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John Diamond
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KINESIOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO.
NUEVA CIENCIA PARA LA SALUD MEDIANTE TEST MUSCULARES
COMO ACTIVAR LA GLÁNDULA DEL TIMO E INCREMENTAR SU
ENERGÍA VITAL
DR. JOHN DIAMOND
PRESIDENTE DE LA ACADEMIA INTERNACIONAL DE MEDICINA
PREVENTIVA
Editorial EDAF
Los resultados serán espectaculares. En casi todos los casos, el sujeto se mostrará
incapaz de resistir la presión. Su brazo cederá fácilmente. ¿Cómo puede ser así?
Aunque el autor del experimento estará presionando con la misma intensidad que antes,
de repente el brazo parece haberse debilitado. Y se trata de una situación tajante, de sí o
no, o bien el brazo cede, o bien no cede, ¿Qué ha ocurrido?
De una forma u otra, el azúcar refinado, la música o cualquiera de las otras influencias
ha debilitado temporalmente el músculo del brazo. Se observaría el mismo efecto con
cualquier otro músculo del cuerpo. (Utilizamos este músculo concreto, el deltoides,
porque resulta adecuado para la prueba o test). Es, pues, evidente que, en las condiciones
de dicha prueba, algo falló en el suministro de energía a través del organismo. El tema
de este libro es precisamente averiguar qué ha fallado y qué podemos aprender de todo
ello.
Primera obra sobre kinesiologia del comportamiento escrita para todos los públicos.
Según esta nueva ciencia, las cosas cotidianas, como los alimentos que ingerimos, la
ropa que vestimos, lo que pensamos, e incluso la música que escuchamos y las imágenes
que contemplamos, ejercen una influencia fortalecedora o debilitadora sobre nuestros
músculos. No se trata de una mera especulación teórica. Ha sido demostrado en
laboratorio con miles de personas. Ahora, usted puede demostrárselo a sí mismo
mediante una simple prueba o test muscular. Y aunque la demostración resulta
sorprendente y divertida, es mucho más que eso: se trata de un valioso instrumento
terapéutico. Mediante este fácil test, puede formular a su propio cuerpo preguntas
relativas a su salud y bienestar, y éste le responderá.
El presente libro le permitirá determinar en qué medida los factores de su entorno y
forma de vida afectan a su energía corporal, y le sugerirá actividades enriquecedoras de
su energía vital.
INDICE Págs.
Reconocimientos 13
Prólogo 15
1. INTRODUCCION 23
2. LA MISTERIOSA GLANDULA LLAMADA TIMO 32
3. TESTS DE KINESIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO 39
4. SU ENERGIA VITAL 50
5. EL STRESS Y EL EQUILIBRIO CEREBRAL 60
6. SUS EMOCIONES Y SU GLANDULA TIMO 77
7. LA GENTE QUE LE RODEA 95
8. SU MEDIO FISICO 111
9. LA MUSICA EN SU VIDA 135
10. LA VIDA EN SUS ALIMENTOS 151
11. LA IMPORTANCIA DE LA POSTURA 164
Epilogo 171
Apéndice I. —Resumen de las funciones más importantes de la glándulatimo 177 Apéndice II. —El
origen de la palabra timo 179
Sobre el autor 183
Autores o titulares de las fotografías 187
RECONOCIMIENTOS
Deseo dar las gracias a todos mis maestros, tanto contemporáneos como antiguos, de los
campos de la medicina preventiva, la psiquiatría, las humanidades y la kinesiología
aplicada. Y, por supuesto, expreso también mi ferviente agradecimiento a los más
grandes de todos ellos, mis alumnos y pacientes. Deseo así mismo saludar a mis colegas
de la Academia Internacional de Medicina Preventiva y del Instituto Internacional de
Kinesiología Aplicada.
También quiero expresar mi gratitud para con Victoria Galban, por su generosa ayuda en
tan numerosos aspectos. Joe Gould merece un reconocimiento especial por su
perseverante deseo de perfeccionar muchas de las ilustraciones de esta obra. Gracias
asimismo a fin' Kalett por sus excelentes fotografías; a Virginia Rohan por su diligente
ayuda, y a mi profesora, Christina Wilton, por su inspiración y pacientes enseñanzas.
PROLOGO
Beatrice Trum Hunter, autora de The Great Nutrition Robbery, ha escrito que «las
valiosas aportaciones de John Diamond al campo de la kinesiología del comportamiento
ofrecen tanto a los profesionales como a los legos en la materia aplicaciones nuevas y
estimulantes en una amplia variedad de materias relacionadas con la recuperación y
mantenimiento de la salud, así como con la medicina preventiva». Otro conocido
especialista en nutrición, el doctor Hans Kugler, autor de Your First 100 Years of
Health, expresa su elevada opinión acerca de los seminarios del doctor Diamond por
todo el país. «El doctor Diamond –manifiesta- se entrega a su labor con un grado de
entusiasmo tal como sólo es posible en alguien que sabe que está hablando sobre algo
verdaderamente nuevo y excitante». Me he limitado a señalar algunas de las
aplicaciones de la kineología del comportamiento.
Y, sin embargo, no sentimos la menor preocupación por las personas cansinas y abatidas
que contemplamos en cualquier calle de nuestras ciudades. Llamamos normal en los
seres humanos lo mismo que en los animales consideraríamos como un estado
deficiente. Pero no es normal, sino simplemente la media. Cuando camina por la calle
alguien lleno de vida y energía, volvemos la cabeza para mirarle como si se tratase de
algo raro y excepcional, cuando, en realidad, eso debería ser lo normal. Al igual que no
es normal que vayamos por el mundo hundidos y sin alegría, tampoco lo es que
caigamos enfermos o fallezcamos a causa de enfermedades crónicas y de carácter
degenerativo.
La mayoría de los varones de nuestra sociedad esperan sufrir antes o después un ataque
al corazón. La mayoría de nosotros tememos llegar a tener un cáncer o, si logramos
escapar de esa terrible enfermedad, sufrir en nuestra vejez de artritis, diabetes, ceguera o
alguna incapacidad mental grave. Pero no tiene por qué ser así. Los longevos habitantes
de las tierras altas del sur del Ecuador rara vez se ven aquejados de tales enfermedades.
Tampoco pierden la visión o se ponen artríticos al llegar a viejos.
David Davies, que pasó una temporada con esta gente tan notable, observó que eran
esbeltos, lúcidos y ágiles, y que sentían una gran pasión por la vida. «Si andabas detrás
de un hombre—señaló— , hasta que no te ponías a su altura no sabías si tenía cuarenta o
ciento veinte años; de ese carácter era su forma de caminar... En sus movimientos había
algo dinámico, incluso como de tigre...I. 1 David Davies, The Centenarians of the Andes
(Nueva York: Anchor Press/Doubleday; Londres: Barris &Jenkins, Ltd., 1975), pig. 51.
Puede que no seamos capaces de adoptar la sencilla dieta, el elevado nivel de actividad y
la relajada forma de vida de este pueblo de los Andes, pero sí podemos hacer mucho
para impedir la aparición y desarrollo de enfermedades crónicas. He llegado a creer que
toda enfermedad se inicia con un problema al nivel de la energía, problema que puede
haber existido durante muchos años antes de manifestarse en forma de enfermedad
física. Parece ser que una reducción o disminución generalizada de la energía corporal
conduce a desequilibrios de energía en determinadas zonas o partes del organismo. Si
somos conscientes de esos desequilibrios de energía en el momento de producirse,
dispondremos de un prolongado período de «gracia» para corregirlos.
Durante mi primera época como médico interno, me di cuenta de que la mayoría de mis
pacientes querían únicamente verse libres de los síntomas que les causaban dificultades,
dolores o incapacidades para poder reanudar los malos hábitos sanitarios que habían
practicado con anterioridad. Eran muy pocos los que deseaban cambiar, encontrarse
realmente bien. Esta era la amarga decepción con que tenía que enfrentarme día tras día.
Recuerdo el triste caso de una mujer extremadamente atractiva, de unos cuarenta años de
edad, anteriormente azafata de profesión, que había contraído matrimonio con un
ejecutivo del mundo de los grandes negocios, divorciado por tercera vez, y que la trataba
como a un adorno.
Su papel consistía en mantenerse bella, educada, y actuar como una perfecta anfitriona.
No debía expresarse tal como era, actuar como una persona por derecho propio. Durante
su matrimonio, esta mujer fue cogiendo una enfermedad psicosomática tras otra. Cuando
yo la asistí, había acudido ya a las consultas de numerosos psiquiatras. En cuanto
intentaba discutir con ella su degradante papel, su auto-envilecimiento, cambiaba de
conversación. Se negaba a afrontar el problema. Finalmente, le contó a su marido lo que
yo pensaba al respecto. Por supuesto, él le ordenó suspender inmediatamente el
tratamiento.
En la siguiente ocasión que oí hablar de ella supe que estaba siendo sometida a una
terapia de electroshock para combatir las crisis depresivas y que se pasaba meses y
meses internada en un hospital. A pesar de casos tan deprimentes como éste, en todos
mis años de ejercicio de la profesión sólo uno de mis pacientes (y tuve miles) llegó a
suicidarse. Ya sé que lo que mantenía a mis pacientes vivos no era precisamente mis
habilidades como psiquiatra.
Se trataba de algo distinto. No conseguía más «curaciones» que mis otros colegas; pero
lo que sí hacía era dedicar grandes dosis de mí mismo a cada paciente. Aquella gente
experimentaba mejoras y se mantenía en un estado satisfactorio gracias a mí, gracias a
mi energía, por lo que yo hacía y no por cambios que se estuviesen produciendo dentro
de ellos. Esencialmente no habían cambiado, estaban siendo simplemente reforzados o
sostenidos por mí. Con mis pacientes psicosomáticos, mi papel era claramente el de una
gallina clueca.
Acogiéndoles bajo mi ala podía contribuir a prevenir los efectos de los tratamientos
destructivos o, en el mejor de los casos, inocuos a que estaban sometidos. Por ejemplo,
tan pronto como el ginecólogo sabía que su paciente acudía a mí, se reducían las
probabilidades de que le practicase una histerectomía. En cuanto un especialista en
alergias se enteraba de que yo atendía a su paciente, disminuía su medicación contra el
asma. Lo que hacía era literalmente ganar tiempo para el paciente, un tiempo que le
permitiese clarificar las cosas por sí mismo. Pero ¿cómo podía devolver a mis pacientes
la responsabilidad de mantenerse en buen estado de salud? Podía hablar con ellos y
demostrarles y ayudarles a valorar hasta qué punto les estaban afectando sus relaciones
con los demás. Pero lo que no conseguía jamás era imbuirles la idea de que su bienestar
era realmente una responsabilidad suya.
Sabía que no podía seguir haciendo aquello; pero no se me ocurría adónde dirigirme o
qué hacer. Tras meses y meses de reflexión, decidí probar un nuevo método. A partir de
entonces no trataría los problemas psiquiátricos como tales, sino que los abordaría en
relación con las condiciones físicas de los pacientes. Practicaría la medicina preventiva,
lo que significaba elevar el nivel de energía del paciente, a fin de superar las primeras
manifestaciones de la enfermedad o, mejor aún, impedir que ésta llegase a hacer su
aparición. Se me abría así un área totalmente nueva de tratamiento médico.
Se trata de una experiencia que nos deja con la boca abierta, y sólo a través de este tipo
de experiencias podemos llegar a comprender repentinamente nuevas verdades. Mis
propias investigaciones y mi propia práctica me llevaron con el tiempo a descubrir una
disciplina distinta, pero relacionada con la del doctor Goodheart, la kinesiología del
comportamiento, que constituye una integración de la psiquiatría, la medicina
psicosomática, la kinesiología, la medicina preventiva y las humanidades. Su
culminación es esta obra, que, salvo unas cuantas excepciones, consiste únicamente en
los descubrimientos originales de mis investigaciones.
En las páginas que vienen a continuación enseñaré a determinar en qué medida los
diversos factores de su entorno y forma de vida están repercutiendo sobre su energía
corporal. Sugeriré numerosas actividades enriquecedoras de energía con las que
reemplazar a las que la agotan. Y enseñaré a modificar o contrarrestar las repercusiones
de los factores debilitadores que no quepa eliminar totalmente. Pero, en primer lugar, el
lector debe saber algo sobre el papel desempeñado por la glándula llamada timo en los
tests kinesiológicos y su relación con la energía corporal, de hecho, con nuestra energía
vital.
2 LA MISTERIOSA GLANDULA LLAMADA TIMO
«¿Ha conseguido algún escritor sobre el tema del timo decir la verdad y ser creído?»
Beard, 1902.
La glándula timo se halla justo debajo de la parte superior del esternón y, por tanto, en
medio del pecho. Se encuentra presente en todos los mamíferos, y en las terneras se
denomina mollejas. Hasta la década de los cincuenta apenas se sabía nada acerca del
timo, aunque desde hacía ya muchos años existían claves para comprender su
funcionamiento. Ya en 1902, Foulerton, un médico londinense, utilizaba extracto de
timo para el tratamiento del cáncer. No obstante, lo que se solía enseñar era que la
glándula timo no tenía función alguna en el adulto, espejismo normalmente basado en el
hecho de que, durante la realización de autopsias, el timo solía aparecer bastante
pequeño y atrofiado.
Esto se debe a que, en respuesta a un stress tan agudo como el provocado por una
infección, el timo puede reducirse a la mitad de su tamaño en menos de veinticuatro
horas. ¡No debe, pues, sorprendernos que aparezca en un estado de atrofia cuando se le
examina post mortem! El hecho de que las observaciones efectuadas durante las
autopsias llevasen a generalizaciones acerca del tamaño del timo provocó unos
diagnósticos trágicamente equivocados acerca de las enfermedades infantiles en un
amplio período de tiempo que va desde la década de los veinte a la de los cuarenta. Las
autopsias de rutina demostraron que los niños tienen timos de dimensiones mucho
mayores que los de los adultos.
No obstante, en los niños que morían de repente, por ejemplo en los asfixiados en sus
propias cunas, se descubría, al practicárseles la autopsia, que poseían glándulas del timo
especialmente grandes, por lo que se pensaba que habían fallecido a causa de alguna
enfermedad relacionada con dicha glándula, enfermedad a la que se dio el nombre de
«status timicolinfático». Las investigaciones efectuadas sobre la glándula timo en la
década de los cincuenta, junto con nuevas evidencias procedentes de exámenes
postmortem, hicieron que se dudase de la existencia de dicha enfermedad.
Los patólogos tomaron nota del hecho, revelado por las autopsias en el campo de batalla
efectuadas durante la guerra de Corea, de que los soldados muertos en combate poseían
glándulas timo mucho mayores que las de hombres de su misma edad fallecidos en un
hospital a causa de alguna enfermedad crónica. Los niños que habían muerto del
llamado «status timicolinfático» lo habían hecho antes de que la glándula tuviese tiempo
de contraerse; las grandes dimensiones de sus timos eran de hecho las normales. Se
había inventado toda una enfermedad basándose en la errónea idea de que era la
glándula timo la que se había hinchado, provocando así la muerte del individuo. ¡Y
pensar que, en numerosas ocasiones, se había sometido el timo de los niños a
radiaciones con el fin de reducir su tamaño, basándose en el supuesto de que eso
disminuiría las posibilidades de que progresara la enfermedad!
Lo que se conseguía mediante este procedimiento era destruir una parte vital de su
sistema de inmunización y aumentar sus probabilidades de contraer infecciones, cáncer
y enfermedades crónicas. Pero a pesar de los descubrimientos de las investigaciones
modernas, el mito del timo como una glándula inútil y atrofiada se resiste a morir.
Siempre que hablo sobre el tema o doy una conferencia para médicos o públicos
especializados, se me recuerda que «todo el mundo sabe que, en el adulto, la glándula
timo no posee función alguna». No obstante, las pruebas y evidencias acumuladas en los
últimos veinte años acerca del papel del timo en inmunología resultan ya tan
abrumadoras que se me hace muy cuesta arriba creer que no existe algún factor de
carácter inconsciente trabajando en contra de que se le preste el reconocimiento que
merece.
En cualquier ser humano o animal cuya glándula timo haya sido extirpada o destruida se
produce una pérdida de eficacia en los mecanismos de inmunización del organismo que
lo protegen de las infecciones y procesos cancerosos. Por ejemplo, si a una rata joven se
le extirpa el timo y se le inyectan células cancerosas, el cáncer se desarrollará
rápidamente y la rata morirá. No obstante, si su timo permanece intacto, el tumor será
reconocido como un invasor hostil y debidamente rechazado. Existen en la actualidad
numerosas evidencias de que la mejora en la capacidad inmunológica conseguida
mediante la administración de extracto de timo puede llegar a contrarrestar algunas
modalidades de cáncer clínico. Tal como indiqué anteriormente, un breve repaso a los
escritos médicos existentes basta para demostrar que el extracto de timo se empleaba
clínicamente para el tratamiento del cáncer ya en el año 1902.
Durante el período embriónico y los primeros años de vida, la glándula timo se ocupa
esencialmente del crecimiento, tal como demuestra el hecho de que la administración de
extracto de timo eleva drásticamente la tasa de crecimiento de cobayas o animales
empleados para experimentos en laboratorio. Y lo que es más importante, se trata
asimismo de la «escuela y fábrica»' ' G. J. V. Nossal, Antibodies and Inmunity, 2.' ed.
(Nueva York: Basic Books, 1978), Ng. 97. para los linfocitos, los glóbulos blancos
responsables de las reacciones inmunológicas del organismo.
En estado todavía inmaduro, los linfocitos acuden al timo desde la médula de los huesos.
Bajo la influencia de las hormonas del timo, esos glóbulos maduran, abandonando luego
el timo y estableciéndose en los ganglios linfáticos y en el bazo, donde dan origen a
otras generaciones de linfocitos denominados glóbulos T (T significa derivados del
timo). Las hormonas del timo fluyen a través de la corriente sanguínea y continúan
ejerciendo su influencia sobre los glóbulos T originados gracias a ellas. El timo puede
considerarse, pues, como una verdadera glándula endocrina; es decir, un órgano que
segrega una hormona que va a parar a la corriente sanguínea para ser transportada a
alguna otra parte del organismo en la que ejercerá su influjo.
