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2/1/2018
El Titulo del mensaje es: Para tomar el pan y el vino
Marcos 14:17-25 - Santa Cena

Introducción
Cada uno de las ordenanzas que Cristo ha dejado a su iglesia, tienen
como propósito el crecimiento, crecimiento en la gracia que ya hemos
recibido, por medio del perdón de nuestros pecados y por medio de la fe.
Para recibir mayores beneficios espirituales al participar del pan y el
vino, estos deben ser tomados por verdaderos creyentes.
De ningún provecho traerá al inconverso el tomar el pan y el vino, o la
cena del Señor, porque el que se acerca a Dios, debe creer que le ahí y que es
galardonador de los que le buscan. Hebreos 11: 6
Esta ordenanza no añadirá salvación, no añadirá un mejor estatus con
Dios, no añadirá ningún privilegio espiritual o material. ¿Y por qué la
obedecemos? Porque amamos al Señor Jesucristo, por ser su mandato expreso
a cada creyente, porque él nos rescató de las tinieblas y ahora pertenecemos a
su reino por medio del nuevo nacimiento.
Desarrollo
Por lo tanto a los creyentes les conviene para tomar el pan y el vino:
1. Para tomar el pan y el vino debemos auto examinarnos. V. 18-21
Las palabras del Señor, de que uno de ellos le entregaría, resultaron en
un motivador para la tristeza y para el autoexamen “Entonces ellos
comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Seré yo?...” y todo esto
sucedió antes de tomar el pan y el vino.
La seriedad del nuevo pacto y de la institución de la cena del Señor allí
establecidos hacían necesario de un autoexamen. De aquí que cualquier
beneficio que pudiéramos recibir será precedido por corazones que tienen claro
lo que hacen, y la santidad de aquel que nos ha llamado: Haced esto en memoria
de mí. Antes de tomar esta solemne ordenanza, debemos orar, arrepentirnos y
si hemos pecado contra alguno, buscar la reconciliación, debemos auto
examinarnos, pues, quien nos ha llamado es Santo y espera que seamos fieles
no tomando indignamente esta ordenanza, “De manera que cualquiera que comiere este pan o
bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese
cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir
el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.” 1 Cor 11:27-29

Pastor Dante Paz/ IBT Para tomar el pan y el vino


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2. Para tomar el pan y el vino observemos que su objetivo es recordarnos
el sacrificio de Cristo en la cruz por nuestros pecados. V.22-24
Esta ordenanza mantiene fresca siempre en la memoria la expiación o el
pago completo de nuestro pecado por el precio de su sangre, nos recuerda la
propiciación como Cristo quitó de en medio el pecado y nos reunió en una
relación de amor con nuestro Dios y Padre.
El vino nos recuerda la sangre de Cristo para limpiarnos de todo pecado.
El pan, su cuerpo partido y donde se clavó el acta de nuestra maldad para de
esa manera llevar él todas nuestras transgresiones.
Con cuanta humildad debemos acércanos a tomar el pan y el vino, ya
que nos recuerdan lo depravado de nuestro pecado, por el que Cristo fue
partido y desangrado en la cruz, aunque en él no se halló maldad… y el
castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados. Is53
Pero también el pan y el vino nos trae esperanza, porque aunque en
grande nuestra maldad, Cristo la ha pagado totalmente, somos libres, gracias a
nuestro gran salvador, libres y que le debemos eterna gratitud a nuestro Señor.

3. Para tomar el pan y el vino debemos mirar hacia el reino de Dios V. 25


La Cena nos hace mirar hacia adelante a lo que aún ha de significar para
nosotros. “Lo beba nuevo en el reino de Dios” (o “en el reino de mi Padre”,
Mt. 26:29)
El reino en su sentido escatológico es a lo que se refiere aquí, el glorioso
reino de los redimidos, al cual ascienden las almas cuando mueren, esto quiere
decir, que todos los que han muerto en el Señor nos preceden en esta reunión
y más bien esperan a que el Señor en su 2da venida reúna a todos los que han
creído en él en su presencia, para la gran celebración, la gran cena, el gran
banquete.
Todos con cuerpos glorificados todos los que hemos creído en Cristo
tanto los que duermen en el Señor como los que hayamos quedado, seremos
reunidos por el Cordero victorioso como nuestro anfitrión. Allí los creyentes,
en cuerpo y alma, festejaremos para siempre en compañía del Señor para
alabarle eternamente. Tomad el pan y el vino, mirando al futuro, recordemos a
los que han partido en Cristo pues volveremos a estar juntos, cuando Cristo
vuelva, nos veremos nuevamente en su presencia. (Sandra, José, Corales, Nona,
Bolívar y muchos otros, ya han llegado a la cena y nos esperan al lado de Cristo)

Pastor Dante Paz/ IBT Para tomar el pan y el vino

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