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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FOLOSOFÍA Y LETRAS

Literatura Griega III


Licenciatura en Letras Clásicas
MTRO. SANCHEZ BARRAGAN ERNESTO GABRIEL

Teócrito el poeta del desamor


La composición de su ambiente bucólico: Idilio III

Jesús Antonio Córdova Martínez


6 de abril de 2017

1
ÍNDICE

Introducción ……………………………………………………………………………………………………………………………. 3

Teócrito …………………………………………………………………………………………………………………………………… 3

La época de Teócrito, la época helenística ………………………………………………………………………………. 4

Análisis del Idilio III ………………………………………………………………………………………………………………..… 5

Conclusiones …………………………………………………………………………………………………………………………… 9

Bibliografía ………………………………………………………………………………..……………………………………………10

2
Introducción

El presente trabajo tiene la intención de auscultar la composición del Idilio III de Teócrito, los
elementos que hacen de este poema poesía bucólica, los tópicos con que nos encontramos y las
técnicas de escritura que maneja, porque nos parece que es muy interesante la intensidad que
logra en este poema, siendo una composición muy breve, tan sólo 54 versos, pero cargada de
una gran cantidad de temas, siendo ejes rectores el desamor o el amor no correspondido y la
creación de un armonioso ambiente pastoril que contrasta muy bien con el sufrimiento del
personaje y el uso del vocabulario para lograr una poesía bucólica de alta calidad. Para tratar de
develar estos elementos consideramos que es necesario explorar con detalle a nuestro autor y
su época para pasar al análisis del poema.

TEÓCRITO

Poco sabemos de la vida de Teócrito, salvo las conjeturas que se pueden hacer a partir de su obra
que nos ha llegado1. En resumidas cuentas, Teócrito nació en Siracusa a principios del siglo III,
viajó a Cos donde posiblemente conoció a Filetas y se introdujo en un su círculo de reconocidos
escritores, finalmente llegó a Alejandría bajo la protección de Ptolomeo II. Aquí se le reconoció
como poeta de corte, no se sabe con certeza si fue en Alejandría donde murió o en la isla de Cos.
Se especula que fue un escritor tan prolífico como su colega Calímaco, pues se dedicaba a recrear
los estilos más elevados que se habían cultivado en la cultura helénica, a saber: la épica, que
Teócirto pudo adaptarla a obras más pequeñas, pero con el mismo sentido mítico-heroico
llamados epilion; la lírica que llevó a cabo en algunos de sus idilios2, y por supuesto, también
aportó al género del epigrama, que al parecer era ya considero como pasatiempo de aquellos
eruditos. Finalmente, también produjo algunos mimos3, como Menandro, pero siempre con su
sello carcaterístico, su ambiente bucólico.

Teócrito pasó a la historia como el primero en introducir el canon del género bucólico, en
dotarlo de equilibrio en la forma, el tono, la estructura, el tema, la solemnidad de los personajes,

1
30 Idilios.
2
Idilios XXIX y XXX.
3
Idilio XV.

3
el mito y lo erudito de su arte pastoril. El equilibrio es esencial en la composición de los idilios,
son cortos, pero poderosos, son mitológicos, pero verídicos. Pasó a ser una fuerte influencia para
la creación de las églogas de Virgilio, quién sería más recordado por la historia que nuestro autor.
La triada más famosa de bucólicos fue Teócrito, Mosco y Bión, todos nacidos en Sicilia.

Si bien el género pastoril es lo que llevó a Teócrito a destacarse en su época, lo es también


el trato peculiar al desamor, observando sus efectos en los cabreros: el desconcierto, la
resignación, la desorientación, el ruego, la autocompasión, la miseria, etc.

La época de Teócrito, la época helenística

Teócrito vivió en una época muy agitada de la historia, tanto en el orden político, como en el
cultural. Culturalmente hablando Teócrito perteneció a una corriente de “nuevos eruditos”,
ubicados principalmente en la ciudad de Alejandría, provincia de Egipto, gobernada por
Ptolomeo II Filadelfo4. Bajo el amparo de éste se destacaron por el conocimiento profundo de la
poesía antigua. Conocían el hexámetro de Homero y Hesiodo, la variada poesía lírica de Safo,
Alceo, Píndaro y otros y los epigramas de muchos más. Hay que anotar también que esta
corriente de nuevos eruditos estaba al frente del nuevo mayor centro intelectual de la época, la
biblioteca de Alejandría.

El estudio profundo de la poesía comprendía tres grandes partes: el fondo, que


corresponde al tema elegido para el desarrollo de un poema, podría ser de tema mitológico,
amoroso, cosmogónico, trágico, cómico etc.; la forma, la cual tiene que ver con el metro:
hexámetro, dístico elegíaco, trímetro yámbico, estrofas lésbicas; y por último el dialecto: dórico,
lésbico, ático y épico, este último no se llegó a hablar, pero se contaban con un registro de su uso
en Homero y Hesiodo.

