cuaderno del entrenador
CONCEPTUALIZAR para COMPETIR
Entrenador Nacional MAOR ROZEN
maor.mr@gmail.com
http://lasellada.blogspot.com
1. Introducción
La dinámica particular del fútbol nos exige
replantear pensamientos, convicciones, pre-
conceptos, no solamente en nuestra profesión
de Entrenadores, sino también en nuestro rol
de Directores de Equipo.
Habitualmente mencionábamos que el fútbol
es la zona común formada por las interseccio-
nes de la Técnica, la Táctica, la Preparación
Física y los aspectos Psicológicos.
Sin embargo, los movimientos que a diario
se dan en el fútbol, nos llevan a considerar pa-
rámetros adicionales que si bien no interfieren
en nuestra tarea de campo cuando entrena-
mos a nuestro equipo, sí afectan a todo lo que
rodea a nuestras sesiones y, en cierta medida,
pueden afectar al desarrollo de las mismas.
Como Entrenadores de fútbol, es nuestra
obligación mantener las raíces del mismo, ma-
nejando con criterio profesional los parámetros
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indispensables e insustituibles para, de esta
forma, seguir disfrutando de este deporte.
Es por ello que trasladaremos algunas de
las experiencias vividas en los últimos tiempos
en países con gran potencial a desarrollar, re-
lacionados con la táctica y sus principios.
2. El Debate
¿Táctica basada en la Técnica?
¿Técnica o Táctica: el huevo o la gallina?
La dificultad de enseñar la Técnica "obvian-
do" la Táctica
En las conclusiones de nuestro libro
"TÁCTICA: Metodología del GOL", apuntamos:
"La enseñanza de la técnica, tanto sea indi-
vidual como colectiva, actualmente no se justi-
fica si no se realiza dentro de un contexto tác-
tico. Las cuatro formas (3x1, 4x2, 3x2, 3x3) in-
cluyen todas las técnicas que cualquier esme-
rada clasificación puede adoptar, demostrando
y potenciando aún más nuestro convencimien-
to".
Esta afirmación ha generado un interesante
debate entre algunos colegas de profesión, en
ocasión de nuestra última experiencia asiática.
Por otra parte, decir que "la táctica se apoya
en la técnica" o que "sin técnica no hay tácti-
ca", son aseveraciones que se vuelven "man-
tras" futbolísticas y que ameritan una revisión
constante, pues siempre encontraremos ejem-
plos que den por tierra estos "teoremas".
A menudo, viene a cuento el ejemplo de un
equipo sudamericano de prestigio mundial, po-
seedor de un nivel técnico medio en la gran
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5240 cuaderno del entrenador
mayoría de sus jugadores, sin figuras a desta-
car, que se adjudicó el máximo torneo conti-
nental y llegó a la cumbre a nivel internacional
basándose en un compacto trabajo colectivo,
un aprovechamiento soberbio de los errores
de sus rivales, y con un sentido cabal de sus
limitaciones y fortalezas, incluyendo una pre-
paración físi ca-mental apabullante.
Lógicamente, no practicaba un fútbol agrada-
ble para la vista, pues la ley del resultado se
superponía sobre el espectáculo. El trabajo
táctico fue el principal protagonista en los lo-
gros alcanzados.
Las conclusiones de este caso, como otros
tantos, no deberían ser generalizadas, como el
decir que los equipos que desarrollan una cali-
dad técnica excelsa, siempre triunfan.
Sabemos que existen otra serie de factores
que influyen en el rendimiento de un equipo,
por lo cual debemos ser capaces de justificar
nuestras convicciones, con argumentos sólidos
y fundamentados.
La enseñanza de la técnica por la técnica
en sí, requiere de una dinámica pedagógica
muy diferente a la de antaño, sencillamente
pues las realidades son distintas y acordes a
los tiempos que transitamos.
