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Kinesiologia Del Comportamiento. Dr.

John Diamond

Publicado por Nacho T.M


Primera obra sobre kinesiologia del comportamiento escrita para todos los públicos.
Según esta nueva ciencia, las cosas cotidianas, como los alimentos que ingerimos, la
ropa que vestimos, lo que pensamos, e incluso la música que escuchamos y las imágenes
que contemplamos, ejercen una influencia fortalecedora o debilitadora sobre nuestros
músculos.
No se trata de una mera especulación teórica. Ha sido demostrado en laboratorio con
miles de personas. Ahora, usted puede demostrárselo a sí mismo mediante una simple
prueba o test muscular. Y aunque la demostración resulta sorprendente y divertida, es
mucho más que eso: se trata de un valioso instrumento terapéutico. Mediante este fácil
test, puede formular a su propio cuerpo preguntas relativas a su salud y bienestar, y éste
le responderá.
El presente libro le permitirá determinar en qué medida los factores de su entorno y
forma de vida afectan a su energía corporal, y le sugerirá actividades enriquecedoras de
su energía vital

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Published by: Nacho T.M on Jul 17, 2013


Copyright:Attribution Non-commercial

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KINESIOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO.
NUEVA CIENCIA PARA LA SALUD MEDIANTE TEST MUSCULARES
COMO ACTIVAR LA GLÁNDULA DEL TIMO E INCREMENTAR SU
ENERGÍA VITAL
DR. JOHN DIAMOND
PRESIDENTE DE LA ACADEMIA INTERNACIONAL DE MEDICINA
PREVENTIVA
Editorial EDAF

ANTES DE LEER ESTE LIBRO

Realice la siguiente prueba con un amigo o miembro de su familia como sujeto.


1. Haga que el sujeto se mantenga erguido, con el brazo derecho relajado descansando
sobre el costado y el izquierdo extendido paralelo al suelo con el codo recto, tal como
aparece en la fotografía de la página siguiente.
2. Sitúese enfrente de él y ponga la mano izquierda sobre su hombro derecho, para
nivelárselo. Ponga luego la mano derecha sobre el brazo extendido del sujeto, justo por
encima de la muñeca.
3. Dígale que va a intentar empujar su brazo hacia abajo y que debe resistirse a ello con
todas sus fuerzas.
4. Luego empújele el brazo rápidamente y con firmeza. La idea es presionar con la
suficiente intensidad como para probar el impulso y movimiento de rebote del brazo,
pero no hasta el extremo de llegar a fatigar los músculos. No se trata de demostrar quién
es el más fuerte, sino simplemente comprobar si el músculo puede bloquear la
articulación del hombro para oponerse a la presión ejercida. ¿El sujeto fue capaz de
resistir esa presión?. Así ocurrirá en prácticamente todos los casos, y su brazo
permanecerá extendido. Repita ahora la prueba mientras el sujeto realiza alguna de las
cosas siguientes:

• Comer azúcar refinado.


• Escuchar algunos ejemplos de música popular del momento, tales como los recientes
«hits» Staying Alive, de los Bee Gees, o'3'&uthern Nights,de Glen Campbell.
• Sostener un trozo de plástico sobre la cabeza (una bolsa grande servirá a la perfección).
• Contemplar fijamente una luz fluorescente.
• Pensar en alguna situación desagradable.

Los resultados serán espectaculares. En casi todos los casos, el sujeto se mostrará
incapaz de resistir la presión. Su brazo cederá fácilmente. ¿Cómo puede ser así?

Aunque el autor del experimento estará presionando con la misma intensidad que antes,
de repente el brazo parece haberse debilitado. Y se trata de una situación tajante, de sí o
no, o bien el brazo cede, o bien no cede, ¿Qué ha ocurrido?

De una forma u otra, el azúcar refinado, la música o cualquiera de las otras influencias
ha debilitado temporalmente el músculo del brazo. Se observaría el mismo efecto con
cualquier otro músculo del cuerpo. (Utilizamos este músculo concreto, el deltoides,
porque resulta adecuado para la prueba o test). Es, pues, evidente que, en las condiciones
de dicha prueba, algo falló en el suministro de energía a través del organismo. El tema
de este libro es precisamente averiguar qué ha fallado y qué podemos aprender de todo
ello.

FIG. 1. Comprobación del músculo deltoides.


KINESIOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO

Primera obra sobre kinesiologia del comportamiento escrita para todos los públicos.
Según esta nueva ciencia, las cosas cotidianas, como los alimentos que ingerimos, la
ropa que vestimos, lo que pensamos, e incluso la música que escuchamos y las imágenes
que contemplamos, ejercen una influencia fortalecedora o debilitadora sobre nuestros
músculos. No se trata de una mera especulación teórica. Ha sido demostrado en
laboratorio con miles de personas. Ahora, usted puede demostrárselo a sí mismo
mediante una simple prueba o test muscular. Y aunque la demostración resulta
sorprendente y divertida, es mucho más que eso: se trata de un valioso instrumento
terapéutico. Mediante este fácil test, puede formular a su propio cuerpo preguntas
relativas a su salud y bienestar, y éste le responderá.
El presente libro le permitirá determinar en qué medida los factores de su entorno y
forma de vida afectan a su energía corporal, y le sugerirá actividades enriquecedoras de
su energía vital.

Título del original inglés:


BK BEHAVIORAL KINESIOLOGY
Traducción de: ANDRES LINARES
Copyright © 1979 by John Diamond, M. D.
© Para la lengua española, EDAF, Ediciones Distribuciones, S. A. Jorge Juan,30.
Madrid, 1980, por acuerdo con Harper & Row, Publishers, Inc., 10 East
53rd Street, New York, N.Y. 10022.

INDICE Págs.
Reconocimientos 13
Prólogo 15
1. INTRODUCCION 23
2. LA MISTERIOSA GLANDULA LLAMADA TIMO 32
3. TESTS DE KINESIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO 39
4. SU ENERGIA VITAL 50
5. EL STRESS Y EL EQUILIBRIO CEREBRAL 60
6. SUS EMOCIONES Y SU GLANDULA TIMO 77
7. LA GENTE QUE LE RODEA 95
8. SU MEDIO FISICO 111
9. LA MUSICA EN SU VIDA 135
10. LA VIDA EN SUS ALIMENTOS 151
11. LA IMPORTANCIA DE LA POSTURA 164
Epilogo 171
Apéndice I. —Resumen de las funciones más importantes de la glándulatimo 177 Apéndice II. —El
origen de la palabra timo 179
Sobre el autor 183
Autores o titulares de las fotografías 187
RECONOCIMIENTOS

Deseo dar las gracias a todos mis maestros, tanto contemporáneos como antiguos, de los
campos de la medicina preventiva, la psiquiatría, las humanidades y la kinesiología
aplicada. Y, por supuesto, expreso también mi ferviente agradecimiento a los más
grandes de todos ellos, mis alumnos y pacientes. Deseo así mismo saludar a mis colegas
de la Academia Internacional de Medicina Preventiva y del Instituto Internacional de
Kinesiología Aplicada.

También quiero expresar mi gratitud para con Victoria Galban, por su generosa ayuda en
tan numerosos aspectos. Joe Gould merece un reconocimiento especial por su
perseverante deseo de perfeccionar muchas de las ilustraciones de esta obra. Gracias
asimismo a fin' Kalett por sus excelentes fotografías; a Virginia Rohan por su diligente
ayuda, y a mi profesora, Christina Wilton, por su inspiración y pacientes enseñanzas.

Por su dedicación a mi trabajo y a este libro, mi más profunda gratitud a mi esposa,


Betty, sin la que esta obra no se hubiese escrito jamás. Merece un agradecimiento muy
superior al que me resulta posible expresar.
John Diamond, Doctor en Medicina.
Julio de 1978.

PROLOGO

El doctor John Diamond ha revolucionado la medicina preventiva. Su aproximación o


enfoque trascendentalista al individuo es tan concienzudo que ninguna influencia queda
sin ser examinada. Mientras era presidente de la Academia Internacional de Medicina
Preventiva, tuve ocasión de comprobar la variedad y profundidad de las aplicaciones de
la kinesiología del comportamiento. Al tratarse no sólo de una ciencia integral, sino
también de una filosofía, la kinesiología del comportamiento abarca todas las artes y
prácticas curativas, habiéndose incorporado a áreas tan diversas como la medicina
psicosomática, las alergias, la acupuntura, la psiquiatría, la formación deportiva, la
nutrición, la odontología, la osteopatía, y otras muchas.
La kinesiología del comportamiento modificó profundamente mi vida personal, y ha
introducido también gratificantes cambios en el ejercicio de mi profesión, que es la
odontología. Nadie necesita que se le recuerde los sentimientos de aprensión; y éste debe
preocuparse no sólo de la intranquilidad de sus pacientes, sino también de llevar a cabo
bien su labor, teniendo que realizar unas tareas sumamente complejas en un espacio de
trabajo tremendamente reducido. Estas tensiones suelen cobrar su tributo. De todas las
profesiones, la de dentista es de las que registra unas tasas de divorcio y suicidio más
elevadas. Pero estos últimos años han sido para mí muy distintos.
El doctor Diamond nos ha enseñado a quienes practicamos las artes curativas a
«centrar» tanto nuestras propias energías como las de nuestros pacientes. Ha eliminado
el desánimo, el stress, y los miedos de médicos, personal auxiliar y pacientes. Apartir de
la incorporación de sus técnicas a mi ejercicio de la profesión, mis métodos de
tratamiento han ido progresando de manera constante, sin temor ni ansiedad.Y así, la
recompensa para mí es más energía, menos stress y, lo mejor de todo ello, una nueva
sensación de bienestar.

La kinesiología del comportamiento ha revolucionado numerosas prácticas psiquiátricas


e incluso hospitales psiquiátricos. El doctor David R. Hawkins, director médico del
Centro de Salud Mental de North Nassau, y presidente de la Academia Norteamericana
de Psiquiatría Ortomolecular, ha afirmado que, mediante el empleo de la kinesiología
del comportamiento, ha sido capaz de transformar pabellones psiquiátricos enteros. El
doctor Alan Shifman Charles, director de la Academia de Medicina Oriental, considera
la kinesiología del comportamiento como el «primer método puro para comprender y
descubrir las enfermedades a un nivel multicéntrico», eliminando así las necesidades de
equipos y aparatos de gran sensibilidad y elevado costo. Y el doctor Edgar Miller, un
destacado osteópata de Concord, Massachusetts, considera que no se limitan a informar
sino que, de un modo curioso, llegan a constituir un poderoso instrumento de enseñanza
para las artes curativas».

Según él, la kinesiología del comportamiento «me ha proporcionado una comprensión


mucho más amplia de las incontables fuerzas que intervienen para perturbar la armonía
esencial para la salud, habiéndome asimismo enseñado a evaluar sus efectos o
repercusiones. Bajo la dedicación y aparentemente incansable atención del doctor
Diamond al tema de la kinesiología del comportamiento, ésta nos ha hecho avanzar
considerablemente en el camino hacia la realización de nuestro potencial más elevado».
Pero las aplicaciones de la kinesiología del comportamiento no se limitan a las
profesiones relacionadas con la sanidad. Por ejemplo, son muy numerosos los músicos
que han descubierto en ella asombrosos beneficios.

Un eminente profesor de música, John Butrick, del Instituto de Tecnología de


Massachusetts, ha escrito que los principios de la kinesiología del comportamiento
«permiten un nuevo dominio sobre los recursos físicos, la tensión o stress derivado de
una actuación y el medio artístico». Los que practican algún deporte o participan en
acontecimientos de carácter deportivo encuentran asimismo numerosas aplicaciones
sumamente beneficiosas. Jeff Wilcox, del Sports Training Institute de la ciudad de
Nueva York, recomienda entusiasmado la kinesiología del comportamiento como parte
de un programa para la buena forma física total, y eso teniendo en cuenta que, hasta
ahora, nos hemos limitado simplemente a arañar la superficie del tema, pensando en sus
posibles aplicaciones al campo de los deportes.
Según un conservador del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, la kinesiología
del comportamiento ha abierto numerosas perspectivas nuevas en todo el campo de las
artes plásticas, la pintura, la escultura y la arquitectura. Afirma que «se han obtenido
intuiciones de incalculable valor tanto en el terreno de la apreciación del arte y la
comprensión del impulso artístico creador como en el de la crítica estética». Una de las
numerosas aplicaciones importantes de la kinesiología del comportamiento a nuestra
vida cotidiana es en el campo de la nutrición. Muchos y muy destacados especialistas en
nutrición las consideran como un instrumento de gran valor para evaluar los efeccos
provocados por diversos alimentos.

Beatrice Trum Hunter, autora de The Great Nutrition Robbery, ha escrito que «las
valiosas aportaciones de John Diamond al campo de la kinesiología del comportamiento
ofrecen tanto a los profesionales como a los legos en la materia aplicaciones nuevas y
estimulantes en una amplia variedad de materias relacionadas con la recuperación y
mantenimiento de la salud, así como con la medicina preventiva». Otro conocido
especialista en nutrición, el doctor Hans Kugler, autor de Your First 100 Years of
Health, expresa su elevada opinión acerca de los seminarios del doctor Diamond por
todo el país. «El doctor Diamond –manifiesta- se entrega a su labor con un grado de
entusiasmo tal como sólo es posible en alguien que sabe que está hablando sobre algo
verdaderamente nuevo y excitante». Me he limitado a señalar algunas de las
aplicaciones de la kineología del comportamiento.

La amplitud de visión del doctor Diamond y su compulsivo deseo de ayudar a sus


semejantes le han permitido proporcionarnos poderosas intuiciones e ideas nuevas tanto
sobre nosotros mismos como sobre los demás. Su nueva ciencia, tan brillantemente
concebida, modificará su vida como ya ha modificado la mía. Sólo sus trabajos sobre el
timo constituyen una valiosísima aportación científica que perdurará durante
generaciones y generaciones. La kinesiología del comportamiento constituye la primera
línea preventiva.
Le hace a uno examinar su propio cuerpo y nivel de energía vital mucho antes de que
lleguen a desarrollarse los problemas físicos. Le hace a uno estudiar su forma de vida,
las influencias procedentes del medio que le rodean y sus propias actitudes bajo una
nueva luz y con un respeto mucho mayor y más profundo. Llega a encontrarse uno
haciendo cosas no ya para impedir la aparición de enfermedades, sino para mejorar su
nivel de salud.

Tal como señala el doctor Diamond, el objetivo último de la kinesiología del


comportamiento es la consecución de la salud positiva, el incremento de energía,
animación y fuerza que se deriva del auténtico bienestar. A este respecto, la kinesiología
del comportamiento es la promesa del futuro. Jerome Mittelman, D. D. S., anterior
presidente de la Academia Internacional de Medicina Preventiva «No exageréis las
cosas sencillas hasta transformarlas en milagros, sino más bien reducir los milagros a la
condición de cosas sencillas». BACON. «Estas afirmaciones las formulo
deliberadamente, tras sopesarlas y estudiarlas con sumo cuidado y sin dejarme arrastrar
por ningún ánimo de polémica ni celo momentáneo; nacen de unas convicciones firmes
y resueltas y de la seguridad de ser capaz de demostrarlas». John Ruskin
1 INTRODUCCION

«Todo hombre, mujer o niño posee la posibilidad de la perfección física: corresponde a


cada uno de nosotros alcanzarla mediante nuestro entendimiento y esfuerzos
personales.*F. M. Alexander. Sitúese en un céntrico cruce de calles y contemple la gente
que pasa. ¿Caminan erguidos y orgullosos, con viveza en los pasos, los rostros alerta y
ritmo en sus movimientos? ¿O se limitan a arrastrarse, con la cabeza gacha, los hombros
caídos y el pecho hundido? Creo que, si realiza este experimento, descubrirá que la
mayoría de la gente parecen presos en la Tierra, seres abrumados por la gravedad, en
lugar de esplendorosas criaturas, imbuidas de la alegría de la existencia. Cuando vemos
un animal que no camina orgulloso, erguido y lleno de vida, damos inmediatamente por
sentado que hay algo en él que no funciona bien.

Y, sin embargo, no sentimos la menor preocupación por las personas cansinas y abatidas
que contemplamos en cualquier calle de nuestras ciudades. Llamamos normal en los
seres humanos lo mismo que en los animales consideraríamos como un estado
deficiente. Pero no es normal, sino simplemente la media. Cuando camina por la calle
alguien lleno de vida y energía, volvemos la cabeza para mirarle como si se tratase de
algo raro y excepcional, cuando, en realidad, eso debería ser lo normal. Al igual que no
es normal que vayamos por el mundo hundidos y sin alegría, tampoco lo es que
caigamos enfermos o fallezcamos a causa de enfermedades crónicas y de carácter
degenerativo.

La mayoría de los varones de nuestra sociedad esperan sufrir antes o después un ataque
al corazón. La mayoría de nosotros tememos llegar a tener un cáncer o, si logramos
escapar de esa terrible enfermedad, sufrir en nuestra vejez de artritis, diabetes, ceguera o
alguna incapacidad mental grave. Pero no tiene por qué ser así. Los longevos habitantes
de las tierras altas del sur del Ecuador rara vez se ven aquejados de tales enfermedades.
Tampoco pierden la visión o se ponen artríticos al llegar a viejos.

David Davies, que pasó una temporada con esta gente tan notable, observó que eran
esbeltos, lúcidos y ágiles, y que sentían una gran pasión por la vida. «Si andabas detrás
de un hombre—señaló— , hasta que no te ponías a su altura no sabías si tenía cuarenta o
ciento veinte años; de ese carácter era su forma de caminar... En sus movimientos había
algo dinámico, incluso como de tigre...I. 1 David Davies, The Centenarians of the Andes
(Nueva York: Anchor Press/Doubleday; Londres: Barris &Jenkins, Ltd., 1975), pig. 51.
Puede que no seamos capaces de adoptar la sencilla dieta, el elevado nivel de actividad y
la relajada forma de vida de este pueblo de los Andes, pero sí podemos hacer mucho
para impedir la aparición y desarrollo de enfermedades crónicas. He llegado a creer que
toda enfermedad se inicia con un problema al nivel de la energía, problema que puede
haber existido durante muchos años antes de manifestarse en forma de enfermedad
física. Parece ser que una reducción o disminución generalizada de la energía corporal
conduce a desequilibrios de energía en determinadas zonas o partes del organismo. Si
somos conscientes de esos desequilibrios de energía en el momento de producirse,
dispondremos de un prolongado período de «gracia» para corregirlos.

En ese caso estaremos practicando ya una prevención primaria. La mayor parte de la


prevención que se practica hoy en día es de carácter secundario. «He sufrido un infarto o
ataque al corazón, impida que sufra otro». «Me ha salido una úlcera, impida que
empeore». En la prevención primaria los problemas se encuentran aún al nivel de la
energía; no existe ningún cambio patológico importante. Por tanto, podemos esperar un
retorno a la situación normal tan pronto consigamos corregir el desequilibrio de energía.
Si practica mos la prevención primaria estaremos viviendo como se supone que debemos
vivir, envejeciendo como se supone que debemos envejecer, y muriendo como se supone
que debemos morir, no pasando por la vida de una enfermedad a otra, perdiendo
vitalidad y el deseo de vivir y, finalmente, sufriendo algún tipo poco digno de muerte,
como nos suele ocurrir ahora en nuestros fríos y asépticos hospitales. Al igual que los
centenarios de los Andes y del Cáucaso, trabajaremos de firme y encontraremos placeres
sencillos, estaremos libres de enfermedades y viviremos así todos los días de nuestra
vida, envejeciendo lentamente hasta que un día u otro pasemos a mejor vida.

Lo presagió, habiendo cumplido ya ciento y un años, Sepultureros y carpinteros hicieron


la tumba y el féretro; Vio que la tumba era profunda y el féretro sólido, Convocó en su
casa a todos sus descendientes, Se echó en el féretro, dejó de respirar y murió.'2 Del
poema de Yeats, «En la antesala de Tara», de Collected Poems, deWilliam Butler Yeats.
He considerado siempre la psiquiatría como una modalidad de medicina preventiva. Si
se elimina la tensión mental, habrá muchas menos probabilidades de que se desarrollen
enfermedades físicas. No obstante, practiqué la psiquiatría durante un buen número de
años antes de encontrar un medio realmente efectivo de utilizar la prevención primaria
para ayudar a mis pacientes.

Durante mi primera época como médico interno, me di cuenta de que la mayoría de mis
pacientes querían únicamente verse libres de los síntomas que les causaban dificultades,
dolores o incapacidades para poder reanudar los malos hábitos sanitarios que habían
practicado con anterioridad. Eran muy pocos los que deseaban cambiar, encontrarse
realmente bien. Esta era la amarga decepción con que tenía que enfrentarme día tras día.
Recuerdo el triste caso de una mujer extremadamente atractiva, de unos cuarenta años de
edad, anteriormente azafata de profesión, que había contraído matrimonio con un
ejecutivo del mundo de los grandes negocios, divorciado por tercera vez, y que la trataba
como a un adorno.

Su papel consistía en mantenerse bella, educada, y actuar como una perfecta anfitriona.
No debía expresarse tal como era, actuar como una persona por derecho propio. Durante
su matrimonio, esta mujer fue cogiendo una enfermedad psicosomática tras otra. Cuando
yo la asistí, había acudido ya a las consultas de numerosos psiquiatras. En cuanto
intentaba discutir con ella su degradante papel, su auto-envilecimiento, cambiaba de
conversación. Se negaba a afrontar el problema. Finalmente, le contó a su marido lo que
yo pensaba al respecto. Por supuesto, él le ordenó suspender inmediatamente el
tratamiento.

En la siguiente ocasión que oí hablar de ella supe que estaba siendo sometida a una
terapia de electroshock para combatir las crisis depresivas y que se pasaba meses y
meses internada en un hospital. A pesar de casos tan deprimentes como éste, en todos
mis años de ejercicio de la profesión sólo uno de mis pacientes (y tuve miles) llegó a
suicidarse. Ya sé que lo que mantenía a mis pacientes vivos no era precisamente mis
habilidades como psiquiatra.

Se trataba de algo distinto. No conseguía más «curaciones» que mis otros colegas; pero
lo que sí hacía era dedicar grandes dosis de mí mismo a cada paciente. Aquella gente
experimentaba mejoras y se mantenía en un estado satisfactorio gracias a mí, gracias a
mi energía, por lo que yo hacía y no por cambios que se estuviesen produciendo dentro
de ellos. Esencialmente no habían cambiado, estaban siendo simplemente reforzados o
sostenidos por mí. Con mis pacientes psicosomáticos, mi papel era claramente el de una
gallina clueca.

Acogiéndoles bajo mi ala podía contribuir a prevenir los efectos de los tratamientos
destructivos o, en el mejor de los casos, inocuos a que estaban sometidos. Por ejemplo,
tan pronto como el ginecólogo sabía que su paciente acudía a mí, se reducían las
probabilidades de que le practicase una histerectomía. En cuanto un especialista en
alergias se enteraba de que yo atendía a su paciente, disminuía su medicación contra el
asma. Lo que hacía era literalmente ganar tiempo para el paciente, un tiempo que le
permitiese clarificar las cosas por sí mismo. Pero ¿cómo podía devolver a mis pacientes
la responsabilidad de mantenerse en buen estado de salud? Podía hablar con ellos y
demostrarles y ayudarles a valorar hasta qué punto les estaban afectando sus relaciones
con los demás. Pero lo que no conseguía jamás era imbuirles la idea de que su bienestar
era realmente una responsabilidad suya.

No obstante, y aunque seguían dependiendo de mí, algunos parecieron alcanzar una


mayor comprensión de sus problemas. Una vez más, observé algo sumamente extraño:
cuanto más tiempo estaban sometidos atratamiento terapéutico, más deprimidos y
desvitalizados parecían. Incluso yo mismo empezaba a sentirme deprimido y cansado.
Recuerdo muy bien cómo acostumbraba a hundirme en mi sillón, cada vez más
profundamente según iba transcurriendo el día; cómo cada vez tomaba más y más café,
comía más e ingería mayores cantidades de azúcar en un vano intento por aumentar mis
energías. La verdad resultaba innegable: estaba proporcionando más comprensión y
conocimientos a mis pacientes, pero, de un modo u otro, disminuyendo sus energías y,
de paso, las mías propias.

Sabía que no podía seguir haciendo aquello; pero no se me ocurría adónde dirigirme o
qué hacer. Tras meses y meses de reflexión, decidí probar un nuevo método. A partir de
entonces no trataría los problemas psiquiátricos como tales, sino que los abordaría en
relación con las condiciones físicas de los pacientes. Practicaría la medicina preventiva,
lo que significaba elevar el nivel de energía del paciente, a fin de superar las primeras
manifestaciones de la enfermedad o, mejor aún, impedir que ésta llegase a hacer su
aparición. Se me abría así un área totalmente nueva de tratamiento médico.

Me interesé por la nutrición y sus complementos naturales, y efectué una nueva


valoración de las rutinarias medicaciones tanto médicas como psiquiátricas en relación
con la energía corporal. Investigué asimismo diversos tipos de terapias físicas y
posturales. Ahora, pensé, seré capaz de tratar a mis pacientes de un modo mucho más
completo que anteriormente. Había logrado escapar del estrecho marco de la psiquiatría
y adentrarme en lo que podríamos llamar una práctica médica más general, de carácter
preventivo y destinada a aumentar la cantidad de energía.

No obstante, pronto comprendí las limitaciones de lo que hacía. Me estaba ocupando de


generalidades. Tenía que descender a este cuerpo concreto. Tenía que averiguar lo que
este cuerpo necesitaba que se le hiciera. La respuesta me llegó de forma imprevista. Me
encontré por casualidad con un amigo que me habló de una interesante conferencia a la
que asistió y en la que se había empleado una prueba o test muscular.
Aunque anteriormente nunca oyera hablar del tema, experimenté una intensa sensación
de que aquello era precisamente lo que estaba buscando.

El conferenciante era el doctor George Goodheart, el creador de una nueva especialidad


denominada kinesiología aplicada. No perdí tiempo y me puse de inmediato en contacto
con él. Fue el comienzo de una firme amistad y de una estrecha relación de trabajo. El
doctor Goodheart había venido trabajando en el campo de la kinesiología aplicada
durante más o menos quince años. Lo que había descubierto era que cada músculo
importante del cuerpo está relacionado con un órgano determinado. Una debilidad en un
músculo suele significar que existe un problema con el nivel de energía del órgano
correspondiente. De hecho, tratando al músculo de distintos modos y fortaleciéndolo
nuevamente, era capaz de mejorar asimismo el funcionamiento del órgano.
A lo largo de los años, el doctor Goodheart ha alcanzado numerosos resultados
sorprendentes, resultados que han tenido implicaciones de muy largo alcance. Por
primera vez, la nutrición empezó a tener sentido. Si a un paciente se le suministraba un
determinado tipo de suplemento nutritivo y el músculo demostraba haber adquirido
mayor vigor, se trataba evidentemente del suplemento apropiado para dicho paciente; si
el músculo seguía siendo débil, es que no era así. Cabía evaluar de modo similar otros
métodos de tratamiento. Con la kinesiología aplicada, los médicos disponían de un
instrumento terapéutico verdaderamente útil, de un sistema de reinformación o feedback
del propio cuerpo. Si le aplicaban al sujeto el tratamiento adecuado, el cuerpo
respondería inmediatamente, como queriendo decir: «Sí, esto es lo que hacía falta». Este
era el gran avance o descubrimiento del doctor Goodheart.
Me sentí enormemente interesado por él y procedí a estudiarlo concienzudamente.
Luego comencé a adaptarlo a mi propia práctica. Las técnicas de Goodheart implicaban
unas grandes dosis de manipulación física y resultaban más adecuadas para pacientes
con problemas físicos concretos que para los que necesitaban un tratamiento de carácter
más trascendentalista. Y mis pacientes pertenecían a esta segunda categoría. Ahora
estaba practicando verdaderamente una medicina democrática.

Lo que se ponía en práctica no era lo que se me ocurría decir a mí desde mi elevada e


imponente posición de médico o lo que figuraba en un libro de texto aún más
inaccesible, sino lo que el cuerpo requería. Y cuando hacía las cosas bien, el cuerpo me
lo comunicaba. La respuesta del paciente era lo que determinaba el tratamiento seguido.
Y lo mejor de todo era que me encontraba en posición de devolver a mis pacientes la
responsabilidad de su propio bienestar. En vez de someterse humildemente a mi
tratamiento, lo compartían plenamente. Se veían además bajo una nueva luz. El aprender
cosas nuevas, sobre todo si se refieren a uno mismo, constituye una verdadera
experiencia emocional. Y las pruebas kinesiológicas equivalen a una experiencia.

Se trata de una experiencia que nos deja con la boca abierta, y sólo a través de este tipo
de experiencias podemos llegar a comprender repentinamente nuevas verdades. Mis
propias investigaciones y mi propia práctica me llevaron con el tiempo a descubrir una
disciplina distinta, pero relacionada con la del doctor Goodheart, la kinesiología del
comportamiento, que constituye una integración de la psiquiatría, la medicina
psicosomática, la kinesiología, la medicina preventiva y las humanidades. Su
culminación es esta obra, que, salvo unas cuantas excepciones, consiste únicamente en
los descubrimientos originales de mis investigaciones.

La kinesiología del comportamiento emplea las técnicas básicas de test de la


kinesiología aplicada, pero centrándose en los factores del entorno y forma de vida del
paciente que contribuyen a elevar o reducir su nivel de energía. Muchos de los factores
que disminuyen la energía son productos de la revolución tecnológica: los venenos y
ruidos de nuestro medio ambiente, los alimentos poco naturales y excesivamente
refinados que encontramos en las estanterías de los supermercados, los tejidos sintéticos
con que están fabricadas tantas de nuestras prendas de vestir. Otros factores son las
tendencias o hábitos individuales, tales como las posturas corporales, la capacidad para
enfrentarse al stress y las relaciones humanas.

