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Paleta de vidrio para mezclas más

profesionales
¿Has notado a veces que algo extraño pasa con las mezclas que haces en tu paleta?, ¿has creído
lograr el color que buscabas y al poner la pintura en el lienzo se transforma en otro tono diferente
al que querías?… … Continuar leyendo

Paleta de vidrio para mezclas más


profesionales

¿Has notado a veces que algo extraño pasa con las mezclas que haces en tu paleta?, ¿has creído
lograr el color que buscabas y al poner la pintura en el lienzo se transforma en otro tono diferente
al que querías?…
Eso mismo me pasaba en mis inicios en la pintura, desperdiciaba tiempo y materiales al tener que
corregir agregando más pintura o haciendo una nueva mezcla. Además esto suponía tener que dar
pinceladas adicionales en el lienzo, lo que muchas veces terminaba en un cuadro “sobre trabajado”
o con colores sucios.

Hoy te traigo la explicación de cómo hacer una paleta de vidrio o cristal para mezclas que te
ayude a mejorar la capacidad para hacer que los colores formados coincidan con los buscados, y
que de paso te haga mucho más simple y rápida la tarea de limpiar la paleta.
La vista a veces nos engaña para ver los colores
Ya te he hablado en otras ocasiones de algo que se conoce como el contraste simultáneo, y es
cuando la percepción de un color varía según el color que tenga adyacente.
Si preparas las mezclas sobre una paleta de color blanco o muy claro te parecerá que hiciste un
color muy oscuro, porque tu vista (en realidad tu cerebro) lo compara con el blanco de fondo, y va
a sentir que “resalta demasiado”, mientras que el color que ves en la imagen que quieres reproducir
no es tan oscuro… pero en realidad sí lo es, solo que al estar rodeado de otros colores oscuros no
resalta tanto y no es tan inquietante a la vista.
Mira la siguiente imagen para entender mejor lo que te digo:
Ambos recuadros de color salmón son exactamente iguales, como te lo muestro a la derecha, pero
al estar uno ubicado en el lado de la sombra y otro en el lado más iluminado se ven muy diferentes.
De hecho el que está en la sombra parece más claro y brillante.
Así, para compensar, buscarás reproducir en la paleta el mismo contraste, la misma separación
entre valores tonales y tenderás a formar el color más claro de lo que es para que no resalte tanto
y parezca tener con el color de la paleta la misma relación que tiene el color original con los tonos
que le rodean.
Este tema lo abordé un poco cuando hablé de las luces, sombras y valor tonal. Puedes dar clic en
el siguiente enlace para volverlo a leer: Valor tonal: Luces y sombras en la pintura para lograr
cuadros realistas
De esta forma, para minimizar este efecto, lo óptimo es utilizar una paleta de un valor tonal
medio, es decir ni muy clara ni muy oscura, y a su vez de un color neutro como el gris, para que
tampoco se nos presente un contraste por color o por intensidad.
La paleta de vidrio o cristal
La paleta de la que te voy a hablar es la paleta de vidrio con un fondo gris de un valor tonal
medio. Es una paleta que por su peso y facilidad de romperse no es para tenerla en la mano sino
apoyada sobre una mesa o sobre un trípode o accesorio que permita ponerla de manera inclinada
o incluso vertical.
Ventajas
1) Es fácil de limpiar, incluso cuando ya la pintura está muy seca, y sin usar solventes, lo que no
sucede si se dejan secar los colores en una paleta de madera. Más adelante te describiré cómo se
hace la limpieza.
2) Es relativamente económica de hacer, ya que el vidrio lo puedes obtener de un retazo de una
ventana quebrada, o de un pedazo que te den a buen precio en una vidriería. Aunque es
recomendable que uses un vidrio temperado o de seguridad.
3) La puedes hacer según tus necesidades, pequeña si trabajas en formatos pequeños y capas
delgadas, o más grande y de un vidrio más grueso si sueles usar muchas mezclas y mucha cantidad
de pintura, por ejemplo para cuadros grandes o con empastos.
Yo en mi caso tengo varias, según lo que vaya a pintar y el tiempo del que disponga.
4) Su superficie es muy suave para la preparación de las mezclas tanto con pincel como con
espátula. La pintura se desliza fácilmente por el vidrio haciendo más fácil y agradable el proceso
de la mezcla.
5) Colocando un fondo de un color neutral como el gris, en un valor tonal medio hace que
se mejore el proceso de evaluación del color al minimizar el efecto de contraste simultáneo que
te hablé anteriormente. Incluso se puede poner una tarjeta de escala tonal para usar como referencia
a la hora de mezclar, la cual puedes imprimir o hacerla como lo expliqué en el artículo “Evaluando
el valor tonal en la pintura con una escala de grises”.
6) Ahorro de tiempo y dinero: usar esta paleta hace que puedas ser más exacto a la hora de
preparar la mezcla, requiriendo menos tiempo de preparación de cada color y por supuesto una
cantidad menor de pintura y medios desperdiciados. También, hará que se ahorre el dinero que se
gasta en comprar las paletas desechables en el caso de quienes las usan.
7) Al utilizarla sobre una mesa puedes utilizar las dos manos para sostener pinceles y/o el trapo
con el que los limpias, o el mahl stick que te enseñé a hacer hace un tiempo.