Escapa a nuestra intención, marcar nueva-
mente el hecho que los niños ya no juegan al
fútbol en las calles como lo hacíamos en nues-
tra infancia, aunque es una realidad. La nece-
sidad de hurgar entre las diferentes metodolo-
gías aplicadas a la enseñanza de las técnicas
del fútbol, se justifica en gran medida por esa
disminución de horas de juego en las calles,
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barrios, parques, y que buscan paliar las de
ventajas de este nuevo contexto.
De esta forma, aún observamos que algu-
nas metodologías apuntan a direccionar hasta
la exageración los comportamientos técnico-
tácticos de los jóvenes futbolistas dentro de un
terreno de juego. Ese desasosiego, esa im-
paciencia por acelerar los procesos formativos,
lleva a menudo a intentar "programar" los mo-
vimientos de los jugadores, buscando la auto-
matización de los comportamientos menciona-
dos, minimizando la inversión (¡no el gasto!) en
tiempo para enseñar, justificar y convencer a
nuestros futbolistas de la importancia de ma-
nejar los conceptos a desarrollar durante las
sesiones de entrenamiento y los partidos de
fútbol.
Resulta condición necesaria y suficiente pa-
ra que un futbolista desarrolle su mayor poten-
cial, dominar los conceptos espacio-tempora-
les sobre los cuales giran todas las acciones
que se realizan en una competencia.
Pero demos un paso más hacia delante y
preguntémonos:
¿Cuantas veces en un partido se logran rea-
lizar jugadas ensayadas durante la semana?
Y las que se practican,
¿Cuántas de ellas resultan productivas?
Pues bien, las acciones defensivas y/u
ofensivas ameritan ser practicadas desde el
concepto, desde la comprensión del objeti-
vo del ejercicio, desde la asimilación por
parte de los jugadores de los diferentes
movimientos que son más convenientes re-
alizar en función de la posición del balón,
rival y compañeros. El manejo de los concep-
tos que se aplican a cualquier evolución, ejer-
cicio avanzado o juego competitivo, permitirá
la automatización en la práctica de los mismos,
al existir en el futbolista un convencimiento de
su utilidad, fruto de sus experiencias anteriores
desde el conocimiento, y no desde la ignoran-
cia de los motivos para su desarrollo.
El segundo gol de la selección Holandesa
contra Italia en la última EUROCOPA 2008, es
 cuaderno del entrenador
un claro ejemplo del dominio de los conceptos
que los jugadores intervinientes poseen, cono-
ciendo a la perfección los roles a desempeñar
en una salida al contraataque.
http://es.youtube.com/watch?v=UqUEGOoS9Zg
Desde el despeje inicial en la línea de gol
propia por parte de un defensor (van
Bronckhorst), hasta la definición exquisita de
Sneijder, hemos visto la aplicación de diferen-
tes conceptos tácticos individuales y colecti-
vos, además de maravillarnos la técnica en ve-
locidad de los jugadores naranjas. La escuela
holandesa se fundamenta en la conceptualiza-
ción de los principios del juego que inculcan a
sus niños desde el razonamiento, desde la
convicción del trabajo planificado a largo plazo.
Como Entrenadores, practicamos horas y
horas las salidas al contraataque a partir de la
recuperación del balón a posteriori de una ju-
gada de táctica fija (jugadas a balón parado)
del rival: el tiro de esquina, por ejemplo. De to-
das formas, cuesta pensar que una jugada
preconcebida resulta idéntica en su realización
durante una sesión de entrenamiento y en el
5241
transcurso de un partido, donde el nivel de ten-
sión del jugador –además de otros muchos
factores exógenos- es sensiblemente diferen-
te. Sin embargo, estos jugadores holandeses
demuestran poseer las cualidades técnicas-
tácticas-coordinativas para percibir las alterna-
tivas del juego (leer el partido), y aplicar los
conceptos más adecuados para finalizar con
éxito una acción.
Asimismo, el estilo de juego desarrollado
habitualmente por las selecciones holandesas
no se caracteriza por la realización de replie-
gues intensivos esperando la oportunidad de
salir al contraataque, aunque la capacidad y el
grado cualitativo de sus jugadores, su inteli-
gencia y nivel perceptivo, les permite aplicar
los fundamentos de todo contraataque: recu-
peración del balón, salida rápida a 1-2 toques,
cambio de orientación del juego y definición
por el lado opuesto, y todo esto en el menor
tiempo posible a efectos de impedir la reorga-
nización defensiva rival.
