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*Comienza en las niñas con la menarquia (aprox. 12 o 13 años) y los varones, con la primera
polución (aprox. 14 años) Ambos límites dependen de factores ambientales. En este momento se
inicia la maduración sexual que concluye con la plena capacidad de reproducción (físiológica y
cultural)
** Prepubertad (10-12): hay una modificación corporal, evidenciándose el “Segundo Cambio de
Configuración Corporal” (concluyendo así un período de equilibrio). El “Primer cambio de
configuración corporal” se da entre los 5.5 y 6.6 años de edad, llevándose a cabo un cambio de
estructuras psíquicas y físicas que coincide con la entrada al colegio (crisis)
En el 2° cambio hay un crecimiento ostensible de las proporciones corporales, hay torpeza motora,
cambio de voz, aparecen rasgos sex 2°, etc.
En comparación con los infantes y con los niños más pequeños, las proporciones corporales del niño
en edad escolar se parecen mucho más a las de un adulto. Así mientras la cabeza del niño ocupa una
cuarta parte de la longitud de su cuerpo al nacer, a la edad de 6 años sólo constituye una sexta parte
(en la edad adulta es de una octava. La mayor parte de los cambios en las proporciones corporales de
un niño durante la infancia media, son el resultado del alargamiento continuo de los brazos y de las
piernas.
Para ayudar al crecimiento continuo y al constante ejercicio de estos años, los niños(as) necesitan, en
promedio, 2.400 calorías diarias, más que los niños(as) de mayor edad y menos que los menores. Se
considera que la desnutrición puede afectar el desarrollo no sólo físico, sino que también
cognoscitivo y psicosocial.
La mayoría de los dientes definitivos salen a comienzos de la niñez intermedia. Por otra parte, se ha
evidenciado un incremento en la obesidad durante esta etapa, la que recibe influencia de factores
genéticos y del ambiente. De igual forma aparece la preocupación por la imagen corporal,
especialmente en las niñas, lo que puede conducir en algunas ocasiones a desórdenes en la
alimentación.
Debido al mejoramiento del desarrollo motor, niños y niñas durante esta etapa pueden realizar una
cantidad de actividades mucho mayor que los niños(as) de preescolar.
Por otra parte, se ha observado una tendencia casi universal a involucrarse en juegos rudos durante
esta etapa, existiendo diferencias en la participación de niños y niñas según el refuerzo diferencial
que actitudes sociales puedan otorgarle; a medida que avanzan en esta etapa los niños y niñas
comienzan a participar en juegos con reglas, en varias ocasiones deportes organizados dirigidos por
adultos.
“Me gusta jugar a la pinta, escondida, pillarse, sol y hielo, saltar, cantar, ufff todo eso” (Niña de 10
años, de TI 2004)
“A los niños les gusta jugar más brusco, a los power rangers y esas cosas…”(Niña de 9 años, de TI
2004)
Aquí a través del relato de los niños(as) podemos ver cómo las relaciones de género están con gran
estigmatización y relevan la importancia del rol de mediador de los adultos que conducen espacios
grupales en facilitar relaciones menos estigmatizadas y con mejor convivencia entre niños y niñas.
Las diferencias en las capacidades motrices de niños(as) aumentan a medida que se acerca la
pubertad, en parte, debido a que la fuerza de los varones es mayor y, en parte, debido a las
expectativas y a la experiencia cultural.
La niñez intermedia es un período relativamente saludable; la mayoría de los niños(as) están
vacunados contra las principales enfermedades y la tasa de mortalidad es la más baja del ciclo de
vida. La principal causa de mortalidad se asocia a accidentes en el hogar y escuela, o lugares
próximos a ellas.
Las infecciones respiratorias y otras condiciones médicas agudas son comunes, pero la mayoría de
los niños(as) de esta edad están libres de condiciones médicas crónicas, aunque la presencia de
afecciones de este tipo ha aumentado.
