Вы находитесь на странице: 1из 20

UNIVERSIDAD NACIONAL DE

CAJAMARCA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, CONTABLES Y


ADMINISTRATIVAS
1

 E.A.P : Economía

 ASIGNATURA: ECOLOGÍA

 DOCENTE: Jorge Huamán Novoa.

 GRUPO: - Gutiérrez Marín, Lorena Lisseth


- Laureano Jiménez, Sharon Brecia
- Villa Reyes, Lorena de los Milagros
- Villena Idrogo, Lisbeth
INDICE
Agradecimiento…………………………………………………………………………………...1
Introducción………………………………………………………………………………………...2
Ciclo del carbono……………………………………………………………………………….…3
Ciclo geológico del carbono………………………………………………………………….5 2

Ciclo biológico del carbono………………………………………………………………....6


Influencia humana en el ciclo del carbono…………………………………………...8
Importancia………………………………………………………………………………………...9
Ciclo del Carbono lento……………………………………………………………………...10
Ciclo del Carbono Rápido……………………………………………………….…………..13
Productividad de carbono…………………………………………….......................15
Conclusiones……………………………………………………………………………………..16
Anexos………………………………………………………………………………….……………17
Bibliografía………………………………………………………………………………………...18
AGRADECIMIENTO
Este trabajo fue realizado en primer lugar gracias a Dios,
ya que él nos da el conocimiento y la sabiduría para
poder realizarnos como personas, en segundo lugar 3

agradecemos a nuestros padres ya que gracias a su


apoyo y su compresión que ellos nos brindan podemos
estar en la posición intelectual donde nos encontramos.
INTRODUCCION
El carbono es un elemento químico de número atómico 6 y símbolo C. Es sólido a temperatura
ambiente. Dependiendo de las condiciones de formación, puede encontrarse en la naturaleza
en distintas formas alotrópicas, carbono amorfo y cristalino en forma de grafito o diamante.
El carbono es el pilar básico de la química orgánica; se conocen cerca de 16 millones de
compuestos de carbono, y forma parte de todos los seres vivos conocidos. Forma el 0,2 % de
la corteza terrestre.
El carbón fue descubierto en la prehistoria y ya era conocido en la antigüedad en la que se
manufacturaba mediante la combustión incompleta de materiales orgánicos.
4
Los primeros compuestos de carbono se identificaron en la materia viva a principios del siglo
XIX, y por ello el estudio de los compuestos de carbono se llamó química orgánica.

La disminución del carbono en forma de bióxido que se encuentra en la atmósfera se debe a la


incorporación de este al organismo de los vegetales y también a su fijación por las bacterias y
los animales , luego este vuelve a la atmósfera debido a las descarboxilaciones que ocurren en
la respiración celular, este proceso no es suficiente para devolver todo el bióxido de carbono a
la atmósfera, por esto es necesario que las bacterias y los hongos realicen los procesos de
putrefacción y fermentación así se desdoblan los compuestos de carbono de plantas y
animales muertos y lo transforman en bióxido de carbono otra vez. Cuando los vegetales se
encuentran bajo agua no son atacados por bacteria, sufren cambios químico que finalmente
forman el carbono.

El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico por el cual el carbono se intercambia entre la
biosfera, la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera de la Tierra. Los conocimientos sobre esta
circulación de carbono son muy importantes ya que posibilitan apreciar la intervención
humana en el clima y sus efectos sobre el cambio climático. El carbono es el cuarto elemento
más abundante en el Universo. Es el pilar de la vida que conocemos. Existen básicamente dos
formas de carbono: orgánica, presente en los organismos vivos, muertos y en los
descompuestos y otra inorgánica, presente en las rocas. En el planeta Tierra, el carbono circula
a través de los océanos, de la atmósfera y dela superficie y el interior terrestre, en un gran
ciclo biogeoquímico. Este ciclo puede ser dividido en dos: el ciclo lento o geológico y el ciclo
rápido o biológico. En nuestra simulación nos remitiremos al ciclo biológico, pues se realiza en
una escala de años, al contrario de la escala geológica que se da en siglos. Suele considerarse
que este ciclo está constituido por cuatro reservorios principales de carbono interconectados
por rutas de intercambio. Los reservorios son la atmósfera, la biosfera terrestre, los océanos y
los sedimentos. Los movimientos anuales de carbono entre reservorios ocurren debido a
varios procesos químicos, físicos, geológicos y biológicos. El océano contiene el fondo activo
más grande de carbono cerca de la superficie de la Tierra, pero la parte del océano profundo
no se intercambia rápidamente con la atmósfera. El balance global es el equilibrio entre
intercambios (ingresos y pérdidas) de carbono entre los reservorios o entre una ruta del ciclo
específica. Un examen del balance de carbono de un fondo o reservorio puede proporcionar
información sobre si funcionan como una fuente o un almacén para el dióxido de carbono.
CICLO DEL CARBONO