Otro ejemplo que marca un estilo es el se-
gundo gol de España en su enfrentamiento
con Rusia en semifinales del mismo torneo.
Considerando que un partido de fútbol es un
puzzle de diferentes juegos en espacios de di-
mensiones reducidas (en relación al campo de
juego y a la cantidad de jugadores participan-
tes), y habiendo argumentado en trabajos an-
teriores que los mismos deberían ser diseña-
dos de forma tal que los jugadores posean
orientaciones definidas para atacar y defender,
y de este modo no se conviertan en juegos de
posesión por la posesión en sí, analicemos la
génesis de la jugada que concluyó con el gol
de Silva.
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 5242 cuaderno del entrenador
http://es.youtube.com/watch?v=IyDxJILWOxI
A raíz de una recuperación del balón, se ge-
nera una situación de 3x1 con descarga a la
banda izquierda, pase en profundidad, conduc-
ción en velocidad y centro para la definición
frente a la portería rusa. Precisión, cambio de
ritmo, técnica en velocidad y movimientos al
espacio libre, entre otros principios aplicados
en dicha acción.
Ambos ejemplos mencionados, marcan si-
tuaciones que de ser conceptualizadas por el
jugador, conllevan una conjugación casi per-
fecta de los esfuerzos colectivos para lograr la
inoperancia de la acción defensiva rival, con
un cambio de ritmo en acciones concatenadas
las cuales producen un efecto sorpresa difícil
de contrarrestar.
Insistimos en la práctica de acciones que re-
flejen situaciones lo más reales posibles a las
que se generan durante un partido de fútbol,
aunque difícilmente observemos acciones
idénticas de un partido a otro, o de un entrena-
miento trasladadas a un partido. Pero sí esta-
mos convencidos que brindándole a nuestros
jugadores los conceptos que acompañan a to-
da acción (tanto sea individual o colectiva),
una variada gama de recursos a desarrollar, y
dando lugar a su inventiva, la resolución de si-
tuaciones durante un juego podrá seguramen-
te ser más efectiva.
A continuación, proponemos un ejercicio
avanzado a través del cual podemos entrenar
algunos de los conceptos utilizados en el gol
26
convertido por la Selección Española y referido
anteriormente, regulando los niveles de inten-
sidad de acuerdo a las reglas a introducir.
Observamos una situación habitual que apare-
ce durante la disputa de un partido, en cuanto
que la densidad defensiva del rival aumenta
(salvo casos esporádicos) a medida que los
atacantes se internan en el tercio defensivo del
contrincante.
3. Ejercicio
Objetivo
Desarrollo de un ejercicio avanzado con de-
finición frente a la portería rival, a través de la
aplicación de los conceptos técnico-tácticos
que un futbolista en la alta competencia des-
plegará desde su comprensión del juego.
• Nº Jugadores: 14 - 22 + 2 Porteros (2 equi-
pos)
• Área 3x1: 25 x 12 mts. Aprox., dividida en
dos mitades.
• Área total: campo de juego.
• Balones: a discreción.
• Petos: 7-11 x 2 colores.
• Conos/picas: 6 (área del 3x1)
• Tiempo: de acuerdo a los objetivos marca-
dos por el Entrenador.
 cuaderno del entrenador
Posición de partida (mínimo de jugadores
participantes)
• Área del 3x1: 6 jugadores (3 por cada equi-
po), ubicados según el diagrama. MEDIO
CENTROS.
• Bandas laterales: 4 jugadores (2 por equipo)
posicionados según el diagrama. JUGADO-
RES
POR BANDAS (LATERALES, MEDIOS, DE-
LANTEROS).
• Medias lunas (áreas): 4 jugadores (2 por ca-
da equipo) según el diagrama. DELANTE-
ROS vs CENTRALES.