Al mismo tiempo suceden otros cambios menos visibles. Debido a los depósitos de varias sales
minerales, en especial del fosfato de calcio, los huesos de los niños de 12 años son más duros pero
más fáciles de romper que los del niño de 6 años. Aproximadamente a esta edad los niños suelen
perder las piezas dentales infantiles, pero a los 12 años tienen casi todas las piezas permanentes. Al
avanzar la edad de los 6 a los 12, la presión sanguínea aumenta y el pulso disminuye. Durante este
período cronológico los niños necesitan comer más que antes por estar en crecimiento: los tejidos
musculares aumentan y se hacen más fuertes. Al igual que antes, hay diferencias sexuales en la
proporción de grasa y de tejido muscular: los varones tienen mayor proporción de masa muscular y
las niñas mayor proporción de grasa en el cuerpo.
Durante este período, los niños tienen una visión mucho más aguda y precisa que en edades
anteriores, debido a que sus sistemas orgánicos son más maduros. Hacia los 6 años su coordinación
binocular está bien desarrollada, lo que les permite un mejor enfoque visual. El desarrollo cerebral
está relativamente completo.
Según Piaget, en la niñez intermedia y alrededor de los 7 años, los niños entran en la etapa de las
Operaciones Concretas, esto significa que los niños tienen posibilidades de realizar operaciones
mentales para resolver problemas concretos (por ejemplo 2+1= 3). Además, los niños a esta edad ya
pueden pensar en forma lógica y considerar diversos aspectos de una situación. Pero, aún se limitan
a pensar en situaciones reales relacionadas con el aquí y el ahora. En esta etapa los niños(as) son
menos egocéntricos, es decir cognitivamente pueden descentrarse y pueden usar las operaciones
mentales para resolver problemas reales. Además, en este período los niños(as) pueden pensar con
lógica porque pueden tener en cuenta múltiples aspectos de una situación en lugar de fiarse en uno
solo.
La creciente habilidad para entender los puntos de vista de las demás personas les ayuda a
comunicarse de una forma más efectiva y a ser más flexibles en sus juicios morales. Sin embargo,
los niños(as) en esta etapa aún se limitan a pensar en situaciones reales del aquí y ahora. La
capacidad para pensar a nivel abstracto no se desarrolla sino hasta la adolescencia. La habilidad para
distinguir entre la fantasía y la realidad se vuelve más sofisticada durante la etapa de las
operaciones concretas.
Los niños(as) demuestran que entienden la seriación cuando pueden organizar objetos en una serie
colocándolos en orden de acuerdo con una o más dimensiones.
La inferencia transitiva se refiere a la capacidad para reconocer una relación entre dos objetos
conociendo la relación de cada uno de ellos con un tercero. Los niños(as) en la etapa de las
operaciones concretas pueden entender mejor, visualizar y usar las relaciones espaciales; para el
progreso en esta habilidad es importante la experiencia. Por eso es recomendable en el trabajo con
los niños(as) trabajar desde la propia experimentación y situándolos como descubridores de su
propio mundo.
Los niños(as) en esta etapa adquieren el concepto de Conservación, es decir, la conciencia de que
dos objetos iguales de acuerdo con una determinada medida (como longitud, peso o cantidad) siguen
siéndolo aunque se presente una alteración perceptual (por ejemplo, un cambio en la forma), en tanto
no se haya agregado ni quitado nada de ningún objeto. Comprenden el principio de Identidad,
conservación pese a la alteración perceptual y el principio de Reversibilidad, conservación debido a
que es posible restaurar la forma original. Sin embargo, ocurre el Escalaje Horizontal, que hace
referencia a la incapacidad de un niño(a) para transferir el aprendizaje acerca de un tipo de
conservación a otros tipos, debido a que domina diferentes clases de tareas de conservación a
distintas edades.
Los avances cognoscitivos descritos ayudan a los niños(as) a manejar la aritmética. Su mayor
capacidad para manipular símbolos, entender inclusión de clase y seriación, y apreciar conceptos
como reversibilidad permite hacer cálculos.
