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INGENIERÍA AGRÍCOLA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA
Facultad de Ciencias Agrarias
Escuela de Profesional de
Ingeniería Agrícola
INFORME SEMESTRAL
INTEGRANTE :
• FERNANDEZ GARAMENDI, Elizabeth
• QUICAÑO MENDEZ, Diana
• ESPINOZA LlACCTAHUAMAN, Lorena
• ARCE ESPINOZA, André
• PARIONA LUJAN, Jhoni
AYACUCHO - PERÚ
2017
Muchos de los fenómenos que determinan el comportamiento de los suelos son complejos y no pueden
siempre reducirse a causas puramente mecánicas, sino que muchas veces intervienen factores de otra
índole (químicos, ambientales, etc.), provocando un comportamiento singular del terreno. En algunos
suelos, estos factores "no mecánicos" tienen una importancia capital y son objeto de un estudio
particular. Dicho grupo de suelos es conocido genéricamente como "suelos estructuralmente inestables".
Uno de los principales fenómenos que afectan a algunos de estos suelos es el colapso brusco de su
estructura intergranular, denominándose a los suelos que presentan estas características: suelos
colapsables. En estas notas se analizarán exclusivamente aquellos suelos en los cuales el colapso es
provocado por humedecimiento.
Cuando un elemento de suelo es comprimido, bajo un incremento de esfuerzo vertical y, aquél
tiende a expandirse lateralmente y produce deformaciones x y z positivas. Esta expansión es resistida
por el suelo y se desarrollan unos esfuerzos, x, y z , que tienden a restablecer la forma del
elemento de suelo (figura 4.2), y así resulta:
y
L
D D
L D
L
y
Fig. 2
y
1 y z x
E
x
1 x y z
E
z
1 z x y
E
La cuestión importante está en predecir la magnitud de los esfuerzos que corresponderían a las cargas
que producen deformaciones excesivas. Como el suelo es un material formado por partículas, la falla o
rotura se debe principalmente al rodamiento y deslizamiento de los granos. Debido a ese modo de
falla, los esfuerzos de interés son los esfuerzos cortantes.
La resistencia al cortante de los suelos, recordando la fricción entre sólidos, se puede expresar:
Pt Pt
Pf Pf
Pn Pn Pn
Fig. 3
Pn
P f sen Pn tg
cos
Queda demostrado que la fuerza de rozamiento o fricción es proporcional a la presión normal.
R
B
R1
R4
R3
R2
A
R
Fig. 4
En una masa de suelo, por ejemplo arena seca, si se considera una sección (figura 4.4) que se proyecta
en AB, y se supone aplicada una resultante de esfuerzos, R, descompuesta en tensión normal, , y
tensión tangencial, , las reacciones R1, R2, ..., Ri, ... Rn, equilibran dicha R. En general no se romperán
las partículas. Aunque puede que sí, si el esfuerzo es suficiente para vencer la resistencia intrínseca del
material mineral. Este sería el más raro de los tipos de deformación. Si las reacciones, Ri, tienen
inclinación , ello implicará un deslizamiento de una partícula sobre otra. Esto es otro tipo de
deformación de mucha mayor frecuencia que la primera. Esta deformación se subdivide en dos:
a) Si en el plano AB la componente tangencial, , es nula ( =0), en conjunto los granos de arena
pueden deslizar en todas las direcciones y habrá un reajuste.
b) Si en AB existe un positivo, en esa dirección habrá más deslizamientos que implicarán una
deformación más acusada de la masa.
Si es muy grande en relación a , se inicia un reajuste que hace mover a la masa para hacer posible
que R1 ,R2, ...Rn se equilibren con R sobre AB. El ángulo de la resultante R con la normal al plano AB
se conoce como ángulo de rozamiento interno del suelo, .
Este (llamado más simplemente ángulo de rozamiento del suelo) depende del ángulo de rozamiento
de los granos de arena entre sí, pero no es exactamente el mismo. Depende también de la forma de los
granos (facilita o no el desplazamiento o giro), y de su grado de libertad, o sea de la compacidad, o
grado de compactación del suelo.
Empuje de tierras;
Capacidad de carga, o carga de hundimiento;
Estabilidad de taludes.
Las tres zonas diferenciables, que se aprecian en el gráfico de figura 4.5, correspondiente a un ensayo
de placa de carga, son:
log
h
(I) (II) (III)
I Q Q Q
II
III
Fig. 5
A la h, llamada carga de hundimiento (también se conoce como carga última, de colapso, de rotura o
de derrumbe), se le aplica un coeficiente de seguridad tal que permita alejarse suficientemente de la
zona de rotura y situarse en la zona de comportamiento elástico.
El concepto de “rotura” es diferente al usual, ya que la arena, en realidad, ya está rota en numerosos
pedacitos (las partículas de que consta). De hecho es más bien una fluxión plástica (deslizamientos
discretos de unas partículas respecto a otras).
Es la situación intermedia entre los estados elásticos y plásticos. Estos problemas van desde el estado
elástico inicial al de fluencia plástica de resistencia última. Se ven en experimentos de cargas
progresivas en zapatas sobre suelo coherente y con cierto empotramiento. La existencia de pequeñas
zonas plásticas (burbujas plásticas) señala la entrada en un estado (en zona II de Fig. 4.5) que se define
como de plasticidad contenida.
Las zapatas se proyectan para que la carga máxima que se aplique se aleje lo suficiente de la que
produciría el colapso (por medio del coeficiente de seguridad), y así poder aplicar las teorías lineales
de la elasticidad para el cálculo de asientos (se verá en los capítulos 8 y 10).