En las páginas que vienen a continuación enseñaré a determinar en qué medida los
diversos factores de su entorno y forma de vida están repercutiendo sobre su energía
corporal. Sugeriré numerosas actividades enriquecedoras de energía con las que
reemplazar a las que la agotan. Y enseñaré a modificar o contrarrestar las repercusiones
de los factores debilitadores que no quepa eliminar totalmente. Pero, en primer lugar, el
lector debe saber algo sobre el papel desempeñado por la glándula llamada timo en los
tests kinesiológicos y su relación con la energía corporal, de hecho, con nuestra energía
vital.
2 LA MISTERIOSA GLANDULA LLAMADA TIMO

«¿Ha conseguido algún escritor sobre el tema del timo decir la verdad y ser creído?»
Beard, 1902.
La glándula timo se halla justo debajo de la parte superior del esternón y, por tanto, en
medio del pecho. Se encuentra presente en todos los mamíferos, y en las terneras se
denomina mollejas. Hasta la década de los cincuenta apenas se sabía nada acerca del
timo, aunque desde hacía ya muchos años existían claves para comprender su
funcionamiento. Ya en 1902, Foulerton, un médico londinense, utilizaba extracto de
timo para el tratamiento del cáncer. No obstante, lo que se solía enseñar era que la
glándula timo no tenía función alguna en el adulto, espejismo normalmente basado en el
hecho de que, durante la realización de autopsias, el timo solía aparecer bastante
pequeño y atrofiado.

Esto se debe a que, en respuesta a un stress tan agudo como el provocado por una
infección, el timo puede reducirse a la mitad de su tamaño en menos de veinticuatro
horas. ¡No debe, pues, sorprendernos que aparezca en un estado de atrofia cuando se le
examina post mortem! El hecho de que las observaciones efectuadas durante las
autopsias llevasen a generalizaciones acerca del tamaño del timo provocó unos
diagnósticos trágicamente equivocados acerca de las enfermedades infantiles en un
amplio período de tiempo que va desde la década de los veinte a la de los cuarenta. Las
autopsias de rutina demostraron que los niños tienen timos de dimensiones mucho
mayores que los de los adultos.

No obstante, en los niños que morían de repente, por ejemplo en los asfixiados en sus
propias cunas, se descubría, al practicárseles la autopsia, que poseían glándulas del timo
especialmente grandes, por lo que se pensaba que habían fallecido a causa de alguna
enfermedad relacionada con dicha glándula, enfermedad a la que se dio el nombre de
«status timicolinfático». Las investigaciones efectuadas sobre la glándula timo en la
década de los cincuenta, junto con nuevas evidencias procedentes de exámenes
postmortem, hicieron que se dudase de la existencia de dicha enfermedad.

Los patólogos tomaron nota del hecho, revelado por las autopsias en el campo de batalla
efectuadas durante la guerra de Corea, de que los soldados muertos en combate poseían
glándulas timo mucho mayores que las de hombres de su misma edad fallecidos en un
hospital a causa de alguna enfermedad crónica. Los niños que habían muerto del
llamado «status timicolinfático» lo habían hecho antes de que la glándula tuviese tiempo
de contraerse; las grandes dimensiones de sus timos eran de hecho las normales. Se
había inventado toda una enfermedad basándose en la errónea idea de que era la
glándula timo la que se había hinchado, provocando así la muerte del individuo. ¡Y
pensar que, en numerosas ocasiones, se había sometido el timo de los niños a
radiaciones con el fin de reducir su tamaño, basándose en el supuesto de que eso
disminuiría las posibilidades de que progresara la enfermedad!

Lo que se conseguía mediante este procedimiento era destruir una parte vital de su
sistema de inmunización y aumentar sus probabilidades de contraer infecciones, cáncer
y enfermedades crónicas. Pero a pesar de los descubrimientos de las investigaciones
modernas, el mito del timo como una glándula inútil y atrofiada se resiste a morir.
Siempre que hablo sobre el tema o doy una conferencia para médicos o públicos
especializados, se me recuerda que «todo el mundo sabe que, en el adulto, la glándula
timo no posee función alguna». No obstante, las pruebas y evidencias acumuladas en los
últimos veinte años acerca del papel del timo en inmunología resultan ya tan
abrumadoras que se me hace muy cuesta arriba creer que no existe algún factor de
carácter inconsciente trabajando en contra de que se le preste el reconocimiento que
merece.

En cualquier ser humano o animal cuya glándula timo haya sido extirpada o destruida se
produce una pérdida de eficacia en los mecanismos de inmunización del organismo que
lo protegen de las infecciones y procesos cancerosos. Por ejemplo, si a una rata joven se
le extirpa el timo y se le inyectan células cancerosas, el cáncer se desarrollará
rápidamente y la rata morirá. No obstante, si su timo permanece intacto, el tumor será
reconocido como un invasor hostil y debidamente rechazado. Existen en la actualidad
numerosas evidencias de que la mejora en la capacidad inmunológica conseguida
mediante la administración de extracto de timo puede llegar a contrarrestar algunas
modalidades de cáncer clínico. Tal como indiqué anteriormente, un breve repaso a los
escritos médicos existentes basta para demostrar que el extracto de timo se empleaba
clínicamente para el tratamiento del cáncer ya en el año 1902.

Durante el período embriónico y los primeros años de vida, la glándula timo se ocupa
esencialmente del crecimiento, tal como demuestra el hecho de que la administración de
extracto de timo eleva drásticamente la tasa de crecimiento de cobayas o animales
empleados para experimentos en laboratorio. Y lo que es más importante, se trata
asimismo de la «escuela y fábrica»' ' G. J. V. Nossal, Antibodies and Inmunity, 2.' ed.
(Nueva York: Basic Books, 1978), Ng. 97. para los linfocitos, los glóbulos blancos
responsables de las reacciones inmunológicas del organismo.

En estado todavía inmaduro, los linfocitos acuden al timo desde la médula de los huesos.
Bajo la influencia de las hormonas del timo, esos glóbulos maduran, abandonando luego
el timo y estableciéndose en los ganglios linfáticos y en el bazo, donde dan origen a
otras generaciones de linfocitos denominados glóbulos T (T significa derivados del
timo). Las hormonas del timo fluyen a través de la corriente sanguínea y continúan
ejerciendo su influencia sobre los glóbulos T originados gracias a ellas. El timo puede
considerarse, pues, como una verdadera glándula endocrina; es decir, un órgano que
segrega una hormona que va a parar a la corriente sanguínea para ser transportada a
alguna otra parte del organismo en la que ejercerá su influjo.

Sabemos que el timo sigue segregando hormonas y «entrenando» y exportando glóbulos


T durante toda la vida del individuo. Una vez superada la pubertad disminuye de
tamaño, pues deja de ocuparse ya del crecimiento. Cualquier encogimiento adicional se
deberá únicamente al stress y a otros factores que analizaremos en esta obra. Así pues, la
glándula timo prepara a los glóbulos T para que puedan realizar su tarea: diferenciar al
propio ser de lo que no lo es, al amigo del enemigo, y destruir las células extrañas. Este
papel, denominado «reconocimiento o vigilancia inmunológica», se ocupa directamente
de oponer resistencia a las infecciones y al cáncer. Un caso reciente, descrito en una
publicación médica, es el de un niño pequeño internado en un hospital en estado de
coma a causa de una grave neumonía viral.

Estaba inconsciente, aquejado de fiebre muy alta, y había que ayudarle a respirar, pues
era incapaz de hacerlo por sí mismo. Se hizo todo lo posible por reanimarle, pero
resultaba evidente que iba a fallecer. Entonces se efectuó el equivalente de un cálculo de
los glóbulos T que tenía, descubriéndose un nivel aproximadamente cinco veces inferior
al normal. Se le puso inmediatamente una inyección de extracto de timo, y en el plazo de
veinticuatro horas el proceso había cambiado totalmente de signo. Descendió la fiebre,
pudo respirar por sí solo y recuperó el conocimiento. Este es el tipo de recuperación
espectacular que veremos cada vez más y más, según la comprobación exacta de la
función del timo y la administración de extracto del mismo vayan generalizándose en la
práctica médica habitual, como estoy seguro que ocurrirá en los cinco o diez años
próximos.

Tal como ha señalado uno de los más destacados especialistas en este campo: «Acaba de
iniciarse el segundo siglo de oro de la "timología"». 2 J. F. A. P. Miller, Lancet, 16 de
diciembre de 1967, pág. 1302. La teoría más aceptable acerca del cáncer es
probablemente la formulada por Sir MacFarlane Burnet,'3 F. M. Burnet, Inmunology,
Aging, and Cancer (San Francisco: W. H. Freeman and Company, 1976). investigador
australiano ganador del Premio Nobel. Según él, de los miles de millones de nuevas
células producidas por el organismo cada día, algunas serán anormales. Una de las
funciones de los glóbulos T consiste en reconocer esas células anormales y proceder a su
destrucción. No obstante, si los glóbulos T no se ven activados por la hormona del timo,
las células anormales pueden arraigar y llegar a transformarse en un cáncer clínico.

De ahí el papel fundamental de la glándula timo durante toda la vida adulta para la
prevención del cáncer. Empezamos a comprender ahóra por qué la incidencia del cáncer
se eleva con la edad. Se ha demostrado que la respuesta a los anticuerpos de los ratones
viejos es sólo un 5 por 100 de la de los ratones jóvenes. Los primeros se muestran
incapaces de rechazar las células cancerosas que se les inyecte. No obstante, si, al
mismo tiempo, se

Arriba, un glóbulo T, es decir, un linfocito derivado del timo, ataca a una célula
cancerosa (esfera grande), a la que identifica por las moléculas antígenas que sobresalen
de su superficie. Abajo, la célula cancerosa extinguiéndose, lo que indican los profundos
pliegues de la membrana de su superficie. Estas microfotografías fueron tomadas por
Andrejs Liepins, del Instituto Sloan Kettering de Investigación sobre el Cáncer.

les administra hormonas del timo, el cáncer no llega a desarrollarse. En todas las
especies de mamíferos se produce con el paso de los años un descenso de la actividad
del timo, y el correspondiente incremento de la tasa de enfermedades cancerosas. Cuanto
más estimulemos la actividad del timo a lo largo de nuestra vida, mayores serán nuestras
probabilidades de mantener lejos al cáncer.

Aún no se comprende plenamente la dramática atrofia de la glándula timo en una


persona sometida a situaciones de stress y tensión. En un solo día de heridas graves o
enfermedad repentina resultan destruidos millones de linfocitos y el timo se reduce a la
mitad de su tamaño habitual. Esto forma parte de la reacción general ante el stress
descrita por Hans Selye. 4En esta obra estudiaremos diversos tipos de tensión o stress.
Pero ahora nos centraremos en el papel desempeñado por la glándula timo en las pruebas
o tests de kinesiologla del comportamiento.
3 TESTS DE KINESIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO

«Un hombre prudente debería darse cuenta de que la salud es su posesión más valiosa y
aprender a tratar sus enfermedades según su propio criterio». Hipócrates. Revisemos la
técnica para realizar pruebas o tests descrita al comienzo de esta obra. ''El test muscular
bosquejado en este capítulo constituye una versión modificada del descrito en la obra, ya
clásica, Muscles: Testing and Function, de Henry O. Kendall et al. (Baltimore: Williams
and Wilkins, 2.' ed.,1971). Como recordarán, para realizar un test kinesiológico hacen
falta dos personas. Elija para ello a un amigo o a algún miembro de su familia. Le
llamaremos su sujeto.

1. Haga que el sujeto permanezca erguido, con el brazo derecho descansando


relajadamente sobre el costado y el izquierdo paralelo al suelo, con el codo recto.'2 Si así
lo prefiere, puede utilizar el otro brazo.
2. Sitúese enfrente del sujeto y ponga la mano izquierda sobre su hombro derecho, para
nivelárselo. Ponga luego la mano derecha sobre el brazo extendido del sujeto justo por
encima de la muñeca. (Véanse Figs. 3 y 4.)
3. Dígale que va a intentar empujar su brazo hacia abajo y que debe resistirse a ello con
todas sus fuerzas.
4. Luego empújele el brazo con bastante rapidez, firmeza y suavidad. La idea es
presionar con la suficiente firmeza como para probar el impulso y movimiento de rebote
del brazo, pero no hasta el extremo de llegar a fatigar los músculos. No se trata de
demostrar quién es más fuerte, sino simplemente comprobar si el músculo puede
bloquear la articulación del hombro para oponerse a la presión ejercida.

NOTA. No sonría nunca mientras realiza o se somete a un test de kinesiología del comportamiento. (Véase el Cap. 6).

FIG. 3.Test del músculo deltoides «al desnudo..


FIG. 4. Primer plano de un test muscular de kinesiología del comportamiento
«al desnudo.
A menos que el músculo tenga algún problema físico, demostrará su fortaleza en la
prueba. En caso de que sea así, haga que el sujeto ingiera un poco de azúcar refinado y
repita el test. En casi todos los casos, ahora el músculo demostrará debilidad; aunque no
esté presionando con mayor intensidad que antes, el músculo se mostrará incapaz de
resistir la presión ejercida y el brazo del sujeto caerá contra su costado. ¿Qué ha
ocurrido? De un modo u otro, el azúcar refinado ha reducido el suministro de energía del
organismo del sujeto, como refleja el hecho de que el músculo haya perdido fortaleza. El
mismo efecto se observaría en cualquier otro músculo del cuerpo. Utilizamos para esta
prueba este músculo concreto, la parte media del deltoides, porque es el músculo más
sencillo de comprobar. Como cualquier otro, este músculo es un indicador del
suministro de energía del organismo. De ahí que a un músculo único empleado para los
tests de kinesiología del comportamiento se le denomine músculo indicador. Un
dispositivo que mide la fuerza de los músculos, denominado kinesiómetro (Fig. 5),

FIG. 5. El kinesiómetro BioMy, empleado


para los test musculares.

FIG. 6. Dinamómetro Cybex, otro dispositivo empleado


para tests musculares.
muestra que un músculo fuerte puede resistir hasta 19 kilos de presión, mientras que un
músculo débil sólo puede resistir unos siete kilos. No obstante, no tenemos por qué
emplear 19 kilos de presión cada vez que sometemos a prueba la fuerza muscular, pues
con el tiempo desarrollamos un cierto instinto o intuición que nos permite saber si el
músculo es o no lo suficientemente fuerte como para bloquear la articulación.
Buscamos lo que podríamos llamar «muelle» del músculo. Y cuando no aparece, cuando
el músculo es débil, la diferencia resulta evidente tanto para el autor del test como para
la persona que se somete al mismo. Pero volvamos a nuestro tema. Pruebe el músculo
indicador del sujeto tal como lo hizo antes. Debería mostrarse fuerte. Haga ahora que su
sujeto coloque las yemas de los dedos de sus manos libres sobre la piel justo donde la
segunda costilla se une al esternón (la llamada articulación esternomandibular). Dicho
punto, que se muestra en la siguiente Fig.

se encuentra directamente sobre la glándula timo. Ahora, haciendo que su sujeto siga
tocando dicho punto, compruebe nuevamente el músculo indicador (Fig. 8).

FIG. 8. Toque de prueba de la glándula timo.

¿Sigue mostrándose fuerte o se ha debilitado? Supongamos que se dé la segunda


posibilidad. Lo que ha ocurrido es lo siguiente: ha descubierto que un determinado
músculo, el músculo indicador, es fuerte «al desnudo»; es decir, sin que el sujeto toque
ninguna parte de su cuerpo con la mano libre. Pero cuando hizo que el sujeto situase la
mano sobre el mencionado punto, el músculo indicador se mostró débil.

En kinesiología del comportamiento eso significa, o bien que el suministro de energía a


la glándula timo del sujeto es insuficiente, o que en ese momento concreto su glándula
timo se encuentra a un bajo nivel de actividad.
Si su músculo indicador siguiese mostrándose fuerte mientras toca el punto del timo, no
existiría la menor evidencia kinesiológica de un desequilibrio de energía que afectase a
su glándula timo en ese momento. Pueden ocurrir tres cosas:

1) No se ve afectado por el estímulo.


2) El estímulo debilita a la glándula timo.
3) El estímulo es tan negativo que el músculo se muestra débil, aun sin el toque de
prueba.

Aun el cuadríceps, quizá el músculo más potente del cuerpo, muestra una reducción de
su potencia a prácticamente la mitad cuando se introduce algún estímulo debilitador. La
línea del gráfico que reproducimos a continuación muestra los resultados de test o
pruebas del cuadríceps y del tendón poplíteo con y sin estímulo. Los dos primeros
«picos» (a la izquierda cuadríceps, a la derecha tendón poplíteo) representan la fuerza o
vigor de tales músculos cuando se les prueba «al desnudo». La potencia máxima es
30,400 kg/pie' (±33 grs/cm.2).

El segundo juego de «picos» representa la fuerza o vigor de los dos mismos músculos
cuando el suministro de energía del cuerpo se ve reducido a causa de algún estímulo
negativo. La potencia máxima es ahora de 16,560 kg/pie' (± 18 grs/cm2). El tercer juego
de «picos», registrado cuando se vuelve a probar ambos músculos una vez eliminado el
estímulo, muestra que ha vuelto la fuerza o vigor. Si un test o prueba en el que se
encuentra implicado el punto de toque de prueba del timo exige un timo fuerte al
comienzo del mismo y el timo de su sujeto se muestra débil, puede activarlo
temporalmente repiqueteando sobre él ligeramente dos o tres veces.

Sin embargo, no lo haga con demasiada fuerza, pues en ese caso, y aunque sea sólo
temporalmente, su glándula timó puede reforzarse hasta el punto de no permitirle llevar
a cabo la prueba deseada. Cuando, aun sin una activación especial, su, glándula timo se
muestra fuerte incluso ante influencias negativas que está usted en el buen camino hacia
la consecución de una salud positiva. Al final de cada sesión o entrevista, yo
personalmente pruebo a mis pacientes o alumnos sometiéndoles a algún factor negativo,
tal como el sonido del ritmo del rock.

Si los resultados muestran un estado de debilidad, sé que se necesita seguir fortaleciendo


la glándula timo. ¿Cómo sabemos si lo que estamos probando es la glándula timo? Todo
lo que tenemos que hacer es pedirle al sujeto que masque una tableta de extracto de
timo. El músculo indicador se fortalecerá inmediatamente. Otros extractos no
provocarán el mismo resultado.
A este proceso de toque de prueba, de tocar con una mano mientras se somete a prueba
el músculo indicador, se le denomina en kinesiologla «terapia de localización». Aún no
se sabe muy bien cómo funciona. Quizá se completa algún circuito de energía en el
punto en que el organismo se encontraba bajo de la misma. No lo sabemos.'3 Resulta
tentador ofrecer explicaciones de los fenómenos descritos en esta obra. Sin embargo, las
he reducido al mínimo posible.

Todo este trabajo es completamente nuevo, y formular teorías en esta etapa resultaría
prematuro y limitador. Ensaye el test o prueba siguiente: en vez de hacer que su sujeto
practique el toque de prueba del punto de la glándula timo, haga que lo practique con
otras zonas del cuerpo elegidas al azar. En otras palabras, pruebe el músculo indicador
haciendo que, al mismo tiempo, su sujeto toque un punto distinto de su cuerpo cada vez.
Lo más probable es que el tocar esos otros puntos no provoque un debilitamiento del
músculo indicador.

Lo esencial es dónde se coloca las yemas de los dedos, la posición exacta del toque de
prueba. Una débil reacción muscular al toque de prueba demostrará que ese punto
concreto del organismo de su sujeto funciona sometido al stress de un desequilibrio de
energía.

En caso de que el punto de la glándula timo de su sujeto se mostrase débil, limítese a


golpear dicha área diez o doce veces y a hacer que su sujeto practique el toque de prueba
una vez más. Normalmente, y tras esta operación, el músculo indicador se mostrará
fuerte y vigoroso. Aunque sólo temporalmente, se habrá activado la glándula timo. El
organismo de su sujeto le dirá ya que el punto está perfectamente, que la prueba puede
realizarse en condiciones óptimas, sin el menor trastorno de energía.

Le ha formulado al organismo del sujeto la siguiente pregunta: «¿Va algo mal en ese
punto?», y el organismo le ha respondido: «Sí, algo va mal.» Luego ha hecho lo que
correspondía, corrigiendo el flujo de energía en dicho punto, y el organismo del sujeto le
ha dicho: «Muchas gracias. Ya está arreglado». No es ya cuestión de que ningún experto
diga que va mal esto o aquello. La respuesta del cuerpo al procedimiento de toque de
prueba le da la respuesta. El cuerpo sabe lo que le conviene ¡Lo único que tenemos que
saber es cómo preguntarle!
Supongamos que el punto de la glándula timo de su sujeto se mostrase fuerte en el toque
de prueba realizado inicialmente. Pruébelo nuevamente para confirmar dicho resultado.
Luego haga que el sujeto piense en alguna catástrofe, tal como un accidente
automovilístico. Sométale nuevamente al test o prueba. ¿Qué ha ocurrido?
Normalmente, aunque no en todos los casos, la glándula timo se mostrará débil. Pídale
luego al sujeto que piense en alguien a quien odie. Lo más probable es que la glándula
continuará mostrándose débil. Dígale a continuación que piense en alguien a quien ama.
¡La glándula se mostrará inmediatamente fuerte! Todo esto le permitirá comprobar
cómo, mediante los tests de kinesiología del comportamiento, podemos aprender
rápidamente datos muy significativos acerca de la mente y el cuerpo.

Para un reconocimiento kinesiológico completo, sometemos a tests a la mayoría de los


músculos del cuerpo. No obstante, y en esta obra de carácter introductorio, emplearemos
sólo un músculo indicador, el deltoides. Para un diagnóstico y un tratamiento completos
se somete a toque de prueba (terapia de localización) a más de cien puntos distintos del
cuerpo. Aquí nos limitaremos casi exclusivamente al punto de prueba de la glándula
timo. De ese único punto de prueba pueden descubrirse numerosos datos enormemente
beneficiosos para su vida diaria. Como habrá comprobado, la glándula timo es el primer
órgano que se ve afectado por la tensión o stress. Constituye también la sede o asiento
de nuestra energía vital, que es el tema del siguiente capítulo.
4 SU ENERGIA VITAL

«el placer proporcionado por toda forma orgánica está en proporción a su apariencia de
sana energía vital». John Ruskin.

Nuestra energía vital es la fuente de nuestro bienestar tanto físico como mental, de la
salud resplandeciente, de la alegría de vivir. Ha recibido muy distintos nombres a lo
largo de la historia escrita. Hipócrates la llamó la Vis Medicatrix Naturae, es decir, el
poder curativo de la naturaleza. Paracelso la denominó Arqueo; los chinos Ch'i; los
egipcios Ka; los hindúes Prana; los hawaianos, Mana. Pero se trata de la misma cosa.
Hace unos cuantos años experimenté un gran placer al descubrir un análisis de los
«síntomas» de la salud en una obra publicada en 1853. «Nuestros libros de Medicina»,
escribía su autor, el Dr. Nichols, «están llenos de descripciones, síntomas y causas de las
enfermedades.

En la medida de lo posible me gustaría dar una descripción clara, enumerar los síntomas
y guiar a mis lectores hasta el conocimiento de las condiciones de la Salud».
Reproduzco a continuación sus «síntomas»: La SALUD es en el ser humano la
perfección de la organización corporal, la energía intelectual y la capacidad moral. La
SALUD constituye la expresión más plena de todas las facultades y pasiones del
hombre, colaborando en perfecta armonía. La SALUD es la total ausencia de dolor
corporal y de discordancia mental. La SALUD es belleza, energía, pureza, santidad y
felicidad. La SALUD es esa condición en la que el hombre constituye la expresión más
alta conocida del poder y bondad de su Creador. Cuando un hombre es perfecto en su
propia naturaleza, cuerpo y alma, perfecto en sus armoniosas acciones y adaptación al
medio, y vive en perfecta armonía con la Naturaleza, con sus semejantes y con Dios,
puede decirse que se encuentra en un estado de SALUD.' 1 T. L. Nichols, Esoteric Anthropology
(Nueva York: Stringer & Townsend, 1853), pág.227.

No se ha realizado nunca una descripción más grandiosa de la salud que la efectuada por
Walt Whitman en lo que denominó «Salud (al antiguo estilo)»: En esa condición todo el
organismo se eleva a un estado desconocido por los demás, se ilumina tanto interior
como exteriormente, se purifica y fortalece, haciéndose vigoroso y alegre al mismo
tiempo. Fluye del individuo un encanto especial, que es algo más que simple belleza, y
brilla en sus ojos una curiosa transparencia, no sólo en la pupila, sino también en lo
blanco. El juego del cuerpo en movimiento adquiere una gracia anteriormente
desconocida. Entonces el simple hecho de moverse constituye un placer y una felicidad,
como también el respirar o el ver. Todas las gratificaciones anteriores, el beber, el café,
las grasas, los estimulantes, las especias, el acostarse tarde, los lujos, los placeres
nocturnos, no parecen sino mortecinos sueños; llega ahora el amanecer; todo encaja en
su lugar natural, todo es saludable y portador de alegrías divinas.
2 Walt Whitman, The Complete Poetry and Prose of Walt Whitman (GardenCity, Nueva York, Garden City Books, 1954),
pag. 513.

El esplendoroso estado de salud descrito por Whitman nace de la abundancia de la


energía vital. Se trata de algo realmente infrecuente. Pero no se desanime. Aun en el
caso de haber estado enfermo y agotado, puede hacer mucho por incrementar su nivel de
energía vital. No obstante, aumentar su energía vital no significa simplemente alcanzar
una «elevación momentánea», como la que experimentaría ingiriendo azúcar, ni
tampoco esforzarse por llegar a un estado de energía «nerviosa». Significa más bien
elevar la fuerza vital que lleva en su interior, su propia vitalidad. La vitalidad no
significa necesariamente actividad. Fíjese en un animal sano en estado de reposo y se
dará cuenta de que posee un elevado grado de energía vital. Sometiendo a prueba el
punto de la glándula timo tal como se indicó en el capítulo anterior, puede determinar si
su energía vital es elevada o baja.
Desgraciadamente, un 95 por 100 de la población arroja resultados bajos en la escala de
energía vital. Las razones de que así sea son muy numerosas, tal como revelarán los
capítulos siguientes. Lo único que deseo poner de relieve ahora es lo siguiente: no he
visto nunca ningún paciente aquejado de una enfermedad degenerativa crónica que no
tuviese una glándula timo de bajo nivel de actividad. Evidentemente, el temor y el
desánimo provocados por la enfermedad pueden contribuir a explicar los débiles
resultados del timo. Creo, sin embargo, que es precisamente la debilidad o bajo nivel de
actividad del timo lo que origina inicialmente la enfermedad. Todas las enfermedades
comienzan con una disminución de la energía vital.
En caso de continuar este descenso o disminución, un órgano u otro del cuerpo se
convertirá en blanco de la enfermedad. Por tanto, si conseguimos alcanzar y mantener
un funcionamiento óptimo de la glándula timo —y siempre que no poseamos ya
demasiadas condiciones patológicas arraigadas—, nos encontraremos ante una vida
mucho más sana, prolongada y feliz de lo que ocurriría en caso contrario.

FIG. 9. La energía vital de un niño.

Los antiguos chinos consideraban la energía vital, a la que denominaban Ch'i, como algo
que fluía por todo el organismo a través de un sistema de vías o conductos. Descubrieron
doce vías principales, o meridianos, cada uno de ellos relacionado con un órgano
concreto del cuerpo, del que recibía el nombre. Dichos meridianos, que se agrupaban en
parejas, eran: vejiga, conductos circulatorios sexuales, bilis, corazón, riñones, intestino
grueso, hígado, pulmones, intestino delgado, bazo, estómago y tiroides. El Ch'i entraba
en el cuerpo con el aire que se inhalaba y con los alimentos y agua ingeridos. Su flujo o
circulación era continuo, yendo desde un meridiano a otro en un determinado orden o
secuencia.
En la acupuntura cabe determinar un desequilibrio de energía en un meridiano concreto
y corregirlo mediante la inserción de agujas en puntos específicos de los meridianos. La
inserción de agujas en dichos puntos equilibra el flujo de energía en el meridiano en
cuestión y ejerce consecuencias terapéuticas sobre el órgano correspondiente.

FIG. 10. Se ve perfectamente que este


mustang está lleno de energía. Sus
movimientos son fluidos y libres, su
postura excelente. Compruebe el efecto
provocado por esta fotografía. Descubrirá
que aumenta la energía.

FIG. 11.La vitalidad de este gato es


evidente aun en estado de reposo o
descanso. Está listo para actuar en caso
necesario. Esta foto aumenta asimismo la
energía.