Piaget relaciona el desarrollo moral con el conocimiento cognoscitivo; sostiene que los niños(as)
logran emitir juicios morales más sólidos cuando pueden apreciar las cosas desde más de una
perspectiva y propone que el desarrollo moral se presenta en dos etapas, a través de las cuales
pueden pasar en edades distintas, pero conservando la misma secuencia: moralidad de restricción,
que se caracteriza por juicios rígidos y simplistas y, moralidad de cooperación, caracterizada por
juicios flexibles y sutiles, y la formulación de un código moral personal. Así comienzan a tener más
en cuenta las intenciones que los resultados e implicancias y van de sanciones por castigo a
sanciones reparatorias. Por ello, el rol que los adultos, tiene aquí mucha importancia ya que ellos
pueden aportar a desarrollar la moralidad de cooperación incluyendo miradas más comprensivas y
flexibles.
En definitiva, el niño se vuelve cada vez más articulado en la medida que crece. Hay muchos
factores que intervienen en este progreso (por ejemplo, mejoran sus habilidades lingüísticas), pero
uno de los más importantes es el avance que hace en el uso de los conceptos. Para estudiar los
cambios en el pensamiento conceptual del niño, es necesario considerar tres diferentes cualidades de
los conceptos: la validez, el estatus y la accesibilidad.
Con la edad no sólo se hace más complicado el uso que hace el niño de las unidades de la cognición
(por ejemplo, los conceptos), sino que también mejora el uso de los procesos que intervienen en la
cognición. Como se dijo anteriormente, estos incluyen la percepción, la memoria, el razonamiento,
la reflexión y el discernimiento. Durante la infancia media, los niños muestran un desarrollo
considerable en los cinco procesos y, por supuesto, los desarrollos están interrelacionados. Conforme
mejora la percepción, también es probable que mejore la memoria. Por otra parte, si mejora la
memoria, y el niño desarrolla una base más rica de conocimientos almacenados, su percepción
inicial mejorará, ya que los objetos tendrán más significado.
Podrá internalizar y coordinar las operaciones, además de entender su reversibilidad, pero todo de
forma concreta: sus operaciones no se refieren aún a proposiciones, sino a objetos mismos.
- Afectividad, Voluntad y Moral: La afectividad esta caracterizada por la aparición de nuevos
sentimientos morales: cooperación (reversibilidad, en lo afectivo: reciprocidad) entre niños y formas
de vida social, consisten en el respeto mutuo. Se someten a reglas de manera rigurosa y coordinada,
no como algo externo, sino como la expresión de una voluntad común.
- Cooperación mas respeto = al desarrollo del sentimiento de justicia y la organización de la
voluntad (regulación de energía, que favorece ciertas tendencias a expensas de otras)
Los niños tienen su propio bagaje cultural que pasa de unos a otros. Las creencias o supersticiones
son muy semejantes. Si fumas te quedas chico. Aún parodian las canciones y los poemas de sus
mayores. Son grandes tradicionalistas, se van pasando unos a otros lo que han oído y no toleran
teorías que contradigan lo que "saben".Jugando, los niños descargan energía, se preparan para los
deberes de la vida, alcanzan metas difíciles y alivian frustraciones. Obtienen contacto físico,
descargan necesidades de competencia, actúan de manera agresiva en formas socialmente
aceptables, aprenden a entenderse con las demás personas. Dan rienda suelta a su imaginación,
aprenden las características específicas de su cultura, desarrollan habilidades y aprenden
comportamientos sexualmente adecuados. La mayor parte del humor de los niños deriva de su
permanente interés en los excrementos y en la sexualidad. Contando chistes acerca de estos temas
tabú y sobre asuntos misteriosos, los niños pueden hacer frente a las cosas que les gustaría entender
mejor, pero acerca de las cuales, en realidad, les da vergüenza hablar.
Entre Compañeros...
