cosa, lo asible, y un elemento
intelectual, psicológico, subjetivo, que es la intención, en el sistema anterior, y el comportamiento en el
sistema actual. Raro es que este chico que dice ser compañero de estudio le traiga flores a la compañera, le
traiga bombones, y la lleve a pasear el sábado a la noche… hay otro comportamiento en el poseedor y en el
tenedor.

Como ese ámbito psicológico era cambiable, porque supongamos que el chico sí pase de ser compañero de
estudio a tener otra relación con la chica, y que el ambiguo mundo de las relaciones humanas no nos permite
determinar cuándo, qué, por qué y cómo salió de un estatus y paso a otro estatus. En la posesión también eso
puede ser difícil, ¿cómo sabemos nosotros que el que es inquilino no es propietario? era difícil, y, como repito,
ha sido motivo de severas discusiones en la doctrina, antes y después del código. Entonces, hemos hablado de
una especie de estandarización del comportamiento, es decir, hay cánones, y a esos los llamamos actos
posesorios, que estaban enumerados, en una enumeración meramente enunciativa, en el viejo código de
Vélez en el art. 2384… “Son actos posesorios de cosas inmuebles: su cultura, percepción de frutos, su deslinde,
la construcción o reparación que en ellas se haga, y en general, su ocupación, de cualquier modo que se tenga,
bastando hacerla en algunas de sus partes” y cualquier otra actividad que denote que el individuo tiene esa
intención de someter la cosa a un derecho de propiedad… el que paga el impuesto de un inmueble está
ejerciendo un acto posesorio, yo me comporto respecto del inmueble como si fuera el dueño. Entre las cosas
que no han cambiado, está también la definición de los actos materiales posesorios, que no pueden de otra
manera; el código nuevo, en el 1928 dice “constituyen actos posesorios sobre la cosa los siguientes: su cultura,
percepción de frutos, amojonamiento o impresión de signos materiales, mejora, exclusión de terceros y, en
general, su apoderamiento por cualquier modo que se obtenga”… el que tiene facultades sobre la cosa es
poseedor, y ¿cómo denota esas facultades? por los llamados actos posesorios, que el tenedor no ejerce sobre
la cosa, porque él (según el 1910) representa la posesión de otro, y en el código de Vélez, el tenedor admitía
un mejor derecho en otro, entonces no puede ejercer ciertos actos. El inquilino de ustedes, ¿puede cambiar el
azulejado de la cocina del departamento que alquila? No puede, usted se va a enojar si hace eso, el
departamento es suyo, y él no puede ejercer esos actos, a lo sumo les devuelve limpito el azulejado pero no
puede hacer otra cosa. Actos materiales posesorios.

Entonces esos elementos son los que conllevan a configurar en presencia de qué sujeto estamos, ¿es un
poseedor o un tenedor? Los elementos de la relación posesoria, dijimos, son uno material al que llamamos en
la doctrina CORPUS, porque esto es algo que los romanos han inventado y no es algo que se ha inventado la
semana pasada; los romanos han inventado esto sabiamente y se mantuvo así por 2000 años… supongo que
se mantendrá por 2 mil más, yo no lo voy a llegar a ver y ustedes sí (¿?). Un elemento material CORPUS y un
elemento psicológico ANIMUS, que en una de sus acepciones significa “alma” pero en su acepción jurídica
significa INTENCIÓN, y los romanos para diferenciarla de “alma”, algunos le decían "animus rem sibi habendi",
quiere decir “voluntad de tener la cosa para sí”. Otros le decían “animus domini” y no cualquier ánimo, porque
el tenedor también tiene ANIMUS, el inquilino quiere tener el departamento que ustedes alquilan, pero su
animus está limitado por las facultades, por los derechos y obligaciones que mutuamente se han acordado, y
no me cambie el azulejo, ni me haga cosas raras en la cocina porque me voy a enojar. Corpus y animus, eso
distingue la posesión de la tenencia, que son las 2 relaciones de poder, así las llama el código nuevo, es decir,
relaciones de poder en tanto como dije al principio, son potestades, son facultades, son prerrogativas que
yo tengo, y yo soy poseedor de la cosa puedo ocuparla, transitarla, sembrarla, dejar que se seque, cosechar,
dejar que se pudra, es MI potestad, por eso se llama relación de poder. Reitero no me gusta eso de ‘relación’,
porque las relaciones son entre personas y no persona-cosa. La Dra. Gutiérrez les va a explicar mucho mejor
esto la próxima clase.

Tan es así en la distinción entre posesión y tenencia, que vimos en el art. 1909, que el poseedor se comporta
con la cosa como si fuese titular de un d’ real, lo sea o no; el titular del d’ real es alguien que no tiene que
rendir cuentas de sus actos respecto de la cosa ante nadie, el propietario, el usufructuario, no tienen que rendir
sus actos ante nadie, en cambio el tenedor sí tiene que rendir cuentas de sus actos ante el que tiene un mejor
derecho, por ejemplo vení pagame el alquiler, avisame si hay reunión de consorcio, porque yo soy el señor de
la cosa… EL SEÑOR. Por eso López de Zavalía, sabiamente, llamaba a la posesión SEÑORÍO FÁCTICO, no es
posesión para él, sino que es un señorío fáctico, el poseedor es EL SEÑOR. Y, como en las religiones
monoteístas, hay UN SOLO SEÑOR. Poseedor es uno, usted puede ser inquilino, depositario, precario, pero yo
soy el señor; tal es así que fíjense, para entenderlo mejor, el art. 1940 que habla de efectos propios de la
tenencia, ahí redondeamos la idea esta de cómo se comporta el poseedor y cómo se comporta el tenedor… se
comportan de diferente manera; fíjense lo que tiene que hacer el tenedor: “conservar la cosa, pero puede
reclamar al poseedor el reintegro de los gastos; individualizar y comunicar al poseedor de quien es
representante si se lo perturba en razón de la cosa, y de no hacerlo, responde por los daños ocasionados al
poseedor y pierde la garantía por evicción, si ésta corresponde;” NADA DE ESO HACE UN POSEEDOR, si él se
considera el señor de la cosa, lo sea o no, no tiene por qué hacer eso y el tenedor sí porque se comporta
distinto sobre la misma cosa; tercero (y esto es lo más grave) “restituir la cosa a quien tenga derecho a
reclamarla, previa citación fehaciente de los otros que la pretenden”… restituir la cosa, el contrato de locación
que fenece el 31 de agosto de 2017, el 1ero de septiembre la cosa ya debe haber sido restituida al locador, y
eso lo hace un inquilino, que es tenedor, no lo hace un poseedor que tiene otro comportamiento respecto de
la cosa.

ESTÁ MUY BIEN TRATADO EN KIPER, por eso lo recomendamos, subsidiariamente para el que no tenga o no
quiera comprarla, puede estudiar de los textos que siempre damos que son Lafaille, aunque no está
actualizado, con el código nuevo, donde está muy bien explicado la idea de la distinción entre poseedor y
tenedor.

FIN.

Вам также может понравиться