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BIOLOGIA

Línea de tiempo https://prezi.com/h6ujo8u734id/linea-de-tiempo-evolucion-del-hombre/

Historia evolutiva http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/32/origen-y-evolucion-del-


ser-humano

Origen y evolución del ser humano


Ana Barahona

La biología precede, la cultura trasciende.

Francisco J. Ayala

La especie humana ha evolucionado de otras especies que no eran humanas. Para entender
nuestra naturaleza, debemos conocer sus orígenes y su historia biológica. Esta historia ha
sido reconstruida con la ayuda de muchas disciplinas científicas: la paleontología, la
biogeografía, el estudio comparativo de los organismos vivos, la antropología y en épocas
recientes, la biología molecular.

Los seres humanos, las ballenas, las jirafas, los perros, los murciélagos y los monos, entre
otros, integramos la clase de los mamíferos, cuyas características distintivas son el tener pelo
y alimentar a las crías con leche materna a través de órganos especializados llamados mamas
o glándulas mamarias. Dentro de esta clasificación, los seres humanos formamos parte del
grupo de los primates, que incluye algunas especies como los gorilas, los orangutanes y los
chimpancés. Compartimos con ellos varias características que no tienen otros mamíferos,
como uñas planas en los dedos en lugar de garras, manos, el dedo pulgar oponible a los
demás y, en el caso de los machos, un pene que cuelga libre, en lugar de estar adherido al
abdomen.

Sin embargo, y a pesar de grandes semejanzas, los seres humanos tenemos características
biológicas distintivas como el cerebro más grande y la postura erecta que nos permite caminar
en dos extremidades; además, la cara plana debido a la reducción de los maxilares, el dedo
pulgar oponible más largo (lo que permite mayores habilidades de manipulación como la
escritura, el manejo de herramientas, etc.), reducción del vello y cambios en las glándulas de
la piel, ovulación críptica (que pasa desapercibida), desarrollo lento, inteligencia (pensamiento
abstracto, categorización y razonamiento) y habilidad para hablar más desarrolladas, así como
el uso, control y modificación del entorno.

Somos los únicos vertebrados que caminan en dos extremidades, erectos, aunque existen
otras especies como las aves que tienen dos patas pero no una postura erecta, debido a que
su columna vertebral es horizontal y no vertical, es decir, su cuerpo está inclinado hacia
adelante. El tamaño del cerebro es generalmente proporcional al tamaño del cuerpo, con lo
cual la especie humana tiene el cerebro más grande y complejo en relación a su masa
corporal. Los evolucionistas han discutido mucho si la marcha bípeda (en dos extremidades)
posibilitó el tener un cerebro más grande o si fue a la inversa. Con los recientes hallazgos
fósiles y el desarrollo de nuevas técnicas moleculares esta discusión se ha resuelto. De hecho
ahora se sabe que la marcha bípeda es la adaptación que define a los homínidos, ya que
andar en dos patas implicó un cambio en la reorganización de la cadera, piernas, pies y
columna vertebral, y provocó el cambio de cientos de músculos y diferencias en el
comportamiento. También se sabe que el aumento continuo en la capacidad craneana en el
linaje de los homínidos no fue, necesariamente, un efecto directo del cambio en la posición
bípeda, pero si una característica adaptativa, es decir, fue seleccionada debido a que le
confería a sus portadores mayor control sobre el medio.

Estudiar estas semejanzas y diferencias ha permitido a los científicos contar con una
explicación de nuestra evolución. Esta reconstrucción histórica se ha basado principalmente
en los fósiles encontrados en África, Asia y Europa, complementados con los recientes
estudios moleculares del genoma humano.

La historia

Como ya dijimos, nuestra especie, Homo sapiens, pertenece al grupo de los primates, que han
estado asociados con las selvas de tipo tropical casi desde su origen en el Cretácico, hace
más de 65 millones de años, donde aparecieron algunos pequeños mamíferos que vivían en
los árboles. A los humanos se nos clasifica entre los hominoideos, donde se incluyen los
llamados simios antropomorfos (de forma humana) como los chimpancés, los gorilas, los
orangutanes y los gibones. De éstos, nuestros parientes más cercanos son los chimpancés,
luego los gorilas, y mucho más alejados los orangutanes y gibones. Los hominoideos
florecieron en el Mioceno, entre 25 y 5 millones de años atrás. Nuestro antepasado más
antiguo, que fue descubierto apenas en 1994, Australopithecus ramidus,apareció entre cinco y
siete millones de años atrás en África, y marca la separación de nuestro linaje del de los
chimpancés.

