El Proceso BBE - "Lo que es"

Los altavoces tienen dificultades para trabajar con las señales electrónicas suministradas por un
amplificador. Estas dificultades causan tal distorsión de fase y amplitud que el sonido reproducido por un
altavoz difiere significativamente del sonido producido por la fuente original.

En el pasado, estos problemas resultaban insalvables y por lo tanto, se delegaron en una posición de
importancia secundaria en el diseño de sistemas de audio.
Sin embargo, la integridad de fase y amplitud es esencial para una reproducción de sonido precisa.

La investigación demuestra que la información que el oyente percibe en las características reconocibles de
una actuación en directo están íntimamente ligadas a complejas relaciones de tiempo y amplitud entre los
componentes fundamentales y armónicos de un determinado sonido o nota musical. Estas relaciones definen
lo "característico" de un sonido.

Cuando estas relaciones complejas pasan a través de un altavoz, el orden correcto se pierde.
Las mas altas frecuencias están retrasadas. Una frecuencia más baja puede llegar al oído del oyente
primero o quizás simultáneamente con la de mayor frecuencia.

En algunos casos, los componentes fundamentales pueden ser tan cambiadas de tiempo que llegan al oído
del oyente antes de algunos o todos los componentes armónicos.
Este cambio en la relación de fase y amplitud en la frecuencias armónicas y fundamental se denomina
"distorsión de la envolvente".

El oyente percibe esta pérdida de integridad del sonido en el sonido reproducido como algo "embarrado" o
"difuso". En caso extremo, puede llegar a ser difícil de definir la diferencia entre los instrumentos musicales,
por ejemplo, un oboe y un clarinete.

BBE Sound, Inc. llevó a cabo amplios estudios de numerosos sistemas de altavoces a lo largo de un periodo
de diez años.
Con este conocimiento, fue posible identificar las características de un altavoz ideal y definir las
correcciones necesarias para devolver la estructura de las frecuencias fundamental y armónicas a su orden
correcto.
Si bien existen diferencias entre los diversos diseños de altavoces, en cuanto a la magnitud de su
corrección; el patrón general de corrección necesario es notablemente consistente.