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ADHESIÓN A ESTRUCTURA DENTARIA

INTRODUCCION

La realización de un tratamiento en operatoria dental implica en la


mayoría de los casos la utilización de una técnica que permita colocar en
contacto con la estructura dentaria (esmalte, dentina y a veces cemento)
un material que debe cumplir una función fisiológica, cosmética o ambas.

Es conveniente que la adhesión alcanzada no se limite simplemente a


evitar el desplazamiento del bloque restaurador. La integración y la
continuidad entre la estructura del material restaurador y la estructura
dentaria evita la presencia de interfases en las cuales puedan
introducirse los componentes del medio bucal, es decir que permite
alcanzar el denominado “sellado marginal” en la restauración que hace
que los iones, las sustancias y los microorganismos presentes en la saliva
conduzcan al fracaso de la acción terapéutica al generar procesos,
defectos e infecciosos (caries) con sus secuelas posteriores.

El diente restaurado en estas condiciones mantiene un comportamiento


mecánico más cercano al del diente sano y sus posibilidades de fractura
son menores.

TIPOS DE ADHESIÓN

El más elemental es el que puede denominarse adhesión mecánica y


consiste simplemente en que las dos partes queden trabadas en función
de la morfología de ambas. Esta traba puede lograrse a nivel
macroscópico o microscópico (traba mecánica en pequeñas
irregularidades superficiales de las partes puestas en contacto) y la
diferencia entre ellas es sólo una cuestión de orden de magnitud.
Adhesión mecánica: ambas partes quedan
trabadas en función de la morfología de ambas. A.
Montaja o machimbre: evita la separación en
sentido M o D. B: Socavado: vita la extrusión en
sentido E: 1, definido; 2: redondenado

CUADRO: ADHESION

Mecánica Macro
Micro
Química o específica Atómica
Molecular

Se denomina adhesión específica o adhesión química, ya que la


interacción entre átomos y moléculas determina lo que se reconoce como
uniones químicas primarios o secundarias.

Para lograr adhesión mecánica, sólo es necesario obtener un contacto


apreciable a la visión humana si únicamente se pretende trabar las
partes en base a un aspecto morfológico macroscópico. En cambio, si se
pretende que esa traba se obtenga en una medida no detectable a simple
vista, el contacto debe ser más íntimo.

Por último, si se pretende generar fuerzas interatómicas o


intermoleculares, será necesario un acercamiento entre las partes que
permite generar las interacciones necesarias a ese nivel.

Son tres los tipos de materiales que responden al esquema general de


funcionamiento propuesto. En el de naturaleza metálica –la amalgama-
el componente líquido es el mercurio. En las resinas, en sus diversas
clases, con refuerzo o sin él, es un monómero u oligómero orgánico. Por
último, en los cementos, el líquido es una sustancia que, por sí sola o
disuelta en un solvente como el agua, actúa como ácido para combinarse
con los cationes provenientes del polvo.

 Las resinas
El líquido orgánico que entra en la formulación de las denominadas
resinas (incluidas las reforzadas o los composites) está constituido por
moléculas.
Este nivel de adhesión no es sólo deseable, sino imprescindible si se
pretende que la restauración sea exitosa. Las resinas y los composites
endurecen por un proceso de polimerización. Esta transformación
lleva implícita una contracción y hace que, de no haberse generado
suficiente adhesión entre una porción inicial de material y la
estructura dentaria, se produzca una separación entre ambas. Esto
lleva a la filtración marginal y al fracaso y, además, impide la
integración del comportamiento mecánico de ambas estructuras.