Desventajas
1) Fragilidad: al ser de vidrio, si no se tiene cuidado se pueden caer y romper, sin embargo si se
usa siempre sobre una mesa y con cuidado se minimiza este riesgo y se convierte en una paleta de
larguísima duración.
2) Mayor peso y dificultad de agarre: generalmente son más pesadas que una paleta de madera
de las clásicas, y no tienen el agujero y forma más anatómica para reposarla en el brazo, lo que
hace que se vuelvan incómodas para quienes les gusta pintar con la paleta en la mano. Aunque ya
te he comentado en varias ocasiones que la imagen del clásico pintor parado frente al lienzo con
su paleta de madera (tipo Bob Ross) no refleja realmente la realidad de la mayoría de los pintores
en su estudio. Muchos en realidad usamos la paleta de vidrio cuando estamos en el taller y la de
madera la reservamos para cuando se pinta fuera de él.

Limpieza
La limpieza de esta paleta de vidrio se hace en segundos con un raspador de pintura, que es
como una espátula pero con una cuchilla, muy usado para retirar manchas de pintura de pared que
cae en pisos de cerámica o en los vidrios de las ventanas. Rápidamente la pintura aunque esté seca
es retirada sin necesidad de aplicar solventes. Si no dispones del raspador, puedes usar una
espátula de albañilería, aunque el proceso es un poco más lento.
También puedes usar cualquier cuchilla de borde recto como una hoja de cúter, exacto o bisturí,
de los grandes, para trabajos de manualidades, agarrado con un alicate o herramienta similar. Una
hoja de afeitar común se podría usar pero hay más riesgo de rayar la superficie o cortarse la piel.
Hay que tener mucho cuidado de pasar la cuchilla lo más paralela y horizontalmente
posible con respecto al vidrio para no hacer rayones.
Como tengo varias paletas de vidrio me gusta dejar que se seque la pintura para luego retirarla sin
ensuciarme. Quedan unas capas fáciles de aglomerar y desechar, quedando el vidrio listo para
nuevas mezclas. Te lo muestro en las siguientes imágenes:
¡¡¡Precaución!!!: para evitar cortaduras al utilizarse el raspador debes tener cuidado de retirar la
pintura empujando la cuchilla hacia al frente, hacia el lado contrario a tu pecho y de tu mano
libre.

¿Qué tipo y tamaño de vidrio utilizar para


la paleta de mezclas?
El tipo de vidrio y tamaño que vas a utilizar para fabricar tu paleta de mezclas dependerá en gran
medida del espacio que tengas disponible, así como del estilo que suelas emplear en tus obras,
el tamaño de los lienzos que uses e incluso del tiempo que tengas disponiblepara cada sesión de
pintura.
Si pintas cuadros de gran formato y usas mucha pintura te conviene una grande para mantener fija
sobre una mesa. Si manejas formatos más pequeños y pintas pequeñas zonas por sesión, un tamaño
medio como de una hoja carta o A4 será suficiente.
En los talleres de enmarcado o vidrieras puedes conseguir pedazos de vidrio muy económico,
que te pueden cortar a la medida y pulir en el borde para quitarle el filo.

También puedes reutilizar un vidrio de una ventana o el sobre de una mesa rota, el vidrio de las
repisas de una vieja nevera y mandarlo a cortar y pulir.
Lo ideal sería un vidrio temperado, que son los que al quebrarse se rompen en pedacitos muy
pequeños para evitar cortes, sin embargo si lo compras nuevo en una vidriería podría ser algo
más costoso.

Materiales:
 Un pedazo de vidrio según te comenté en los párrafos anteriores.
 Pintura negra y blanca para formar un color gris de un valor tonal medio. Preferiblemente pintura
acrílica o vinílica que seque rápido.
 Pincel, rodillo o esponja para aplicar la pintura en la superficie del vidrio
 Un pedazo de papel, cartón u otro material para proteger el vidrio por el lado pintado. Deberá
tener el mismo tamaño del vidrio.
 Cinta de carrocero (de pintor o de enmascarar), para cubrir los bordes
 Opcional: cinta de embalaje para cubrir la parte pintada del vidrio
 Opcional: papel, cartón o cartulina de un color neutro de valor tonal medio, preferiblemente gris,
pero puede ser por ejemplo el café del papel craft.