 El carbono es elemento básico en la formación de las moléculas de


carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, pues todas las moléculas
orgánicas están formadas por cadenas de carbonos enlazados entre sí.
 La reserva fundamental de carbono, en moléculas de CO2 que los seres vivos
puedan asimilar, es la atmósfera y la hidrosfera. Este gas está en la atmósfera en
una concentración de más del 0,03% y cada año aproximadamente un 5% de
estas reservas de CO2, se consumen en los procesos de fotosíntesis, es decir que
todo el anhídrido carbónico se renueva en la atmósfera cada 20 años.
 La vuelta de CO2 a la atmósfera se hace cuando en la respiración los seres vivos
oxidan los alimentos produciendo CO2. En el conjunto de la biosfera la mayor 5
parte de la respiración la hacen las raíces de las plantas y los organismos del
suelo y no, como podría parecer, los animales más visibles.
 Los seres vivos acuáticos toman el CO2 del agua. La solubilidad de este gas en el
agua es muy superior a la de otros gases, como el O2 o el N2, porque reacciona
con el agua formando ácido carbónico. En los ecosistemas marinos algunos
organismos convierten parte del CO2 que toman en CaCO3 que necesitan para
formar sus conchas, caparazones o masas rocosas en el caso de los arrecifes.
Cuando estos organismos mueren sus caparazones se depositan en el fondo
formando rocas sedimentarias calizas en el que el C queda retirado del ciclo
durante miles y millones de años. Este C volverá lentamente al ciclo cuando se
van disolviendo las rocas.
 Los movimientos anuales de carbono entre reservorios ocurren debido a varios
procesos químicos, físicos, geológicos y biológicos. El océano contiene el fondo
activo más grande de carbono cerca de la superficie de la Tierra, pero la parte
del océano profundo no se intercambia rápidamente con la atmósfera.
El balance global es el equilibrio entre intercambios (ingresos y pérdidas) de
carbono entre los reservorios o entre una ruta del ciclo específica (por ejemplo,
atmósfera - biosfera). Un examen del balance de carbono de un fondo o
reservorio puede proporcionar información sobre si funcionan como una fuente
o un almacén para el dióxido de carbono.
 Se le llama Ciclo del Carbono, al conjunto de transformaciones que suceden en
torno a los compuestos que contienen entre sus componentes
el mineral carbono. Este proceso constante y natural sucede entre las capas de
tierra donde hay vida, a saber la biosfera, lugar destinado para el desarrollo de
la vida animal y vegetal, la atmosfera, nuestra gran capa protectora de los rayos
del sol, la hidrosfera, superficie de agua contentiva de gran producto nutritivo y
mineral y la litosfera la cual sirve como primera capa tierra por debajo de la
biosfera. La relevancia del carbono en la naturaleza es simplemente
trascendental, su composición y descomposición, permite un carácter evolutivo
en la materia, los elementos compuestos con carbono, constituyen en número
importante de organismos que lo poseen.
 El ciclo del carbono significa una asimilación correcta del mineral, cuando
persona o un animal inhala aire, a su vez está entrando a su organismo Dióxido
de carbono, una combinación de oxígeno, carbono y otros materiales
orgánicos que permiten que el cuerpo viva y respire, este proceso es
fundamental para todo ser vivo, a cambio, del cuerpo emana sudor, desechos
de alimentos, producción de trabajo y todo de lo que el ser vivo produzca es
entregado a la tierra, para que lo aproveche y produzca una continuidad en el
ciclo del carbono. Cuando un cuerpo se descompone, con el pasar del tiempo,
se convierte en un producto orgánico que nutre y se transforma
en combustibles como el petróleo, el cual al momento de ser extraído es clara la
presencia del carbono, y sus gases al combinarse con el ambiente producen
alteraciones al mismo, lo que puede traer contaminación. La fotosíntesis es
también un proceso que las plantas producen, solo las que tienen clorofila en
sus hojas, son capaces de absorber el CO2 del ambiente, haciendo las veces de
una respiración natural, al mismo tiempo que se les mantiene la coloración. 6

¿EN QUÉ CONSISTE?