Los individuos de esta especie vivían en las selvas y llevaban un tipo de vida parecido al de
los chimpancés, no es completamente seguro que caminaran erguidos y su estatura era de
aproximadamente 1.20 m. Los dientes de los bebés de esta especie son más parecidos a los
dientes de un chimpancé adulto que a los de la especie humana. Posteriormente, hace 4.4
millones de años aproximadamente, aparecieron los individuos pertenecientes a la especie
conocida como Australopithecus anamensis, descrita en 1995 a partir de restos fósiles
encontrados en Kenia. A. anamensis presenta una mezcla entre un cráneo primitivo y
características avanzadas en el cuerpo. Por ejemplo, los dientes y las mandíbulas son
similares a los de otros monos. Sin embargo, la forma de la tibia sugiere la bipedalidad, y el
húmero es muy parecido al del ser humano.

La raíz originaria

De A. anamensis se separa Australopithecus afarensis, que es una especie muy conocida


gracias al descubrimiento de los restos fósiles de una hembra en el desierto de Afar en
Etiopía, que vivió entre 3.9 y 3.5 millones de años atrás, a la que bautizaron con el nombre de
Lucy en 1978. De los estudios de los restos fósiles ahora sabemos que estos individuos
medían cerca de 1.5 m de estatura, tenían marcha bípeda, brazos largos, pómulos salientes y
grandes mandíbulas debido a su especialización en alimentos duros, cejas bajas y un cerebro
pequeño, aunque mayor que el de sus ancestros, con una capacidad de entre 375 y 550
centímetros cúbicos (cc). El cráneo es muy similar al de un chimpancé, excepto por los dientes
que parecen más humanos. Los caninos son más pequeños que los de los monos, pero más
grandes y puntiagudos que los de los humanos. Sin embargo, la pelvis y los huesos de las
piernas se parecen más a los del hombre moderno, adaptados a la caminata más que al trote.
Este hallazgo causó conmoción en 1978, durante su presentación en el bicentenario de la
muerte de Carolus Linnaeus —gran científico sueco que en 1758 estableció el sistema de
clasificación y denominación sistemática de todos los organismos vivos—. Hasta ese
momento se pensaba que los restos fósiles de Homo habilis, descubiertos por Louis Leakey
en 1964 y datados en 2.4 millones de años, eran los más antiguos en nuestra genealogía, sin
embargo, el hallazgo de Lucy hizo pensar en un origen mucho más remoto y en palabras de
Johanson, su descubridor, "Lucy era la antecesora de todos los homínidos posteriores, la raíz
originaria de todos los seres humanos".

A. afarensis, con el tiempo dio lugar a otras dos ramificaciones, por un lado Australopithecus
africanus, que se extinguió, y por el otro a Homo habilis, que se calcula apareció entre 2.4 y
1.5 millones de años atrás, cuyos restos sólo han sido encontrados en África y asociados con
herramientas de piedra. Éste es el primer representante del género al que pertenece elHomo
sapiens. Los individuos de H. habilis eran muy similares a los australopitecinos, aunque con
una capacidad craneana mayor, que varía entre 500 y 800 cc. Se presume que su estatura
pudiera haber sido de 1.27 m y su peso de unos 45 kg.

La transición

A partir de estos homínidos apareció en África el Homo erectus, el cual rápidamente se


extendió hacia otros continentes. Se han encontrado fósiles en África, Asia y Europa, con los
cuales los científicos suponen que H. erectus vivió entre 1.8 millones y 300 mil años atrás y
que probablemente usaba fuego y herramientas más sofisticadas que H. habilis. Al igual que
sus ancestros, H. erectus presenta una cara con mandíbulas pronunciadas y grandes molares,
con una capacidad craneana entre 750 y 1 225 cc. Los esqueletos son más robustos que el
del hombre moderno, lo cual está relacionado con su gran fuerza. Representantes de esta
especies son el Niño de Turkana y el Hombre de Pekín.