Procedimiento
1. Preparar el color gris para pintar el vidrio, en un tono de luminosidad intermedia. Si no sabes
cómo puedes ver mi artículo sobre la escala tonal de grises, allí te lo explico paso a paso. Pero
en síntesis es un color gris que no sabes definir si es claro o si es oscuro.
2. Pintar el vidrio por uno de los lados, ya sea con un pincel grueso, un rodillo o una esponja.
Con dos capas suele ser suficiente.

3. Una vez seco el vidrio, alinearlo con el cartón o papel protector del lado pintado y pegarlo
por los bordes con la cinta de carrocero. Esto es con el fin de proteger la pintura de eventuales
rayones al colocar la paleta en diferentes superficies. Puedes dejar la cinta tal cual o pintarla
con la misma pintura gris.
Opcional: en lugar de hacer el paso anterior, puedes directamente cubrir la zona pintada con
cinta de embalaje, o con vinil adhesivo que se usa para forrar libros. Esto permite proteger la
superficie y al mismo tiempo evitar que en caso de que se rompa el vidrio los pedazos se dispersen.
Puedes dejar los bordes sin cubrir si están pulidos. Si no lo están deberás bordearlos con cinta para
evitar cortaduras.
Una opción aún más versátil:
En lugar de pintar la superficie del vidrio, puedes dejarlo transparente y ubicar debajo de él
pedazo de papel, cartulina o cartón de un valor tonal medio (o aproximado, ni muy claro ni muy
oscuro), y sujetarlo por los bordes con la cinta. El color puede ser gris u otro tono neutro o tierra.
Incluso, si la paleta es grande y la vas a conservar fija en una mesa, podrías incluso simplemente
poner la cartulina y encima el vidrio.
Esto te permitirá en cualquier momento cambiar el color de fondo según la imprimación que le
vas a dar de base a tu lienzo. También te permite ubicar una escala de valores tonales o incluso
colocar la foto de referencia que estés trabajando debajo del vidrio para comprobar las mezclas
directamente en la imagen.

Finalmente…
Ya ves que pequeños cambios pueden dar un vuelco enorme en nuestros resultados artísticos. De
verdad me gustaría que pruebes esta opción que hoy te presento de una paleta de vidrio o cristal
para mezclar los colores de una manera más profesional y que más adelante me cuentes si viste
algún cambio en tu proceso de mezclado.
Hasta pronto, nos vemos ¡de la inspiración a los detalles!…

Mezcla de colores 2: Nuestra


propia rueda de colores

Ya hablamos bastante en el artículo anterior sobre la Teoría del color como aspecto básico
para aprender a pintar al óleo ahora es momento de pasar a la “práctica del color”, y nuestros
primeros ejercicios que se convertirán en uno de los pilares fundamentales para el éxito en
nuestra carrera de artistas.
Comenzaremos a ejercitarnos en las mezclas básicas para formar colores secundarios y terciarios
a partir de los primarios, y con ello construir nuestra propia Rueda de colores o círculo cromático.

COLORES PRIMARIOS
Para comenzar diremos que para nuestro ejercicio nos bastará tener los tres colores primarios, de
preferencia dos de cada color, pero si tienes uno de cada uno es suficiente para el ejercicio. Digo
que dos de cada color porque para efectos de mezclas, hay colores de un mismo tono que son
difíciles de obtener por mezclas, y que tienen una tendencia tonal diferente entre ellos, así:

TENDENCIA COLOR PRIMARIO TENDENCIA

Amarillo Limón (tiende al verde) Amarillo Amarillo cadmio (tiende al naranja)

Azul ultramar o Azul cobalto (tiende al


Azul Azul cerúleo (tiende al verde)
violeta)

Alizarina Crimson permanente, magenta


Rojo Rojo Cadmio (tiende al naranja)
o rosa permanente (tiende al violeta)
COLORES SECUNDARIOS
Ya verás que los colores secundarios como los conocemos, de viva intensidad y nitidez, a veces es
difícil obtenerlos con cualquier primario, ya que en la vida práctica, hablando de pinturas, no se
consiguen colores absolutamente puros.
Podemos obtener aproximaciones al jugar con las anteriores posibilidades que te mostré en la tabla,
pero siempre hemos de tener presente una regla básica: “Los colores se neutralizan o agrisan con
su complementario”.
Míralo color por color:

Naranja = Amarillo + Rojo


Su complementario es el azul, por lo tanto deberemos alejarnos de éste y escoger un amarillo y un
rojo que no tengan una tendencia hacia el azul, para los ejemplos que hemos puesto en la tabla, lo
formaríamos con amarillo cadmio y rojo cadmio, así:

Ahora veamos cómo se formaría con las otras


posibilidades, dentro de las cuales la mezcla de rojo cadmio y amarillo limón se ve muy bien, al
ser este último un color muy vivaz, que sirve para aclarar. Los otros naranjas formados también

lucen hermosos, pero más inclinados a los tierra.