Estaba inconsciente, aquejado de fiebre muy alta, y había que ayudarle a respirar, pues
era incapaz de hacerlo por sí mismo. Se hizo todo lo posible por reanimarle, pero
resultaba evidente que iba a fallecer. Entonces se efectuó el equivalente de un cálculo de
los glóbulos T que tenía, descubriéndose un nivel aproximadamente cinco veces inferior
al normal. Se le puso inmediatamente una inyección de extracto de timo, y en el plazo de
veinticuatro horas el proceso había cambiado totalmente de signo. Descendió la fiebre,
pudo respirar por sí solo y recuperó el conocimiento. Este es el tipo de recuperación
espectacular que veremos cada vez más y más, según la comprobación exacta de la
función del timo y la administración de extracto del mismo vayan generalizándose en la
práctica médica habitual, como estoy seguro que ocurrirá en los cinco o diez años
próximos.
Tal como ha señalado uno de los más destacados especialistas en este campo: «Acaba de
iniciarse el segundo siglo de oro de la "timología"». 2 J. F. A. P. Miller, Lancet, 16 de
diciembre de 1967, pág. 1302. La teoría más aceptable acerca del cáncer es
probablemente la formulada por Sir MacFarlane Burnet,'3 F. M. Burnet, Inmunology,
Aging, and Cancer (San Francisco: W. H. Freeman and Company, 1976). investigador
australiano ganador del Premio Nobel. Según él, de los miles de millones de nuevas
células producidas por el organismo cada día, algunas serán anormales. Una de las
funciones de los glóbulos T consiste en reconocer esas células anormales y proceder a su
destrucción. No obstante, si los glóbulos T no se ven activados por la hormona del timo,
las células anormales pueden arraigar y llegar a transformarse en un cáncer clínico.
De ahí el papel fundamental de la glándula timo durante toda la vida adulta para la
prevención del cáncer. Empezamos a comprender ahóra por qué la incidencia del cáncer
se eleva con la edad. Se ha demostrado que la respuesta a los anticuerpos de los ratones
viejos es sólo un 5 por 100 de la de los ratones jóvenes. Los primeros se muestran
incapaces de rechazar las células cancerosas que se les inyecte. No obstante, si, al
mismo tiempo, se
Arriba, un glóbulo T, es decir, un linfocito derivado del timo, ataca a una célula
cancerosa (esfera grande), a la que identifica por las moléculas antígenas que sobresalen
de su superficie. Abajo, la célula cancerosa extinguiéndose, lo que indican los profundos
pliegues de la membrana de su superficie. Estas microfotografías fueron tomadas por
Andrejs Liepins, del Instituto Sloan Kettering de Investigación sobre el Cáncer.
les administra hormonas del timo, el cáncer no llega a desarrollarse. En todas las
especies de mamíferos se produce con el paso de los años un descenso de la actividad
del timo, y el correspondiente incremento de la tasa de enfermedades cancerosas. Cuanto
más estimulemos la actividad del timo a lo largo de nuestra vida, mayores serán nuestras
probabilidades de mantener lejos al cáncer.
«Un hombre prudente debería darse cuenta de que la salud es su posesión más valiosa y
aprender a tratar sus enfermedades según su propio criterio». Hipócrates. Revisemos la
técnica para realizar pruebas o tests descrita al comienzo de esta obra. ''El test muscular
bosquejado en este capítulo constituye una versión modificada del descrito en la obra, ya
clásica, Muscles: Testing and Function, de Henry O. Kendall et al. (Baltimore: Williams
and Wilkins, 2.' ed.,1971). Como recordarán, para realizar un test kinesiológico hacen
falta dos personas. Elija para ello a un amigo o a algún miembro de su familia. Le
llamaremos su sujeto.
NOTA. No sonría nunca mientras realiza o se somete a un test de kinesiología del comportamiento. (Véase el Cap. 6).
se encuentra directamente sobre la glándula timo. Ahora, haciendo que su sujeto siga
tocando dicho punto, compruebe nuevamente el músculo indicador (Fig. 8).
Aun el cuadríceps, quizá el músculo más potente del cuerpo, muestra una reducción de
su potencia a prácticamente la mitad cuando se introduce algún estímulo debilitador. La
línea del gráfico que reproducimos a continuación muestra los resultados de test o
pruebas del cuadríceps y del tendón poplíteo con y sin estímulo. Los dos primeros
«picos» (a la izquierda cuadríceps, a la derecha tendón poplíteo) representan la fuerza o
vigor de tales músculos cuando se les prueba «al desnudo». La potencia máxima es
30,400 kg/pie' (±33 grs/cm.2).
El segundo juego de «picos» representa la fuerza o vigor de los dos mismos músculos
cuando el suministro de energía del cuerpo se ve reducido a causa de algún estímulo
negativo. La potencia máxima es ahora de 16,560 kg/pie' (± 18 grs/cm2). El tercer juego
de «picos», registrado cuando se vuelve a probar ambos músculos una vez eliminado el
estímulo, muestra que ha vuelto la fuerza o vigor. Si un test o prueba en el que se
encuentra implicado el punto de toque de prueba del timo exige un timo fuerte al
comienzo del mismo y el timo de su sujeto se muestra débil, puede activarlo
temporalmente repiqueteando sobre él ligeramente dos o tres veces.
Sin embargo, no lo haga con demasiada fuerza, pues en ese caso, y aunque sea sólo
temporalmente, su glándula timó puede reforzarse hasta el punto de no permitirle llevar
a cabo la prueba deseada. Cuando, aun sin una activación especial, su, glándula timo se
muestra fuerte incluso ante influencias negativas que está usted en el buen camino hacia
la consecución de una salud positiva. Al final de cada sesión o entrevista, yo
personalmente pruebo a mis pacientes o alumnos sometiéndoles a algún factor negativo,
tal como el sonido del ritmo del rock.
Todo este trabajo es completamente nuevo, y formular teorías en esta etapa resultaría
prematuro y limitador. Ensaye el test o prueba siguiente: en vez de hacer que su sujeto
practique el toque de prueba del punto de la glándula timo, haga que lo practique con
otras zonas del cuerpo elegidas al azar. En otras palabras, pruebe el músculo indicador
haciendo que, al mismo tiempo, su sujeto toque un punto distinto de su cuerpo cada vez.
Lo más probable es que el tocar esos otros puntos no provoque un debilitamiento del
músculo indicador.
Lo esencial es dónde se coloca las yemas de los dedos, la posición exacta del toque de
prueba. Una débil reacción muscular al toque de prueba demostrará que ese punto
concreto del organismo de su sujeto funciona sometido al stress de un desequilibrio de
energía.
Le ha formulado al organismo del sujeto la siguiente pregunta: «¿Va algo mal en ese
punto?», y el organismo le ha respondido: «Sí, algo va mal.» Luego ha hecho lo que
correspondía, corrigiendo el flujo de energía en dicho punto, y el organismo del sujeto le
ha dicho: «Muchas gracias. Ya está arreglado». No es ya cuestión de que ningún experto
diga que va mal esto o aquello. La respuesta del cuerpo al procedimiento de toque de
prueba le da la respuesta. El cuerpo sabe lo que le conviene ¡Lo único que tenemos que
saber es cómo preguntarle!
Supongamos que el punto de la glándula timo de su sujeto se mostrase fuerte en el toque
de prueba realizado inicialmente. Pruébelo nuevamente para confirmar dicho resultado.
Luego haga que el sujeto piense en alguna catástrofe, tal como un accidente
automovilístico. Sométale nuevamente al test o prueba. ¿Qué ha ocurrido?
Normalmente, aunque no en todos los casos, la glándula timo se mostrará débil. Pídale
luego al sujeto que piense en alguien a quien odie. Lo más probable es que la glándula
continuará mostrándose débil. Dígale a continuación que piense en alguien a quien ama.
¡La glándula se mostrará inmediatamente fuerte! Todo esto le permitirá comprobar
cómo, mediante los tests de kinesiología del comportamiento, podemos aprender
rápidamente datos muy significativos acerca de la mente y el cuerpo.
«el placer proporcionado por toda forma orgánica está en proporción a su apariencia de
sana energía vital». John Ruskin.
Nuestra energía vital es la fuente de nuestro bienestar tanto físico como mental, de la
salud resplandeciente, de la alegría de vivir. Ha recibido muy distintos nombres a lo
largo de la historia escrita. Hipócrates la llamó la Vis Medicatrix Naturae, es decir, el
poder curativo de la naturaleza. Paracelso la denominó Arqueo; los chinos Ch'i; los
egipcios Ka; los hindúes Prana; los hawaianos, Mana. Pero se trata de la misma cosa.
Hace unos cuantos años experimenté un gran placer al descubrir un análisis de los
«síntomas» de la salud en una obra publicada en 1853. «Nuestros libros de Medicina»,
escribía su autor, el Dr. Nichols, «están llenos de descripciones, síntomas y causas de las
enfermedades.
En la medida de lo posible me gustaría dar una descripción clara, enumerar los síntomas
y guiar a mis lectores hasta el conocimiento de las condiciones de la Salud».
Reproduzco a continuación sus «síntomas»: La SALUD es en el ser humano la
perfección de la organización corporal, la energía intelectual y la capacidad moral. La
SALUD constituye la expresión más plena de todas las facultades y pasiones del
hombre, colaborando en perfecta armonía. La SALUD es la total ausencia de dolor
corporal y de discordancia mental. La SALUD es belleza, energía, pureza, santidad y
felicidad. La SALUD es esa condición en la que el hombre constituye la expresión más
alta conocida del poder y bondad de su Creador. Cuando un hombre es perfecto en su
propia naturaleza, cuerpo y alma, perfecto en sus armoniosas acciones y adaptación al
medio, y vive en perfecta armonía con la Naturaleza, con sus semejantes y con Dios,
puede decirse que se encuentra en un estado de SALUD.' 1 T. L. Nichols, Esoteric Anthropology
(Nueva York: Stringer & Townsend, 1853), pág.227.
No se ha realizado nunca una descripción más grandiosa de la salud que la efectuada por
Walt Whitman en lo que denominó «Salud (al antiguo estilo)»: En esa condición todo el
organismo se eleva a un estado desconocido por los demás, se ilumina tanto interior
como exteriormente, se purifica y fortalece, haciéndose vigoroso y alegre al mismo
tiempo. Fluye del individuo un encanto especial, que es algo más que simple belleza, y
brilla en sus ojos una curiosa transparencia, no sólo en la pupila, sino también en lo
blanco. El juego del cuerpo en movimiento adquiere una gracia anteriormente
desconocida. Entonces el simple hecho de moverse constituye un placer y una felicidad,
como también el respirar o el ver. Todas las gratificaciones anteriores, el beber, el café,
las grasas, los estimulantes, las especias, el acostarse tarde, los lujos, los placeres
nocturnos, no parecen sino mortecinos sueños; llega ahora el amanecer; todo encaja en
su lugar natural, todo es saludable y portador de alegrías divinas.
2 Walt Whitman, The Complete Poetry and Prose of Walt Whitman (GardenCity, Nueva York, Garden City Books, 1954),
pag. 513.
Los antiguos chinos consideraban la energía vital, a la que denominaban Ch'i, como algo
que fluía por todo el organismo a través de un sistema de vías o conductos. Descubrieron
doce vías principales, o meridianos, cada uno de ellos relacionado con un órgano
concreto del cuerpo, del que recibía el nombre. Dichos meridianos, que se agrupaban en
parejas, eran: vejiga, conductos circulatorios sexuales, bilis, corazón, riñones, intestino
grueso, hígado, pulmones, intestino delgado, bazo, estómago y tiroides. El Ch'i entraba
en el cuerpo con el aire que se inhalaba y con los alimentos y agua ingeridos. Su flujo o
circulación era continuo, yendo desde un meridiano a otro en un determinado orden o
secuencia.
En la acupuntura cabe determinar un desequilibrio de energía en un meridiano concreto
y corregirlo mediante la inserción de agujas en puntos específicos de los meridianos. La
inserción de agujas en dichos puntos equilibra el flujo de energía en el meridiano en
cuestión y ejerce consecuencias terapéuticas sobre el órgano correspondiente.
Aunque el sistema chino de acupuntura ha venido funcionando durante varios siglos con
gran éxito, los intentos de adecuarlo a la medicina occidental no han dado resultados
satisfactorios. El problema radica en que el sistema de acupuntura no parece seguir vías
o conductos anatómicos conocidos. El doctor Félix Mann, uno de los grandes
especialistas occidentales en el antiguo arte curativo chino, cree que el flujo del Ch'i a lo
largo de los meridianos puede consistir en una onda de despolarización eléctrica que se
desplaza a través de las fibras del sistema nervioso autónomo. 3 Félix Mann, The Meridians of
Acupunture (Londres: William Heinemann Medical
No obstante, y a pesar de las afirmaciones de un médico norcoreano durante la década
de los sesenta, no se llegó a identificar ningún sistema especial de conductos. Como no
existen estructuras conocidas que sirvan de vías o conductos para la acupuntura, los
médicos occidentales no se sienten inclinados a considerar al organismo como fuente o
conductor de energía electromagnética. Y parece ser que es en este plano donde debe
situarse mentalmente a la acupuntura. Los meridianos serían los grandes canales o
conductos que conducen la energía electromagnética por todo el cuerpo. Siempre que se
dé un desequilibrio de energía en un determinado sistema de meridiano, dejarán de
funcionar adecuadamente los órganos relacionados con dicho sistema.
Pero ahora se ha producido ya el importante descubrimiento del doctor George
Goodheart de que existe una relación directa entre los músculos y los meridianos. Un
músculo débil indica un desequilibrio de energía, un desequilibrio Ch'i, en el órgano
relacionado con KINESIOLOGIA DEL COMPORTAMIENTO dicho músculo a través
del correspondiente meridiano de acupuntura. Cabe considerar, pues, a los músculos
como bombas de energía que, cuando la glándula timo funciona correctamente,
incrementan el flujo de energía a través de determinados meridianos. Pero cuando la
glándula timo no funciona como debe, el flujo de energía disminuirá.
Esto explica por qué, cuando realizamos pruebas musculares de kinesiología del
comportamiento, no estemos comprobando la fuerza mecánica del músculo, como hace,
por ejemplo, un terapeuta físico. En vez de ello, estamos sometiendo a una prueba o test
la energía del meridiano correspondiente a dicho músculo y, por tanto, la capacidad del
organismo para reponer sus energías. Así, cuando probamos un músculo concreto,
estamos sometiendo a tensión al meridiano correspondiente.
Si se ha interrumpido ya el flujo de energía a dicho meridiano, el nivel de energía del
mismo descenderá rápidamente y el músculo correspondiente se debilitará. Por el
contrario, si el flujo de energía al meridiano no ha sido interrumpido, el músculo se
mostrará fuerte y vigoroso.
Pero esto no es todo. Un descubrimiento fundamental de la kinesiología del
comportamiento es que la glándula timo dirige y regula el flujo de energía en el sistema
de meridianos. 4 Esta es la base del comportamiento instintivo. Pero éste constituye un tema aparte.
Imagínese la sala de control de una gran red eléctrica. Los cuadrantes de delante
representan la cantidad de energía que fluye a través de cada uno delos canales. En
cuanto se produce un desequilibrio de energía, el controlador adopta inmediatamente las
medidas necesarias para corregirlo. Si en un determinado canal el nivel de energía es
demasiado alto, lo dirige a otros en los que sea más bajo; y si en otro canal concreto el
nivel de energía es demasiado bajo, le envía energía desde otros con niveles más
elevados. El controlador del flujo de energía en el organismo es la glándula timo.
Día a día, momento a momento, dirige y equilibra nuestra energía vital. Si no realiza
correctamente su tarea y se produce un desequilibrio, algún órgano concreto
experimentará antes o después un daño de carácter físico. Se tratará, pues, de una
enfermedad orgánica. Si se llega a esos extremos, y aunque podamos activar el timo y
hacer que la energía vuelva a fluir, se producirá inevitablemente una debilidad
estructural. De ahí la importancia de la prevención primaria. Hemos añadido, pues, una
función más a la supuestamente «inactiva» y «atrofiada» glándula timo.
5 Para un resumen de las funciones de la glándula timo, véase el Apéndice I.
Como explicamos en el Cap. 2, el timo produce linfocitos y luego, mediante la
producción de hormonas, los controla con el fin de posibilitar el reconocimiento y
destrucción de células y sustancias extrañas y de células orgánicas anormales. Esta
función, denominada «vigilancia inmunológica», se ocupa directamente de la resistencia
a las infecciones y al cáncer. Pero hace sólo muy poco tiempo que ce ha empezado a
comprender las funciones inmunológicas de la glándula timo. Su papel como
controlador máximo responsable de las energías vitales y curativas del organismo ha
sido recibido como una sorpresa absoluta.
Tal como hemos visto, el timo es el primer órgano del cuerpo que se ve afectado por la
tensión o stress. Se trata también del primero en verse afectado a nivel de energía por un
estado emocional. Cabe considerar por tanto a la glándula timo como el eslabón o punto
de unión entre la mente y el cuerpo. Resulta interesante que la palabra timo proceda del
griego thymos, o 6 vµóc, que resulta imposible traducir a términos modernos, pero que
significa algo así como fuerza vital, alma, sentimiento o sensibilidad. Tal como indica
Onians, 6 Richard B. Onians, The Origins of European Thought (Nueva York: Arno Press, 1973), págs. 44 - 65.
thymos se refería originalmente a la respiración. Se trataba de la materia de la
consciencia, del espíritu, del alma, de aquello de lo que dependía la energía y el valor de
un ser humano.