Para estudiar las condiciones generales de equilibrio, tanto para el estado I (elástico) como para el II
(equilibrio límite), se simplifica considerando en el interior de un macizo de suelo un punto cualquiera
de área elemental (figura 6a).
y yx+yz
y- y y
y
a) b)
Fig.6
Se recuerda la notación de subíndices: el primero indica el eje normal al plano de interés, y el segundo
el eje ortogonal paralelo al vector.
Proyectando en las direcciones paralelas a las que actúan las fuerzas x e y , se obtiene:
xy
x
x 0
x y
y xy
y 0
y x
Se tiene un sistema de dos ecuaciones con tres incógnitas (x, y y xy). Para resolverlo es necesaria
otra ecuación, sacada de la observación de la deformación; tanto para el caso I por elasticidad, como
para el caso II por plasticidad. Para ello se recuerda la distribución de tensiones en un punto, y su
proyección normal y tangencial en un determinado plano (figura 7):
xy y
xy BA
x x
x
C y
y
Fig. 7
Los resultados prácticos indican que suponer 2 = 3, y z = 0 introduce un error insignificante.
Se simplifica estudiando los esfuerzos principales bidimensionales para obtener los esfuerzos normal y
cortante en cualquier plano CB. Este plano CB representa la orientación en la que se pretende encontrar
el estado de tensiones, partiendo de las tensiones en dos planos perpendiculares. Se suponen conocidos
x, y y xy.
Despreciando el peso propio del triángulo elemental y llamando A a la longitud de CB, se tiene:
x cos cos sen xy cos y sen sen cos xy sen
x cos 2 y sen 2 xy sen 2
(3)
y sen cos cos xy cos x cos sen sen xy sen
xy cos 2 y sen
2
x
2
Estas ecuaciones representan un círculo en un plano de ejes cartesianos de tensiones (en abscisas las
normales, , y en ordenadas las tangenciales, ), con centro en el eje de abscisas. Ese círculo se
denomina círculo de Mohr.
El círculo de Mohr representa el estado de tensiones que hay en un punto (Otto Mohr, en su Teoría
general de la resistencia, 1882); este caso de estudio del terreno es el correspondiente a una idealización
de una pequeña muestra de suelo.
El centro del círculo está en el eje de abscisas (eje de las tensiones normales, ), y los puntos del
círculo que están en ese eje, diametralmente opuestos, representan las tensiones normales máxima (1)
y mínima (3) del estado de tensiones de ese punto (por ejemplo de un punto del terreno), proyectadas
según unos planos que hacen que esas resultantes de tensiones incidan normalmente (por lo tanto que
no haya tangenciales en esos planos de estudio). A esas tensiones y a esos planos se les llama
principales.
También se puede expresar xy en el caso de tener planos principales (son los que tienen = 0); basta
con sustituir ese valor en la ecuacción (4.3):
sen 2
x y
tg 2
xy 2 (x y )
cos 2 2
Esa ecuación tiene dos raíces perpendiculares entre sí, que son direcciones principales de tensiones
que actúan en planos principales.
P
q q
n
p
p
Fig. 8
Cuando x y y son tensiones principales, también se les designa por 3 y 1, y si se toman como ejes,
xy = 0, ( siendo 1 > 3 ), queda:
cos 2 sen 2
3 1
sen 2
2 1 3
En Mecánica del Suelo los esfuerzos habituales y positivos son los de compresión. En el esquema de
la figura 4.9 se repasan los criterios de signos:
1
1
c c
2 3 3
3
1
Fig. 9
En los gráficos de lasfiguras 4.10 y 4.11 se ve el círculo de esfuerzos de Mohr con la orientación de
los planos de esfuerzos y la identificación de las tensiones principales. Las coordenadas del centro y el
valor del radio serán:
3
del círculo : x 1 , y 0
Centro 2
Radio R 1 3
2
max
D
D
2
0 C F
n
Fig. 10
F
F
c
C 1
F
3 R=1-3
= 1 +3
C
1 = z
Fig. 4.11
Según Jiménez Salas: la fluxión se produce en un punto de la masa cuando la resultante de las
tensiones aplicadas sobre un elemento de superficie, contenido en un cierto plano, llega a formar con
la normal al plano un ángulo, , superior al de rozamiento interno, (figura 4.12):
e E(M)
n
(
(n)
M)
M
n(M)
Fig. 12
Para estudiar las relaciones tensión-deformación en el espacio, es necesario conocer las resultantes de
los vectores para todas las orientaciones posibles de planos que pasen por un punto (hay una doble
infinitud), cuyos extremos forman un elipsoide, llamado elipsoide de Lamé (figura 4.13).
La elipse de tensiones es el lugar geométrico de los extremos de los vectores tensión correspondientes
a cada dirección de plano. Es una sección del elipsoide por un plano principal.
1
M
3
2
Fig. 13
Llamando al ángulo que forma el plano considerado con la tensión principal 1, se demuestra que
1
3
1 3 cos 2
2 2
1 3 sen 2
2
donde:
2
m
Fig. 14
Un ejemplo de aplicación de lo expuesto anteriormente podría ser: Dados los valores de tensión
normal que actúan en cada uno de los dos planos perpendiculares entre sí, h = 400 kN/m2 sobre plano
vertical y v = 200 kN/m2 sobre plano horizontal, se pide encontrar, gráfica y analíticamente, los
esfuerzos sobre el plano de traza BB’, que forma un ángulo de 300 con la horizontal. (Se recomienda
utilizar las propiedades del polo del Circulo de Mohr).
El plano vertical es principal mayor; sobre él actúa la tensión principal mayor, h = 400 kN/m2.
B'
F 200kN/m² 30º
ºº)
400kN/m² 400kN/m²
B 200kN/m²
Fig. 15
El giro que se efectúa de manera que la tensión principal mayor incida normalmente sobre el plano
BB’ será = 900+300 (figura 4.15), igual que el giro necesario para llevar el plano principal mayor –en
este caso el vertical- a superponerse con el plano de traza BB’, que forma 300 con la horizontal, será en
sentido antihorario y de valor = 900+300 =1200).