Violeta o morado = Rojo + Azul


Su complementario es el amarillo, deberemos evitarlo escogiendo un azul y un rojo que no se
inclinen hacia el amarillo, para los ejemplos que hemos puesto en la tabla, lo formaríamos con
Rojo Magenta y azul ultramar, así: Ahora veamos
con los otros tonos posibles: La primera opción no está tan mal, mientras que las dos últimas
definitivamente son demasiado oscuros, que nos servirán por ejemplo para sombras, pero no si
queremos un color encendido y claramente

violáceo.

Verde = Amarillo + Azul


Su complementario es el rojo, para evitarlo tomaremos un azul y un amarillo que no tengan
tendencia rojiza, para los ejemplos que hemos puesto en la tabla, lo formaríamos con Amarillo
limón y azul cerúleo, así:

Ahora comparemos los resultados con otras posibilidades de mezcla, que dan como resultado
unos colores verdaderamente hermosos, especiales para nuestras pinturas de paisajes, pero que se
alejan del color llamativo y vistoso que encaja en nuestra rueda de colores como verde.
NUESTRA PROPIA RUEDA DE COLORES
Tomaremos un cartón entelado o preparado como lo aprendimos en el artículo“Preparación de
soportes en madera o cartón” o bien si hemos comprado cartones entelados para estudio… o en
última instancia cualquier cartón que tenga una dureza aceptable o una hoja de papel… todo será
válido para comenzar nuestros ejercicios!!!. A continuación haremos un esquema como el
siguiente, (en lápiz, lapicero, carboncillo, etc) con ayuda de platos, tapas de recipientes, compás,

o a mano alzada si te queda bien:

Pintamos los colores primarios


Y ahora procederemos a ubicar nuestros colores primarios en nuestra paleta, de forma ordenada, y
luego en el soporte, con un pincel plano o angular… o el que tengas. Procura utilizar el color sin
agregar trementina u otro diluyente, a menos que tus pinturas estén algo secas. Ten presente que
si tienes los dos tonos de cada color, los ubicarás según la tendencia ya explicada y como se
muestra a continuación. Si sólo tienes uno pues rellenas todo el espacio que le corresponde con el
mismo tono.

Formar los colores Secundarios


A continuación, en la paleta formaremos el naranja, verde y morado según lo explicado en líneas
anteriores, siempre con la finalidad de obtener los colores más vivos y definidos. Si no tienes
todos los tonos, no importa, sigue con el ejercicio. Deja en la paleta una reserva de cada color
primario y de cada color secundario formado, porque los necesitaremos más
adelante.

Formar los colores terciarios


Ahora formaremos los colores terciarios, aplicando la misma regla de alejarnos del color
complementario, y usando igual cantidad de cada tono, así:
Naranja amarilloso = Naranja (el que obtuvimos) 50% + amarillo cadmio 50%
Naranja rojizo = Naranja (el que obtuvimos) 50% + rojo cadmio 50%
Violeta rojizo = Violeta (el que obtuvimos) 50% + magenta 50%
Violeta azulado = Violeta (el que obtuvimos) 50% + azul ultramar 50%
Verde amarilloso = Verde (el que obtuvimos) 50% + amarillo limón 50%
Verde azulado = Verde (el que obtuvimos) 50% + azul cerúleo 50%

Finalmente, para visualizar de otra manera el tipo de color obtenido,


pintaremos los espacios centrales con el color respectivo aclarado con un
50% de blanco de titanio (o el blanco que tengas). Esto nos permitirá
apreciar mejor su tendencia y su comportamiento frente al aclarado.
Y listo! Ya tenemos nuestra
rueda de colores que nos servirá de guía para obtener las mezclas básicas
para aprender a pintar al óleo.
Es posible que con una primera mano no se vea bien acabado, si quieres espera un día y podrás
darle otra pasada que le dará una mejor apariencia… la mía la dejé con sólo una capa.
El artículo MEZCLA DE COLORES 3 te será de gran utilidad a la hora de hacer tus
propias Cartas de colores, te lo recomiendo.