Distribución de jugadores
Es importante para la calidad del ejercicio,
mantener controlado permanentemente el ra-
tio:
tT / tR = tiempo Trabajo / tiempo Recuperación
Es por ello que el Entrenador distribuirá
convenientemente a los jugadores en las posi-
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ciones de partida, tomando en cuenta la inten-
sidad que se desea imprimir al trabajo, y de
acuerdo a los roles a desarrollar por los futbo-
listas (por ejemplo, los jugadores por banda);
además podrá implementar rotaciones en los
puestos de acuerdo a sus objetivos, y utilizar a
los futbolistas en sus posiciones habituales en
el campo trabajando simultáneamente la es-
pecificidad.
Metodología
En este ejemplo, obviaremos la progresivi-
dad en la complejidad del ejercicio, y nos limi-
taremos al "producto final", o sea, la práctica
del ejercicio desde la certidumbre que nuestros
jugadores conocen los principios de ataque y
defensa, la importancia de la velocidad en los
movimientos de transición defensa-ataque, y
que poseen la técnica mínima necesaria para
realizar todas las acciones con un grado de
precisión que permita la consecución de los
objetivos propuestos, tanto en defensa (evitar
encajar goles y recuperar el balón) como en
ataque (marcar goles).
Asimismo este ejercicio, en tanto y cuanto
manejemos los parámetros de las acciones
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5244 cuaderno del entrenador
adecuadamente de acuerdo a los fines prees-
tablecidos, trabaja sobre todas "las cuatro pa -
tas de la mesa del Fútbol": Técnica, Táctica,
Preparación Física y factores Psicológicos.
A modo de ejemplo, la intensidad del trabajo
que marquen los defensores por banda, impli -
cará la velocidad en la conducción del atacan -
te para la rápida llegada a zonas de definición,
y viceversa.
Desarrollo básico en Ataque
Se desarrolla un juego de 3x1 en el sector
demarcado en el centro del campo (1) (líneas
marcadas con conos, picas, o marcas sobre el
césped).
Luego de lograr realizar un mínimo de 3 pa-
ses consecutivos (2), se realiza una descarga
hacia la banda (3) para una conducción en ve-
locidad, centro al área (4), y la posterior defini-
ción frente a la portería (5).
Los movimientos de los jugadores se repre-
sentan en el diagrama de acuerdo a los roles a
desempeñar.
Variantes en ataque
(1): dimensiones del área de juego: siempre
más ancho que largo y así jugar en ampli -
tud.
(2): número de pases consecutivos previo a la
descarga hacia la banda; tiempo de pose -
sión del balón; número de toques al balón
por jugador previo a un pase; a una señal
del Entrenador.
(3): hacia la banda contraria; hacia la banda
más cercana al pasador del balón; pase
raso, media altura, alto.
(4): centro raso, por aire, en corto, en largo
(corto-raso y hacia atrás: para coger a los
defensores a contrapié y alejar el balón
del alcance del Portero; largo-por aire:
para evitar las interceptaciones defensi-
vas de los rivales).
(5): con/sin control previo.
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Nota: El Entrenador determinará un tiempo
máximo disponible para definir frente a la por-
tería, como forma de imprimirle un determina-
do ritmo de acción a la acción ofensiva, y obli-
gando a un trabajo defensivo de intensidad
acorde a la exigencia.
Variantes adicionales
• El atacante que descarga el balón a banda
desde la zona central, tendrá la posibilidad
de incorporarse al ataque, pasando de una
situación de 3x1 a una de 4x3 en lugar del
3x3 original.
• El Entrenador decidirá la incorporación de
más jugadores al ataque o a la defensa, in-
tentando que sus jugadores desarrollen,
perfeccionen y automaticen sus modos de
percibir, apliquen sus conocimientos, y
aprovechen sus cualidades técnico-tácticas
durante las situaciones de inferioridad,
igualdad y superioridad numérica.
Desarrollo básico en Defensa
• Medio centros
En el juego del 3x1, el defensor intentará in-
terrumpir el juego de los rivales. Lograda la in-
terceptación del balón, podrá habilitar a sus
compañeros de banda para el desarrollo de la
acción ofensiva.