 El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico por el cual el carbono se
intercambia entre la biosfera, la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera de la
Tierra. Los conocimientos sobre esta circulación de carbono posibilitan apreciar
la intervención humana en el clima y sus efectos sobre el cambio climático.
El carbono (C) es el cuarto elemento más abundante en el Universo, después
del hidrógeno, el helio y el oxígeno (O). Es el pilar de la vida que conocemos.
Existen básicamente dos formas de carbono: orgánica (presente en los
organismos vivos y muertos, y en los descompuestos) y otra inorgánica
(presente en las rocas).
En el planeta Tierra, el carbono circula a través de los océanos, de la atmósfera
y de la superficie y el interior terrestre, en un gran ciclo biogeoquímico. Este
ciclo puede ser dividido en dos: el ciclo lento o geológico y el ciclo rápido o
biológico.
Suele considerarse que este ciclo está constituido por cuatro reservorios
principales de carbono interconectados por rutas de intercambio. Los
reservorios son la atmósfera, la biosfera terrestre (que, por lo general, incluye
sistemas de agua dulce y material orgánico no vivo, como el carbono del suelo),
los océanos (que incluyen el carbono inorgánico disuelto, los organismos
marítimos y la materia no viva), y los sedimentos (que incluyen los
combustibles fósiles)

 Es un proceso
complejo y no lineal, es
decir, muchas de las
reacciones por las que el
carbono se intercambia
suceden al mismo tiempo.
Para entenderlo, hay que
partir de la presencia del
dióxido de carbono en la
atmósfera, que es el principal depósito de C.

Ciclo geológico del carbono


El ciclo geológico del carbono, que opera a una escala de
millones de años, está integrado en la propia estructura
del planeta y se puso en marcha hace aproximadamente
4,55 miles de millones de años, cuando se formó el
Sistema Solar y la Tierra. Su origen fueron los
planetesimales (pequeños cuerpos que se habían
formado a partir de la nebulosa solar) y los meteoritos 7
portadores de carbono que chocaron con la Tierra.
Más del 99% del carbono terrestre está contenido en la litosfera, siendo la mayoría
carbono inorgánico, almacenado en rocas sedimentarias como las rocas calizas. El
carbono orgánico contenido en la litosfera está almacenado en depósitos de
combustibles fósiles.
En una escala geológica, existe un ciclo entre la corteza terrestre (litosfera), los
océanos (hidrosfera) y la atmosfera. El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera,
combinado con el agua, forma el ácido carbónico, el cual reacciona lentamente con el
calcio y con el magnesio de la corteza terrestre, formando carbonatos. A través de los
procesos de erosión (lluvia, viento), estos carbonatos son arrastrados a los océanos,
donde se acumulan en su lecho en capas, o son asimilados por organismos marinos
que, eventualmente, después de muertos, también se depositan en el fondo del mar.
Estos sedimentos se van acumulando a lo largo de miles de años, formando rocas
calizas.

El ciclo continúa cuando las rocas sedimentarias del lecho marino son arrastradas hacia
el manto de la Tierra por un proceso de subducción (proceso por el cual una placa
tectónica desciende por debajo de otra). Así, las rocas sedimentarias están sometidas a
grandes presiones y temperaturas debajo de la superficie de la Tierra, derritiéndose y
reaccionando con otros minerales, liberando CO2. El CO2 es devuelto a la atmósfera a
través de las erupciones volcánicas y otro tipo de actividades volcánicas,
completándose así el ciclo.
Los balances entre los diversos procesos del ciclo del carbono geológico han
controlado la concentración de CO2 presente en la atmósfera a lo largo de millones de
años. Los más antiguos sedimentos geológicos, datados en épocas anteriores al
desarrollo de la vida en la Tierra, apuntan concentraciones de CO2 atmosférico cien
veces superiores a las actuales, proporcionando un fuerte efecto invernadero. Por otro
lado, las mediciones de los núcleos de hielo retirados de la Antártida y Groenlandia,
permiten estimar que durante la última era glaciar las concentraciones de CO2 eran
aproximadamente la mitad que en la actualidad (en 2005 de 379,1 ppmv de CO2).
Para el carbono orgánico, cuyo origen es la materia orgánica no totalmente
descompuesta en ausencia de oxígeno, que dio origen a la hulla, el petróleo y el gas
natural, cualquier cambio significativo entre los diversos depósitos afecta también a
una escala geológica. Esto fue así hasta hace unos 200 años, con el inicio de la
Revolución Industrial y la explotación y utilización (combustión) a gran escala de los
combustibles fósiles, que empezó a liberar a la atmósfera el carbono de estos
depósitos en forma de CO2.
Ciclo biológico del carbono
El ciclo biológico del carbono es relativamente rápido: se estima que la renovación del
carbono atmosférico ocurre cada 20 años. En ausencia de la influencia antropogénica
(causada por el hombre), en el ciclo biológico existen tres depósitos o “stocks”: 8
terrestre (20000 Gt), atmósfera (750 Gt) y océanos (40000 Gt). Este ciclo desempeña
un papel importante en los flujos de carbono entre los diversos depósitos, a través de
los procesos de fotosíntesis y respiración. Mediante la fotosíntesis, las plantas
absorben la energía solar y el CO2 de la atmósfera, produciendo oxígeno e hidratos de
carbono (azúcares como la glucosa), que sirven de base para el crecimiento de las
plantas.
Los animales y las plantas utilizan los carbohidratos en el proceso de respiración,
usando la energía contenida en los carbohidratos y emitiendo CO2. Junto con la
descomposición orgánica (forma de respiración de las bacterias y hongos), la
respiración devuelve el carbono, biológicamente fijado en los reservorios terrestres
(los tejidos de biota, el permafrost del suelo y la turba, a la atmosfera.