Diluyentes, barnices y medios para


pintar al óleo
Uno de los secretos más importantes para pintar al óleo es el uso adecuado de los diluyentes y
medios para las pinturas, pues son nuestros grandes aliados a la hora de experimentar diferentes
técnicas. Nos ayudan a hacer un poco más fluida la pintura al óleo, a tener un secado más lento,
más rápido, así como un efecto más brillante o más mate, según el que utilicemos. Sin embargo
su incorrecto uso hará que nuestra obra pierda calidad, que se torne amarillenta con el tiempo, que
se cuartee o que tarde demasiado tiempo en secar.
En este artículo te expondremos los aspectos más importantes sobre estos materiales tan
necesarios para pintar al óleo.

Naturaleza aceitosa de la pintura al óleo:


ventajas y desventajas
Antes de comenzar, anotaremos que la característica principal de la pintura al óleo es su
consistencia pastosa, y como su nombre lo indica, tiene una naturaleza oleosa, que es lo mismo
que aceitosa, esto porque los pigmentos, que originalmente estaban en forma de polvo fueron
“aglutinados” (amasados para formar una pasta) con aceites, que por lo general es aceite de linaza
y/o aceite de cártamo entre otros.
Seguramente habrás escuchado aquello de que “el aceite y el agua se repelen”, lo cual en el caso
de las tradicionales pinturas al óleo es cierto, pues no las podremos diluir con agua, como haríamos
con pinturas acrílicas, acuarelas o témperas. De esta manera, tendremos que tener presente este
aspecto antes de decidirnos por la pintura al óleo, ya que su manejo y limpieza de los materiales
(y de las manchas en nuestra ropa y manos) se hace un poco más dispendiosa, pero esto a su vez
constituye la más grandiosa de las propiedades del óleo, pues le confiere un tiempo de secado más
lento y por ende nos da una posibilidad mayor de hacer las mezclas, difuminaciones, efectos,
detalles y eventuales correcciones en nuestra obra.
Óleos miscibles en agua:
No obstante, en los últimos años, las casas fabricantes se han especializado y han diseñado óleo
solubles en agua, que puede ser una buena alternativa, hay quienes dicen que no logran dar el
mismo colorido y aspecto de la pintura al óleo tradicional, sólo es cuestión de ensayar.

El aceite de linaza como aglutinante


(vehículo) y diluyente:

Ya hemos visto cómo el aceite de linaza, que es


extraído de la planta del lino, es usado como medio para alojar los pigmentos y mantenerlos unidos,
hablando específicamente para la pintura al óleo, ya que el aglutinante para los acrílicos por
ejemplo, sería el agua.
También lo podremos utilizar como medio diluyente para pintar al óleo, en pequeñas cantidades,
ya que su uso exagerado nos conduce a un tiempo de secado muy lento, a un aspecto “pegajoso”
de la pintura y nos tornará la pintura de un color amarilloso, a su vez que acelerará el deterioro de
la pintura.

 Siguiendo la regla general que abordaremos en un posterior artículo “graso sobre magro”, es
necesario que su uso se limite un poco a las últimas capas, en incrementos graduales, pues no
seguir esta regla puede causar que se cuartee nuestra obra o que incluso se desprendan las capas
superiores.
 Su uso también conduce a otras dos reglas: reducir su uso en colores blancos o azules y no dejar
que nuestras obras se sequen en la oscuridad, presentándose en ambos casos el efecto negativo de
un aspecto amarilloso de la pintura.
 Para mayor información sobre los aceites te recomiendo leer el siguiente artículo: “Lo que debes
saber sobre los aceites para pintar al óleo“

La esencia de trementina, el diluyente
utilizado por tradición:

También es llamado aguarrás vegetal (diferente al aguarrás mineral), pero hay que asegurarse de
que sea calidad artística. Es usada para diluir el óleo o limpiar los pinceles y demás implementos.
Es obtenida por destilación de una resina oleosa de diferentes árboles. En su calidad artística debe
ser totalmente transparente, sin impurezas, del color del agua.
Para evitar su deterioro se aconseja guardarlo en lugares protegidos de la luz, y utilizar en un
envase diferente justo la cantidad que se va a necesitar, teniendo la precaución de no re envasar el
sobrante para evitar contaminación y de taparlo cuando no se use.
Los vapores son de un olor fuerte, aunque no desagradable para muchos. Puede ser irritante en las
vías respiratorias al exponerse durante mucho tiempo y altas concentraciones, por lo que es
necesario que el lugar donde pintemos sea bien ventilado. A algunas personas les causa alergias.
Es un diluyente que utilizado adecuadamente es seguro, pero dada su toxicidad e inflamabilidad,
es muy importante conocer la forma adecuada de usarlo, almacenarlo, desecharlo y reutilizarlo.