Las fuentes primitivas u originarias del término implican incluso una especie de
combustión, de nube o espíritu, lo que lo relaciona con el concepto de alma y de energía
vital.
7 Para una discusión más a fondo de la palabra timo, véase el Apéndice II.
Además de verse afectado por el stress y los estados anímicos, el timo resulta
fuertemente influenciado por el medio físico, las relaciones sociales, la alimentación y
las posturas corporales del individuo. En la Fig. 12 se resumen estos seis factores
básicos. En el resto de la obra intentaré demostrar qué factores de cada una de estas
categorías elevan o disminuyen su energía vital. Le proporcionaré instrucciones y
sugerencias basadas en descubrimientos derivados de investigaciones y de experiencias
clínicas, pero lo más importante será en todo momento que se muestra débil o fuerte en
términos de su propia energía vital. No se desanime si descubre que existen muchas
cosas que le afectan negativamente. Esas influencias se verán automáticamente
contrarrestadas según vaya aumentando su energía vital.
STRESS
MEDIO SOCIAL
FIG. 12.
5 EL STRESS Y EL EQUILIBRIO CEREBRAL
«El problema personal consiste en si las cosas que hacemos día tras día se hacen de
forma consciente y equilibrada o si forman parte de una penosa lucha. Si su método es el
segundo de los citados, ¡deténgase inmediatamente!»
Raymond A. Dar.
Si encuentra algún sujeto de esa clase, dé un paso más y limítese a pedirle que
simplemente piense en llevar a cabo alguna de esas tareas. Una vez más se producirá un
debilitamiento en el músculo indicador. Lleve el experimento aún más allá. Pídale que
se diga su nombre y dirección a sí mismo. El simple hecho de pronunciar estas u otras
palabras disminuye su energía vital hasta el extremo de debilitar el músculo. Algunas
veces descubro este fenómeno en personas que practican una meditación que implica el
empleo de mantras o jaculatorias silenciosas.
Una vez comprobado que es así, formúlele algún problema matemático para que intente
resolverlo mentalmente, tal como dividir 750 por 25. Inmediatamente después de situar
la palma de la mano derecha a la izquierda de su cabeza, el músculo indicador se
debilitará, lo que no ocurrirá cuando coloque la palma de la mano derecha próxima al
lado derecho de su cabeza. Si le pide al sujeto que piense en una determinada melodía
musical, obtendrá los resultados opuestos. Cuando mantenga la palma de la mano
derecha próxima al lado derecho de su cabeza, el músculo indicador se debilitará, pero
no cuando la palma se encuentre cerca del lado izquierdo. Lo que estamos sometiendo a
prueba son fenómenos magnéticos, y no la actividad electro encefalográfica. Este tipo de
pruebas pueden enseñarnos mucho sobre cómo una persona se enfrenta al stress.
Tomemos primero en consideración el ejemplo de una telefonista que trabaje sometida a
grandes tensiones y presiones. Tiene dos métodos de abordar su problema. Uno consiste
en hacerse aún más metódica, llegar incluso a obsesionarse, y ocuparse sólo de una
clavija a la vez, mientras las llamadas se acumulan y la tensión crece. Esta sería la
respuesta del hemisferio cerebral izquierdo. La del hemisferio cerebral derecho
consistiría en retirarse al campo de la fantasía y extraer figuradamente todas las clavijas
al mismo tiempo hasta hacer «estallar» la situación de tensión.
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Las pautas propias del stress son como una pescadilla que se muerde la cola, pues
cuando el stress nos obliga a funcionar con sólo un hemisferio, nos resulta mucho más
difícil mostrarnos creativos y resolver el problema, reduciendo así el stress. ¡Dos
hemisferios son mucho mejor que uno!. Compruebe nuevamente los efectos derivados
de activar el timo en alguna persona que se muestre débil con la palma de la mano frente
a un lado cualquiera de su cabeza. El método más sencillo consiste en repiquetear sobre
el timo varias veces.
Repita entonces la prueba. Probablemente descubrirá que los dos hemisferios están
equilibrados. Pero existe un medio para mejorar estos resultados. Hay determinadas
actividades que parecen ser fundamentalmente verbales y propias, por tanto, del
hemisferio izquierdo, pero que tienen en realidad una naturaleza dual; es decir, que
exigen el funcionamiento simultáneo de ambos hemisferios cerebrales. Una de ellas es la
lectura de poemas. Vuelva a comprobarlo. Búsquese a alguien que se muestre débil del
lado izquierdo y hágale que lea en voz alta cualquier fragmento de prosa periodística
normal y corriente. Normalmente seguirá mostrándose débil. Los hemisferios no se
habrán equilibrado a causa de esa actividad. Uno de ellos sigue siendo el dominante.
Entregue ahora a su sujeto un poema y haga que lo lea de manera corriente y arrítmica,
como si estuviese leyendo el periódico. Una vez más, los dos hemisferios no se
equilibrarán. Pídale entonces que lea el poema de forma sumamente rítmica. (Esto
resulta enormemente eficaz con la poesía dotada de una fuerte base rítmica, como gran
parte de la de W. B. Yeats, especialmente la de su primera época.).
Repita la prueba. ¡Descubrirá que los dos hemisferios se han equilibrado! La lectura de
poemas constituye, pues, claramente una actividad que pone en funcionamiento ambos
hemisferios, combinando las habilidades verbales del izquierdo, necesarias para toda
operación de lectura, con las musicales y rítmicas controladas por el derecho.
(Curiosamente, los resultados no suelen ser tan espectaculares con el canto, y no puedo
explicar por qué). Otra actividad que tiende a equilibrar los hemisferios es contemplar
cuadros de paisajes, especialmente las obras de Turner. Los resultados no son tan
satisfactorios con dibujos lineales o fotografías.
El timo se mostrará fuerte y la energía vital elevada. Los resultados mejoran mucho si, al
mismo tiempo, se golpea levemente el timo. ¡Pruébelo! Una actividad muy corriente que
provoca un desequilibrio entre los hemisferios es escuchar por teléfono. Si mantiene el
auricular contra su oído izquierdo, descubrirá que durante la conversación telefónica, y
durante algún tiempo después, se mostrará debilitado si coloca la palma de la mano
derecha frente al lado izquierdo de su cabeza. Al parecer, el escuchar con el oído
izquierdo ha estimulado un predominio de la actividad del hemisferio cerebral izquierdo.
Por el contrario, si mantiene el auricular contra el oído derecho, prevalecerá la actividad
del hemisferio cerebral derecho.
El remedio contra esto consiste, por supuesto, en alternar el oído con el que escucha.
También puede repiquetear de vez en cuando contra el punto del timo o tomarse un
«descanso de energía».
Ahora bien, si lo que provoca este desequilibrio es esa asimetría, tal como parece indicar
la debilidad muscular de su sujeto, es evidente que estará asimismo provocando otras
dificultades perceptivas sutiles pero no insignificantes. Y estas sutiles dificultades
perceptivas, que conducen con frecuencia a una vaga sensación de confusión, se
observan con relativa frecuencia. Carl Delacato '' Carl H. Delacato, dit. de ed., The
Diagnosis and Treatment of Treatment of Speech and Reading Problems (Springfield:
Charles, C. Thomas, 1963). fue el primero en darse cuenta de que, en muchos niños con
problemas de carácter neurológico, especialmente los relacionados con el habla y la
lectura, se producía una regresión o fijación en una etapa primitiva de la locomoción y,
por tanto, de la organización neurológica.
Cuando un niño pequeño comienza a gatear, lo hace del modo denominado homolateral;
es decir, empleando su pierna y su brazo izquierdos (y su pierna y brazo derechos) al
mismo tiempo, como hacen los lagartos y como se enseña a trotar a los caballos. No
obstante, y según el bebé va alcanzando un mayor nivel de integración neurológica, va
adoptando una pauta o modelo distinto: mover alternativamente los brazos y las piernas
opuestos; esto es, nuestro modelo de caminar normalmente. No obstante, cuando se
«conmuta» a una persona, tiende a regresar al nivel homolateral de locomoción.
Si se le pide que ande a paso ligero, es muy probable que balancee el brazo y la pierna
del mismo lado. Este paso homolateral puede provocar fácilmente la «conmutación» de
una persona. Pruébelo usted mismo con un sujeto cuyos hemisferios hayan demostrado
estar equilibrados, y cuyo músculo indicador y glándula timo se muestren fuertes «al
desnudo» cuando lee hacia adelante o hacia atrás. Pídale que marche con el brazo
izquierdo adelantado cuando su pierna izquierda también lo esté, y viceversa. Repita la
prueba. Descubrirá que la glándula timo se muestra ahora débil, que los dos hemisferios
cerebrales están desequilibrados y, lo que es más, que, cuando lee hacia adelante, su
músculo indicador se debilita. ¡Una pauta primitiva de organización neurológica ha
sustituido a la mucho más madura de sólo un minuto antes!
La gente que se encuentra sometida a un constante stress puede funcionar con esta pauta
conmutada como su modelo «normal» de conducta o comportamiento. Uno de los
procedimientos estándar seguidos en su tratamiento consiste en enseñarles a caminar y
gatear heterólateralmente -es decir, adelantando la pierna y el brazo opuestos-. Este
ejercicio, junto con el recitar poemas de manera rítmica, la contemplación de paisajes
pintados y la estimulación del timo, debería bastar para corregir la mayoría de los
desequilibrios entre ambos hemisferios así como todas las tendencias a la
«conmutación».
Existen no obstante numerosas actividades cotidianas que nos hacen experimentar una
«conmutación» y, por tanto, convertirnos en seres neurológicamente desorganizados.
Estas actividades pueden asimismo provocar pautas apenas perceptibles de confusión
cerebral que conduzcan aun mayor stress o tensión, agravando aún más toda la situación.
Cito a continuación unos cuantos ejemplos. Ejercicios físicos que exijan el empleo de
ambos brazos y/o piernas al mismo tiempo, o del brazo y pierna izquierdos, o el brazo y
la pierna derechos simultáneamente, ejercicios que provocarán una «conmutación». El
más claro de ellos es el representado por las carreras de sacos. El simple hecho de pensar
en correr una carrera de sacos le hará experimentar una «conmutación», lo que
demuestra que este fenómeno se debe más a pautas del cerebro que a la reinformación o
feedback procedente de los músculos del cuerpo.
Siempre que monte en bicicleta, estimule su timo con unos cuantos golpecitos de vez en
cuando. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué casi todos los jugadores de tenis
encuentran el golpe de revés mucho más difícil que el de derecho? Una de las razones
consiste en que, cuando realiza un golpe del revés, el jugador propende a sufrir una
«conmutación».
Las malas posturas corporales, tema al que dedico un capítulo entero, pueden provocar
también un desequilibrio cerebral. No obstante, los movimientos y posiciones del cuerpo
no son las únicas causas del problema.
Las personas con dentaduras parcialmente metálicas que cruzan la línea media del
cuerpo suelen quejarse de que se sienten confusas y frecuentemente irritables.
Manifiestan pensar con mucha menos claridad que anteriormente. Cuando se modifica la
prótesis dental metálica de forma que deja de cruzar la línea media del cuerpo, esas
mismas personas afirman haber experimentado grandes mejoras y verse libres del
fenómeno de la «conmutación».
Tras este cambio o modificación, una mujer manifestó que, por primera vez desde hacía
quince años, se despertaba por las mañanas sabiendo exactamente dónde se encontraba.
Hasta entonces había necesitado varios minutos para poner en claro sus ideas y para
situarse a sí misma.
El efecto de «conmutación» de una pieza de metal que cruza la línea media del cuerpo
no es casi perceptible con las hebillas de los cinturones, ya que, en la cintura, los canales
conductores de la energía se muestran ampliamente separados.
Pero está demostrado que las gafas de armadura metálica sí provocan ese fenómeno.
Resulta paradójico que las dificultades para la lectura pueden verse agravadas por los
mismos dispositivos utilizados para superarlas. En muchos pacientes, el solo hecho de
cambiar unas gafas de armadura metálica por otras de armadura de plástico ha
representado una notable diferencia.
El estar descentrado, sufrir un desequilibrio general entre ambos hemisferios cerebrales
y experimentar «conmutaciones», son todas manifestaciones de un stress o tensión que
ha provocado una reducción de la energía vital.
En este capítulo he explicado algunas técnicas muy sencillas para contrarrestar ese
estado de cosas. Acostúmbrese a tomarse un «descanso de energía» varias veces al día.
Lea unas cuantas estrofas de alguno de sus poetas favoritos y disfrute con la
reproducción a tamaño postal de algún cuadro, que pueda llevar siempre en el bolsillo.
A lo largo de esta obra iremos sugiriendo otras técnicas para reducir el stress, así como
analizando otros aspectos del medio o entorno que pueden afectar a su nivel de energía
vital.
6 SUS EMOCIONES Y SU GLANDULA TIMO
El timo volverá entonces a su estado de debilidad. He aquí, pues, otra actividad que
añadir a su «descanso de energía», o que poner en práctica cuando se sienta asustado,
trastornado o en situación de stress. Averigüe qué pensamiento resulta más eficaz y
fortalece más su timo. Este debe ser su pensamiento tranquilizante. Vuelva a él con
frecuencia. Desgraciadamente, el 95 por 100 de las personas que he sometido a pruebas
poseen una glándula timo poco activa. Esto significa que la mayoría de nosotros nos
encontramos con excesiva frecuencia en situaciones desagradables y que originan odio,
y no en situaciones agradables y llenas de amor.
Demasiados problemas, poco descansar echados en una playa. Demasiada gente a la que
odiamos y poca a la que amamos. Un joven paciente al que se le había diagnosticado
cáncer recurrió a mí para que le aplicase una terapia trascendentalista. Durante la
entrevista, le pregunté: «¿Odia a alguien?» Me contestó: «Odio y detesto a mi madre».
Cuando realizó un toque de prueba de su timo, éste se mostró sumamente débil.
Entonces le dije: «Mientras siga odiando a su madre, ese sentimiento disminuirá hasta
tal punto la actividad de su timo, su energía vital, que nunca se pondrá completamente
bien». Me respondió: «Prefiero morir que dejar de odiar a mi madre». ¡Y así acabó la
sesión! Los estados emocionales que debilitan al timo son el odio, la envidia, la
desconfianza y el miedo. Los contrarios, que estimulan al timo, son el amor, la fe, la
confianza, el valor y la gratitud.
Estos sentimientos positivos son las emociones más profundas y bellas que existen.
Aunque nadie puede tener siempre y en todo momento pensamientos y actitudes
positivas, todo el mundo puede tenerlos durante la mayor parte de su vida.
Se trata en gran medida de una cuestión de fuerza de voluntad. En la psiquiatría de hoy
día se desdeña con excesiva frecuencia el papel de la voluntad. Creo que estamos
dominados por nuestro subconsciente sólo en la medida en que elijamos estarlo. Una vez
que las pruebas o tests de la kinesiología del comportamiento nos hayan convencido de
que los pensamientos de odio y destructivos pueden afectar negativamente nuestra
energía vital (Thymos), y de que los pensamientos benignos y amorosos pueden
incrementarla, somos nosotros únicamente quienes tenemos que decidir el camino a
seguir. No estoy sugiriendo empero que suprimamos nuestros pensamientos negativos,
sino más bien que los transformemos en positivos.
Aunque, por supuesto, resulte difícil, éste debería ser el ideal, y las pruebas de
kinesiología del comportamiento confirman que tales transformaciones son realmente
beneficiosas para la actividad del timo. Se trata simplemente de modificar nuestras
actitudes. Y lo hacemos no sólo en beneficio de los demás, sino también en beneficio
propio. Nos conviene tanto amar como ser amados. Si respondemos a los demás con
odio, disminuirá nuestra energía vital; si les respondemos con amor, aumentará.
Compruébelo usted mismo. No resulta fácil transformar los sentimientos de odio en
sentimientos de amor, pero ése es precisamente uno de los pasos necesarios para la
consecución de una salud positiva.
Entonces me dijo: «Entiendo lo que ha pasado; pero ¿qué puedo hacer ahora?»
Respondí: «Concéntrese en convertir su ira en perdón, comprensión y amor. Reconozca
que su marido hace muchas cosas que no le gustan, pero que le ama como persona».
Tras introducir este cambio en su actitud subyacente, tanto su timo como su meridiano
del corazón se mostraron fuertes y vigorosos. Y, desde entonces, se ha producido un
gran avance o mejora en las relaciones con su cónyuge.
No se inhiba de señalar todo lo que va mal, pero no con el fin de discutirlo, analizarlo y
darse por satisfecho. Saque a la fuz todas sus emociones negativas e, instantáneamente,
aquí y ahora, conviértalas en positivas. Si lo hace saldrá de las sesiones sintiéndose
aligerado y con una sonrisa en los labios. Y guarde siempre algún pensamiento amable
para su terapista. Cuanto más se concentré en las emociones positivas, menos sufrirá;
pues si se trata de una persona de buenos sentimientos, lo más probable será que se vea
hasta cierto punto afectado por sus desequilibrios de energía. En el Cap. 7 amplío mis
informaciones a este respecto. Aparte de cambiar nuestras actitudes, existe otro modo de
controlar nuestros estados emocionales, a través de los gestos y las expresiones faciales.
Dos de los gestos más universales son el inclinar verticalmente la cabeza para expresar
aceptación o aquiescencia, y el moverla de un lado a otro para expresar rechazo o
negativa. Y como todos los gestos están relacionados con meridianos concretos, estos
dos de aceptación y rechazo están directamente relacionados con el timo, el centro de
dirección y control de los desequilibrios de energía de todo el sistema de meridianos.
Esto puede demostrarse fácilmente. Pídale a alguien cuyo timo se muestre débil que
asienta con la cabeza varias veces. El timo se fortalecerá. Luego pídale a alguien cuyo
timo se muestre fuerte que niegue con la cabeza moviéndola de un lado a otro. Su timo
se debilitará. El gesto más intenso de amor es tender los brazos. Este gesto de
«Madonna», dirigido hacia un niño asustado o hacia alguien en situación difícil,
reforzará instantáneamente un timo débil. Asimismo, beneficiará a la persona que, de
ese modo, esté ofreciendo su amor. Por tanto, siempre que se encuentre aquejado de
stress, realice el gesto del timo,
Si encuentra a alguien. cuyo toque de prueba del punto de la glándula timo demuestra
que éste está débil, pídale que sonría.
