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Inflamación aguda
Es la respuesta inmediata que se produce frente al agente lesivo, son cambios vasculares y
exudativos, donde se presentan tres componentes principales:
1. Las modificaciones en el calibre de los vasos, que dan lugar al aumento del flujo de
sangre.
2. Las alteraciones en la estructura en la microvasculatura, que permiten la salida de la
circulación de las proteínas plasmáticas y los leucocitos.
3. La emigración de los leucocitos desde el punto en el que abandonan la
microcirculación hasta el foco de lesión en el que se acumulan.
Trasudado. Líquido con bajo contenido en proteínas, peso específico inferior a 1.012, se
debe, fundamentalmente, a desequilibrio hidrostático a través del endotelio vascular. En
esta situación la permeabilidad del endotelio es normal.
Los leucocitos fagocitan los agentes patógenos, destruyen las bacterias y otros
microorganismos, y degradan el tejido necrótico y los antígenos extraños. Los leucocitos
también pueden prolongar la inflamación e inducir lesión tisular al liberar enzimas,
mediadores químicos y radicales tóxicos del oxígeno.
La secuencia de acontecimientos que se produce desde que los leucocitos salen de la luz
vascular hasta que alcanzan el tejido intersticial (extravasación), se puede dividir en los
siguientes pasos.
Tras su adhesión firme al endotelio, los leucocitos dirigen sus seudópodos hacia las uniones
que existen entre las células endoteliales, se introducen, apretadamente, a través de las
mismas y quedan entre la célula endotelial y la membrana basal. Finalmente, atraviesan la
membrana basal y salen al espacio extravascular. Este mecanismo de salida lo utilizan los
neutrófilos, los monocitos, los linfocitos, los eosinófilos y los basófilos.
Como agentes exógenos más comunes se encuentran los productos bacterianos y dentro de
los mediadores químicos endógenos tenemos:
Fenómenos leucocitarios:
Aminas vasoactivas:
Sistema del complemento. Este sistema actúa en los procesos inmunitarios innatos o
adaptativos de defensa frente al microorganismo y su objetivo final es la lisis de los
mismos a través del denominado complejo de ataque de membrana (MAC). En el
proceso se elaboran diversos componentes del complemento que producen aumento
de la permeabilidad vascular, quimiotaxis y opsonización.
Sistema de las cininas. El sistema de las cininas genera péptidos vaso activos a
partir de proteínas plasmáticas denominadas cininógenos y mediante proteasas
específicas llamadas calicreínas. Este sistema produce la liberación del nonapéptido
vasiactivo bradicinina, un potente agente que incrementa la permeabilidad vascular.
La bradicinina también causa contracción del músculo liso, dilatación de los vasos
sanguíneos y dolor al ser inyectada en la piel.
Sistema de la coagulación. Se divide en dos vías. La vía intrínseca de la coagulación
que comprende una serie de proteínas plasmáticas que pueden ser activadas por el
factor de Hageman, una proteína sintetizada por el hígado que circula de forma
inactiva hasta que establece contacto con el colágeno o la membrana basal, o bien
hasta que activa las plaquetas.
Factor activador de las plaquetas (PAF). El PAF es otro mediador bioactivo derivado de
fosfolípidos.
Los neutrófilos contienen dos tipos de gránulos. Los gránulos específicos (o secunda-rios)
de menor tamaño contienen lisozina, colagenaza, histaminasa, fosfatasa alcalina entre otros.
Y los gránulos azurófilos (o primarios) de mayor tamaño que contienen mieloperoxidasas,
factores bactericidas, hidrolasas ácidas, colagenazas inespecíficas, proteasas, entre otras.
Ambos tipos de gránulos pueden vaciar su contenido en vacuolas fagocitarias, que se
forman alrededor del material fagocitado, o bien el contenido puede ser liberado tras la
muerte celular.
Radicales libres liberados del oxígeno. Los radicales libres derivados del oxígeno pueden
ser liberados al espacio extracelular por los leucocitos tras la exposición a agentes
quimiotácticos, inmunocomplejos o estimulación fagocitaria. Su estimulación depende de
la activación del sistema oxidativo, la liberación en cantidades bajas puede incrementar la
expresión de las quimiocinas, las citocinas y las moléculas de adhesión leucocitaria
endotelial. En concentraciones mayores pueden producir lesión en el huésped como:
Lesiones en células endoteliales con incremento de la permeabilidad vascular, inactivación
de las antiproteasas, lo que da lugar a destrucción de la matriz celular y lesión de otros tipos
celulares, como células tumorales, eritrocitos y células parenquimatosas. El suero, los
líquidos tisulares y las células diana, poseen mecanismos antioxidantes protectores frente a
estos radicales derivados del oxígeno y de efectos potencialmente perjudiciales. Los
antioxidantes son:
La influencia de los radicales libres derivados del oxígeno en una reacción inflamatoria
determinada, depende del equilibrio entre la producción e inactivación de estos metabolitos
por parte de las células y los tejidos.
1. Resolución completa. Una vez que es posible neutralizar el agente o estímulo lesivo,
todas las reacciones inflamatorias deberían finalizar con la vuelta a la normalidad
del tejido donde se produjo la lesión, esto se denomina resolución. Los linfáticos y
los fagocitos desempeñan un papel importante en estos acontecimientos.
2. Formación de absceso. Observada, fundamentalmente, en las infecciones por
microorganismos piógenos como estafilococo, estreptococo, gonococo.
3. Curación mediante sustitución por tejido conjuntivo (fibrosis). Se produce cuando
ha existido una destrucción tisular sustancial, en tejidos fundamentalmente que no
regeneran, o cuando se produce abundante exudación de fibrina. Cuando el exudado
fibrinoso de tejidos o cavidades serosas como la pleura, pericardio, peritoneo, no
puede ser reabsorbido de forma adecuada, prolifera tejido conjuntivo en la zona del
exudado, convirtiéndolo en una masa de tejido fibroso; este proceso se denomina
organización.
4. Progresión de la respuesta tisular hacia inflamación crónica. Esta forma de
evolución puede seguir a la inflamación aguda o bien la respuesta puede ser crónica
desde el principio. La transición entre la forma aguda y crónica se produce cuando
la respuesta de inflamación aguda no puede resolverse, debido a la persistencia del
agente lesivo o a la presencia de alguna forma de interferencia en el proceso normal
de curación (Fig. 18b).
Fig. 18b. Evolución de la inflamación aguda.