 Por ejemplo, se debe utilizar en cantidades mínimas, sacando del contenedor original un poco a
otro contenedor de boca estrecha y con tapa que evite su evaporación rápida, y proporcional a la
cantidad que vayamos a usar.
 Si es usado para lavar los pinceles, una solución importante es tener un recipiente de vidrio con
tapa en donde lavemos los pinceles, y luego, cuando no estemos trabajando, dejar decantar o
asentar los pigmentos en el fondo del envase, de manera que podamos extraer la trementina que
ha quedado en la superficie y que nos pueda servir de nuevo para lavar los pinceles. No utilizarla
para limpiarnos la piel pues puede ser tóxica por contacto.
 Sin embargo lo ideal es usar cantidades mínimas para limpiar los pinceles, eliminando la mayor
parte de la suciedad con trapos, humedeciendo el pincel en trementina para aflojar un poco la
pintura que queda, dejar evaporar este diluyente para luego hacer el lavado final de los pinceles
utilizando jabones en barra ( como el azul) o lavaplatos líquido, lo que a su vez alargará la vida
útil de los pinceles ya que los disolventes por su naturaleza van desgastando más rápidamente los
pelos.
 Limpiar los excedentes con papeles absorbentes, no desecharlos por la tubería, drenaje o
alcantarillado ya que es altamente tóxico para organismos acuáticos.

Aguarrás mineral:
Es obtenido de derivados del petróleo. Hay que conseguirlo de calidad artística. Posee un olor un
poco desagradable. Su ventaja es el menor precio, pero no es muy compatible con algunos medios.
También hay que tener las mismas precauciones que con la esencia de trementina en cuanto a su
inflamabilidad y toxicidad.

Disolventes sin olor


Para pintar al óleo sin las incomodidades de los olores fuertes, venden en tiendas de arte
disolventes con muy poco o nulo olor, pero hay que tener precauciones con ellos pues la ausencia
de olor no indica que no pueda tener toxicidad. Hay que revisar las etiquetas de seguridad.
No se recomiendan los disolventes o thinner industriales, de los que se venden en ferreterías para
pintar o limpiar superficies, pues son muy abrasivos y deterioran demasiado los pinceles y la
pintura.

Medios para pintar al óleo


Usualmente el artista desea lograr un efecto específico en su obra, y más exactamente en la capa
que está pintando. Para ello se vale de proporciones definidas de aceites, esencias y otros
componentes como resinas.
En la antigüedad cada artista fabricaba sus medios especiales, pero con el paso del tiempo estas
recetas quedaron atrás y toda la magia de los óleos se fue limitando al medio básico compuesto
por aceite de linaza más esencia de trementina. Hoy en día muchas casas fabricantes han retomado
los medios y han elaborado varias referencias para diferentes usos: secado rápido, secado lento,
añadir brillo y transparencia, para su uso en veladuras, etc.

Barnices
Son utilizados para dar algunos efectos entre capas, como por ejemplo en medios para veladuras,
así como para proteger la pintura una vez que se ha secado por completo. También mejora el
aspecto de la pintura ya que empareja algunas diferencias de brillo en la superficie. Los venden
para diferentes usos, y en diferentes acabados : brillante, medio y mate. El más comúnmente
utilizado es el llamado Barniz Dammar, que también se comercializa en forma de resina para
preparar.
¿Porqué no puedo pintar así?

¿Te ha pasado alguna vez que llega a tus ojos la imagen de pinturas realmente impresionantes, con
ideas tan fantásticas, tan creativas y brillantes que piensas… ¡jamás se me hubiera ocurrido!?
¿O has visto un cuadro con pinceladas tan reales que dudas si realmente es una pintura al óleo o
una fotografía?

¿Te has topado con videos de personas pintando con la técnica “alla prima”, en la que rápidamente
el pintor deja terminado un cuadro en una sola sesión y con un alto grado de excelencia?

Bouguereau Linnocence
Son momentos en los cuales uno ansía tener aquellas facultades extraordinarias, aquellos dotes de
imaginación, observación y pulso en las pinceladas. Son aquellos momentos en que vamos en
busca de lo que nuestras manos han pintado para observarlo un momento y decir “¿porqué no
puedo pintar con tal grado de perfección?”.
Son aquellos instantes en que hay que sacudir la cabeza y recordar el motivo por el cual pintamos,
y el objetivo al que queremos llegar.
La tentación de San Antonio, Salavador Dalí
Si hemos decidido tomar un pincel y unos pigmentos para divertirnos, pues no debería acudir a
nuestra alma aquella congoja por anhelar pintar como otros, porque nos llamen aficionados o
porque a nuestras composiciones les falte perspectiva, porque les falte contrastes de colores,
contrastes de luz y sombra. No deberíamos opacar nuestro entusiasmo porque el rostro de nuestro
primer autorretrato sea el rostro de un desconocido.
Si hemos decidido tomar el óleo, los acrílicos, acuarelas o lápices para hacer del color una
extensión de nuestra alma entonces no debemos desfallecer en el intento de buscar nuestro propio
estilo, en lugar de abatirnos por no poder imitar el estilo de otros.