Las ecuaciones químicas que rigen


estos dos procesos son:

Fotosíntesis: 6CO2 + 6H2 + energía


(luz solar) -> C6H12O6 + 6O2
Respiración: C6H12O6 (materia
orgánica) + 6O2 -> 6CO2 + 6H2 +
energía
Es posible verificar que el mayor
cambio entre el depósito terrestre
y el atmosférico resulta de los
procesos de fotosíntesis y
respiración. Los días de primavera y verano, las plantas absorben luz solar y CO2 de la
atmósfera y, paralelamente, los animales, plantas y microbios, a través de la
respiración, devuelven el CO2. Cuando la temperatura o la humedad son mucho más
baja, por ejemplo en invierno o en los desiertos, la fotosíntesis y la respiración se
reducen o cesa, así como el flujo de carbono entre la superficie terrestre y la
atmósfera.
Debido a la declinación de la Tierra y a la desigual distribución de la vegetación en los
hemisferios, existe una flotación a lo largo del año que es visible en los diversos
gráficos de variación de concentración anual del CO2, como por ejemplo en la curva de
Keeling. En 1958, el científico Charles David Keeling (oceanógrafo del Scripps Institute
of Oceanography), puso en marcha una serie de experiencias en el monte Mauna Loa,
Hawái, que le permitieron medir, con bastante precisión, la concentración de CO2 en
la atmósfera. A pesar de que el reservorio atmosférico de carbono es el menor de los
tres (con cerca de 750 Gt de carbono), este depósito determina la concentración de
CO2 en la atmósfera, cuya concentración puede influenciar el clima terrestre. Además,
los flujos anuales entre la reserva atmosférica y las otras dos reservas (océanos y
terrestre) son muy sensibles a los cambios.
Los océanos representan el mayor depósito de los tres, cincuenta veces mayor que la
reversa atmosférica. Existen traspasos entre estos dos depósitos a través de procesos 9
químicos que establecen un equilibrio entre las capas superficiales de los océanos y las
concentraciones en el aire superficial. La cantidad de CO2 que el océano absorbe
depende de la temperatura del mismo y de la concentración ya presente.
Temperaturas bajas de la superficie del océano potencian una mayor absorción del
CO2 atmosférico, mientras que temperaturas más cálidas pueden causar la emisión de
CO2.

Los flujos, sin interferencias antropogénicas, son aproximadamente equivalentes, con


una lenta variación a escala geológica. La vida en los océanos consume grandes
cantidades de CO2, pero el ciclo entre la fotosíntesis y la respiración se desarrolla
mucho más rápidamente. El fitoplancton es consumido por el zooplancton en sólo
algunos días, y sólo pequeñas cantidades de carbono son acumuladas en el fondo del
mar, cuando las conchas del zooplancton, compuestas de carbonato de calcio, se
depositan en el fondo tras su muerte. Después de un largo periodo de tiempo, este
efecto representa una significativa remoción de carbono de la atmosfera.
Otro proceso intermedio del ciclo biológico que provoca remoción de carbono de la
atmósfera, ocurre cuando la fotosíntesis excede la respiración y, lentamente, la
materia orgánica forma depósitos de sedimentos que, en ausencia de oxígeno y a lo
largo de millones de años, se transforman en combustibles fósiles.
Los incendios (naturales) son un otro elemento del ciclo rápido que añaden CO2 a la
atmósfera al consumir la biomasa y materia orgánica, y al provocar la muerte de
plantas que acaban por descomponerse y formar también CO2.