Aunque el sistema chino de acupuntura ha venido funcionando durante varios siglos con
gran éxito, los intentos de adecuarlo a la medicina occidental no han dado resultados
satisfactorios. El problema radica en que el sistema de acupuntura no parece seguir vías
o conductos anatómicos conocidos. El doctor Félix Mann, uno de los grandes
especialistas occidentales en el antiguo arte curativo chino, cree que el flujo del Ch'i a lo
largo de los meridianos puede consistir en una onda de despolarización eléctrica que se
desplaza a través de las fibras del sistema nervioso autónomo. 3 Félix Mann, The Meridians of
Acupunture (Londres: William Heinemann Medical
No obstante, y a pesar de las afirmaciones de un médico norcoreano durante la década
de los sesenta, no se llegó a identificar ningún sistema especial de conductos. Como no
existen estructuras conocidas que sirvan de vías o conductos para la acupuntura, los
médicos occidentales no se sienten inclinados a considerar al organismo como fuente o
conductor de energía electromagnética. Y parece ser que es en este plano donde debe
situarse mentalmente a la acupuntura. Los meridianos serían los grandes canales o
conductos que conducen la energía electromagnética por todo el cuerpo. Siempre que se
dé un desequilibrio de energía en un determinado sistema de meridiano, dejarán de
funcionar adecuadamente los órganos relacionados con dicho sistema.
Pero ahora se ha producido ya el importante descubrimiento del doctor George
Goodheart de que existe una relación directa entre los músculos y los meridianos. Un
músculo débil indica un desequilibrio de energía, un desequilibrio Ch'i, en el órgano
relacionado con KINESIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO dicho músculo a través
del correspondiente meridiano de acupuntura. Cabe considerar, pues, a los músculos
como bombas de energía que, cuando la glándula timo funciona correctamente,
incrementan el flujo de energía a través de determinados meridianos. Pero cuando la
glándula timo no funciona como debe, el flujo de energía disminuirá.
Esto explica por qué, cuando realizamos pruebas musculares de kinesiología del
comportamiento, no estemos comprobando la fuerza mecánica del músculo, como hace,
por ejemplo, un terapeuta físico. En vez de ello, estamos sometiendo a una prueba o test
la energía del meridiano correspondiente a dicho músculo y, por tanto, la capacidad del
organismo para reponer sus energías. Así, cuando probamos un músculo concreto,
estamos sometiendo a tensión al meridiano correspondiente.
Si se ha interrumpido ya el flujo de energía a dicho meridiano, el nivel de energía del
mismo descenderá rápidamente y el músculo correspondiente se debilitará. Por el
contrario, si el flujo de energía al meridiano no ha sido interrumpido, el músculo se
mostrará fuerte y vigoroso.
Pero esto no es todo. Un descubrimiento fundamental de la kinesiología del
comportamiento es que la glándula timo dirige y regula el flujo de energía en el sistema
de meridianos. 4 Esta es la base del comportamiento instintivo. Pero éste constituye un tema aparte.
Imagínese la sala de control de una gran red eléctrica. Los cuadrantes de delante
representan la cantidad de energía que fluye a través de cada uno delos canales. En
cuanto se produce un desequilibrio de energía, el controlador adopta inmediatamente las
medidas necesarias para corregirlo. Si en un determinado canal el nivel de energía es
demasiado alto, lo dirige a otros en los que sea más bajo; y si en otro canal concreto el
nivel de energía es demasiado bajo, le envía energía desde otros con niveles más
elevados. El controlador del flujo de energía en el organismo es la glándula timo.

Día a día, momento a momento, dirige y equilibra nuestra energía vital. Si no realiza
correctamente su tarea y se produce un desequilibrio, algún órgano concreto
experimentará antes o después un daño de carácter físico. Se tratará, pues, de una
enfermedad orgánica. Si se llega a esos extremos, y aunque podamos activar el timo y
hacer que la energía vuelva a fluir, se producirá inevitablemente una debilidad
estructural. De ahí la importancia de la prevención primaria. Hemos añadido, pues, una
función más a la supuestamente «inactiva» y «atrofiada» glándula timo.
5 Para un resumen de las funciones de la glándula timo, véase el Apéndice I.
Como explicamos en el Cap. 2, el timo produce linfocitos y luego, mediante la
producción de hormonas, los controla con el fin de posibilitar el reconocimiento y
destrucción de células y sustancias extrañas y de células orgánicas anormales. Esta
función, denominada «vigilancia inmunológica», se ocupa directamente de la resistencia
a las infecciones y al cáncer. Pero hace sólo muy poco tiempo que ce ha empezado a
comprender las funciones inmunológicas de la glándula timo. Su papel como
controlador máximo responsable de las energías vitales y curativas del organismo ha
sido recibido como una sorpresa absoluta.
Tal como hemos visto, el timo es el primer órgano del cuerpo que se ve afectado por la
tensión o stress. Se trata también del primero en verse afectado a nivel de energía por un
estado emocional. Cabe considerar por tanto a la glándula timo como el eslabón o punto
de unión entre la mente y el cuerpo. Resulta interesante que la palabra timo proceda del
griego thymos, o 6 vµóc, que resulta imposible traducir a términos modernos, pero que
significa algo así como fuerza vital, alma, sentimiento o sensibilidad. Tal como indica
Onians, 6 Richard B. Onians, The Origins of European Thought (Nueva York: Arno Press, 1973), págs. 44 - 65.
thymos se refería originalmente a la respiración. Se trataba de la materia de la
consciencia, del espíritu, del alma, de aquello de lo que dependía la energía y el valor de
un ser humano.
Las fuentes primitivas u originarias del término implican incluso una especie de
combustión, de nube o espíritu, lo que lo relaciona con el concepto de alma y de energía
vital.
7 Para una discusión más a fondo de la palabra timo, véase el Apéndice II.
Además de verse afectado por el stress y los estados anímicos, el timo resulta
fuertemente influenciado por el medio físico, las relaciones sociales, la alimentación y
las posturas corporales del individuo. En la Fig. 12 se resumen estos seis factores
básicos. En el resto de la obra intentaré demostrar qué factores de cada una de estas
categorías elevan o disminuyen su energía vital. Le proporcionaré instrucciones y
sugerencias basadas en descubrimientos derivados de investigaciones y de experiencias
clínicas, pero lo más importante será en todo momento que se muestra débil o fuerte en
términos de su propia energía vital. No se desanime si descubre que existen muchas
cosas que le afectan negativamente. Esas influencias se verán automáticamente
contrarrestadas según vaya aumentando su energía vital.

STRESS

MEDIO SOCIAL
FIG. 12.
5 EL STRESS Y EL EQUILIBRIO CEREBRAL

«El problema personal consiste en si las cosas que hacemos día tras día se hacen de
forma consciente y equilibrada o si forman parte de una penosa lucha. Si su método es el
segundo de los citados, ¡deténgase inmediatamente!»
Raymond A. Dar.

Someta a alguien a la prueba muscular y descubra que el músculo indicador, el


deltoides, responde con firmeza. Luego haga algo para sobresaltarle ligeramente, como
sacudirle, gritarle «¡AHHH!», o algo parecido. Repita el test o prueba. Comprobará que,
de repente, el músculo indicador se ha debilitado. Esto lo he demostrado con cientos y
cientos de personas, médicos, pacientesy público en general. En todo momento, el sujeto
se queda asombrado al comprobar hasta qué punto resulta sensible a pequeñas
perturbaciones como las indicadas. Los más sorprendidos de todos son quizá los
médicos, especialmente cuando utilizo el sencillo ejemplo siguiente: en presencia del
doctor, hago que su recepcionista le anuncie de repente que un paciente con el que el
doctor no se siente muy contento se encuentra al teléfono y deseahablar con él. Aunque
el médico en cuestión sabe que se trata únicamente de una demostración, las palabras de
su recepcionista: «El señor Smith desea hablar con usted», desencadenan una reacción
tan sorprendente que todos los músculos de su cuerpo experimentan un debilitamiento.

Repita el mismo experimento, pero introduciendo la siguiente diferencia: haga que su


sujeto ponga la lengua contra el paladar anterior, con la punta un cuarto de pulgada
detrás de los dientes frontales superiores. En la mayoría de los casos descubrirá que el
músculo no experimenta ya un debilitamiento, que la energía del sujeto permanece
intacta. ¿Qué significa esto? Cuando su sujeto no resulta afectado por estas sencillas
pruebas o tests de stress, está lo que denominamos centrado, o, mejor dicho, tiene sus
energías centradas y es invulnerable al stress.

Permanecer centrados en todo momento constituye uno de nuestros objetivos


principales. Empleemos la siguiente analogía: cuando un país se encuentra ocupado
librando pequeñas guerras por aquí y escaramuzas por allá, no dispondrá de tropas en
caso de necesitarlas de repente para defenderse de un ataque importante. De modo
similar, la mayoría de nosotros funcionamos con nuestras energías diseminadas por todo
nuestro organismo, y sin un suministro adecuado en nuestros depósitos de energía. De
ahí que, cuando nos enfrentamos con la necesidad de una súbita movilización de
energía, carezcamos de reservas a las que recurrir.
Pero si estamos centrados, si nuestra energía vital se encuentra a un nivel elevado he
instantáneamente disponible a través de la glándula timo, podremos emprender una
acción inmediata y apropiada tan pronto nos veamos abocados a un stress de carácter
repentino. Muchas personas están tan descentradas que experimentan un debilitamiento
cuando realizan tareas tan sencillas como frotarse la nariz o balancear un palo de golf.

Si encuentra algún sujeto de esa clase, dé un paso más y limítese a pedirle que
simplemente piense en llevar a cabo alguna de esas tareas. Una vez más se producirá un
debilitamiento en el músculo indicador. Lleve el experimento aún más allá. Pídale que
se diga su nombre y dirección a sí mismo. El simple hecho de pronunciar estas u otras
palabras disminuye su energía vital hasta el extremo de debilitar el músculo. Algunas
veces descubro este fenómeno en personas que practican una meditación que implica el
empleo de mantras o jaculatorias silenciosas.

Cuando una persona descentrada recita un mantra, se está de hecho debilitando.


(Curiosamente, si sube o baja el tono de su voz interior, suele conservar su vigor. Pero
ésa es una cuestión distinta.) ¡Qué acusatorio resulta contra nuestra actual forma de vida
el hecho de que, con simplemente oír «¡AHHH!» o musitarse a sí mismo su nombre y
dirección, muchas personas se queden tan exhaustas de energía que todos los músculos
de su cuerpo experimentan un debilitamiento! El stress continuado drena la energía de
su sede o asiento, la glándula timo. Pero tal como hemos visto, existe un método muy
sencillo de contrarrestar el efecto debilitador del stress.

Podemos estimular la glándula timo repiqueteando sobre ella, o activarla de modo


reflejo colocando la lengua contra el paladar superior, contra lo que podríamos
denominar «mando centrador». Durante un partido de tenis los dos jugadores tienden a
sentirse debilitados cada vez que el árbitro formula un aviso. No obstante, el jugador que
tenga la lengua apretada contra ese «mando centrador», o cuyo timo haya sidoa ctivado
por algún otro procedimiento, no se verá afectado por esta circunstancia.

En la práctica de deportes competitivos la aplicación de esta técnica centradora ha


permitido alcanzar resultados sumamente positivos. Se ha descubierto que cuando la
lengua se encuentra sobre el «mando centrador», los hemisferios cerebrales están
equilibrados. Durante la última década se han realizado numerosas investigaciones
destinadas a determinar las funciones específicas de cada uno de los hemisferios del
cerebro. Resumiéndolas muy brevemente, diremos que en las personas diestras —en las
zurdas los resultados no son tan coherentes— El hemisferio cerebral izquierdo parece
dedicarse fundamentalmente al pensamiento analítico y a la actividad verbal, mientras
que el derecho a las actividades intuitivas y artísticas y a la orientación en el espacio.

Se cree que el hemisferio izquierdo procesa la información de modo secuencial y el


derecho simultáneamente. Las claves para descubrir la especialización de los dos
hemisferios cerebrales procedieron de casos quirúrgicos en los que hubo necesidad de
cortar en el cuerpo calloso la conexión entre ambos hemisferios. Las pruebas o tests
clínicos efectuados con esos pacientes demostraron tener un enorme interés. Si al sujeto
se le tapaban los ojos y se le daba un objeto para que lo sostuviera con la mano derecha,
podía describirlo verbalmente, pero no si se le hacía sostenerlo con la mano izquierda.

No obstante, y entre un grupo de objetos diversos, podía encontrarse el que había


sostenido en la mano izquierda, lo que demostraba que era capaz de reconocerlo, aunque
no de hablar sobre él. La explicación es la siguiente: los conductos neurales de un lado
del cuerpo cruzan y van a parar al hemisferio cerebral del lado opuesto.Una vez cortadas
las conexiones entre ambos hemisferios, la información sobre cl objeto procedente de las
fibras nerviosas de la mano izquierda iba al hemisferio cerebral derecho, pero no podía
transferirse al izquierdo. Todas las pruebas y tests de este tipo han confirmado algo que
ya sabíamos gracias a estudios anteriores: que el hemisferio izquierdo constituye el
centro del lenguaje del cerebro humano. Comprobemos ahora por nosotros mismos
algunas de las distintas funcionesde los hemisferios. Este test, denominado del
desequilibrio cerebral, comprueba probablemente no sólo la corteza cerebral, sino
también otras áreas relacionadas por debajo de la misma.

Encontremos un sujeto cuyo músculo indicador se muestre fuerte y vigoroso en las


pruebas. Pidámosle que sitúe la palma de la mano derecha a aproximadamente cinco o
diez centímetros de distancia del lado izquierdo de su cabeza, en frente del oído (véase
la Fig. 13). Si está equilibrado, su músculo indicador continuará mostrándose fuerte
(véase la Fig. 14); lo mismo ocurrirá cuando coloque la palma de la mano derecha en
frente del lado derecho de su cabeza, a la altura del oído. (Véanse las Figs. 15 y 16.) Eso
es lo correcto.

Una vez comprobado que es así, formúlele algún problema matemático para que intente
resolverlo mentalmente, tal como dividir 750 por 25. Inmediatamente después de situar
la palma de la mano derecha a la izquierda de su cabeza, el músculo indicador se
debilitará, lo que no ocurrirá cuando coloque la palma de la mano derecha próxima al
lado derecho de su cabeza. Si le pide al sujeto que piense en una determinada melodía
musical, obtendrá los resultados opuestos. Cuando mantenga la palma de la mano
derecha próxima al lado derecho de su cabeza, el músculo indicador se debilitará, pero
no cuando la palma se encuentre cerca del lado izquierdo. Lo que estamos sometiendo a
prueba son fenómenos magnéticos, y no la actividad electro encefalográfica. Este tipo de
pruebas pueden enseñarnos mucho sobre cómo una persona se enfrenta al stress.
Tomemos primero en consideración el ejemplo de una telefonista que trabaje sometida a
grandes tensiones y presiones. Tiene dos métodos de abordar su problema. Uno consiste
en hacerse aún más metódica, llegar incluso a obsesionarse, y ocuparse sólo de una
clavija a la vez, mientras las llamadas se acumulan y la tensión crece. Esta sería la
respuesta del hemisferio cerebral izquierdo. La del hemisferio cerebral derecho
consistiría en retirarse al campo de la fantasía y extraer figuradamente todas las clavijas
al mismo tiempo hasta hacer «estallar» la situación de tensión.

FIG. 13. Comprobación del equilibrio


cerebral. Posición de la mano para
comprobar el hemisferio izquierdo. Observe
que la mano no roza ni la cabeza ni el
cabello. La palma debe estar además alineada
con el oído, y la cabeza erguida.

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FIG. 15. Comprobación del equilibrio cerebral. Posición de la


mano para comprobar el hemisferio derecho.
FIG. 16.— Comprobación real del hemisferio derecho.

Nuestros descubrimientos corroboran esta idea. Las personas quenormalmente se


muestran débiles en los tests con la palma de la manoderecha frente al lado izquierdo de
la cabeza experimentan un predominio delhemisferio cerebral izquierdo, y tienden a
funcionar sometidas a un considerable stress nervioso y emocional. Por el contrario, las
que se muestran débiles con la palma de la mano derecha frente al lado derecho de la
cabeza, experimentan un predominio del hemisferio cerebral derecho y tienden a buscar
refugio en la fantasía y a evitar los sentimientos de carácter desagradable.

Pero ninguna de estas dos soluciones es satisfactoria. A lo largo de nuestra vida no


deberíamos dejarnos vencer nunca por el stress hasta el extremo de que llegue a
predominar uno u otro hemisferio. Ambos hemisferios deberían trabajar
simultáneamente en todo momento. No obstante, rara vez ocurre así. La mayoría de la
gente se mostrará débil en el lado izquierdo, demostrando un predominio del hemisferio
cerebral izquierdo, lo que significa que se están enfrentando a un stress excesivo.

Se encuentran atrapados en un combate verbal e intelectual con su entorno y sumamente


empobrecidos, pues han perdido los aspectos estéticos e intuitivos de su existencia; esto
es, la aportación del hemisferio cerebral derecho. Es no sólo deseable, sino incluso
normal, que los dos hemisferios trabajen conjuntamente durante todo el tiempo que
permanecemos despiertos; que, cuando hablamos, haya ritmo y cadencia en nuestras
voces; que, cuando caminamos, nuestros movimientos estén llenos de fluidez y gracia;
que, cuando pensamos, la lógica de nuestros pensamientos no ahogue la intuición y la
percepción espacial.

Cuando ambos hemisferios se muestran plenamente activos e integrados el uno con el


otro, se produce el estado de creatividad, el máximo nivel de funcionamiento a que
puede aspirar el ser humano. Desgraciadamente, esto no ocurre con excesiva frecuencia.
De hecho, se da tan raramente que no resulta fácil diferenciar de los demás a los
pacientes a quienes se ha separado quirúrgicamente ambos hemisferios, pues en la gente
«normal» los dos hemisferios tampoco suelen funcionar conjuntamente. La kinesiologla
del comportamiento nos proporciona por tanto un sencillo método de determinar qué
hemisferio tiende a ser el dominante, sugiriéndonos las pautas o modelos de respuesta de
un individuo ante situaciones de stress o tensión. ¿Le ha empujado el stress a un
extremo, al de las actividades intelectuales, casi obsesivas, propias del hemisferio
cerebral izquierdo? ¿O le ha empujado al otro extremo, al de las actividades escapistas,
propias del hemisferio cerebral derecho? Cualquiera de estas dos soluciones sería falsa e
incorrecta.

Todo el mundo debería poner en funcionamiento ambos hemisferios a la vez. Si a una


persona fuertemente centrada se le plantea un problema matemático, los dos hemisferios
permanecerán equilibrados, y la belleza y, en algunos casos, la elegancia de la solución
matemática entrarán inmediatamente en juego. Bien, podemos decir, lo ideal sería
conseguir que los dos hemisferios estén equilibrados y funcionen conjuntamente; pero
¿cómo podemos lograrlo con las tensiones y presiones cotidianas de la vida actual?.
Volvamos, pues, a la glándula timo. En cuanto se produzca una asimetría en el
funcionamiento de los dos hemisferios, la actividad del timo se verá perjudicada. Pero,
afortunadamente, existe también la otra cara de la moneda: si se estimula el timo, los dos
hemisferios tenderán asimismo a equilibrarse. Por tanto, todos los factores mencionados
a lo largo de esta obra que contribuyen a elevar la actividad del timo (del thymos), y, en
consecuencia, la energía vital, servirán al mismo tiempo para hacer que los dos
hemisferios cerebrales funcionen conjuntamente, convirtiéndose así en personas
creativas, permitiéndonos vivir la vida plenamente y contribuyendo además a reducir la
tensión y el stress.

Las pautas propias del stress son como una pescadilla que se muerde la cola, pues
cuando el stress nos obliga a funcionar con sólo un hemisferio, nos resulta mucho más
difícil mostrarnos creativos y resolver el problema, reduciendo así el stress. ¡Dos
hemisferios son mucho mejor que uno!. Compruebe nuevamente los efectos derivados
de activar el timo en alguna persona que se muestre débil con la palma de la mano frente
a un lado cualquiera de su cabeza. El método más sencillo consiste en repiquetear sobre
el timo varias veces.

Repita entonces la prueba. Probablemente descubrirá que los dos hemisferios están
equilibrados. Pero existe un medio para mejorar estos resultados. Hay determinadas
actividades que parecen ser fundamentalmente verbales y propias, por tanto, del
hemisferio izquierdo, pero que tienen en realidad una naturaleza dual; es decir, que
exigen el funcionamiento simultáneo de ambos hemisferios cerebrales. Una de ellas es la
lectura de poemas. Vuelva a comprobarlo. Búsquese a alguien que se muestre débil del
lado izquierdo y hágale que lea en voz alta cualquier fragmento de prosa periodística
normal y corriente. Normalmente seguirá mostrándose débil. Los hemisferios no se
habrán equilibrado a causa de esa actividad. Uno de ellos sigue siendo el dominante.
Entregue ahora a su sujeto un poema y haga que lo lea de manera corriente y arrítmica,
como si estuviese leyendo el periódico. Una vez más, los dos hemisferios no se
equilibrarán. Pídale entonces que lea el poema de forma sumamente rítmica. (Esto
resulta enormemente eficaz con la poesía dotada de una fuerte base rítmica, como gran
parte de la de W. B. Yeats, especialmente la de su primera época.).

Repita la prueba. ¡Descubrirá que los dos hemisferios se han equilibrado! La lectura de
poemas constituye, pues, claramente una actividad que pone en funcionamiento ambos
hemisferios, combinando las habilidades verbales del izquierdo, necesarias para toda
operación de lectura, con las musicales y rítmicas controladas por el derecho.
(Curiosamente, los resultados no suelen ser tan espectaculares con el canto, y no puedo
explicar por qué). Otra actividad que tiende a equilibrar los hemisferios es contemplar
cuadros de paisajes, especialmente las obras de Turner. Los resultados no son tan
satisfactorios con dibujos lineales o fotografías.

Mirar un bello paisaje natural puede resultar o no igualmente eficaz, dependiendo de la


capacidad de quien lo contempla para abstraer de él determinadas cualidades, que,
después de todo, es lo que un buen pintor habrá hecho ya en nuestro lugar. He
descubierto que cuando la gente realiza con cierta frecuencia un «descanso de energía»
limitándose a recitar un poema o dos o a contemplar una postal o un cuadro, el stress y
la tensión se reducen considerablemente.

El timo se mostrará fuerte y la energía vital elevada. Los resultados mejoran mucho si, al
mismo tiempo, se golpea levemente el timo. ¡Pruébelo! Una actividad muy corriente que
provoca un desequilibrio entre los hemisferios es escuchar por teléfono. Si mantiene el
auricular contra su oído izquierdo, descubrirá que durante la conversación telefónica, y
durante algún tiempo después, se mostrará debilitado si coloca la palma de la mano
derecha frente al lado izquierdo de su cabeza. Al parecer, el escuchar con el oído
izquierdo ha estimulado un predominio de la actividad del hemisferio cerebral izquierdo.
Por el contrario, si mantiene el auricular contra el oído derecho, prevalecerá la actividad
del hemisferio cerebral derecho.

El remedio contra esto consiste, por supuesto, en alternar el oído con el que escucha.
También puede repiquetear de vez en cuando contra el punto del timo o tomarse un
«descanso de energía».

Conmutación es un término acuñado por Goodheart para describir un estado en el que se


produce un determinado tipo de confusión corporal. En la kinesiología del
comportamiento se considera como una clara manifestación de desequilibrio entre los
hemisferios cerebrales. Realice la siguiente prueba. Haga primero que un sujeto lea
cualquier párrafo de prosa hacia adelante. Interrúmpale y sométale de inmediato a un
test «al desnudo». Lo más probable es que su músculo indicador se muestre débil. Pídale
luego que vuelva a leer el mismo párrafo, pero hacia atrás, en sentido inverso, palabra
por palabra. Repita la prueba. ¡No se mostrará debilitado! La asimetría entre los dos
hemisferios cerebrales ha provocado un extraño tipo de dislexia (sutil incapacidad para
la lectura).

Ahora bien, si lo que provoca este desequilibrio es esa asimetría, tal como parece indicar
la debilidad muscular de su sujeto, es evidente que estará asimismo provocando otras
dificultades perceptivas sutiles pero no insignificantes. Y estas sutiles dificultades
perceptivas, que conducen con frecuencia a una vaga sensación de confusión, se
observan con relativa frecuencia. Carl Delacato '' Carl H. Delacato, dit. de ed., The
Diagnosis and Treatment of Treatment of Speech and Reading Problems (Springfield:
Charles, C. Thomas, 1963). fue el primero en darse cuenta de que, en muchos niños con
problemas de carácter neurológico, especialmente los relacionados con el habla y la
lectura, se producía una regresión o fijación en una etapa primitiva de la locomoción y,
por tanto, de la organización neurológica.

Cuando un niño pequeño comienza a gatear, lo hace del modo denominado homolateral;
es decir, empleando su pierna y su brazo izquierdos (y su pierna y brazo derechos) al
mismo tiempo, como hacen los lagartos y como se enseña a trotar a los caballos. No
obstante, y según el bebé va alcanzando un mayor nivel de integración neurológica, va
adoptando una pauta o modelo distinto: mover alternativamente los brazos y las piernas
opuestos; esto es, nuestro modelo de caminar normalmente. No obstante, cuando se
«conmuta» a una persona, tiende a regresar al nivel homolateral de locomoción.
Si se le pide que ande a paso ligero, es muy probable que balancee el brazo y la pierna
del mismo lado. Este paso homolateral puede provocar fácilmente la «conmutación» de
una persona. Pruébelo usted mismo con un sujeto cuyos hemisferios hayan demostrado
estar equilibrados, y cuyo músculo indicador y glándula timo se muestren fuertes «al
desnudo» cuando lee hacia adelante o hacia atrás. Pídale que marche con el brazo
izquierdo adelantado cuando su pierna izquierda también lo esté, y viceversa. Repita la
prueba. Descubrirá que la glándula timo se muestra ahora débil, que los dos hemisferios
cerebrales están desequilibrados y, lo que es más, que, cuando lee hacia adelante, su
músculo indicador se debilita. ¡Una pauta primitiva de organización neurológica ha
sustituido a la mucho más madura de sólo un minuto antes!

La gente que se encuentra sometida a un constante stress puede funcionar con esta pauta
conmutada como su modelo «normal» de conducta o comportamiento. Uno de los
procedimientos estándar seguidos en su tratamiento consiste en enseñarles a caminar y
gatear heterólateralmente -es decir, adelantando la pierna y el brazo opuestos-. Este
ejercicio, junto con el recitar poemas de manera rítmica, la contemplación de paisajes
pintados y la estimulación del timo, debería bastar para corregir la mayoría de los
desequilibrios entre ambos hemisferios así como todas las tendencias a la
«conmutación».
Existen no obstante numerosas actividades cotidianas que nos hacen experimentar una
«conmutación» y, por tanto, convertirnos en seres neurológicamente desorganizados.
Estas actividades pueden asimismo provocar pautas apenas perceptibles de confusión
cerebral que conduzcan aun mayor stress o tensión, agravando aún más toda la situación.
Cito a continuación unos cuantos ejemplos. Ejercicios físicos que exijan el empleo de
ambos brazos y/o piernas al mismo tiempo, o del brazo y pierna izquierdos, o el brazo y
la pierna derechos simultáneamente, ejercicios que provocarán una «conmutación». El
más claro de ellos es el representado por las carreras de sacos. El simple hecho de pensar
en correr una carrera de sacos le hará experimentar una «conmutación», lo que
demuestra que este fenómeno se debe más a pautas del cerebro que a la reinformación o
feedback procedente de los músculos del cuerpo.

Otros ejercicios conocidos que conducen a un desequilibrio cerebral son el remo, el


arrastre y levantamiento de pesos. Limítese, pues, a los ejercicios que exijan el empleo
de brazos y piernas contrarios o de un solo brazo a la vez; como, por ejemplo, caminar
vigorosamente adelantando el brazo derecho cuando está adelantada la pierna izquierda,
o viceversa, que es uno de los mejores. Realizando tales ejercicios se estará
verdaderamente fortaleciendo, lo que, después de todo, es el objetivo que se persigue
con la realización del ejercicio.

Pero si normalmente opera en condiciones de stress y tensión y tiene tendencia a


experimentar una «conmutación», el solo hecho de pensar en andar balanceando los
brazos y piernas opuestos le ayudará considerablemente. El montar en bicicleta es otro
ejercicio que le hará experimentar una «conmutación».

Siempre que monte en bicicleta, estimule su timo con unos cuantos golpecitos de vez en
cuando. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué casi todos los jugadores de tenis
encuentran el golpe de revés mucho más difícil que el de derecho? Una de las razones
consiste en que, cuando realiza un golpe del revés, el jugador propende a sufrir una
«conmutación».

Recuerde la diferencia entre el paso homolateral y el heterolateral (ver pág. 71). Un


golpe de derecho de tenis implica fundamentalmente un movimiento hacia adelante de la
pierna izquierda y el brazo derecho, en esencia un movimiento heterolateral, que es el
normal.

Pero el golpe de revés implica fundamentalmente un movimiento hacia adelante de la


pierna y el brazo derechos, en esencia un movimiento homolateral. Y esto da lugar a una
«conmutación».

Un jugador de tenis puede reducir esta tendencia a la «conmutación» recurriendo a


algunas de las diversas técnicas explicadas tanto en este como en otros capítulos.Otro
punto a tener en cuenta es que el tenis es un deporte en el que se emplean las dos
piernas, pero sólo un brazo.

Si eres diestro, tu brazo izquierdo permanece relativamente inactivo, lo que tiende a


provocar un desequilibrio cerebral en el que predomina el hemisferio izquierdo, dando
por tanto lugar a stress y problemas de «conmutación». (El brazo derecho activa por
supuesto el hemisferio izquierdo.) La solución consiste en pasar la raqueta a la mano
izquierda al final de cada partido y en dar con ella unos cuantos golpes con el fin de
activar el hemisferio derecho y, de ese modo, reequilibrarse y centrarse a uno mismo.

Las malas posturas corporales, tema al que dedico un capítulo entero, pueden provocar
también un desequilibrio cerebral. No obstante, los movimientos y posiciones del cuerpo
no son las únicas causas del problema.

Los cruces de metales en medio del cuerpo, especialmente en la cabeza y en la región


del cuello, zonas donde los canales de energía (meridianos) están más «concentrados»,
tienden a provocar «conmutaciones», aunque no si el metal forma un círculo completo,
como en el caso de un collar.

Las personas con dentaduras parcialmente metálicas que cruzan la línea media del
cuerpo suelen quejarse de que se sienten confusas y frecuentemente irritables.
Manifiestan pensar con mucha menos claridad que anteriormente. Cuando se modifica la
prótesis dental metálica de forma que deja de cruzar la línea media del cuerpo, esas
mismas personas afirman haber experimentado grandes mejoras y verse libres del
fenómeno de la «conmutación».

Tras este cambio o modificación, una mujer manifestó que, por primera vez desde hacía
quince años, se despertaba por las mañanas sabiendo exactamente dónde se encontraba.
Hasta entonces había necesitado varios minutos para poner en claro sus ideas y para
situarse a sí misma.

El efecto de «conmutación» de una pieza de metal que cruza la línea media del cuerpo
no es casi perceptible con las hebillas de los cinturones, ya que, en la cintura, los canales
conductores de la energía se muestran ampliamente separados.

Pero está demostrado que las gafas de armadura metálica sí provocan ese fenómeno.
Resulta paradójico que las dificultades para la lectura pueden verse agravadas por los
mismos dispositivos utilizados para superarlas. En muchos pacientes, el solo hecho de
cambiar unas gafas de armadura metálica por otras de armadura de plástico ha
representado una notable diferencia.
El estar descentrado, sufrir un desequilibrio general entre ambos hemisferios cerebrales
y experimentar «conmutaciones», son todas manifestaciones de un stress o tensión que
ha provocado una reducción de la energía vital.