En la niñez intermedia el grupo de compañeros cobra importancia por sí solo. Durante estos años los
niños pasan más tiempo lejos de sus padres y también más tiempo con otros niños. A los 7 años
muchos niños pasan el doble de tiempo con niños de su edad que con sus padres. Los grupos de
compañeros sirven para muchos propósitos en la vida de los niños. Ofrecen una medida realista para
evaluar el desarrollo de sus habilidades. Además de aprender sobre ellos mismos, los niños aprenden
acerca del mundo de sus compañeros: aprenden qué tipo de comportamiento se considera apropiado
en diversas situaciones; cómo se hace una variedad de cosas viendo a otros niños que las hacen, así
como la forma de relacionarse con otras personas. Los grupos de compañeros ayudan a los niños a
formar actitudes y valores, de modo que puedan decidir cuales de los valores enseñados por los
padres mantener y cuáles descartar. Los muchachos parecen estar más influidos por los valores del
grupo que las niñas, y los comportamientos antisociales o negativos reflejaban mayor influencia de
los compañeros. Los compañeros también ofrecen seguridad emocional; a veces otro niño puede
prestar cierto apoyo que no puede dar un adulto. Los grupos de compañeros tienden a ser
homogéneos con respecto a la edad, raza, sexo, y nivel socioeconómico. En los años de escuela
básica los grupos tienden a ser todos de niñas o todos de niños, debido a intereses mutuos,
diferencias de maduración y a la función que tienen de enseñanza de comportamientos sexualmente
adecuados. Los grupos de compañeros, a menudo imponen su propio dominio sobre la iniciativa o el
desarrollo individual. Los niños son más susceptibles a la influencia de compañeros en la niñez
intermedia y menos conformes a la misma durante la adolescencia. Cuanto más alto sea el status de
un niño en el grupo, con menor probabilidad tenderá a la conformidad. Cuando es ambiguo el
material que debe evaluarse, los juicios de los niños tienen mayor influencia del grupo. En cierto
grado la conformidad a las normas de grupo resulta ser un mecanismo adaptativo saludable y de auto
ayuda.
Popularidad...
Los niños populares tienden a ser saludables y vigorosos, bien equilibrados y capaces de iniciativa,
pero también adaptables y capaces de conformidad. Son confiables, afectuosos, considerados y
originales en su forma de pensar. Tienen un concepto razonablemente bueno de ellos mismos, sin ser
dominantes o parecer presumidos. Revelan una dependencia madura de otros niños. Tienden a ser
físicamente más atractivos que los impopulares.
Por otra parte, según Erikson, una determinante importante de la autoestima es la perspectiva que
tienen los niños(as) de su capacidad para hacer un trabajo productivo; el tema a resolver en la crisis
de la niñez intermedia es el de laboriosidad versus inferioridad. La habilidad que se desarrolla con
la solución exitosa de esta crisis es la competencia, una perspectiva de sí mismo como un ser capaz
de dominar destrezas y realizar tareas.
Los niños(as) en edad escolar han interiorizado la vergüenza y el orgullo, y pueden entender y
controlar mejor sus emociones. De igual forma, la expresividad emocional tiende a estar conectada
con la empatía y el comportamiento prosocial. Es necesario considerar que el desarrollo emocional
contribuye a la autoestima.
- Período escolar en que los niños trabajan laboriosamente, tratan de adquirir un sentido de maestría
en todo lo que hacen.
- Radio de relaciones significativas: “allegados” (vecindad) y escuela.
- Modalidades psicosociales: completar cosas, colocar cosas juntas.
- Modo psicosexual: Latencia
- Éxito en su resolución: competente, trabaja firmemente, le gusta aprender y tener éxito.
- Fracaso en su resolución: ineficaz, pierde el tiempo, evita la competición.
- Fuerza básica: Competencia, integración gradual de todos los métodos que van madurando, y
permitirán verificar, dominar y compartir la realidad.
- Patología básica: Inercia
Pese a que los niños(as) durante esta etapa del desarrollo permanecen menos tiempo con su familia,
las relaciones con sus padres o adultos significativos siguen siendo las más importantes. Se produce
en esta edad una etapa intermedia en la transferencia del control de los padres a los hijos, llamada
corregulación. Por ello el grupo de compañeros escolares por lo general se encuentra conformado
por niños(as) similares en edad, etnia y estatus socioeconómico, el cual cumple varias funciones
positivas en el desarrollo: ayuda a los niños(as) a desarrollar destrezas sociales, les permite poner a
prueba y adoptar valores independientes de los padres, les da un sentido de pertenencia y fortalece el
autoconcepto. Un efecto negativo puede ser el estímulo del conformismo y la segregación racial o
étnica, que puede reforzar los prejuicios.