FIG. 19. Otro ejemplo del llamado ((gesto del timo»: extender los brazos con
amor. Vincent van Gogh, ((Los primeros pasos».
Los resultados de la prueba cambiarán de signo. Se obtendrá el mismo efecto
fortalecedor si, en lugar de hacerle sonreír, le pellizca las mejillas, como se hace con los
niños pequeños. Los mecanismos receptores de la piel que recubre el músculo de la
sonrisa parecen activar este mecanismo.
Esto equivale a «engañar» al cuerpo del sujeto haciéndole pensar que ha sonreído.
Pellizque ahora otra serie de puntos, los de los lados inferiores de las mejillas que, en las
personas tristes, suelen estar más caídos de lo normal. Estará engañando a los sensores
del sujeto, haciéndole creer que parece triste y se siente triste, que tiene, en expresión
figurada, «la cara larga». En ese caso, no sólo el sujeto, sino también usted mismo y los
espectadores de la prueba, experimentarán un debilitamiento del timo. Estos «puntos
ascendentes» y «descendentes» (los que aparecen en los diagramas) afectan no sólo a la
persona en cuestión, sino también a cualquiera que los contemple.
Encuentre alguien cuyo timo reaccione débilmente y hágale contemplar este rostro
mientras repite la prueba.' Cuando realice tests con uno de dos o más dibujos o figuras
que aparezcan en la misma página, tape los que no formen parte de dichos tests o
pruebas. Comprobará cómo se ha fortalecido. Encuentre luego alguien cuyo timo se
muestre fuerte y hágale contemplar la siguiente representación de un rostro triste. Su
timo se debilitará.
Podemos abstraer aún más esta imagen. Limítese a hacer que el sujeto contemple una
línea ascendente y otra descendente. Los resultados de la prueba serán exactamente los
mismos.
Estos símbolos son algo congénito en todo ser humano. Son los que utilizamos en todo
momento para clasificar y evaluar a cualquier persona con la que entramos en contacto.
Nos preguntamos a nosotros mismos: ¿Les caigo bien? ¿Les caigo mal? ¿Están tristes?
¿Están contentos? Juzgamos y somos juzgados por tales sutiles claves. Fíjese ahora en
los dos dibujos que reproducimos a continuación. La contemplación del de la izquierda
no debilitará su energía vital, pero la del de la derecha sí. ¿En qué consiste la
diferencia?.
El dibujo de la derecha muestra los llamados ojos sanpaku, 2 Para un análisis detallado
del tema de los ojos sanpaku, véase You Are All Sanpaku, de George Oshawa,
traducción al inglés de William Dufty (Secaucus, N. J.,University Books, 1965). que
constituyen una característica de numerosas personas famosas, incluyendo a John
Kennedy, Abraham Lincoln y Marilyn Monroe. En japonés, San significa tres, y paku
lados. El término significa, por tanto, que alrededor de las pupilas son visibles tres zonas
de blanco. En la medicina japonesa tradicional esto se interpreta como un signo de baja
energía vital. Y, de hecho, cuando miramos a alguien dotado de ojos sanpaku, nos
sentimos debilitados, a menos que nuestro timo sea lo suficientemente fuerte y vigoroso
como para protegernos de su influencia.
Detengámonos a considerar hasta qué punto son sutiles todas estas claves.Una tercera
imagen, la que reproducimos a continuación, muestra unos ojos sanpaku, al igual que la
segunda; pero cuando la miras no experimentas un debilitamiento. Esto se debe a que
hay momentos en que es normal que exista una zona blanca por debajo de la pupila,
concretamente cuando miramos hacia arriba. El tercer dibujo sugiere que la persona
representada lo está haciendo, pues su frente aparece surcada de arrugas.
por tanto, ante la segunda imagen estará usted respondiendo a alguien dotado de poca
energía o de energía débil, mientras que ante la segunda se dirá de hecho:
«Esta persona no tiene poca energía. Se trata de un individuo de apariencia normal que
está mirando hacia arriba». Tales respuestas demuestran que incluso estos pequeños
dibujos lineales constituyen potentes símbolos que pueden transmitirnos mensajes
increíblemente distintos.
Si tiene ojos sanpaku, necesita reforzar su glándula timo y, de ese modo, incrementar su
energía vital. Una de las mejores formas de lograrlo consiste en sonreír con frecuencia.
Desgraciadamente, y según informan numerosas personas, les resulta dificil sonreír.
Dicen que es como si hubiese que levantar con grúa sus músculos de la sonrisa.
Actualmente sabemos que cuando alcanzamos la edad madura nuestros músculos
faciales comienzan a relajarse. Esto es algo especialmente pronunciado en algunas
personas; es verdad que en un sentido puramente mecánico les resulta difícil sonreír.
Además, y según van envejeciendo, pueden irse convenciendo de que no hay muchos
motivos para sonreír. Podemos preguntarnos, pues, ¿nos resulta sencillo sonreír porque
nuestra estructura facial nos lo facilita, o es la propensión a sonreír lo que facilita el acto
físico de sonreír? Intuyo que se trata de un proceso circular. En cualquier caso, si no
podemos sonreír prontamente y con facilidad, estaremos careciendo de un importante
mecanismo para activar continuamente el timo, tonificando así nuestros cuerpos. Una
sonrisa es algo así como hacer borrón y cuenta nueva.
FIG. 20.
Obsérvese los ojos sanpaku de Lincoln. Para comprobar el efecto debilitador de unos
músculos faciales laxos, encuentre alguien cuyo timo se muestre fuerte en los tests y
pídale que ponga la «cara larga», relajando todos sus músculos faciales.
Su timo se mostrará de repente debilitado. No obstante, incluso con la «cara larga», si
coloca la punta de la lengua contra el punto del paladar superior llamado «mando
centrados» quedará contrarrestado este efecto negativo sobre la glándula timo. Esto
demuestra la importancia fundamental de mantener la lengua bien situada en todos los
momentos.
Descubrió además que, también en una sola generación, se reducía enormemente tanto el
tamaño del arco palatal como el de la mandíbula. 3 Weston A. Price, Nutrition and
Physical Degeneration: AComparison of Primitive and Modern Diets and Their Effects
(Santa Mónica, Calif.: 1945, 1970), Price Pottenger Nutrition Foundation. Ahora bien, el
arco palatal se forma a las ocho semanas y media de vida intrauterina, cuando el feto no
tiene más de una pulgada de tamaño. Si la madre se alimenta inadecuadamente durante
este período, el arco tenderá a ser elevado y estrecho en lugar de ancho y plenamente
desarrollado. Este desarrollo defectuoso del arco palatal es uno de los precios más
elevados que hemos tenido que pagar por nuestra «civilización».
A la mayoría de nosotros nos resulta difícil sonreír. No quiero decir con esto que un
rostro estrecho y alargado imposibilite por sí mismo sonreír fácilmente; el arco palatal
puede tener las proporciones correctas en relación con el resto del cráneo y dejar por
tanto espacio suficiente para el músculo de la sonrisa. Afirmo únicamente que un rostro
estrecho, especialmente en su parte inferior, sugiere un arco palatal defectuoso. Cuando
contemplamos las imágenes reproducidas en la obra de Weston Price, vemos personas
con los rostros tan anchos que parecen estar sonriendo todo el tiempo (véase la Fig. 21).
FIG. 21. Un ejemplo de los anchos arcos palatales
de los pueblos «primitivos».
Examinemos ahora este problema de estructura facial desde otro punto de vista.
Busquemos alguien con una glándula timo débil. Si ponemos un trozo de algodón en
rama entre los dientes superiores y cada una de las mejillas, y comprobamos nuevamente
el timo, veremos que se ha fortalecido. Todo lo que hacía falta para corregir los
numerosos problemas de energía existentes en todo el organismo era distendir el
músculo de la sonrisa. También se han diseñado diversos dispositivos o prótesis dentales
que ejercen el mismo efecto que el trozo de algodón en rama. Se ha descubierto que, si
se utilizan de este modo, resultan enormemente beneficiosos.
¿Es posible aumentar mecánicamente las dimensiones del arco palatal? En los adultos,
prácticamente no, pero en los niños se trata de un procedimiento de ortodoncia
relativamente sencillo y mucho más eficaz que los habituales. En mis conferencias y
disertaciones he dicho con frecuencia que uno de los mayores dones que una madre
puede transmitir al hijo que lleva aún en sus entrañas es un arco palatal bien formado, de
forma que los músculos de la sonrisa se encuentren en la tensión adecuada. A un niño
así le resultará fácil sonreír a lo largo de la vida.
Y cada vez que sonría estará equilibrando y corrigiendo todos los problemas de energía
de su organismo, y aumentando de ese modo su energía vital. Cuanto más sencillo le
resulte sonreír, cuanto más sonría, más propenderá a sonreír, mas feliz será y más feliz
hará a todas las personas que le rodean. Así pues, sonría. Piense en cosas que le hagan
sonreír, y si no lo consigue, o si en ese momento no se siente con ánimos para ello,
siempre puede recurrir a pellizcarse los pómulos.
7
LA GENTE QUE LE RODEA
«Hemos perdido el arte de vivir; y en la ciencia más importante de todas, la ciencia de la
vida diaria, la ciencia del comportamiento, somos unos ignorantes totales».
D. H. Lawrance.
Nos dejamos influenciar por la gente que nos rodea mucho más fácilmente de lo que
creemos. Realicemos una sencilla prueba.Tomemos dos personas, una cuyo timo se
muestre fuerte en los tests y otra cuyo timo se muestre débil. Hagamos que se sienten
una al lado de la otra, pero sin prestarse atención entre sí. Probemos sus glándulas timo
en esta situación, y veremos que siguen como antes: una se mostrará fuerte y la otra
débil. Pidámosles luego que se sitúen la una frente a la otra y que se relacionen entre sí,
bien hablando o bien mirándose mutuamente. Repita el test. Descubrirá en casi todos los
casos que la persona cuyo timo se mostró fuerte ha experimentado un debilitamiento del
mismo, y que la mayoría de las veces, aunque no invariablemente, el timo de la otra
persona se ha fortalecido. De un modo u otro, la energía vital de la persona «fuerte» se
ha visto disminuida al entrar en contacto personal con alguien dotado de un timo débil.
Y no sólo esto: si somete a prueba diversos puntos de test de los meridianos (sistema de
energía) de los organismos de ambos sujetos, descubrirá que cabe transmitir de una
persona a otra un desequilibrio concreto. Este fenómeno, que constituye la base de la
simpatía —literalmente, tener los mismos sentimientos— , se produce a lo largo de toda
nuestra vida siempre que, de un modo u otro, entramos en contacto con otra persona.
Resultan especialmente vulnerables los médicos, dentistas, enfermeras, psicoterapeutas,
asistentes sociales y sacerdotes; es decir, todos los que tienen que estar en contacto con
individuos enfermos o con problemas. He sometido a tests a cientos y cientos de
médicos, y pude descubrir que un 85 ó 90 por 100 de estos practicantes atentos y
compasivos de las artes curativas poseen glándulas timo muy poco activas.
¿Qué significa todo esto? ¿Debemos pensar en nuestra energía vital cuando elegimos a
nuestros amigos y compañeros? ¿Y a las personas con las que nos vamos a la cama? ¿Y,
por supuesto, a nuestras mujeres o maridos? Evidentemente, podríamos pasar por la vida
evitando el contacto personal con la gente, manteniendo las distancias, protegiéndonos
mediante un corte de las comunicaciones. Pero eso no es deseable, sino algo antinatural.
Puede protegernos, pero a costa de empobrecernos considerablemente, y no sólo a
nosotros mismos, sino también a los demás. La respuesta consiste en elevar nuestra
energía vital lo suficiente como para no vernos afectados por tales influencias. De ese
modo podremos interesarnos y simpatizar con los demás sin resultar debilitados en el
proceso. Si nuestra energía vital es elevada, los demás se beneficiarán del contacto
íntimo con nosotros; si es baja, nuestras relaciones con los demás se convertirán en parte
del problema general. Esto conduce a lo que considero la base para todo
comportamiento o conducta ética: la relación recíproca entre timos.
Si elevamos nuestra energía vital, estaremos aumentando la de todos los miembros de
nuestra familia; si las personas próximas a nosotros elevan su energía vital, la nuestra se
verá asimismo incrementada. ¿No deberíamos esperar también una elevada energía vital
en los maestros de escuela, en los pilotos de aviación y los dirigentes políticos? De ellos
puede depender nuestro bienestar, incluso nuestras vidas. Si no ve clara la facilidad con
que nos vemos influenciados por los demás, piense en lo que ocurre en los tests o
pruebas con sustitutos. Hace ya muchos años, el doctor Goodheart demostró que si el
sujeto del test era incapaz de cooperar, por ejemplo por tratarse de una persona
demasiado joven o por estar inconsciente, se podía realizar la prueba utilizando un
sustituto, preferentemente la madre o el cónyuge, pero en cualquier caso alguien con
quien existiese una fuerte relación personal.
Si desea someter a prueba el timo de alguien empleando un sustituto, haga que una
persona cuyo timo se muestre fuerte toque la zona del timo del sujeto mientras están
ambos en intenso contacto físico. Luego realice el test con el sustituto. Si el timo de éste
se debilita, es que el del sujeto registra un bajo nivel de actividad. También puede
significar que algo va mal en el timo del sustituto, aunque esto sólo se revelaría a niveles
más profundos de test o prueba. Si el sustituto puede verse afectado con tanta facilidad
por otra persona, es que resulta sumamente sensible o vulnerable a la influencia
recíproca de timos. Una característica particular de las personas, a la que respondemos
intensamente, es a la voz. Tal como veremos en el Cap. 9, los sonidos de la naturaleza
pueden ser terapéuticos, y también la voz humana, su propia voz.
Elija un sujeto de timo débil y háblele mientras realiza el test. Nárrele algo; si lo
prefiere, limítese a contar. Lo que le diga carece totalmente de importancia. Si su voz es
terapéutica, elevará en alguna medida su energía vital, reequilibrará sus sistemas de
energía y corregirá su poco activo timo. Si no ocurre nada de eso, es que usted mismo se
encuentra de momento en un estado de stress o tensión que habrá sido recogido por su
sujeto. En ese caso, reduzca su stress tal como le he sugerido; por ejemplo, recitando
poemas y estimulando el timo con suaves golpecitos (véase el Cap. 5, relativo al tema
del stress).
Repita luego el test con el sujeto en cuestión. Debería comprobar que, limitándose a
hablarle, consigue que su glándula timo se fortalezca, que su simple voz ha bastado para
corregir su desequilibrio de energía. Las voces de todos nosotros son terapéuticas
siempre que nuestros hemisferios cerebrales estén equilibrados, nuestra energía vital sea
elevada mientras hablamos y que, en el fondo de nuestros corazones, y movidos por el
amor y la preocupación por los demás, pretendamos realmente fortalecer y vigorizar.
Escuche a las personas que le rodean. Escuche a lospresentadores de radio y televisión.
Escuche a sus dirigentes políticos. Escuche a su psicoterapista. ¿Resultan sus voces
terapéuticas o no? ¿Se encuentran en estado de stress cuando hablan? Es probable que,
durante su infancia, le haya dicho alguna vez a un compañero de juegos: «Las piedras y
los palos pueden romperme los huesos, pero las palabras no me hacen daño».
Pero no es del todo verdad. Busque alguien cuyo timo se muestra fuerte en los tests, y
dígale: «¡Qué feo eres!», o «Te odio». Su músculo indicador se debilitará, bien en un
test «al desnudo» o mientras se toca el punto del timo. Invierta ahora la prueba o test.
Busque alguien cuyo timo se haya mostrado débil, y dígale: «Me caes bien». Su timo se
fortalecerá de inmediato. Gracias a la kinesiología del comportamiento, estamos
empezando a comprender el enorme poder de las palabras, tanto para ayudar como* para
perjudicar odañar a los demás. Cuando hablamos sin encontrarnos en estado de stress;
.lo dos hemisferios cerebrales funcionan conjuntamente; el 'izgtierdo a la lógica y la
comunicación, mientras que el derecho añade a nuestras 'palabras los aspectos intuitivos
y rítmicos de la expresión.
Busque para comprobarlo un sujeto cuya glándula timo se haya mostrado débil y haga
que alguien le hable, o que se limite a contar, mientras realiza un test o prueba. Si el
hablante posee un timo activo, es decir, si su pauta de stress es relativamente baja, su
voz contribuirá a «fijar» el timo de la otra persona. Por el contrario, si se encuentra
sometido a stress, su voz no resultará terapéutica. He descubierto que cuando el test
muestra la existencia de un desequilibrio entre los hemisferios cerebrales, es que existe
también un desequilibrio de los músculos unidos al hueso hioides. Este es un pequeño
hueso de la garganta al que, directa o indirectamente, se encuentran ligados todos los
músculos vocales.
Parece ser que cuando hablamos sometidos a un estado de stress, nuestras palabras se
ven sutilmente distorsionadas por este desequilibrio del hioides. Inconscientemente, esa
distorsión es captada por el oyente; pero puede ser también captada por sofisticados
equipos electrónicos «detectores de mentiras». Sin embargo, esos aparatos no son
necesarios. Los tests de kinesiología del comportamiento resultan exactamente igual de
eficaces.