Los poetas helenísticos no se ocuparon de crear algo nuevo partiendo completamente


desde cero, sino que de manera artificiosamente diferente aplicaron formas a fondos no
correspondientes, tales como el hexámetro a la poesía pastoril5. Utilizar el hexámetro, el cual

4
285-246 a. C.
5
Idilio XXIV.

4
está íntimamente ligado con la épica, con temas pastoriles, es señal del estudio que los
alejandrinos desarrollaban, ya que ahora podían adaptar un metro elevado a un tema más ligero,
logrando, por una parte, crear algo completamente diferente a lo que existía, rompiendo los
cánones establecidos, acción que logró distinguiros de sus antecesores e influir en las siguientes
generaciones de poetas; por otra parte, acercar esta poesía a un grupo de personas más variado,
más homogéneo, incluyente desde el comienzo; o quizá, simplemente lo habrían hecho como
ejercicio de erudición.

La sofisticación alejandrina fue algo que caracterizó a la época helenística. Fue la


aplicación del conocimiento antiguo en su presente lo que marcó esta época, pero no sólo el
conocimiento poético de sus antepasados, sino todo en general (científico, poético, histórico,
filosófico etc.). Se caracterizaron también porque lograron tener un despegue intelectual de sus
compatriotas atenienses, no siguieron la misma corriente que llevaban ellos, la de Menandro y
su Comedia Nueva, que estaba más enfocada al entretenimiento con su mimo que a la
producción de grandes obras. Teócrito también escribió mimos, pero tenían diferencias muy
marcadas como la extensión, lo elevado del tema, el metro, la intención, la técnica, la
composición, etc. En líneas generales se podría decir que la producción poética creada en este
periodo fue erudita, elegante, goza de aires frescos y es contemporánea y acorde con la época,
la situación política y la religión.

Análisis del Idilio III

Antes de comenzar veamos algunas características de esta obra. Lo primero que observamos es
la brevedad de su composición, lo cual no le resta fuerza, sino que destaca su habilidad para
realizar descripciones muy amplias y completas en pocos versos. Teócrito busca que este Idilio
sea lo suficientemente conciso con su narración para no aburrir al lector o parecer redundante,
y de igual modo quiere ser contundente y explicativo para no dejar nada al aire. Otra
característica es su modo de escribir, el cual es de implicación simple pero simpática, su texto
refleja una sencillez solamente superficial, porque detrás de él hay un gran trabajo filológico que
transmite empatía debido a su temática muy humana. Otra más es que Teócrito cuenta con un

5
tono sencillo, sus argumentos son poco rebuscados, ya que la demostración de erudición no es
una de sus prioridades. El estilo que maneja es el de la alta poesía, la poesía alejandrina.

Tras leer la obra muchas veces y con mayor detenimiento, nos percatamos que la obra podría
dividirse en cinco partes. Esto se hizo con el objetivo de poder apreciarla desde una perspectiva
estructural, así, cada parte cuenta con su propio núcleo y tema particular, mientras que al
juntarlas conforman un concepto único: las etapas de una conquista fallida y el duelo que de esta
se deriva.

La división queda de la siguiente manera: la primera parte va del verso 1 al 5 que corresponde a
la introducción del Idilio, que abordaremos con mayor detenimiento más adelante; la segunda
parte, va desde el verso 6 al 23, identificamos esta segunda parte como la primera etapa
“amorosa” por la que pasa nuestro cabrero, la etapa del convencimiento, para esto se vale de
recursos como la autocompasión, el ruego, los regalos, las alabanzas; la tercera parte va del verso
24 al 36, ésta la consideramos como la etapa de resignación, pues ya ha consultado su destino a
las flores y a una adivina y se da cuenta de que su amor es imposible, de que sus ruegos no surten
efecto y recurre ahora a tácticas más desesperadas, como la amenaza de terminar con su vida o
la entrega de su amor a otra mujer; la cuarta parte que va del verso 37 al 51, aquí se puede
observar la etapa de la esperanza en la que Teócrito utiliza un recurso muy interesante, el del
canto dentro del canto, pues el cabrero se pone a cantarle a su amada temas de ámbito
mitológico que ofrecen la idea de que todo amor es posible, es una característica que hace vivaz
la lectura y mantiene al lector atento, además de que el recurso de la composición en anillo fue
un recurso muy utilizado por Homero que refleja la habilidad de composición y una técnica que
requiere de gran ingenio6; y para terminar, la última parte que va del verso 52 al 54, esta es una
nueva etapa de resignación.