Influencia humana en el ciclo del carbono


El almacenamiento de carbono en depósitos fósiles supone, en la práctica, una
disminución de los niveles atmosféricos de dióxido de carbono. Estos depósitos se
estiman entre 4000 y 10000 Gt, y no figuran en el ciclo rápido del carbono. Sin
embargo, las actividades antropogénicas (humanas), sobre todo la quema de
combustibles fósiles y la deforestación, están incorporando nuevos flujos de carbono
en el ciclo biológico provenientes de estos depósitos, con una influencia significativa
en el ciclo global del carbono.
Estas actividades humanas transfieren más CO2 a la atmósfera del que es posible
remover naturalmente a través de la sedimentación del carbono, causando así un
aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2 en un corto periodo de tiempo
(cientos de años).
Desde la Revolución industrial, la actividad humana ha modificado el ciclo de carbono
al cambiar las funciones de sus componentes y directamente añadir carbono a la
atmósfera.
La influencia humana más grande y más directa en el ciclo de carbono es a través de
las emisiones directas provenientes de combustibles fósiles, las que transfieren
carbono de la geosfera a la atmósfera. Los humanos también influyen en el ciclo de
carbono indirectamente al cambiar la biosfera terrestre y oceánica. 10

Durante varios siglos, el uso humano del suelo y el cambio de superficie ha llevado a la
pérdida de biodiversidad, lo que disminuye la resilencia de los ecosistemas a las
tensiones ambientales y disminuye su habilidad de remover carbono de la atmósfera.
Más directamente, a menudo conduce a la liberación de carbono por los ecosistemas
terrestres a la atmósfera. La deforestación para propósitos agrícolas remueve bosques,
los que almacenan grandes cantidades de carbono, y los reemplaza generalmente con
áreas agrícolas o urbanas. Ambos tipos de superficie de reemplazo almacenan
comparativamente pequeñas cantidades de carbono, de modo que el resultado neto
del proceso es que más carbono permanece en la atmósfera.
Otros impactos al medioambiente causados por el hombre cambian la productividad
de los ecosistemas y su capacidad de remover carbono de la atmósfera. La
contaminación del aire, por ejemplo, daña las plantas y suelos, mientras muchas
prácticas agrícolas y de uso de suelo conducen a índices de erosión más altos, sacando
el carbono de las tierras y disminuyendo la productividad vegetal.
Los humanos también afectan el ciclo de carbono oceánico. Las tendencias actuales de
cambio climático aumentan las temperaturas oceánicas, lo que modifica los
ecosistemas. Además, la lluvia ácida y la escorrentía contaminada de la agricultura y la
industria cambian la composición química de los océanos. Tales cambios pueden tener
efectos dramáticos en los ecosistemas altamente sensibles como los arrecifes de coral,
limitando la capacidad del océano para absorber carbono atmosférico en una escala
regional y reduciendo la biodiversidad oceánica globalmente.
El 12 de noviembre de 2015, científicos de la NASA informaron que el dióxido de
carbono (CO2) antrópico continúa aumentando por encima de niveles no vistos en
centenares de miles de años: actualmente, cerca de la mitad del dióxido de carbono
liberado de la quema de combustibles del fósil no es absorbido por vegetación o los
océanos y no es absorbido por la atmósfera.
IMPORTANCIA
 Se denomina ciclo del carbono al proceso que el mismo integra en la Tierra,
proceso que es extraordinariamente importante para el desarrollo de la vida.
En efecto, es importante considerar que los seres vivos están compuestos de
en gran medida de carbono y que se alimentan del mismo bajo diversas formas.
Sin el establecimiento del este ciclo, la vida hubiese sido imposible en el
planeta y desde esta perspectiva debe entenderse su importancia. El ciclo de
carbono puede concebirse por lo tanto como todas las operaciones químicas en
las que interviene este elemento y en la que participan activamente todos los
seres vivos existentes.
 El ciclo del carbono es uno de los ciclos biogeoquímicos más complejos y es
crucial para el equilibrio de la Tierra al ser el carbono el principal componente
de la materia de los seres vivos. Asimismo, el dióxido de carbono influye en el
clima del planeta, ya que atrapa parte de la radiación del Sol y así el calor se
mantienen constante e idóneo para la supervivencia. Sin embargo, en las
últimas décadas los niveles de dióxido de carbono han aumentado bastante, 11
debido principalmente a la quema de combustibles fósiles, lo que ha
contribuido al fenómeno conocido como calentamiento global, y
subsecuentemente, al cambio climático.