 Adhesión de las resinas al esmalte


La histología y la histoquímica enseñan que en este tejido existe
fundamentalmente, y casi en su totalidad, una estructura de cristales
de hidroxiapatita orientada de tal forma que, a gran aumento, ofrece
una imagen de prisma o varillas con forma de “ojo de cerradura”, por
lo menos en el caso de los dientes permanentes.
Estos cristales son de naturaleza iónica, ya que la mencionada
hidroxiapatita es un compuesto de iones fosfato y calcio junto con un
grupo hidroxilos, lo que permite considerarla como un fosfato de calcio
hidratado.
El odontólogo debe recurrir a algo que le permita limpiar el esmalte y
prepararlo para recibir una resina cuando ésta sea el material
restaurador seleccionado. Esa limpieza primeramente debe ser
mecánica para remover la película orgánica (uso de abrasivos en polvo
o piedras) y luego química, para eliminar la capa de esmalte
contaminada. Es posible realizar la limpieza química con una solución
ácida, ya que el esmalte es básicamente un cristal iónico de fosfato de
calcio. Los iones hidrógenos que contiene son capaces de disolver la
hidroxiapatita de la superficie adamantina y dejar expuesto un
esmalte limpio y con la energía superficial alta como para atraer a la
resina.
Las soluciones ácidas permiten lograr el resultado buscado en escasos
segundos (15 a 30 segundos es un lapso considerado clínicamente
apropiado).
Ya que la superficie de esas microrretenciones posee una elevada
energía superficial por la limpieza y el carácter iónico de la estructura,
el líquido de la resina podrá penetrar en ella y, al endurecerse, podrá
quedar adherido mecánicamente a nivel microscópico. La adhesión
alcanzada es suficientemente eficaz en términos de resistencia
adhesiva (tensión necesaria para producir desprendimiento) como
para asegurar por completo el sellado marginal de la restauración y la
integración material-diente buscada.
 Adhesión de las resinas a la dentina
La situación no es la misma cuando es necesario adherir la resina a
una superficie no adamantina como la de la dentina o el cemento
dentario. Esto se hace particularmente evidente en la restauración de
lesiones de clase 5, de erosiones gingivales o de ambas.
La opción de buscar adhesión mecánica macroscópica sobre la base
del tallado de una cavidad con formas de retención soluciona solo un
aspecto del problema. Esto asegura el no desprendimiento de la
restauración pero no el sellado marginal y la integración material-
diente deseable.
La intención era que estos líquidos actuarán como un verdadero
“agente de enlace” entre la estructura dentaria y la resina, de la misma
forma en que un vinilsilano lo hace entre las fases orgánica y cerámica
de una resina reforzada.
La superficie es tratada impregnándola con un imprimador o “primer”,
designación con la cual generalmente es reconocida la sustancia que
se aplica sobre la superficie sobre la que se quiere generar adhesión.
Sobre la dentina y/o cemento así preparados con algunos de estos
sistemas se coloca el adhesivo. Este es un monómero que se une a lo
que está impregnado en la superficie y al cual luego puede adherirse
el composite (pasta) que se coloca sobre él. En algunos productos
comerciales el “primer” y el adhesivo están juntos en el mismo envase,
y se denominan monocomponentes.
En definitiva, la adhesión se logra en una zona de dentina que ha sido
modificada por el tratamiento realizado. Esa zona o capa contiene los
componentes dentinarios pero combinados con las sustancias que la
han impregnado.

 La amalgama
El mercurio líquido posee la estructura interna característica de los
materiales metálicos. En ella, los átomos, se han transformado en
iones positivos al ceder electrones que son compartidos por los iones
presentes; éste es el enlace metálico.
En consecuencia, podemos deducir que es imposible lograr entre
amalgama y diente la adaptación suficiente como para lograr la
adhesión mecánica microscópica y, mucho menos, la adhesión
específica.
El tallado de una cavidad con formas de retención. En principio, no se
puede concebir la realización de una restauración de amalgama sin
pensar en algún momento en la necesidad de recurrir a algún
instrumento cortante para preparar la cavidad, que es el mecanismo
al que se recurre para la adhesión.

 Los cementos
En estos productos, el líquido es una solución ácida o un líquido que
actúa como tal.
Un análisis superficial haría suponer que los grupos ácidos existentes
posibilitarían la adhesión específica a la hidroxiapatita. Sin embargo,
esos grupos deben reaccionar (lo hacen preferentemente con los
cationes del polvo con el que son combinados) y por ello no
necesariamente están disponibles para interactuar con el diente.
Con estos cementos es posible esperar la adhesión específica a
estructura dentaria. Son válidas, por supuesto, todas las
consideraciones realizar al analizar el problema en las resinas y en
cuanto a las dificultades que ofrece la superficie de dentina y cemento.
Al utilizarlo técnicamente, es preciso tener presente que los mismos
iones del líquido que deben interactuar con la hidroxiapatita son los
que reaccionan con los cationes provienen del polvo. Es fundamental,
por tal motivo, no demorar la aplicación del material mezclado sobre
el diente. Si no fuera así, al involucrarse los iones ácidos en la reacción
de fraguado, no estarían disponibles para la interacción que conduce
a la adhesión específica.

CONCLUSIONES
El odontólogo que realiza operatoria dental debe tener en cuenta los
principios enunciados. Su conocimiento, así como el de la estructura
dentaria y el de los materiales con los que trabaja le permiten desarrollar
técnicas sobre bases racionales. Puede así obtener óptimos resultados en
lo que respecta al mantenimiento de las restauraciones con un
funcionamiento satisfactorio.

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