En este capítulo he explicado algunas técnicas muy sencillas para contrarrestar ese
estado de cosas. Acostúmbrese a tomarse un «descanso de energía» varias veces al día.
Lea unas cuantas estrofas de alguno de sus poetas favoritos y disfrute con la
reproducción a tamaño postal de algún cuadro, que pueda llevar siempre en el bolsillo.

Dése un paseo balanceando enérgicamente los brazos. Si siente cómo el stress va


acumulándose en su interior, compruebe la posición de la lengua y estimule su timo
mediante unos golpecitos. Su cuerpo responderá de inmediato a esos estímulos.

A lo largo de esta obra iremos sugiriendo otras técnicas para reducir el stress, así como
analizando otros aspectos del medio o entorno que pueden afectar a su nivel de energía
vital.
6 SUS EMOCIONES Y SU GLANDULA TIMO

«El amor esclarecido constituye la medicina universal.»


Manly P. Hall.

He afirmado que la glándula timo es el primer órgano que se ve afectado a nivel de


energía por un estado emocional. Este efecto es instantáneo y fácil de demostrar. Busque
una persona cuyo timo se muestre débil durante el test o prueba y pídale que piense en
alguien a quien ama, o en algo agradable, tal como estar echado al sol sobre la arena de
una playa. Por la razón que sea, esa imagen estimula la glándula timo de inmediato.
Pídale ahora a esa misma persona que piense en alguien a quien odia, o en algo
desagradable, tal como estar enfermo.

El timo volverá entonces a su estado de debilidad. He aquí, pues, otra actividad que
añadir a su «descanso de energía», o que poner en práctica cuando se sienta asustado,
trastornado o en situación de stress. Averigüe qué pensamiento resulta más eficaz y
fortalece más su timo. Este debe ser su pensamiento tranquilizante. Vuelva a él con
frecuencia. Desgraciadamente, el 95 por 100 de las personas que he sometido a pruebas
poseen una glándula timo poco activa. Esto significa que la mayoría de nosotros nos
encontramos con excesiva frecuencia en situaciones desagradables y que originan odio,
y no en situaciones agradables y llenas de amor.

Demasiados problemas, poco descansar echados en una playa. Demasiada gente a la que
odiamos y poca a la que amamos. Un joven paciente al que se le había diagnosticado
cáncer recurrió a mí para que le aplicase una terapia trascendentalista. Durante la
entrevista, le pregunté: «¿Odia a alguien?» Me contestó: «Odio y detesto a mi madre».
Cuando realizó un toque de prueba de su timo, éste se mostró sumamente débil.
Entonces le dije: «Mientras siga odiando a su madre, ese sentimiento disminuirá hasta
tal punto la actividad de su timo, su energía vital, que nunca se pondrá completamente
bien». Me respondió: «Prefiero morir que dejar de odiar a mi madre». ¡Y así acabó la
sesión! Los estados emocionales que debilitan al timo son el odio, la envidia, la
desconfianza y el miedo. Los contrarios, que estimulan al timo, son el amor, la fe, la
confianza, el valor y la gratitud.

Estos sentimientos positivos son las emociones más profundas y bellas que existen.
Aunque nadie puede tener siempre y en todo momento pensamientos y actitudes
positivas, todo el mundo puede tenerlos durante la mayor parte de su vida.
Se trata en gran medida de una cuestión de fuerza de voluntad. En la psiquiatría de hoy
día se desdeña con excesiva frecuencia el papel de la voluntad. Creo que estamos
dominados por nuestro subconsciente sólo en la medida en que elijamos estarlo. Una vez
que las pruebas o tests de la kinesiología del comportamiento nos hayan convencido de
que los pensamientos de odio y destructivos pueden afectar negativamente nuestra
energía vital (Thymos), y de que los pensamientos benignos y amorosos pueden
incrementarla, somos nosotros únicamente quienes tenemos que decidir el camino a
seguir. No estoy sugiriendo empero que suprimamos nuestros pensamientos negativos,
sino más bien que los transformemos en positivos.

Aunque, por supuesto, resulte difícil, éste debería ser el ideal, y las pruebas de
kinesiología del comportamiento confirman que tales transformaciones son realmente
beneficiosas para la actividad del timo. Se trata simplemente de modificar nuestras
actitudes. Y lo hacemos no sólo en beneficio de los demás, sino también en beneficio
propio. Nos conviene tanto amar como ser amados. Si respondemos a los demás con
odio, disminuirá nuestra energía vital; si les respondemos con amor, aumentará.
Compruébelo usted mismo. No resulta fácil transformar los sentimientos de odio en
sentimientos de amor, pero ése es precisamente uno de los pasos necesarios para la
consecución de una salud positiva.

Todo el tema de las emociones negativas posee implicaciones de largo alcance. En la


actualidad, uno de los axiomas más conocidos de todas las escuelas de psicología, así
como de la psiquiatría moderna, es que no debemos callarnos nada y expresar
abiertamente lo que sentimos. El presupuesto en que se basa esta idea es que si
apretamos y expulsamos el«pus» que albergamos en nuestro interior, quedaremos
curados. Nunca olvidaré a un paciente esquizofrénico que tuve, quien, al final de su
primera sesión de terapia, se dirigió hacia la puerta y me dijo muy cortésmente:
«Gracias, doctor». Luego se bajó los pantalones y defecó sobre mi alfombra, volvió a
darme las gracias y salió.

Según mi actual forma de pensar, la psicoterapia no consiste en eso. La psicoterapia no


debe ayudar al paciente a poner de manifiesto sus emociones negativas, sino a
transformarlas en positivas. Tomemos como ejemplo el caso ~de una joven casada que
había sido paciente mía durante aproximadamente seis meses. Cuando empezó sus
sesiones terapéuticas tenía un timo muy poco activo, aparte de un problema adicional: el
meridiano de su corazón se mostraba continuamente débil. He descubierto recientemente
que dicho meridiano suele estar relacionado con la emoción de la ira. Esta paciente
concreta estaba experimentando dificultades matrimoniales con su esposo y se sentía
frecuentemente irritada con él; de ahí el persistente desequilibrio de energía en su
meridiano del corazón.

Gracias a mi terapia y estímulos al timo, su glándula se había mostrado bastante fuerte


durante algún tiempo. Pero seguía teniendo problemas con el meridiano del corazón. Un
día entró y me dijo: «Doctor, me siento muy satisfecha de mí misma. Esta noche, y por
primera vez, he sido capaz de expresarle mi ira a mi marido». Realicé un test mientras
tocaba el punto de prueba de su meridiano del corazón (situado entre media y una
pulgada por debajo del punto donde se unen las costillas inferiores). Descubrimos que se
mostraba fuerte y vigoroso. Pero al comprobar la glándula timo, ¡nos dimos cuenta de
que se encontraba extremadamente débil! Estimuló con golpecitos su timo varias veces
(ver pág. 47) y demostró haberse fortalecido.

Entonces le dije: «Imagínese que se siente nuevamente irritada con su marido».


Realizamos una nueva prueba y ahora el meridiano de su corazón se mostró débil.
Luego le dije: «Imagínese dando rienda suelta a su ira, manifestándola de verdad, tal
como hizo anoche». Volví a comprobar su timo. ¡Se mostraba débil! Su meridiano del
corazón respondía con vigor, pero el simple pensamiento de desfogarse con su marido
había bastado para provocar un desequilibrio negativo de energía en su timo, y ello a
pesar de toda mi terapia y de los estímulos a su glándula. Su estado era ahora peor que
antes. Había pasado desde un desequilibrio localizado de energía meridiana a un
desequilibrio generalizado de toda su energía corporal.

Entonces me dijo: «Entiendo lo que ha pasado; pero ¿qué puedo hacer ahora?»
Respondí: «Concéntrese en convertir su ira en perdón, comprensión y amor. Reconozca
que su marido hace muchas cosas que no le gustan, pero que le ama como persona».
Tras introducir este cambio en su actitud subyacente, tanto su timo como su meridiano
del corazón se mostraron fuertes y vigorosos. Y, desde entonces, se ha producido un
gran avance o mejora en las relaciones con su cónyuge.

Si no está convencido de que, tal como se suele practicar, la psicoterapia resulta


debilitadora, realice la siguiente prueba: compruebe su timo mediante la técnica del
toque de prueba. Debería mostrarse fuerte. Si no es así, actívelo momentáneamente
repiqueteando suavemente sobre él dos o tres veces. Empiece luego a hablar con alguien
como si se tratase de su psiquiatra. Cuéntele las dificultades que está teniendo con su
cónyuge, los malos ratos que le hace pasar su jefe, etc. Repita la prueba.

Comprobará que su glándula timo se ha debilitado inmediatamente. Piense simplemente


que puede pasarse años y años sometido a un tratamiento terapéutico y que, sesión tras
sesión, su glándula timo se irá debilitando gradualmente al explayarse únicamente sobre
los aspectos más negativos. Puede salir del tratamiento dotado de una mejor
comprensión de sus problemas, pero el resultado final será una disminución de su
energía vital. Pero, podrá decirme usted, ¿no es eso precisamente para lo que debe servir
la psicoterapia, para discutir las cosas que funcionan mal, de forma que quepa ponerles
remedio? Sí, por supuesto.

No se inhiba de señalar todo lo que va mal, pero no con el fin de discutirlo, analizarlo y
darse por satisfecho. Saque a la fuz todas sus emociones negativas e, instantáneamente,
aquí y ahora, conviértalas en positivas. Si lo hace saldrá de las sesiones sintiéndose
aligerado y con una sonrisa en los labios. Y guarde siempre algún pensamiento amable
para su terapista. Cuanto más se concentré en las emociones positivas, menos sufrirá;
pues si se trata de una persona de buenos sentimientos, lo más probable será que se vea
hasta cierto punto afectado por sus desequilibrios de energía. En el Cap. 7 amplío mis
informaciones a este respecto. Aparte de cambiar nuestras actitudes, existe otro modo de
controlar nuestros estados emocionales, a través de los gestos y las expresiones faciales.

Dos de los gestos más universales son el inclinar verticalmente la cabeza para expresar
aceptación o aquiescencia, y el moverla de un lado a otro para expresar rechazo o
negativa. Y como todos los gestos están relacionados con meridianos concretos, estos
dos de aceptación y rechazo están directamente relacionados con el timo, el centro de
dirección y control de los desequilibrios de energía de todo el sistema de meridianos.
Esto puede demostrarse fácilmente. Pídale a alguien cuyo timo se muestre débil que
asienta con la cabeza varias veces. El timo se fortalecerá. Luego pídale a alguien cuyo
timo se muestre fuerte que niegue con la cabeza moviéndola de un lado a otro. Su timo
se debilitará. El gesto más intenso de amor es tender los brazos. Este gesto de
«Madonna», dirigido hacia un niño asustado o hacia alguien en situación difícil,
reforzará instantáneamente un timo débil. Asimismo, beneficiará a la persona que, de
ese modo, esté ofreciendo su amor. Por tanto, siempre que se encuentre aquejado de
stress, realice el gesto del timo,

FIG. 17. El gesto de la ((Madonna», o del


timo. Murillo, ((La visión de San
Félix de Cantalicio»

como yo lo denomino, o imagínese haciéndolo. En ambos casos, piense en la corriente


de amor que fluye de él. Siempre hemos sabido hasta qué punto resulta hermosa y
beneficiosa una sonrisa. Ahora podemos afirmar, de hecho demostrar, el valor
terapéutico de sonreír. El músculo de la sonrisa es el llamado cigomático mayor. Sin
embargo, una verdadera sonrisa moviliza también los músculos del párpado inferior; de
lo contrario se tratará de una sonrisa fría, de la «sonrisa del jugador». Mientras que los
restantes músculos del cuerpo se relacionan con meridianos concretos, el cigomático
mayor está relacionado con la glándula timo.

Si encuentra a alguien. cuyo toque de prueba del punto de la glándula timo demuestra
que éste está débil, pídale que sonría.

FIG. 18. Gesto del Timo.

FIG. 19. Otro ejemplo del llamado ((gesto del timo»: extender los brazos con
amor. Vincent van Gogh, ((Los primeros pasos».
Los resultados de la prueba cambiarán de signo. Se obtendrá el mismo efecto
fortalecedor si, en lugar de hacerle sonreír, le pellizca las mejillas, como se hace con los
niños pequeños. Los mecanismos receptores de la piel que recubre el músculo de la
sonrisa parecen activar este mecanismo.
Esto equivale a «engañar» al cuerpo del sujeto haciéndole pensar que ha sonreído.
Pellizque ahora otra serie de puntos, los de los lados inferiores de las mejillas que, en las
personas tristes, suelen estar más caídos de lo normal. Estará engañando a los sensores
del sujeto, haciéndole creer que parece triste y se siente triste, que tiene, en expresión
figurada, «la cara larga». En ese caso, no sólo el sujeto, sino también usted mismo y los
espectadores de la prueba, experimentarán un debilitamiento del timo. Estos «puntos
ascendentes» y «descendentes» (los que aparecen en los diagramas) afectan no sólo a la
persona en cuestión, sino también a cualquiera que los contemple.

Podemos «engañar» al cuerpo mediante otro sistema. Reproducimos a continuación una


representación simplificada de un rostro sonriente.

Encuentre alguien cuyo timo reaccione débilmente y hágale contemplar este rostro
mientras repite la prueba.' Cuando realice tests con uno de dos o más dibujos o figuras
que aparezcan en la misma página, tape los que no formen parte de dichos tests o
pruebas. Comprobará cómo se ha fortalecido. Encuentre luego alguien cuyo timo se
muestre fuerte y hágale contemplar la siguiente representación de un rostro triste. Su
timo se debilitará.

Podemos abstraer aún más esta imagen. Limítese a hacer que el sujeto contemple una
línea ascendente y otra descendente. Los resultados de la prueba serán exactamente los
mismos.
Estos símbolos son algo congénito en todo ser humano. Son los que utilizamos en todo
momento para clasificar y evaluar a cualquier persona con la que entramos en contacto.
Nos preguntamos a nosotros mismos: ¿Les caigo bien? ¿Les caigo mal? ¿Están tristes?
¿Están contentos? Juzgamos y somos juzgados por tales sutiles claves. Fíjese ahora en
los dos dibujos que reproducimos a continuación. La contemplación del de la izquierda
no debilitará su energía vital, pero la del de la derecha sí. ¿En qué consiste la
diferencia?.

El dibujo de la derecha muestra los llamados ojos sanpaku, 2 Para un análisis detallado
del tema de los ojos sanpaku, véase You Are All Sanpaku, de George Oshawa,
traducción al inglés de William Dufty (Secaucus, N. J.,University Books, 1965). que
constituyen una característica de numerosas personas famosas, incluyendo a John
Kennedy, Abraham Lincoln y Marilyn Monroe. En japonés, San significa tres, y paku
lados. El término significa, por tanto, que alrededor de las pupilas son visibles tres zonas
de blanco. En la medicina japonesa tradicional esto se interpreta como un signo de baja
energía vital. Y, de hecho, cuando miramos a alguien dotado de ojos sanpaku, nos
sentimos debilitados, a menos que nuestro timo sea lo suficientemente fuerte y vigoroso
como para protegernos de su influencia.

Detengámonos a considerar hasta qué punto son sutiles todas estas claves.Una tercera
imagen, la que reproducimos a continuación, muestra unos ojos sanpaku, al igual que la
segunda; pero cuando la miras no experimentas un debilitamiento. Esto se debe a que
hay momentos en que es normal que exista una zona blanca por debajo de la pupila,
concretamente cuando miramos hacia arriba. El tercer dibujo sugiere que la persona
representada lo está haciendo, pues su frente aparece surcada de arrugas.
por tanto, ante la segunda imagen estará usted respondiendo a alguien dotado de poca
energía o de energía débil, mientras que ante la segunda se dirá de hecho:
«Esta persona no tiene poca energía. Se trata de un individuo de apariencia normal que
está mirando hacia arriba». Tales respuestas demuestran que incluso estos pequeños
dibujos lineales constituyen potentes símbolos que pueden transmitirnos mensajes
increíblemente distintos.

Si tiene ojos sanpaku, necesita reforzar su glándula timo y, de ese modo, incrementar su
energía vital. Una de las mejores formas de lograrlo consiste en sonreír con frecuencia.
Desgraciadamente, y según informan numerosas personas, les resulta dificil sonreír.
Dicen que es como si hubiese que levantar con grúa sus músculos de la sonrisa.
Actualmente sabemos que cuando alcanzamos la edad madura nuestros músculos
faciales comienzan a relajarse. Esto es algo especialmente pronunciado en algunas
personas; es verdad que en un sentido puramente mecánico les resulta difícil sonreír.

Además, y según van envejeciendo, pueden irse convenciendo de que no hay muchos
motivos para sonreír. Podemos preguntarnos, pues, ¿nos resulta sencillo sonreír porque
nuestra estructura facial nos lo facilita, o es la propensión a sonreír lo que facilita el acto
físico de sonreír? Intuyo que se trata de un proceso circular. En cualquier caso, si no
podemos sonreír prontamente y con facilidad, estaremos careciendo de un importante
mecanismo para activar continuamente el timo, tonificando así nuestros cuerpos. Una
sonrisa es algo así como hacer borrón y cuenta nueva.

FIG. 20.
Obsérvese los ojos sanpaku de Lincoln. Para comprobar el efecto debilitador de unos
músculos faciales laxos, encuentre alguien cuyo timo se muestre fuerte en los tests y
pídale que ponga la «cara larga», relajando todos sus músculos faciales.
Su timo se mostrará de repente debilitado. No obstante, incluso con la «cara larga», si
coloca la punta de la lengua contra el punto del paladar superior llamado «mando
centrados» quedará contrarrestado este efecto negativo sobre la glándula timo. Esto
demuestra la importancia fundamental de mantener la lengua bien situada en todos los
momentos.

La posición anteriormente descrita es la posición normal para la lengua. En la misma,


todo el organismo se ve tonificado por la relación entre el mando centrador, el sistema
de energía del organismo y, por supuesto, la energía vital. Ahora bien, las personas con
un insuficiente desarrollo del arco palatal, el arco que contiene los dientes superiores,
tienen unos músculos faciales blandos y aflojados. Este desarrollo defectuoso del arco
palatal puede deberse a dos causas: a una alimentación inadecuada de los niños de pecho
mediante biberones —y frecuentemente una alimentación inadecuada mediante el pecho
de la madre—, que obliga a la lengua a descansar sobre el paladar inferior.

En su posición normal, contra el paladar superior, la lengua ejerce constantemente una


presión, reforzada por el acto de tragar, absolutamente necesaria para el desarrollo hacia
adelante y hacia los lados del arco palatal. Esta expansión no se produce cuando la
lengua descansa laxamente sobre el paladar inferior. La otra causa de un desarrollo
defectuoso del arco palatal es la mal nutrición de la madre. Durante la década de los
treinta y la de los cuarenta, un dentista llamado Weston Price se dedicó a estudiar
numerosas razas supuestamente «primitivas» de todo el mundo. Descubrió que en
cuanto sus miembros sustituían sus dietas tradicionales por otras «modernas» a base de
alimentos importados —harina, azúcar refinado, arroz sin cáscara, etc.—, se producía,
en una sola generación, un proceso de degeneración dental hasta entonces desconocido.

Descubrió además que, también en una sola generación, se reducía enormemente tanto el
tamaño del arco palatal como el de la mandíbula. 3 Weston A. Price, Nutrition and
Physical Degeneration: AComparison of Primitive and Modern Diets and Their Effects
(Santa Mónica, Calif.: 1945, 1970), Price Pottenger Nutrition Foundation. Ahora bien, el
arco palatal se forma a las ocho semanas y media de vida intrauterina, cuando el feto no
tiene más de una pulgada de tamaño. Si la madre se alimenta inadecuadamente durante
este período, el arco tenderá a ser elevado y estrecho en lugar de ancho y plenamente
desarrollado. Este desarrollo defectuoso del arco palatal es uno de los precios más
elevados que hemos tenido que pagar por nuestra «civilización».

A la mayoría de nosotros nos resulta difícil sonreír. No quiero decir con esto que un
rostro estrecho y alargado imposibilite por sí mismo sonreír fácilmente; el arco palatal
puede tener las proporciones correctas en relación con el resto del cráneo y dejar por
tanto espacio suficiente para el músculo de la sonrisa. Afirmo únicamente que un rostro
estrecho, especialmente en su parte inferior, sugiere un arco palatal defectuoso. Cuando
contemplamos las imágenes reproducidas en la obra de Weston Price, vemos personas
con los rostros tan anchos que parecen estar sonriendo todo el tiempo (véase la Fig. 21).
FIG. 21. Un ejemplo de los anchos arcos palatales
de los pueblos «primitivos».
Examinemos ahora este problema de estructura facial desde otro punto de vista.
Busquemos alguien con una glándula timo débil. Si ponemos un trozo de algodón en
rama entre los dientes superiores y cada una de las mejillas, y comprobamos nuevamente
el timo, veremos que se ha fortalecido. Todo lo que hacía falta para corregir los
numerosos problemas de energía existentes en todo el organismo era distendir el
músculo de la sonrisa. También se han diseñado diversos dispositivos o prótesis dentales
que ejercen el mismo efecto que el trozo de algodón en rama. Se ha descubierto que, si
se utilizan de este modo, resultan enormemente beneficiosos.

¿Es posible aumentar mecánicamente las dimensiones del arco palatal? En los adultos,
prácticamente no, pero en los niños se trata de un procedimiento de ortodoncia
relativamente sencillo y mucho más eficaz que los habituales. En mis conferencias y
disertaciones he dicho con frecuencia que uno de los mayores dones que una madre
puede transmitir al hijo que lleva aún en sus entrañas es un arco palatal bien formado, de
forma que los músculos de la sonrisa se encuentren en la tensión adecuada. A un niño
así le resultará fácil sonreír a lo largo de la vida.
Y cada vez que sonría estará equilibrando y corrigiendo todos los problemas de energía
de su organismo, y aumentando de ese modo su energía vital. Cuanto más sencillo le
resulte sonreír, cuanto más sonría, más propenderá a sonreír, mas feliz será y más feliz
hará a todas las personas que le rodean. Así pues, sonría. Piense en cosas que le hagan
sonreír, y si no lo consigue, o si en ese momento no se siente con ánimos para ello,
siempre puede recurrir a pellizcarse los pómulos.
7
LA GENTE QUE LE RODEA
«Hemos perdido el arte de vivir; y en la ciencia más importante de todas, la ciencia de la
vida diaria, la ciencia del comportamiento, somos unos ignorantes totales».
D. H. Lawrance.

Nos dejamos influenciar por la gente que nos rodea mucho más fácilmente de lo que
creemos. Realicemos una sencilla prueba.Tomemos dos personas, una cuyo timo se
muestre fuerte en los tests y otra cuyo timo se muestre débil. Hagamos que se sienten
una al lado de la otra, pero sin prestarse atención entre sí. Probemos sus glándulas timo
en esta situación, y veremos que siguen como antes: una se mostrará fuerte y la otra
débil. Pidámosles luego que se sitúen la una frente a la otra y que se relacionen entre sí,
bien hablando o bien mirándose mutuamente. Repita el test. Descubrirá en casi todos los
casos que la persona cuyo timo se mostró fuerte ha experimentado un debilitamiento del
mismo, y que la mayoría de las veces, aunque no invariablemente, el timo de la otra
persona se ha fortalecido. De un modo u otro, la energía vital de la persona «fuerte» se
ha visto disminuida al entrar en contacto personal con alguien dotado de un timo débil.

Y no sólo esto: si somete a prueba diversos puntos de test de los meridianos (sistema de
energía) de los organismos de ambos sujetos, descubrirá que cabe transmitir de una
persona a otra un desequilibrio concreto. Este fenómeno, que constituye la base de la
simpatía —literalmente, tener los mismos sentimientos— , se produce a lo largo de toda
nuestra vida siempre que, de un modo u otro, entramos en contacto con otra persona.
Resultan especialmente vulnerables los médicos, dentistas, enfermeras, psicoterapeutas,
asistentes sociales y sacerdotes; es decir, todos los que tienen que estar en contacto con
individuos enfermos o con problemas. He sometido a tests a cientos y cientos de
médicos, y pude descubrir que un 85 ó 90 por 100 de estos practicantes atentos y
compasivos de las artes curativas poseen glándulas timo muy poco activas.

¿Qué significa todo esto? ¿Debemos pensar en nuestra energía vital cuando elegimos a
nuestros amigos y compañeros? ¿Y a las personas con las que nos vamos a la cama? ¿Y,
por supuesto, a nuestras mujeres o maridos? Evidentemente, podríamos pasar por la vida
evitando el contacto personal con la gente, manteniendo las distancias, protegiéndonos
mediante un corte de las comunicaciones. Pero eso no es deseable, sino algo antinatural.
Puede protegernos, pero a costa de empobrecernos considerablemente, y no sólo a
nosotros mismos, sino también a los demás. La respuesta consiste en elevar nuestra
energía vital lo suficiente como para no vernos afectados por tales influencias. De ese
modo podremos interesarnos y simpatizar con los demás sin resultar debilitados en el
proceso. Si nuestra energía vital es elevada, los demás se beneficiarán del contacto
íntimo con nosotros; si es baja, nuestras relaciones con los demás se convertirán en parte
del problema general. Esto conduce a lo que considero la base para todo
comportamiento o conducta ética: la relación recíproca entre timos.
Si elevamos nuestra energía vital, estaremos aumentando la de todos los miembros de
nuestra familia; si las personas próximas a nosotros elevan su energía vital, la nuestra se
verá asimismo incrementada. ¿No deberíamos esperar también una elevada energía vital
en los maestros de escuela, en los pilotos de aviación y los dirigentes políticos? De ellos
puede depender nuestro bienestar, incluso nuestras vidas. Si no ve clara la facilidad con
que nos vemos influenciados por los demás, piense en lo que ocurre en los tests o
pruebas con sustitutos. Hace ya muchos años, el doctor Goodheart demostró que si el
sujeto del test era incapaz de cooperar, por ejemplo por tratarse de una persona
demasiado joven o por estar inconsciente, se podía realizar la prueba utilizando un
sustituto, preferentemente la madre o el cónyuge, pero en cualquier caso alguien con
quien existiese una fuerte relación personal.

Si desea someter a prueba el timo de alguien empleando un sustituto, haga que una
persona cuyo timo se muestre fuerte toque la zona del timo del sujeto mientras están
ambos en intenso contacto físico. Luego realice el test con el sustituto. Si el timo de éste
se debilita, es que el del sujeto registra un bajo nivel de actividad. También puede
significar que algo va mal en el timo del sustituto, aunque esto sólo se revelaría a niveles
más profundos de test o prueba. Si el sustituto puede verse afectado con tanta facilidad
por otra persona, es que resulta sumamente sensible o vulnerable a la influencia
recíproca de timos. Una característica particular de las personas, a la que respondemos
intensamente, es a la voz. Tal como veremos en el Cap. 9, los sonidos de la naturaleza
pueden ser terapéuticos, y también la voz humana, su propia voz.

Elija un sujeto de timo débil y háblele mientras realiza el test. Nárrele algo; si lo
prefiere, limítese a contar. Lo que le diga carece totalmente de importancia. Si su voz es
terapéutica, elevará en alguna medida su energía vital, reequilibrará sus sistemas de
energía y corregirá su poco activo timo. Si no ocurre nada de eso, es que usted mismo se
encuentra de momento en un estado de stress o tensión que habrá sido recogido por su
sujeto. En ese caso, reduzca su stress tal como le he sugerido; por ejemplo, recitando
poemas y estimulando el timo con suaves golpecitos (véase el Cap. 5, relativo al tema
del stress).
Repita luego el test con el sujeto en cuestión. Debería comprobar que, limitándose a
hablarle, consigue que su glándula timo se fortalezca, que su simple voz ha bastado para
corregir su desequilibrio de energía. Las voces de todos nosotros son terapéuticas
siempre que nuestros hemisferios cerebrales estén equilibrados, nuestra energía vital sea
elevada mientras hablamos y que, en el fondo de nuestros corazones, y movidos por el
amor y la preocupación por los demás, pretendamos realmente fortalecer y vigorizar.
Escuche a las personas que le rodean. Escuche a lospresentadores de radio y televisión.
Escuche a sus dirigentes políticos. Escuche a su psicoterapista. ¿Resultan sus voces
terapéuticas o no? ¿Se encuentran en estado de stress cuando hablan? Es probable que,
durante su infancia, le haya dicho alguna vez a un compañero de juegos: «Las piedras y
los palos pueden romperme los huesos, pero las palabras no me hacen daño».
Pero no es del todo verdad. Busque alguien cuyo timo se muestra fuerte en los tests, y
dígale: «¡Qué feo eres!», o «Te odio». Su músculo indicador se debilitará, bien en un
test «al desnudo» o mientras se toca el punto del timo. Invierta ahora la prueba o test.
Busque alguien cuyo timo se haya mostrado débil, y dígale: «Me caes bien». Su timo se
fortalecerá de inmediato. Gracias a la kinesiología del comportamiento, estamos
empezando a comprender el enorme poder de las palabras, tanto para ayudar como* para
perjudicar odañar a los demás. Cuando hablamos sin encontrarnos en estado de stress;
.lo dos hemisferios cerebrales funcionan conjuntamente; el 'izgtierdo a la lógica y la
comunicación, mientras que el derecho añade a nuestras 'palabras los aspectos intuitivos
y rítmicos de la expresión.

Busque para comprobarlo un sujeto cuya glándula timo se haya mostrado débil y haga
que alguien le hable, o que se limite a contar, mientras realiza un test o prueba. Si el
hablante posee un timo activo, es decir, si su pauta de stress es relativamente baja, su
voz contribuirá a «fijar» el timo de la otra persona. Por el contrario, si se encuentra
sometido a stress, su voz no resultará terapéutica. He descubierto que cuando el test
muestra la existencia de un desequilibrio entre los hemisferios cerebrales, es que existe
también un desequilibrio de los músculos unidos al hueso hioides. Este es un pequeño
hueso de la garganta al que, directa o indirectamente, se encuentran ligados todos los
músculos vocales.