El beso de Hayez
Cada obra que hagamos nos dirá el próximo paso hacia nuestro aprendizaje, nos deberá decir cuál
será el nuevo objetivo en el próximo proyecto, y cada nuevo trabajo nos dirá cuánto hemos
mejorado con relación al anterior, cuánto más corazón hemos dejado en él y cuánta más luz ha
llegado a percibir nuestra mirada.
Por ello siempre digo que quien pinta con otro ideal diferente al de divertirse o expresar su sentir
y su forma de ver la vida, comienza a sentir tedio y obligación al tomar de nuevo el pincel y
superarse a sí mismo.

A Girl Writing—Henriette Browne


Finalmente te recomiendo que leas los siguientes artículos, que estoy segura te ayudarán en estos
momentos en los que sientas que te falta inspiración para tomar un lienzo:
Cómo vencer el miedo al lienzo en blanco
Trucos para conseguir la inspiración artística

Cómo vencer el miedo al lienzo en


blanco

Una de las fuerzas más grandes que mueven y frenan a la humanidad es el miedo, y por él muchas
personas postergan sus sueños e incluso renuncian a ellos. Ni siquiera la esfera del arte se libra de
aquel poderoso sentimiento que invade al pintor cuando se enfrenta a un lienzo en blanco.
Es así como muchos lectores y aprendices me han pedido consejo al respecto, y quiero compartir
contigo mis recomendaciones en tres pasos para desafiar aquellos momentos de desasosiego.
Primer paso: Reconocer cuándo tienes
miedo al lienzo en blanco
Para algunas personas es muy claro saber cuándo tienen miedo a pintar, pero para otras no es tan
fácil, o simplemente no se han puesto a pensarlo.
Quizás tú ya hayas reconocido esta agitación alguna vez cuando te enfrentaste ante aquella
superficie vacía que hizo que tu imaginación se quedara igualmente en blanco.
Pero a veces el miedo se oculta detrás de estas frases:
“No sé qué pintar”,
“No sé por dónde empezar”,
“Todavía no tengo suficiente preparación”
“No tengo talento”
“Me va a quedar muy feo”
“Todavía no tengo una idea bien original para un cuadro perfecto”
“Mañana lo comienzo, la otra semana lo hago, el próximo mes sí…”
Y entonces habrás postergado el placer de pintar por miles de disculpas. Te has perdido días
preciosos para practicar y mejorar poco a poco.

Segundo paso: Conoce las causas por las


que surge el miedo
1. Por el miedo a dañar un lienzo caro y gastar las
pinturas en algo “feo”
Piensas que el lienzo está tan blanco y bonito que quieres dejarlo para pintar algo realmente
hermoso, sería un desperdicio usarlo en algo “espantoso”.

2. Por miedo a que a las personas no les guste lo que


pintas
Muchas situaciones emocionales que vivimos de adultos tienen sus raíces en la infancia, y el miedo
a pintar está relacionado con la inseguridad y el temor al fracaso que se generaron por ciertas
actitudes que tenían los mayores hacia nosotros (y que hoy en día repetimos con nuestros menores),
incluso con las buenas intenciones de reforzar nuestra autoestima y no hacernos sentir mal.
Cuando de niños se crea la ansiedad y necesidad de aprobación externa ante cualquier acción
que se desarrolle, de adultos inconscientemente estamos temerosos de lo que nos digan los demás
de nuestra pintura.

3. Por miedo a NO pintar como otros


Tener un artista favorito con un estilo que nosencantaría poder imitar es normal e incluso necesario
en el aprendizaje de la pintura.
El problema surge cuando comparamos nuestro trabajo con el de otros artistas y en lugar de
descubrir los puntos que debemos mejorar, nos acomplejamos por no pintar igual, creyendo que
nunca lo podremos hacer.
En un artículo que hace un tiempo escribí hablo más sobre este tema, míralo en este
enlace: ¿Porqué no puedo pintar así?.