Constituye una prueba adicional el hecho de que si provocamos un desequilibrio en los
músculos ligados al hioides, introducimos también un desequilibrio entre los dos
hemisferios cerebrales. He grabado una cinta que lo demuestra, con la voz de un sujeto
pronunciando idénticas palabras, mientras, alternativamente, voy introduciendo y
eliminando un desequilibrio del hueso hioides. Cuando reproduzco esta cinta, la voz
ejerce sobre los oyentes un efecto alternativamente debilitador y reforzante. Aunque
mediante los tests de kinesiología del comportamiento KINESIOLOGIA DEL
COMPORTAMIENTO no nos es posible averiguar si alguien está mintiendo o no, sí nos
permiten determinar con toda certeza si la persona que habla está mientras lo hace en
estado de stress.
El ejemplo más patético de stress vocal es quizá el de la voz del doctor Phillip Blaiberg,
en su momento el paciente de un trasplante de corazón que había logrado sobrevivir más
tiempo. En la grabación explica lo feliz y sano que se siente. Pero no debía ser así, pues
su voz no resulta en absoluto terapéutica. Y poco después de esta grabación, fallecía. El
test de detección de stress resulta muy sencillo de realizar. Puede llevarsea cabo
mientras se escucha directamente al sujeto o en una cinta con su voz.
La voz puede revelar algo, pero el timo lo revela absolutamente todo. Sin embargo,
recuerde que no estamos realizando una labor de detección de mentiras, sino
simplemente comprobando el grado de stress a través de la voz. Para que la prueba tenga
validez, necesitamos efectuarla a diez niveles distintos, de los cuales en esta obra sólo
utilizamos uno. Muéstrese por tanto prudente en su forma de utilizar esta información.
Para sentirse debilitado por otra persona no necesita ponerse frente a ella, ni tan siquiera
a solas. Su relación puede producirse, por ejemplo, a través de la televisión.
Los tests de kinesiología del comportamiento me han permitido descubrir que el medio
permite transmitir determinadas cualidades de nuestros líderes más carismáticos y de
personalidades de la televisión. Si una figura pública padece de un determinado
desequilibrio de energía (de meridianos) o un timo poco activo, puede influir
negativamente sobre un elevado número de personas. Desde su fuente primaria, la
personalidad televisiva, cabe transmitir un estado negativo o positivo a toda una
comunidad o incluso a todo un país, a través de los espectadores, de sus vecinos y de
todas las personas con las que vayan entrando en contacto.
Si somos susceptibles, si nuestra energía vital es reducida, podemos «coger», como si se
tratase de una enfermedad infecciosa, cualquier actividad emocional que flote a nuestro
alrededor. Antes de la Revolución Industrial, cuando lo que es hoy la ciudad de
NuevaYork se reducía a suelo agrícola, la mayor parte de la gente vivía en pequeños
pueblos y aldeas. Conocían sólo a los habitantes de su pueblo, a los que pasaban por él,
y quizá a unos pocos amigos de la zona colindante. En toda su vida un individuo llegaba
a estar en contacto con sólo unos miles de personas. Hoy en día, y en pocas horas,
entramos en contacto con muchísima más gente.
Si vivimos en una gran ciudad, lo más probable será que en nuestro bloque de
apartamentos residan varios cientos de personas. A través de la televisión, la radio y los
periódicos, nos vemos diariamente en contacto con miles y miles de personas de las
cuales muy pocas se encontrarán en un estado positivo de energía. Y como gran parte de
las informaciones y noticias se refieren a asesinatos, secuestros, inundaciones, incendios
y otras catástrofes, lo más probable es que nos veamos negativamente afectados. Todo
acto de violencia que aparezca en la televisión, y aparecen miles y miles a la semana,
contribuirá a debilitar nuestra glándula timo y nuestra energía vital.
Cualquiera que sea el ejemplar elegido, su número será muy elevado. No es posible
contemplar la foto de un asesinato, de un cuerpo mutilado o de un accidente de tráfico
sin que su glándula timo reaccione mostrándose débil y sin que su energía vital resulte
reducida. Y esto les ocurre todos los días a millones y millones depersonas.
Los anuncios pueden también debilitarle, especialmente los primeros planos de personas
fumando. Antes de poder levantar la vista y pasar a la página siguiente, el mensaje habrá
quedado debidamente registrado. Aun sin ser consciente de ello, habrá captado
determinadas claves visuales mínimas.
Los retratos ejercen asimismo una poderosa influencia sobre nosotros. 'Fijémonos, por
ejemplo, en un cuadro de Velázquez que le costó al Museo Metropolitano de Arte de
Nueva York la friolera de más de cinco millones de dólares. La contemplación de este
retrato de Juan de Pareja provoca un debilitamiento en casi todo el mundo.
Comprúebelo por sí mismo (véase la Fig. 22). Otro retrato de ese mismo Museo
provoca, sin embargo, el efecto contrario en casi todas las personas que lo contemplan.
Se trata del Cristo de Rembrandt (véase la Fig. 23). ¿Por qué nos debilitamos cuando
contemplamos el cuadro de Velázquez? No lo sé.
Curiosamente, si se contempla la copia del mismo realizada por otro artista (Fig. 24), lo
más probable es que se sienta vigorizado. Las diferencias entre el original y la copia son
mínimas y casi imperceptibles, pero es evidente que nuestro organismo las capta.
¿Qué nos indica este hecho en relación con los gustos de los varones de hoy en día?.
FIG. 22.rc Retrato de Juan de Pareja», por Diego Rodriguez de Silva y Velázquez.
FIG. 23.»Cabeza de Cristo», de Rembrandt.
FIG. 26. Uno de los “Posters” más populares de todos los tiempos.
8
SU MEDIO FISICO
Para ello, limítese a rozarse el punto del timo y que alguien compruebe su músculo
indicador. Si su timo se muestra fuerte, añada a la prueba el estímulo en cuestión y
vuelva a comprobarlo.' Si su timo se muestra débil, estimúlelo. Si el músculo se debilita,
sabrá que el estímulo ha interrumpido el flujo de energía a su glándula timo, reduciendo
de ese modo el flujo de energía al sistema de energía de todo su organismo. Como he
sugerido con anterioridad, es conveniente realizar también un test al desnudo. El doble
test es muchas veces de la máxima importancia. Pasemos, pues, a estudiar unos cuantos
descubrimientos corrientes relacionados con la vida cotidiana.
GAFAS DE SOL. —El mirar a través de cualquier tipo de cristal coloreado durante
cierto tiempo debilita la glándula timo y, por tanto, la energía vital. Compruébelo
poniéndose unas gafas de sol. Déjeselas puestas durante treinta segundos o más y someta
a prueba el músculo indicador tanto «al desnudo» como tocando el punto de la glándula
timo. Esto provoca un estado de debilidad en prácticamente todos los casos.
Cuando caminamos, los receptores sensoriales de la piel de delante y detrás del tobillo
están enviando continuamente mensajes al cerebro, permitiéndole de ese modo
coordinar nuestro movimiento de locomoción. Cuando llevamos zapatos de tacón alto, el
cerebro recibe de hecho el mensajede que los dos pies se encuentran al mismo tiempo al
final de un paso hacia adelante. Se introduce así una doble desorientación en el cerebro.
En primer lugar, no nos encontramos necesariamente al final de un paso hacia adelante,
pudiendo estar de hecho parados de pie. En segundo lugar, y como resulta más evidente,
es imposible caminar con los dos pies en la posición trasera de un paso
simultáneamente.
No se por qué, pero las fibras sintéticas dificultan la actividad de la glándula timo,
contribuyendo por tanto a reducir la actividad de la misma y, en consecuencia, la energía
vital. Puede deberse a que los tejidos sintéticos alteran la ionización normal del aire que
rodea al cuerpo. Recomiendo siempre que se lleven ropas de fibras naturales al 100 por
100. Es seguro que, si la busca, la podrá encontrar. Sin embargo, un área muy
abandonada es la de la ropa interior femenina. Especialmente perjudiciales resultan las
prendas de fibras sintéticas y estrechamente ajustadas. Para comprobar su propio
sujetador sintético, comience con un músculo indicador fuerte. Coloque los dedos sobre
la parte externa de la «copa» del sostén que lleve puesto y haga que alguien la someta a
un test o prueba. Al parecer, el tocar el sostén por fuera no provoca efecto alguno.
Coloque ahora los dedos en la parte interior del sostén y repita la prueba. Su músculo
indicador se mostrará casi indefectiblemente débil. Puede realizarse la misma prueba
con las bragas. Comprobaremos que las dos zonas más sensibles e íntimas del cuerpo de
una mujer se ven día tras día perjudicadas por la ropa interior sintética. La incidencia de
enfermedades en los pechos es altamente elevada. ¿No es posible que el efecto
acumulativo de estas tensiones se esté cobrando un alto precio y rompiendo el
equilibrio? Y qué decir de las ropas de deporte? Resulta desalentador ver a tanta gente
practicando footing y duros ejercicios con ropas de fibras artificiales que les restan
continuamente energía.
ROPAS DE CAMA. — Tome una manta o sábana de fibra natural al 100 por 100; es
decir, de algodón, lana o seda. Cúbrase con ella y haga que alguienle aplique un test o
prueba. Lo más probable es que su músculo indicador se muestre fuerte. Quítese luego
de encima la manta o sábana de fibra natural y sustitúyala por otra sintética. Repita la
prueba. En la mayoría de los casos, la fibra sintética le provocará un debilitamiento.
Incluso un paraguas de fibras sintéticas mantenido durante algún rato sobre la cabeza
basta para restar energías.
Una de ellas lo hizo, y la otra no. Al cabo de dos meses, la que llevó puesto el sombrero
para protegerse de las lámparas había adelgazado unos veinte kilos, dormía bien y se
sentía mucho mejor. La que no siguió mis consejos no experimentó mejoría alguna. Tras
realizar sus propias pruebas, se mostrará de acuerdo en que, siempre que sea posible,
deberá elegirse una iluminación natural: la luz del sol, velas... o, en cualquier caso, una
luz incandescente. Un interesante descubrimiento relativo a la iluminación es que
algunas personas han llegado a tales extremos que parecen necesitar la energía y el
estímulo extras derivados de la luz para mantener un balance positivo de energía.
LOS HUMOS DE LOS COCHES. — ¿Desea saber si los humos de los tubos de escape
son tan perjudiciales como se dice? En ese caso, limítese a estar un rato detrás del tubo
de escape de un coche aparcado —no en un garaje— y a someterse a un test. Debería
mostrarse fuerte. Ponga luego el motor del coche en marcha y, manteniéndose en el
mismo lugar que antes, repita la prueba. Normalmente, descubrirá que, o bien el timo
sólo, o bien todos sus músculos, se debilitan. Quedará así evidente el nocivo efecto de
los humos de los coches. ¡Y esto es con lo que estamos llenando todos los días el mundo
en que vivimos!.
En mis trabajos con los sonidos de baja frecuencia he descubierto que la aplicación al
organismo de frecuencias de dos ciclos por segundo pueden debilitar el timo, mientras
que la de frecuencias de tres ciclos por segundo no; que siete u ocho ciclos pueden
debilitar, pero seis no. Cuando el timo se encuentra debidamente estimulado, esos
efectos debilitadores no tienen lugar. Existen no obstante numerosos casos en los que
resultamos debilitados a causa de una constante exposición a las bajas frecuencias. Se
trata de las frecuencias que advierten a los animales de fenómenos naturales inminentes,
tales como tormentas y terremotos. Un modo de protegerse a sí mismo y a su energía
vital de esas frecuencias debilitadoras, frecuentemente inaudibles, consiste en
repiquetear sobre su timo.
No obstante, y si, por el contrario, coloca el polo sur contra el oído izquierdo, el músculo
volverá a mostrarse débil. Un interesante fenómeno puesto de relieve por los tests de
kinesiología del comportamiento es que los efectos biológicos de los alimentos tanto
sólidos como líquidos pueden alterarse sometiéndolos a la influencia de un polo
magnético u otro. Incluso el azúcar expuesto a un polo magnético dejará de ejercer una
influencia debilitadora. Es evidente que hace falta realizar muchas más investigaciones,
quizá en el campo de la resonancia electrónica biológica. Se está asimismo empezando a
comprender los efectos biológicos de los iones positivos y negativos en el entorno.
Existen numerosas pruebas de que nuestro medio, las cosas que nos rodean, nos
despojan de iones negativos, esenciales para la conservación de la salud. Actualmente
existen a la venta generadores de iones negativos. ' Sobre el tema de los iones, léase la
obra Elefecto de los iones, Col. «Nuevos temas., Ed. EDAF, 1978. (N. del E.) Muchas
veces cabe elevar una baja energía vital limitándose a conectar el generador de iones
negativos. No obstante, si se deja demasiado tiempo en funcionamiento, se rompe el
equilibrio fónico. Si desea verificar cuáles son las repercusiones de la ionización,
adquiera un «tubo ionizador» en un comercio del ramo de aparatos estéreos. Se trata de
un dispositivo empleado para eliminar la carga estática de los discos fonográficos.
Reconozco que a muchas fuerzas debilitadoras estamos expuestos sólo unos pocos
minutos, pero, si los sumamos, descubriremos que forman una multitud y que nos
pueden arrebatar grandes cantidades de energía. Pienso especialmente en la persona,'
con frecuencia una chica joven, que maneja ese aparato de Rayos X en un aeropuerto,
con frecuencia hasta ocho horas seguidas al día. Absolutamente confiada en nuestra
legislación laboral, puede afirmar tranquilamente: «Mi control de Rayos X indica que
estoy totalmente segura». Si supiese de hasta qué punto afecta su trabajo a su energía
muscular, probablemente se lo pensaría dos veces antes de continuar desempeñando un
empleo tan arriesgado.
Sería terrible que, dentro de veinte años, se descubriese que la gente que maneja esos
aparatos se ha visto negativamente afectada. En ese caso, lo más que se dirá será algo así
como: «Bah, bah, entonces no teníamos suficiente información como para tomar medida
alguna». Pero sí la tenemos. Sabemos que cualquier fuente de radiaciones X y cualquier
generador de grandes y poderosos campos eléctricos puede resultar perjudicial, a menos
que se demuestre lo contrario.
Los aparatos de radio CB, que emplean bandas de baja frecuencia, afectan también
negativamente a la energía vital, aunque sólo a muy poca distancia. Hace poco tiempo
ayudé a un amigo a elegir una parcela en el campo. Buscaba un lugar que fuese tranquilo
y lo más alejado posible de todas las fuentes de contaminación existentes. El primer sitio
que vimos era ideal en todos los sentidos, menos en uno: estaba atravesado por una línea
de conducción eléctrica de 18.000 voltios. Aunque este voltaje es bajo en comparación
con el de las grandes líneas, mi amigo se mostraba debilitado en un radio de 75 metros
de la línea. ¡Y ésta era la zona donde pensaba construir su hogar!.
LOS SIMBOLOS. — Muchos de los objetos normales y corrientes del medio físico que
nos rodea contienen símbolos que pasan en gran medida inadvertidos. Mediante las
técnicas de la kinesiología del comportamiento, he podido demostrar las repercusiones
sobre el organismo de cientos y cientos de símbolos. En otros capítulos de esta obra he
analizado ya algunos de ellos. Los cuadros que, al cabo de cierto tiempo, llegan a
«fundirse» con el medio físico de nuestras casas o lugares de trabajo, pueden contener
potentes símbolos.'
Concentre luego la mirada en la horca que sostiene la figura masculina mientras repite la
prueba o test tocándose el punto del timo. ¿Qué ocurre? Al parecer, lo que provoca la
reducción de energía vital es la horca del centro de la imagen y no las dos figuras
humanas de expresión seria y grave y ropajes oscuros. He realizado experimentos con
diversas variantes de la forma de la horca. Enla Fig. 28 aparecen unos cuantos ejemplos.
Haga que alguien le aplique la prueba o test mientras contempla esas distintas formas
una a una, tocándose al mismo tiempo la zona del timo. En la mayoría de los casos
descubrirá quela única que ejerce un efecto debilitador es la de la verdadera horca o
tridente.
¿Cómo es posible? Porque dicha forma constituye un símbolo y, como tal, es percibida
como un Gestalt o configuración que, por la razón que sea, provoca stress y tensión. De
hecho, este símbolo concreto es uno de los más antiguos, sirviendo en ocasiones para
representar a Satán y a las fuerzas del mal. Otros símbolos poseen un carácter favorable
y beneficioso. Compruebe por sí mismo varios de ellos.
FIG 28 Compruebe cual es la reacción ante cada una de estas formas de horca.
¡Qué poco sospechaba Grant Wood cuando, en 1930, captó con sus pinceles el espíritu
puritano del granjero norteamericano que su cuadro tendería a debilitar a quienes lo
contemplaran!. Un símbolo que vemos con mucha frecuencia es el de la cruz. Todo el
mundo pensaría que debe tratarse de un símbolo favorable a la energía vital. No
obstante, y en cientos de tests clínicos, he descubierto que el efecto kinesiológico de la
cruz depende de la longitud del brazo vertical por encima del horizontal carece
prácticamente de importancia.) La Fig. 29 (A) muestra una cruz griega, en la que el
brazo vertical y horizontal son exactamente iguales. Por lo general, este símbolo no
disminuye la energía vital. Compruébelo por sí mismo. Luego realice la misma prueba o
test con la Fig. 29 (B), la cruz romana o latina. No se sorprenda si aparece debilitado.
Haga luego que alguien le aplique el test mientras va cubriendo poco a poco la parte
inferior del brazo vertical hasta que su longitud iguale a la del horizontal. Es más que
probable que, cuando ambos brazos midan exactamente igual, su estado de
debilitamiento haya desaparecido. Otra modalidad de cruz es la esvástica, un símbolo
ampliamente utilizado en el mundo antiguo y en todos los tiempos. La palabra procede
del término sánscrito svastika, que significa «favorable al bienestar». Existen dos formas
de esvástica, una cuyo sentido coincide con el de las agujas del reloj, y otra de sentido
contrario al de las agujas del reloj (véase la Fig. 30).
Compruebe por sí mismo el efecto que ejercen sobre usted las dos esvásticas, la de
sentido coincidente con el de las agujas del reloj y la de sentido contrario al de las agujas
del reloj. Una u otra le debilitará, dependiendo de cuál sea el hemisferio cerebral
dominante. Por supuesto, si está usted completamente centrado, ninguna de ellas le
debilitará.