Parece ser que cuando hablamos sometidos a un estado de stress, nuestras palabras se
ven sutilmente distorsionadas por este desequilibrio del hioides. Inconscientemente, esa
distorsión es captada por el oyente; pero puede ser también captada por sofisticados
equipos electrónicos «detectores de mentiras». Sin embargo, esos aparatos no son
necesarios. Los tests de kinesiología del comportamiento resultan exactamente igual de
eficaces.
Constituye una prueba adicional el hecho de que si provocamos un desequilibrio en los
músculos ligados al hioides, introducimos también un desequilibrio entre los dos
hemisferios cerebrales. He grabado una cinta que lo demuestra, con la voz de un sujeto
pronunciando idénticas palabras, mientras, alternativamente, voy introduciendo y
eliminando un desequilibrio del hueso hioides. Cuando reproduzco esta cinta, la voz
ejerce sobre los oyentes un efecto alternativamente debilitador y reforzante. Aunque
mediante los tests de kinesiología del comportamiento KINESIOLOGIA DEL
COMPORTAMIENTO no nos es posible averiguar si alguien está mintiendo o no, sí nos
permiten determinar con toda certeza si la persona que habla está mientras lo hace en
estado de stress.

Se trata de un experimento que he llevado a cabo cientos y cientos de veces, con


resultados que coinciden en prácticamente todos los casos con los obtenidos por un
detector de mentiras. Existe por ejemplo una cinta con mi propia voz que no estimula ni
fortalece a nadie. La grabé poco después de mi vuelta a casa tras una intervención
quirúrgica poco importante, realizada con anestesia local. En la cinta manifiesto lo bien
que me encuentro, pero mi voz no engaña a nadie. Ningún timo se ha visto jamás
estimulado por la misma. Tomemos en consideración los siguientes ejemplos de la
historiapolítica reciente:

• Cuando el ministro norteamericano de Justicia, Earl Warren, le toma juramento a


Richard Nixon en su primer mandato como presidente, Warren dice: «Richard Milhous
Nixon, ¿jura...», su voz revela una glándula timo fuerte. Pero cuando el propio Nixon
repite el juramento, su voz revela un timo débil, pauta que continúa durante todo su
discurso de toma de posesión.
• La voz de Harry S. Truman ejerce en todo momento un efecto vigorizante, salvo
cuando afirma que no se va a presentar a la reelección.
• La voz de Lyndon B. Johnson no resulta vigorizante cuando explica que estamos
siendo atacados por fuerzas enemigas en el golfo de Tonkin, declaración que demostró
ser falsa.
• Cuando habla del incidente de Chappaquiddick, la voz del senador Edward M.
Kennedy no ejerce una influencia positiva, pues, evidentemente, en el momento de
hacerlo debía encontrarse sometido a un fortísimo stress.

El ejemplo más patético de stress vocal es quizá el de la voz del doctor Phillip Blaiberg,
en su momento el paciente de un trasplante de corazón que había logrado sobrevivir más
tiempo. En la grabación explica lo feliz y sano que se siente. Pero no debía ser así, pues
su voz no resulta en absoluto terapéutica. Y poco después de esta grabación, fallecía. El
test de detección de stress resulta muy sencillo de realizar. Puede llevarsea cabo
mientras se escucha directamente al sujeto o en una cinta con su voz.
La voz puede revelar algo, pero el timo lo revela absolutamente todo. Sin embargo,
recuerde que no estamos realizando una labor de detección de mentiras, sino
simplemente comprobando el grado de stress a través de la voz. Para que la prueba tenga
validez, necesitamos efectuarla a diez niveles distintos, de los cuales en esta obra sólo
utilizamos uno. Muéstrese por tanto prudente en su forma de utilizar esta información.
Para sentirse debilitado por otra persona no necesita ponerse frente a ella, ni tan siquiera
a solas. Su relación puede producirse, por ejemplo, a través de la televisión.

Los tests de kinesiología del comportamiento me han permitido descubrir que el medio
permite transmitir determinadas cualidades de nuestros líderes más carismáticos y de
personalidades de la televisión. Si una figura pública padece de un determinado
desequilibrio de energía (de meridianos) o un timo poco activo, puede influir
negativamente sobre un elevado número de personas. Desde su fuente primaria, la
personalidad televisiva, cabe transmitir un estado negativo o positivo a toda una
comunidad o incluso a todo un país, a través de los espectadores, de sus vecinos y de
todas las personas con las que vayan entrando en contacto.
Si somos susceptibles, si nuestra energía vital es reducida, podemos «coger», como si se
tratase de una enfermedad infecciosa, cualquier actividad emocional que flote a nuestro
alrededor. Antes de la Revolución Industrial, cuando lo que es hoy la ciudad de
NuevaYork se reducía a suelo agrícola, la mayor parte de la gente vivía en pequeños
pueblos y aldeas. Conocían sólo a los habitantes de su pueblo, a los que pasaban por él,
y quizá a unos pocos amigos de la zona colindante. En toda su vida un individuo llegaba
a estar en contacto con sólo unos miles de personas. Hoy en día, y en pocas horas,
entramos en contacto con muchísima más gente.

Si vivimos en una gran ciudad, lo más probable será que en nuestro bloque de
apartamentos residan varios cientos de personas. A través de la televisión, la radio y los
periódicos, nos vemos diariamente en contacto con miles y miles de personas de las
cuales muy pocas se encontrarán en un estado positivo de energía. Y como gran parte de
las informaciones y noticias se refieren a asesinatos, secuestros, inundaciones, incendios
y otras catástrofes, lo más probable es que nos veamos negativamente afectados. Todo
acto de violencia que aparezca en la televisión, y aparecen miles y miles a la semana,
contribuirá a debilitar nuestra glándula timo y nuestra energía vital.

Y los medios de comunicación no sólo nos ofrecen imágenes de terroristas, incendiarios,


raptores de niños y otros individuos negativos de nuestra época, sino que, de vez en
cuando, nos «obsequian» con la de un Adolfo Hitler, una figura casi tan amenazadora
una vez muerto como cuando estaba vivo.
(Limítese a contemplar una foto de él y verá cómo anula la posible fortalezade su timo).
Coja cualquier periódico o revista y averigüe cuántas de las fotografías que contiene
harán que su timo se muestre débil en los tests.

Cualquiera que sea el ejemplar elegido, su número será muy elevado. No es posible
contemplar la foto de un asesinato, de un cuerpo mutilado o de un accidente de tráfico
sin que su glándula timo reaccione mostrándose débil y sin que su energía vital resulte
reducida. Y esto les ocurre todos los días a millones y millones depersonas.

Los anuncios pueden también debilitarle, especialmente los primeros planos de personas
fumando. Antes de poder levantar la vista y pasar a la página siguiente, el mensaje habrá
quedado debidamente registrado. Aun sin ser consciente de ello, habrá captado
determinadas claves visuales mínimas.

Los retratos ejercen asimismo una poderosa influencia sobre nosotros. 'Fijémonos, por
ejemplo, en un cuadro de Velázquez que le costó al Museo Metropolitano de Arte de
Nueva York la friolera de más de cinco millones de dólares. La contemplación de este
retrato de Juan de Pareja provoca un debilitamiento en casi todo el mundo.
Comprúebelo por sí mismo (véase la Fig. 22). Otro retrato de ese mismo Museo
provoca, sin embargo, el efecto contrario en casi todas las personas que lo contemplan.
Se trata del Cristo de Rembrandt (véase la Fig. 23). ¿Por qué nos debilitamos cuando
contemplamos el cuadro de Velázquez? No lo sé.

Curiosamente, si se contempla la copia del mismo realizada por otro artista (Fig. 24), lo
más probable es que se sienta vigorizado. Las diferencias entre el original y la copia son
mínimas y casi imperceptibles, pero es evidente que nuestro organismo las capta.

En las Figs. 25 y 26 aparecen dos conocidísimos posters de la famosa actriz y modelo


Farrah Fawcett Majors. Compare las repercusiones de cada uno de ellos en su nivel de
energía vital haciendo que alguien le aplique la prueba correspondiente. Si responde
como la mayoría de la gente, la Fig. 25 no le debilitará, pero la 26 sí. Obviamente, no
hay nada «malo» en Farrah que le haga debilitarse; lo que afecta negativamente a su
glándula timo debe ser alguna parte de su expresión en el poster reproducido en la Fig.
26. Y, apesar de ello, se han vendido millones y millones de copias.

¿Qué nos indica este hecho en relación con los gustos de los varones de hoy en día?.

FIG. 22.rc Retrato de Juan de Pareja», por Diego Rodriguez de Silva y Velázquez.
FIG. 23.»Cabeza de Cristo», de Rembrandt.

FIG. 24. Copia de artista del retrato de Juan de Pareja, de Velázquez.


¿Desea averiguar qué parte de su expresión es la que provoca el estado dedebilidad?
Limítese a tapar la boca y hacer que alguien repita la prueba o test con usted.
Reflexionemos un momento en la naturaleza de las fotografías. La fotografía constituye
un invento relativamente reciente, habiendo sustituido al dibujo y la pintura como forma
de reproducir una escena o de captar el parecido de una persona. Pero aun en el caso de
ser puramente figurativos, los dibujos y los cuadros tienen siempre un carácter abstracto.
El artista elige determinados aspectos del mundo real para resaltarlos o relacionarlos con
otros elementos de su trabajo.

De ese modo puede suavizar una escena de destrucción o trascender el horror de un


tema. En la actualidad, determinado tipo de fotografías artísticas pueden también
lograrlo. Esa clase de fotografía es tan arte como la pintura. Pero la fotografía
periodística media se limita a mostrarnos la realidad desnuda y sin adornos de una
situación, algunas veces de forma tan detallada y feroz que la mayoría de la gente no
puede resistir su contemplación. La terrible fascinación que dichas fotografías ejercen
sobre nosotros nos unea ellas exactamente igual que la atracción personal nos une unos a
otros. En ambos casos entran en juego desequilibrios de los meridianos (del sistema de
energía). Pueden verse provocados por la dura realidad mostrada en la foto o por el
contagio de los desequilibrios de las personas captadas por la cámara.
De forma similar, la fotografía manipuladora del mundo de la publicidad, con sus
distorsiones, exageraciones y capacidad de fascinar, provoca desequilibrios en aquellos a
quienes se dirige. En este capítulo me he centrado en las repercusiones negativas del
medio social. No obstante, cuando una foto periodística nos muestra a un bombero
sosteniendo a un niño al que acaba de rescatar, o cuando contemplamos en la televisión
a una persona vital y que nos inspira, nuestra energía vital se ve incrementada.
Desgraciadamente, y al ser la gente y los medios de comunicación como son, las
influencias negativas superan con mucho a las positivas. Si tenemos en cuenta el efecto
acumulativo, no debe sorprendernos que vivamos en una sociedad pobre de energía y
debilitadora de nuestras glándulas timo.
FIG. 25. “Poster” de Farrah Fawcett Majors

FIG. 26. Uno de los “Posters” más populares de todos los tiempos.
8
SU MEDIO FISICO

«La más saludable medicina es el aire fresco y limpio».


Shakespeare.

Vivimos en una época de grandes invenciones tecnológicas. Cada innovación modifica


hasta cierto punto las pautas de vida establecidas durante milenios y milenios. Somos de
hecho cobayas o sujetos de experimentos, pero aún no se conocen los resultados. A lo
largo de muchos años he venido utilizando la kinesiología del comportamiento para
investigar los medios o entornos, formas de vida y costumbres personales de una amplia
variedad de personas. Mis descubrimientos han sido por lo general congruentes. Ahora
me limito a ofrecerlos al lector como sugerencias; pero, por favor, compruébelos usted
mismo.

Para ello, limítese a rozarse el punto del timo y que alguien compruebe su músculo
indicador. Si su timo se muestra fuerte, añada a la prueba el estímulo en cuestión y
vuelva a comprobarlo.' Si su timo se muestra débil, estimúlelo. Si el músculo se debilita,
sabrá que el estímulo ha interrumpido el flujo de energía a su glándula timo, reduciendo
de ese modo el flujo de energía al sistema de energía de todo su organismo. Como he
sugerido con anterioridad, es conveniente realizar también un test al desnudo. El doble
test es muchas veces de la máxima importancia. Pasemos, pues, a estudiar unos cuantos
descubrimientos corrientes relacionados con la vida cotidiana.

GAFAS DE SOL. —El mirar a través de cualquier tipo de cristal coloreado durante
cierto tiempo debilita la glándula timo y, por tanto, la energía vital. Compruébelo
poniéndose unas gafas de sol. Déjeselas puestas durante treinta segundos o más y someta
a prueba el músculo indicador tanto «al desnudo» como tocando el punto de la glándula
timo. Esto provoca un estado de debilidad en prácticamente todos los casos.

RELOJES DE PULSERA. —Los relojes electrónicos y de cristal de cuarzo reducen con


frecuencia la energía vital, sobre todo cuando se llevan en determinadas posiciones.
Existen cuatro posiciones básicas para llevar un reloj de pulsera: en una muñeca u otra, y
con la esfera del reloj contra el lado externo o interno de la misma. En general, una de
estas cuatro posiciones no perturbará o perturbará muy poco el funcionamiento del timo.
Pruebe con su reloj en las cuatro posiciones y averigüe cuál es la adecuada para usted.
SOMBREROS. — A menos que esté hecho totalmente de fibras cien por cien naturales,
el uso de un sombrero contribuye a disminuir la actividad del timo. El forro es de la
máxima importancia, pues la mayoría de los sombreros de lana están forrados con
tejidos sintéticos. Para comprobarlo, haga que su sujeto se ponga un sombrero de lana
con forro de rayón o de cualquier otro tejido sintético. En la mayor parte de los casos su
timo se mostrará débil tanto en los tests «al desnudo» como en los efectuados mientras
se toca el punto del timo. No obstante, si le da la vuelta al sombrero, de forma que la
fibra natural roce la cabeza y el rayón o tejido sintético mire hacia fuera, los tests
arrojarán normalmente resultados positivos. Esto no es sino una advertencia más de que
según nos alejamos de la naturaleza vamos incrementando nuestro grado de exposición a
inadvertidos peligros potenciales.

PELUCAS Y POSTIZOS.— Someta su timo a prueba: debería mostrarse fuerte.


Póngase luego una peluca sintética. Repita la prueba o test. ¿Qué haocurrido?
ZAPATOS DE TACON. — Hoy en día resulta impensable entrar en una discoteca sin
llevar los puestos. Desde hace años, las jóvenes han trastabilleado con ellos, han
fascinado a las debutantes y los anuncios han sugerido que los caballeros los prefieren, a
ser posible acompañados de medias. Según las faldas fueron alargándose, han ido
aumentando las dimensiones del tacón, y los hombres se unieron a las mujeres en sus
deseos de parecer más altos, recurriendo para ello a los zapatos de «plataforma». Si todo
el mundo los lleva, cabe pensar, ¿qué hay de malo en ellos?. La respuesta es: mucho. El
problema consiste en que al final de cada paso, cuando uno de sus pies se encuentra
atrás, el tobillo está tensado hacia adelante, justo como si llevase zapatos de tacón alto.

Cuando caminamos, los receptores sensoriales de la piel de delante y detrás del tobillo
están enviando continuamente mensajes al cerebro, permitiéndole de ese modo
coordinar nuestro movimiento de locomoción. Cuando llevamos zapatos de tacón alto, el
cerebro recibe de hecho el mensajede que los dos pies se encuentran al mismo tiempo al
final de un paso hacia adelante. Se introduce así una doble desorientación en el cerebro.
En primer lugar, no nos encontramos necesariamente al final de un paso hacia adelante,
pudiendo estar de hecho parados de pie. En segundo lugar, y como resulta más evidente,
es imposible caminar con los dos pies en la posición trasera de un paso
simultáneamente.

Esta grave desorientación fisiológica provoca un gran stress y conduce a una


«conmutación», a una ruptura de la habitual simetría entre ambos hemisferios
cerebrales. El nombre que doy a este fenómeno es stress de desequilibrio fisiológico.
Resulta, pues, evidente que lo más elevado de los zapatos de tacón alto es el riesgo de
llevarlos.
Si lo desea, puede comprobar también otra aplicación del desequilibrio fisiológico. La
próxima vez que conduzca su coche, haga que alguien compruebe su desequilibrio
cerebral mientras mantiene los pies en la posición habitual. Ensaye diversas posiciones
del pie y averigüe cuál de ellas le ayuda más a mantenerse equilibrado mientras
conduce.

ROPAS SINTETICAS. —Una costurera. amiga mía me ha contado que entró


recientemente en un almacén de tejidos y que, inmediatamente, los ojos le empezaron a
lagrimear, sintió la nariz taponada y experimentó dificultades para respirar. No tuvo más
remedio que salir de allí. Una vez fuera, al aire libre, desaparecieron todos los síntomas.
Aplicándole tests, descubrí que la causa de su problema habían sido los olores
procedentes de un envío recién desempaquetado de tejidos sintéticos. El personal del
almacén había experimentado asimismo las desagradables consecuencias de dichos
olores. Durante miles y miles de años nos hemos venido vistiendo con materiales
naturales: pieles, cuero, algodón, lana, lino y seda. Ahora nos encontramos de repente
con numerosos materiales nuevos: poliéster, tejidos acrílicos, nailon y diversas mezclas
de los mismos.

No se por qué, pero las fibras sintéticas dificultan la actividad de la glándula timo,
contribuyendo por tanto a reducir la actividad de la misma y, en consecuencia, la energía
vital. Puede deberse a que los tejidos sintéticos alteran la ionización normal del aire que
rodea al cuerpo. Recomiendo siempre que se lleven ropas de fibras naturales al 100 por
100. Es seguro que, si la busca, la podrá encontrar. Sin embargo, un área muy
abandonada es la de la ropa interior femenina. Especialmente perjudiciales resultan las
prendas de fibras sintéticas y estrechamente ajustadas. Para comprobar su propio
sujetador sintético, comience con un músculo indicador fuerte. Coloque los dedos sobre
la parte externa de la «copa» del sostén que lleve puesto y haga que alguien la someta a
un test o prueba. Al parecer, el tocar el sostén por fuera no provoca efecto alguno.

Coloque ahora los dedos en la parte interior del sostén y repita la prueba. Su músculo
indicador se mostrará casi indefectiblemente débil. Puede realizarse la misma prueba
con las bragas. Comprobaremos que las dos zonas más sensibles e íntimas del cuerpo de
una mujer se ven día tras día perjudicadas por la ropa interior sintética. La incidencia de
enfermedades en los pechos es altamente elevada. ¿No es posible que el efecto
acumulativo de estas tensiones se esté cobrando un alto precio y rompiendo el
equilibrio? Y qué decir de las ropas de deporte? Resulta desalentador ver a tanta gente
practicando footing y duros ejercicios con ropas de fibras artificiales que les restan
continuamente energía.

ROPAS DE CAMA. — Tome una manta o sábana de fibra natural al 100 por 100; es
decir, de algodón, lana o seda. Cúbrase con ella y haga que alguienle aplique un test o
prueba. Lo más probable es que su músculo indicador se muestre fuerte. Quítese luego
de encima la manta o sábana de fibra natural y sustitúyala por otra sintética. Repita la
prueba. En la mayoría de los casos, la fibra sintética le provocará un debilitamiento.
Incluso un paraguas de fibras sintéticas mantenido durante algún rato sobre la cabeza
basta para restar energías.

PAÑALES DE TIRAR. — Sostenga un pañal de tirar no usado cerca de su cara con la


parte de plástico hacia fuera. Huélalo. ¿Se muestra débil el músculo indicador? En caso
afirmativo, sus resultados difieren de los obtenidos con prácticamente todas las personas
con las que he probado. Lo mismo puede decirse de la mayoría de los productos de tirar,
hechos de papel o celulosa, comúnmente empleados en el hogar. He descubierto que casi
todos los pañuelos y servilletas de papel debilitan, y supongo que la causa es que son
tratados con productos químicos.
ARTICULOS DE ASEO. — Pruebe su desodorante. Aplíqueselo y averigüe si su
músculo indicador se muestra débil. Pruebe luego con un desodorante no químico. Los
expertos en publicidad de Madison Avenue dicen que su pasta de dientes es buena para
usted; pero ¿qué tiene que decir su cuerpo? Pruebe su perfume. Casi todos ellos son
sintéticos y tienden a reducir su energía vital.

METALES. — El efecto ejercido por los metales en el cuerpo se analizó en el Cap. 5,


pág. 73.

AGUA HELADA. — Un kinesiólogo, el doctor Robert Perolman, de Florida, se sintió


sumamente desconcertado al comprobar que algunos de sus pacientes experimentaban
oclusiones coronarias después de hacer ejercicio. Descubrió que el ejercicio en sí mismo
no era lo que debilitaba el flujo de energía al corazón, sino el agua helada bebida
después de éste. Compruébelo por sí mismo poniendo los dedos de la mano derecha
entre media y una pulgada por debajo del punto en el que se unen las costillas inferiores.
Se trata del punto de test del meridiano del corazón. Probablemente comprobará que,
después de beber agua helada o de tomar una ducha muy fría, los resultados de la prueba
o test muestran un estado de debilidad.

ILUMINACION. — Los tests de kinesiología del comportamiento revelan que el mirar


cualquier tipo de luz fluorescente debilita, mientras que el mirar una lámpara
incandescente no. Son muy numerosas las teorías que pretenden explicar por qué es así.
Una de ellas afirma que la frecuencia de la emisión de luz es, o bien extraña, o bien
perjudicial para el organismo. Se ha informado recientemente que tejidos animales
utilizados en determinados experimentos se han vuelto cancerosos tras estar expuestos
durante mucho tiempo a la iluminación fluorescente de los laboratorios.

He estudiado también las aplicaciones industriales de los efectos de diversos tipos de


iluminación, tanto en fábricas como en almacenes de venta al por menor. Hace poco
tiempo se me pidió que reconociese a dos mujeres de mediana edad que llevaban varios
años trabajando en un almacén de dulces y caramelos. Durante más o menos el último
año se habían sentido cansadas y deprimidas, habiendo experimentado dificultades para
dormir. Pero el síntoma más significativo era que las dos habían engordado
recientementemás de veinte kilos, concentrados casi todos ellos alrededor del tronco.
Cuando las vi me parecieron casi contra hechas, tenían los brazos y las piernas delgadas,
los rostros afilados, pero unas tripas monstruosas. Tras unas cuantas preguntas iniciales,
llegué a la conclusión de que sus problemas habían empezado hacía aproximadamente
un año, cuando, para mejorar la iluminación de su lugar de trabajo, fueron instaladas en
él ocho lámparas de vapor de mercurio de 250 vatios cada una.

Cuando se situaban debajo de dichas lámparas, ambas mujeres se mostraban debilitadas,


pero no cuando se apagaban, ni tampoco cuando, aun estando encendidas, llevaban
puesto un sombrero negro. Llegué, pues, a la conclusión de que aquella iluminación era
tan intensa que penetraba a través del cráneo, interfiriendo de un modo u otro la
actividad del cerebro, quizá por medio de la glándula pineal. Esto explicaría el insomnio,
pues la glándula pineal responde a la luz y determina los ritmos biológicos del interior
del cuerpo. Recomendé que mientras se encontraran en en el interior del almacén
llevaran puestos sombreros negros de fibra natural.

Una de ellas lo hizo, y la otra no. Al cabo de dos meses, la que llevó puesto el sombrero
para protegerse de las lámparas había adelgazado unos veinte kilos, dormía bien y se
sentía mucho mejor. La que no siguió mis consejos no experimentó mejoría alguna. Tras
realizar sus propias pruebas, se mostrará de acuerdo en que, siempre que sea posible,
deberá elegirse una iluminación natural: la luz del sol, velas... o, en cualquier caso, una
luz incandescente. Un interesante descubrimiento relativo a la iluminación es que
algunas personas han llegado a tales extremos que parecen necesitar la energía y el
estímulo extras derivados de la luz para mantener un balance positivo de energía.

En circunstancias normales se mostrarán fuertes y vigorosas, pero mucho más débiles


cuando se les venda los ojos o en las pruebas realizadas en una habitación a oscuras.
Como cabe imaginar, ese tipo de personas se queja frecuentemente de un gran cansancio
por las mañanas.

MATERIALES AISLANTES. —Cierto día, a comienzos de la primavera, me


encontraba realizando una prueba con un paciente en SU MEDIO FISICO mi despacho,
tal como acostumbro. De repente, se me ocurrió repetir la prueba al aire libre. Salimos
de la consulta, y aunque no dimos nada más que un solo paso, el músculo anteriormente
débil se mostró ahora fuerte. Tras una concienzuda investigación, le eché finalmente la
culpa al aislamiento de fibra de vidrio de mi consulta, al que mi paciente se mostraba
particularmente susceptible. Si se quiere interpretar así, era como si bloquease o
impidiera el paso a un flujo positivo de energía procedente del aire libre y los espacios
abiertos. Para comprobar por sí mismo los efectos de los materiales aislantes, envuélvase
en algunos de ellos y compruebe el funcionamiento de su glándula timo. El músculo
indicador se mostrará casi indefectiblemente debilitado.

COMBUSTIBLES DOMESTICOS Y PRODUCTOS QUIMICOS. — Cuando trato a


algunos de mis pacientes, especialmente a los que sufren problemasde carácter
psiquiátrico, investigo con frecuencia el entorno hogareño en que viven cotidianamente.
He descubierto en varios casos que el gas de la cocina les afecta negativamente. Una
mujer solía sentirse alegre y animada cuando su marido, un hombre amable y paciente,
volvía a casa del trabajo. No obstante, en cuanto se ponía a preparar la cena, se mostraba
agresiva, confusa y propendía a llorar. Sus problemas «psiquiátricos» quedaron
eliminados tan pronto como cambió el gas por otro combustible.
Si desea averiguar si el gas de la cocina le afecta o no, acérquese a ella y compruebe si el
músculo indicador se muestra débil antes y después de encender el quemador principal.
Es así de sencillo. Y la respuesta de su cuerpo será inmediata y directa. Investigo
también productos industriales corrientes a los que mis pacientes estén expuestos. Uno
de ellos me trajo en cierta ocasión la botella de disolvente que tenía que utilizar en el
trabajo, y que creía podía estar afectándole. La abrí y la puse en el suelo de la sala de
espera, en la que se encontraban unas ocho personas. Todas ellas se mostraron
inmediatamente debilitadas a pesar de no haber sido así en anteriores tests.

Le aconsejé que cambiase de empleo. Lo hizo al poco tiempo, experimentando una


espectacular mejoría de su salud en general. Se ha calculado que, en el medio en que nos
movemos, existen más de tres millones y medio de productos o sustancias químicas. Es
evidente que sólo se ha podido comprobar la inocuidad de unos pocos miles de ellos.
Existe no obstante una prueba totalmente segura, sencilla, y que se puede realizar
rápidamente, y es la prueba o test de kinesiología del comportamiento. Debería
emplearse como dispositivo de seguridad fundamental y primario para cualquier nuevo
producto o sustancia.

EL TABACO. — Entre los no fumadores es muy frecuente la experiencia de llegar a


casa de vuelta de una fiesta o reunión en la que ha habido mucha gente fumando y
descúbrir que sus cabellos y ropas huelen a tabaco como si ellos mismos se hubiesen
fumado varios paquetes de cigarrillos en poco rato. No debe sorprendernos, pues, que
los efectos perjudiciales del tabaco no se limiten a los que fuman. Si desea averiguar si
los cigarrillos son o no nocivos para usted, limítese a encender uno y a probar su
músculo indicador. Se sentirá indefectiblemente debilitado. O haga que alguien realice
un test de su timo, primero cuando se encuentra al aire libre o incluso en una habitación
ventilada, y luego en una habitación en la que haya habido varias personas fumando.

Casi inmediatamente después de entrar en la habitación llena de humo, su timo se


debilitará. A los veinte minutos del primer cigarrillo encendido, y en una habitación de
dimensiones normales, todos los presentes, fumadores o no, tendrán el mismo nivel de
nicotina en la sangre. Tan perjudicial es el tabaco para la salud, que afecta no sólo a
losfumadores sino también a los que están en contacto con ellos. Eso es algo lógico y
perfectamente previsible. Sin embargo, no lo es que resultemos afectados por los
anuncios de cigarrillos; y, a pesar de todo, así es. Contemple la foto de alguien fumando.
¡Su timo se debilitara! Su cuerpo le está diciendo algo acerca de las consecuencias
nocivas para la energía vital del acto de fumar.

LOS HUMOS DE LOS COCHES. — ¿Desea saber si los humos de los tubos de escape
son tan perjudiciales como se dice? En ese caso, limítese a estar un rato detrás del tubo
de escape de un coche aparcado —no en un garaje— y a someterse a un test. Debería
mostrarse fuerte. Ponga luego el motor del coche en marcha y, manteniéndose en el
mismo lugar que antes, repita la prueba. Normalmente, descubrirá que, o bien el timo
sólo, o bien todos sus músculos, se debilitan. Quedará así evidente el nocivo efecto de
los humos de los coches. ¡Y esto es con lo que estamos llenando todos los días el mundo
en que vivimos!.

ONDAS SONORAS. — En el próximo capítulo analizaré hasta qué punto resulta


sensible el cuerpo a la música y al ruido. Uno de los sonidos a que nos vemos
corrientemente sometidos hoy en día, especialmente en los grandes bloques de
apartamentos, es el zumbido de sesenta ciclos propio de los aparatos eléctricos.
Utilizando generadores sonoros he descubierto que, a menos que su timo se vea
debidamente estimulado, la mayoría de la gente resulta debilitada por esta clase de
zumbido. Empleando esos generadores y altavoces sumamente perfeccionados, he
descubierto asimismo que frecuencias específicas de hasta 40.000 ciclos y más, o bien
fortalecen o bien debilitan el timo. Por ejemplo, a unos 42.000 ciclos se producirá un
efecto generalmente debilitador, aunque la persona sometida al test o prueba no alcance
a «oír» dicho sonido.
Asimismo, la gente suele mostrarse debilitada por el «silbido» propio de los televisores,
que es de 15.750 ciclos por segundo. Piense en lo que le ocurre tanto a usted como a sus
hijos cuando se pasan horas y horas delante del televisor: están siendo despojados de sus
energías, y no sólo por determinados anuncios y programas, sino también por el sonido,
que puede resultar incluso inaudible, de esta frecuencia de 15.750 ciclos por segundo.
¡Qué instrumento tan sensible es el cuerpo humano, y qué precisas son las pruebas de
kinesiología del comportamiento!.