CICLO LENTO DEL CARBONO


En el ciclo lento, el carbono vuelve a la atmósfera por los volcanes y la quema de
combustibles fósiles
A través de una serie de reacciones químicas y la actividad tectónica, el carbono tiene
entre 100-200 millones de años para moverse entre las rocas, el suelo, el océano y la
atmósfera en el ciclo del carbono lento. En promedio, de 10(13) a 10(14) gramos (10-100
millones de toneladas métricas) de carbono pasan a través del ciclo del carbono lento
cada año. En comparación, las
emisiones humanas de carbono a
la atmósfera son del orden de
10(15) gramos, mientras que el
ciclo del carbono rápido mueve
de 10(16) a 10(17) gramos de
carbono por año. El movimiento
del carbono de la atmósfera a la
litosfera (rocas) comienza con la
lluvia. El carbono en la atmósfera
se combina con agua para formar
un ácido débil -ácido carbónico-, que cae a la superficie con la lluvia. El ácido disuelve
las rocas -un proceso conocido como meteorización química- y libera iones de calcio,
magnesio, potasio o sodio. Los ríos llevan los iones hacia el océano.
Los ríos llevan los iones de calcio, el resultado de la meteorización química de las rocas
al océano, donde reacciona con el carbonato disuelto en el agua. El producto de esa
reacción, el carbonato de calcio se deposita en el fondo del océano, donde se
convierte en la piedra caliza. (Fotografía ©2009 Greg Carley.)

En el océano, los iones de calcio se combinan con los iones de bicarbonato para formar
carbonato de calcio, el ingrediente activo en los antiácidos y la sustancia de color
blanco tiza que se seca en tu grifo, si vives en una zona con aguas duras. En el océano
moderno, la mayoría del carbonato de calcio es producido por la construcción de
conchas (calcificación) organismos (como los corales) y plancton (como cocolitóforos y
foraminíferos). Después de que los organismos mueren, se hunden hasta el fondo del
mar. Con el tiempo, las capas de los depósitos y los sedimentos se cementan juntos y
se convierten en roca, almacenando el carbono en piedra caliza y sus derivados.

La piedra caliza, o su prima metamórfica,


el mármol, es una roca compuesta
principalmente por carbonato de calcio.
Estos tipos de rocas se forman a menudo
de los cuerpos de plantas y animales
marinos y sus conchas y esqueletos
pueden ser preservadas como fósiles. Los 12
carbonos encerrados en la piedra caliza
se pueden almacenar para millones o
incluso cientos de millones de años. Sólo
el 80 por ciento de carbono que contiene
la roca está hecho de esta manera. El 20
por ciento restante contiene carbono de
los seres vivos (carbono orgánico) que se
han incrustado en las capas de barro. El
calor y la presión comprimen el barro y el carbono durante millones de años,
formando rocas sedimentarias tales como pizarra. En casos especiales, cuando la
materia vegetal muerta se acumula más rápido de lo que se puede descomponer, las
capas de carbono orgánico son convertidas en petróleo, carbón o gas natural en lugar
de rocas sedimentarias como la pizarra.

En el ciclo lento, el carbono vuelve a la atmósfera por los volcanes. La capa terrestre de
la Tierra y la superficie del océano se asientan en varias placas tectónicas en
movimiento. Cuando las placas chocan entre sí, una se hunde bajo la otra, y la roca
que llevan se derrite bajo el intenso calor y presión. La roca se recombina con el calor
en minerales de silicato, liberando dióxido de carbono.

Esta veta de carbón en Escocia fue originalmente una capa de sedimentos ricos en
carbono orgánico. La capa sedimentaria fue enterrada con el tiempo bajo tierra, y el
calor y la presión la
transformaron en
carbón. Los combustibles
fósiles, carbón y otros
son una fuente
conveniente de energía,
pero cuando se queman,
el carbono almacenado
se libera a la atmósfera.
Esto altera el equilibrio
del ciclo del carbono, y
está cambiando el clima
de la Tierra. (Fotografía
© 2010 Sandchem.)
Cuando los volcanes entran en erupción, ventilan gases a la atmósfera y a la cubierta
de la tierra con rocas de silicato nuevo para comenzar el ciclo otra vez. En la
actualidad, los volcanes emiten entre 130 y 380 millones de toneladas métricas de
dióxido de carbono por año. Por comparación, los seres humanos emiten cerca de 30
billones de toneladas de dióxido de carbono por año, 100-300 veces más que los
volcanes, por la quema de combustibles fósiles.

El carbono
almacenado en las
rocas naturalmente
vuelve a la 13
atmósfera por los
volcanes. En esta
fotografía, del
Volcán Kizimen en
Rusia vemos
respiraderos de
cenizas y gases
volcánicos en enero
de 2011. El Kizimen
se encuentra en la
península de
Kamchatka, donde la placa del Pacífico se subduce por debajo de Asia. (Fotografía
©2011 Artyom Bezotechestvo/Foto Kamchatka.)