La transición entre H. erectus y H. sapiens ocurrió en algún momento hace 400 mil años. Se
sabe que algunas poblaciones de H. erectus coexistieron con H. habilis en Asia, China y Java.
También se sabe que algunos representantes de Homo neanderthalensis aparecieron en
Europa hace 200 mil años y vivieron hasta hace 30 mil o 40 mil años. Los neandertales tenían,
igual que los humanos modernos, grandes cerebros y hasta hace poco tiempo los científicos
pensaban que eran nuestros ancestros. Sin embargo nuevas evidencias moleculares indican
que los sapiens y los neanderthalensis nunca se cruzaron entre sí.

Además la evidencia fósil indica que los Homo sapiens aparecieron hace cerca de 100 mil
años, mucho antes de la desaparición de los neandertales. H. Erectus y H.
neanderthalensisdesaparecieron sin dejar rastro hace aproximadamente 30 mil años.

Capaces de entender

Los seres humanos actuales somos descendientes de los primeros Homo sapiens, cuyo
nombre significa "hombre inteligente" u "hombre capaz de entender". Se sabe que ya hace 40
mil años, el Hombre de Cro-Magnon (cuyo nombre se debe al lugar donde fueron encontrados
sus restos en Francia) usaba armas y herramientas hechas de piedras, huesos y cuernos,
contaba con una organización social y vivía de la caza. Cuidaba a sus heridos y enfermos y
comúnmente enterraba a los muertos con comida, armas y en algunas ocasiones flores.
También poseía un lenguaje para comunicarse y hacía grabados y pinturas en las paredes de
las cuevas, los cuales aún se conservan en algunos lugares de Europa.

El ser humano moderno se estableció en toda Europa, parte de Asia y emigró hacia América
del Norte hace aproximadamente 22 a 13 mil años, cuando se formó un puente de hielo que
conectó Alaska con Siberia en el estrecho de Bering. Se calcula que hace 10 mil años cerca
de cinco millones de seres humanos poblaban la Tierra, al mismo tiempo que surgía la
agricultura. Con el desarrollo y diseño de nuevas herramientas, el aumento de las formas de
comunicación y el establecimiento de nuevos poblados, los seres humanos colonizaron casi
todos los lugares del planeta volviendo superfluas las diferencias físicas debido a su
capacidad para fabricar ropa y viviendas para protegerse del calor o el frío.

La cultura

Hemos hablado de los pasos más importantes de la evolución biológica de los seres humanos.
Sin embargo, hay que añadir que también nos distinguen de nuestros antepasados directos
diferencias no biológicas a las que podemos llamar culturales, y que son típicamente
humanas, como la fabricación de herramientas, el lenguaje simbólico, el saber que nos vamos
a morir algún día, una organización social basada en la división del trabajo, el desarrollo de
una capacidad moral y el establecimiento de relaciones afectivas más profundas y variadas.
La cultura es una característica que incluye también a las instituciones políticas y sociales, al
arte, la ciencia y la literatura, y en general todas las creaciones de la mente humana. Así, se
habla de la evolución cultural, una manera superorgánica de evolución, y que en los últimos
milenios ha devenido en el modo dominante de la evolución humana.

Para muchos científicos, la evolución cultural se debe tanto a los cambios culturales como a
su herencia. Esta última es una característica especial del ser humano para adaptarse al
medio y transmitir esos conocimientos a las generaciones siguientes. La herencia cultural se
basa en la transmisión de la información a través de un proceso de enseñanza-aprendizaje
(imitación, libros, periódicos, radio, televisión, etc.) que es independiente del parentesco
biológico. Los científicos apuntan que en los últimos milenios los seres humanos han adaptado
el ambiente a sus genes con más frecuencia que sus genes al ambiente. Es por esta razón, la
aparición de la cultura como una forma superorgánica de adaptación, que los humanos se han
convertido en la especie de mamíferos más extendida y más exitosa del planeta.

Primeros registros fósiles encontrados


Al comenzar el siglo XXI la situación era la siguiente:

- Los fósiles de homínidos descubiertos en la región de Aramis, Etiopía, con una edad de 4,4
millones de años, representan el homínido más antiguo conocido hasta la fecha. Ardipithecus
ramidus, como ha sido bautizado, permite mirar un poco más atrás en el conocimiento de la
evolución humana.

