Autoridades, colegas, familias y acompañantes, egresados, público en general:

Nadie me lo contó, yo estuve ahí, como estudiante de capacitación en dibujo y

pintura, como estudiante del profesorado, como estudiante de tecnicatura, como
estudiante de especialización docente.

He pasado por varias universidades de las que tomé mucho conocimiento y, que en
ese momento, tal vez pensé al abandono como fracaso y hoy puedo llamar
experiencia. En palabras de Steve Blank: “Aprender de aquel fracaso fue una de las
mejores experiencias de mi vida”. Sin esas experiencias no habría encontrado mi
verdadero camino hacia la docencia.

Queridos egresados:

Teniendo en cuenta este proceso de formación hoy cumplido, es importante

destacar que el desarrollo de las capacidades en el puesto de trabajo y en
interacción con el campo laboral y la tarea concreta, las competencias
profesionales se construyen.

Se habla de formar profesionales competentes, podría decirles que un buen

profesional no solo está formado de éxitos sino también de experiencias, de ética, de
pensar en el otro y con el otro, de adaptarse a las adversidades y disfrutar los logros.

Antes sólo se hablaba de personas exitosas. Hoy, desde las neurociencias, podemos
inferir que no debemos tener miedo a fracasar sino que debemos desarrollar nuestro
mayor y mejor potencial para superarnos.

Seguir apostando a la educación pública y gratuita significa devolver al estado lo

que consumimos como productores y no como meros reproductores. Además, es
aportar desde el ejercicio de la docencia, de la capacitación y de la profesión como
técnicos a la sociedad con nuestro trabajo diario, con la participación responsable,
involucrándonos en distintas acciones comunitarias y continuar preparándonos desde
la formación continua.

El aprendizaje del arte y de los idiomas constituye en la actualidad, una necesidad

ineludible para los seres humanos. La presencia del arte y de los idiomas en la
formación, a través de las capacitaciones, contribuye al desarrollo integral de las
personas. Se nos permite no solo viajar por el mundo imaginario y conocer las diversas
culturas, sino también producir y participar en ellas.

Me dirijo a ustedes profesionales técnicos, con aquella frase “El saber no ocupa
lugar”, tomándola como un punto de partida y construir las bases, desde la
preparación, para el mercado que demanda profesionales actualizados.

Decirles además y, en palabras de Henry Ford que, “Cualquier persona que deja de
aprender es viejo, ya tenga veinte u ochenta años. Cualquier persona que sigue
aprendiendo se mantiene joven".
Hoy es sólo un comienzo de un largo camino, transítenlo siendo buenos profesionales,
actúen no solo con la razón sino también con la pasión y, disfrutando cada meta
cumplida que se logre con sacrificio, humildad y responsabilidad.

A ustedes colegas docentes y especialistas: Educar es alumbrar personas autónomas,

libres y solidarias, dar la mano, ofrecer los propios ojos para que los alumnos puedan
mirarse en ellos y verse valorados y dignos y así sean capaces de mirar la realidad sin
miedo. El quehacer del educador es misión y no simplemente profesión. Implica no
sólo dedicar horas, sino dedicar alma. Exige no sólo ocupación, sino vocación.

Sean docentes capaces de captar la trascendencia de vuestra misión, no se

dediquen a sumar sólo certificados y discursos sin sentido, den sentido a vuestro
propio discurso. Sean docentes que se perciben, no como meros dadores de
objetivos y rutinas, como alguien que ayuda a pasar exámenes y avanzar de un curso
a otro, sino como educadores que iluminan caminos y fraguan voluntades.
Recuperen vuestra autoestima en cada logro y entréguense a vivir apasionadamente
en su profesión, en su misión.

Haciéndome resonancia de palabras que leí al pasar pero que quedaron en mí,
comparto con Ustedes esta reflexión:

No dejen que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido felices.

No se dejen vencer jamás por el desaliento.

No dejen que nadie les quite el derecho a expresarse, que es casi un deber.

No dejen de creer que las palabras, sí pueden cambiar al mundo.

No dejen nunca de soñar. No se resignen. Triunfen. Se puede.

Ya es hora que se den cuenta que en la vida están los mediocres y los otros, los que
intentan superarse día a día, los que enfrentan los obstáculos, los que se caen pero se
levantan para seguir adelante.

Piensen que en ustedes está el futuro y encaren la tarea con orgullo, dignidad y sin
miedo.

Sigan aprendiendo de quienes pueden enseñarle y recuerden que el hombre

aprende hasta el último suspiro.

Sean honestos y honren su vida…

Honren a sus seres amados, a su familia, a sus amigos y a todo lo que los haga felices.

Así, esta historia que hoy es un poco mía y más nuestra, recién comienza y nunca
acaba. Hasta luego queridos egresados, esta casa de estudios felicita hoy sus éxitos y
celebra con ustedes la meta alcanzada.