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ABRIRelJUEGO es un trabajo de investigación periodística inédito en su

concepción, porque proponemos realizarlo en simultáneo con todos los que


de alguna forma se sienten tocados por los temas y las historias que ponemos
bajo la lupa. Empezamos con el fenómeno del juego en Córdoba: quiénes
ganan, quiénes pierden, quiénes se divierten, quiénes sufren… quiénes pagan.

Si elegimos ABRIRelJUEGO es porque vamos a encarar la investigación


periodística como un proceso en el que no sólo los periodistas deciden
cómo se lleva a cabo y dónde se pone la mira sino que reclama y necesita la
participación de todos los que saben más que nosotros del tema: porque lo
conocen desde antes, porque lo han vivido en carne propia, porque tienen una
mirada más amplia…

La idea es no sólo involucrarlos en este proceso para que lo enriquezcan sino


compartir cómo lo desarrollamos.

Por eso en vez de pensar en una tarea de investigación que se hace "a las
sombras" hasta que se elabora un producto final, como es un libro, optamos
por hacer público ese proceso investigativo en un sitio de Internet que además
nos sirva de plataforma para recibir los aportes de los ciudadanos y revisar los
criterios con los que vamos trabajando.

En WWW.ABRIRelJUEGO.COM vamos a ir publicando informes, entrevistas,


crónicas, análisis, incluso denuncias, elaboradas con las nobles técnicas y
herramientas del periodismo narrativo. Aprovecharemos esa plataforma digital,
para incorporar videos, fotos, documentos y otras aplicaciones multimedia que
enriquezcan el intercambio.

PORQUÉ. El fundamento de esta orientación que asumimos está en la


aceptación de que una serie de transformaciones sociales, culturales y
tecnológicas ha cambiado para siempre el escenario para los periodistas y los
medios de comunicación.
Actualmente, los medios y los periodistas ya no tienen el monopolio para
producir y compartir información en escala masiva: aunque siguen siendo
claves para que la sociedad construya conocimiento acerca de lo que está
ocurriendo, hoy, un ciudadano con acceso a las nuevas tecnologías puede,
potencialmente, intervenir en los procesos de comunicación a escala global.
Desde su aparición, los medios contaron con formas de interactuar con los
públicos y de integrar sus voces a los contenidos: cartas de lectores, mensajes
de oyentes en la radio o la televisión… Pero nunca como ahora.

Se habla de descentralización, porque la tradicionalmente centralizada


recolección y distribución de noticias está siendo complementada (y en algunos
casos será reemplazada) por lo que está pasando en la periferia de las redes
cada vez más ubicuas. La gente está combinando poderosas herramientas
tecnológicas e ideas innovadoras, alterando fundamentalmente la naturaleza
del periodismo en este nuevo siglo”, escribió el periodista estadounidense Dan
Gillmor, impulsor del movimiento llamado “Nosotros el medio”.

Esta tendencia está mejor articulada en un libro que se llamó por esa idea
Nosotros, el medio. Cómo las audiencias están moldeando el futuro de las
noticias y la información. Allí, se lee: “La venerable profesión del periodismo
se encuentra en un raro momento de la historia donde, por primera vez,
su hegemonía como guardián de las noticias es amenazada no solo por la
tecnología y los nuevos competidores, sino, potencialmente, por la audiencia
a la que sirve. Armada con herramientas de edición Web fáciles de usar,
conexiones permanentes y dispositivos móviles cada vez más potentes, la
audiencia en línea tiene los medios para llegar a ser un activo participante en
la creación y diseminación de noticias e información. Y está haciendo eso en
Internet”.

En este contexto, aparece la oportunidad de los medios de “ABRIRelJUEGO a


los ciudadanos y conseguir así una producción informativa de mayor calidad,
en sociedades del conocimiento con saberes cada vez más especializados y
difíciles –o imposibles- de equiparar desde las redacciones de los medios de
comunicación.

Hay diferentes formas de nombrar estas transformaciones. Por ejemplo,


periodismo participativo o periodismo 3.0. ¿De qué se trata? Según Shayne
Bowman y Chris Willis, los autores de Nosotros, el medio…, el periodismo
participativo “es el acto de un ciudadano o grupo de ciudadanos que juegan
un papel activo en el proceso de colectar, reportar, analizar y diseminar
información. La intención de esta participación es suministrar la información
independiente, confiable, exacta, de amplio rango y relevante que una
democracia requiere”.

La denominación de periodismo 3.0 surge de la emergencia de otro concepto


que se ha convertido en fetiche en los estudios de Internet: la Web 2.0. La Web
1.0 sería el primer paso, cuando se trasladaron a la red los contenidos. La 2.0
implica la activa participación de los usuarios. En esa línea, dice Juan Varela,
el Periodismo 1.0 habría sido la adaptación de los contenidos de los medios
a Internet. El 2.0, la creación de contenidos específicos. Y el 3.0, “periodismo
como conversación”, como “diálogo”, “socializacion de la información”, que ya
no tiene exclusivamente criterio periodístico sino “criterio social”.

En definitiva, con esta forma de pensar la labor periodística se adopta una


concepción en la cual “el periodismo no es un producto, es un proceso”, como
sostienen Jeff Jarvis o David Cohn. Es decir, la apertura de la producción
periodística para incorporar los aportes de los ciudadanos y sus criterios,
puesto que ¿por qué razón debe pensarse que los criterios de los periodistas,
por sí solos y sin ser confrontados con los de otros actores sociales son los
únicos válidos? ¿Acaso un periodista cree que podrá conseguir más contactos
o fuentes trabajando en soledad en vez de buscar en las audiencias masivas
aliados para llegar a datos y testimonios o bien saberes más específicos?

En Nosotros, el medio…, así se contrastan los medios de comunicación


cerrados con aquellos que abren el juego a los ciudadanos: “Los medios
tradicionales son creados por entidades jerárquicas, construidas para el
comercio. Su modelo de negocios y organización se concentra en la emisión
y en la publicidad enfocada. Valoran el riguroso flujo de trabajo editorial,
la rentabilidad y la integridad. El periodismo participativo es creado por
comunidades en red que valoran la conversación, la colaboración y el
igualitarismo por encima de la rentabilidad”.

Además, se reitera que cada vez más “las audiencias llegan a ser parte
interesada en el proceso noticioso. En lugar de aceptar pasivamente la
cobertura noticiosa decidida por un puñado de editores, disparan correos
electrónicos, publican en weblogs y foros sus críticas sobre las deficiencias
editoriales que perciben y apoyan o financian empresas editoriales
independientes”.

El periodista argentino Roberto Guareschi expuso en el TEDxBuenosAires


su idea de periodismo participativo, aquel “donde trabajemos juntos, en una
comunidad, periodistas ciudadanos, profesionales y expertos en distintas
disciplinas”.

“Un periodismo que ayude a conocer y debatir los problemas que más
nos afectan, y nos acompañe para resolverlos. Un periodismo donde los
profesionales cumplamos las funciones que hoy cumplimos y también seamos
coordinadores, entrenadores, moderadores de vastas comunidades de
periodistas amateurs”, concluye.

Si pensamos nuestra tarea periodística desde este lugar, asumiendo estas


transformaciones, no nos queda más, entonces, que apostar por una práctica
profesional que incluya criterios sociales y las demandas ciudadanas de
informarse y producir información relevante para otros. Por eso sintetizamos
nuestra apuesta en esta idea: ABRIRelJUEGO.

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