FIG. 29. A la izquierda, la crux griega; ala derecha, la romana.
FIG. 30.A la izquierda, la esvástica de sentido coincidente con el de las agujas del reloj; a la derecha, la esvástica de sentido
contrario al de las agujas del reloj.
FIG. 31. He descubierto que este símbolo resulta sumamente eficaz para equilibrar los hemisferios y, por tanto, para reducir
el stress o tensión. Lo headoptadq por tanto como logotipo representativo de la kinesiología del comportamiento.
En este capítulo me he limitado a reseñar sólo algunos de los cientos y cientos de
factores ambientales que convendría tomar en consideración. Mirea su alrededor.
Realice pruebas o tests con todas aquellas cosas o elementos sobre los que albergue
dudas. Ahora bien, en el transcurso de las pruebas puede encontrar sujetos —quizá
incluso usted mismo— que no resultan debilitados por un estímulo cuyo carácter
desvitalizador es de sobra conocido. No deje que eso le preocupe. Cuando una persona
posee una energía vital superior a la media, o está perfectamente centrada y equilibrada,
no se verá debilitada por un estímulo negativo que sí afectará a cualquier otro individuo.
Esto es perfectamente normal. Casi todas las repercusiones adversas de los diversos
factores mencionados en esta obra pueden ser vencidas o contrarrestadas.
Y cuando su energía por qué verse afectado tampoco por esos factores. Si sigue las
directrices expuestas aquí para la remodelación de su forma de vida, habrá avanzado
bastante en el camino hacia llegar a ser no una persona «media», sino (normal», en el
buen sentido de la palabra.
9
LA MUSICA EN SU VIDA*
Al igual que el tuyo, mi pulso marca sobriamente el ritmo, y sirve como saludable
música). Shakespeare.
Hasta él final de su larga vida, Arturo Toscanini poseyó lo que los músicos que han
trabajado con él denominan «intensidad», «fuego interior», una especie de
«electricidad» o «magnetismo». Su rostro estaba casi totalmente desprovisto de arrugas,
y la blanca dentadura que exhibía era suya y no postiza. Sobre el podio se mostraba
vigoroso y erguido; cuando caminaba, su paso era ligero y animoso. Hasta los setenta y
tantos años jamás había visitado al médico. Incluso se decía de él que su sudor era como
agua pura y cristalina. La edad media de defunción del varón norteamericano es de 68,9,
años. Sinembargo, hasta un 80 por 100 de los grandes directores de orquesta cumplen
más de setenta años y siguen trabajando activamente. Reproducimos acontinuación una
lista de algunos longevos y generalmente sanos directores de orquesta de todo el mundo:
Casals, Pablo. . . 96 Ganz, Rudolph. .95 Stokowski, Leopold. 95 Mannes, David. . 93
Panizza, Ettore. . . 92 Paray, Paul. . . 92 Boulanger, Nadia. . . 90
Cameron, Basil. . . 90 Gui, Vittorio. . . 90 Monteux, Pierre. . . 89 Serafin,Tullio. . . 89
Stravinsky, Igor. . . 89 Toscanini, Arturo. . . 89 Boult, Adrian. . . 88 Damrosch, Walter. .
. 88 Klemperer, Otto. . . 88 Blech, Leo. . . 87 Ringwall,Rudolph. . . 87 Burgin, Richard. .
. 86 Schuricht, Carl. . . 86Wolff, Albert. . . 86 Ansermet, Ernest. . . 85 Heger, Robert. . .
85James, Philip. . . 85Polacco, Giorgio. . . 85 Strauss, Richard. . . 85 Szenkar, Eugen. . .
85 Walter,Bruno. . . 85Inghelbrecht, Désiré. . . 84 Krueger, Karl. . . 84 Smallens,
Alexander. . . 84Slonimsky, Nicolas. . . 84 Stassevitch, Paul. . . 84 Stiedry, Fritz. . .
84Bohm, Karl... 83Coppola, Piero. . . 83 Fiedler, Arthur. . . 83 Harrison, Guy Fraser. . .
83Dohnanyi, Ernest von. . . 82 Hanson, Howard. . . 82
LA MUSICA EN SU VIDA Pelletier, Wilfred. . . 82 Beecham, Thomas. . . 81
Hoogstraten, Willem van. . .81 Muck, Karl. . . 80Pfitzner, Hans. . . 80 Ruhlmann,
Frans... 80
Bamboschek, Giuseppe. . . 79 Barlow, Howard... 79 Chávez, Carlos... 79 Hasselmans,
Louis. . . 79 Janssen,Werner. . . 79 Mengelberg, Willem. . . 79 Ross, Hugh. . . 79
Sokoloff, Nikolalai... 79 Wallenstein, Alfred. . . 79
Goldman, Edwin Franko. . .78 Golschmann, Vladimir. . . 78 Ormandy, Eugene. . . 78
Malko, Nicholai. . .78 Steinberg, William. . . 78 Stewart, Reginald. . . 78 Weingartner,
Felix. . . 78
Barzin, Leon. . . 77Clifton, Chalmers. . . 77 Knappertsbusch, Hans... 77 Konwitschny,
Franz. . .77 Kostelanetz, André... 77 Kurtz, Efrem. . . 77Munch, Charles. . . 77 Talich,
Vaclay. . . 77 White, Paul. . . 77 Amfiteatroff,
Daniele. . . 76 Brico, Antonia. . . 76 Georgescu, Georges. . . 76Kajanus, Robert. . . 76
Koussevitzky, Serge. . . 76Lange, Hans... 76Maganini, Quinto. . . 76 Marx, Burle. . .
76Rossi, Mario... 76Saminsky, Lazare. . . 76 Williamson, John Finley. . . 76 Abravanel,
Maurice. . .75 Jochum, Eugen. . . 75 Sabata, Victor de. . . 75 Schneevoigt, Georg. . .
75Sevitzky, Fabian... 75 Wood, Henry. . . 75Boepple, Paul. . . 74Defauw, Désiré... 74
Ghione,
Franco. . . 74 Horenstein, Jascha. . . 74 Konoye,Hideman... 74 Mravinsky, Eugen. . . 74
Plotnikoff, Eugene. . . 74 Reiner, Fritz.. . 74 Scherchen, Hermann. . . 74 Abendroth,
Hermann... 73 Black, Frank. . .73 Enesco, Georges. . . 73 Fischer, Edwin. . . 73 Szell,
George. . . 73
Dorati, Antal. . . 72 Kletzki, Paul. . . 72Molinari, Bernardino.. 72 Sargent, Malcolm. . .
72 Coates, Albert. . . 71Mahler, Fritz. . . 71 Barbirolli John. . . 70Karajan, Herbert von. .
. 70 Dessoff, Margarete... 7G Van Otterloo, Willem. . .70
Es, pues, un hecho sabido que los grandes directores de orquesta han disfrutado, y
siguen disfrutando, de vidas excepcionalmente largas, productivas y fundamentalmente
llenas de salud. Lo que no se sabe es por qué, cómo, a qué se debe que sea así. ¿Por qué
sobreviven durante tanto tiempo estos maestros, en un mundo caracterizado por los
infartos, los ataques al corazón y las enfermedades degenerativas propias de la vejez?
¿En qué radica su secreto y cómo podemos aplicarlo a nuestras propias vidas?. Estas son
algunas de las cuestiones en que me he centrado durante los últimos veinticinco años.
Aun con los oídos totalmente tapados, el cuerpo humano responde a los sonidos. Esto se
debe a que «oímos» no sólo con los oídos, sino también con nuestros cuerpos.
Supongamos que alguien sufre de debilidad en un determinado sistema de energía o
meridiano de acupuntura. Si le tapamos los oídos y sometemos a un test a los músculos
correspondientes mientras hacemos sonar «buena»música, su músculo indicador se
mostrará fuerte y vigoroso. Pero si además de taparle los oídos colocamos almohadas o
cualquier otro material que absorba el sonido sobre los puntos básicos del meridiano en
cuestión, dejará de producirse el efecto beneficioso.
Al estar absolutamente ajustados a ese pulso interior, todos y cada uno de los gestos del
director de orquesta lo reflejan a la perfección. Gracias a la kinesiología del
comportamiento, sabemos que cualquier gesto que hacemos no es sino la respuesta del
cuerpo a una necesidad de tonificar o corregir un desequilibrio en un determinado
sistema de energía.
Por tanto, y mediante los gestos que realiza todos los días, un director de orquesta está
estimulando vigorosamente determinados sistemas de energía, al tiempo que se ve
inundado por las cualidades curativas de la música.
En un análisis del valor terapéutico de la música. Manly P. Hall narra dos interesantes
relatos sobre el empleo que hacían de la misma los miembros de la comunidad
pitagórica. Uno de ellos nos habla de un amante despechado y con deseos de venganza
que se siente inmediatamente aplacado y se olvida de su ira al escuchar unos cuantos
acordes de laúd de un seguidor de Pitágoras. En el otro, un joven demente y violento se
siente «arrastrado como en trance», " Manly P.Hall, «La teoría pitagórica de la música y
el color», en An Encyclopedic Outline of Masonic, Hermetic, Kabbalistic and
Rosicrucian Symbolical Philosophy, veinteava ed. (Los Angeles: The Philosophical
Research Society, 1975), pág. 82. en cuanto otro avispado discípulo de Pitágoras pulsa
la cuerda de una lira.
El propio Pitágoras era perfectamente consciente de los beneficios de la música. Nos
informa de cómo, limitándose a tocar músicas especialmente compuestas para el
paciente, consiguió curar «muchos males del espíritu, el alma y el cuerpo». Sus
discípulos empezaban y terminaban el día con canciones; las de la mañana estaban
«calculadas para despejar la mente después del sueño e inspirarla para las tareas del
naciente día; las de la noche eran de carácter relajante, apaciguador y favorable al
descanso». Se sabe desde hace mucho tiempo hasta qué punto puede resultar relajante e
incluso vigorizador el sonido del agua corriente. Las cascadas y las fuentes han sido
siempre lugares propicios para la meditación.
La Alhambra, el palacio árabe de Granada, se construyó de tal forma que en todas las
salas y estancias pudiera escucharse en todo momento el murmullo del agua procedente
de fuentes y de chorros surgidos de las bocas de leones de piedra. Hoy en día no resulta
posible contar con fuentes o cascadas en las viviendas de tipo medio o en los
apartamentos de las ciudades, pero siempre puede recurrirse al sonido del agua de la
ducha. Si su glándula timo se muestra débil, el tomar una ducha la fortalecerá. Esto se
debe a tres factores distintos: 1) el efecto tonificante y terapéutico del sonido del agua
corriente; 2) el efecto estimulante del agua al activar todos los meridianos de acupuntura
del cuerpo, y 3) los iones negativos producidos por el agua corriente.
Después de buscar mucho, encontré un hospital mexicano que no sólo ofrecía el tipo de
intervención quirúrgica que deseaba, sino también un marco o entorno encantador,
tranquilo y terapéutico. De la mañana a la noche me sentía continuamente tonificado por
los gorjeos de los cantarines pájaros del patio. Grabé esos sonidos y los he utilizado en
numerosas ocasiones para demostrar hasta qué punto pueden resultar curativos los
sonidos naturales. Las grabaciones de ronroneos de gatos son también especialmente
beneficiosas. Hace algunos años, mis investigaciones sobre los efectos de la música
dieronun giro inesperado. Mientras me encontraba realizando algunas compras en unos
grandes almacenes de Nueva York, me sentí de repente débil, sumamente inquieto y en
general molesto.
El lugar se encontraba lleno de las vibraciones propias de la música rock. Más adelante
hice lo que obviamente convenía: comprobar kinesiológicamente los efectos o
repercusiones de este tipo de música. Empleando cientos y cientos de sujetos, descubrí
que el escuchar música rock provoca con frecuencia un debilitamiento de los músculos
del cuerpo. La presión normal necesaria para vencer al fuerte músculo deltoides de un
varón adulto oscila entre 19 y 21 kilos. Cuando sonaba música rock no se necesitaba
más de 5 o 7 kilos. Esto es mucho más grave que un simple debilitamiento del timo, lo
que, por supuesto, también se da; cuando un músculo indicador se muestra débil en un
test «al desnudo», el problema de energía es aún más serio y preocupante.
Como he señalado ya, todo músculo importante del cuerpo está relacionado con un
determinado órgano. Eso significa que todos los órganos de nuestro cuerpo se están
viendo afectados en gran medida por la música pop, a la que nos vemos expuestos a
todas las horas del día. Si sumamos las horas de programas radiofónicos de ese tipo de
todo el mundo, nos daremos cuenta de cuáles son las dimensiones reales del problema.
No todas las piezas de rock provocan el mismo efecto, como tampoco un mismo grupo
en todo momento. Algunos conjuntos y cantantes que tienden a debilitar nuestros
músculos son los Doors, la Banda, Janis Joplin, Queen, America, Alice Cooper,
Bachman/Turner/Overdrive y Led Zeppelin.
Como contraste, los Beatles nunca los debilitan. Debemos asimismo recordar que nos
referimos estrictamente a determinados tipos de música rock. El rock androll (anterior al
rock), el country & western, el jazz y otros estilos musicales no provocan estas mismas
consecuencias. Puede realizar una sencilla prueba o test con sus discos favoritos.
Compruebe la respuesta del músculo indicador de su sujeto «al desnudo»; es decir, sin
que toque su punto del timo ni ningún otro. Debería mostrarse fuerte.
Luego haga sonar el disco. Si su músculo indicador se debilita, es que la música en
cuestión ejerce un efecto negativo sobre su energía vital; si no, es que es inofensiva. Si
necesita una prueba más contundente de que la música rock es debilitadora, diríjase a un
establecimiento de venta de instrumentos musicales y busque uno de esos órganos
electrónicos con toda esa serie de mandos para producir los distintos ritmos existentes
(vals, marcha, rumba, foxtrot, beguine, etc.). Pulse el mando o botón correspondiente al
rock y aplique la prueba o test a alguien cuyo músculo indicador se haya mostrado
fuerte. Los restantes mandos o botones no provocarán el mismo efecto.
¿Qué características del ritmo llamado rock son las causantes del efecto debilitador? Una
atenta escucha y examen de numerosos discos de rock parece indicar que una
característica común es el ritmo o compás dada DA. 'En poesía, a este tipo de ritmo se le
denomina «ritmo anapéstico».
6 No obstante, no toda la música rock posee este ritmo o compás debilitador. Cuando se
toca mediante palmadas o por algún otro procedimiento, este ritmo anapéstico provoca
el mismo efecto que si se escuchara el sonido del rock producido por un órgano
electrónico o por discos de rock. No obstante, cuando se toca lo suficientemente rápido,
el efecto nocivo desaparece. ¿A qué se debe esto? Una de las características del ritmo
anapéstico es la de detenerse o interrumpirse al final de cada compás o medida. La
música rock dotada de ese efecto debilitador parece poseer esa cualidad sincopada; es
como si la música se detuviera y tuviese que recomenzar de nuevo, con lo que,
subconscientemente, al final de cada medida o compás, el que la escucha se «para»
también.
El ritmo anapéstico es el contrario del dactílico o propio del vals, que es DAdada, y en el
que se da un flujo continuo y equilibrado. Esto sugiere una posible explicación del
efecto debilitador de la música rock. Aunque, por supuesto, puede haber otras muchas.
Para poder explicar este fenómeno, pasaremos a estudiar brevemente los sonidos
internos del cuerpo. Los sonidos arteriales pueden registrarse o grabarse por medio de
sofisticados equipos electrónicos. Cuando uno de mis pacientes escuchó la grabación en
cinta del sonido de su arteria femoral, comentó asombrado: «¡Mi cuerpo está bailando el
vals!»
En efecto, las grandes arterias de las extremidades parecen tener un ritmo o latido de
vals. El sonido del corazón puede considerarse también como de vals, encontrándose el
tercer redoble tácito o implícito en forma de uno dos descanso..., uno dos descanso...,
etc. Algunas otras arterias poseen asimismo este sonido. Puede ocurrir por tanto que,
cuando escuchamos el ritmo anapéstico o sincopado, experimentamos una reacción de
stress y alarma que hace que el músculo indicador se muestre débil. Ese ritmo
debilitador es aparentemente contrario al ritmo fisiológico normal del cuerpo.
El viejo ritmo de rock and roll parece carecer sin embargo de este carácter sincopado.
Según el critico musical Robert Palmer, «cuando el rockand roll está verdaderamente
rocking y rolling, combina un irresistible movimiento hacia adelante, un fuerte impulso
de retroceso y una cierta ligereza melódica.» ' Robert Palmer, .¿Cuándo es Rock y
cuándo es Rockand Roll? Un crítico musical aventura una respuesta, en The New
YorkTimes, domingo 6 de agosto de 1978, pág. 14. En algún momento de la evolución
de la música rock, el roll se quedó definitivamente en la cuneta.
He descubierto sólo dos ejemplos de música clásica que provocan debilidad muscular.
Uno es el final de La consagración de la Primavera, de Stravinsky, y el otro el final de
La Valse, de Ravel. En ambos casos, el compositor intentaba expresar sensación de caos
y confusión, habiendo salido evidentemente triunfantes de su empeño.
La Valse comienza como un vals típico, pero termina en forma de parodia,
desintegrándose en un crescendo de disonancias. Determinados directores de orquesta
—por ejemplo, Chadés Munch— intentan mantener el firme ritmo del vals, cuando son
ellos quienes dirigen el concierto o grabación, los sujetos del test no aparecen
debilitados, ni aun en el clímax de la composición. No obstante, otros directores de
orquesta adoptan un punto de vista mucho más satírico —por ejemplo, Pierre
Monteaux—, rompiendo deliberadamente el ritmo hacia el final; en ese caso, el músculo
indicador del sujeto se mostrará de hecho debilitado.