En cuanto a la relación con los otros a partir de los 6 y 7 años empiezan los juegos de reglas y a
través de ellos el niño(as) se descubre socialmente. En el juego simbólico que es el que predomina
antes se aprendía a dominar situaciones sociales establecidas, mientras que con el juego de reglas se
aprenden situaciones sociales propias, creadas por los propios protagonistas. Allí hay que hacer una
tarea y hacerla entre todos, hay que entender al otro para actuar con él. Cuando surgen conflicto hay
que resolverlos y buscar argumentos para convencer al otro, para mostrarle el propio punto de vista.
El grupo tienen una gran importancia en la socialización y es un método muy eficaz para someter la
conducta del individuo a las normas sociales.
Sobre las relaciones de amistad, ésta va transformándose a medida que crecen, generalmente la
amistad comienza por similitudes, pero también se puede generar por complementariedad. Los niños
de 6 a 7 años señalan que los amigos se comparten cosas, juguetes, juegan juntos. Pero ya desde los
10 años se refieren a compartir pensamientos o sentimientos, la amistad se hace algo menos material.
Los estudios del desarrollo de las relaciones de amistad muestran como en esta etapa la relación
supone una cooperación en dos direcciones, lo que indica una reciprocidad en la relación, que los
amigos son personas que se ajustan a los gustos del otro, pero si surgen dificultades, hay conflictos,
la cooperación se puede romper. Desde los 9 años aparecen relaciones más intimas, mutuamente
compartidas. La relación consiste en compartir problemas, sentimientos, pensamientos y existe un
apoyo mutuo que permite superar pequeñas peleas. Los cambios cognitivos les permite participar y
anticipar los deseos y sentimientos del otro ajustando mejor su propia conducta.
Aspecto social
La pandilla supone para el niño el poder separarse de los padres afectivamente. Tiene gran
importancia en su desarrollo psicológico. La pandilla tiene unas características propias:
- Autonomía en la elección de amigos, el niño los elige y a veces no son compatibles con los de la
familia.
- Código de leyes, reglas. Hay un reglamento con leyes explícitas (expresadas, dichas, formuladas),
pero también con códigos implícitos (que se saben).
- Lenguaje típico en la pandilla, que a veces sólo ellos entienden.
- Un lugar secreto donde quedan.
- Un secreto, suele estar materializado en un objeto concreto.
- Las pandillas son monosexuales.
- Unión fuerte entre ellos, frente a un oponente común, que suele ser la otra pandilla. Potencia lazos
de amistad, pero no es una pandilla agresiva o violenta. Tiene un carácter más defensivo que
agresivo.
- El escolar modelo no suele caer bien en la pandilla, porque roba la cordialidad en el grupo,
prefiere estudiar a salir con la pandilla. Este niño modelo no se integra y vive años de soledad.
- El líder de la pandilla suele representar la fuerza física, identificándose con el ser mayor, grande. -
Suele ser autoritario, porque en los juegos se queda siempre con el mejor papel y cuando no le
gusta, lo da por terminado.
Funciones de la pandilla
- Separación frente al grupo familiar.
- Socialización.
- Restaurar (completar) la imagen de sí mismo.
- Ser leal con el grupo, aceptar las normas del grupo, jugar distintos juegos y deportes, ser buen
deportista, preocuparse por los demás, ser cooperar y aprender a adquirir conductas socialmente
aceptables.
1. El aspecto emocional
El desarrollo del lenguaje le permite al niño expresar cada vez mejor sus emociones y sentimientos,
favorecido esto por el acercamiento y la apertura a otras personas, especialmente a los de su edad.
El egocentrismo de la edad temprana va desapareciendo al entrar cada vez más en contacto con los
demás; por eso unas de las mayores dificultades de esta etapa es la aceptación del otro, la cual
choca con la omnipotencia de la primera época, pues el niño tiene que aceptar que sus semejantes
tienen otros deseos y necesidades que no siempre coinciden con los suyos.
