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- La Hipocondriasis
- El trastorno de somatización
- El trastorno de conversión
- El trastorno de dolor
- El trastorno dismórfico corporal
Hipocondriasis:
Trastorno somatoforme que involucra una ansiedad grave sobre la creencia de que se
tiene un proceso de enfermedad sin ninguna causa física evidente.
Las investigaciones indican que este trastorno comparte muchos rasgos con los trastornos
de ansiedad y del estado de ánimo, en particular con el de pánico, entre los que se
cuentan: edad similar de aparición, características de personalidad y patrones de
agregación familiar (presencia e la familia). En realidad, los trastornos de ansiedad y de
estado de ánimo son con frecuencia comórbidos con la hipocondriasis; es decir, si los
individuos con un trastorno hipocondriaco tienen diagnósticos adicionales, es más
probable que éstos sean trastornos de ansiedad o de estado de ánimo.
Otra característica importante es que las palabras tranquilizadoras de los médicos acerca
de que todo está bien tienen cuanto mucho, solo un efecto a corto plazo. No pasa
demasiado tiempo antes de que vayan a otro consultorio médico con la suposición de que
los médicos anteriores omitieron algo.
Los individuos que temen desarrollar una enfermedad y, por lo tanto, evitan situaciones
que asocian con el contagio, son distintos de los que se sienten ansiosos de tener en
realidad la afección. Las personas que cuentan con un temor marcado a desarrollar una
enfermedad se clasifican como poseedoras de una fobia a las enfermedades. Los
individuos que creen equivocadamente que tienen una enfermedad se les diagnostica una
hipocondriasis.
Causas:
Los individuos con hipocondriasis experimentan sensaciones físicas que son comunes en
todos nosotros, pero ellos concentran pronto la atención en éstas sensaciones. Recuerde
que el simple acto de enfocarse en uno mismo aumenta la excitación y hace que las
sensaciones físicas parezcan más intensas de lo que son en realidad. Si también se tiende
a interpretar mal las sensaciones como síntomas psicológicos, el resultado es un mayor
incremento de la ansiedad, lo que produce síntomas físicos adicionales, en un círculo
vicioso.
Es posible que los individuos que desarrollan hipocondriasis hayan aprendido de los
familiares a enfocar su ansiedad en las condiciones físicas específicas y en la enfermedad.
Hay otros tres factores que tal vez contribuyan a este proceso etiológico. Primero, la
hipocondriasis parece desarrollarse en el contexto de un suceso de vida estresante
(muerte, enfermedad, divorcio), como muchos trastornos, incluido el de ansiedad.
Segundo, la gente que desarrolla hipocondriasis suelen tener antecedentes de incidencia
patológica desproporcionada en su familia cuando eran niños. Tercero, tal vez esté
operando para el trastorno una influencia social e interpersonal. Algunas personas que
provienen de familias en las cuales la enfermedad es un aspecto muy importante parecen
haber aprendido que a un enfermo se le ofrece la mayor atención. Los beneficios de estar
enfermo podrían contribuir entonces al desarrollo de un trastorno (puede ser aun más
significativo en el trastorno de somatización).
Trastorno de Somatización:
Trastorno somatoforme que involucra un enfoque extremo y de larga duración en los
múltiples síntomas físicos de los cuales no hay alguna causa médica.
Historia de muchas dolencias físicas que comienzan antes de los 30 años que
ocurren a través de los años y resultan en tratamiento o deterioro significativo en
áreas de funcionamiento importante.
Cada uno de los siguientes (a) cuatro síntomas de dolor; (b) dos síntomas
gastrointestinales sin dolor (por ejemplo, náuseas, diarrea, gases); (c) un síntoma
sexual (por ejemplo, flujo menstrual excesivo, disfunción eréctil); (d) un síntoma
pseudoneurólogico (por ejemplo, visión doble, mala coordinación o equilibrio,
dificultad para deglutir).
Las dolencias físicas no pueden explicarse completamente por medio de una
condición médica general conocida o por los efectos de una sustancia (por
ejemplo, abuso de medicamentos o fármacos) o cuando existe una condición
médica general, la dolencia física o deterioro sobrepasan a lo esperado.
Las dolencias o el deterioro no son producidos intencionalmente o fingidos.
Trastorno de Conversión:
Mal funcionamiento físico, como ceguera o parálisis, que sugiere un deterioro neurológico
pero sin patología orgánica que responda por él.
Una o más condiciones que afectan el motor voluntario o función sensitiva que
sugiere una condición neurológica o médica general.
Los factores psicológicos se juzgan por su asociación con la condición debido a los
conflictos precedentes u otros estresores.
La condición no puede ser explicada de otra forma por una condición médica
general, por efectos de una sustancia, o una conducta sancionada culturalmente o
experiencia.
Angustia clínicamente significativa o deterioro causado por la condición.
Trastornos factícios:
Trastorno físico o psicológico inexistente simulado en forma deliberada sin ninguna
ganancia aparente excepto posiblemente compasión y atención.
Quedan entre el fenómeno de simulación (los simuladores son completamente consciente
de lo que hacen y tratan de manipular a los demás para salirse con las suya) y los
trastornos de conversión. Los síntomas son fingidos y están bajo el control voluntario, lo
mismo que los simuladores, pero no hay una razón obvia para generar en forma
voluntaria la sintomatología, excepto, tal vez, para asumir el rol de enfermo y recibir
mayor atención.
Tal vez haya razones físicas claras para el dolor, al menos al principio, pero tienen
implicación los factores psicológicos que desempeñan una función importante para
mantenerlo.
Algunas personas de apariencia relativamente normal se imaginan que son tan feas que
les resulta imposible interactuar con los demás o, en todo caso, actuar en forma normal
por temor a que la gente se ría de su fealdad. Esta aflicción seria se llama TDC y su
característica primordial es la preocupación por algún defecto imaginario en la apariencia
por parte de alguien que en realidad se ve razonablemente normal.
Mucha gente con este trastorno adquieren una fijación por los espejos. Ellos revisan de
continuo su supuesta característica de fealdad para confirmar si ha habido algún cambio.
Otros evitan los espejos hasta en un grado fóbico. Es muy comprensible que la ideación
suicida, los intentos de suicidares, y el suicidio mismo sean consecuencias frecuentes de
este trastorno. Las personas con TDC tienen “ideas de referencia”, ello significa que
piensan que todo lo sucedido en su mundo se relaciona en cierta forma con ellas, en este
caso, con su defecto imaginado. Este trastorno puede causar una perturbación
considerable en la vida del paciente. Muchos pacientes con casos graves se recluyen en su
casa por temor a mostrarse ante los demás.
Por década se pensó que ésta condición representaba un estado psicótico delirante, pues
los individuos afectados eran incapaces de darse cuenta, ni por un momento fugaz, que
sus ideas eran irracionales. Aún se debate si esto es verdad o no.
Los individuos con TDC reaccionan en lo que ellos piensan una característica horrible o
grotesca. Así, lo psicopatología radica en su reacción a una deformidad que los demás no
pueden percibir. Por supuesto que los determinantes sociales y culturales de la belleza e
imagen corporal definen, en su mayor parte, lo que esta “deforme”.
Causas:
Sabemos muy poco acerca de la etiología, se cuentan con pocas pruebas y poco solidas.
Las especulaciones psicoanalíticas son numerosas, pero la mayor parte se concentra en el
mecanismo de defensa de desplazamiento; ello significa que, debido a un conflicto
inconsciente subyacente provocaría demasiada ansiedad como para admitirlo en la
conciencia, la persona lo desplaza a una parte del cuerpo.