De los más de 20.000 discos de todos tipos de música por mí comprobados, sólo un
pequeño fragmento provocó esa reacción en el músculo indicador de mis sujetos, siendo
concretamente un breve batir de tambor de vudú haitiano. En todos los demás casos la
reacción fue positiva o de indiferencia. Así, este efecto debilitador, al que se ha llegado a
conocer como «efecto diamante», es algo prácticamente exclusivo de la moderna música
pop. Por lo que mis investigaciones me han permitido averiguar, hizo su aparición a
comienzos de la década de los sesenta. Desde entonces ha ido progresando hasta
encontrarse muy bien representado en los «diez primeros» de todas las semanas. Y esta
infiltración de la música industrial se ha producido sólo en el plazo de los últimos quince
años.
¿Qué otras influencias ejerce el ritmo de rock? Utilizando los principios y técnicas de la
kinesiología del comportamiento, he demostrado asimismo que, cuando se toca ese
ritmo debilitador, se produce el fenómeno denominado «conmutación»; es decir, la
pérdida de la simetría entre los dos hemisferios cerebrales, lo que introduce sutiles
dificultades perceptivas y toda una serie de otras manifestaciones iniciales de stress
(véase el Cap. 5, sobre el stress). El cuerpo entero se pone en estado de alarma.
Los cambios perceptivos que se producen pueden manifestarse en los niños en un menor
rendimiento escolar, hiperactividad e inquietud; en los adultos, en un menor rendimiento
laboral, mayores errores, ineficiencia general, una menor capacidad de adopción de
decisiones en el trabajo, y la agobiante sensación de que las cosas no van bien; en
resumen, en una pérdida de energía sin ninguna razón aparente. Esto es algo que pude
observar clínicamente cientos y cientos de veces. En el ejercicio de mi profesión he
observado que los resultados académicos de muchos niños en edad escolar mejoran
espectacularmente tan pronto como dejan de oír música rock mientras estudian.
El simple hecho de que los trabajadores del taller echasen tanto en falta la música rock
resulta muy significativo. Parece ser que ese tipo de ritmo es como una droga que causa
hábito; el escucharlo repetidamente hace que uno lo necesite y lo busque continuamente.
Se convierte en el ritmo preferido de todo el mundo. Es como si la «conmutación»
introducida por el rock se hubiese convertido en el estado fisiológico normal en lugar del
anormal que realmente es. Además, el bailar a ritmo de rock provoca una
«conmutación», pues implicael empleo del brazo y pierna del mismo lado
simultáneamente —el brazo derecho y la pierna derecha al mismo tiempo, el brazo
izquierdo y la pierna izquierda al mismo tiempo—.
En resumen: cabe definir el ruido como un sonido que, cuando alcanza un determinado
nivel de intensidad, reduce la energía del cuerpo. La música perniciosa disminuye la
energía a cualquier volumen. La música de «Muzak» y la mayor parte de la música
electrónica ni fortalecen ni debilitan. La buena música y casi todos los sonidos naturales
fortalecen a cualquier nivel de intensidad. Pero si la buena música se oye tan alta a
través de un sistema de reproducción sonora que llega a producirse una distorsión, se
alcanzará un nivel al que incluso ese sonido provocará un estado de debilitamiento.
Se dice que se trata de la clave propia o personal; es decir, de aquella con la que nos
sentimos más cómodos. Y puede ser que cuando nuestra energía vital es reducida, nos
veamos más afectados por la que debería ser la frecuencia más natural y básica para
nosotros. Si está realmente interesado en demostrarle a alguien que su cuerpo se halla
«sintonizado» con los sonidos que le rodean, limítese a hacer sonar una nota C mientras
le explica la prueba o test de resistencia muscular. Observe la expresión de asombro de
su cara al comprobar que su músculo se va debilitando. Hemos comprobado en este
capítulo hasta qué punto pueden resultar beneficiosos la música y la mayoría de los
sonidos de la naturaleza. Los puntos básicos de acupuntura de su cuerpo están anhelando
absorber esas vibraciones y emplearlas para tonificar el sistema de energía de su
organismo y elevar su energía vital.
10
LA VIDA EN SUS ALIMENTOS
Existen determinados puntos en los que prácticamente todos los expertos en nutrición se
mostrarían de acuerdo. Uno de ellos es que la revolución tecnológica ha alterado
considerablemente las cualidades naturales de los alimentos que ingerimos. Hoy en día
nuestros alimentos están más refinados que en ningún momento de la historia; y tales
procesos de refinado reducen o incluso destruyen toda la energía vital de los alimentos.
Al igual que nuestros cuerpos contienen energía vital, también la contienen los
alimentos naturales que ingerimos. Pero cuanto más se les someta a procesos y
manipulaciones, menos energía vital quedará en ellos, si es que queda alguna.
Repítala luego con pan integral, elaborado a base de harina integral y sin azúcar
refinado. ¡Qué diferencia! El problema del azúcar refinado y de la harina blanca es
precisamente el proceso de «refinado» a que se somete a la caña de azúcar y al trigo
integral. Las compañías azucareras y los fabricantes de pan hablan del «refinado» de
esos alimentos naturales, pero el término induce a error. Si «refino» mis pensamientos,
los hago más claros y exactos, los libero de falacias y cosas sin importancia. Si, como
artista amateur, decido esculpir una estatua, resultará mucho menos refinada que
cualquier obra de Rodin.
Dicho en otras palabras, en la estatua de Rodin habrá muchos más detalles y gracia y
mucho menos barro inútil. Pero lo que la industria alimentaria hace realmente al
«refinar» es despojar al alimento de ingredientes nutritivos esenciales hasta dejarlo
«almacenable» y «comercializable». Algunos «alimentos» nos restan tanta energía vital
que el músculo indicador se muestra débil aun en los tests «al desnudo». Otros son
menos debilitadores; en esos casos, los test deben realizarse mientras el sujeto se toca el
punto del timo. Aplique ambos tipos de prueba antes de dar por sentado que un alimento
contiene vida. Los pasos generales que conviene seguir en una prueba o test de
alimentos son los siguientes:
1. Aplique el test a su sujeto «al desnudo» y encuentre un fuerte músculo indicador.
2. Haga que el sujeto ponga un poco del alimento examinado dentro de su boca, y que lo
retenga en ella.
3. Compruebe nuevamente el músculo indicador.
4. Si el músculo indicador se muestra débil, haga que el sujeto se saque el alimento de la
boca y se la enjuague.
5. Si el músculo indicador se muestra fuerte, haga que el sujeto ponga los dedos sobre el
punto de la glándula timo y repita el test (el alimento sigue aún en la boca).
6. Si el músculo indicador se muestra débil «al desnudo» o mientras el sujeto se toca el
punto del timo, repita la prueba para asegurarse de que ha recuperado su fuerza.
7. El sujeto debería enjuagarse la boca con agua de manantial o destilada antes de pasar
a comprobar el siguiente alimento.
Compruebe los alimentos de sus apresuradas cenas ante el televisor, sus helados y dulces
de super mercado, sus cereales preparados, sus guindas de postre, sus bebidas
alcohólicas, e incluso el agua del grifo.
Si el test arroja como resultado un estado de debilidad, enfréntese a la idea de que el
hecho de seguir comiéndolos destruye su energía vital, le provoca un desequilibrio de
energía negativo y, evidentemente, no contribuye a una salud positiva y a una
prevención primaria. Después de todo, el objetivo que se persigue comiendo es extraer
energía de los alimentos, por lo que parece disparatado ingerir alimentos que la
destruyan. Pero, una vez más, y como siempre, compruébelo por sí mismo.
Su cuerpo es el que mejor juzga lo que es bueno para usted y lo que no. Yo
personalmente encuentro que los alimentos artificiales, los muy refinados y los
procesados suelen debilitar. Por el contrario, los alimentos naturales y cultivados
orgánicamente suelen elevar casi invariablemente el nivel de energía vital. Por ejemplo,
si alguien cuyo timo se muestra débil ingiere un trozo de manzana cultivada
orgánicamente, tenderá casi siempre a mostrarse fortalecido. Los alimentos naturales,
tales como la fruta y las verduras, los cereales, huevos, frutos secos y semillas, el pollo y
la mayoría de los pescados, deberían resultar fortificantes, a menos que hayan sido
fuertemente fumigados o contaminados.
Si desea comprobar por sí mismo hasta qué punto resultan perjudiciales los pesticidas,
limítese a fumigar una pequeña cantidad en la estancia en que se halle y verá cómo la
glándula timo, anteriormente fuerte y vigorosa, se muestra ahora debilitada. Resulta muy
interesante que si ingiere una fruta cultivada orgánicamente mientras mantiene una
postura física correcta, los efectos perjudiciales se ven enormemente disminuidos (véase
el Cap. 11, relativo al tema de las posturas). Tiene suerte de que su cuerpo pueda
discriminar con tanta exactitud y rapidez entre los alimentos «buenos» y «malos». No es
necesario que pregunte a un experto en nutritión ni a un bioquímico; todo lo que tiene
que hacer es preguntarle a su cuerpo mediante los tests de kinesiología del
comportamiento.
Recuerdo dos niñas gemelas, de seis años de edad, que fueron traídas a mi consulta por
resultar incontrolables en la escuela. Sufrían de graves calambres abdominales y su
conducta o comportamiento resultaba desastroso. En mi oficina o consulta se dedicaron
a correr de un lado para otro derribando sillas, golpeando puertas y, en general,
convirtiéndose en espantosas fuentes de ruido y estruendo. Mediante tests musculares,
les demostré cómo el azúcar las había debilitado y cómo las manzanas cultivadas
orgánicamente y la miel pura, sin filtrar ni refinar, las fortalecían. Les dije que todo esto
explicaba su bajo rendimiento deportivo en la\escuela.Se fueron a casa decididas a
cambiar de dieta. Todo lo que su madre hizo fue dejar de darles aditivos y todas las
modalidades de azúcar refinado. Las sustituyó por azúcares naturales, fruta y miel pura
no refinada. Las gemelas volvieron al cabo de dos semanas.
Esto se suele deber a que los otros ingredientes de la tableta o pastilla, colorantes,
aditivos o envolventes, son perjudiciales. Una marca puede resultar, pues, reforzante,
mientras que otra tableta aparentemente idéntica, pero de marca distinta, quizá resulte
debilitadora. Tendrá, pues, que comprobar incluso las distintas marcas de
reconstituyentes. Pero deje una vez más que su propio cuerpo le sirva de guía.¿Qué
complementos o reconstituyentes son mejores, los muy refinados o los de menor
potencia, pero más naturales? ¿Resulta, por ejemplo, mejor 800 unidades de vitamina E
muy refinada que 4 ó 6 unidades de vitamina E más natural?.
La respuesta suele decantarse por las 4 o 6 unidades; las sustancias naturales, aunque de
menor potencia, tienen más probabilidades de corregir una determinada debilidad
muscular que las de mayor potencia. En general, los complementos y vitaminas más
refinados pueden llegar incluso a debilitar al paciente. Como siempre, compruébelo
usted mismo y vea qué ocurre. El masticar esos complementos o reconstituyentes parece
provocar una mayor respuesta en términos de pruebas musculares que limitarse a
tragarlos. Evidentemente, determinadas cápsulas y productos no pueden masticarse, pero
debería fijarse siempre en la etiqueta que acompaña al producto y comprobar si se
recomienda masticarlo o no.
Limítese a pedirle a algún amigo que le someta a tests mientras ingiere muestras de
todos los alimentos que come habitualmente. Por supuesto, los alimentos artificiales
tenderán por lo general a debilitarle. Pero si alguna muestra de alimento natural y puro le
debilita, es que, de momento y para todos los fines prácticos, es usted alérgico a dicho
producto. Más de un 90 por 100 de mis pacientes se muestran débiles con la carne de
vaca, el trigo y los productos lácteos. En las alergias de cualquier tipo, y cuando la
sustancia en cuestión no pueda ser fácilmente evitada o sustituida, encuentro que se
produce una notable mejoría estimulando la actividad del timo. Hace poco tiempo visité
a un hombre internado en un importante centro médico, y que sufría de una extremada
sensibilización o reacción alérgica a una tableta de sulfamidas que le hacía tomar su
médico.
Era tan grave, que había llegado a un ulceramiento de los conductos digestivos y
bronquiales superiores, por lo que parecía que iba a morirse. Sin embargo, y aunque casi
milagrosamente, logró sobrevivir. Yo le vi algunas semanas después, pedí una muestra
del medicamento en cuestión y apliqué tests tanto a él mismo como a otras personas. En
todos los casos, el músculo se debilitaba tan pronto como se ponía la tableta en la boca,
lo que indicaba que la energía vital de la persona se había visto instantáneamente
disminuida por la sustancia, y que no debía suministrarse bajo ninguna circunstancia, ya
que podían producirse reacciones imprevistas y quizá incluso fatales. Se trata de una
prueba sumamente sencilla.
Puede no coincidir al 100 por 100 con otros hechos médicos relativos a alergias y
sensibilizaciones, pero posee tanto valor intrínseco como cualquier otra técnica de tests.
Resulta imposible calcular el número de fallecimientos, enfermedades y
hospitalizaciones, con frecuencia prolongadas, causados por reacciones adversas a los
medicamentos recetados. La mayoría de estos casos podrían prevenirse mediante este
sencillo test muscular. Siempre que se plantee tomar un medicamento, y tanto si le ha
sido prescrito como si no, limítese a ponérselo en la boca y a comprobar si el músculo
indicador sigue mostrándose fuerte y vigoroso.
Si éste se muestra débil, no lo tome bajo ningún pretexto, pues estaría infringiendo la ley
básica de la kinesiología del comportamiento: si una sustancia debilita, no debe
ingerirse. Hay que sacarla inmediatamente de la boca y enjuagarse ésta
concienzudamente. Su cuerpo posee una inteligencia innata. El debería ser el árbitro
último de un tratamiento, y no un libro de texto o ni siquiera la experiencia médica. Si la
energía vital del cuerpo —medida mediante tests de la glándula timo— resulta
fortalecida, podrá ingerir la sustancia en cuestión; si resulta debilitada, no debería
hacerlo. Tengo la esperanza y sueño con que, en el futuro, toda medicación será
comprobada kinesiológicamente antes de su administración.
Esto es algo que los médicos deben a sus pacientes y que nosotros nos debemos a
nosotros mismos.Fijémonos ahora en el siguiente diálogo, tan familiar y tan peligroso al
mismo tiempo: «Ah, pero un poquito no te hará daño...» «Anda, sólo un bocado...» «Ni
un traguito? Un traguito sí que puedes tomarte, ¿no?» Con estas frases se han roto
dietas, propagado el alcoholismo, y empujado a la gente a una mala salud, una deficiente
nutrición y unas dentaduras desastrosas.
Pues resulta que incluso la menor cantidad de una sustancia dañina, por ejemplo el
azúcar, provoca en los músculos el mismo efecto debilitador que una ración mayor. En
el actual pensamiento médico, lo que se toma en cuenta es únicamente la dosis. Se nos
dice continuamente que una determinada sustancia química puede resultar peligrosa,
pero que la cantidad a que estamos expuestos o que ingerimos no nos hará daño alguno.
Esto es algo que está aún por demostrar. Además, las cantidades mínimas admisibles son
a veces convenientemente alteradas.
Por ejemplo, hace poco tiempo leí que el gobernador de un estado había formulado una
interesante solución para un grave problema: un determinado contaminante carcinógeno
había alcanzado cotas peligrosas en su zona, por lo que se limitó a «resolver» el asunto
no aplicando multas o cerrando las factorías responsables de la contaminación, sino
simplemente elevando el límite aceptable de dicho producto carcinógeno. Ha llegado el
momento de que nos demos cuenta de que no sabemos cuál es la cantidad mínima
admisible de un veneno.
En tanto que un músculo se muestre debilitado a causa de un veneno, no deberemos
exponernos a la menor dosis del mismo. ¡Un veneno es un veneno! Olvídese, pues, de su
habitual forma de pensar: «Ah, pero un poquito deazúcar no me hará daño».
Toda sustancia, o bien eleva su energía, o bien la reduce. No hay otra alternativa.
Cualquier sustancia que disminuya su energía en una dosis alta no la elevará por mucho
que la reduzca. No se deje atrapar por los razonamientos de tipo cuantitativo, pues se
trata de un tema cualitativo. En el Cap. 8 hemos estudiado los peligros del tabaco. Se
trata también de una cierta modalidad de nutrición, pues, después de todo, nos tragamos
el humo. A pesar de las advertencias que, por ejemplo, llevan obligatoriamente los
paquetes de cigarrillos, casi la mitad de la población adulta norteamericana fuma.
Resulta raro encontrar un fumador empedernido cuyo timo se muestre fuerte y vigoroso.
Por supuesto, la solución está en manos del propio fumador: o bien renunciar al tabaco y
abrazar la vida, o bien seguir fumando y exponerse continuamente a una pésima salud.
Compruébelo por sí mismo y convénzase. Si es fumador, repiquetee dos o tres veces
sobre su timo para estimularlo. Haga luego que alguien someta aprueba a su músculo
indicador mientras se toca el punto del timo. Encienda luego un cigarrillo y déle una
chupada. Repita la prueba o test. Se habrá debilitado. Muchas veces, el simple hecho de
mantener el cigarrillo en la boca, aunque sea sin encender, bastará para provocar el
estado de debilidad —siempre que se mantenga no por el extremo del filtro, sino por el
otro—.
Con un sujeto que fuma, resulta difícil obtener resultados exactos de tests musculares en
relación con otros factores.¡En qué situación nos encontramos! ¡Todos los años se
dedican millones y millones de dólares a anunciar alimentos artificiales y cigarrillos que
lo único que hacen es reducir nuestra energía vital! Los alimentos que ingerimos
empeoran día a día. Han sido más fumigados y envenenados, se han cultivado de forma
más artificial, y en el momento en que los tomamos tienen cada vez más tiempo encima.