Se debe recordar que el polo del círculo de Mohr es un punto del círculo con la siguiente propiedad:
una línea trazada por él, Op, y por un punto A del círculo, será paralela al plano (a la traza del plano)
sobre el que actúan los esfuerzos correspondientes al punto A.
30º
Polo
(200,0) (400,0)
kN/m² kN/m²
kN/m²
kN/m²
Fig. 16
Polo del círculo de Mohr: se define como el lugar geométrico de los puntos de corte de las direcciones
donde actúan las tensiones, trazadas por los puntos representativos de la tensión en el círculo de Mohr.
(el polo está en un punto del círculo).
Modo de determinar el polo Op: se debe trazar una paralela al plano sobre el que actúa el esfuerzo 1
(400 kN/m²), esfuerzo horizontal que actúa normalmente al plano vertical, por lo tanto línea vertical
trazada desde el punto representativo de la tensión 1, que sólo corta al círculo de Mohr en ese mismo
punto de coordenadas (1, 0); luego el polo tiene de coordenadas (400, 0).
Es conveniente recordar el signo convencional de cortantes (figura 4.9); en este caso da cortante
negativo (< 0).
Para definir el estado total de tensiones en un punto no basta con el círculo de Mohr, es necesario
además definir una orientación.
Como aplicación gráfica de ello, en figura 4.17 se puede observar que si se traza por el punto
representativo de tensiones, F, una línea paralela a la traza del plano AB, ésta cortará la circunferencia
en otro punto del círculo, el polo, OP; y si por el punto de coordenadas (1, 0) se traza una línea
paralela a la dirección del plano sobre el que actúa esa tensión, o sea paralela a AC, se verá que
también pasa por Op)
B
Op F AB
A F
2
E D
0 M N
CB
C
F
Fig. 4.17
1 3
FN FM sen 2 sen 2
2
1 3
ON OM MN 3 cos 21 cos 3 sen
2 2
2 1
2
Si se conoce el estado de tensiones en dos direcciones perpendiculares que pasen por un punto, queda
definido el estado de tensiones y su orientación.
Elasticidad es la propiedad que presentan los cuerpos por la cual si las fuerzas exteriores aplicadas
(que no rebasen cierto límite) desaparecen, consecuentemente la deformación desaparece. Es decir,
recupera su forma inicial después de suprimir las fuerzas. Se supone la materia del cuerpo elástica
homogénea e isótropa.
z
B
d
A y
Fig. 4.18
La resultante de las fuerzas de la parte B sobre la A (figura 4.18), en general está inclinada respecto a
la superficie dA sobre la que actúa. Esa resultante se suele descomponer en dos componentes: una
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Si se consideran momentos respecto a x de las fuerzas que actúan sobre el cubo elemental, se sigue
que las fuerzas sobre cada cara serán, para cada una, el producto de su área elemental por el valor de la
tensión correspondiente en el punto central de la misma (figura 4.19).
Fig. 4.19
donde:
xy: deformación tangencial o deslizamiento
Esta ecuación constituye la tercera ecuación, propia de la zona I, elástica, que junto a las dos primeras
(ec. 4.1) resolverán, en sistema de 3 ecuaciones y 3 incógnitas, los problemas de ese estado elástico.
Para encontrar soluciones particulares a cada caso, dentro del estado elástico, se tienen en cuenta
condiciones de contorno, o sea valores de las incógnitas x , y, xy en puntos o curvas del espacio.
El módulo de Young, E, significa la fuerza por unidad de sección necesaria para producir una
deformación longitudinal unitaria (si la fuerza es de tensión, la deformación en la dirección de la
fuerza será un alargamiento igual a la longitud inicial y, si es de compresión, la deformación será un
acortamiento): F S
E
l l
l l
z
v
v x y
z
E E E
y z
presión esférica P x
presión octaédrica
3
Si = 0,5 (valor máximo) el cambio de volumen será nulo, y por tanto el material será
incompresible; expresándolo de forma matemática, se tiene
1 0
2
3 1 2v
V
x y z E 0
V V
A la suma de las tres deformaciones, según los tres ejes cartesianos, se la denomina deformación
volumétrica (si las tensiones son de tracción, la deformación será dilatación cúbica, v, o deformación
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P
volumétrica):
v
K
Se recuerdan algunas relaciones entre constantes elásticas:
9KG 3K 2G E v
E ; G
E
3K G 23K G
;
2(1 )
;
1 2v1 v
donde:
La relación entre coeficientes de compresibilidad volumétrica mv, módulo edométrico, Em, y módulo
de elasticidad E es: 1 1 v E
E m
vm
1 v
1 2v
La relación entre el módulo elástico E y el edométrico Em es:
2 2 1
E E m 1
Em E 2
3 z 1 2v
z
z
máx
V E 2 máx
2G
x y x x z 0 x x z 0
E
x x z 0 x 1 z 0
v
K 0
1 v
En el caso, muy normal, de = 0.3 0.3
K 0 0.42
1 0.3
Luego, en estado de reposo la tensión horizontal normalmente es el del orden del 40% de la vertical.
La tercera ecuación de equilibrio necesaria para el estado II (ver el sistema de ecuaciones de equilibrio
general, en ecuación 4.2), se obtiene de un criterio de rotura. El más adoptado es el de Coulomb
(1773) (con base experimental se desprecia, por insignificante, el valor de la tensión intermedia).
la tercera ecuación necesaria para resolver los problemas de equilibrio en el estado II:
c tg
Esta es la ecuación de una recta en el plano de Mohr, de coordenadas y ,
donde:
c: resistencia al corte en el origen de tensiones normales, también llamada cohesión;
: ángulo de rozamiento interno, o de fricción interna.