La química regula esta danza entre el océano, la tierra y la atmósfera. Si el dióxido de


carbono se eleva en la atmósfera debido a un aumento en la actividad volcánica, por
ejemplo, aumento de las temperaturas, producción de más lluvia, con lo que se
disuelven más rocas, creando más iones que eventualmente depositan más carbono
en el suelo marino. Se tarda unos pocos cientos de miles de años para equilibrar el
ciclo del carbono lento a través de la meteorización química.

Sin embargo, el ciclo del carbono lento también contiene un componente un poco más
rápido: el océano. En la superficie, donde el aire se reúne el agua, el gas de dióxido de
carbono se disuelve y ventila en el océano en un constante intercambio con la
atmósfera. Una vez en el océano, el gas de dióxido de carbono reacciona con las
moléculas de agua para liberar el hidrógeno, por lo que el mar se hace más ácido. El
hidrógeno reacciona con el carbonato de erosión de las rocas para producir iones de
bicarbonato. Antes de la era industrial, el dióxido de carbono en los océanos
proveniente de la atmósfera estaba en equilibrio con el carbono del océano recibido
durante la erosión de las rocas. Sin embargo, dado que las concentraciones de carbono
en la atmósfera han aumentado, el océano tiene ahora más carbono de la atmósfera
del que emite. Durante milenios, el océano absorbe hasta un 85 por ciento del carbono
extra que las personas han puesto a la atmósfera por la quema de combustibles
fósiles, pero el proceso es lento, ya que está ligado a la circulación del agua desde la
superficie del mar en sus profundidades.
Mientras tanto, los vientos, corrientes, temperatura controlan la velocidad a la que el
océano devuelve el dióxido de carbono de la atmósfera. (Ver balance de carbono del
océano en el Observatorio de la Tierra.) Es probable que los cambios en las
temperaturas oceánicas y corrientes ayudaran a eliminar el carbono y luego restaurar
el carbono a la atmósfera durante los pocos miles de años en los que comenzó y
terminó la edad de hielo.

El ciclo del carbono rápido


es en gran parte el movimiento del carbono a través de formas de vida en la Tierra
El tiempo que tarda el carbono en moverse a través del ciclo del carbono rápido se
mide en un ciclo de vida. El ciclo
del carbono rápido es en gran
parte el movimiento del 14
carbono a través de formas de
vida en la Tierra o la biosfera.
Entre 1015 y 1017 gramos (1.000
a 100.000 millones de toneladas
métricas) pasan carbono a
través del ciclo del carbono
rápido cada año.

El carbono juega un papel


esencial en la biología, debido a
su capacidad para formar
enlaces - muchos de cuatro por
átomo - en una interminable variedad de moléculas orgánicas complejas. Muchas
moléculas orgánicas contienen átomos de carbono que han formado fuertes lazos con
otros átomos de carbono, que se combinan en largas cadenas y anillos. Estas cadenas
de carbono y los anillos son la base de las células vivas. Por ejemplo, el ADN está
formado por dos moléculas entrelazadas en torno a una cadena de carbono. Los
enlaces de las cadenas largas de carbono contienen una gran cantidad de energía.
Cuando las cadenas se rompen, la energía almacenada se libera. Esta energía hace que
las moléculas de carbono sean una excelente fuente de combustible para todos los
seres vivos.
Durante la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono y luz solar para crear
glucosa combustible y otros azúcares, para la construcción de estructuras de la planta.
Este proceso constituye la base del ciclo de carbono rápido (biológico). (Ilustración de
una adaptación de P.J. Sellers et al., 1992.)

Las plantas y el fitoplancton son los principales componentes del ciclo del carbono
rápido. El fitoplancton (organismos microscópicos en el océano) y las plantas toman
dióxido de carbono de la atmósfera mediante la absorción en sus celdas. Utilizando la
energía del sol, las plantas y el plancton combinan dióxido de carbono (CO2 ) y agua
para formar azúcar (CH2O) y oxígeno. La reacción química es la siguiente:

CO2 + H2O + energía = CH2O + O2


15
Hay cuatro cosas que le pueden pasar al carbono al moverse de una planta y volver a la
atmósfera, pero todas implican la misma reacción química. Las plantas descomponen
el azúcar para obtener la energía que necesitan para crecer. Los animales (incluidas las
personas) se alimentan de plantas o de plancton, y del azúcar de las plantas para
obtener energía. Las plantas y el plancton mueren y se deterioran (son comidos por las
bacterias) al final de su temporada de crecimiento. O el fuego consume las plantas. En
cada caso, el oxígeno se combina con azúcar para liberar agua, dióxido de carbono y
energía. La reacción química básica es la siguiente:

CH2O + O2 = CO2 + H2O + energía

En los cuatro procesos, el dióxido de carbono liberado en la reacción por lo general


termina en la atmósfera. El ciclo del carbono rápido está tan estrechamente ligado a la
vida vegetal que la temporada de crecimiento se puede ver por como varía la forma de
dióxido de carbono en la atmósfera. En el invierno del hemisferio norte, cuando
algunas plantas de la tierra están creciendo y son muchas las concentraciones en
descomposición, el dióxido de carbono atmosférico sube. Durante la primavera,
cuando las plantas comienzan a crecer de nuevo, caen de las concentraciones. Es como
si la Tierra estuviese respirando.