Asimismo, el defensor posee la alternativa
de jugar el balón hacia atrás (en dirección a la
otra mitad del área de juego del 3x1), pasarse
a la zona donde estaban ubicados dos (2) de
sus compañeros, y jugar 3x1 contra el jugador
del trío rival que perdió el balón durante la po-
sesión, con lo cual aprovechamos la oportuni-
dad para que dichos futbolistas comprendan el
concepto de la transición desde y hacia las fa-
ses ofensivas y defensivas , y lo asimilen a tra-
vés de su práctica.
• Laterales
Los jugadores por banda partirán en perse-
cución siempre desde el campo del rival, tal
cual aparece dibujado en el diagrama.
 cuaderno del entrenador
El objetivo defensivo de ambos laterales es
frenar los intentos de los delanteros de llegar a
zona de definición, y/o impedir un remate a
puerta por parte de los atacantes.
De estar limitado el tiempo de acción de los
atacantes, toda acción defensiva que lleve a
retardar la progresión en el campo del equipo
en fase de ataque (delanteros rivales), consti-
tuirá un recurso adicional para los defensores.
De recuperar el balón, la opción es jugarlo a
los medio campistas de su equipo, y ellos co-
menzar a jugar 3x1 en el área demarcada en
el centro del campo de juego.
• Centrales
Los centrales tomarán como referencia al
delantero centro del rival, aunque no se limita-
rán a una función exclusiva de stopper (marca
personal), sino que leerán el juego a efectos
de su posicionamiento en la zona más favora-
ble desde donde intenten anular los movimien-
tos ofensivos del rival.
Al igual que los medio centros y laterales en
función defensiva, si los centrales recuperaran
el balón, podrán apoyarse en los jugadores del
centro del campo y comenzar el ejercicio en
una situación de 3x1.
Dinámica del Ejercicio
1. si el equipo atacante logra su objetivo de
conseguir gol, continuará con la posesión
del balón en el centro del campo jugando
3x1.
2. si el equipo en fase ofensiva no consigue
su objetivo, tanto sea por fallar en la defini-
ción frente a la portería rival, como por la
acción defensiva del oponente, perderá la
posesión del balón y los defensores se
convertirán en atacantes, pasarán a jugar
3x1 en el área central, y atacarán en direc-
ción contraria.
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4. Conclusión
La conceptualización de los principios del
juego constituye una parte inseparable en la
formación del joven futbolista. Es la semilla del
árbol que hay que sembrar, regar, fertilizar y
quizás hasta podar las ramas innecesarias que
obstruyen el crecimiento de otras más sanas y
fuertes. Este proceso "botánico" es parte de
nuestro sempiterno aporte al fútbol, desde el
conocimiento de las metodologías más ade-
cuadas para nuestros jugadores, hasta la co-
rrección permanente de los errores que los
mismos cometen.
El futbolista es un ser extraordinariamente
intuitivo, desarrollando su intuición basado en
sus experiencias anteriores, por lo cual, la
práctica de situaciones de juego desde su co-
nocimiento de los objetivos individuales y co-
lectivos, potencian aún más su capacidad per-
ceptiva, de forma tal de detectar rápidamente
determinadas situaciones y escoger las solu-
ciones más convenientes para sus intereses y
los del equipo.
Sin embargo, a menudo nos topamos con
jugadores profesionales que no han desarrolla-
do suficientemente estas capacidades, tanto
sea por aptitudes propias, tanto sea por no ha-
ber sido trabajadas en sus inicios como futbo-
listas con una metodología acorde a sus po-
tenciales de desarrollo, por razones inherentes
a su entorno y más. Por todo esto, concluimos
que nuestro desafío profesional como
Entrenadores se focaliza en reducir al máximo
las posibilidades que nuestros futbolistas lle-
guen a la alta competencia con carencias y fa-
lencias en la comprensión del juego, realizado
esto a través de los conocimientos conceptua-
les prácticos del fútbol que les transmitamos,
asumiendo de esta forma tan maravilloso reto.
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