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“El niño con Trastornos de Conducta”

El niño hiperactivo: En la infancia, los pequeños pueden manifestar cambios de


conducta en su personalidad y a veces no se sabe de qué se trata, puede estar
inquieto casi con frecuencia, distraerse con facilidad, no comprender las consignas
que el docente da, en fin, las causas pueden ser múltiples. Al no tener en claro lo que
les sucede, se diagnostica o se hacen conjeturas acerca de sus causas y posibles
consecuencias.
Pero desde la escuela, el docente tiene que comunicar a los padres lo que pasa en la
sala con el niño, para que así ellos hagan una consulta con el pediatra, el cual
mayormente, orienta a las familias en cuanto a los síntomas que presentan.
Estos cambios reiterados, suelen responder a las características de “hiperactividad”
y de “ADD o ADHD”, dándose de manera individual o combinada.

¿Qué es la hiperactividad? La hiperactividad es un término que describe un


conjunto de trastornos conductuales característicos. Es aplicado a niños con
alteraciones de aprendizaje y emocionales asociadas.
Cuando decimos que un niño es hiperactivo, hacemos referencia a aquellos que “no
pueden mantener su cuerpo quieto”, jugando permanentemente con las manos, con
los pies, moviéndose en la silla o en lugar que estén. Se ausentan en situaciones
inauditas, poniéndose en circunstancias de peligro asiduamente. La hiperactividad es
uno de los trastornos más diagnosticados durante la infancia; se estima que lo padece
entre el 3 y el 5 % de la población infantil. Detectarla a tiempo es importante pues
permite prevenir un gran número de problemas asociados, como las dificultades
escolares. Las causas que provocan este trastorno no se conocen bien y pueden ser
muy variadas (neurológicas, genéticas o ambientales), sin embargo, las formas de
tratarlo están bastante estudiadas y su efectividad está comprobada.

¿Cómo identificar al niño hiperactivo? Los niños hiperactivos son identificados a


través de una metódica observación realizada por los padres y maestros, utilizando el
método de registro acumulativo de conductas del niño, evaluando cuidadosamente
comportamientos específicos de conducta.
Características del síndrome hiperactivo: El síndrome de hiperactividad o
hiperkinesia advierte los siguientes comportamientos:
movimiento corporal excesivo, impulsividad, atención dispersa, variabilidad,
emotividad, coordinación visomotora pobre, dificultades aritméticas, lectura pobre,
memoria escasa, tendencia al fracaso.
Tratamientos para la hiperactividad: En el tratamiento de la hiperactividad pueden
diferenciarse dos clases de terapias: la psicopedagógica y la médica. La inicial puede
darse sin la segunda, pero nunca al revés. En la terapia médica sólo se tratan los
síntomas, no la causa del trastorno, por eso no existe una cura que sea
exclusivamente médica. Lo que se hace es controlar las conductas que hacen que el
niño tenga bretes para así concederle llevar una vida cabalmente normal. Por este
motivo, el tratamiento psicopedagógico, que trabaja concisamente sobre el
comportamiento del niño enseñándole nuevas y más correctas formas de actuar, es
indispensable. El tratamiento médico es muy válido como integridad del anterior,
substancialmente cuando se da una hiperactividad extrema que no permite sacar
partido de nada de lo que se le enseña. La medicación contribuye a reducir la
agitación motriz y le permite atender y comprender mejor las indicaciones que se le
dan. Para que la terapia psicopedagógica sea efectiva debe estar apoyada tanto en
técnicas de modificación de conducta, como en la enseñanza de estrategias que
permitan al propio niño ser el controlador de su comportamiento.

Intrínsecamente en el entrenamiento de estrategias, las más convencionales son:


estrategias atencionales, solución de problemas y autoinstrucciones. También el
autocontrol y la relajación suministran resultados productivos. El modelo de
autoinstrucciones, por ejemplo, consiste en dar al niño una serie de instrucciones
pequeñas y marcadas que le guíen para efectuar una tarea apropiada. Al seguir estos
pasos siempre que tiene que realizar una actividad adquiere grandes mejoras ya que
aprende a organizar la tarea, lo que evita en gran medida la distracción, le ayuda a
centrarse en lo importante, mejora la ejecución y le estimula ya que las
autoinstrucciones no se centran sólo en cómo se hace algo (ejecución), sino que
abordan otros campos tan importantes como la autoevaluación y el autorefuerzo.
Las técnicas de modificación de conducta tratan de evitar las conductas
inadecuadas fomentando formas de comportamiento más apropiadas. Lo que hacen
es controlar las consecuencias, de modo que a un comportamiento armonioso
proseguirá a un "refuerzo positivo", yaciendo un estímulo plácido que haga que dicha
actuación se renueve. Cuando el niño evidencia una conducta inadecuada recibe un
"castigo", un estímulo desagradable como, por ejemplo, quedarse sin ver su programa
predilecto de la televisión, con lo que gradualmente esa conducta desaparece.