El flujo y reflujo del ciclo del carbono rápido es visible en las estaciones. A medida que
la grandes masas de tierra de color verde del hemisferio norte en la primavera y el
verano, se sirven de carbono de la atmósfera. Este gráfico muestra la diferencia en los
niveles de dióxido de carbono respecto al mes anterior, con la tendencia a largo plazo
eliminada.
Este ciclo tiene picos en agosto, con cerca de 2 partes por millón de dióxido de
carbono extraído de la atmósfera. En el dióxido de carbono de otoño e invierno, la
vegetación muere de nuevo en el hemisferio norte, se descompone y con la
respiración vuelve a la atmósfera.

Estos mapas muestran la


productividad primaria neta (la
cantidad de carbono consumido
por las plantas) en la tierra
(verde) y en los océanos (azul)
durante agosto y diciembre de
2010. En agosto, las áreas
verdes de América del Norte, 16
Europa y Asia representan las
plantas que utilizan carbono de
la atmósfera para crecer. En
diciembre, la productividad
primaria neta en las latitudes
altas es negativa, la cual es
mayor que el aumento
estacional de la vegetación en
el hemisferio sur. Como
resultado, la cantidad de
dióxido de carbono en la
atmósfera aumenta.

(Gráfico por Marit Jentoft-Nilsen y Robert Simmon, utilizando los datos del Laboratorio
de Investigación del Sistema Tierra de NOAA. Mapas de Robert Simmon y Reto, usando
datos del MODIS.)
CONCLUSIONES:
 La ecología es una ciencia muy importante en este caso hemos visto el ciclo del
carbono, aprendiendo la serie de fases o estados por la cual pasa un fenómeno
y va en mismo orden hasta llegar a su propia fase.

 El ciclo del Carbono es esencial para la vida en la tierra debido a que el Carbono
es un elemento necesario para el desarrollo de la fotosíntesis, entonces de una
manera indirecta las actividades como la alimentación de muchos seres vivos
17
está estrechamente relacionado con el ciclo del carbono.

 El ciclo del Carbono es el proceso de sucesión de transformaciones que sufre el


carbono a lo largo del tiempo.

 La conclusión más relevante de este estudio corresponde a la posibilidad de


convertir un proyecto no rentable, en uno rentable a través del beneficio que
genera la venta de los Bonos de Carbono por el concepto de generación limpia
al desplazar centrales de generación que ocupen como combustible alguno que
emita CO2 al medio ambiente, como son el gas natural, el carbón, el petróleo y
el Fuel Oil(aceite).
ANEXOS
(1)

18

Esquema del ciclo de carbono: muestra el movimiento de carbono entre tierra, atmósfera y océanos en miles
de millones de toneladas por año. Los números amarillos son flujos naturales, los rojos son contribuciones
humanas, los blancos indican el carbono almacenado.

(2)

Acá presentamos otro diagrama del ciclo del carbono y sus procedimientos
(3)

19

El Ciclo del Carbono de ejemplo en nuestro ecosistema

(4)

Esquema con partes importantes acerca del ciclo del carbono


Bibliografía
 Varios autores. (2006). Ciclo del carbono. 21/10/17, de Wikipedia Sitio web:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_del_carbono
 Varios autores (2016). El ciclo del carbono. 21/10/17, de Khanacademy Sitio
web: https://es.khanacademy.org/science/biology/ecology/biogeochemical-
cycles/a/the-carbon-cycle.
 Bioenciclopedia. (Feb,4 2016). Ciclo del carbono. 21/10/17, de Bioenciclopedia
Sitio web: http://www.bioenciclopedia.com/ciclo-del-carbono
 Robert Lessard, L. Dennis Gignac y Philippe Rochette . (2005). EL CICLO DEL 20
CARBONO: Midiendo el flujo del CO2 del suelo. 21/10/17, de greenteacher Sitio
web: https://greenteacher.com/article%20files/elciclodelcarbono.pdf

Вам также может понравиться