En una probeta cilíndrica de suelo sometido a compresión unitaria longitudinal 11 y otra uniforme
lateral 31, tal que el estado de tensiones sea igual en toda la probeta (figura 4.20a) se ensayan unos
estados de tensiones que se representan en círculos de Mohr. Se aumenta progresivamente la tensión
longitudinal: 12, 13..., hasta que se llega a rotura. En ese momento anterior a la rotura, el estado
tensional está representado en el círculo de Mohr con línea continua (figura 4.20b).
1
3 3
3 11 12 13
1
a) b) c)
Fig. 4.20
Si se hubiera partido de otro valor de 31 se habría llegado a otro círculo de rotura diferente; así se
podrían obtener varios círculos de rotura. A la envolvente común a todos los círculos de rotura (Figura
4.20c) se la conoce como curva de resistencia intrínseca.
c 0
c=0
F F
F c F
Polo Polo
F'
F
F
1= ·z
1= ·z
Fig. 4.21
La tangencia entre los círculos de Mohr correspondientes a las tensiones extremas 1, y 3 y la recta
de rotura de Coulomb, es la condición de rotura del estado II (equilibrio límite).
En la mayoría de cálculos de estabilidad se necesita simplificar y utilizar una envolvente que sea recta,
como es la recta de Mohr-Coulomb.
c tg
Al unir el punto R (punto de rotura, ya que es un punto del círculo de Mohr y tangente a la recta de
Coulomb) con el polo del círculo, se obtiene la dirección del plano en que se produce la rotura o falla.
En equilibrio límite el círculo es tangente a la recta del criterio de rotura de Coulomb. Imponiendo esta
condición y observando el esquema de representación del estado de tensiones de un suelo tipo, con
cohesión y ángulo de rozamiento, en la figura 4.22, se deduce la ecuación necesaria para resolver el
Si se relacionan los dos triángulos rectángulos OAO' y O'CB (figura 4.22) se tiene:
A
x - y
O c 2
O' C
xy
H R
B
y
m
x
Fig. 4.22
x y
OO' H m H
2 2
R 2 x y
Igualando el valor del radio que es lo que tienen en común los dos triángulos:
2 xy
R OO' sen
2 2 2
2H
x y 2 x y x y
H sen
2 xy 2 2
queda: 2 2
x y
2H
x y
2
2
La resistencia unitaria al deslizamiento, , será para tres posibles casos diferentes [Terzaghi y Peck],
equivalente a:
= c + (p - u) tg.
Para arcillas normalmente consolidadas y suelos arcillosos saturados, o sea cuando prevalece la
condición no drenada (= 0):
= qu/2 = cu
Los ángulos TO1 y TP1 (figura 4.23) abarcan igual arco, pero uno tiene el vértice en el centro del
círculo y el otro en un punto del círculo; por tanto éste mide la mitad del ángulo central:
T
c c
Polo O
H
3
m
1
Fig. 4.23
2
. 2
2
c
c
2 4 2
m radio máx .
m H m sen H sen m sen m c cos m sen
1 3 3
m c·cos 1 sen
2 2
1
1senc cos3 1sen1 1 sen
2 2 2 2
3 3
c cos sen21sen2c cos 1sen
1 3
1
2 sen
2 cos
2c 2
1 3 1 3 tg 2c·tg
1sen 1sen 4 2 4 2
Estas dos fórmulas finales son equivalentes por relaciones trigonométricas, y expresan la relación
entre las tensiones principal mayor y principal menor en función de los parámetros resistentes del
suelo c y .
Los planos de rotura son tales que las direcciones de las tensiones principales son bisectrices de los
ángulos que forman los planos de rotura. La bisectriz del ángulo más pequeño corresponde a la
dirección de la tensión principal mayor.
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Se llaman así los que tienen cohesión, pero su rozamiento se considera nulo (= 0);
tg= 0 1 - 3 = 2c m 1 3
c
2
Su línea de resistencia intrínseca es una recta horizontal de ecuación: = c (figura 4.24).
c T =0)
c m
c
Op
3
1
Fig. 4.24
Los planos de rotura forman un ángulo con la horizontal de valor: 45 o
c
4
m radio c 1 3 2c
1 sen
1 3
1 sen
T
c
Op
3
1
Fig. 4.25
En 1885 Boussinesq establece un ente ideal que sustituye en el estudio teórico al terreno. Las hipótesis
para su semiespacio son:
En este semiespacio Boussinesq aplicó conceptos matemáticos y ecuaciones de elasticidad con las
condiciones de frontera siguientes:
- Los esfuerzos se desvanecen a grandes distancias (cuando r ).
- Las deformaciones también se desvanecen para r .
- Los esfuerzos cortantes son nulos en superficie (en z = 0).
- Los esfuerzos normales son nulos en la superficie excepto en el punto de aplicación de la carga.