Habiendo estructurado el Idilio en esas partes, nos toca ahora analizar algunos temas que nos
parecen interesantes en la composición del poema, en especial en los primeros 9 versos donde

6
vv. 38-51.
6
encontramos una gran cantidad de temas que describen de manera general la totalidad del
poema. Así que empecemos con el primer verso el cual comienza con la siguiente oración:

Κωμάσδω ποτὶ τὰν Ἀμαρυλλίδα, …

Esta oración se refiere a “hacerle una fiesta” a Amarilis, donde hay cantos, danzas, música y un
banquete; con ella se puede dar la idea de una entrega festiva de los sentimientos hacia a la
amada, como decimos hoy en día, hacerle fiesta a alguien, enaltecerla, hacerla sentirse única,
querida por encima de todas las cosas, incluso de uno mismo. Con esta oración se refleja
claramente el amor festivo y desmedido del cabrero, que bien podría ser el mismo Teócrito. Con
esta oración al principio del verso inicia la fiesta desdichada de un amor no correspondido.

Tras haber mostrado el propósito de su poema, cantarle a Amarilis, Teócrito comienza a fabricar
su escenario bucólico.

…ταὶ δέ μοι αἶγες


βόσκονται κατ' ὄρος καὶ ὁ Τίτυρος αὐτὰς ἐλαύνει
Τίτυρ', ἐμὶν τὸ καλὸν πεφιλημένε, βόσκε τὰς αἶγας,

Introduce su “oficio” como cabrero, el lugar donde se encuentran (las montañas), donde pacen
las cabras, y a su amigo Títiro7 quien las conduce. Teócrito resalta lo muy querido que es para él
este personaje, pues tiene una intención clara: ser tomado como un bucólico consolidado, ya que
si es cabrero y gran amigo de Títiro conocerá muy bien la tradición. Con estas dos líneas y media
ya estamos inmersos en un ambiente bucólico.

Los siguientes dos versos contribuyen a la inmersión del lector, pues a la descripción del paisaje
de antes se le agrega la idea de que las cabras además de pastar las llevan al río a beber.
Dándonos así la idea de montañas verdes y fértiles, en las cuales hay una aparente calma, pues
hay un macho cabrío que pudiera representar peligro para Títiro. Puede observarse aquí una
dualidad del pensamiento, pues por un lado están las inofensivas cabras, llenas de alegría como

7
Títiro es recordado por Virgilio en la primera de sus églogas. Parece que este nombre podría haber sido utilizando
desde antes de Teócrito, así que muchos yo lo conocerían y se le daría mayor contundencia a la creación de su
escenario pastoril.

7
el amor del cabrero, y por el otro hay un peligro, incluso mortal si no se vigila con la precaución
suficiente, el macho cabrío, de igual modo pasa con el amor, pues si no vigilan las pasiones de la
misma manera, puede existir un amor tan peligroso que podría acabar con la vida del enamorado,
como se observa al final del verso 9.

καὶ ποτὶ τὰν κράναν ἄγε, Τίτυρε· καὶ τὸν ἐνόρχαν,


τὸν Λιβυκὸν κνάκωνα, φυλάσσεο μή τυ κορύψῃ.

Una vez que el poeta ya nos puso al tanto de lo que está pasando, con tan sólo 5 versos, se dirige
a la caverna donde quiere encontrarse con su amada. Teócrito utiliza el símil de la caverna por
alguna casa situada en la urbe, con el claro objetivo de situar al lector en una situación ya
conocida pero ahora en un ambiente diferente. Se esperaría que de una caverna no salga
cualquier mujer sino una ninfa, como se constata al principio del verso 9.

El cabrero le pregunta que por qué ya no lo ha llamado, si alguna vez ya estuvo con él. De esta
oración podemos asumir que el cabero ya conoce a la ninfa, que alguna vez le fue favorable y
que ahora quiere granjearse su amor, pero este será muy elevado, pues son dos distintas clases
sociales, la de los mortales y los dioses, esto se puede definir como un amor imposible. Podríamos
transponer este ejemplo con la vida cotidiana en la que las distintas clases sociales no se
emparentan de ningún modo, dando así la pauta para el tópico del amor entre distintas clases
sociales y explotado hasta la saciedad incluso hasta nuestros días.

Otro tema común que toca en los siguientes versos es el del Paraclausithyron, que según la
etimología del vocablo quiere decir “junto a la puerta cerrada”. A partir de aquí se inaugurará el
tópico que nosotros conocemos como serenata. La escena de la serenata es propia de los
ambientes rurales, pero se ha trasladado a los ambientes rústicos con el propósito de enganchar
y atraer al lector, de fusionar dos lugares y dos tiempos distintos para que el lector pueda
empatizar con mayor facilidad y no se sienta fuera de su propia realidad. La serenata tiene la idea
de mostrar a alguien todo su amor por medio del canto, con la esperanza de demostrarle a la
amada que no hay límites en su querer, que no hay barrera alguna, salvo la puerta, que impida
el fuego que le quema por dentro.