Hay una lucha entre el deseo del niño de autoafirmarse a toda costa y el tener que aceptar la
autoafirmación de los otros, en primer lugar los padres, luego los hermanos y después los niños de
su edad y demás personas con quienes entra en contacto.
En este proceso es fundamental la guía de los padres para enseñarle ya desde esta fase las tres leyes
que el terapeuta Bert Hellinger ha señalado como indispensables en todo sistema familiar y que le
ayudarán al niño a vivir su vida con orden desde el comienzo. Son éstas:
- La pertenencia: todos los miembros de la familia deben ser tenidos en cuenta, nadie puede ser
excluido, olvidado, maltratado o descuidado.
- El orden: existe una jerarquía en la familia que debe ser respetada, es decir, los abuelos están
primero, luego los padres, después los hijos.
- El equilibrio: todos en la familia deben dar y recibir en igual proporción, es decir que todos tienen
deberes y derechos por igual, los cuales deben ser respetados por todos para que haya relaciones de
justicia.
El aprendizaje de estas leyes fundamentales le permitirá al niño tener una convivencia armónica
con los demás.
Es preciso señalar que estas características del Desarrollo Psicosexual pueden mostrarse más
dinámicamente, es decir, los aspectos pueden aparecer en una u otra edad, dependiendo del
desarrollo personal del niño y del contexto sociocultural donde se halle.
La perspectiva psicoanalítica del desarrollo humano ha planteado una serie de fases del desarrollo
psicosexual. En la etapa que abarca desde los 7 a los 12 años, los teóricos han postulado la Etapa de
Latencia, período que se considera “mudo” en cuanto a sus manifestaciones y curiosidades sexuales.
Es el aspecto cultural de la fase de latencia, fase no solamente pasiva, sino altiva, puesto que implica
la síntesis de los elementos así recibidos y su integración al conjunto de la personalidad
irreversiblemente marcado por su sello masculino y femenino.
Aquí el niño comienza a sublimar todos los impulsos que tenga actividades importantes, sociales,
culturales, para que crezca su autoestima. La libido, no inmoviliza en el inconsciente (como el niño
neurótico, para dominar los efectos reprimidos) estará enteramente al servicio de un superyó
objetivo. El complejo del Edipo será progresivo.
Se trataría, entonces, de un período de calma. Los impulsos quedan latentes, lo cual permite que el
niño pueda dedicarse a otras cosas. La escuela y los amigos ocupan todo su interés. En esta etapa
aparece la vergüenza y el pudor. No hay ninguna fijación.
El desarrollo del lenguaje entre los 6 a 12 años se da en términos generales de la siguiente manera:
En los primeros años de la edad escolar, los niños deben ser capaces de usar, de forma coherente,
oraciones simples y estructuralmente correctas, con un promedio de entre 5 y 7 palabras. A medida
que el niño progresa y asciende de grado, la sintaxis y la pronunciación llegan a ser normales y se
incrementa el uso de oraciones más complejas. Las deficiencias en la audición y la inteligencia, las
cuales pueden tener un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje, suelen evidenciarse por un
retraso del lenguaje en edades más tempranas. Los otros dos factores que pueden afectar la
adquisición del lenguaje durante los años de edad escolar son la necesidad de comunicarse y el grado
de estimulación. El lenguaje expresivo es importante para evitar que el niño se sienta fastidiado tanto
emocional como socialmente. Los niños que son incapaces de expresarse de forma adecuada tienden
a presentar comportamientos agresivos o rabietas. Las habilidades del lenguaje receptivo, necesario
para entender instrucciones largas o complicadas, tienden a desarrollarse junto con las habilidades
expresivas. Un niño de 6 años puede seguir 3 instrucciones consecutivas. Para cuando cumple los 10
años, la mayoría de los niños pueden seguir 5 instrucciones consecutivas. Los niños con déficit del
lenguaje receptivo pueden tratar de cubrirlo volviéndose contestatarios o haciendo payasadas para no
exponerse a un potencial ridículo al pedir que les expliquen las instrucciones.