Para carga puntual aplicada en superficie y normal a ella, el estado de tensiones producido tiene
simetría circular respecto al eje de aplicación de la carga P (figura 4.26 y tabla 4.1):
P Carga puntual
3cos P K
1
3 Pz 3 P 5
z 5
2
2 2 z2
P 3 r z 1 2 v
R
2
z r 4
2 R Rz
r z
r zrrz
rz rz
3 Prz 2
5
P
2
2 sen cos 4
2 2
Para carga lineal uniformemente repartida a lo largo de una recta, los valores de la tensión en cada
punto del semiespacio se deducen por integración. (Ver Figura4.27 y Tabla 4.2)
2P x 2 z
P X
Rz
4
Carga lineal 2P
y 2
R
2P z3
z
z R R 4
z
x 2P xz 2
x xz xz
xz
R4
Fig. 4.27
Tabla 4.1 Valores de K, para calcular tensión vertical debida a carga puntual, función de la relación r/z
z = (Q /z2)·K
r/z K r/z K r/z K r/z K
0,00 0,4775 0,65 0,1978 1,35 0,0357 2.10 0,0070
0,01 0,4773 0,70 0,1762 1,40 0,0317 2.20 0,0058
0,05 0,4745 0,75 0,1565 1,45 0,0282 2.30 0,0048
0,10 0,4657 0,80 0,1386 1,50 0,0251 2.40 0,0040
0,15 0,4516 0,85 0,1228 1,55 0,0224 2.50 0,0034
0,20 0,4329 0,90 0,1083 1,60 0,0200 2.60 0,0029
0,25 0,4103 0,95 0,0956 1,65 0,0179 2.70 0,0024
0,30 0,3849 1,00 0,0844 1,70 0,0160 2.80 0,0021
0,35 0,3577 1,05 0,0744 1,75 0,0144 2.90 0,0017
0,40 0,3294 1,10 0,0658 1,80 0,0129 3,00 0,0015
0,45 0,3011 1,15 0,0581 1,85 0,0112 3,50 0,0007
0,50 0,2733 1,20 0,0513 1,90 0,0105 4,00 0,0004
0,55 0,2466 1,25 0,0454 1,95 0,0095 4,50 0,0002
0,60 0,2214 1,30 0,0402 2.00 0,0085 5,00 0,0001
Tabla 4.2 Valores de coeficiente de influencia Iq, para calcular tensión vertical debida a carga lineal, función
de x/z
z = (Q /z)·Iq
x/z Iq x/z Iq x/z Iq x/z Iq
0,00 0,6366 0,20 0,5886 0,60 0,3441 1,40 0,0726
0,02 0,6361 0,24 0,5691 0,64 0,3203 1,60 0,0501
0,04 0,6346 0,28 0,5474 0,68 0,2976 1,80 0,0353
0,06 0,6320 0,32 0,5238 0,72 0,2760 2,00 0,0254
0,08 0,6284 0,36 0,4989 0,76 0,2557 2,20 0,0186
0,10 0,6241 0,40 0,4731 0,80 0,2366 2,50 0,0120
0,12 0,6187 0,44 0,4468 0,90 0,1942 2,70 0,0092
0,14 0,6124 0,48 0,4204 1,00 0,1591 3,00 0,0063
0,16 0,6052 0,52 0,3944 1,10 0,1302 4,00 0,0021
0,18 0,5973 0,56 0,3689 1,20 0,1068 8,00 0,0001
Para carga en faja indefinida (según el esquema de la figura 4.28), las tensiones se resumen en la
formulación adjunta: p
2sen 2cos 2
z
2b P
h p 2sen 2cos 2
p sen 2·sen 2
zh
z
1
p
2 sen 2
Fig. 4.28
2
3
1
Z
1 I
c
1 a z 2
1
21 v z
3
1 2v
z
r 1 3
2
a 2
z 2 a 2 2
z 2
2
z
2a 1 v 2
1 z a2
z
z a
1
a
21 v 1 z a
E 2
Fig. 4.29
Líneas de importancia en la representación de las tensiones generadas por las cargas más habituales en
el semiespacio de Boussinesq.:
Las z = constante son horizontales; en ellas la ley de variación de la componente vertical denota una
mayor concentración de esfuerzos bajo la vertical de la acción de la carga. La concentración es
variable (la distribución real de tensiones es más concentrada que la distribución de Boussinesq).
Fröhlich ha propuesto la sustitución de la fórmula de Boussinesq para la tensión, por otra similar, en la
que interviene un factor que se conoce por factor de concentración de Fröhlich.
Las z = constante: si en la ecuación general se hace z = cte, la línea que une puntos de igual
tensión vertical se llama isobara y se define como el lugar geométrico de los puntos en los que la
tensión vertical tiene un valor de z dado. Las isobaras muestran el decrecimiento de la compresión
del terreno con el alejamiento del punto de aplicación de la carga. (figura 4.30). La forma de estos
haces, semejante a las capas de las cebollas, les han dado el nombre de bulbos de presiones.
P=10000kg P=10000kg
10 cm
4 kg/cm2 20
3 kg/cm2 30 4 kg/cm2
40
2 kg/cm2 3 kg/cm2
50
m=3
m=2 60 2 kg/cm2
=1/3
=1/2
Fig. 4.30
Las isostáticas son rayos que parten del punto de aplicación de la carga y siguen las trayectorias de
las tensiones principales.
Las isocromas son otro lugar geométrico característico que se sigue del método fotoelástico para
determinar tensiones.
En la figura 4.31 se representan las tensiones producidas por una carga vertical en línea; se distinguen
la variación de z a lo largo de líneas z = cte. (1), para x = cte. (2), y la componente horizontal h para
z = cte. (3).
P P P
(1) (2) (3)
z=const
z=const n máx x
máx n
x=cst P sen²cos²
n=
= P sen²cos² z²
x²
Fig. 4.31
Para estudiar la distribución de tensiones en la proximidad de las cargas, se ha de contar con el reparto
producido por el ancho del cimiento. Así, en el caso del cimiento superficial flexible de ancho 2b, y
longitud indefinida, sometido a carga uniformemente repartida p0 por unidad de área, se obtendrán las
tensiones por él producidas por superposición de los efectos de una infinidad de cargas aisladas
infinitésimas.
2b
B
b b
p
100%(en el contacto)
30º
5b 45º
50%
25% (a 2,5 B)
Fig. 4.32
Las tensiones producidas por un cimiento flexible en faja quedan expresadas por las isobaras o bulbos
de presiones. Así, la isobara del 25% de p0 nos indica la zona dentro de la cual tiene lugar la casi
totalidad de las deformaciones. Alcanza una profundidad de aproximadamente 5b, o sea, dos veces y
media el ancho del cimiento. Esto se tiene en cuenta para fijar la profundidad de los sondeos en un
estudio del terreno, o para delimitar la zona activa o de influencia bajo una zapata o una losa; y más en
general la influencia tensional bajo un edificio, considerando su longitud menor como B= 2b (figura
4.32).