En mis trabajos con los sonidos de baja frecuencia he descubierto que la aplicación al
organismo de frecuencias de dos ciclos por segundo pueden debilitar el timo, mientras
que la de frecuencias de tres ciclos por segundo no; que siete u ocho ciclos pueden
debilitar, pero seis no. Cuando el timo se encuentra debidamente estimulado, esos
efectos debilitadores no tienen lugar. Existen no obstante numerosos casos en los que
resultamos debilitados a causa de una constante exposición a las bajas frecuencias. Se
trata de las frecuencias que advierten a los animales de fenómenos naturales inminentes,
tales como tormentas y terremotos. Un modo de protegerse a sí mismo y a su energía
vital de esas frecuencias debilitadoras, frecuentemente inaudibles, consiste en
repiquetear sobre su timo.

CAMPOS MAGNETICOS: IONIZACION. — Nos vemos constantemente


influenciados por los campos magnéticos que nos rodean. Aunque esta idea no forma
aún parte del llamado pensamiento médico ortodoxo, diversos experimentos nos han
demostrado que las ondas magnéticas pueden alterar los ritmos cerebrales. De hecho, el
propio cuerpo no es sino un sistema de energía electromagnética.Nuestra sensibilidad a
los campos magnéticos puede demostrarse fácilmente. Coloque el polo norte de un imán
de, por ejemplo, 1.000 o 2.000 gauss contra el oído derecho del sujeto. (¿Por qué en ese
lugar precisamente? No lo sé, pero he descubierto que se trata de un punto sumamente
sensible). Casi indefectiblemente, el músculo indicador se mostrará débil, lo que no
ocurrirá si se comprueba en ese mismo punto el polo sur del imán.

No obstante, y si, por el contrario, coloca el polo sur contra el oído izquierdo, el músculo
volverá a mostrarse débil. Un interesante fenómeno puesto de relieve por los tests de
kinesiología del comportamiento es que los efectos biológicos de los alimentos tanto
sólidos como líquidos pueden alterarse sometiéndolos a la influencia de un polo
magnético u otro. Incluso el azúcar expuesto a un polo magnético dejará de ejercer una
influencia debilitadora. Es evidente que hace falta realizar muchas más investigaciones,
quizá en el campo de la resonancia electrónica biológica. Se está asimismo empezando a
comprender los efectos biológicos de los iones positivos y negativos en el entorno.
Existen numerosas pruebas de que nuestro medio, las cosas que nos rodean, nos
despojan de iones negativos, esenciales para la conservación de la salud. Actualmente
existen a la venta generadores de iones negativos. ' Sobre el tema de los iones, léase la
obra Elefecto de los iones, Col. «Nuevos temas., Ed. EDAF, 1978. (N. del E.) Muchas
veces cabe elevar una baja energía vital limitándose a conectar el generador de iones
negativos. No obstante, si se deja demasiado tiempo en funcionamiento, se rompe el
equilibrio fónico. Si desea verificar cuáles son las repercusiones de la ionización,
adquiera un «tubo ionizador» en un comercio del ramo de aparatos estéreos. Se trata de
un dispositivo empleado para eliminar la carga estática de los discos fonográficos.

En la mayoría de los modelos, cuando se aprieta el «gatillo» el dispositivo libera iones


negativos eiones positivos cuando se deja suelto. ¿Qué efectos ejerce sobre usted? Cada
pocas horas se produce lo que se denomina ciclo nasal, durante el cual el organismo
utiliza alternativamente más una fosa nasal que otra. Goodheartha demostrado que el
inspirar el aire a través de la fosa nasal izquierda ioniza negativamente el aire, y que el
inspirarlo a través de la derecha lo ioniza positivamente. En condiciones normales, el
cuerpo equilibra la ionización mediante el uso del ciclo nasal que más convenga. Así
pues, la solución para el problema de la ionización, que adquiere cada vez mayor
importancia, no consiste en los generadores de iones, sino en un aire fresco y limpio y en
una respiración correcta.

LOS RAYOS X; LOS GENERADORES ELECTRICOS; LASMICROONDAS. —


Todos los días, en los aeropuertos de todo el mundo, millones y millones de personas
pasan a través de los dispositivos de seguridad. En la precipitación del momento, las
preguntas que nos formulamos a nosotros mismos suelen ser: «¿Cogeré el avión?»
«¿Tendré un vuelo seguro?» «¿Detectará esa máquina el manojo de llaves que llevo en
el bolsillo?» «¿Estropeará mis diez rollos de película fotográfica?» Pero ¿cuántos de
nosotros se preguntan: «¿Me perjudicará a mí este dispositivo?» No he descubierto
problema alguno con la especie de pantalla por la que tenemos que pasar, pero sí con el
aparato de Rayos X destinado a detectar nuestro equipaje.
Mientras esté en funcionamiento este aparato, toda persona que se encuentre a una
distancia de diez pasos se mostrará debilitada, bien sólo con respecto al timo, bien en
todos sus músculos. En cualquier caso, todos los afectados experimentarán una gran
disminución de su energía vital. No estoy seguro de que este descenso de energía sea
provocado por los propios Rayos X o por el campo magnético creado por el generador
que impulsa el dispositivo. Es evidente que conviene profundizar en el tema. Cabe
argumentar que todo esto no es tan terriblemente importante para nosotros, pues,
después de todo, nos vemos expuestos a los efectos nocivos de la máquina sólo durante
unos cuantos minutos.

Reconozco que a muchas fuerzas debilitadoras estamos expuestos sólo unos pocos
minutos, pero, si los sumamos, descubriremos que forman una multitud y que nos
pueden arrebatar grandes cantidades de energía. Pienso especialmente en la persona,'
con frecuencia una chica joven, que maneja ese aparato de Rayos X en un aeropuerto,
con frecuencia hasta ocho horas seguidas al día. Absolutamente confiada en nuestra
legislación laboral, puede afirmar tranquilamente: «Mi control de Rayos X indica que
estoy totalmente segura». Si supiese de hasta qué punto afecta su trabajo a su energía
muscular, probablemente se lo pensaría dos veces antes de continuar desempeñando un
empleo tan arriesgado.

Sería terrible que, dentro de veinte años, se descubriese que la gente que maneja esos
aparatos se ha visto negativamente afectada. En ese caso, lo más que se dirá será algo así
como: «Bah, bah, entonces no teníamos suficiente información como para tomar medida
alguna». Pero sí la tenemos. Sabemos que cualquier fuente de radiaciones X y cualquier
generador de grandes y poderosos campos eléctricos puede resultar perjudicial, a menos
que se demuestre lo contrario.

Y mientras no existan pruebas definitivas de carácter experimental o de laboratorio,


podemos confirmar nuestras sospechas recurriendo a los tests de kinesiología del
comportamiento. Conviene tomar en consideración las repercusiones de las microondas
sobre la energía vital. He investigado el detector de velocidad empleado por algunos
policías de tráfico para detectar a los infractores de las normas sobre exceso de
velocidad. Cuando está apuntando a un individuo, este mecanismo hace algunas veces
que, en un test «al desnudo», se muestre débil a una distancia de hasta 100 metros. Los
hornos de microondas defectuosos o mal utilizados exponen el cuerpo a radiaciones
peligrosas. Incluso cuando se manejan adecuadamente y con seguridad, tienden a
disminuir la energía vital.

Los aparatos de radio CB, que emplean bandas de baja frecuencia, afectan también
negativamente a la energía vital, aunque sólo a muy poca distancia. Hace poco tiempo
ayudé a un amigo a elegir una parcela en el campo. Buscaba un lugar que fuese tranquilo
y lo más alejado posible de todas las fuentes de contaminación existentes. El primer sitio
que vimos era ideal en todos los sentidos, menos en uno: estaba atravesado por una línea
de conducción eléctrica de 18.000 voltios. Aunque este voltaje es bajo en comparación
con el de las grandes líneas, mi amigo se mostraba debilitado en un radio de 75 metros
de la línea. ¡Y ésta era la zona donde pensaba construir su hogar!.

La segunda parcela que inspeccionamos se encontraba en un valle rodeado de verdes


colinas, muy bello y totalmente aislado, exactamente tal y como deseaba. El terreno
parecía perfecto, y tanto yo como mi amigo sonreímos celebrando su buena suerte.
No obstante, cuando le apliqué la prueba se mostró debilitado. Miramos a nuestro
alrededor y pronto encontramos la causa del problema: un transmisor relé de microondas
en lo alto de una de las colinas. Mi amigo movió tristemente la cabeza dándose cuenta
de que, por hermosa que fuera, no podía comprarse la parcela si todo el tiempo que
permaneciese allí iba a estar viéndose despojado de su energía vital.

LOS SIMBOLOS. — Muchos de los objetos normales y corrientes del medio físico que
nos rodea contienen símbolos que pasan en gran medida inadvertidos. Mediante las
técnicas de la kinesiología del comportamiento, he podido demostrar las repercusiones
sobre el organismo de cientos y cientos de símbolos. En otros capítulos de esta obra he
analizado ya algunos de ellos. Los cuadros que, al cabo de cierto tiempo, llegan a
«fundirse» con el medio físico de nuestras casas o lugares de trabajo, pueden contener
potentes símbolos.'

2 En kinesiología del comportamiento, se denomina psicoestética al estudio de los


efectos o repercusiones de las imágenes visuales, especialmente de los cuadros.
Tomemos como ejemplo el cuadro de Grant Wood titulado Gótico Americano (véase la
Fig. 27). Haga que alguien le aplique la prueba del timo mientras contempla dicho
cuadro. Por lo general, descubrirá que su glándula timo se muestra débil. Sométase
nuevamente a la prueba mientras concentra la mirada en el rostro de cualquiera de las
dos personas representadas en el cuadro. Lo más probable será que no se muestre
debilitado.

Concentre luego la mirada en la horca que sostiene la figura masculina mientras repite la
prueba o test tocándose el punto del timo. ¿Qué ocurre? Al parecer, lo que provoca la
reducción de energía vital es la horca del centro de la imagen y no las dos figuras
humanas de expresión seria y grave y ropajes oscuros. He realizado experimentos con
diversas variantes de la forma de la horca. Enla Fig. 28 aparecen unos cuantos ejemplos.
Haga que alguien le aplique la prueba o test mientras contempla esas distintas formas
una a una, tocándose al mismo tiempo la zona del timo. En la mayoría de los casos
descubrirá quela única que ejerce un efecto debilitador es la de la verdadera horca o
tridente.
¿Cómo es posible? Porque dicha forma constituye un símbolo y, como tal, es percibida
como un Gestalt o configuración que, por la razón que sea, provoca stress y tensión. De
hecho, este símbolo concreto es uno de los más antiguos, sirviendo en ocasiones para
representar a Satán y a las fuerzas del mal. Otros símbolos poseen un carácter favorable
y beneficioso. Compruebe por sí mismo varios de ellos.

FIG 27 “Gótico Americano”, de Grant Wood

FIG 28 Compruebe cual es la reacción ante cada una de estas formas de horca.

¡Qué poco sospechaba Grant Wood cuando, en 1930, captó con sus pinceles el espíritu
puritano del granjero norteamericano que su cuadro tendería a debilitar a quienes lo
contemplaran!. Un símbolo que vemos con mucha frecuencia es el de la cruz. Todo el
mundo pensaría que debe tratarse de un símbolo favorable a la energía vital. No
obstante, y en cientos de tests clínicos, he descubierto que el efecto kinesiológico de la
cruz depende de la longitud del brazo vertical por encima del horizontal carece
prácticamente de importancia.) La Fig. 29 (A) muestra una cruz griega, en la que el
brazo vertical y horizontal son exactamente iguales. Por lo general, este símbolo no
disminuye la energía vital. Compruébelo por sí mismo. Luego realice la misma prueba o
test con la Fig. 29 (B), la cruz romana o latina. No se sorprenda si aparece debilitado.
Haga luego que alguien le aplique el test mientras va cubriendo poco a poco la parte
inferior del brazo vertical hasta que su longitud iguale a la del horizontal. Es más que
probable que, cuando ambos brazos midan exactamente igual, su estado de
debilitamiento haya desaparecido. Otra modalidad de cruz es la esvástica, un símbolo
ampliamente utilizado en el mundo antiguo y en todos los tiempos. La palabra procede
del término sánscrito svastika, que significa «favorable al bienestar». Existen dos formas
de esvástica, una cuyo sentido coincide con el de las agujas del reloj, y otra de sentido
contrario al de las agujas del reloj (véase la Fig. 30).

La primera de ellas era un símbolo comúnmente utilizado para representar al sol,


mientras que la segunda solía identificarse con la noche. A pesar de su reciente empleo
por el partido nazi de Hitler, la esvástica sigue siendo un símbolo de prosperidad y
buena suerte. Incluso los supervivientes judíos de campos de concentración nazis
responden positivamente a ella, demostrando que este nivel de respuesta al símbolo es
mucho más profundo que las experiencias y sentimientos emocionales del individuo.

Compruebe por sí mismo el efecto que ejercen sobre usted las dos esvásticas, la de
sentido coincidente con el de las agujas del reloj y la de sentido contrario al de las agujas
del reloj. Una u otra le debilitará, dependiendo de cuál sea el hemisferio cerebral
dominante. Por supuesto, si está usted completamente centrado, ninguna de ellas le
debilitará.
FIG. 29. A la izquierda, la crux griega; ala derecha, la romana.

FIG. 30.A la izquierda, la esvástica de sentido coincidente con el de las agujas del reloj; a la derecha, la esvástica de sentido
contrario al de las agujas del reloj.

FIG. 31. He descubierto que este símbolo resulta sumamente eficaz para equilibrar los hemisferios y, por tanto, para reducir
el stress o tensión. Lo headoptadq por tanto como logotipo representativo de la kinesiología del comportamiento.
En este capítulo me he limitado a reseñar sólo algunos de los cientos y cientos de
factores ambientales que convendría tomar en consideración. Mirea su alrededor.
Realice pruebas o tests con todas aquellas cosas o elementos sobre los que albergue
dudas. Ahora bien, en el transcurso de las pruebas puede encontrar sujetos —quizá
incluso usted mismo— que no resultan debilitados por un estímulo cuyo carácter
desvitalizador es de sobra conocido. No deje que eso le preocupe. Cuando una persona
posee una energía vital superior a la media, o está perfectamente centrada y equilibrada,
no se verá debilitada por un estímulo negativo que sí afectará a cualquier otro individuo.
Esto es perfectamente normal. Casi todas las repercusiones adversas de los diversos
factores mencionados en esta obra pueden ser vencidas o contrarrestadas.

Y cuando su energía por qué verse afectado tampoco por esos factores. Si sigue las
directrices expuestas aquí para la remodelación de su forma de vida, habrá avanzado
bastante en el camino hacia llegar a ser no una persona «media», sino (normal», en el
buen sentido de la palabra.

9
LA MUSICA EN SU VIDA*
Al igual que el tuyo, mi pulso marca sobriamente el ritmo, y sirve como saludable
música). Shakespeare.

Conocí en cierta ocasión a un pianista cuya excelente salud resultaba verdaderamente


sorprendente. Era algo rechoncho, pero fuerte y firme, y andaba por el mundo con
orgullo. Además, y aunque tenía ya sesenta y tantos años, sus azules ojos eran claros
como el cristal, su piel tersa y sin arrugas. No obstante, lo más destacado de él era su
energía.' La música no se sino un aspecto más de nuestro medio o entorno físico, pero
tan especial que he decidido dedicar un capítulo aparte al tema de la música y de su
opuesto o contrario, el ruido. Le apliqué diversas pruebas y descubrí que era tan fuerte
como parecía. ¿En qué, le pregunté, consistía el secreto de su buena salud? Sin la menor
duda, me replicó: «Como alimentos sanos, me siento en posición recta y me paso el día
escuchando buena música». Esta contestación resume prácticamente lo que estoy
intentando exponer en esta obra. Unas posturas físicas adecuadas y una sana
alimentación son esenciales para una buena salud, pero también lo son las cualidades
curativas de la música.
FIG. 32. La gran energía vital de Arturo Toscanini. Compruebe los efectos que ejerce sobre usted mismo. Son los mismos
que ejerció sobre los componentes de su orquesta durante más de setenta años.

Hasta él final de su larga vida, Arturo Toscanini poseyó lo que los músicos que han
trabajado con él denominan «intensidad», «fuego interior», una especie de
«electricidad» o «magnetismo». Su rostro estaba casi totalmente desprovisto de arrugas,
y la blanca dentadura que exhibía era suya y no postiza. Sobre el podio se mostraba
vigoroso y erguido; cuando caminaba, su paso era ligero y animoso. Hasta los setenta y
tantos años jamás había visitado al médico. Incluso se decía de él que su sudor era como
agua pura y cristalina. La edad media de defunción del varón norteamericano es de 68,9,
años. Sinembargo, hasta un 80 por 100 de los grandes directores de orquesta cumplen
más de setenta años y siguen trabajando activamente. Reproducimos acontinuación una
lista de algunos longevos y generalmente sanos directores de orquesta de todo el mundo:
Casals, Pablo. . . 96 Ganz, Rudolph. .95 Stokowski, Leopold. 95 Mannes, David. . 93
Panizza, Ettore. . . 92 Paray, Paul. . . 92 Boulanger, Nadia. . . 90
Cameron, Basil. . . 90 Gui, Vittorio. . . 90 Monteux, Pierre. . . 89 Serafin,Tullio. . . 89
Stravinsky, Igor. . . 89 Toscanini, Arturo. . . 89 Boult, Adrian. . . 88 Damrosch, Walter. .
. 88 Klemperer, Otto. . . 88 Blech, Leo. . . 87 Ringwall,Rudolph. . . 87 Burgin, Richard. .
. 86 Schuricht, Carl. . . 86Wolff, Albert. . . 86 Ansermet, Ernest. . . 85 Heger, Robert. . .
85James, Philip. . . 85Polacco, Giorgio. . . 85 Strauss, Richard. . . 85 Szenkar, Eugen. . .
85 Walter,Bruno. . . 85Inghelbrecht, Désiré. . . 84 Krueger, Karl. . . 84 Smallens,
Alexander. . . 84Slonimsky, Nicolas. . . 84 Stassevitch, Paul. . . 84 Stiedry, Fritz. . .
84Bohm, Karl... 83Coppola, Piero. . . 83 Fiedler, Arthur. . . 83 Harrison, Guy Fraser. . .
83Dohnanyi, Ernest von. . . 82 Hanson, Howard. . . 82
LA MUSICA EN SU VIDA Pelletier, Wilfred. . . 82 Beecham, Thomas. . . 81
Hoogstraten, Willem van. . .81 Muck, Karl. . . 80Pfitzner, Hans. . . 80 Ruhlmann,
Frans... 80
Bamboschek, Giuseppe. . . 79 Barlow, Howard... 79 Chávez, Carlos... 79 Hasselmans,
Louis. . . 79 Janssen,Werner. . . 79 Mengelberg, Willem. . . 79 Ross, Hugh. . . 79
Sokoloff, Nikolalai... 79 Wallenstein, Alfred. . . 79
Goldman, Edwin Franko. . .78 Golschmann, Vladimir. . . 78 Ormandy, Eugene. . . 78
Malko, Nicholai. . .78 Steinberg, William. . . 78 Stewart, Reginald. . . 78 Weingartner,
Felix. . . 78
Barzin, Leon. . . 77Clifton, Chalmers. . . 77 Knappertsbusch, Hans... 77 Konwitschny,
Franz. . .77 Kostelanetz, André... 77 Kurtz, Efrem. . . 77Munch, Charles. . . 77 Talich,
Vaclay. . . 77 White, Paul. . . 77 Amfiteatroff,
Daniele. . . 76 Brico, Antonia. . . 76 Georgescu, Georges. . . 76Kajanus, Robert. . . 76
Koussevitzky, Serge. . . 76Lange, Hans... 76Maganini, Quinto. . . 76 Marx, Burle. . .
76Rossi, Mario... 76Saminsky, Lazare. . . 76 Williamson, John Finley. . . 76 Abravanel,
Maurice. . .75 Jochum, Eugen. . . 75 Sabata, Victor de. . . 75 Schneevoigt, Georg. . .
75Sevitzky, Fabian... 75 Wood, Henry. . . 75Boepple, Paul. . . 74Defauw, Désiré... 74
Ghione,
Franco. . . 74 Horenstein, Jascha. . . 74 Konoye,Hideman... 74 Mravinsky, Eugen. . . 74
Plotnikoff, Eugene. . . 74 Reiner, Fritz.. . 74 Scherchen, Hermann. . . 74 Abendroth,
Hermann... 73 Black, Frank. . .73 Enesco, Georges. . . 73 Fischer, Edwin. . . 73 Szell,
George. . . 73
Dorati, Antal. . . 72 Kletzki, Paul. . . 72Molinari, Bernardino.. 72 Sargent, Malcolm. . .
72 Coates, Albert. . . 71Mahler, Fritz. . . 71 Barbirolli John. . . 70Karajan, Herbert von. .
. 70 Dessoff, Margarete... 7G Van Otterloo, Willem. . .70

Es, pues, un hecho sabido que los grandes directores de orquesta han disfrutado, y
siguen disfrutando, de vidas excepcionalmente largas, productivas y fundamentalmente
llenas de salud. Lo que no se sabe es por qué, cómo, a qué se debe que sea así. ¿Por qué
sobreviven durante tanto tiempo estos maestros, en un mundo caracterizado por los
infartos, los ataques al corazón y las enfermedades degenerativas propias de la vejez?
¿En qué radica su secreto y cómo podemos aplicarlo a nuestras propias vidas?. Estas son
algunas de las cuestiones en que me he centrado durante los últimos veinticinco años.

Mis investigaciones me proporcionaron algunas respuestas sumamente interesantes,


respuestas que tienen gran importancia para cualquier persona preocupada por mejorar
la calidad de su propia vida. Mediante los procedimientos de test de la kinesiología del
comportamiento, he demostrado que nuestros organismos pueden distinguir los sonidos
beneficiosos de los dañinos o perjudiciales; que nuestros cuerpos conocen la diferencia
entre diversas interpretaciones de la misma composición musical; y que, mediante
determinados sonidos, cabe beneficiar enormemente a nuestros organismos.

Aun con los oídos totalmente tapados, el cuerpo humano responde a los sonidos. Esto se
debe a que «oímos» no sólo con los oídos, sino también con nuestros cuerpos.
Supongamos que alguien sufre de debilidad en un determinado sistema de energía o
meridiano de acupuntura. Si le tapamos los oídos y sometemos a un test a los músculos
correspondientes mientras hacemos sonar «buena»música, su músculo indicador se
mostrará fuerte y vigoroso. Pero si además de taparle los oídos colocamos almohadas o
cualquier otro material que absorba el sonido sobre los puntos básicos del meridiano en
cuestión, dejará de producirse el efecto beneficioso.

El músculo volverá a mostrarse débil. No obstante, si mantenemos los materiales


absorbentes sobre los puntos básicos, pero quitamos los tapones de los oídos, el músculo
indicador se mostrará nuevamente fuerte. Lo que hemos hecho ha sido concretamente
separar la audición a través de los oídos de la audición a través del cuerpo.Y, muchas
veces, la segunda juzga mucho mejor que la primera lo que es bueno para nosotros y lo
que no. Nuestros organismos poseen un cierto ritmo o pulsación, al igual que la música.
Cuando nuestra salud es buena, estamos en contacto con nuestro «pulso interior», que el
doctor Manfred Clynes describe acertadamente como «la clave de la identificación o
simpatía que sentimos con las experiencias y sentimientos del compositor». «El pulso
interior —afirma— representa un determinado punto de vista... Al igual que el compás
marcado por un director de orquesta, una alternancia rítmica modificada de diversas
formas dinámicas, el fenómeno del pulso interior... constituye de hecho un ritmo o
compás marcado desde dentro de nosotros mismos».
2 Manfred Clynes, Senties: The Touch of Emotions (Garden City, N. Y.: Anchor Press
/Doubleday, 1977), pág. 78. Este pulso interior, tan necesario para un director de
orquesta,
3 Mediante una sutil prueba o test de kinesiología del comportamiento, se puede
averiguar si un director de orquesta o solista mantiene el compás, o incluso si puede
haberlo perdido durante la interpretación parece ser al mismo tiempo un factor clave de
la longevidad que los caracteriza. George Szell, famoso director de orquesta él mismo,
escribió en cierta ocasión refiriéndose a Toscanini: «Desde la primera hasta la última
nota todo era pulsación y vida... Te sentías totalmente absorto por la música e
identificado con el compositor».

Al estar absolutamente ajustados a ese pulso interior, todos y cada uno de los gestos del
director de orquesta lo reflejan a la perfección. Gracias a la kinesiología del
comportamiento, sabemos que cualquier gesto que hacemos no es sino la respuesta del
cuerpo a una necesidad de tonificar o corregir un desequilibrio en un determinado
sistema de energía.

Por tanto, y mediante los gestos que realiza todos los días, un director de orquesta está
estimulando vigorosamente determinados sistemas de energía, al tiempo que se ve
inundado por las cualidades curativas de la música.

Si sabemos rodearnos de los sonidos adecuados, podremos vigorizarnos, equilibrarnos y


adquirir mayor energía. Se ha demostrado clínicamente que la música contribuye a
nuestra salud y bienestar generales. Por tanto, la música puede convertirse en parte
importante de nuestro programa de prevención primaria, la prevención de las
enfermedades a un nivel prefísico, de corrección de los desequilibrios de energía.

El valor terapéutico de la música se viene reconociendo y respetando desde hace miles y


miles de años. Se menciona ya en los primeros escritos de chinos, griegos, egipcios,
persas e hindúes.

En un análisis del valor terapéutico de la música. Manly P. Hall narra dos interesantes
relatos sobre el empleo que hacían de la misma los miembros de la comunidad
pitagórica. Uno de ellos nos habla de un amante despechado y con deseos de venganza
que se siente inmediatamente aplacado y se olvida de su ira al escuchar unos cuantos
acordes de laúd de un seguidor de Pitágoras. En el otro, un joven demente y violento se
siente «arrastrado como en trance», " Manly P.Hall, «La teoría pitagórica de la música y
el color», en An Encyclopedic Outline of Masonic, Hermetic, Kabbalistic and
Rosicrucian Symbolical Philosophy, veinteava ed. (Los Angeles: The Philosophical
Research Society, 1975), pág. 82. en cuanto otro avispado discípulo de Pitágoras pulsa
la cuerda de una lira.
El propio Pitágoras era perfectamente consciente de los beneficios de la música. Nos
informa de cómo, limitándose a tocar músicas especialmente compuestas para el
paciente, consiguió curar «muchos males del espíritu, el alma y el cuerpo». Sus
discípulos empezaban y terminaban el día con canciones; las de la mañana estaban
«calculadas para despejar la mente después del sueño e inspirarla para las tareas del
naciente día; las de la noche eran de carácter relajante, apaciguador y favorable al
descanso». Se sabe desde hace mucho tiempo hasta qué punto puede resultar relajante e
incluso vigorizador el sonido del agua corriente. Las cascadas y las fuentes han sido
siempre lugares propicios para la meditación.

La Alhambra, el palacio árabe de Granada, se construyó de tal forma que en todas las
salas y estancias pudiera escucharse en todo momento el murmullo del agua procedente
de fuentes y de chorros surgidos de las bocas de leones de piedra. Hoy en día no resulta
posible contar con fuentes o cascadas en las viviendas de tipo medio o en los
apartamentos de las ciudades, pero siempre puede recurrirse al sonido del agua de la
ducha. Si su glándula timo se muestra débil, el tomar una ducha la fortalecerá. Esto se
debe a tres factores distintos: 1) el efecto tonificante y terapéutico del sonido del agua
corriente; 2) el efecto estimulante del agua al activar todos los meridianos de acupuntura
del cuerpo, y 3) los iones negativos producidos por el agua corriente.

Probablemente descubrirá que estos efectos terapéuticos desaparecen poco después de


salir de la ducha. No obstante, conseguirá prolongarlos mucho si estimula su glándula
timo repiqueteando sobre ella y se mantiene bien erguido bajo los chorros de agua.
Permítame citar ahora un ejemplo personal de los efectos beneficiosos de los sonidos
naturales.' 5 Esto forma parte del programa de bioarmonía de kinesiología del
comportamiento. Cuando, hace algún tiempo, me enteré de que tenía que someterme a
una intervención quirúrgica, sentí aprensión ante el hecho de verme internado en un
hospital, y no sólo debido a la operación, sino también al nivel de ruidos de los
modernos hospitales norteamericanos: ruidos de máquinas, de aparatos de televisión, de
gente hablando en voz alta, de sistemas de paginación.

Después de buscar mucho, encontré un hospital mexicano que no sólo ofrecía el tipo de
intervención quirúrgica que deseaba, sino también un marco o entorno encantador,
tranquilo y terapéutico. De la mañana a la noche me sentía continuamente tonificado por
los gorjeos de los cantarines pájaros del patio. Grabé esos sonidos y los he utilizado en
numerosas ocasiones para demostrar hasta qué punto pueden resultar curativos los
sonidos naturales. Las grabaciones de ronroneos de gatos son también especialmente
beneficiosas. Hace algunos años, mis investigaciones sobre los efectos de la música
dieronun giro inesperado. Mientras me encontraba realizando algunas compras en unos
grandes almacenes de Nueva York, me sentí de repente débil, sumamente inquieto y en
general molesto.
El lugar se encontraba lleno de las vibraciones propias de la música rock. Más adelante
hice lo que obviamente convenía: comprobar kinesiológicamente los efectos o
repercusiones de este tipo de música. Empleando cientos y cientos de sujetos, descubrí
que el escuchar música rock provoca con frecuencia un debilitamiento de los músculos
del cuerpo. La presión normal necesaria para vencer al fuerte músculo deltoides de un
varón adulto oscila entre 19 y 21 kilos. Cuando sonaba música rock no se necesitaba
más de 5 o 7 kilos. Esto es mucho más grave que un simple debilitamiento del timo, lo
que, por supuesto, también se da; cuando un músculo indicador se muestra débil en un
test «al desnudo», el problema de energía es aún más serio y preocupante.