Son varios los trastornos del lenguaje y que afectan de una manera clara al trabajo escolar de los
niños. La aparición de cualquiera estos trastornos limita en gran manera la adquisición de
conocimientos del escolar al mismo tiempo que limita el desarrollo de su personalidad. De ahí la
importancia que tiene su detección temprana, para poner los medios necesarios encaminados a su
corrección.
• Afasias: Es una alteración del lenguaje producida por una lesión cerebral, una vez
que el niño haya adquirido el lenguaje, pudiendo ser sensorial o motriz Las afasias pueden ser de
emisión o de comprensión, llamadas también sensoriales-receptivas o motoras-expresivas.
Asimismo, pueden ser completas o incompletas, determinando así una afectación mayor o menor,
incluyendo la escritura y cualquier otro modo de expresión.
Retrasos simples del lenguaje: Se trata de una disfunción del lenguaje de tipo
evolutivo con desfase cronológico. Aparece en niños en los que no se encuentran alteraciones de tipo
intelectual, relacional, motriz o sensorial, aunque afecta a más de un módulo del lenguaje, en
especial a la fonología y la sintaxis. Lo más normal es que se presente como una insuficiencia del
aspecto lingüístico a nivel expresivo, comprensivo y articulatorio. El retraso simple se da en niños
que no presentan, por lo tanto, ningún tipo de patología, pero que por cualquier circunstancia tardan
más tiempo en alcanzar la comprensión del lenguaje. Parece ser que se da más en niños con
bilingüismo. Con una buena intervención del psicopedagogo este retraso se corrige con cierta
facilidad, logrando que el niño hable correctamente a los 5 o 6 años. Algunas de las características
que presentan los niños están relacionadas con dificultades en la comprensión de órdenes sencillas,
poseen un escaso vocabulario, presentan dificultades en la lateralización y una escasa función lúdica
del lenguaje.
Para cuando cumplen los 10 años, la mayoría de los niños pueden seguir cinco instrucciones
consecutivas. Los niños con déficit en este aspecto pueden tratar de cubrirlo volviéndose
contestatarios o haciendo payasadas para no exponerse a un potencial ridículo al pedir que les
aclaren las instrucciones.
En este periodo los niños aprenden a leer y pueden centrar su atención a las noticias que difunden
los medios de comunicación, por lo cual se desarrolla un miedo en relación a los desastres naturales,
ladrones, terroristas, etc. (Papalia, 1998).
Fobia a la Escuela: Este miedo puede reflejar una ansiedad de separación tanto por alguno de los
padres como por el niño (Papalia, 1998), este puede percibir los sentimientos desfavorables de la
madre hacia la escuela y también la reticencia a la separación, lo que despierta en el niño
necesidades de dependencia y sentimientos de hostilidad. Esto puede explicarse por aprendizaje
vicario.
SEGURIDAD
• Los niños en edad escolar son muy activos y tienen necesidad de realizar
actividades físicas agotadoras, necesidad de aprobación por parte de sus compañeros, al igual que
comportamientos osados y aventureros.
• A los niños se les debe enseñar a participar en deportes en áreas adecuadas,
seguras y supervisadas, con un equipo apropiado y las reglas del caso. Las bicicletas, patinetas, patines
en línea y demás equipos para deportes recreativos deben ajustarse apropiadamente al niño y deben
utilizarse sólo de acuerdo con las reglas generalmente reconocidas para conductores y peatones y con
el equipo de seguridad respectivo, como cascos, rodilleras, coderas, protectores de muñeca. Los
equipos deportivos no deben utilizarse en la oscuridad ni bajo condiciones climáticas extremas.
• Las clases de natación y de seguridad en el agua pueden evitar que el niño se
ahogue. Asimismo, las instrucciones de seguridad en relación con el uso de fósforos, encendedores,
parrillas, estufas o fogatas abiertas pueden evitar quemaduras mayores.
• La medida más importante para la prevención de lesiones graves o muerte por
accidentes de tránsito sigue siendo el uso de cinturones de seguridad.