El ADD o ADHD: “Trastorno de la atención”: El trastorno de déficit en la atención


es conocido como ADD o ADHD. Este tipo de trastorno de la atención se caracteriza
principalmente por la inatención, la impulsividad y la hiperactividad; aunado a estos
aspectos podemos mencionar la dificultad para postergar gratificaciones, los
trastornos de la conducta social y escolar, las dificultades para mantener cierto nivel
de organización en su vida y tareas personales, acompañado de un daño crónico de
autoestima por fracasos.
Como citara al principio, ambos trastornos se puedan dar combinados, siendo los
síntomas que lo caracterizan, la impulsividad, la hiperactividad y la baja atención.
Pero, sin duda, lo que ayuda a detectarlo es observar si un niño manifiesta con
frecuencia las siguientes conductas:

• Su comportamiento es infantil para su edad, excesivamente inquieto y


dependiente; más propio de un niño de menor edad.
• Le cuesta concentrarse, no mantiene la atención cuando es necesario.
• Es desorganizado y suele hacer los trabajos con una baja calidad.
• Frecuentemente deja los trabajos sin terminar o interrumpe los juegos.
• Está continuamente levantándose cuando debería estar sentado, por
ejemplo, en la clase o a la hora de comer.
• Es muy impulsivo, hace las cosas sin meditarlas previamente.
• Mueve mucho las manos y los pies.
• Suele interrumpir a los demás cuando están hablando o realizando alguna
actividad.
• Siempre está corriendo y saltando, como si tuviera un motor en marcha.
• Le cuesta relacionarse con otros niños debido a que siempre está cambiando
de juego, no respeta los turnos y no sigue las reglas del grupo.
• A menudo pierde cosas o las olvida.

Hay tres tipos principales de ADHD y son: ADHD tipo combinado, el más frecuente,
caracterizado por comportamientos impulsivos e hiperactivos, falta de atención y
distracción; ADHD tipo impulsivo-hiperactivo: es el menos frecuente y se caracteriza
por comportamientos impulsivos e hiperactivos sin falta de atención ni distracción;
ADHD tipo falta de atención y distracción, se caracteriza por una falta de atención y
distracción sin hiperactividad.

¿Qué hacer en la sala con un niño con ADD? Es necesario tener un plan de trabajo
organizado, desde las actividades estructuradas a las menos estructuradas, según
vaya disminuyendo el nivel atencional. Además hay que desdoblar la hora de
actividades, favoreciendo al niño a que pueda organizar el tiempo, enfocar la atención,
trabajar en forma efectiva. Trabajar con flexibilidad, compromiso y dedicación favorece
al niño, al igual que, utilizar técnicas de relajación, afiches coloridos, láminas, videos.

¿Qué sucede con el ADD en el nivel preescolar? El niño con estos trastornos
interacciona con el otro de manera muy impulsiva e intenta llamar la atención, al
mismo tiempo es brusco y sucede que muchas veces es rechazado por sus pares y se
siente lastimado, pero no pueden controlar su comportamiento o actitud. Entonces
¿Qué hacer con ellos? desde nuestro rol docente deberíamos solicitar
acompañamiento de profesionales idóneos para ayudar al niño y evitar que quede
marginado por sus pares y por la sociedad misma por padecer este tipo de trastornos.

Si bien no se conocen hasta el momento medidas preventivas para reducir la


incidencia del ADHD en los niños, sí se puede decir que existen técnicas de detección
e intervención temprana que pueden “reducir” la gravedad de los síntomas,
disminuyendo la interferencia de los síntomas del comportamiento con el rendimiento
escolar, estimulando el desarrollo y crecimiento normal del niño, mejorando de tal
manera “la calidad de vida del pequeño”.

Bibliografía:

 García Schmah Esther- Como ayudar al niño hiperactivo


 Valett Robert- Niños hiperactivos- Editorial Cincel.

Zenarruza Karina: Profesora de Educación Preescolar. Profesora especializada en


jardín maternal. Profesora Especializada en Informática Educativa. Técnica en
Administración Educativa. Técnica Superior en Conducción y Administración
Educativa. Maestra de sección de la Escuela Infantil Nº 5/D.E 21.

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