Como he señalado ya, todo músculo importante del cuerpo está relacionado con un
determinado órgano. Eso significa que todos los órganos de nuestro cuerpo se están
viendo afectados en gran medida por la música pop, a la que nos vemos expuestos a
todas las horas del día. Si sumamos las horas de programas radiofónicos de ese tipo de
todo el mundo, nos daremos cuenta de cuáles son las dimensiones reales del problema.
No todas las piezas de rock provocan el mismo efecto, como tampoco un mismo grupo
en todo momento. Algunos conjuntos y cantantes que tienden a debilitar nuestros
músculos son los Doors, la Banda, Janis Joplin, Queen, America, Alice Cooper,
Bachman/Turner/Overdrive y Led Zeppelin.

Como contraste, los Beatles nunca los debilitan. Debemos asimismo recordar que nos
referimos estrictamente a determinados tipos de música rock. El rock androll (anterior al
rock), el country & western, el jazz y otros estilos musicales no provocan estas mismas
consecuencias. Puede realizar una sencilla prueba o test con sus discos favoritos.
Compruebe la respuesta del músculo indicador de su sujeto «al desnudo»; es decir, sin
que toque su punto del timo ni ningún otro. Debería mostrarse fuerte.
Luego haga sonar el disco. Si su músculo indicador se debilita, es que la música en
cuestión ejerce un efecto negativo sobre su energía vital; si no, es que es inofensiva. Si
necesita una prueba más contundente de que la música rock es debilitadora, diríjase a un
establecimiento de venta de instrumentos musicales y busque uno de esos órganos
electrónicos con toda esa serie de mandos para producir los distintos ritmos existentes
(vals, marcha, rumba, foxtrot, beguine, etc.). Pulse el mando o botón correspondiente al
rock y aplique la prueba o test a alguien cuyo músculo indicador se haya mostrado
fuerte. Los restantes mandos o botones no provocarán el mismo efecto.

¿Qué características del ritmo llamado rock son las causantes del efecto debilitador? Una
atenta escucha y examen de numerosos discos de rock parece indicar que una
característica común es el ritmo o compás dada DA. 'En poesía, a este tipo de ritmo se le
denomina «ritmo anapéstico».
6 No obstante, no toda la música rock posee este ritmo o compás debilitador. Cuando se
toca mediante palmadas o por algún otro procedimiento, este ritmo anapéstico provoca
el mismo efecto que si se escuchara el sonido del rock producido por un órgano
electrónico o por discos de rock. No obstante, cuando se toca lo suficientemente rápido,
el efecto nocivo desaparece. ¿A qué se debe esto? Una de las características del ritmo
anapéstico es la de detenerse o interrumpirse al final de cada compás o medida. La
música rock dotada de ese efecto debilitador parece poseer esa cualidad sincopada; es
como si la música se detuviera y tuviese que recomenzar de nuevo, con lo que,
subconscientemente, al final de cada medida o compás, el que la escucha se «para»
también.

El ritmo anapéstico es el contrario del dactílico o propio del vals, que es DAdada, y en el
que se da un flujo continuo y equilibrado. Esto sugiere una posible explicación del
efecto debilitador de la música rock. Aunque, por supuesto, puede haber otras muchas.
Para poder explicar este fenómeno, pasaremos a estudiar brevemente los sonidos
internos del cuerpo. Los sonidos arteriales pueden registrarse o grabarse por medio de
sofisticados equipos electrónicos. Cuando uno de mis pacientes escuchó la grabación en
cinta del sonido de su arteria femoral, comentó asombrado: «¡Mi cuerpo está bailando el
vals!»

En efecto, las grandes arterias de las extremidades parecen tener un ritmo o latido de
vals. El sonido del corazón puede considerarse también como de vals, encontrándose el
tercer redoble tácito o implícito en forma de uno dos descanso..., uno dos descanso...,
etc. Algunas otras arterias poseen asimismo este sonido. Puede ocurrir por tanto que,
cuando escuchamos el ritmo anapéstico o sincopado, experimentamos una reacción de
stress y alarma que hace que el músculo indicador se muestre débil. Ese ritmo
debilitador es aparentemente contrario al ritmo fisiológico normal del cuerpo.
El viejo ritmo de rock and roll parece carecer sin embargo de este carácter sincopado.
Según el critico musical Robert Palmer, «cuando el rockand roll está verdaderamente
rocking y rolling, combina un irresistible movimiento hacia adelante, un fuerte impulso
de retroceso y una cierta ligereza melódica.» ' Robert Palmer, .¿Cuándo es Rock y
cuándo es Rockand Roll? Un crítico musical aventura una respuesta, en The New
YorkTimes, domingo 6 de agosto de 1978, pág. 14. En algún momento de la evolución
de la música rock, el roll se quedó definitivamente en la cuneta.

He descubierto sólo dos ejemplos de música clásica que provocan debilidad muscular.
Uno es el final de La consagración de la Primavera, de Stravinsky, y el otro el final de
La Valse, de Ravel. En ambos casos, el compositor intentaba expresar sensación de caos
y confusión, habiendo salido evidentemente triunfantes de su empeño.
La Valse comienza como un vals típico, pero termina en forma de parodia,
desintegrándose en un crescendo de disonancias. Determinados directores de orquesta
—por ejemplo, Chadés Munch— intentan mantener el firme ritmo del vals, cuando son
ellos quienes dirigen el concierto o grabación, los sujetos del test no aparecen
debilitados, ni aun en el clímax de la composición. No obstante, otros directores de
orquesta adoptan un punto de vista mucho más satírico —por ejemplo, Pierre
Monteaux—, rompiendo deliberadamente el ritmo hacia el final; en ese caso, el músculo
indicador del sujeto se mostrará de hecho debilitado.

De los más de 20.000 discos de todos tipos de música por mí comprobados, sólo un
pequeño fragmento provocó esa reacción en el músculo indicador de mis sujetos, siendo
concretamente un breve batir de tambor de vudú haitiano. En todos los demás casos la
reacción fue positiva o de indiferencia. Así, este efecto debilitador, al que se ha llegado a
conocer como «efecto diamante», es algo prácticamente exclusivo de la moderna música
pop. Por lo que mis investigaciones me han permitido averiguar, hizo su aparición a
comienzos de la década de los sesenta. Desde entonces ha ido progresando hasta
encontrarse muy bien representado en los «diez primeros» de todas las semanas. Y esta
infiltración de la música industrial se ha producido sólo en el plazo de los últimos quince
años.

¿Qué otras influencias ejerce el ritmo de rock? Utilizando los principios y técnicas de la
kinesiología del comportamiento, he demostrado asimismo que, cuando se toca ese
ritmo debilitador, se produce el fenómeno denominado «conmutación»; es decir, la
pérdida de la simetría entre los dos hemisferios cerebrales, lo que introduce sutiles
dificultades perceptivas y toda una serie de otras manifestaciones iniciales de stress
(véase el Cap. 5, sobre el stress). El cuerpo entero se pone en estado de alarma.

Los cambios perceptivos que se producen pueden manifestarse en los niños en un menor
rendimiento escolar, hiperactividad e inquietud; en los adultos, en un menor rendimiento
laboral, mayores errores, ineficiencia general, una menor capacidad de adopción de
decisiones en el trabajo, y la agobiante sensación de que las cosas no van bien; en
resumen, en una pérdida de energía sin ninguna razón aparente. Esto es algo que pude
observar clínicamente cientos y cientos de veces. En el ejercicio de mi profesión he
observado que los resultados académicos de muchos niños en edad escolar mejoran
espectacularmente tan pronto como dejan de oír música rock mientras estudian.

Las aplicaciones de estos descubrimientos al campo de la ingeniería industrial son


incontables. 8 Por supuesto, existen innumerables consideraciones ambientales y de
ingeniería humana relativas a las condiciones globales de una factoría o lugar de trabajo
distintas de la relativaa la música ambiental.
He investigado también muchas de ellas, pero pocas resultan tan fáciles de cambiar y
provocan mejoras tan inmediatas y espectaculares como ésta. Una factoría en concreto,
un taller de fabricación y reparación de complicados equipos electrónicos, tareas en las
que resulta esencial una gran concentración y claridad mental, solía hacer sonar mucho
rock a través de susistema de música ambiental. Se les recomendó que la suprimiesen.
La dirección de la empresa cambió entonces a otro tipo de música, viéndose
inmediatamente complacida por un gran aumento de la productividad y por un
considerable descenso del número de errores, y todo ello a pesar de que los empleados
no dejaron en ningún momento de expresar su descontento porque se les hubiera
despojado de su música favorita.

El simple hecho de que los trabajadores del taller echasen tanto en falta la música rock
resulta muy significativo. Parece ser que ese tipo de ritmo es como una droga que causa
hábito; el escucharlo repetidamente hace que uno lo necesite y lo busque continuamente.
Se convierte en el ritmo preferido de todo el mundo. Es como si la «conmutación»
introducida por el rock se hubiese convertido en el estado fisiológico normal en lugar del
anormal que realmente es. Además, el bailar a ritmo de rock provoca una
«conmutación», pues implicael empleo del brazo y pierna del mismo lado
simultáneamente —el brazo derecho y la pierna derecha al mismo tiempo, el brazo
izquierdo y la pierna izquierda al mismo tiempo—.

De hecho, el que baila se encuentra «conmutado» ya por la música y, en consecuencia,


adopta un tipo homolateral de movimiento. (Si desea refrescar este concepto, eche una
ojeada al Cap. 5, referente al tema del stress.) La pauta o modelo homolateral de baile
refuerza, pues, el fenómeno de la «conmutación». Ahora bien, en cuanto la
«conmutación» se convierte, por así decir, en algo profundamente arraigado en el
individuo, se introduce un problema sumamente grave. Sus dimensiones pueden
demostrarse mediante el siguiente descubrimiento: si un sujeto medio ingiere azúcar
refinado, sus músculos indicadores se debilitarán todos. Usted mismo lo habrá
comprobado en algunos de sus primeros experimentos.
No obstante, si el sujeto se encuentra «conmutado», muchas veces ocurrirá precisamente
lo contrario: se mostrará fuerte con el azúcar refinado y débil con la miel natural y no
refinada. Es como si su organismo fuese ya incapaz de distinguir lo beneficioso de lo
perjudicial. De hecho, su cuerpo elige ya lo destructivo, anteponiéndolo a lo terapéutico.
Deténgase a pensar, bajo esta nueva luz, los millones y millones de personas expuestas
hora tras hora a la música rock y, por tanto, continuamente sometidas a los fenómenos
de la «conmutación» y el stress. Limitarse a bajar el volumen no sirve de nada, el
compás o ritmo del rock ejerce su efecto aun sonando bajo. Esto me llevó a investigar
las repercusiones' o efectos de los ruidos sobre el organismo.
Si permanece todo el día en una esquina de la zona central de Manhattan, una persona
no resulta debilitada por el nivel de ruidos. Pero cuando éste se eleva hasta los ochenta
decibelios, '9 Medido sobre la curva A, tal como se emplea comúnmente en los aparatos
para medir el nivel sonoro. Se trata de un nivel crítico. Deténgase a pensar que unos
4.000.000 de obreros norteamericanos se encuentran sometidos a niveles sonoros
continuados de hasta ochenta y cinco decibelios o más, como ocurre con frecuencia, el
músculo indicador se mostrará débil. Observe que nos ocupamos de dos fenómenos
distintos. Uno (el ritmo de rock) consiste en un ritmo especialmente anormal, que nos
debilita cualquiera que sea su volumen, y el otro (el ruido) en un sonido que sólo
provocará un debilitamiento cuando alcance un determinado volumen.

En resumen: cabe definir el ruido como un sonido que, cuando alcanza un determinado
nivel de intensidad, reduce la energía del cuerpo. La música perniciosa disminuye la
energía a cualquier volumen. La música de «Muzak» y la mayor parte de la música
electrónica ni fortalecen ni debilitan. La buena música y casi todos los sonidos naturales
fortalecen a cualquier nivel de intensidad. Pero si la buena música se oye tan alta a
través de un sistema de reproducción sonora que llega a producirse una distorsión, se
alcanzará un nivel al que incluso ese sonido provocará un estado de debilitamiento.

Hace poco tiempo realicé un descubrimiento muy sorprendente en relación con la


música. Casi todo el mundo se mostrará debilitado al escuchar la nota C aislada. Casi
todas las C en cualquier instrumento de los por mí probados provoca ese mismo efecto.
Con las notas mucho más bajas que C (F o G), los oyentes tienden a mostrarse fuertes;
mientras que con las próximas a C (A, B o D), tienden a mostrarse débiles; y casi
siempre, tal como he señalado, resultan debilitados por la nota C. Ignoro a qué se debe,
aunque me siento capaz de formular un intento de explicación. A la C se la ha
denominado la frecuencia «Soy».

Se dice que se trata de la clave propia o personal; es decir, de aquella con la que nos
sentimos más cómodos. Y puede ser que cuando nuestra energía vital es reducida, nos
veamos más afectados por la que debería ser la frecuencia más natural y básica para
nosotros. Si está realmente interesado en demostrarle a alguien que su cuerpo se halla
«sintonizado» con los sonidos que le rodean, limítese a hacer sonar una nota C mientras
le explica la prueba o test de resistencia muscular. Observe la expresión de asombro de
su cara al comprobar que su músculo se va debilitando. Hemos comprobado en este
capítulo hasta qué punto pueden resultar beneficiosos la música y la mayoría de los
sonidos de la naturaleza. Los puntos básicos de acupuntura de su cuerpo están anhelando
absorber esas vibraciones y emplearlas para tonificar el sistema de energía de su
organismo y elevar su energía vital.
10
LA VIDA EN SUS ALIMENTOS

Un alimento no es alimento si carece de poder... Se tratará de un alimento de nombre,


pero no de hecho».
Hipócrates.

Existen determinados puntos en los que prácticamente todos los expertos en nutrición se
mostrarían de acuerdo. Uno de ellos es que la revolución tecnológica ha alterado
considerablemente las cualidades naturales de los alimentos que ingerimos. Hoy en día
nuestros alimentos están más refinados que en ningún momento de la historia; y tales
procesos de refinado reducen o incluso destruyen toda la energía vital de los alimentos.
Al igual que nuestros cuerpos contienen energía vital, también la contienen los
alimentos naturales que ingerimos. Pero cuanto más se les someta a procesos y
manipulaciones, menos energía vital quedará en ellos, si es que queda alguna.

Nota: Algunas veces, una persona que se encuentra “conmutada” se mostrará


fortalecida cuando ingiere azúcar refinado y debilitada cuando toma miel pura sin
filtrar ni manipular.

Este paradójico descubrimiento resulta difícil de explicar. Cuando una persona se


encuentra gravemente «conmutada» —como le suele ocurrir a los adolescentes después
de escuchar música rock durante horas y horas—, es como si se hubiese invertido una
cierta moralidad interna del cuerpo, como si el organismo acogiese favorablemente lo
«malo» y rechazara lo «bueno». Aplique una prueba o test al músculo indicador de un
sujeto, y compruebe que se muestra fuerte y vigoroso. Ponga luego una pequeña
cantidad de azúcar refinado sobre su lengua. Repita la prueba. En casi todos los casos, el
músculo indicador se habrá debilitado, al igual que los restantes músculos del cuerpo.
Déle entonces al sujeto un poco de miel natural, sin manipular ni filtrar. Repita
nuevamente la prueba. Normalmente, comprobará que el debilitamiento provocado por
el azúcar refinado ha sido contrarrestado.
La miel no sólo no es debilitadora, sino que resulta positivamente reforzante.Y, sin
embargo, muchos especialistas académicos en el campo de la nutrición siguen afirmando
que el azúcar es azúcar y que todos los azúcares son iguales. Pero su cuerpo le dice que
no es cierto. Su cuerpo es un bioquímico mucho más hábil que la mayoría de los
formados en dicha profesión. Su cuerpo le dice que los azúcares son distintos. Que unos
elevan su energía vital, mientras otros la reducen.
Que el azúcar refinado es peligroso, mientras que la miel no sólo no lo es, sino que
contribuye además a la salud y produce energía. De forma similar, podemos someter a
tests a la mayor parte de los alimentos procesados que, desgraciadamente, se han
convertido en base de la dieta de los norteamericanos. Realice una prueba con plan
blanco hecho a base de harina blanca y azúcar refinado.

Repítala luego con pan integral, elaborado a base de harina integral y sin azúcar
refinado. ¡Qué diferencia! El problema del azúcar refinado y de la harina blanca es
precisamente el proceso de «refinado» a que se somete a la caña de azúcar y al trigo
integral. Las compañías azucareras y los fabricantes de pan hablan del «refinado» de
esos alimentos naturales, pero el término induce a error. Si «refino» mis pensamientos,
los hago más claros y exactos, los libero de falacias y cosas sin importancia. Si, como
artista amateur, decido esculpir una estatua, resultará mucho menos refinada que
cualquier obra de Rodin.

Dicho en otras palabras, en la estatua de Rodin habrá muchos más detalles y gracia y
mucho menos barro inútil. Pero lo que la industria alimentaria hace realmente al
«refinar» es despojar al alimento de ingredientes nutritivos esenciales hasta dejarlo
«almacenable» y «comercializable». Algunos «alimentos» nos restan tanta energía vital
que el músculo indicador se muestra débil aun en los tests «al desnudo». Otros son
menos debilitadores; en esos casos, los test deben realizarse mientras el sujeto se toca el
punto del timo. Aplique ambos tipos de prueba antes de dar por sentado que un alimento
contiene vida. Los pasos generales que conviene seguir en una prueba o test de
alimentos son los siguientes:
1. Aplique el test a su sujeto «al desnudo» y encuentre un fuerte músculo indicador.
2. Haga que el sujeto ponga un poco del alimento examinado dentro de su boca, y que lo
retenga en ella.
3. Compruebe nuevamente el músculo indicador.
4. Si el músculo indicador se muestra débil, haga que el sujeto se saque el alimento de la
boca y se la enjuague.
5. Si el músculo indicador se muestra fuerte, haga que el sujeto ponga los dedos sobre el
punto de la glándula timo y repita el test (el alimento sigue aún en la boca).
6. Si el músculo indicador se muestra débil «al desnudo» o mientras el sujeto se toca el
punto del timo, repita la prueba para asegurarse de que ha recuperado su fuerza.
7. El sujeto debería enjuagarse la boca con agua de manantial o destilada antes de pasar
a comprobar el siguiente alimento.
Compruebe los alimentos de sus apresuradas cenas ante el televisor, sus helados y dulces
de super mercado, sus cereales preparados, sus guindas de postre, sus bebidas
alcohólicas, e incluso el agua del grifo.
Si el test arroja como resultado un estado de debilidad, enfréntese a la idea de que el
hecho de seguir comiéndolos destruye su energía vital, le provoca un desequilibrio de
energía negativo y, evidentemente, no contribuye a una salud positiva y a una
prevención primaria. Después de todo, el objetivo que se persigue comiendo es extraer
energía de los alimentos, por lo que parece disparatado ingerir alimentos que la
destruyan. Pero, una vez más, y como siempre, compruébelo por sí mismo.

Su cuerpo es el que mejor juzga lo que es bueno para usted y lo que no. Yo
personalmente encuentro que los alimentos artificiales, los muy refinados y los
procesados suelen debilitar. Por el contrario, los alimentos naturales y cultivados
orgánicamente suelen elevar casi invariablemente el nivel de energía vital. Por ejemplo,
si alguien cuyo timo se muestra débil ingiere un trozo de manzana cultivada
orgánicamente, tenderá casi siempre a mostrarse fortalecido. Los alimentos naturales,
tales como la fruta y las verduras, los cereales, huevos, frutos secos y semillas, el pollo y
la mayoría de los pescados, deberían resultar fortificantes, a menos que hayan sido
fuertemente fumigados o contaminados.

Si desea comprobar por sí mismo hasta qué punto resultan perjudiciales los pesticidas,
limítese a fumigar una pequeña cantidad en la estancia en que se halle y verá cómo la
glándula timo, anteriormente fuerte y vigorosa, se muestra ahora debilitada. Resulta muy
interesante que si ingiere una fruta cultivada orgánicamente mientras mantiene una
postura física correcta, los efectos perjudiciales se ven enormemente disminuidos (véase
el Cap. 11, relativo al tema de las posturas). Tiene suerte de que su cuerpo pueda
discriminar con tanta exactitud y rapidez entre los alimentos «buenos» y «malos». No es
necesario que pregunte a un experto en nutritión ni a un bioquímico; todo lo que tiene
que hacer es preguntarle a su cuerpo mediante los tests de kinesiología del
comportamiento.

Por ejemplo, y en sólo cuestión de segundos, podrá resolver la controversia acerca de la


sacarina en lo que se refiere a usted mismo. ¿Cómo podemos esperar que nuestros hijos
coman mejor cuando están siendo constantemente bombardeados por anuncios
televisivos y otras modalidades de publicidad que exaltan el sabor y la «bondad» de los
alimentos artificiales? El mejor medio de contrarrestarlo consiste en someter al niño a
tests kinesiológicos, exactamente como haría con un adulto, en proporcionarle luego
algo del alimento en cuestión y dejar que sea él mismo quien experimente o «sienta» la
diferencia.
Los niños se muestran muy receptivos hacia este tipo de tests, especialmente cuando se
dan cuenta de que, si dejan de ingerir los alimentos «malos», es probable que aumente
su capacidad atlética. De hecho, los niños son mucho más influenciables que los adultos
—de ahí que la publicidad televisiva se dirija fundamentalmente aellos—.
Los adultos suelen formular todo tipo de objeciones, tales como: «¡Me estás presionando
el músculo demasiado fuerte!» Con frecuencia prefieren no saber la verdad: que están
ingiriendo alimentos, en teoría para ganar energía, cuando en realidad la destruyen. En el
mundo de la publicidad suele decirse que los alimentos son «buenos», como si hubiese
unido a ellos algún tipo de moralidad. Y la gente explica: «Puede no ser bueno para mi
salud, pero tiene muy buen sabor». La mayoría de los alimentos no saben tan «bien»
como nosotros creemos; simplemente hemos sido condicionados para considerar
agradables determinados alimentos.

Las preferencias de gusto difieren ampliamente de una cultura a otra, y dependen en


gran medida de los condicionamientos de nuestros primeros años de vida. En nuestra
sociedad, nuestro gusto se ha visto tan afectado por la publicidad que no constituye ya
un determinante fiable de lo que debemos comer y lo que no. Yo personalmente he
sometido a prueba numerosos aditivos alimentarios. Todos ellos debilitan el timo y, en
ocasiones, provocan incluso un debilitamiento del músculo indicador en un test «al
desnudo». Esto concuerdacon los resultados de las investigaciones acerca de las
repercusiones de los alimentos y de los aditivos en los niños hiperactivos.

Recuerdo dos niñas gemelas, de seis años de edad, que fueron traídas a mi consulta por
resultar incontrolables en la escuela. Sufrían de graves calambres abdominales y su
conducta o comportamiento resultaba desastroso. En mi oficina o consulta se dedicaron
a correr de un lado para otro derribando sillas, golpeando puertas y, en general,
convirtiéndose en espantosas fuentes de ruido y estruendo. Mediante tests musculares,
les demostré cómo el azúcar las había debilitado y cómo las manzanas cultivadas
orgánicamente y la miel pura, sin filtrar ni refinar, las fortalecían. Les dije que todo esto
explicaba su bajo rendimiento deportivo en la\escuela.Se fueron a casa decididas a
cambiar de dieta. Todo lo que su madre hizo fue dejar de darles aditivos y todas las
modalidades de azúcar refinado. Las sustituyó por azúcares naturales, fruta y miel pura
no refinada. Las gemelas volvieron al cabo de dos semanas.

Sus calambres abdominales habían desaparecido y su conducta mejorado


considerablemente. En su segunda visita se comportaron como pacientes modelo. En mi
sala de espera permanecieron calladas, se mostraron bien educadas y en control de sus
energías. Habían vuelto a la escuela y demostrado a sus compañeros de clase cómo las
bebidas refrescantes y el azúcar las debilitaba, y ahora todos los demás niños estaban
intentando cambiar sus artificiales alimentos por las manzanas de las gemelas. A través
de tests kinesiológicos, un médico experimentado puede prescribir a sus pacientes un
amplio programa de complementos nutritivos. ¿Cómo contribuyen a ello los principios
de la kinesiología del comportamiento? Tal como he indicado anteriormente, cada uno
de los músculos importantes está relacionado con un determinado órgano.
No obstante, años de pruebas y experiencias clínicas demuestran que determinadas
sustancias, sustancias naturales, elevan la energía y mejoran el funcionamiento de
órganos específicos. Por tanto, cuando los tests revelen determinadas debilidades
musculares, puede prescribirse o administrarse el elemento nutritivo adecuado. Si el
diagnóstico fue correcto, el músculo anteriormente débil se mostrará inmediatamente
fortalecido después de la ingestión de dicho complemento o reconstituyente. Pero tales
métodos y procedimientos quedan fuera del alcance de este libro.

Sin embargo, siempre podemos utilizar sencillas pruebas de kinesiología del


comportamiento para averiguar qué alimentos y complementos son beneficiosos para
nosotros. Si su glándula timo se muestra débil, ingiera sus habituales complementos y
realice luego una prueba o test para comprobar si se ha fortalecido. Probablemente no
será así, ya que, aunque algunos de los complementospueden ser reforzantes, otros
posiblemente le debiliten. Lo que debería hacer es comprobar sus complementos uno a
uno, para ver cuáles elevan su nivel de energía vital. Por supuesto, deberá seguir
tomando los que le resulten beneficiosos y dejar de tomar los que no. Muchas veces,
esos complementos alimenticios se prescriben por razones válidas; y, sin embargo, la
persona que los toma resulta debilitada.

Esto se suele deber a que los otros ingredientes de la tableta o pastilla, colorantes,
aditivos o envolventes, son perjudiciales. Una marca puede resultar, pues, reforzante,
mientras que otra tableta aparentemente idéntica, pero de marca distinta, quizá resulte
debilitadora. Tendrá, pues, que comprobar incluso las distintas marcas de
reconstituyentes. Pero deje una vez más que su propio cuerpo le sirva de guía.¿Qué
complementos o reconstituyentes son mejores, los muy refinados o los de menor
potencia, pero más naturales? ¿Resulta, por ejemplo, mejor 800 unidades de vitamina E
muy refinada que 4 ó 6 unidades de vitamina E más natural?.

La respuesta suele decantarse por las 4 o 6 unidades; las sustancias naturales, aunque de
menor potencia, tienen más probabilidades de corregir una determinada debilidad
muscular que las de mayor potencia. En general, los complementos y vitaminas más
refinados pueden llegar incluso a debilitar al paciente. Como siempre, compruébelo
usted mismo y vea qué ocurre. El masticar esos complementos o reconstituyentes parece
provocar una mayor respuesta en términos de pruebas musculares que limitarse a
tragarlos. Evidentemente, determinadas cápsulas y productos no pueden masticarse, pero
debería fijarse siempre en la etiqueta que acompaña al producto y comprobar si se
recomienda masticarlo o no.

Yo recomiendo muchas veces extractos de tejidos de timo a mis pacientes aquejados de


glándulas de timo poco activas. No obstante, de todos los complementos naturales por
mí probados, el que parece resultar más vigorizante para el timo y, por tanto, para la
energía vital es la resina de abeja, o propóleo de abeja, un tipo de resina segregada por
los árboles y metabolizada luego por las abejas, que la acarrean para revestir con ella el
interior de sus colmenas. Esta sustancia es objeto de un considerable número de
investigaciones clínicas en diversos países europeos, especialmente en la Unión
Soviética, Dinamarca y Alemania. Durante años y años ha demostrado su eficacia contra
las bacterias, los virus y los hongos. Ahora sabemos ya que la razón de todo ello consiste
en que activa la glándula timo y, por tanto, el sistema de inmunización.

El papel de la alergia a los alimentos en determinadas enfermedades está más que


demostrado. En mi propia práctica clínica, he visto a una mujer aparentemente normal
ingerir unas cuantas palomitas de arroz y sufrir en el plazo de diez minutos una intensa
propensión al suicidio psicótico. Y he visto cómo la ingestión de una pequeña cantidad
de un alimento italiano, llamado zucchini, bastaba para precipitar una colitis de carácter
degenerativo. En numerosas prácticas de medicina preventina, y en algunas prácticas
psiquiátricas, resulta habitual efectuar tests de alergia a determinados alimentos. Tales
pruebas resultan sumamente complicadas y costosas. Ahora, gracias a las pruebas de
kinesiologla del comportamiento, pueden realizarse con gran sencillez.

Limítese a pedirle a algún amigo que le someta a tests mientras ingiere muestras de
todos los alimentos que come habitualmente. Por supuesto, los alimentos artificiales
tenderán por lo general a debilitarle. Pero si alguna muestra de alimento natural y puro le
debilita, es que, de momento y para todos los fines prácticos, es usted alérgico a dicho
producto. Más de un 90 por 100 de mis pacientes se muestran débiles con la carne de
vaca, el trigo y los productos lácteos. En las alergias de cualquier tipo, y cuando la
sustancia en cuestión no pueda ser fácilmente evitada o sustituida, encuentro que se
produce una notable mejoría estimulando la actividad del timo. Hace poco tiempo visité
a un hombre internado en un importante centro médico, y que sufría de una extremada
sensibilización o reacción alérgica a una tableta de sulfamidas que le hacía tomar su
médico.