Las trayectorias de las tensiones principales, o sea las isosáticas, son haces de hipérbolas y son
independientes de la anchura de la faja [Geotecnia y C.II].
Fig. 4.33
Zapata rígida
P
Zapata flexible R
P0 = P/R2
1/2 P0
Ej: carga circular rígida
sobre suelo muy cohesivo
como arcillas duras y rocas
Fig. 4.34
En las cimentaciones superficiales, la presión de contacto, bajo una cimentación rígida que reposa en
un macizo, adopta estas distribuciones de presión [Leonards]:
a) Material homogéneo, elástico, isótropo, tal como la arcilla saturada.
b) Material homogéneo, elástico en el que el módulo de elasticidad aumenta con la presión, tal como
la arena o la grava.
P Q
a) b)
Fig. 4.35
donde:
Ir es un coeficiente de influencia, función de las dimensiones del rectángulo y de la
profundidad del punto, z (Figura 4.36),
q es la carga uniformemente repartida en una superficie rectangular q = P / (ab).
A I II
III IV
a
b
z
M
Fig. 4.36
Si el punto objeto de estudio está en el centro del rectángulo cargado, el proceso que se debe seguir es
el de subdividir ese rectángulo en 4 rectángulos iguales, de modo que en cada uno de ellos el punto
esté en una esquina.
Se pueden saber las tensiones en cualquier otro punto, asimilando éste a un vértice o esquina de
determinados rectángulos (a veces ficticios).
Fig. 4.37
Carga rectangular repartida uniformemente implica una carga vertical bajo la esquina del rectángulo
cargado, que varía en función de la profundidad o distancia vertical hasta el punto de estudio y de las
dimensiones del rectángulo uniformemente cargado (a, b), y que en el ábaco de la figura 4.38 (ábaco
de Fadum (1948))se puede determinar.
(p)
0,25
a oo
3,
0
y 2,5
b 2,0 1,4
z 1,8
z 1,2
1,6 1,0
0,20
0,8
0,7
0,15 0,6
Ir = z /p m y n son 0,5
intercambiables 0,4
0,10
0,3
m=b/2
0,2
0,05
0,1
0,3 0,5
0 m=0
Adicionalmente incidió en la importancia del drenaje del relleno. Posteriormente Mohr, en 1874,
estudió el equilibrio plástico en un punto, según una determinada orientación de plano. Encontró que
en el caso plano, los puntos representativos de estas tensiones están situados en un círculo (círculo de
Mohr).
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Si en un plano con ejes cartesianos y (plano de Mohr) se representan las coordenadas f y f de
los puntos que están en rotura, según el criterio de Coulomb, se obtiene casi una recta (de Mohr-
Coulomb), llamada recta de resistencia intrínseca.
La condición de rotura está en la tangencia del círculo de Mohr con la recta de resistencia intrínseca
(de esa condición sale la tercera ecuación de equilibrio para plasticidad).
c tg
Rankine, en 1827, dedujo la relación entre los estados activo y pasivo. En 1856 expuso la teoría de
equilibrio límite en plasticidad. En su estudio de estructuras de retención de tierras, en el caso más
común que es el muro de gravedad, analiza las condiciones de falla e introduce un factor de seguridad.
Esto es en esencia el diseño del equilibrio límite.
h'
'h = 3 'h 1
a) Activo b) Pasivo
Fig. 4.39
Es decir, si se aumenta la tensión horizontal, el terreno va resistiendo hasta que, si aumenta mucho esa
tensión, superando la tensión vertical (’h= 1 y ’v = 3), llega un momento en que rompe. En ese
instante inmediato a la rotura, se dice que el muro está en resistencia pasiva, o estado de equilibrio
límite pasivo o superior o máximo (figura 4.39b).
Considerando un elemento de suelo esquematizado en la figura 4.40, la tensión vertical en la base del
prisma es v = ·Z; es tensión principal.
El polo, en la representación de Mohr, se sitúa en los puntos PA y PP en los dos círculos representativos
de los dos estados posibles límites de tensión, activo y pasivo.
z a
PP
c=0
PA
h(A) a'
v = ( z)
h(P)
b'
Fig. 4.40
Los planos de deslizamiento o de rotura son paralelos a las rectas PAa y PAa' para el caso activo, y a las
rectas PPb y PPb' para el pasivo.
Los ángulos que forman los planos de rotura con la dirección de la tensión principal mayor son, para
ambos casos (estado activo y pasivo):
f
4 2
El llamado ángulo crítico es el ángulo que forma ese plano de rotura con el plano principal mayor,
(ángulo complementario del anterior) también para ambos casos:
n
8
c
4 2
Se pueden contrastar las relaciones entre los valores de tensiones principales y los ángulos de
inclinación de los planos de rotura en los casos de activo y pasivo (figura 4.41).
K ;
K h
tg 2 4 2 Kp
v
K tg 2 4 2 K p tg 2 4 2
v =1A
(Estado Activo) v 3P
= (Estado Pasivo)
f h =1P
h =
3 c
c
f
h = 1P
v =1A
Fig. 4.41
Comparando los casos de estado activo y pasivo, se obtienen las relaciones tensionales, tanto gráfica
(Figura 4.42) como analíticamente:
A ctivo : 1 P asivo : P
·z
A
3
A
3 tg 2
4 2 2 c·tg 4 2 1 z tg 4 2 2 c·tg 4 2
P 2
z
PA PP
c
c 0
h (A)
v z
h (P)
Fig. 4.42
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Se puede observar que en estado activo, la tensión menor, la horizontal, puede ser negativa (en la
fórmula, el segundo término -el sustraendo-Apuede ser mayor que el minuendo); es decir, si la
profundidad ,z, es muy pequeña, puede ser 0 existencia de tracciones.