- En octubre del año 2000 el equipo dirigido por Martin Pickford (del Departamento de
Paleontología y Prehistoria del College de France, París), Brigitte Senut (del Muséum National
d’Histoire Naturalle de París) y Eustace Gitonga (Director del Community Museums of Kenya, CMK,
una ONG fundada en 1997) estaba trabajando en las colinas de Tugen (Tugen Hills), en la región de
Baringo, en Kenya.
El día cuatro de noviembre el propio Pickford descubría un fragmento de fémur en el yacimiento
de Kapsomin. Al día siguiente, y en el mismo yacimiento, Senut encontraba una diáfasis humeral
derecha y Dominique Gommery otro fragmento de fémur proximal. Durante el resto del mes
fueron apareciendo más fósiles. En total son catorce piezas que representan un número mínimo
de seis individuos, ignorándose si se trataban de machos o hembras.
Como fue descubierto justo antes del cambio del milenio sus descubridores decidieron llamarle:
Millenium man y también Millenium ancestor (ancestro del milenio). Sin embargo en febrero del
2001, cuando se presentó el resultado oficial del estudio de dichos restos 17 decidieron cambiar el
nombre de este espécimen por el de: Orrorin tugenensis. El nombre genérico, Orrorin, significa, en
lengua tugen, “Hombre original”; por su parte el nombre específico, tugenensis hace referencia al
lugar donde se han encontrado sus restos: las Colinas de Tugen.
Estos fósiles tienen casi 6 Ma.

- Para estos investigadores franceses la filogenia de la familia homínida sería la siguiente: a partir
de Samburupithecus (un hominoideo del Mioceno Superior que podría tener entre 10 y 9 Ma., y
cuyos restos fueron hallados en el yacimiento de Samburu Hills, no muy lejos de donde se han
encontrado los de Orrorin 18 ) hace entre 9 y 8 Ma.

- En julio del 2002, justo un años después del anuncio del descubrimiento de más restos fosilizados
de Ardipithecus, Michel Brunet (el descubridor de Australopithecus bahreghazali) junto a sus
colaboradores de la Mission Paleoanthroplogique Franco-Tchadienne (MPFT), anunciaba 24 el
descubrimiento de unos restos fósiles que podían tener una antigüedad cercana a los 7 ma. Sus
descubridores los atribuían a un nuevo género y a una nueva especie de homínidos:
Sahelanthropus tchadensis; el nombre genérico hace referencia a la región africana de Sahel, que
bordea el Sahara meridional, y en cuyo lugar se han encontrado los fósiles. El nombre específico es
un tributo al país en el que se han hallado.
Si se confirman estos datos (la antigüedad y el estatus de homínido de Sahelanthropus) estaríamos
ante los restos fósiles más antiguos de la familia homínida; adentrándonos, por fin, en uno de los
momentos más importantes de la historia de la evolución humana: el periodo de la divergencia de
los chimpancés y los homínidos de su tronco común.

- ¿Cuál de los tres ejemplares descubiertos recientemente fue el primer homínido? No lo sabemos
con certeza. Para unos el mejor candidato es Ardipithecus 37 , para otros lo es Orrorin 38. Para
otros, como es el caso del prestigioso, Tim D. White las similitudes entre los escasos restos que
coinciden sería un indicio que revelaría que los tres pertenecen al mismo género, que él identifica
con Ardipithecus. Ciertamente estamos ante un momento excitante de la evolución humana: el
del origen de nuestra familia. Pero con los datos actualmente existentes todavía no se puede
efectuar un veredicto definitivo sobre quién fue el miembro fundador de la familia homínida, el
primero de una saga que acabaría dando origen a nuestra propia especie.
EVOLUCIÓN DEL CABALLO
DESDE HACE 60 MILLONES DE AÑOS ATRÁS,
HASTA CASI LA ACTUALIDAD

EOHIPPUS.
En el año 1867, en Wyoming (USA), se
encontraron los primeros restos esqueléticos
completos del llamado Eohippus (“Caballo del
Alba”), que vivió en el Eoceno, o sea 60
millones de años atrás. Pero… 30 años antes
en Europa, los restos del Hyracotherium, de
similares características.
El Eohipus, medía entre 25 cm y 50 cm
(según la zona y sus características) y estaba
capacitado para sobrevivir en un ambiente
tipo selvático tropical. Era un animal
ramoneante (consumía hojas suaves y
suculentas). Tenía 5 dedos en cada
extremidad posterior y algunos 4 dedos en las
patas delanteras. Tenía las manos y patas
parecidas a los peros con almohadillas
plantares y uñas. Se cree que tenía el pelaje
tipo ciervo, con manchas claras sobre un
pelaje algo oscuro. Es notable saber que los
ojos estaban situados en la parte delantera
del cráneo.
Se cree que se extendieron hacia el este y el oeste, por los puentes naturales que comunicaban
(antes de la época glacial) América con Europa y Asia.