Era tan grave, que había llegado a un ulceramiento de los conductos digestivos y
bronquiales superiores, por lo que parecía que iba a morirse. Sin embargo, y aunque casi
milagrosamente, logró sobrevivir. Yo le vi algunas semanas después, pedí una muestra
del medicamento en cuestión y apliqué tests tanto a él mismo como a otras personas. En
todos los casos, el músculo se debilitaba tan pronto como se ponía la tableta en la boca,
lo que indicaba que la energía vital de la persona se había visto instantáneamente
disminuida por la sustancia, y que no debía suministrarse bajo ninguna circunstancia, ya
que podían producirse reacciones imprevistas y quizá incluso fatales. Se trata de una
prueba sumamente sencilla.
Puede no coincidir al 100 por 100 con otros hechos médicos relativos a alergias y
sensibilizaciones, pero posee tanto valor intrínseco como cualquier otra técnica de tests.
Resulta imposible calcular el número de fallecimientos, enfermedades y
hospitalizaciones, con frecuencia prolongadas, causados por reacciones adversas a los
medicamentos recetados. La mayoría de estos casos podrían prevenirse mediante este
sencillo test muscular. Siempre que se plantee tomar un medicamento, y tanto si le ha
sido prescrito como si no, limítese a ponérselo en la boca y a comprobar si el músculo
indicador sigue mostrándose fuerte y vigoroso.

Si éste se muestra débil, no lo tome bajo ningún pretexto, pues estaría infringiendo la ley
básica de la kinesiología del comportamiento: si una sustancia debilita, no debe
ingerirse. Hay que sacarla inmediatamente de la boca y enjuagarse ésta
concienzudamente. Su cuerpo posee una inteligencia innata. El debería ser el árbitro
último de un tratamiento, y no un libro de texto o ni siquiera la experiencia médica. Si la
energía vital del cuerpo —medida mediante tests de la glándula timo— resulta
fortalecida, podrá ingerir la sustancia en cuestión; si resulta debilitada, no debería
hacerlo. Tengo la esperanza y sueño con que, en el futuro, toda medicación será
comprobada kinesiológicamente antes de su administración.

Esto es algo que los médicos deben a sus pacientes y que nosotros nos debemos a
nosotros mismos.Fijémonos ahora en el siguiente diálogo, tan familiar y tan peligroso al
mismo tiempo: «Ah, pero un poquito no te hará daño...» «Anda, sólo un bocado...» «Ni
un traguito? Un traguito sí que puedes tomarte, ¿no?» Con estas frases se han roto
dietas, propagado el alcoholismo, y empujado a la gente a una mala salud, una deficiente
nutrición y unas dentaduras desastrosas.

Pues resulta que incluso la menor cantidad de una sustancia dañina, por ejemplo el
azúcar, provoca en los músculos el mismo efecto debilitador que una ración mayor. En
el actual pensamiento médico, lo que se toma en cuenta es únicamente la dosis. Se nos
dice continuamente que una determinada sustancia química puede resultar peligrosa,
pero que la cantidad a que estamos expuestos o que ingerimos no nos hará daño alguno.
Esto es algo que está aún por demostrar. Además, las cantidades mínimas admisibles son
a veces convenientemente alteradas.

Por ejemplo, hace poco tiempo leí que el gobernador de un estado había formulado una
interesante solución para un grave problema: un determinado contaminante carcinógeno
había alcanzado cotas peligrosas en su zona, por lo que se limitó a «resolver» el asunto
no aplicando multas o cerrando las factorías responsables de la contaminación, sino
simplemente elevando el límite aceptable de dicho producto carcinógeno. Ha llegado el
momento de que nos demos cuenta de que no sabemos cuál es la cantidad mínima
admisible de un veneno.
En tanto que un músculo se muestre debilitado a causa de un veneno, no deberemos
exponernos a la menor dosis del mismo. ¡Un veneno es un veneno! Olvídese, pues, de su
habitual forma de pensar: «Ah, pero un poquito deazúcar no me hará daño».
Toda sustancia, o bien eleva su energía, o bien la reduce. No hay otra alternativa.
Cualquier sustancia que disminuya su energía en una dosis alta no la elevará por mucho
que la reduzca. No se deje atrapar por los razonamientos de tipo cuantitativo, pues se
trata de un tema cualitativo. En el Cap. 8 hemos estudiado los peligros del tabaco. Se
trata también de una cierta modalidad de nutrición, pues, después de todo, nos tragamos
el humo. A pesar de las advertencias que, por ejemplo, llevan obligatoriamente los
paquetes de cigarrillos, casi la mitad de la población adulta norteamericana fuma.
Resulta raro encontrar un fumador empedernido cuyo timo se muestre fuerte y vigoroso.

Por supuesto, la solución está en manos del propio fumador: o bien renunciar al tabaco y
abrazar la vida, o bien seguir fumando y exponerse continuamente a una pésima salud.
Compruébelo por sí mismo y convénzase. Si es fumador, repiquetee dos o tres veces
sobre su timo para estimularlo. Haga luego que alguien someta aprueba a su músculo
indicador mientras se toca el punto del timo. Encienda luego un cigarrillo y déle una
chupada. Repita la prueba o test. Se habrá debilitado. Muchas veces, el simple hecho de
mantener el cigarrillo en la boca, aunque sea sin encender, bastará para provocar el
estado de debilidad —siempre que se mantenga no por el extremo del filtro, sino por el
otro—.

Con un sujeto que fuma, resulta difícil obtener resultados exactos de tests musculares en
relación con otros factores.¡En qué situación nos encontramos! ¡Todos los años se
dedican millones y millones de dólares a anunciar alimentos artificiales y cigarrillos que
lo único que hacen es reducir nuestra energía vital! Los alimentos que ingerimos
empeoran día a día. Han sido más fumigados y envenenados, se han cultivado de forma
más artificial, y en el momento en que los tomamos tienen cada vez más tiempo encima.
Y, por si fuera poco, normalmente los cocinamos de manera excesiva, de forma que, al
final, no queda en ellos cualidad alguna, no tienen ya la menor vida.

Hoy en día nos resulta cada vez más y más difícil encontrar y preparar alimentos sanos y
«vivos», pero nos queda aún una solución. Una vez que los tests de kinesiología del
comportamiento nos hayan demostrado claramente la diferencia entre unos alimentos
«vivos» y unos alimentos «muertos», no deberíamos tener la menor dificultad para
modificar nuestra dieta de acuerdo con ello. No obstante, si seguimos negándonos a
introducir tales cambios, nuestra energía vital se verá con toda probabilidad gravemente
debilitada. Desgraciadamente, éste se está convirtiendo en un problema cada vez más
extendido debido a la abrumadora propaganda y promoción que se hace de alimentos
insanos y dañinos. Terminemos, sin embargo, este capítulo con una nota optimista. Hay
siempre algo positivo que extraer de los tests de kinesiología del comportamiento. Con
las enseñanzas que extraiga de ellos será capaz de aplicar los resultados de sus propias
pruebas, no sólo para evitar lo que es «malo», sino también para perseguir lo que es
«bueno». ¡Por supuesto que siempre se puede elegir!.
11
LA IMPORTANCIA DELA POSTURA

«Nuestra postura humana erguida es un logro único. Se trata de una posición y de un


equilibrio sumamente delicados, de una educación de fuerzas provocada por la
interrelación entre mecanismos sensoriales y motores, que elimina prácticamente todo
esfuerzo muscular. La cualidad única e inimitable de dicha postura consiste en esta
reducción de esfuerzos».
W. H. M. Carrington.

Los biólogos nos informan que, en la evolución desde la locomoción a cuatro patas a la
locomoción a dos, se ha alcanzado una significativa eficiencia mecánica. Mientras que el
ser humano gasta sólo un 18 por 100 de su energía para' permanecer de pie, un animal
necesita hasta un 40 por 100 de la suya para sostenerse sobre sus cuatro patas. Pero esa
cifra del 18 por 100 no es aplicable al individuo medio, que permanece de pie y sentado
con la espalda curvada, el pecho hundido y la cabeza inclinada hacia adelante. Las
personas con deficientes posturas físicas no sólo ofrecen un mal aspecto o apariencia,
sino que gastan mucha más energía de la necesaria tanto cuando permanecen de pie
como cuando están sentadas, andando o realizando cualquier tipo de tarea.

En lugar de utilizarla en su propio beneficio, luchan constantemente contra la fuerza de


la gravedad. Si su cuerpo se encuentra en una mala postura, la fuerza de la gravedad le
empujará en la dirección en que se concentre la mayor parte de su peso. Si todas las
partes importantes de su cuerpo: la cabeza, el pecho, las caderas y las piernas, se
encuentran debidamente apoyadas en la parte inferior, la fuerza de la gravedad le
ayudará de hecho a permanecer erguido. Las malas posturas reúnen también otras
desventajas e inconvenientes que sólo cabe detectar mediante tests kinesiológicos.
Pruebe el timo de alguien mediante el método habitual. Si se muestra débil, pídale que
permanezca sentado o de pie, pero con la columna vertebral rectay la cabeza erguida.
El timo anteriormente débil se mostrará ahora fuerte, indicando que la energía vital se ha
visto incrementada. Una buena postura facilita al parecer el flujo de energía a través del
cuerpo. Si el timo de susujeto se mostró inicialmente fuerte, pídale que hunda los
hombros. Su timo se mostrará inmediatamente debilitado. Realicemos ahora una prueba
distinta.

Haga que el sujeto ingiera un poco de azúcar refinado o alguna otra sustancia de la que
se sepa que contribuye a debilitar el timo. Si está sentado en posición erguida, su timo
no se mostrará débil. Al parecer, cuando se ha estimulado su energía vital, suele verse
también elevada su resistencia a determinadas influencias adversas o negativas. Y una
postura correcta es uno de los estímulos más efectivos que hay. Las posturas incorrectas
no sólo dificultan la actividad del timo y reducen la energía vital, sino que inducen
también al estado de «conmutación», estado en el que, como hemos señalado con
anterioridad, la persona está descentrada y se da un desequilibrio entre los dos
hemisferios cerebrales (véase el Cap. 5).

Esto es algo que podemos comprobar mediante el procedimiento habitual (véase la pág.
64), limitándonos a observar la diferencia que se registra entre cuando comprobamos el
equilibrio cerebral del sujeto en una mala postura y cuando lo hacemos en una postura
correcta.

El participar en una carrera ciclista o incluso el montar en una bicicleta fija, de ejercicio,
puede provocar asimismo una «conmutación». Esto se debe fundamentalmente a una
mala postura, aunque también contribuye la posición rígida de los brazos. Si el ciclista
quita las manos del manillar y se sienta erguido mientras pedalea, la «conmutación» no
se producirá. Un paciente mío, concertista de piano, me confió que cada vez le resultaba
más difícil leer música y tocar piezas o fragmentos complicados. Nos dirigimos a su
estudio y le observé mientras tocaba. Me di inmediatamente cuenta de que se sentaba en
una postura forzada e incorrecta, con los hombros hundidos y la cabeza caída hacia
adelante.
Además, el taburete de su piano era tan alto que para poder ver la partitura tenía que
doblar mucho su cuello y tensar el mentón. En resumen, su postura no podía ser peor.
Le apliqué un test y comprobé que, en dicha postura, sufría todas las características del
fenómeno de la «conmutación»; es decir, que se encontraba descentrado, con un fuerte
desequilibrio entre ambos hemisferios cerebrales, y que su timo y, por tanto, su energía
vital estaban considerablemente debilitados.

Entonces regulé la altura del taburete y le pedí que modificase su postura. Al cabo de
una semana se presentó nuevamente en mi consulta con una amplia sonrisa en la cara
para informarme que su estado de confusión y sus problemas de destreza habían
desaparecido totalmente.
Los trabajadores fabriles pueden encontrarse con problemas parecidos. En la mayoría de
las cadenas de montaje, el trabajo se realiza en tales posturas que los trabajadores se
encuentran «conmutados» durante prácticamente toda su jornada laboral. Ajustando
cuidadosamente la altura del asiento y el ángulo desde el que se realiza el trabajo,
desaparece el desequilibrio cerebral. En ese caso, aumentará considerablemente la
eficiencia y los errores serán mucho menores. Todo esto nos lleva a tomar en
consideración el papel desempeñado por la posición de estar sentado. Las sillas
metálicas, como las plegables utilizadas habitualmente en los auditorios, provocarán un
estado de «conmutación» en prácticamente todo el mundo. (Esto se debe a que el metal
cruza la línea media del cuerpo u organismo.)
Lo mismo ocurre con las modernas sillas tapizadas. Recorra su casa y compruebe cómo
se siente en los distintos asientos de la misma. Primero tense la columna vertebral,
asegúrese de que sus hemisferios están equilibrados y que su glándula timo se muestra
fuerte y vigorosa. Luego siéntese en la silla en la posición habitual. Repita la prueba.
Ahora se encontrará «conmutado», descentrado y con el timo débil. Todos los asientos
blandos y confortables contribuyen a reducir su energía vital y a provocar cierto grado
de stress. Las sillas firmes, con respaldos rectos, son muchísimo mejores. No obstante, la
característica más importante de una silla es el propio asiento.

Si se sienta sobre una superficie firme, su columna vertebral se tensará automáticamente,


su timo se mostrará fotalecido y no se producirá el fenómeno de la «conmutación».
Disminuirá el stress de su cuerpo y, por tanto, de todo su ser. Las sillas de despacho
suelen tener el asiento firme y el respaldo recto. No obstante, cuando escribimos o
leemos, la mayoría de nosotros solemos inclinarnos sobre la mesa. Evidentemente, el
momento en que uno está escribiendo o estudiando algo no es el mejor para sentirse
mentalmente confundido y tenso. Por tanto, y mientras efectúa cualquier trabajo de
carácter intelectual, siéntese lo más erguido que pueda; e intente no cruzar las piernas o
los pies, pues esto sólo provoca un estado de «conmutación».

Los asientos de los automóviles pueden provocarnos también ese estado. Recuerdo un
paciente que se quejaba de que en cuanto conducía durante media hora se sentía cansado
y empezaba a interpretar erróneamente las señales y direcciones del tráfico. Le
recomendé que, mientras conducía, se sentase sobre un tablero firme o sobre una lámina
de plástico duro. Gracias a ello podía conducir diez horas seguidas y llegar a su punto de
destino exactamente como había salido, sin cansancio, confusión ni stress. (A muchas
personas les resulta difícil orientarse en un mapa cuando se encuentran en el interior de
un coche. ¿No se deberá a que el asiento del mismo les provoca un cierto estado de
«conmutación»?) A los que viajan habitualmente en avión les recomiendo que lleven
consigo una plancha de madera o de material acrílico sobre la que sentarse. Eso
contribuye a reducir el cansancio y la desorientación provocada por los cambios
horarios. Me pregunto hasta qué punto esa sensación se debe a la perturbación de los
ritmos biológicos y no al permanecer tres, seis o más horas en el interior de un avión,
«conmutado» en todo momento y con una actividad del timo considerablemente
reducida.

Compadezcámonos de los pobres dentistas. Se pasan el día de pie, escrutando toda una
sucesión de bocas desde todos los ángulos posibles. Cuando se sientan, es a un lado del
sillón del paciente, con la columna vertebral curvada mientras se inclinan sobre el
mismo. Cuando trabaja introduciendo un espejito en la boca, se tiene que orientar al
revés. Yo personalmente he aconsejado a cientos y cientos de dentistas que se sienten
sobre una base firme y que se inclinen hacia adelante a partir de las caderas,
manteniendo la columna vertebral recta. Tras seguir mis instrucciones, muchos de ellos
han experimentado una notable disminución del stress físicoy mental mientras trabajan.

Los dentistas, los peluqueros y todos aquellos que permanecen mucho tiempo de pie
necesitan un calzado adecuado. Evidentemente, si lleva uno un calzado inadecuado, le
resultará difícil incluso mantener una postura correcta. FIG 33 La posición horizontal
Alexandre. Haga que alguien le aplique una prueba o test muscular después de caminar
vivamente sobre una superficie dura para comprobar si los zapatos que lleva contribuyen
a fortalecer o a debilitar su timo. En el caso de que ocurra lo segundo, pruebe con otros
zapatos. Compruebe asimismo la altura del tacón. Si su músculo se muestra débil
cuando se limita a permanecer de pie con los zapatos puestos, eleve gradualmente los
talones —u, ocasionalmente, la parte delantera— de sus zapatos colocando plantillas
debajo de ellos, hasta que el músculo vuelva a mostrarse fuerte.

La natación constituye una excelente terapia para los problemas derivados de las
posturas físicas incorrectas. El «hacerse el muerto» o flotar sobre la espalda corregirá
automáticamente su postura, pues se verá libre de la presión diferencial de la fuerza de la
gravedad. Compruebe si eso fortalece o no su timo. Una posición destinada a mejorar las
posturas del cuerpo es la llamada posición horizontal Alexander, que forma parte de la
técnica Alexander, descubierta por F. Matthias Alexander. Se trata de una posición
altamente beneficiosa.

Alinea perfectamente el cuerpo, permitiendo por tanto el libre flujo de energía a través
de todo él y posibilitando que el timo controle y corrija fácilmente cualquier
desequilibrio. Esta posición horizontal Alexander es como sigue: permanezca echado
sobre el suelo, con las rodillas elevadas, los pies descansando horizontalmente y la parte
externa de los muslos paralela a las caderas.
Coloque algunos libros bajo la cabeza, de forma que la columna vertebral y el cuello
estén tal como aparecen en la figura (Fig. 33). En esta posición se sentirá relajado y
receptivo a todas las influencias tonificantes que le rodean, como, por ejemplo, la
música. Se trata de una postura que todo el mundo debería adoptar diariamente durante
un rato. Pero el primer paso para alcanzar buenas posturas consiste en pensar con
orgullo y caminar con orgullo. EPILOGO «La fase más importante en el proceso de
perfeccionamiento del ser humano es aquella en que pasa del control subconsciente al
control consciente de su propia mente y cuerpo.:F. M. Alexander.

Como puede comprobar, el alcance de la kinesiología del comportamiento es muy


amplio. Nos proporciona medios para evaluar y calibrar los efectos sobre el cuerpo de
todo tipo de estímulos, sean internos o externos, físicos y psicológicos. Nos proporciona
además una nueva comprensión de la acción generalizada de todo el sistema de energía
del cuerpo. No existe ningún área de la vida a la que no resulte aplicable la kinesiología
del comportamiento. Arroja incluso luz sobre temas tan diversos como la conducta
instintiva, el proceso creativo, el origen del lenguaje, la antropología, la etología, la
experiencia estética, y modalidades de comunicación tales como los gestos.

En esta obra me he centrado únicamente en un aspecto de la kinesiología del


comportamiento: las repercusiones de diversos factores sobre la glándula timo y, por
tanto, sobre la energía vital. Si la glándula timo no se muestra suficientemente activa, los
desequilibrios de energía del organismo quedan sin corregir y se ponen las bases para la
aparición de enfermedades. Tal como he demostrado, los factores básicos que afectan a
la glándula timo y, en consecuencia, a la energía vital, son los que experimentamos
habitualmente en nuestra vida cotidiana: el stress, nuestras propias actitudes, la gente
que nos rodea, nuestro medio o entorno físico, los alimentos que ingerimos y nuestras
posturas corporales.

En la medida en que nos concentremos en los factores positivos y benéficos de estas seis
categorías, la glándula timo se mostrará activa y, por tanto, capaz de llevar a cabo sus
vitales funciones. Sólo cuando la glándula timo trabaja apropiadamente estará a nuestro
alcance el deseable estado de salud positiva; es decir, el que consiste no simplemente en
no estar enfermo, sino positivamente bien. A lo largo de esta obra he ido sugiriendo toda
una serie de técnicas para estimular la actividad de la glándula timo y elevar así la
energía vital. Paso ahora a resumirlas brevemente, para una fácil referencia:
•Repiquetee sobre su timo tres o cuatro veces al día con el fin de estimularlo y reducir
las consecuencias de la tensión o stress.
• Realice frecuentes «descansos de energía». Recite uno o dos versoso contemple algún
cuadro de paisajes—o una reproducción—.
 Repiquetee al mismo tiempo sobre su glándula timo para mantener sus energías
equilibradas y para reducir al mínimo las pautas de stress de sus hemisferios cerebrales.
• Escuche música estimulante y vivificante. Para reforzar su efecto, hágalo en la
posición horizontal Alexander y golpeando al mismo tiempo sobre su punto del timo.
•Escuche los sonidos de la naturaleza, tales como los cantos de los pájaros y el
murmullo del agua. Dúchese mientras permanece recto y erguido.
•Encuentre un pensamiento tranquilizador, al que recurrir constantemente para que le
ayude a mantenerse centrado. Puede consistir en una escena placentera o incluso en una
imagen de sí mismo en estado de perfecta salud.
• Mantenga la lengua apoyada contra el «mando centrador»
• Sonría lo más que pueda. Hágalo varias veces al día, a modo de ejercicio. Le ayudará a
corregir cualquier posible desequilibrio en el sistema de energía de su cuerpo.
• Piense y camine con orgullo.
• Demórese en los pensamientos positivos: el amor, la fe, la confianza, la gratitud y el
valor.

Si aplica estas técnicas con regularidad, estará usted incrementando su nivel de energía
vital en lugar de reduciéndolo. Será capaz de espigar lo mejor de una situación o
circunstancia dada, en lugar de dejarse dominar por sus posibles aspectos negativos. Y
podrá introducir cambios en su vida cotidiana que le conducirían a la práctica de la
prevención primaria.

Reproduzco a continuación dos importantes principios de la kinesiología del


comportamiento:
1) Compruébelo todo por sí mismo. Pregúnteselo a su propio cuerpo. No acepte lo que
puedan decirle los demás sobre cómo le afectará algo. Conviértase en su propio asesor
en temas de salud.
2) Elija aquellas cosas que le hagan sentirse fuerte; evite las que le hagan sentirse débil.
Este es el dictum de la kinesiología del comportamiento. En estas páginas le he
transmitido sólo algunos de mis propios descubrimientos. Pero hay millones y millones
de ellos esperando a que alguien los efectúe. Póngase en movimiento y realice un test
tras otro. Ahora dispone de las herramientas necesarias.

APENDICE I
RESUMEN DE LAS FUNCIONESMAS IMPORTANTES DE LA GLANDULA TIMO
1. En los primeros años de vida, la glándula timo produce una especie de linfocitos
especiales denominados glóbulos T. Son vitalmente importantes para la vigilancia
inmunológica—la discriminación entre el ser propio y lo demás, o entre lo «bueno» y lo
«malo»—, que tiene que ver directamente con la resistencia a las infecciones y al cáncer.
2. Después de la pubertad, el papel inmunológico más importante de la glándula timo
parece consistir en la activación de los glóbulos T mediante las hormonas que segrega.
3. La glándula timo parece influir asimismo sobre el proceso de crecimiento, ya que las
inyecciones de extracto de timo han servido para elevar la tasa de crecimiento de
cobayas o animales de laboratorio.
4. La glándula timo influye en la fuerza de la contracción muscular. En los casos de
miastenia grave, una enfermedad de la glándula timo, se produce también una intensa y
generalizada debilidad muscular.
5. La glándula timo tiene que ver con el flujo de linfa por todo el cuerpo. El sistema
linfático extrae las materias extrañas, los desechos celulares y las toxinas de las células,
arrastrándolos a la corriente sanguinea para su eliminación.
6. La glándula timo controla y regula el flujo de energía a través del sistema de energía
del organismo, poniendo inmediatamente en marcha medidas correctoras para
contrarrestar los desequilibrios tan pronto como se presenten y para alcanzar un
reequilibramiento y armonía de la energía corporal.
7. La glándula timo constituye el enlace o eslabón entre la mente y el cuerpo, siendo el
primer órgano en verse afectado por las actitudes mentales y por el stress.
8. Como se sabe desde hace miles de años, la glándula timo constituye la sede o asiento
de la energía vital, del thymos. Una glándula timo sana yactiva contribuye a una salud
vibrante y positiva.

APENDICE II EL ORIGEN DE LA PALABRA TIMO


Resulta extrañamente irónico y paradójico que los médicos e investigadores hayan
podido encontrar una clave para comprender el funcionamiento de la «misteriosa»
glándula timo precisamente en el significado de la palabra timo. Aunque timo proviene
del término griego thymos (9vµóç), sus raíces son aún más profundas. Si nos
remontamos más allá del mundo de Sócrates y Platón, veremos que thymos procede de
la raíz indoeuropea dheu, que constituye la base de una amplia variedad de derivados,
cuyo significado es «elevarse en llamas», «elevarse en forma de nube», «hacer humo».
En sánscrito la palabra era dhuma, de la que proceden tanto «humo» como «perfume».
Thymos era una de las palabras más significativas, complejas y huidizas del griego
antiguo. Según Julian Jaynes, thymos o thumos, como se escribe algunas veces, fue,
junto con otros seis términos traducidos habitualmente como mente, espíritu o alma, un
ingrediente clave en la evolución de la consciencia homérica.'' Julian Jaynes, The Origin
of Consciousness in the Bicameral Mind (Boston: Houghton Mifflin Company, 1976),
pig. 257.
En la Ilíada, afirma Jaynes, los dioses les dicen a los seres humanos qué deben hacer y
cómo deben sentirse. En esta primera fase «objetiva» de la evolución de la consciencia
griega, thymos significaba movimiento o actividad tal como se perciben externamente.
Pero, posteriormente, las voces de los dioses desaparecieron o mostraron una falibilidad
que desanimó a los simples mortales, y la palabra thymos se vio internalizada, pasando a
la segunda fase del proceso, y adoptando a partir de entonces un papel mucho más
activo. Listos para las batallas, los hombres se esforzaban por escuchar las órdenes de
antaño. Esta tensión o stress provocó cambios físicos, un aumento de la adrenalina
segregada, un ritmo más rápido de los latidos del corazón y, en consecuencia, la
correspondiente «agitación del pecho».

Con el tiempo, estas respuestas internas al stress llegaron a asociarse con el propio
concepto de thymos. En la fase subjetiva de la evolución de la consciencia, pasó a
considerarse al thymos como una especie de recipiente en el que podía depositarse la
fuerza o vigor. También se personificó. El thymos le hablaba al hombre (y el hombre al
thymos); le dotaba de fuerzas para guerrear y le instaba al amor y a la victoria. Al
resultar tan familiar a los hombres, el thymos llegó a verse comparado con ellos,
atribuyéndosele cualidades que lo elevaban desde el campo de las cosas al de las
personas. (Puede que Ajax no estuviese deseoso de combatir, pero suthymos sí. Y no era
Eneas, sino su thymos, quien se regocijaba en lavictoria).
En un determinado pasaje de la Ilíada, Aquiles dice: «Despertándose como humo en los
pechos de los hombres, incluso cuando Agamenón me provocaba; pero olvidémonos del
pasado, y aplaquemos al thymos en nuestros pechos». Vemos pues cómo,
metafóricamente, el thymos era como humo que se elevaba en el pecho, tal como
implican las raíces indoeuropeas de la palabra. En el siglo II, Galeno dio el nombre de
thymos al órgano formado por dos lóbulos de color gris rosáceo que se encuentra en el
pecho, debido a que, según se dice, le recordaba a un manojo de tomillo. Pero a la planta
de tomillo se la llamaba así precisamente porque se quemaba, a modo de incienso, en los
altares de los dioses.

De hecho, a la elevación a modo de altar que se encuentra en el centro de los teatros


griegos se la denominaba thymele, y el incienso de los sacrificios se depositaba en el
thymiaterion, o incensario. Thymos significaba, pues, humo ascendente, incienso
quemado, un sacrificio a los dioses, todo lo cual se producía dentro del pecho, en el altar
interior. Equivalía a elevación, cantos de alabanza, espíritu y demostraciones de amor.
Se identificaba con el hálitoo alma, del que dependían la energía y el valor de los
hombres. 2 Richard B.Onians, The Origins of European Thought (Nueva York: Arno
Press, 1973), pág. 50.

Nos encontramos, pues, otra vez aquí, de nuevo en el principio, reconociendo al timo
como lo que realmente es: la sede o asiento de la energía vital; y, al mismo tiempo,
incorporando a nuestros conocimientos sobre el tema los nuevos descubrimientos
científicos. Esta integración de lo nuevo y lo antiguo nos conduce a una tercera Edad de
Oro de la timología.

SOBRE EL AUTOR
El doctor John Diamond se graduó cum laude en la Facultad de Medicina de Sydney, en
1957, habiendo obtenido el premio Naughton Manning de psiquiatría. En Australia
desempeñó numerosos cargos clínicos y de enseñanza universitaria en el campo de la
psiquiatría clínica. Tras establecerse en Estados Unidos, el doctor Diamond trabajó
como psiquiatra en el centro médico Beth Israel de Nueva York, ocupando también la
cátedra de psiquiatría en la facultad de Medicina Mount Sinai, asimismo de NuevaYork.
Titulado en psiquiatría tanto en Gran Bretaña como en Australia, el doctor Diamond es
miembro del Real Colegio Australiano y Neozelandés de Psiquiatría, y del Real Colegio
de Psiquiatría de Gran Bretaña. En los últimos años, el doctor Diamond ha ampliado su
campo de actuación para incluir dentro de él a la medicina preventiva, ocupando en la
actualidad numerosos cargos en ese área. Es presidente de la Academia Internacional de
Medicina Preventiva. Durante más de veinte años de ejercicio de la medicina, el doctor
Diamond ha pronunciado conferencias ante numerosos organismos profesionales, tanto
nacionales como internacionales. A través del Instituto de Kinesiología del
Comportamiento, una organización con base en Valley Cottage, NuevaYork, se dedica
actualmente a investigar y enseñar la teoría y las aplicaciones prácticas de la
kinesiologla del comportamiento. Para información adicional sobre el tema de la
kinesiología del comportamiento, diríjase a: The Institute of Behavioral Kinesiology P.
O. Drawer, 37Valley Cottage, NY 10989The Collected Papers ofJohn Diamond, M. D.,
Volúmenes 1 y 2, pueden solicitarse a través del Institute of Behavioral Kinesiology. A
través de dicho Instituto puede conseguirse también The Behavioral Kinesiology Report,
un boletín mensual de noticias dedicado a descubrimientos recientes en el campo de la
investigación y aplicaciones prácticas.

http://descubriendolaluz.wix.com/davidrhawkins

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