4. Por tener falsas ideas y expectativas


A veces se tiene la idea de que un artista talentoso cada vez que toma un lienzo y un pincel pinta
algo de la nada y siempre resulta una gran obra maestra. En realidad por cada gran obra el artista
pudo a ver hecho varios dibujos, bocetos, muchos otros cuadros que borró, otros que no mostró, y
otros que eran sólo prácticas preparatorias.
La pintura es un proceso de aprendizaje, de preparación y estudio de una obra antes de lograr
un excelente resultado.
5. Porque no sabes qué quieres pintar
Esta situación va siempre de la mano con el miedo al lienzo en blanco. Y lo que sucede en muchos
casos es que cuando vamos a pintar ni siquiera sabemos qué nos gustaría pintar, es cuando decimos
que nos falta inspiración. Te recomiendo leer el artículo: Trucos para conseguir la inspiración
artística

Tercer paso: actuar para vencer el miedo

1. Utiliza soportes económicos


Puedes prepararlos tú mismo, usar lienzos sin bastidor o cartones y papeles especiales que venden
en las tiendas artísticas. Te aconsejo leer los siguientes artículos:
¿Cómo preparar soportes de cartón o madera para practicar la pintura?
¿Cómo pintar en un lienzo sin bastidor?

2. Fortalece la confianza en ti mismo


Si tú dices “soy capaz, si otros lo han logrado yo también podré porque es algo posible y
humanamente alcanzable”, seguramente obtendrás lo que te propongas. Pero por supuesto llegar a
una meta exige práctica e incluso errores a los cuales no queda otro remedio que verles la cara
amable y absorberlos como esponjas para no volverlos a cometer.
En este mundo del arte hay que ir construyendo una fortaleza emocional que nos ayude a valorar
adecuadamente las opiniones de los demás: los consejos y críticas constructivasdebemos tenerlos
presente para mejorar y los comentarios destructivos dejarlos pasar sin “echarnos a morir”, en
ambos casos seguir adelante recordando el propósito del arte: disfrutar el proceso de pintar algo
que nos haga vibrar, deleitarnos con cada pincelada y lograr entrar en ese estado de conciencia
que se alcanza cuando estamos inmersos en la pintura.

3. Vence la improvisación
Los grandes pintores hacen estudios previos a la obra final, hacen ensayos y bosquejos, hasta
encontrar lo que quieren, y una vez lo decidan ya comienzan con paso firme a pintar su obra.
Una vez sabes qué tema deseas pintar te debes enfocar en practicar y aprender lo relacionado con
ello. Hacer dibujos, ejercicios, ensayos de los colores y mezclas que usarás, estudios por partes de
la obra, etc.
Todos estos ejercicios los harás en soportes económicos que no te intimide dañar, así te sentirás
más libre, y te dará una preparación y seguridad a la hora de comenzar tu trabajo definitivo.

4. No siempre tienes que pintar “en serio”


Hay periodos en los que definitivamente no fluye el trabajo o no se dispone de suficiente tiempo.
En esos momentos puedes hacer ejercicios, jugar con las mezclas, buscar imitar algún efecto o
sección de un cuadro que te guste. Puedes aprovechar para hacer cartas de colores, leer sobre
pintura, estudiar un tema, ver vídeos, visitar galerías o museos. Esto te mantendrá en conexión
con la pintura e impedirá que pierdas el ritmo.

5. “Daña” el lienzo antes de empezar


Este es un artificio que han usado los artistas desde hace siglos, y consiste en manchar la
superficie deliberadamente con colores tierra diluidos en trementina. Esto te ayudará no sólo a
vencer el miedo sino a tener un fondo menos brillante que el blanco para evaluar mejor los valores
tonales, así como a unificar la pintura. De esta manera, sentirás que ya el lienzo está “dañado” y
que no podrías dañarlo más, tan sólo arreglarlo.

¿Los grandes artistas también sienten


miedo al lienzo en blanco?
Sí, aunque no lo creas esto le sucede a muchos artistas (por no decir a todos), me ha sucedido a mí
cada vez que voy a intentar algo nuevo, e incluso le pasó a Van Gogh… sí, también a Van Gogh,
y lo expresó en una de las cartas que escribió a su hermano Theo:
«Tú no sabes cómo es de paralizante, la mirada fija de un lienzo en blanco que dice al
pintor “no puedes hacer nada”. El lienzo tiene una mirada idiota, e hipnotiza a algunos
pintores para que ellos se conviertan a sí mismos en idiotas. Muchos pintores tienen miedo
al lienzo en blanco, pero el lienzo en blanco tiene miedo del pintor verdaderamente
apasionado que se atreve – y que alguna vez ha roto el hechizo del “no se puede”»
Traducido de la fuente original: http://www.vangoghletters.org

Ahora ya sabes cómo romper el hechizo en los tres pasos que te he dado: reconocer el miedo,
entender porqué surge el miedo y finalmente actuar para eliminar el miedo

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