Y, por si fuera poco, normalmente los cocinamos de manera excesiva, de forma que, al
final, no queda en ellos cualidad alguna, no tienen ya la menor vida.
Hoy en día nos resulta cada vez más y más difícil encontrar y preparar alimentos sanos y
«vivos», pero nos queda aún una solución. Una vez que los tests de kinesiología del
comportamiento nos hayan demostrado claramente la diferencia entre unos alimentos
«vivos» y unos alimentos «muertos», no deberíamos tener la menor dificultad para
modificar nuestra dieta de acuerdo con ello. No obstante, si seguimos negándonos a
introducir tales cambios, nuestra energía vital se verá con toda probabilidad gravemente
debilitada. Desgraciadamente, éste se está convirtiendo en un problema cada vez más
extendido debido a la abrumadora propaganda y promoción que se hace de alimentos
insanos y dañinos. Terminemos, sin embargo, este capítulo con una nota optimista. Hay
siempre algo positivo que extraer de los tests de kinesiología del comportamiento. Con
las enseñanzas que extraiga de ellos será capaz de aplicar los resultados de sus propias
pruebas, no sólo para evitar lo que es «malo», sino también para perseguir lo que es
«bueno». ¡Por supuesto que siempre se puede elegir!.
11
LA IMPORTANCIA DELA POSTURA
Los biólogos nos informan que, en la evolución desde la locomoción a cuatro patas a la
locomoción a dos, se ha alcanzado una significativa eficiencia mecánica. Mientras que el
ser humano gasta sólo un 18 por 100 de su energía para' permanecer de pie, un animal
necesita hasta un 40 por 100 de la suya para sostenerse sobre sus cuatro patas. Pero esa
cifra del 18 por 100 no es aplicable al individuo medio, que permanece de pie y sentado
con la espalda curvada, el pecho hundido y la cabeza inclinada hacia adelante. Las
personas con deficientes posturas físicas no sólo ofrecen un mal aspecto o apariencia,
sino que gastan mucha más energía de la necesaria tanto cuando permanecen de pie
como cuando están sentadas, andando o realizando cualquier tipo de tarea.
Haga que el sujeto ingiera un poco de azúcar refinado o alguna otra sustancia de la que
se sepa que contribuye a debilitar el timo. Si está sentado en posición erguida, su timo
no se mostrará débil. Al parecer, cuando se ha estimulado su energía vital, suele verse
también elevada su resistencia a determinadas influencias adversas o negativas. Y una
postura correcta es uno de los estímulos más efectivos que hay. Las posturas incorrectas
no sólo dificultan la actividad del timo y reducen la energía vital, sino que inducen
también al estado de «conmutación», estado en el que, como hemos señalado con
anterioridad, la persona está descentrada y se da un desequilibrio entre los dos
hemisferios cerebrales (véase el Cap. 5).
Esto es algo que podemos comprobar mediante el procedimiento habitual (véase la pág.
64), limitándonos a observar la diferencia que se registra entre cuando comprobamos el
equilibrio cerebral del sujeto en una mala postura y cuando lo hacemos en una postura
correcta.
El participar en una carrera ciclista o incluso el montar en una bicicleta fija, de ejercicio,
puede provocar asimismo una «conmutación». Esto se debe fundamentalmente a una
mala postura, aunque también contribuye la posición rígida de los brazos. Si el ciclista
quita las manos del manillar y se sienta erguido mientras pedalea, la «conmutación» no
se producirá. Un paciente mío, concertista de piano, me confió que cada vez le resultaba
más difícil leer música y tocar piezas o fragmentos complicados. Nos dirigimos a su
estudio y le observé mientras tocaba. Me di inmediatamente cuenta de que se sentaba en
una postura forzada e incorrecta, con los hombros hundidos y la cabeza caída hacia
adelante.
Además, el taburete de su piano era tan alto que para poder ver la partitura tenía que
doblar mucho su cuello y tensar el mentón. En resumen, su postura no podía ser peor.
Le apliqué un test y comprobé que, en dicha postura, sufría todas las características del
fenómeno de la «conmutación»; es decir, que se encontraba descentrado, con un fuerte
desequilibrio entre ambos hemisferios cerebrales, y que su timo y, por tanto, su energía
vital estaban considerablemente debilitados.
Entonces regulé la altura del taburete y le pedí que modificase su postura. Al cabo de
una semana se presentó nuevamente en mi consulta con una amplia sonrisa en la cara
para informarme que su estado de confusión y sus problemas de destreza habían
desaparecido totalmente.
Los trabajadores fabriles pueden encontrarse con problemas parecidos. En la mayoría de
las cadenas de montaje, el trabajo se realiza en tales posturas que los trabajadores se
encuentran «conmutados» durante prácticamente toda su jornada laboral. Ajustando
cuidadosamente la altura del asiento y el ángulo desde el que se realiza el trabajo,
desaparece el desequilibrio cerebral. En ese caso, aumentará considerablemente la
eficiencia y los errores serán mucho menores. Todo esto nos lleva a tomar en
consideración el papel desempeñado por la posición de estar sentado. Las sillas
metálicas, como las plegables utilizadas habitualmente en los auditorios, provocarán un
estado de «conmutación» en prácticamente todo el mundo. (Esto se debe a que el metal
cruza la línea media del cuerpo u organismo.)
Lo mismo ocurre con las modernas sillas tapizadas. Recorra su casa y compruebe cómo
se siente en los distintos asientos de la misma. Primero tense la columna vertebral,
asegúrese de que sus hemisferios están equilibrados y que su glándula timo se muestra
fuerte y vigorosa. Luego siéntese en la silla en la posición habitual. Repita la prueba.
Ahora se encontrará «conmutado», descentrado y con el timo débil. Todos los asientos
blandos y confortables contribuyen a reducir su energía vital y a provocar cierto grado
de stress. Las sillas firmes, con respaldos rectos, son muchísimo mejores. No obstante, la
característica más importante de una silla es el propio asiento.
Los asientos de los automóviles pueden provocarnos también ese estado. Recuerdo un
paciente que se quejaba de que en cuanto conducía durante media hora se sentía cansado
y empezaba a interpretar erróneamente las señales y direcciones del tráfico. Le
recomendé que, mientras conducía, se sentase sobre un tablero firme o sobre una lámina
de plástico duro. Gracias a ello podía conducir diez horas seguidas y llegar a su punto de
destino exactamente como había salido, sin cansancio, confusión ni stress. (A muchas
personas les resulta difícil orientarse en un mapa cuando se encuentran en el interior de
un coche. ¿No se deberá a que el asiento del mismo les provoca un cierto estado de
«conmutación»?) A los que viajan habitualmente en avión les recomiendo que lleven
consigo una plancha de madera o de material acrílico sobre la que sentarse. Eso
contribuye a reducir el cansancio y la desorientación provocada por los cambios
horarios. Me pregunto hasta qué punto esa sensación se debe a la perturbación de los
ritmos biológicos y no al permanecer tres, seis o más horas en el interior de un avión,
«conmutado» en todo momento y con una actividad del timo considerablemente
reducida.
Compadezcámonos de los pobres dentistas. Se pasan el día de pie, escrutando toda una
sucesión de bocas desde todos los ángulos posibles. Cuando se sientan, es a un lado del
sillón del paciente, con la columna vertebral curvada mientras se inclinan sobre el
mismo. Cuando trabaja introduciendo un espejito en la boca, se tiene que orientar al
revés. Yo personalmente he aconsejado a cientos y cientos de dentistas que se sienten
sobre una base firme y que se inclinen hacia adelante a partir de las caderas,
manteniendo la columna vertebral recta. Tras seguir mis instrucciones, muchos de ellos
han experimentado una notable disminución del stress físicoy mental mientras trabajan.
Los dentistas, los peluqueros y todos aquellos que permanecen mucho tiempo de pie
necesitan un calzado adecuado. Evidentemente, si lleva uno un calzado inadecuado, le
resultará difícil incluso mantener una postura correcta. FIG 33 La posición horizontal
Alexandre. Haga que alguien le aplique una prueba o test muscular después de caminar
vivamente sobre una superficie dura para comprobar si los zapatos que lleva contribuyen
a fortalecer o a debilitar su timo. En el caso de que ocurra lo segundo, pruebe con otros
zapatos. Compruebe asimismo la altura del tacón. Si su músculo se muestra débil
cuando se limita a permanecer de pie con los zapatos puestos, eleve gradualmente los
talones —u, ocasionalmente, la parte delantera— de sus zapatos colocando plantillas
debajo de ellos, hasta que el músculo vuelva a mostrarse fuerte.
La natación constituye una excelente terapia para los problemas derivados de las
posturas físicas incorrectas. El «hacerse el muerto» o flotar sobre la espalda corregirá
automáticamente su postura, pues se verá libre de la presión diferencial de la fuerza de la
gravedad. Compruebe si eso fortalece o no su timo. Una posición destinada a mejorar las
posturas del cuerpo es la llamada posición horizontal Alexander, que forma parte de la
técnica Alexander, descubierta por F. Matthias Alexander. Se trata de una posición
altamente beneficiosa.
Alinea perfectamente el cuerpo, permitiendo por tanto el libre flujo de energía a través
de todo él y posibilitando que el timo controle y corrija fácilmente cualquier
desequilibrio. Esta posición horizontal Alexander es como sigue: permanezca echado
sobre el suelo, con las rodillas elevadas, los pies descansando horizontalmente y la parte
externa de los muslos paralela a las caderas.
Coloque algunos libros bajo la cabeza, de forma que la columna vertebral y el cuello
estén tal como aparecen en la figura (Fig. 33). En esta posición se sentirá relajado y
receptivo a todas las influencias tonificantes que le rodean, como, por ejemplo, la
música. Se trata de una postura que todo el mundo debería adoptar diariamente durante
un rato. Pero el primer paso para alcanzar buenas posturas consiste en pensar con
orgullo y caminar con orgullo. EPILOGO «La fase más importante en el proceso de
perfeccionamiento del ser humano es aquella en que pasa del control subconsciente al
control consciente de su propia mente y cuerpo.:F. M. Alexander.
En la medida en que nos concentremos en los factores positivos y benéficos de estas seis
categorías, la glándula timo se mostrará activa y, por tanto, capaz de llevar a cabo sus
vitales funciones. Sólo cuando la glándula timo trabaja apropiadamente estará a nuestro
alcance el deseable estado de salud positiva; es decir, el que consiste no simplemente en
no estar enfermo, sino positivamente bien. A lo largo de esta obra he ido sugiriendo toda
una serie de técnicas para estimular la actividad de la glándula timo y elevar así la
energía vital. Paso ahora a resumirlas brevemente, para una fácil referencia:
•Repiquetee sobre su timo tres o cuatro veces al día con el fin de estimularlo y reducir
las consecuencias de la tensión o stress.
• Realice frecuentes «descansos de energía». Recite uno o dos versoso contemple algún
cuadro de paisajes—o una reproducción—.
Repiquetee al mismo tiempo sobre su glándula timo para mantener sus energías
equilibradas y para reducir al mínimo las pautas de stress de sus hemisferios cerebrales.
• Escuche música estimulante y vivificante. Para reforzar su efecto, hágalo en la
posición horizontal Alexander y golpeando al mismo tiempo sobre su punto del timo.
•Escuche los sonidos de la naturaleza, tales como los cantos de los pájaros y el
murmullo del agua. Dúchese mientras permanece recto y erguido.
•Encuentre un pensamiento tranquilizador, al que recurrir constantemente para que le
ayude a mantenerse centrado. Puede consistir en una escena placentera o incluso en una
imagen de sí mismo en estado de perfecta salud.
• Mantenga la lengua apoyada contra el «mando centrador»
• Sonría lo más que pueda. Hágalo varias veces al día, a modo de ejercicio. Le ayudará a
corregir cualquier posible desequilibrio en el sistema de energía de su cuerpo.
• Piense y camine con orgullo.
• Demórese en los pensamientos positivos: el amor, la fe, la confianza, la gratitud y el
valor.
Si aplica estas técnicas con regularidad, estará usted incrementando su nivel de energía
vital en lugar de reduciéndolo. Será capaz de espigar lo mejor de una situación o
circunstancia dada, en lugar de dejarse dominar por sus posibles aspectos negativos. Y
podrá introducir cambios en su vida cotidiana que le conducirían a la práctica de la
prevención primaria.
APENDICE I
RESUMEN DE LAS FUNCIONESMAS IMPORTANTES DE LA GLANDULA TIMO
1. En los primeros años de vida, la glándula timo produce una especie de linfocitos
especiales denominados glóbulos T. Son vitalmente importantes para la vigilancia
inmunológica—la discriminación entre el ser propio y lo demás, o entre lo «bueno» y lo
«malo»—, que tiene que ver directamente con la resistencia a las infecciones y al cáncer.
2. Después de la pubertad, el papel inmunológico más importante de la glándula timo
parece consistir en la activación de los glóbulos T mediante las hormonas que segrega.
3. La glándula timo parece influir asimismo sobre el proceso de crecimiento, ya que las
inyecciones de extracto de timo han servido para elevar la tasa de crecimiento de
cobayas o animales de laboratorio.
4. La glándula timo influye en la fuerza de la contracción muscular. En los casos de
miastenia grave, una enfermedad de la glándula timo, se produce también una intensa y
generalizada debilidad muscular.
5. La glándula timo tiene que ver con el flujo de linfa por todo el cuerpo. El sistema
linfático extrae las materias extrañas, los desechos celulares y las toxinas de las células,
arrastrándolos a la corriente sanguinea para su eliminación.
6. La glándula timo controla y regula el flujo de energía a través del sistema de energía
del organismo, poniendo inmediatamente en marcha medidas correctoras para
contrarrestar los desequilibrios tan pronto como se presenten y para alcanzar un
reequilibramiento y armonía de la energía corporal.
7. La glándula timo constituye el enlace o eslabón entre la mente y el cuerpo, siendo el
primer órgano en verse afectado por las actitudes mentales y por el stress.
8. Como se sabe desde hace miles de años, la glándula timo constituye la sede o asiento
de la energía vital, del thymos. Una glándula timo sana yactiva contribuye a una salud
vibrante y positiva.
Con el tiempo, estas respuestas internas al stress llegaron a asociarse con el propio
concepto de thymos. En la fase subjetiva de la evolución de la consciencia, pasó a
considerarse al thymos como una especie de recipiente en el que podía depositarse la
fuerza o vigor. También se personificó. El thymos le hablaba al hombre (y el hombre al
thymos); le dotaba de fuerzas para guerrear y le instaba al amor y a la victoria. Al
resultar tan familiar a los hombres, el thymos llegó a verse comparado con ellos,
atribuyéndosele cualidades que lo elevaban desde el campo de las cosas al de las
personas. (Puede que Ajax no estuviese deseoso de combatir, pero suthymos sí. Y no era
Eneas, sino su thymos, quien se regocijaba en lavictoria).
En un determinado pasaje de la Ilíada, Aquiles dice: «Despertándose como humo en los
pechos de los hombres, incluso cuando Agamenón me provocaba; pero olvidémonos del
pasado, y aplaquemos al thymos en nuestros pechos». Vemos pues cómo,
metafóricamente, el thymos era como humo que se elevaba en el pecho, tal como
implican las raíces indoeuropeas de la palabra. En el siglo II, Galeno dio el nombre de
thymos al órgano formado por dos lóbulos de color gris rosáceo que se encuentra en el
pecho, debido a que, según se dice, le recordaba a un manojo de tomillo. Pero a la planta
de tomillo se la llamaba así precisamente porque se quemaba, a modo de incienso, en los
altares de los dioses.
Nos encontramos, pues, otra vez aquí, de nuevo en el principio, reconociendo al timo
como lo que realmente es: la sede o asiento de la energía vital; y, al mismo tiempo,
incorporando a nuestros conocimientos sobre el tema los nuevos descubrimientos
científicos. Esta integración de lo nuevo y lo antiguo nos conduce a una tercera Edad de
Oro de la timología.
SOBRE EL AUTOR
El doctor John Diamond se graduó cum laude en la Facultad de Medicina de Sydney, en
1957, habiendo obtenido el premio Naughton Manning de psiquiatría. En Australia
desempeñó numerosos cargos clínicos y de enseñanza universitaria en el campo de la
psiquiatría clínica. Tras establecerse en Estados Unidos, el doctor Diamond trabajó
como psiquiatra en el centro médico Beth Israel de Nueva York, ocupando también la
cátedra de psiquiatría en la facultad de Medicina Mount Sinai, asimismo de NuevaYork.
Titulado en psiquiatría tanto en Gran Bretaña como en Australia, el doctor Diamond es
miembro del Real Colegio Australiano y Neozelandés de Psiquiatría, y del Real Colegio
de Psiquiatría de Gran Bretaña. En los últimos años, el doctor Diamond ha ampliado su
campo de actuación para incluir dentro de él a la medicina preventiva, ocupando en la
actualidad numerosos cargos en ese área. Es presidente de la Academia Internacional de
Medicina Preventiva. Durante más de veinte años de ejercicio de la medicina, el doctor
Diamond ha pronunciado conferencias ante numerosos organismos profesionales, tanto
nacionales como internacionales. A través del Instituto de Kinesiología del
Comportamiento, una organización con base en Valley Cottage, NuevaYork, se dedica
actualmente a investigar y enseñar la teoría y las aplicaciones prácticas de la
kinesiologla del comportamiento. Para información adicional sobre el tema de la
kinesiología del comportamiento, diríjase a: The Institute of Behavioral Kinesiology P.
O. Drawer, 37Valley Cottage, NY 10989The Collected Papers ofJohn Diamond, M. D.,
Volúmenes 1 y 2, pueden solicitarse a través del Institute of Behavioral Kinesiology. A
través de dicho Instituto puede conseguirse también The Behavioral Kinesiology Report,
un boletín mensual de noticias dedicado a descubrimientos recientes en el campo de la
investigación y aplicaciones prácticas.
http://descubriendolaluz.wix.com/davidrhawkins