3
O sea, en un pequeño entorno de la parte superior del trasdós de los muros que contienen suelo
cohesivo existe una retracción de las tierras, visible y calificado como zona de grietas de tracción.
hc
2
c
Esto es posible para valores de z tg .
4 2
2c
Si el suelo es puramente coherente (= 0): K a 1
h
Este caso es de gran aplicación en el estudio del equilibrio de taludes. Su esquema de estudio se
representa en la figura 4.44:
v z
1 v en MN es menor
que v sobre plano horizontal ,
tanto menor cuanto mayor sea
M N
1
n N
= z·cos M
Fig. 4.44
z
z MN MN
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1 z cos
z
1
MN cos
cos
zcossen ntg
PP
T
zcossen PA
A P P
n z cos²
Fig. 4.45
4.7.6 Caso d de Rankine: terreno con cohesión y superficie libre inclinada (c 0 y 0)
I)
II) >
I) II)
B T
c
n
n T
Fig. 4. 46
Para el caso II, ( > ), el equilibrio sólo es posible en la zona situada en las proximidades de la
superficie libre.
La profundidad hasta la que es posible el equilibrio se deduce analizando la figura 4.46 II). En el plano
de Mohr:
El punto T de coordenadas (, ) a partir del cual el equilibrio ya no existe, sino la rotura, queda
determinado en la intersección de las dos direcciones, la de pendiente (traza del plano de superficie
libre inclinada ese ángulo) con la de pendiente , de la recta de rotura de Coulomb.
T
tg OA TA OA tg
c
c TA TB OAtg tg OA
tgTB TB OA tg tg tg
OA
c
OA T n z cos 2 c z
tg tg tg tg cos 2
hc c 1
tg tg cos 2
En los estados de Rankine con terreno no cohesivo de superficie libre horizontal sometido a una
sobrecarga uniforme, se suele aplicar un método aproximado:
La sobrecarga, q, equivale en peso a una altura de tierras determinada, h0, que depende de la densidad
, de modo que: q = h0 .
q = h0 q 0
h h
h
Fig. 4.47
La tensión principal horizontal será para los distintos casos de estado activo y pasivo:
La relación entre la tensión horizontal y la vertical en estado de reposo es K0. Para diferentes casos y
autores:
Según Jaky: K0 = 1 - sen’
Tabla 4.3 Valores de coeficientes de empuje activo, KA, pasivo, KP y al reposo, K0 (Valores de KA y KP según
Rankine, y K0 según Jaky)
KA KP K0 tipo de suelo
10° 0,703 1,42
15° 0,589 1,70 0,74 tipo arcillas
20° 0,490 2,04 0,65
25° 0,406 2,46 0,57 tipo arenas flojas
30° 0,333 3,00 0,50
35° 0,271 3,66 0,42
40° 0,217 4,60 0,35 tipo arenas densas
45° 0,171 5,83 0,29
En muestras inalteradas, y de una forma rápida, se somete la muestra a una compresión uniaxial sin
ninguna coacción lateral (normativa: UNE 103-400-93: Ensayo de rotura a compresión simple en
probeta de suelo).
La probeta de suelo debe ser de diámetro mayor de 35 mm y de altura mayor o igual del doble del
diámetro. Para evitar pérdidas de humedad natural de la muestra se deberá manipular en cámara
húmeda.
Se toman medidas de las deformaciones y las cargas cada 30 segundos, hasta que éstas comienzan a
disminuir o hasta que la deformación axial sea del 15%.
P': la carga sobre la muestra, en cualquier instante para el correspondiente valor de L, (P' en
Se suele representar corrección por cambio de área de contacto, siguiendo el principio de volumen
total constante:
VT A o ·L0 A' (L0
presión A0
A > A0
l
rotura rígida
1 1- l0
rotura p lástica
Vol. = A(1-
A
zona elástica A0
A sección media =
1-
l
deformación L0
Fig. 4.48
De esas curvas tensión-deformación, a volumen constante, resultados gráficos de los ensayos rápidos,
se obtiene el valor de E, módulo de deformación elástica, como la tg de (figura 4.48).
P
tg E
El estado de tensiones se puede grafíar en el círculo de Mohr y observar que el plano de falla forma un
ángulo con la horizontal = c:
c
4 2
Del valor de la resistencia a la compresión simple se deduce el valor de la cohesión:
qu
R q 2c tg 4 2c
2 tg 4 2
c u
c máxradio
c
Op
3
1
Fig. 4.49
Tabla 4.4 Consistencia de los suelos arcillosos según su valor de resistencia a la compresión simple.
Resistencia a la compresión
Consistencia Identificación in situ
simple en kg/cm²
Muy blanda qu 0,25 Se puede hundir el puño varios centímetros
Blanda 0,25 qu 0,50 Se puede hundir el pulgar varios centímetros
Media 0,5 qu 1 Se puede lo anterior pero con esfuerzo
Firme (suelo rígido) 1 qu 2 Se puede marcar pero con gran esfuerzo
Muy firme (muy rígido) 2 qu 4 Se raya fácilmente con la uña del pulgar
Dura 4 qu 8 Difícil de rayar con la uña del pulgar
Muy dura qu 8 (parece roca, aunque en rocas la qu suele ser >1000)
Este ensayo tiene como objeto la determinación de los parámetros resistentes de cohesión, c, y del
ángulo de rozamiento interno, , de una muestra de suelo sometida a un esfuerzo normal y otro
cortante (normativa: UNE 103401: Determinación de los parámetros resistentes al esfuerzo cortante
de una muestra de suelo en la caja de corte directo).
asa
pistón de carga
placa porosa
placa ranurada
probeta de suelo
yugo cuello de cisne placa ranurada
placa porosa
tornillos pasantes tornillos separadores placa base acanalada
mitad superior
mitad inferior
punto de aplicación de la
fuerza de corte
a)
Detalles de la caja de corte b) Componentes de la caja de corte
Fig. 4.50
En el laboratorio se suele efectuar ese ensayo con un aparato llamado caja de Casagrande (para
efectuarlo in situ se usa el scisiómetro).