MESOHIPPUS
La evolución del Eohippus, llega en forma más
significativa en el Oligoceno, con el Mesohippus. A raíz
de las muchas variaciones de climáticas sufridas a los
largo de 15 a 20 millones de años, las zonas selváticas
húmedas, dieron paso a zonas boscosas con arbustos
y matorrales. Entonces, sobre suelo un poco mas
firme para caminar, se produce una evolución en el
aumento del largo de las extremidades permitiéndole
desarrollar más velocidad. Los ojos se sitúan ahora a
los costados del cráneo con un mayor campo de
visión. Esto indica el comienzo del cambio en el plano
defensivo.
Su alzada alcanza un promedio de 45 cm y se para
sobre 3 dedos pero… con un mayor tamaño del dedo

medio.

MIOHIPPUS
Siguiendo con la evolución del ahora
llamado caballo, pasamos al
siguiente. Ya con una alzada de 60
cm o más, este avanza en lo que respecta a su dentadura (los incisivos se hacen más
prominentes) y a la aparición del “ciego”, un órgano digestivo que le permite comer los pastos
celulósicos existentes en esa época (Oligoceno). Esto provoca a su vez, cambios estructurales
como un aumento del tamaño y energía que le proporcionan mayores medios para la huída ante
los predadores. Ya el pelaje cambia y esto propicia el cambio del camuflaje como defensa a la
detección y huída como sistema defensivo. Aún los dos dedos laterales se mantienen
prominentes.

MERYCHIPPUS : Hace 20 a 25 millones de años atrás, en el Mioceno, vivió el Merychippus, la


etapa más significativa de la progresión. Medía aproximadamente 90 cm. Sigue siendo tri
digitado (3 dedos), pero cada vez más, el dedo del centro soporta el peso del cuerpo y los
laterales se van atrofiando. Ahora con un cuello más largo, el animal puede levantar la cabeza
con lo que amplía su radio de visión. Los ojos y la forma de la cabeza también cambian y por
ello desarrolla un mecanismo de defensa perfeccionando los sentidos que aún siguen teniendo
los caballos en la actualidad. De esa época también son otros individuos de estructura menos
avanzada y que por la inexorable ley natural de la
supervivencia, desaparecieron.

PLIOHIPPUS
Hace unos 6 millones de años, en el Plioceno,
surgió de la evolución el Pliohippus, de una alzada
de aproximadamente1,22 m. Fue el primero en
poseer un único casco controlado por un poderoso
ligamento (ungulados). La evolución de los dientes
ya es completa y total.
Da origen del grupo subgenérico que representan
las cebras, los asnos domésticos y salvajes y los
hemiones.
Este es el prototipo del Equus Caballus, que
aparece unos 5 millones de años después

EQUUS CABALLUS
Vive durante la segunda mitad de la época
glacial. Se le da ese nombre de Equus
caballus como nombre científico, término
que proviene de la palabra “caballine” que
significa “perteneciente al caballo”.
Llamado “caballo verdadero”, tenía
básicamente la misma estructura que
el caballo moderno, aunque no su
tamaño, longitud de extremidades y
simetría general, que son el resultado
de siglos de selección artificial
orquestados por el hombre (en otra
nota veremos cómo se crearon las razas y
la importancia de la raza árabe en todas
ellas).
El Equus Caballus, se extiende desde el
norte de América por los puentes naturales
hacia Asia, Sudamérica, Europa y
finalmente África. Estas migraciones se
sucedieron hasta hace 9000 años antes de Cristo, cuando desaparecen los puentes naturales al
derretirse los glaciares dejando aislado al Continente Americano.
La especie equina en América,
desaparece junto con otros
animales (Mastodonte por ejemplo)
hace aproximadamente 8000 años
antes de Cristo. Hasta el presente
se desconoce la causa de esas
desapariciones dando pie a
diferentes teorías de cataclismos,
etc.