8
Finalmente, en este pasaje podemos observar la autocompasión del cabrero, una autocompasión
que se basa principalmente en el físico, más que en las habilidades o los sentimientos. Tal es el
desprecio del cabrero por sí mismo y del dolor por el amor no correspondido que incluso dice al
final del verso 9: “harás que me ahorque”.

Ὦ χαρίεσσ' Ἀμαρυλλί, τί μ' οὐκέτι τοῦτο κατ' ἄντρον


παρκύπτοισα καλεῖς, τὸν ἐρωτύλον; ἦ ῥά με μισεῖς;
ἦ ῥά γέ τοι σιμὸς καταφαίνομαι ἐγγύθεν ἦμεν,
νύμφα, καὶ προγένειος; ἀπάγξασθαί με ποησεῖς.

Por último, queremos analizar la creación de su ambiente bucólico pues, como ya hemos dicho,
es uno de los dos ejes de su poesía. Este ambiente está compuesto de manera gradual e
intercalada pues nos ofrece imágenes mientras nos va contando su desventura con su amada y
dependiendo de lo que acontece en escena se esmera en añadir elementos de manera natural,
no se observa en ningún momento que introduzca elementos de manera forzada.

Algo que es muy característico en este poema es el uso del nombre de muchos animales, el lobo,
la cabra, el carnero, un pez, etc., con base en estos elementos y con los que tiene que ver con la
naturaleza como: ríos, montañas, pasto, plantas, etc., Teócrito se concentra en la creación de un
contexto creíble, en generar una geografía envuelta en calma. Por último, nos parece importante
agregar el uso de la cinestesia en el verso 23, “trenzada de flores y oloroso apio”. Con esto logra
introducir al lector con todos sus sentidos en el ambiente que está creando.

Conclusiones

La poesía de Teócrito en el Idilio III está definitivamente enfocada al amor no correspondido, al


duelo, a la hazaña no lograda. Teócrito toca este tema doloroso, algo infame, pero lo hace con
un trasfondo tranquilo, sereno, aparentemente apacible, es lo más reconfortante que tiene el
cabrero a su alcance, y por eso no comete atrocidades en contra sí, ya que Teócrito crea un
ambiente idílico tan bien trabajado que tiene la capacidad de volver cómico el ambiente, pues
no se puede estar tan triste por amor cuando se contempla la gran belleza de la naturaleza. El
Siracusano contrapone a lo largo de todo su poema lo efímero que es el amor con lo presente y

9
perdurable de la naturaleza, la magia que esta encierra: el campo, los faunos, las musas, lo puro,
los mitos, las divinidades; está relacionada con el bienestar en general.

En su poema Teócrito genera una fuerte relación psicológica con su público es capaz de reunir
varias emociones, la cual está sustentada en el equilibrio de realidad y fantasía de aquellos aires
rústicos que dan pie para la búsqueda sincera y abierta de uno mismo, reflexionando sobre lo
efímero de nuestra existencia, sobre nuestra suerte cambiante, sobre hado ineludible y sobre
nuestro ideal del amor. La poesía de Teócrito se preocupa más del dominio de los sentimientos
y emociones que del de la mente.

Para terminar, queremos decir que consideramos que el genio de Teócrito radica en la
sencillez, el coloquialismo, la ida y venida de su discurso sin mayor dificultad, el uso de un
lenguaje sencillo y el uso de temas comunes; su genio no se debió sólo por haber nacido donde,
al parecer, la competencia agónica era tradición sino por mezclar lo entrañable de su espíritu
filológico con lo común o vulgar (en sentido etimológico) de su tiempo.

Bibliografía

ACAICO, Ipandro, Teócrito, Bión, Mosco Bucólicos griegos, trad. y notas Ipandro Acaico, prol.
Carlos Montemayor, México, SEP cultura (cien del mundo), 1984, 377 págs.

CANTARELLA, Raffaele, La literatura griega clásica, trad. Antonio Camarero, Buenos Aires, Losada
(las literaturas del mundo), 1971, 543 págs.

CANTARELLA, Raffaele, La literatura griega de la época helenística e imperial, trad. Antonio


Camarero, Buenos Aires, Losada (las literaturas del mundo), 1972, 481 págs.

GRIMAL, Pierre, Diccionario de mitología griega y romana, trad. Francisco Payarols, prol. Pedro
Pericay, Barcelona, Paidós, 1951, 6ª ed., 634 págs.

KÖRTE Alfred y Paul Händel, La poesía helenística, trad. Juan Godo Costa, Barcelona, Labor, 1973,
298 págs.

LÓPEZ FÉREZ, Juan Antonio, Historia de la literatura griega, Madrid, Cátedra, 1988, 2ª ed.,1273
págs.

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