Se suele efectuar el ensayo en tres probetas del mismo suelo (muestras de 10 cm de lado por 3 cm de
alto), sometiendo cada una de ellas a un estado diferente de carga bidireccional, N y T; es decir, a
presiones diferentes normal y tangencial,:
N T
S S
donde:
N: esfuerzo normal (carga vertical y centrada);
T: esfuerzo cortante (fuerza horizontal);
Así se obtienen tres puntos en el plano de Mohr (A’(1, 1), A’’ (2, 2) y A’’’ (3, 3) en figura 4.51);
con ellos se determina la recta de resistencia intrínseca (trazando la envolvente de modo que se
aproxime a una recta). De este modo quedan determinados los valores de c y . También, con las
normales a esa recta, por los puntos A, hasta cortar al eje de abscisas, se determinan los centros de los
círculos de Mohr:
A'''
3
A''
2
A'
1
c
C1 C2 C3
1
2
3
Fig. 4.51
Existen limitaciones por rozamiento, variación de la superficie, etc., que pueden llevar a errores del
orden del 10%. Existen varias modalidades de ese ensayo que se contemplan en la norma:
- Consolidados drenados (CD); se obtienen c’ y ’.
- Consolidado no drenado (CU); se obtienen ccu y cu.
- No consolidado no drenado (UU); se obtienen cu y u.
Para suelos no cohesivos los tres tipos de ensayo de corte dan el mismo resultado; pero, para los
cohesivos, dan diferentes valores, según el tipo de ensayo y el grado de saturación del suelo arcilloso y
según sea el suelo arcilloso normalmente consolidado o sobreconsolidado.
Es el ensayo que permite más estudio y control de los cambios de tensiones en el suelo (normativa:
UNE 103402: Determinación de los parámetros resistentes de una muestra de suelo en el equipo
triaxial.
El ensayo se efectúa en una probeta cilíndrica de suelo que se introduce en una membrana de goma y
así se encierra en un compartimento transparente (de metacrilato) a presión de un fluido (3); y
también se le somete a una carga axil vertical (1). Éstas son tensiones principales.
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Ensayos drenados: significa que la válvula adecuada se abre de modo que el fluido de los poros pueda
escapar. Sin embargo, estrictamente hablando, un ensayo drenado es aquel en el cual se abre la válvula
adecuada de drenaje del fluido de los poros y la secuencia de aplicación de esfuerzos es tan lenta que
dentro de la muestra no exista exceso de presión de poro.
CD (consolidado drenado):
Consolidado lento. Se abre la válvula de drenaje, se aplica la presión de cámara, se controla la
consolidación isótropa de la muestra y a continuación, mientras la válvula de drenaje todavía está
abierta, se le aplica (con lentitud, para evitar que se produzcan incrementos de presión intersticial) el
esfuerzo desviador.
Determina los parámetros c' y '. Permite conocer los totales c y .
Existen otros ensayos no convencionales, como por ejemplo iniciar la rotura en condiciones drenadas
y completar el ensayo hasta rotura sin drenaje, etc.
En suelo no cohesivo parcialmente saturado, o saturado, el CD da igual valor de que si fuera seco,
salvo que sea muy fino. La velocidad de deformación es muy rápida.
En suelo cohesivo casi seco dará = 0 en el ensayo UU, y muy pequeño en el CU.
En suelo cohesivo saturado los resultados dependen del ensayo que se use: así, para un mismo suelo se
puede tener con el UU: 0, y la c con un determinado valor, y en cambio con el CD: valor
verdadero y c 0.
En los suelos cohesivos parcialmente saturados los resultados son función del grado de saturación y
del tipo de ensayo. Varía el desde valor 0o para S = 100% al valor verdadero, ’para S = 0.
Se presenta un esquema del aparato para ensayo triaxial en la figura 4.52:
Peso aproximado: 95 kg
Dimensiones exteriores:
= 136,3 x 18 x 16 (H x a x p)
Fig. 4.53
EJERCICIO .
Una muestra de suelo coluvial con 50 mm de capa, falla en un ensayo de cortante simple con volumen
constante, bajo una carga vertical (Pz) de 500 N, una carga horizontal (Px) de 375 N y una carga de corte
(T) de 150 N. El exceso de presión de poros desarrollado es 60 KPa. Se pide:
a) Graficar los círculos de Mohr para los esfuerzos total y efectivo.
b) Determinar el ángulo de fricción y el parámetro de resistencia no drenado, asumiendo que el suelo
es no dilatante.
c) Determinar el esfuerzo de falla.
Solución:
PASO 1
Determinar los esfuerzos total y efectivo. Los esfuerzos que actúan en las caras de un elemento de suelo
serán:
PASO 2
Dibujar el cículo de esfuerzos de Mohr del esfuerzo total y efectivo. Ver la Figura
b) Determinar el ángulo de fricción y el parámetro de resistencia no drenado, asumiendo que el
suelo es no dilatante
Trazando un tangente al círculo de Mohr de los esfuerzos efectivos desde el origen de coordenadas, se
puede determinar gráficamente la inclinación de esta que será:
El parámetro de resistencia al corte no drenado es encontrado dibujando una línea horizontal de la parte
superior del círculo de Mohr de esfuerzos totales hasta que intercepte el eje de las ordenadas. Este valor
será:
cu=65 KPa