El caballo, vuelve a América en los barcos de las


“conquistas” españolas en el siglo XV y XVI. Por ejemplo en
la primera expedición de Colón, quien arribó a las Antillas y
Bahamas, trajo 30 caballos, que dejó en Santo Domingo.
En 10 años, la cantidad de caballos en esas regiones era
muy importante.
Más tarde y de la misma forma, llegan más caballos a
México y Sudamérica.
En tan sólo 400 años, la población de caballos en América,
alcanzo aproximadamente los 25 millones de cabezas siendo un tercio de la población equina del
resto del mundo.
Características generales de:

Homo Habilis
El primer detalle que tenemos que saber es en referencia a su nombre. Homo Habilis significa
literalmente hombre habilidoso. Esto quiere decir que ya empezaba a utilizar ciertas herramientas
que el mismo había creado.
Además, los expertos creen que ya tenían presión en los dedos para poder agarrar las
herramientas. Se cree que serían realizadas básicamente a partir de piedras.
Utilizaban estos instrumentos de piedra con el objetivo de cortar plantas y poder triturar los
vegetales con más dureza.
Se los compara con los gorilas de nuestros tiempos. Posee un “diformismo sexual” muy destacado:
el macho es muy grande en comparación con la hembra.
Tenía una alimentación principalmente omnívora alimentándose de carroña para poder sobrevivir.
El Análisis de las dentaduras encontradas de algunos de los miembros de Homo Habilis asegura
que su dieta incluye la carne. Sin embargo, no se puede decir que realmente fueran cazadores por
lo que su dieta consistiría principalmente en el consumo de carroña.

Homo Erectus
El homo habilis debió coexistir con otros homínidos más evolucionados, lo cual por la estructura
de su esqueleto nos permite hablar de un nuevo grupo denominado homo erectus; en razón del
fémur típicamente humano que en él es posible observar. Este indica que había alcanzado ya una
posición vertical, imperfecta todavía en el período precedente.

Asimismo, en el homo erectus se aprecia un aumento de la capacidad craneana. Utilizaba


herramientas de piedra, sus mayores logros conocidos fueron el conocimiento y posterior uso del
fuego y, muy probablemente , el de vivir en comunidades más amplias que la familia: las tribus.

Homo Ergaster
Homo ergaster tiene un cráneo menos robusto y con toros supraorbitales menos acusados que
los Homo erectus asiáticos, y se asocia, en sus comienzos, a la Industria lítica olduvayense o modo
1, para luego pasar a la achelense o modo 2.

Homo ergaster es muy diferente a los homínidos anteriores y muestra cambios anatómicos
importantes:

 La talla y proporción del cuerpo es similar a la nuestra


 El cerebro sufre un aumento importante, rondando los 850 cm³

Es muy posible que la duración de su infancia, adolescencia y vida adulta sea intermedia entre las
del chimpancé y el ser humano moderno. A diferencia de "Homo habilis" se reconoce en el uso de
la tecnología de modo 2 o achelense, la búsqueda deliberada, y por tanto consciente de
instrumentos de forma predeterminada.
Hombre de Neandertal
De gran cerebro, este es ya un verdadero ser humano; sin embargo, se diferencia del hombre
actual , porque tenía frente huidiza y carecer de mentón.

El de Neandertal es el arquetipo de hombre de la edad de piedra; agudizó su ingenio y aprendió a


cobijarse en cuevas naturales, se vestía con pieles y se ayudó con herramientas y con armas
pétreas (hechas con piedras). En realidad, este fue el primer hombre que dejo una huella cultural
en la historia de la humanidad.

Homo Sapiens
Fue un hombre alto y de facciones muy parecidas al actual, con él hizo su aparición en la historia
el Homo Sapiens Sapiens.

Vestía abrigo de pelo, calzado de piel y una faja de cuero; su vivienda y útiles revelaron ya un
notable avance respecto a sus predecesores. Fue el creador de un excelente arte rupestre, objetos
de adorno e incluso joyas. Algunos indicios sugieren que poseía creencias religiosas y que hablaba
una lengua.

Línea de tiempo de la evolución del hombre


Comparación del cráneo desde el primer homínido al hombre actual

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